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Cátedra Valle-Inclán

Introducción a la vida y obra de Valle-Inclán

Por Margarita Santos Zas
(Directora de la Cátedra Valle-Inclán de la USC)

Primeras publicaciones

Fot. Valle-Inclán, 1910. Biblioteca Valle-Inclán del Círculo de Lectores.Hacia 1888 Ramón Valle Peña inicia su relación con la prensa, que mantendría hasta su muerte[1]. Todavía en estas fechas no había pergeñado la estampa que más tarde lo identificaría; caricaturas y fotografías de la época ofrecen una imagen convencional del escritor en ciernes: levita estrecha, bombín, quevedos, pelo corto y un generoso mostacho de rizadas puntas...

De aquellos primerísimos pasos se conservan cuatro textos, publicados en 1888: el cuento «Babel» y el poema «En Molinares», en Café con Gotas; el artículo «Remembranzas literarias», en un periódico cubano; y «Viacrucis», aparecido en El País Gallego (OC., II, 1320-1325).

En este orden de cosas, antes de abandonar sus estudios universitarios Valle publica en un periódico barcelonés un nuevo cuento, titulado A Media Noche (1889). Desde entonces cultivó con asiduidad la narrativa breve, que periódicamente reunió en colecciones (Femeninas, Jardín Novelesco / Jardín Umbrío, Corte de Amor, Historias Perversas, Cofre de Sándalo y Flores de Almendro). Pero el relato A Media Noche es destacable porque en él se dan cita algunas de las notas rastreables en la obra posterior de Valle-Inclán, tales como la ambientación gallega, la atmósfera de misterio o la presencia de ciertos motivos temáticos que adquieren carácter recurrente: la alusión a partidas carlistas, leit motiv que alcanzará su desarrollo más amplio y complejo en la trilogía de La Guerra Carlista; o la figura del emigrado político, que tendrá su modelo más acabado en el Marqués de Bradomín.

s.f. «Corte de Amor. Florilegio de   nobles y honestas damas». Buenos Aires, Editorial Claridad, Clásicos del   Amor, vol. VII, [192-], 80 págs. «Cofre de Sándalo» [Buenos Aires], «Las Grandes Obras», Año I, n.º 24, 9 de diciembre de 1922, 32 págs. 1908: «Jardín Novelesco. Historias de santos: de almas en pena: de duendes y ladrones». Barcelona, Maucci, 1908, 224 págs. 1936: «Flores de Almendro» [cubiertas]. Madrid, Bergua, Imp. de Sáez Hermanos, 1936 (colofón: 31-03-1936), 330 págs.

Estas recurrencias remiten a una idea esencial para comprender toda la producción literaria de Don Ramón, a saber: que es un escritor de lentas gestaciones, lo que significa que en su larga trayectoria artística no hay rupturas bruscas. Sus temas, personajes, ambientes van perfilándose poco a poco, amplificándose y modificándose; de modo que una peculiaridad del conjunto de su producción artística es el diálogo existente entre sus obras, aunque éstas resulten distantes en el tiempo.

Por último, es subrayable la tendencia de Valle a reeditar sus textos siempre con modificaciones. A Media Noche tiene diversas versiones y fue publicado, al menos, una docena de veces, unas en la prensa y otras en las colecciones de los mencionados Jardines, cuyo contenido, por su parte, el autor fue transformando en sus sucesivas ediciones desde 1903 hasta 1920. Un juego de trasvases que habla con elocuencia de su sistema de creación, impulsado por un deseo de perfección infatigable, que el propio Valle denominó la fiebre del estilo, rasgo distintivo de toda su obra.

Tras la muerte de Ramón Valle Bermúdez (1890), el joven Valle vive en Pontevedra, aunque viaja a Madrid y publica en la prensa artículos, algunos cuentos y dos capítulos de una novela, titulada El gran obstáculo (El Diario de Pontevedra, 3 y 4 de febrero de 1892). Fue entonces cuando comenzó a frecuentar el Círculo Muruáis, aunque será a su regreso de México cuando se integre en dicho Círculo.

 

[1]. Cfr. los cuadros sinópticos de publicaciones valleinclanianas -prensa y libro- de Lavaud (1979), Serrano Alonso (1987) y del mismo y Amparo de Juan (1995); así como la bibliografía primaria de Joaquín y Javier del Valle-Inclán (1995).

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