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ArribaAbajo- 298 -


Que se me va la vida...


ArribaAbajo   Que se me va la Vida, es tan seguro,
como que está la Muerte ya esperando,
aunque voy con los años regresando
a un pasado que alivia mi futuro.

   Porque está en mi niñez un ser tan puro  5
que si todos mis vicios le demando,
el se muestra sumiso, venerando,
el rincón de mi alma más oscuro.

   No ha de ser ese Dios omnipotente,
ni las Musas rogando por mi rima,  10
lo que me dé silencio y nuevas alas.

   Si no la voz de aquel ser inocente,
que con decir mi nombre me redima
con mis buenas acciones de las malas.




ArribaAbajo- 299 -


A Valencia


ArribaAbajo    Sois tan pura y azul que nuestra mente,
sin querer, por amor, con fe blasona,
y en la altura celeste te pregona
cual cuna declarada del Oriente.

   Senos fuiste del ser omnipotente  5
en la orilla del mar que te corona,
al dejar en tu cuna por patrona
lo que Dios más amaba ciegamente.

   Donde nace la luz, está tu nombre,
donde se muere el día, tu agonía,  10
y en renovarte toda, tu alternancia.

   Que no hay bien más nacido, que aquel hombre,
que al que llega recibe en su alegría,
y al que se va le entrega su abundancia.




ArribaAbajo- 300 -


Me dispongo a escribir...


ArribaAbajo   Me dispongo a escribir un buen soneto,
uno que hilvane bien con alma y cieno...
Mas irrumpe mi tránsito sereno
una voz que me pone en un aprieto:

   La rotura del más humilde objeto  5
y preciso en el día de su estreno,
y que las vacas locas son veneno
y que serán quemadas por decreto.

   Que la televisión se ve con rayas,
y que la luz del baño no funciona...  10
porque yo no me ocupo de la casa.

   Cada día mi lucha en mil batallas,
cuando no estoy supliendo a la fregona.
Y el soneto diciendo: ¿a ver que pasa?




ArribaAbajo- 301 -


Hoy me pide mi bruja...


ArribaAbajo   Hoy me pide mi bruja una alabanza.
Ella que es el aroma de la gloria;
siempre que la recuerda mi memoria,
río es que va hacia el mar de la esperanza.

   Sólo mi sueño si lo quiere alcanza  5
de su poder la línea divisoria.
Yo en la miseria vil, tú en la victoria
que no pierde vigor con la mudanza.

   Ver en la oscuridad es tu sosiego,
ánima en la ligera voz del viento  10
que con bridas silentes cruza el cielo.

   Déjame ser de tu desdén el ciego,
que sin luz se quedó por escarmiento
y que sin ver emprende un nuevo vuelo.

Ramón.
Valencia, estío de 2001.




ArribaAbajo- 302 -


Quevedo habla con una joven lavandera


El poeta recuerda a las lavanderas de la orilla del rio Manzanares, donde tanto jugó de niño


ArribaAbajo   «¿Ha escuchado, señor, lo que me ha dicho?»
-Que te quiere joder, es lo que he oído,
y si no tienes novio ni marido,
ocasión es de darse un buen capricho...

   «Pues que espere sentado ese mal bicho,  5
a que mi joven nido esté podrido.»
-Pero, mujer, si el pobre no ha querido
ofenderte al llamarte: dulce nicho...

   «¡Pero bueno, señor! De quien es parte,
si me ofenden con estas groserías!  10
Dígame alguna cosa de mi agrado.»

   -Pues si quieres buscarme, en un aparte,
y a este viejo donar mil alegrías:
dame del pan que hablamos un bocado.




ArribaAbajo- 303 -


A mi maestro en humanidades, Juan José Barcia, al alcanzar los primeros cien años de edad


ArribaAbajo    Son cien años, y un siglo, y cualquier día,
que no está la memoria y el acento,
por llevar esta cuenta, como un cuento,
y rendirte a la vez mi pleitesía.

   Por tímido elemento en minoría,  5
escuchaba tu voz y estaba atento
porque en ella nació el florecimiento,
de mi fe por tu gran Sabiduría.

   Gozar de tu amistad a estas alturas,
es algo que en palabras se complica,  10
al hablar del respeto y tu alta estima.

   Tus cien años se llenen de venturas,
y si quieres, Maestro, califica:
con tu propia emoción mi humilde rima.




ArribaAbajo- 304 -


ArribaAbajo    Si me quedara solo y no tuviera
mas remedio que andar a la deriva,
sin que nadie me espere, ni reciba
cuando llegue la nueva primavera.

   Si al mirar a mi lado no tuviera  5
tal cual la mariposa que me liba,
manteniendo constante y siempre viva
el aroma de aquella vez primera.

   Si tuviera que ser el que decida
que me pongo, que como y que programa  10
elegir para ver algún evento.

   Pensaría quizás como el suicida
que ha perdido de pronto lo que ama
y no puede sufrir este tormento




ArribaAbajo- 305 -


Soneto a las madres de mis nietos


ArribaAbajo   Hoy bendigo la luz que cada día
ilumina los ojos de mis nietos,
la que me cuenta y canta los secretos
de este nuevo placer que Dios me envía.

   Esa voz maternal que siempre guía  5
la salvación de todos los objetos,
cuando en sus juegos, torpes, pero inquietos,
arrasan cuanto ven con su alegría.

   Hoy bendigo mil veces la ternura
de quien puso el amor de mis amores  10
en la orilla del río de mi vida.

   Porque sé que la vida poco dura
y ellas lo dieron todo entre dolores
a un corazón que nunca las olvida.




ArribaAbajo- 306 -


Felicidad


ArribaAbajo   Ya no cuento las horas ni los días,
ni los años que pasan en un vuelo,
como las nubes pasan por el cielo
anunciando más penas que alegrías.

   Ya no le canto al sol mis fantasías  5
ni me sirve la luna de modelo,
porque soy como Tú, con ser abuelo,
y te gano a querer aunque sonrías.

   Hoy me puedo sentar junto a la orilla
de la mar, como un viejo marinero,  10
a contemplar el paso de las naves.

   Sin saber sí esta luz tan amarilla
es cosa de la tarde, o porque quiero,
porque lo tengo todo y Tú lo sabes.




ArribaAbajo- 307 -


Serenamente


ArribaAbajo   Quiero alcanzar el ser octogenario,
para contar un poco lo que ha sido
mi vida de poeta, siempre herido,
por un verso de amor en mi diario.

   Quiero llegar, si al pacto es necesario,  5
por el dolor ha ser reconocido,
pero llegar con luz y con sonido
al último escalón del calendario.

   Y en el amor con que la voz del cielo,
ponga mi corazón rumbo a poniente,  10
quiero dejar sin dioses ni testigos

   mi agradecido canto de consuelo:
Sabed que fui maestro de mi gente
y aprendiz del amor con mis amigos.




ArribaAbajo- 308 -


ArribaAbajo   No es un presentimiento de poeta,
ni conocer la luz, porque es mi oficio,
ni con la edad que esté perdiendo el juicio
por la razón más íntima y secreta.

   No lo inspira tener el alma a dieta,  5
ni tampoco los mimbres que propicio
cuando el verso me impongo de ejercicio
y el corazón las riendas me sujeta.

   Es que viendo a mis nietos, siempre veo,
un poco de este ser que va conmigo  10
tan pleno de su amor y su alegría.

   Que no tengo en la vida más deseo,
que darles mi esperanza y ser testigo
de sus primeros pasos cada día.




ArribaAbajo- 309 -


ArribaAbajo   Mientras cruce la calle donde vivo
una mujer radiante de belleza,
y a su paso se vuelva mi cabeza
admirando su gracia y su atractivo.

   Mientras tengan las almas que cultivo  5
como guardián de toda su pureza,
mi corazón como una fortaleza
cuando llegan las penas sin motivo.

   Mientras sienta mi sangre que se altera
cuando tengo tu voz por compañía  10
y la rosa más blanca me sugiera

   un nombre de mujer: El de la mía.
Quiero ser tu poeta, compañera,
y después de morir, tu poesía.




ArribaAbajo- 310 -


ArribaAbajo   Llegan como invasores a mi hacienda,
cada fin de semana, de tal modo,
que respondo si llaman por mi apodo
y me apresto a morir en la contienda.

   Cada sillón, de pronto, tiene rienda,  5
y los bajos de un mueble el acomodo
de un cuartel general, en donde todo,
le puede suceder a cualquier prenda.

   Siempre pasa de todo y todo pasa
en las tardes de guerra sabatina,  10
entre los dos ejércitos en liza.

   Pero al final se queda nuestra casa
siempre con más amor y una heroína,
que aguanta con placer esta paliza.




ArribaAbajo- 311 -


ArribaAbajo   Si pudiera ser luz, te llenaría,
de tanta claridad y tanta albura,
que la noche más triste y más oscura
con abrir tú los ojos brillaría.

   Para vivir, el sol me sobraría,  5
evocando que estuvo en tu cintura
mi semilla de amor y en su clausura
floreciendo sin luz un nuevo día.

   Y cuando todo fuera oscureciendo
el alba de mi próxima partida,  10
en el azul del cielo, alguna santa,

   le diría al Señor: Se está muriendo
alguien que por amar, tuvo en la vida,
una clave de sol en la garganta.




ArribaAbajo- 312 -


ArribaAbajo   Los he visto subir como la espuma,
sin tener otro mérito cumplido,
que el nombre y un carnet, recién nacido,
de la rosa que siempre me perfuma.

   Sólo saben restar, cuando la suma,  5
favorece la luz de su partido,
y se mueren por darle a su apellido
el lustre de la voz y de la pluma.

   Y un día, sin querer, por sus gestiones,
alcanzan el dorado magisterio  10
que un debido respeto se merece.

   Pero el tiempo es el juez de sus acciones
y el olvido el más grande cementerio
que la Historia de España nos ofrece.




ArribaAbajo- 313 -


A Juan Manuel García


ArribaAbajo   Él no sabe poner en pentagrama
las canciones de amor que Amor le ha dado,
pero canta las cosas que más ama
con el alma de un hombre enamorado.

   Siempre ha sido poeta de una dama  5
y a su dama sus versos le ha cantado,
aunque a veces su voz se le derrama
en los ojos de un ángel asombrado.

   Tuvo en su juventud el rasgo ciego
de querer ser la estela de un cometa,  10
que a todo aspira un sueño cuando canta.

   Y aunque no tuvo suerte en este juego,
lleva en su corazón un buen poeta
y un dulce ruiseñor en su garganta.




ArribaAbajo- 314 -


Del desamor y otros goces


ArribaAbajo   No sé si es tierra o nube lo que piso;
si todo es sueño o culpa del destino,
que me hizo ser amante y peregrino
por rutas del dolor que Dios no quiso.

   Si del mal o del bien recibo aviso  5
cuando mi corazón toca el espino,
donde tanto placer siempre adivino
y que quiero olvidar, aunque preciso.

   A un goce del amor, viste el tormento,
con miserables ropas de mendigo,  10
como si en ello fuera tu ventura.

   Te queda un despertar y un mal momento,
para sufrir, Amor, este castigo,
de tanto desamor por tu locura.




ArribaAbajo- 315 -


La magia del hada


ArribaAbajo   Hay una cara oculta de la Luna
y hay un Sol que deslumbra si lo miras.
Y razones del alma si suspiras
cuando mece la madre nuestra cuna.

   Hay un verde limón y un aceituna  5
y otro ser en tu ser cuando deliras.
Y una verdad que acaba en mil mentiras
en el pobre que sueña su fortuna.

   Hay pasiones que rozan la locura
y hay olvidos que acaban con la vida,  10
como la luz con cada madrugada...

   Y una esperanza ciega que madura
en la raíz que pudre cada herida
y en la varita mágica del hada...




ArribaAbajo- 316 -


Al toro «Avispero»


ArribaAbajo   Nunca será la muerte más dichosa
ni la vida más triste por perdida.
Por una vez, ganaron la partida
las ortigas silvestres a la rosa.

   Una nueva pasión de Dolorosa  5
con cara sevillana, fue nacida,
entre claveles rojos de una herida
que la España del toro hizo famosa.

   Lejos de las arenas y las gradas,
en las dehesas cuajadas de bravura  10
sueñan con «Avispero» los utreros...

   Fue el orgullo de todas las camadas,
que un día en Pozoblanco su natura,
puso de luto el sol de los toreros...




ArribaAbajo- 317 -


«El juego de las prendas»


ArribaAbajo   Es un juego: «El Juego de las Prendas».
Donde los niños vencen timideces,
obedeciendo siempre a varios jueces,
para que de algo tuyo te desprendas

   si no quieres cumplir o que defiendas  5
no ver como ante todos enrojeces.
Que castigos te dan que no mereces
y otras penas son penas estupendas.

   Siempre el niño más guapo es «castigado»
a besar a la niña más bonita  10
o la niña más dulce al más simpático...

    Aunque a veces las «hieles» del jurado
se divierten sabiendo lo que irrita
el beso de la fea al más romántico...




ArribaAbajo- 318 -


Solo en casa


ArribaAbajo   Estoy solo en la casa. Oigo un ruido.
Miro bien las ventanas y balcones.
Huele como a humedad de panteones...
como huele la Muerte y el Olvido.

   No me imagino, ya, verme dormido  5
y me pongo a contar mutilaciones,
las del alma que son como prisiones
donde el amor se queda mal herido.

   Vuelvo a la cama y pienso ¡qué mal huele!
Me levanto y me zumbo con un porro.  10
La conciencia me dice: «¡tengo hambre!»

   Esta noche no hay nada que consuele;
ni una triste llamada de socorro...
¿Será la soledad?... ¿o estoy fiambre?...




ArribaAbajo- 319 -


Hoy me vendo...


ArribaAbajo   Hoy me vendo por menos de una entrada.
Se incluyen dos tristeza y una muda,
un campo de sonetos y una duda
aunque ya no me sirve para nada...

   Una foto de Cristo, dedicada,  5
y otra que sólo dice que es «de Judas»
un viaje pagado a las Bermudas
y un corazón que fue mi camarada...

   Pero hay tales rebajas donde vivo,
y un letrero de «todo a cien pesetas»  10
que es difícil que venda mis despojos...

   Voy a anunciar que «vendo por derribo»
una casa repleta de poetas
que han vivido llorando con mis ojos...




ArribaAbajo- 320 -


«El pajarito de Mario»


ArribaAbajo   Meditaba a la orilla de un arroyo,
como el agua al correr me parecía
una música llena de alegría
anunciando el brotar de algún pimpollo...

   En un pino quemado encontré apoyo  5
para gozar de aquella sinfonía.
En el cielo brillaba el mediodía
de la luz en su pleno desarrollo...

   Por aquella quimera me extravío
con mi alforja de versos y de sueños  10
hacia un mundo que está en mi itinerario.

   Me acompaña una voz y el pío pío
de un pajarito azul, que en mis ensueños,
es sólo una esperanza, como Mario...




ArribaAbajo- 321 -


Momento en Jávea


ArribaAbajo   Estoy veraneando con mi gente
y al gozo de esta paz y de este clima,
presiento que mi alma se aproxima
al cauce que la hace transparente.

   Son momentos que todo ser viviente  5
alcanza alguna vez, como su cima,
donde todo es perfecto y todo rima
con la sed del amor y con la fuente.

   Estoy como viviendo en una nube
en medio de mi sueño, mantenida,  10
por algo que no sé si es Dios o es verso...

   Quizás y sin querer, tan cerca estuve,
de aquello que fue el sueño de mi vida,
que fue mi corazón el Universo...




ArribaAbajo- 322 -


ArribaAbajo   No me importa morir, si colaboro,
en mi muerte al reloj de lo más breve.
Ni dejar este mundo por ser leve
si en el otro doy fe con buena hora.

   Mientras tanto que dure esta demora  5
en espera del mal que a mí me lleve,
hacia el último frío de la nieve,
del gusano y la araña tejedora.

   Ni me quejo ni canto mi alegría
por las causas presentes y pasadas,  10
ni me importa saber que cada día

   más me acerco a las ánimas sagradas.
Mientras sea mi amor la Poesía
y un poema mi cosa más amada.




ArribaAbajo- 323 -


ArribaAbajo   Yo sé que tu belleza es la Belleza.
Y que la luz del sol es como al día
tu mirada de amor sobre la mía
en estado sublime de pureza.

   Sé que tu labio es dulce de cereza,  5
cuando te apuro, siempre en la agonía,
de pensar que se acaba mi alegría,
ya que al irte comienza mi tristeza.

   Sé que no valgo nada. Que soy nada.
Porque nada te ofrezco en mis carencias  10
y que a nada me atrevo por respeto.

   Hasta mi Musa dice, resignada,
cuando le cuento todas mis urgencias
que vale más mi amor que este soneto.




ArribaAbajo- 324 -


ArribaAbajo   Y tan hecho al dolor llevo mis penas
por no haber conseguido nunca nada,
que ni puedo soñarte enamorada
ni pensar que me quieras por las buenas.

   Más me duelen los labios que las venas  5
si mi voz es tan poco afortunada,
que perdida se hiere en la enramada
donde tanto tu olvido me envenena.

   De esta noche no paso. ¡Dios bendito!
Si al humilde recibo de esta carta  10
no le das a mi alma una esperanza

   ¡Corazón que has nacido de granito,
déjame en mi delirio que comparta
mi dolor más intenso en tu alabanza!




ArribaAbajo- 325 -


Aniversario


ArribaAbajo   Quedar en un remanso del camino
donde ofrezca la altura miradores;
para gustar de hacer aguas menores
que no ofendan al sol ni a lo divino.

   Dormir y ser soñando peregrino  5
de un nocturno Madrid de pecadores.
No discutir fracasos ni valores,
ni protestar por causa del destino.

   La mitad de los gozos por los daños
y el instante fatal por la bonanza.  10
Por los grandes banquetes el ayuno.

   Que acabo de cumplir setenta años
el primero de Abril y es mi esperanza
ver el alba del siglo veintiuno.




ArribaAbajo- 326 -


Tu mirada


ArribaAbajo   Se te queda al mirarme una mirada
que parece que el sol en ti florece,
con palabras tan bellas que se mece
con tus ojos mi alma enamorada.

   Desvarío si no me dices nada  5
y una nube de celos aparece,
que mis ojos silentes humedece
cual rocío sangrante en la alborada.

   Todo en ti me da gozo y me da pena
y me siento latir en tu latido  10
cada vez que en tu duda soy consuelo.

   No dejes de mirarme. Hay luna llena.
Y tengo el corazón tan mal herido
que angustia le estoy dando al mismo cielo.




ArribaAbajo- 327 -


Ella...


ArribaAbajo   Ella puede pasar inadvertida
cual gota de rocío mañanero
y despertar la luz en el vivero
donde la sombra tiene su guarida.

   Ella puede ser todo y ser partida  5
como el pan que reparte el misionero.
Puede ser libertad y carcelero
de los últimos días de mi vida.

   Con recordar su imagen, resucito,
a un mundo de belleza que no olvido,  10
cada día que paso junto a ella...

   Que fue a los quince años, -dejo escrito-,
la claridad donde nació el sonido,
y el beso de mi voz tras de su huella...




ArribaAbajo- 328 -


Soneto a la exposición de fotografías de José Segura


En Jávea (Alicante)


ArribaAbajo   Tan perfecto es el sueño que has creado
que parece que el tiempo: al tiempo olvida.
Es recobrar la fe casi perdida
de nuestra juventud, lo que has logrado.

    Todo tu amor en plata derramado  5
por las alas de tu alma desprendida,
en los mil claroscuros donde anida
oculto lo plebeyo y lo sagrado.

   Nos devuelve tu gesto, a otro momento,
a otra forma de ser, y a otra ribera,  10
a un adagio distinto y a otro alegro...

   Gracia, querido Pepe, porque siento,
al ver tu exposición, como si viera,
mi vida reflejada en blanco y negro.




ArribaAbajo- 329 -


Poco a poco...


ArribaAbajo   Irse ganando todo, poco a poco,
cada golpe de leche, cada trago;
cada trozo de pan y lo que hago
por ser dueño y señor de lo que toco.

   Ser un gran soñador. Un poco loco.  5
Un poco Don Quijote, si divago;
un poco marinero si naufrago
y un poco pecador si me equivoco.

    Poco a poco ganándome la suerte,
de darle a esta simiente un árbol fuerte  10
que aguante el vendaval que es cualquier vida.

   Y demorar un poco la llegada
de esa sombra final, tan desgraciada,
que en poco más que un poco te liquida.




ArribaAbajo- 330 -


Para el poeta José Albi


(Crónica de un encuentro)


ArribaAbajo   Hoy ha sido un buen día para todos
los poetas que viven en mi casa.
Un aire nuevo todo lo traspasa
y hasta los mudos hablan por los codos.

   Una corriente nueva limpia lodos  5
y una luz diferente nos abrasa.
Hoy es Trece de Mayo y algo pasa,
decantando en el aire nuevos modos.

   Hoy no siento tener que ser poeta
que trabaja sin red el castellano,  10
y la rima con música inventada.

   Porque sigo la estela de un cometa,
que tiene un cielo azul en cada mano
y me ofrece su espiga más granada.




ArribaAbajo- 331 -


ArribaAbajo   Cada vez que la aurora se levanta
en su lecho de oscuras intenciones,
tiembla mi corazón hecho jirones
al presentir la duda que me espanta.

   Este nudo que siento en la garganta  5
donde estaba el rosal de mis canciones,
tiene estéril el árbol de emociones
donde duerme mi alma dulce y santa.

   Así piensa quien tuvo entre sus manos,
la gloria de tu amor inmaculado,  10
para llenar mi vida de dulzura.

   Esa gloria que un alba de tiranos,
me dejó sin tu voz y tu ternura
cuando estaba del todo enamorado.




ArribaAbajo- 332 -


ArribaAbajo   Tengo la mente fresca como un fruto
que recién recogido, dulce ofrece.
Pero puedo pasar en un minuto
de un gran gozo a un dolor que me adormece.

   Por aquellos que fueron, voy de luto,  5
que de ausencias mi vida convalece,
y aunque soy quien les sigue, no discuto,
cuando algún mal oculto me entristece.

   Mi pesar es tener poca paciencia
con el niño que aún llevo en mis entrañas;  10
tan dispuesto a dejarme cuando muera.

   Le paseo por toda mi conciencia
y le sigo contando mis hazañas...
sin pensar que está en él lo que yo era.




ArribaAbajo- 333 -


ArribaAbajo   Los he visto llevar sobre los hombros
las ovejas mordidas por las fieras
y salir en las frías primaveras
entre harapos al sol de los escombros.

   Les he visto llevar tanta desgana,  5
que no saben que existe la esperanza;
pues su mirar al suelo nunca alcanza
otra luz que la luz de la mañana.

   Son las gentes que nacen entre peñas
y que viven y mueren en su aldea  10
sin saber que hay detrás de las montañas.

   Porque todas sus cosas son pequeñas...
porque en todas las casas escasea...
porque las alegrías son extrañas...




ArribaAbajo- 334 -


ArribaAbajo   Deja que cada tiempo se resbale
sobre su propio tiempo y se consuma;
como la luz del día con la bruma
sin que ningún estigma le señale.

   Que pasado y presente te apuntale  5
el futuro en la arteria de tu pluma,
que es la razón suprema que perfuma
lo que en propia vida más te vale.

   Dale a cada momento su importancia
y a todo lo que importa en esta vida,  10
el valor de las cosas que más quieres.

   Y si alcanzas con ello una ganancia,
emplea este caudal en dar cabida
a todos los que son como tú eres.




ArribaAbajo- 335 -


ArribaAbajo   Cien gramos de salud, en este instante,
valen más que cien años de indulgencia,
que en la escala de grados, la experiencia
y en la mar arbolada un almirante.

   Cien gramos, solamente, de un donante  5
que le sobre la gracia de esta esencia,
y que ponga en el giro: «Extrema Urgencia;
para darle la vida a un semejante»

   Transplantar la salud en buen estado
será cosa del siglo veintiuno,  10
como un caso normal del que receta.

   Mas lo que no presiento, es si el legado,
a de servir a todos como ayuno,
o del que más disponga, mera dieta.




ArribaAbajo- 336 -


Vestida de piñata


ArribaAbajo   Sé que vendrás vestida de piñata
al carnaval oscuro de mis horas;
para borrar mis horas pecadoras
cuando el otoño en oro me retrata.

   Que en tu sonrisa dulce y escarlata  5
derramaré mis últimas auroras,
mientras que tú tranquila me devoras
en tu nada más negra e inmediata.

   Sé que vendrás atenta a día y fecha,
con tu terca razón, inapelable,  10
porque tú no conoces la esperanza.

   Porque soy de tu próxima cosecha,
madura espiga, viento favorable,
un buen vino con años de crianza.




ArribaAbajo- 337 -


Recuerdo a mi madre...


ArribaAbajo   Quisimos recordar como era ella...
Y sin querer la lluvia nos oía.
Se respiraba la melancolía
y nos miramos todos en su estrella.

   Era triste seguir, huella por huella,  5
evocando su amor y compañía,
y creyendo que estaba y que vivía
en la luz que en nosotros más destella.

   Siempre buscando el pan para sus crías;
siempre pasando penas y fatigas;  10
sin poder dar descanso ni a su aliento.

   Conocía en su ser las carestías,
de aprovecharlo todo, hasta las migas,
para morir, quizás, de aburrimiento.




ArribaAbajo- 338 -


Soneto


ArribaAbajo   ¿Cómo aquella mirada prometiendo
las delicias del cielo y de la tierra,
fue tan sólo por darme en esta guerra
el papel del actor que está sufriendo?

   ¿Cómo puedes vivir, si estoy muriendo,  5
poco a poco en tu olvido, que me entierra,
y que al verme enterrado, desentierra,
sólo para saber que estoy sufriendo?

   ¿Cómo puedes seguir con este juego
y poder disfrutar con tu conquista,  10
si el fruto de tu gloria es mi amargura?

   Sólo yo soy culpable de estar ciego,
me dice el corazón y no la vista,
que juzga por no ver tanta hermosura.




ArribaAbajo- 339 -


Arquitecto de sueños


ArribaAbajo   Arquitecto de sueños, edifico,
con mi propio deseo mi palacio.
Y aunque sé que las obras van despacio
con mis ripios me doro mi buen pico.

   A las Musas que adoro, les suplico,  5
que con poco tener, siempre me sacio,
si consigo tener libre el espacio
para poder volar y ser más rico.

   No aspiro a conseguir más que el vecino,
ni me produce el prójimo desvelo  10
por aquello que tiene y yo adolezco.

   Pero quiero dejar en mi camino
una huella de luz sobre mi suelo,
para aquellos, sin duda, que merezco.




ArribaAbajo- 340 -


A Dios me lo metieron por las venas


ArribaAbajo   A Dios me lo metieron por la vena
en medio de las hambres que pasaba.
Al que rezaba bien, más se le daba,
y al torpe en el rezar, pues doble pena.

   Desde mi tierna infancia en cuarentena;  5
unas veces por libros, me faltaba,
olvidar la miseria que rondaba
desde el alba de ayuno hasta la cena

   Mi venganza era ver las carteleras
de los cines de estreno en la Gran Vía,  10
e inventar la película sin verla.

   De esta forma nacieron mis quimeras,
las que hicieron brotar mi fantasía
como nace en lo oscuro cualquier perla.




ArribaAbajo- 341 -


Soneto


ArribaAbajo   Si un hombre triste sirve de consuelo
y un desgraciado sirve de esperanza;
mal debe estar, él que con esto alcanza,
los límites soñados de su cielo.

   Y esto estaba pensando, aunque no suelo,  5
provocar el perdón o la venganza.
Pero a veces produce confianza
la experiencia de ser sabio y abuelo.

   Ya te dicen que debe ser del viejo,
la última palabra de un conflicto,  10
si está la juventud, en un mal trance.

   Y en esta mal querencia yo me dejo
querer porque se sale siempre invicto
si empiezas con buen pie y mejor balance.




ArribaAbajo- 342 -


En un valle cercano...


ArribaAbajo   En un valle cercano a noble villa
donde nadie pasaba ni veía,
a la sombra de un tilo me dormía
ensoñando cualquiera maravilla.

   Si el morado es orgullo de Castilla  5
el pendón de su siesta es la armonía,
y después de pensarlo, mi energía,
apuraba en mi última colilla.

   Otros han de venir, quizás más sabios,
pero no más tranquilos en respuesta,  10
que la prisa no es buena para nada.

   Y escuchando esta frase de mis labios,
mi condición que ha sido, y es modesta,
me devolvió el cumplido enamorada.




ArribaAbajo- 343 -


Tranquilidad


ArribaAbajo   En esta posición de hombre tranquilo,
espero la llegada que se espera,
cuando se cruza en años la frontera
donde todo depende ya de un hilo.

   Por mucho que presente un nuevo estilo  5
se nota que me cuesta una escalera,
y que en mis versos tengo una gotera
propia de la techumbre de un asilo.

   En esta posición de oscuridades,
espero el más oscuro de mis días.  10
El que ya no me importe como haga.

   Lo mío es un bazar de antigüedades
con música de fondo y librerías.
Esperando la hora más aciaga.




ArribaAbajo- 344 -


Culto al Número


Soneto


(Para mi nieto Ramón, tras ganar la Olimpiada de Matemáticas en la provincia de Valencia en el año 1999)


ArribaAbajo    Al Olimpo del Número, llamado,
por tu ciencia de púrpura vestido,
y por darle más auge a tu apellido,
por Pitágoras mismo coronado.

   Tu mirada despeja el estrellado  5
manantial de luceros prometido,
que se esparce cual mágico fluido
a tus pies como un río derramado.

   Venturoso quien logra tal consuelo;
pues jamás ya padece de los males  10
con que son mal heridos los humanos.

   La Ignorancia vencida por el celo
de quien lleva en su voz nuestros caudales
y en su sangre laurel de nuestras manos.




ArribaAbajo- 345 -


Ramón «el matemático»


ArribaAbajo   A esta Ciencia de nobles conjeturas
-unidad y conjunto; punto y recta-
de conceptos primarios, imperfecta,
pero llena de logros en clausuras.

   A esta Ciencia que es culto a las culturas,  5
en este Mare Nostrum, en perfecta
disposición al ser que la proyecta,
así como en la tierra en las alturas.

   Con rara precisión, se pone a prueba,
a un joven que nació en esta ribera,  10
con dones de la propia Geometría.

   Y, Arquímedes, saliendo de su cueva
de siglos, que la sangre nueva altera,
le ofrece su lección de Astronomía.

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