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ArribaAbajo- 200 -


Adán y Eva


ArribaAbajo   Por entonces reinaba la Belleza.
Y eran el mar y el cielo sus sirvientes.
Aún no habían nacido las simientes
de las voces de la Naturaleza.

   Por entonces la vida, donde empieza,  5
allá, en el Paraíso, entre dolientes,
nuevos ortos del sol y relucientes
ojos de luna llena sin tristeza.

   Un aroma de flor se esparce y gime
por los recién nacidos genitales,  10
de aquel primer, Adán, que nace y llora.

   Y el gran ojo de Dios, que le redime,
de aquella soledad de barrizales,
buscando en su interior dulce de aurora.




ArribaAbajo- 201 -


Armando Moreno


ArribaAbajo   Hoy pasó por mi cielo de poeta
una imprevista nube de ternura.
Era como una brisa de frescura
evocando la luz de otro cometa.

   En mi relente -que es mi rosa en dieta-,  5
se conformó la voz de una criatura,
-poeta, como yo- que en su andadura
fue mi amigo y a veces mi planeta.

   Este dolor de ausencia, me provoca,
una imagen furtiva entre dos rosas  10
y una rima que nunca tuvo estreno.

   Y es que a veces la vida nos coloca;
en desglosar de nuevo, tiernas glosas,
al volver a perder un hombre bueno.




ArribaAbajo- 202 -


A veces al doblar...


ArribaAbajo   A veces al doblar, cualquier esquina,
de la ciudad celosa que te esconde,
presiento que es tu voz la que responde
a la llamada azul de mi retina.

   Mas todo es ilusión que me domina  5
porque tu cara nunca corresponde,
con la imagen que busco, no sé dónde,
como una extraña luz que me fascina.

   Sólo de vez en cuando, si nos vemos,
cruzamos las palabras de costumbre:  10
«Me llamas, por teléfono, algún día.»

   Después, se nos olvida y escondemos
nuestro amor en la ciega muchedumbre,
mientras sueña en la calle un «todavía».




ArribaAbajo- 203 -


Esparcido jazmín


ArribaAbajo   Esparcido jazmín que forma el cielo
del aire que me impulsa y que respiro:
Tengo tu corazón en cada giro
que levanta mi sueño cuando vuelo.

   Mi pupila te sigue con el celo  5
que acompaña mi último suspiro.
Espejo de mi verso si me inspiro,
remanso de mi paz, si me consuelo.

   Eres la claridad y eres la sombra
de mi labio sediento, agua y posada,  10
el despertar que anuncia el nuevo día.

    Conjuro del amor cuando me nombra
y el alma de mi voz enamorada
al ritmo de mi propia poesía.




ArribaAbajo- 204 -


Si le pones a todo...


ArribaAbajo   Si le pones a todo siempre un pero.
Si te gusta bailar con la más fea.
Si no encuentras a un Cristo que te crea.
Si te parece el mundo un avispero.

   Si no encuentras momento placentero.  5
Si no sientes que alguien te desea.
Si en el amor tu mano titubea.
Si te gusta vestir como un trapero.

   Si la suerte no está en tu lotería.
Si cuando estás enfermo eres dichoso.  10
Si no sueñas ni tienes esperanzas.

   Procura estar más lejos cada día
de todo lo que viva y sea hermoso,
que no tiene contigo semejanza.




ArribaAbajo- 205 -


Pobre y poeta


ArribaAbajo   Para escribirte, amor, un buen soneto;
uno que se destile, gota a gota
y que en clave de sol, te dé la nota,
de mi oculto tesoro más secreto.

   Para llegar a ti con el respeto,  5
que por tu piel estela mi derrota
y que del corazón mismo me brota,
no sé si alegremente o por decreto.

   Necesito ser pobre y ser poeta:
Pobre, para pedirte mis carencias,  10
que si tú no remedias son mortales.

   Y escribidor de versos, siempre a dieta,
por provocar en ti, concupiscencias,
en tus labios... que son mis manantiales.




ArribaAbajo- 206 -


Por tratar de curar


ArribaAbajo   Por tratar de curar un mal de amores;
olvidé a quien me daba tan mal trato
y al hacerlo sin previo, casi mato,
a la indigna de darme sus favores.

   Ya que al ver tan menguados sus honores  5
y en peligro la angustia de su plato;
comparó mi perfil de literato
con sus malos amantes anteriores.

   Y ante tanta lisonja, confiado,
olvidé mis desvelos un instante,  10
porque a tanto se llega en vanidades.

   Pero llueve sobre un papel mojado
y por mucho que el ruiseñor me cante:
Siempre estoy con quien sufre tus maldades.




ArribaAbajo- 207 -


A una pluma estilográfica, regalo de unos amigos


ArribaAbajo   A la más presumida pone a caldo
y comparte sus galas con la honesta.
Para la más humilde, da una fiesta;
y para la más rica, un día de saldo.

   De la más inocente es fiel respaldo  5
y repudia a la infiel por lo que apesta.
La que nace pedante, le molesta,
y me manda al infierno si me escaldo.

   Pone el alma de hinojos, si una rosa,
en su sueño de tinta le perfuma  10
y en su pétalo virgen se desteta.

   Y si alguno se enfada con mi glosa,
le consuelo diciendo: que es mi pluma,
quien conduce mi mano de poeta.




ArribaAbajo- 208 -


El toro de la vida


ArribaAbajo   Me dejaron el toro de la vida
con banderillas negras casi ciego,
y los dos picadores en su juego
con los lomos a cuestas de un suicida.

   Me dejaron la vida detenida;  5
me insultaron llamándome ¡borrego!
y al Calvario piadoso de mi ruego;
la espada de mi muerte, ¡desprendida!

   Torpe fue este lidiar de mis ternuras
por tus manos de diosa adolescente  10
aplaudiendo mi amor desde barrera.

   Porque tú no conoces las dulzuras
que florecen en mí, calladamente,
como rosas de eterna Primavera.




ArribaAbajo- 209 -


No se te parte el alma...


ArribaAbajo   No se te parte el alma, ni aunque diga,
cada noche mil veces que te quiero.
Ni te importa siquiera si me muero,
y que al morir mil veces te maldiga.

   No te importa que un día yo consiga  5
liberarme de ser tu prisionero,
y que acabe este amor tan verdadero
y que Dios por hacerlo me bendiga.

   Tu corazón navega hacia la roca,
que ha de romper tu hielo en mil pedazos  10
sin que te importe nada este tormento.

   Y aunque a veces, presiento, que estás loca,
por retenerte un poco entre mis brazos,
te daría, mi amor, hasta el aliento.




ArribaAbajo- 210 -


Poeta del triste sitio


ArribaAbajo   Les vi poner su nombre a los enterradores;
mas bien sus iniciales sobre el pálido yeso.
Después de Todo: Nada. Después de Nada: Eso.
Por mucho que le canten los nuevos trovadores.

   Habló el Primer Ministro; después los oradores;  5
y un Cardenal Primado, amante del progreso,
le dio sus bendiciones y arrodillado un beso
como si fuera el muerto, rey de predicadores.

   Más tarde, el cementerio, fue quedando vacío,
de aquellos que le dieron con el postrer adiós,  10
el último homenaje que bien se merecía.

   Sentí al quedarme solo, un suave escalofrío,
y me hice más creyente, más amante de Dios,
yo que con la tristeza, hago mi poesía.




ArribaAbajo- 211 -


Carta soneto a Blanca en su sesenta y dos cumpleaños


ArribaAbajo   A mi mujer: Que es todo mi equipaje.
Mi mascarón de proa y mi veleta.
Mi eterna compañera en el viaje
que acaba en otro mar y otro planeta.

   A mi mujer: Mi torre de homenaje...  5
mi razón de vivir y ser poeta...
Quiero que en este día te prometa
mi corazón ser siempre tu paisaje.

   Hoy cumples quince años cuatro veces;
y dos más como el más bello cumplido,  10
que se le puede hacer a un compañero.

   Que con verte de todo convalece;
por haber sido siempre tu marido,
y de tu Juventud: Invernadero.




ArribaAbajo- 212 -


Mirada celeste


ArribaAbajo   Dame un sólo momento de tu vida;
un segundo tan sólo de tu pena;
que me sobra en el alma una azucena
y no tengo quien todo me lo pida.

   Dame sólo la flor más deslucida;  5
la que menos endulce tu colmena;
que me falta en mi mar una sirena
y no tengo quien todo me lo pida.

   Dame aquello que olvides en tu sueño,
lo que nunca te sirve para nada  10
en tu noche de largo desconsuelo.

   Aunque sea tu amor el más pequeño:
Quiero ser un instante en tu mirada
un soñador que en ella mira el cielo.




ArribaAbajo- 213 -


Quien escribió estos versos...


ArribaAbajo   Quien escribió estos versos de tristeza;
de desesperación y desconsuelo;
y quien tanto penó clamando al cielo
no merece ser digno de esta pieza.

   No conoció un segundo con pobreza,  5
ni miseria que le tocara un pelo,
y se mostró ante ella como el hielo
que conserva su mágica belleza.

   Pero es fácil contar penas ajenas,
en verso... al que conoce bien la rima  10
y emocionar al alma más sencilla.

   Nunca pienses que aquel que narra penas
con las penas ajenas se lastima:
Que a más engañador, más maravilla.




ArribaAbajo- 214 -


Malandante


ArribaAbajo   Tan al revés me sale siempre todo
que he de empezar mis gozos por mis cruces
y harto de parir sombras, muero en luces,
sobre el triste horizonte de mi lodo.

   Entre tantas miserias, acomodo,  5
este lento vivir que me produces,
buen Jesús, cuando todo lo reduces
a ignorar porque vivo de este modo.

   Cuando busco en el cielo, alguna estrella
siempre existe una nube cegadora  10
que me impide salir de mi destino.

   Cualquier pobre que llega, me atropella,
y ni la Muerte encuentra buena hora
para indicarme al menos el camino.




ArribaAbajo- 215 -


Respondo a tu silencio...


ArribaAbajo   Respondo a tu silencio y a tu olvido
con lágrimas que fluyen como un río,
que van de mi deseo al desvarío
en este no saber ya lo que pido.

   La vara de medir con la que mido  5
la alcurnia de tu alto señorío,
produce recordar escalofrío
o dudas en la luz de mi sentido.

   Quien merece quererte, que te quiera.
Yo ya llegué hasta donde nadie llega  10
en recibir afrentas y temores.

   Que otro poeta cante, en primavera,
tu hermosura que al verso siempre ciega;
como una maldición de mis amores.




ArribaAbajo- 216 -


Dio, Jesús, en andar por esas calles


ArribaAbajo   Dio, Jesús, en andar por esas calles
donde están las más bajas prostitutas,
y saber como estaban las minutas,
incluyendo los mínimos detalles.

   Se fue al cielo y habló con Magdalena  5
y con todas aquellas que vendieron,
el placer más sagrado que les dieron
y que cumplen sumisas su condena.

   Yo cobraba, Señor, sólo dos panes,
pero había de un pan y hasta de medio  10
y el temor de cobrar con un apodo.

   Y el Señor, perdonando estos desmanes
puso al mal de las putas el remedio:
Castigando al que paga de este modo.




ArribaAbajo- 217 -


El pan y la sal


ArribaAbajo   Quién me puso una mano sobre el hombro
y me dijo al mirarme: «Soy tu amigo»
tanto tiene de Dios, que le bendigo,
y le digo, Jesús, cuando le nombro.

   Quién estrechó su mano con la mía  5
y en su abrazo sentí, calor humano,
más que amigo, le digo: «¡Buen hermano,
la amistad es la sed de la Armonía!»

   Quién al caer, rendido, me levanta,
y del suelo me lleva hacia su altura,  10
merece el corazón que me da vida.

   Y de este ruiseñor, que en mi garganta,
cantando la amistad, siempre procura:
Hasta el pan y la sal de mi comida.




ArribaAbajo- 218 -


Nos golpeó el amor...


ArribaAbajo   Nos golpeó el Amor, con saña fiera,
clavándonos su flecha despiadada;
nos escogió, quizás, en la emboscada
de una dulce amistad, grata y sincera.

   Desde entonces se viste mi quimera  5
en la sombra de luz inconfesada
y tú llevas tu flecha envenenada
a un dolor que tu gozo bien tolera.

   Nada pido a los dioses ni a los cielos.
Tú tampoco le pides nada al viento.  10
Porque nada florece ni se riega.

   Somos dos corazones tan gemelos,
que sabremos sufrir este tormento.
¡Qué hasta el Tiempo su bálsamo nos niega!




ArribaAbajo- 219 -


Mi reino está...


ArribaAbajo   Mi reino está en los pliegues de tu enagua,
en la marea fiel que a tu cintura;
sube toda la gracia y la hermosura
que a goces y dolor hace mi fragua.

   Todo este río que en tu piel desagua  5
la sangre de mi propia calentura;
viene a dar con un mar que mi locura
se complace en nacerte por el agua.

   Mi luz está en los ojos de mi amada.
En su voz mi cantar más complaciente  10
y en su propia grandeza mi rescate.

   Mi esperanza en estar de madrugada,
junto a su corazón, de confidente,
en un eterno alerta de combate.




ArribaAbajo- 220 -


Acto de condición


(A mis amigos en la Facultad de Medicina de Valencia)


ArribaAbajo   Perdonar por llamar a vuestra puerta
con mis manos vacías de esperanza
y pediros el pan de la enseñanza,
que es la sed que soñando me despierta.

   Por estar en vosotros, sin que advierta,  5
vuestro gran corazón, esta mudanza,
y por darme infinita confianza,
del amigo en la mano siempre abierta.

   Perdonar por robaros cada día
las semillas de la sabiduría,  10
que conforman mi alma siempre inquieta.

   Por robaros arrobas de ternura:
por hacerme más sabio, más criatura,
por hacerme más hombre y más poeta.




ArribaAbajo- 221 -


Al agua de limón


ArribaAbajo   Con agua de limón me desayuno
con agua de limón voy a la cama
y cuando Dios lo quiera, en una llama,
terminará mi sed con el ayuno.

   Ni envidio a las sirenas ni a Neptuno,  5
si el agua limonera me reclama,
como néctar divino que a mi dama,
le apetece quizás, más que ninguno.

   Con agua. Sí, ¡con agua de limón!
me embriago de azahares y de rosas,  10
que me hacen florecer mi nueva rima.

   No es extraño que digan de Ramón,
que fue todo por ser entre sus prosas
un hijo del limón y de la lima.




ArribaAbajo- 222 -


Dale sólo un momento...


ArribaAbajo   Dale sólo un momento de osadía
al cruzarte conmigo, a tu mirada,
y sentirás que puedes ser alada
como la luz que anuncia el nuevo día.

   Dale estelas al mar, que es quien me guía,  5
para encontrar tu mágica morada,
y el corazón y el alma en tu alborada
te darán sombra y luz por compañía.

   Dame lo que te sobra, solamente,
no necesito más para mi dicha,  10
pero dame ¡por Dios! alguna cosa.

   Algo para soñar que me alimente,
si no quieres hacer que mi desdicha
marchite en mi el amor, y en ti la rosa.




ArribaAbajo- 223 -


A ti, Valencia


ArribaAbajo   A ti, luz de la luz, crisol de soles,
toda playas de suave arena fina.
Esmeralda del mar que la domina,
solo un beso celeste de arreboles.

   A ti, que te despierta cada aurora,  5
la tibia luz del sol cuando amanece
y en tu dulce y dorado fruto crece
el tesoro que te hizo soñadora.

   A ti, Valencia mía, esplendorosa,
de atardeceres rojos. Mar divino.  10
Donde al nacer la luz, nació la rosa.

   Abre tu corazón al peregrino:
que la espada del Cid, está celosa,
de lograr tantas almas con tu trino.




ArribaAbajo- 224 -


Cómo puedo decir...


ArribaAbajo   Cómo puedo decir que estás ausente
si te traigo y te llevo donde quiera.
Cómo puedo negar la Primavera
al alabastro eterno de tu frente.

   Todo mi pensamiento es diferente  5
a la triste verdad de mi ceguera;
ni a mi verso que siempre considera
que no dejas de ser adolescente.

   Una vez reposaste tu mirada,
en mis ojos, con tal entendimiento  10
para mi corazón, que fui tu dueño.

   Sólo una vez ¡qué bien aprovechada!
fue para mi quimera el argumento
de la historia infinita de mi sueño.




ArribaAbajo- 225 -


La pluma del poeta


ArribaAbajo   Puedo hacerte volar por otro cielo
y mecerte en el agua de mi río,
reducirte a la nada con mi brío
y abrasarte en la llama de mi celo.

   Hacerte florecer donde mi anhelo  5
y marchitarte, amor, de escalofrío;
puedo darte calor y darte frío
y hasta darte alegría y darte duelo.

   Hacerte sin el alba, luz del día,
y sin noche la estrella más luciente.  10
Puedo hacerte llorar y darme pena.

   Todo puede el poeta que escribía
para nadie los sueños de su mente,
en la cárcel de Amor, que le condena.




ArribaAbajo- 226 -


Jubilación (I)


ArribaAbajo   Dejar de ser aquello que uno era;
vestir la soledad con nuevos trajes;
entretener la mente con viajes
y el corazón con otra primavera.

   Llevar la vida un poco más austera;  5
aunque puede que en esta nunca encajes
y esperar de la vida los ultrajes
cuando todos su males te transfiera.

   Si te dejas vencer, estas perdido;
maltratada chochez, si te rebelas;  10
que no existe bondad para el anciano.

   Sólo a esperar, el cielo prometido,
y que por ley de todo, te consuelas,
con esperar al próximo verano.




ArribaAbajo- 227 -


Jubilación (II)


ArribaAbajo   Desde mañana mismo, ¡jubilado!
A gozar de la dicha mañanera
de levantarse uno cuando quiera
sin tener que mirar a ningún lado.

   A vivir otro tiempo regalado  5
y soñar con mi próxima quimera,
las que alegran mi alma, dondequiera,
que esté mi corazón enamorado.

   A saturar mis ojos del paisaje
y descubrir la luz y la belleza  10
de todo lo que asombra mis sentidos.

   Que aún me queda en la sangre algún coraje,
para vencer un tiempo de pereza
que no deje mi nombre en el olvido.




ArribaAbajo- 228 -


ArribaAbajo    A veces sin fortuna y sin amigos
lloro mi soledad y mi abandono,
de tal forma, que al cielo le impresiono
cuando clamo por estos enemigos.

   De mi envidia los ricos son testigos  5
y en sus caras la mía perfecciono,
el poder que les da saber y trono.
Que es soñar privilegio de mendigos.

   Me desprecio al pensar de esta manera.
Felizmente recuerdo tu Belleza  10
y me elevo cual ave por el cielo

   como un rayo de sol en primavera.
Porque tengo al tenerte tal riqueza,
que sirvo a las estrellas de modelo.




ArribaAbajo- 229 -


Otro soneto a Celia


ArribaAbajo   Para decir, te quiero, soy silente
mirada del amor a la belleza
de esta pequeña flor, naturaleza,
de mi voz, de mi sangre y de mi gente.

   Para sentirme inmenso, soy la fuente  5
donde tu sed inclina la cabeza
y se tiñe mi beso en la cereza
de tu labio volando por mi frente.

   Para inventar un sol duermo en tu pelo
y entre dorados rizos me consuelo  10
de ausencias que perfuman mi memoria.

   Todo lo tengo en ti con ser tu espejo
y en los años que cumples yo festejo
tener entre mis manos tanta gloria.




ArribaAbajo- 230 -


A veces recordando...


ArribaAbajo   A veces recordando los amores
novicios de caricias y ternuras,
las efímeras fuentes inmaduras
y al destino poniéndonos de actores.

   Surge la primer novia y los temblores  5
de perder para siempre las dulzuras,
de quién te dio en las noches más oscuras
un espacio de luz entre las flores.

   Desde tanta distancia ¿qué habrá sido?
de aquella claridad adolescente  10
que despertó mi estela de velero.

   ¿Dónde estará su voz que nunca olvido
y su mano extendida dulcemente,
pidiéndole a mi labio su te quiero?




ArribaAbajo- 231 -


Hay horas tan amargas...


ArribaAbajo   Hay horas tan amargas en la vida
que la sangre se llena de tristeza,
que la razón se pierde en la cabeza
y al pensamiento todo se le olvida.

   Tanto se queda el alma poseída  5
que el corazón no sabe con certeza
donde está la verdad, si la belleza,
sale entre tanta duda siempre herida.

   Todo está tan confuso y tan oscuro
que nos asusta dar el primer paso  10
hacia la luz que anuncia el nuevo día.

   Y la esperanza siempre es el futuro
que nos hace pensar que en el fracaso
existe una semilla de alegría




ArribaAbajo- 232 -


Cuando me brota un verso...


ArribaAbajo   Cuando me brota un verso de tristeza
hay algo en mi interior que se derrama,
una pequeña luz que acaba en llama
dejando su ceniza en mi cabeza.

   No hay pecado mayor que la franqueza  5
ni lisonja que adquiera mala fama,
uno es parte de un árbol, de una rama,
que al florecer entiende su belleza.

   Cuando me nace un verso y tiene alas
hay un pequeño cielo en la memoria  10
que alberga su ilusión y le hace nido.

   Aunque evoque las tristes horas malas,
ni le importe saber para su gloria
que hasta el autor se siente mal herido.




ArribaAbajo- 233 -


Ante una fotografía de Celia


ArribaAbajo   Se quedó para siempre tu sonrisa,
espigada en el iris de colores
de mi sangre, -que es manantial de amores-,
y perfume en la mar de cada brisa.

   Se quedó la palabra sin la prisa,  5
ni la urgencia de un son de ruiseñores,
cuando el cielo volvió a sus resplandores
en los ecos celestes de tu risa.

   Para siempre en la foto tus seis años.
Tus seis maravillosas primaveras  10
eternas en la fiel fotografía.

   Dios te dé mucho bien y pocos daños
y el amor que entre bromas y entre veras
merece tu inocencia cada día.




ArribaAbajo- 234 -


Por darle a nuestro juego...


ArribaAbajo    Por darle a nuestro juego más picante
le damos al amor otro sentido,
dejando florecer en nuestro nido
las dudas que hacen triste al más amante.

   Y apenas esa sombra es la causante  5
de un leve padecer desconocido,
dejamos aquel acto en el olvido
besándonos de forma delirante.

   Sabemos que en el riesgo nos jugamos
aquello que nos da siempre más gozo  10
y todo lo que son nuestros tesoros.

   Más nada nos importa si sabemos,
que siempre la rutina es el sollozo
de aquellos que nacieron siendo moros.




ArribaAbajo- 235 -


Desconsolado quise...


ArribaAbajo   Desconsolado quise dar consuelo
a quien poco consuelo merecía;
porque al rato de darlo ya tenía
de este gozo la causa de mi duelo.

   Toda pena que pene en ti es anzuelo,  5
donde muerde mi boca de alegría,
las alegres promesas de tu impía
y antojadiza y negra ave de vuelo.

   Todo desprecio acaba en falsa estima
y no hay estimación que alcance gloria,  10
cuando vive el amor en estos pagos.

   Quiero de mis candores se suprima
de una vez y por todas la memoria:
Que es triste convivir con estos tragos.




ArribaAbajo- 236 -


Las caras y las cruces


ArribaAbajo   Hay temporadas negras, tan odiosas,
que parece que el mundo se termina.
Como si, Dios, por algo te fulmina
con las horas más tristes y angustiosas.

   Temporadas que son maravillosas  5
en que ningún acorde desafina;
ningún dolor; ninguna medicina,
invade nuestras horas más dichosas.

   Es la cara y la cruz que somos todos;
sin saber que mañana nos espera;  10
ni qué bien, ni qué mal, ni qué de nada.

   Si sabemos que al fin seremos lodos.
¡Pero nunca encontramos la manera
de tener una muerte bien ganada!




ArribaAbajo- 237 -


Tanto me gusta el luto...


ArribaAbajo   Tanto me gusta el luto de mi duelo
que hasta ser el difunto he preferido,
pues soñando en mi sueño, he presentido,
que estar muerto me va de caramelo.

   ¡Cómo hablaban de mí! ¡Con qué consuelo!  5
¡Cuánto laurel florido en mi apellido!
¡Con qué galas de honor tan bien vestido!
«Bien ganado se tiene, el hombre, el cielo»

   Mas tampoco me agrada ser un día
oración en un labio generoso,  10
y al siguiente quedarme con las ganas.

   Que la muerte no tiene ortografía
y más vale pecar de mentiroso,
que glorioso por unas campanadas.




ArribaAbajo- 238 -


Cómo acertar con algo...


ArribaAbajo   Si predico cultura, soy pedante;
si dulzura derramo, empalagoso;
si descubro mis iras, rencoroso
y si expongo mis dudas, vacilante.

   Nadie me dice un día ¡qué brillante!;  5
ni soñando me dicen: virtuoso;
ni que todo me pasa, por curioso,
ni que está en mi fragancia ser constante.

   Mis nostalgias me llevan al reposo
donde encuentro la luz del pensamiento  10
y la fuente del verso que me inspira.

   De ningún ser humano estoy celoso,
y, aunque de tantas cosas, voy sediento,
doy la mitad de todo a quien me admira.




ArribaAbajo- 239 -


Iba Dios por la playa...


ArribaAbajo   Iba Dios por la playa, derramando,
un soneto de amor, recién nacido,
de un aroma de flor desconocido,
por aquel que este mundo fue ordenando.

   Las espumas, como si resbalando  5
por la inercia del mar, hacia el sonido
del Cantar Sin Pecado Concebido,
se acercaban con paso suave y blando.

   Venus, desde su concha inmaculada
puso de atardecer la luz marina  10
y de rubor pintado su desnudo.

   Y el Creador, confuso, a la llamada,
de su obra más plena y más divina,
ante tanta hermosura, quedó mudo.




ArribaAbajo- 240 -


Un soneto de paz


1997 - 1998


ArribaAbajo   Quiero acabar el año dando rima,
a un soneto de amor por quien más quiero
y agradecer a Dios, este lucero,
que con su luz a Él, más me aproxima.

   Mi corazón queriendo, legitima,  5
tanto merecimiento pasajero,
que por querer aspiro a ser sendero
que ha de llevar mi sangre hacia la cima

   No daré más de sí, ¡estoy seguro!
ni he de llegar a más, con mi cariño,  10
porque amor es en mí, naturaleza.

   Y este fruto, Señor, si está maduro,
al llegar a tu labio será un niño,
que al Niño-Dios le ofrece su pureza.




ArribaAbajo- 241 -


Primer soneto de amor del año 1998


ArribaAbajo    Quiero empezar el año dando forma
a un soneto de amor, de tal pureza,
que a los pies de mi Blanca, la belleza,
rinda su pleitesía como norma.

   Nada por más quererte me conforma  5
porque en quererte está, mi fortaleza,
y no sé de este Amor, ni donde empieza
ni si al final al mundo lo transforma.

   Quiero empezar de nuevo a conquistarte
como cuando tenías quince abriles  10
y empezaba mi labio a ser poeta.

   Que cada día quiero enamorarte,
y recordar los años juveniles
sin que el presente sea nuestra meta...




ArribaAbajo- 242 -


Hoy me toca el dolor...


ArribaAbajo   Hoy me toca el dolor de la rutina
y mañana el remedio del olvido.
Estoy para el placer desprevenido
y más que por la rosa, con la espina.

   Con todo lo que escucho, trago quina,  5
y todo lo que digo es parecido.
De quejas y de males voy surtido
y acepto lo que soy por disciplina.

   Cualquier amanecer, sin darme cuenta,
despierto en el jardín del Buen Reposo:  10
Queriendo bien rimar con buena Musa.

   O espero a que me pase esta tormenta
y vuelvo a ser buen padre y buen esposo
y pongo mis quimeras como excusa.




ArribaAbajo- 243 -


A Celia que empieza a ser mujer...


ArribaAbajo   Hoy ha pasado un ángel por el cielo,
y una fuente ha tenido el mismo sueño:
Que el clavel escarlata más pequeño
tinte de rojo el alba de un desvelo...

   Sobre los hombros rizan sol y pelo  5
las onduladas formas de un ensueño;
mientras la Luna cubre con su ceño
el manantial sagrado de su celo...

   A rubor de la prisa, los dolores,
en las ingles encuentran acomodo  10
esperando el momento soberano...

   ¡Bienvenida a la vida! Tus colores
son venero del iris... y otro modo...
de hacer feliz el verso de un anciano.




ArribaAbajo- 244 -


Uno llega a un estado...


ArribaAbajo   Uno llega a un estado en que se entrega,
sin que exista la causa predadora;
sin saber si en el tránsito hay demora
o la lista de embarque se nos niega.

   El desánimo es humo que te ciega  5
y no encuentras el asa salvadora,
que te lleve feliz hacia la aurora
donde aquello que siembras tiene siega.

   Sé que todo dolor tiene remedio,
que los males son siempre pasajeros.  10
Que todo temporal tiene bonanza.

   Pero quien me sacude a mí este tedio,
donde son los minutos los obreros
que arruinan mi salud y mi esperanza.




ArribaAbajo- 245 -


La fe


ArribaAbajo   Ella puede pasar inadvertida
cual gota de rocío mañanera
y despertar la luz en el vivero
donde la sombra tiene su guarida.

   Ella puede ser todo y ser partida  5
como el pan que reparte el misionero...
Puede ser libertad y carcelero
y a la vez salvadora y fratricida.

   Ella mueve montañas... resucita...
y hace al hombre sencillo dios del cielo,  10
y a la mano bendita pedigüeña...

   Sin embargo, de todos necesita,
ya que nació sin alas para el vuelo
y se las pone el hombre cuando sueña.




ArribaAbajo- 246 -


Hace cuatro semanas...


ArribaAbajo   Hace cuatro semana que estoy muerto
y hace tres me dijeron una misa.
Por lo visto la gente tiene prisa
de dejar al que muere bien cubierto.

   Como soy de difunto un inexperto  5
cualquier cosa que pasa me da risa.
Unas veces al ver lo que se guisa
y otras veces al ver mi desconcierto.

   Pero en medio de todo, estoy contento,
por los nuevos afectos que recibo  10
y por todos los gestos de ternura.

   Mi ceniza no tiene descontento
y el vivir es un acto relativo,
que nunca sabe nadie lo que dura.

   Cual puede adivinar, quien me leyere,  15
no ha sido este poeta el que se muere.




ArribaAbajo- 247 -


Soneto a Mari Ángeles Coronado en su fiesta onomástica


ArribaAbajo   Porque estás en el mundo por ser bella
tal como cruza un cisne por un lago.
Porque al verte en ternura me deshago
en tu dulce mirada de doncella.

   Porque tienes el aura que destella  5
cuando el sol te ilumina en tibio amago,
dando más claridad a lo que hago
cuando sigo la estela de tu estrella.

   Como aquellos audaces trovadores
que cantaban la gracia de sus damas:  10
Al pie de tu ventana me arrodillo.

   Porque cumplas tus fiestas entre flores,
mientras tú, con tu beso, me proclamas
en tu misa de amor: tu monaguillo.

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