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ArribaAbajo- LXII -

A María Josefa Sánchez Samaniego


Bilbao, 1 de noviembre de 1782

(Reservada)

Querida: Sea enhorabuena. Antes de ayer nos casamos, y yo me vine ayer contento de haberte dejado servida.

No he tenido que pretender más, sino que el contrato de mi sobrino fuese como el de Verdes y el del vizconde de Garcigrande, que han servido en todo de modelo, así para que la reversión del todo de la dote se haga a la casa de la novia, circunstancia de costumbre entre aquellos primos, como en los demás artículos. Sin embargo, el vizconde dotó en dos mil ducados a Maripepa y además la señaló doce mil reales su viudedad, pero aquí no se ha hecho nada de eso, no obstante que el señor Escribano me lo insinuó.

La dote dice que haya de entregarse luego que se verifique el matrimonio, pero no lo harán, como me lo dio a entender mi tío. Habiéndole yo dicho en el otro viaje que no corría prisa, ellos tienen concedida facultad real para esto, con que lo que se debe de hacer es que tú, por medio de alguno de mucha confianza, tenga quien te avise cuándo sacan del Consejo la facultad real y con este aviso que te den en secreto pasaremos a pedir el dinero antes que se invierta en otra cosa.

Sin embargo, sé que cuando se casó Narros con poder por el Vizconde pagó todo Peñaflorida. Él mismo me informó de que yo debía de pagar como en efecto lo hice con el secretario y sacristán, y no con el cura porque no toma dinero y yo no tenía en la bolsa una arroba de chocolate para pagarle además de que sería indigno el que yo hubiese dejado dinero para ese fin.

Me ha hecho muchas instancias Peñaflorida para que yo vaya con ellos. No lo haré y «te mando», si puedo, que al paso que les encargues que te avisen el día fijo de su ida, pues no es cosa de recibir de repente a siete u ocho huéspedes, no te metas en tratar del modo de su viaje ni en que Agoncillo, ni otro alguno, los acompañe, pues a más de que el conde de Montarrón, Pepe María, Otazu, y Antón los acompañan, tal vez pegarían la tostada para que en tu nombre les pagasen un viaje que ha de ser costosísimo, esto es lo que te mando: que ni pagues un alfiler ni des un cuarto, pues sería una rechifla que no llevando ellos por ahora ni un cuarto para alivio de gastos, quisiesen que tú pagases los coches o alguna otra cosa. Si tal caso llegase, que no lo espero, responde «que para gastos de boda has pedido prestado». Así, no te metas en hablarles de sus coches ni sus disposiciones de viaje, sino de recibirlos con cariño.

El correo se va.

A todos os abraza.- Félix.

Bilbao, 1 de noviembre de 1782.62




ArribaAbajo- LXIII -

A Manuel Pérez


Bilbao, 21 de marzo de 1783

Querido Manuel: A Aguado le escribí diciendo que vendiese el trigo; así en esto como en todo lo demás puedes entenderte con él y dar providencia, armándote de paciencia hasta que estés bueno.

Si no quieres incomodarte, vaya con secreto, puedes enviar a Moñete con el dinero que tengas en tu poder a Logroño y que lo entregue a don Manuel de Vidaurreta, el marido de mi señora doña Lucía de Llano, con una carta tuya en que le digas:

Muy señor mío: De orden de don Félix María Samaniego remito a vuestra merced estos tantos mil reales cuyo recibo espero para mi resguardo.

Nuestro señor que [¿?], los reales que le enviarás serán los que puedas quedándote con los que sean menester para la labranza y urgencias, que puedan ocurrir hasta vender el vino, que será siempre cuando lo pida la necesidad, y por lo regular entre las dos Marías.

Adiós. Expresiones a tu mujer e hijo, y manda a tu afectísimo amigo.- Félix.

Bilbao, 21 de marzo de 1783.63




ArribaAbajo- LXIV -

Representación enviada a la Corte sobre la defensa de los fueros, usos y costumbres de Álava, emitida en calidad de Comisario en Corte


15 de junio de 1783

Señor, la Provincia de Álava se presenta humilde a los reales pies de Su Majestad y llena de aflicción por el deplorable estado en que constituyen a sus naturales las recientes providencias prohibitivas y restrictivas de su libre comercio comunicadas por el superintendente de vuestra real Hacienda, solicita el pronto medio que exige lo urgente de su necesidad, confiada en la bondad, grandeza y justificación de Vuestra Majestad.

No es su ánimo ocupar la atención de Vuestra Majestad con la extensión de razones y documentos que exige la importancia de la materia, esto lo hará con la debida sumisión en el Tribunal o Junta de Ministros que Vuestra Majestad se digne nombrar para su examen.

Sólo expone por ahora dos cosas dignas de la atención de un soberano tan piadoso y atento a la conservación de sus pueblos:

Primera, que los fieles vasallos de esta Provincia sin haber degenerado de la acreditada lealtad de sus antepasados, sin dejar de contribuir como aquéllos a su engrandecimiento de la Soberanía de Vuestra Majestad, se ven tratados por dichas providencias como extranjeros para el comercio con los demás vasallos de la Corona y en algún ramo con mayor severidad que los vasallos del Rey de Portugal cuyo tratamiento los llena de confusión y dolor, por la sospecha que envuelve de haber ellos merecido una demostración tan rigurosa.

Segunda, que al mismo tiempo que son tratados como extranjeros para el comercio con los demás vasallos de Su Majestad no sólo contribuyen como éstos a la observación y aumento de vuestra Real Corona con donativos y otros servicios, sino que en las mismas nuevas providencias se les prohíbe introducir de otros dominios a su distrito aquellos géneros que son prohibidos para lo restante del Reino haciéndoles por este camino vasallos de él.

Si en ningún sistema político cabe la existencia de una Provincia que formando cuerpo de estado con otros contribuya como ellas a lo gravoso y no participe de sus utilidades, cuánto menos la suplicante a quien por su esterilidad los soberanos predecesores de Vuestra Majestad y con más particularidad los que pisaron su suelo, creyeron uniformemente que era necesaria favorecerla con especiales prerrogativas.

Se ve Señor en el peligro más eminente de su despoblación y por eso se acoge bajo el amparo y protección de Vuestra Majestad pidiendo con la mayor sumisión se digne oírla del modo que sea de su mayor agrado.64




ArribaAbajo- LXV -

A Benito María de Ansótegui


Madrid, 19 de agosto de [1783]

Ya sabe usted, caballero Ansótegui, que el botarate de Samaniego se ha convertido en un personaje de importancia. Soy, más que a usted le pese y reviente de envidia, todo un comisionado en Madrid por la provincia de Álava. Admití el encargo por no desairarla y porque no había otro más desocupado para admitirlo, pero sin esperanza de salir airoso. Todo se presenta mal: la grave enfermedad del conde de Baños nos ha sido de grave perjuicio, y no menos la muerte del marqués González Castejón.

Es preciso buscar otros asideros; y pues usted está en Ábalos, Ansótegui mío, dígale a su suegro que me dé una carta de recomendación para Valdés, con quien sé tiene relaciones por ser la madre de este Ministro [de] Navarrete o Fuenmayor; y que le diga en ella que la Provincia es muy benemérita y digna de conseguir todo lo que pide y, sobre todo, que el comisionado es un guapo chico.

Póngame usted a las órdenes de don Francisco Antonio y la señora, y a las señoritas las dice que no saben bien las ganas que tengo de estar en ésa para componer, aunque se enfaden, otros versos a la secreta. Suyo.- Félix.

Madrid, 19 de agosto de [1783].65




ArribaAbajo- LXVI -

A Benito María de Ansótegui


Madrid, septiembre de [1783]

Llegó, caballero Ansótegui, la carta de su suegro. Gracias por ello, pero llegó otra cosa mejor, que es su hijo y nuestro marino. Viene un buen mozo y un apreciable joven que honrará nuestro Vergara. Me acompañó a ver al bailío, que me recibió con grande agasajo, pero... ¿Y nuestros negocios? Adelantan poco con carantoñas. Esto no es para mi carácter, y me temo mucho, me temo... En fin, no anticipemos nuevas tristes, y para su consuelo baste lo que le digo del cuñado.

A los pies de mi señora doña María Antonia (porque desde que estoy en la corte me he vuelto muy ceremonioso) y queda suyo.- Félix María Samaniego.

Madrid, septiembre de [1783].66




ArribaAbajo- LXVII -

A María Josefa Sánchez Samaniego


San Lorenzo,6 de noviembre de 1783

Querida hermana mía: Una carta sola he recibido tuya, te respondí a ella, aunque con algún atraso.

Estoy bueno, bueno, aunque deseando volver a veros ya, porque os quiero mucho y ya porque esto no es sino pasar el tiempo en vano.

Nada sé de la licencia de Pepe María, me alegro de la novedad de Fraiscacho. Escríbeme a menudo que yo te responderé cuando pueda.

En casa de Bermudo no hice más que una visita, ellos me correspondieron con otra y se acabó. No tengo quejas de ellos, pues los hombres debemos buscar a las señoras, pero te aseguro que lo que me falta es tiempo y gana para divertirme y entrar en las primeras casas. Con decirte que jamás como en la mía puedes tomar una idea del trato y amistad que debo a las gentes. Aunque esto es una bagatela, no lo digas, pues no me gusta contar cosas que huela a lisonjear el amor propio.

A todos os abraza, porque a todos os quiere de corazón.- Félix.

San Lorenzo,6 de noviembre de 1783.

P. D. Si haces aprensión de mi mala y apresurada letra ahí va otra firma. Don Félix Samaniego.67




ArribaAbajo- LXVIII -

A Luis de Salazar


[1783]

Luis amigo: Aunque me llamo Félix, no soy aquel Félix, qui potuit rerum cognoscere causas.

Al contrario, soy tan topo, que de cualquiera me fío, de nadie sospecho, a todos me entrego, y fácilmente soy engañado. No me arrepiento: es indicio de una alma noble no dudar de las intenciones de los demás. En nada ofendí al canario de Madrid, mis elogios fueron sinceros. Es cierto que siempre fui de opinión de que no valía tanto como el público se empeñaba; pero era una opinión privada mía, que habría sido no sólo pedantesco sino insensato tratar de sostener, cuando buscaba hacerme su amigo. No soy tan orgulloso tampoco que me creyera más competente para juzgarle que los muchos que le elogiaban, y en seguir la corriente no hice más que imitar al insigne Metastasio. Me preguntas, pícaro Luis, en qué consiste que, con tantos elogios de mi parte me haya dado tan mal pago; y si me lo preguntas porque lo ignoras, te felicito por ello, y celebraré que nunca lo sepas, porque será señal de que a tu corazón honrado ni aún puede ocurrirle hasta dónde conducen a un alma pobre los incentivos de la envidia.

Ahora tengo que suplicarte, que un exceso de cariño hacia mí no te meta en polémicas con una persona que, como quiera que sea, es respetada. Debemos consideración a los que tienen más años: fácil es zaherirlos con agudeza, no es tan fácil estudiar para superarlos, y a esto último es a lo que debe aspirar un joven.

Tu familia de Laguardia, puedo dar testimonio, más digno de fe que la cruz de un escribano, de que está buena. También lo está tu amigo.- Félix.

[1783].68




ArribaAbajo- LXIX -

Carta escrita por Samaniego al Diputado General para dar cuenta de las gestiones en la Corte


Aranjuez, 16 de junio de 1785

Muy Señor mío: En dos años que he pasado en la Corte como Diputado de Vuestra Señoría tengo desgracia de no poderle ofrecer aún la más pequeña prueba de mi celo para el desempeño de mi comisión. Este conocimiento me acobarda hasta no atreverme a manifestar a Vuestra Señoría con mis expresiones un deseo cuya esterilidad ha acreditado una larga experiencia. Me guardaré bien de meterme a hacer ostentación de mi poco o ningún conocimiento en la ciencia política. No anunciaré a Vuestra Señoría ni males ni bienes, en su constitución estamos sujetos a variaciones y no puedo asegurar si en ellos influirá o no la presencia del Diputado de Vuestra Señoría en la Corte; así pues, considerándome enteramente dispuesto a obedecerle, disponga de mí en cuanto a representar en adelante el empleo, o de mudarme desde luego del carácter en que Vuestra Señoría ha tenido a bien distinguirme. Doy a Vuestra Señoría las más atentas gracias por la nueva confianza que le debo en haberme conferido su poder para seguir en el Real y Supremo Consejo de Guerra la demanda sobre los puntos relativos al corte de madera para la Marina Real. No dudo que con el auxilio de don Alejandro Madinabeitia podré contribuir alguna cosa a los justos fines de Vuestra Señoría o a lo menos que haré cuanto dependa de mí por conseguir el mayor bien de mi Patria en un punto de tanto interés y en que creo especialmente unidos los intereses del Rey y los de Vuestra Señoría.

Nuestro Señor guarde a Vuestra Señoría muchos años.

Aranjuez, 16 de junio de 1785.

Félix María Samaniego.

Muy Noble y Muy Leal Provincia de Álava.69




ArribaAbajo- LXX -

A Benito María de Ansótegui


Bilbao, julio de 1786

Cuando leía su carta de usted antes de ver la firma, querido Ansótegui, dije para mis adentros: Ésta es de algún enemigo solapado que me quiere perder. ¿Qué enemigo le tentó a usted, metalúrgico por excelencia, de pedirme versos y versos para la dama de **? ¿No teme usted que si algún día vengo a caer de ese cascarón de nuez, que llaman Marquina, cuyos habitantes, paucis exceptis, creen que no hay más mundo para el exiguo terreno que rodean sus montañas, mundo dirigido por Astarloas y Mogueles, me tengan, al saber que soy poeta, por algún nigromante caído de la región de las brujas, y los chicos me reciban a pedradas y los curas con el hisopo? Pero soy tan blando, tan complaciente, tan amigo de servir a mis amigos, que ahí van los versos: pero, chitón, que no sepan que son míos.

Al bendito don Pablo Pedro dígale usted que para una obra que pienso escribir de antigüedades antediluvianas, me diga, puesto que él debe saberlo, cómo se llamaban en el Paraíso terrenal los escribanos, sastres y zapateros.

Dele usted un abrazo de mi parte, y no atreviéndome a encargarle otro tanto para la gente de su casa, queda suyo.- Samaniego.

Bilbao, julio de 1786.70




ArribaAbajo- LXXI -

A la Muy Noble y Muy Leal Provincia de Álava


1 de noviembre de 1787

Muy Señor mío: Las honrosas expresiones con que Vuestra Señoría me manifiesta en su carta de veinte y ocho del próximo pasado, su gratitud y satisfacción por el modo con que he procurado servirle en calidad de Diputado en Corte, me dejan lleno de gozo, quedan impresas en mi corazón, y la estimable carta que las contiene será eternamente guardada como testimonio auténtico del distinguido amor con que Vuestra Señoría me mira. De este modo quedan pagados con usuras mis deseos de haber servido a Vuestra Señoría en mi comisión, y ya que me sirva de disgusto no haber logrado Vuestra Señoría fruto ninguno de ella, excúseme a lo menos, en premio de mi sincera voluntad, el sonrojo que me causaría recibir el precioso regalo que me hace sólo por un exceso de su acreditada generosidad. No habrá hijo de Vuestra Señoría que no me exceda en talento y experiencia para desempeñar los importantes encargos con los que suele distinguir a los que juzga más a propósito; pero tampoco habrá uno entre todos ellos que me exceda en el celo y amor con que estoy, y estaré siempre, pronto no sólo a servirle sino a sacrificarme por Vuestra Señoría. Nuestro Señor guarde a Vuestra Señoría muchos años. Bilbao, primero de noviembre de mil setecientos ochenta y siete. Besa la mano de Vuestra Señoría su más humilde reconocido hijo. Félix Samaniego.

1 de noviembre de 1787.

A D. Manuel del Llano, Diputado General.71




ArribaAbajo- LXXII -

A Mariano Antonio Manso


Bilbao, 11 de abril de 1788

Amado sobrino mío: Vivas muchos años y viva otros tantos Fraiscachu. Me llenáis de nietas, que para mí es más señal de vejez que las canas que me apuntan por aquí y por allí.

Pero no importa que así sea, ni importa que ellas no sean ellos, tengo para mí que las mujeres pueden ser tan buenas como los hombres y que pueden hacer a un padre tan feliz como los hijos. Por otro lado te aseguro que yo no tengo voto en esto, porque siempre me ha gustado más una mujer que cien hombres.

Reparte mis abrazos entre mi hermana, mi hija y mi nieta; quédate con uno muy apretado y para que Maripepa no haga alto de mi mala letra, enséñale la firma de tu tío y padre.- Félix María Samaniego.

Bilbao, 11 de abril de 1788.72




ArribaAbajo- LXXIII -

A Martín Fernández de Navarrete


Laguardia, abril de 1788

Amigo Martincho: ¿Noticias de mi vida? ¿Quieren escribir mi vida? ¿Qué es esto? ¿Si seré yo fraile y no lo sabré? Pero no: toco mi piel y no la veo lucia y rellena. ¿Si seré algún donado, que tiene habilidad para llenar de provisiones el convento y habrán creído que soy digno de que se me presente como modelo a los donados que vengan en los siglos futuros? Porque general que haya ganado batallas no lo he sido, ni estadista que haya arreglado los asuntos de mi patria, ni literato que la haya dado nombradía. Además que en España no se escriben las vidas de gente tan vulgar; y hacen bien en quedarse en el tintero, porque no se encontraría quien las leyese. ¡Cuánto más vale el lego que bien provistas las alforjas se esmera para que sus seráficos hermanos huelguen y manduquen! Y a propósito; aquí tuve el otro día al hermano Blas (¡linda maula!) que venía de sus requisitorias, y me dijo que en el palacio había salud, y me dio buenas noticias de los ausentes. En albricias le abrí mi despensa.

Pero al asunto. Mi vida vale bien poco, como darán testimonio mis convecinos de Laguardia, y no apelo al Guardián de Capuchinos, que, si sabe lo que se intenta, dirá haciendo mil cruces, como si tratara de espantar una legión de diablos: ¡Jesús! ¡Jesús! ¡En qué siglo vivimos!

Déjeme vegetar en paz, amigo mío, que aún no me he muerto; y si quiere saber mi mérito como fabulador, traslado a Tirso Imareta, el primero que ha escrito fábulas originales en verso castellano, y tan originales que puede acudir a algún reverendo para que las coloque entre las Extravagantes. Suyo.- El Señor D. Félix.- Amigo Navarrete.

Laguardia, abril de 1788.73




ArribaAbajo- LXXIV -

A la Muy Noble y Muy Leal Provincia de Álava


7 de julio de 1788

Muy Señor mío: He recibido con la mayor estimación la carta de Vuestra Señoría fecha veinte y nueve del próximo antecedente, con el regalo que me hace de una bandeja en que están grabadas las armas de Vuestra Señoría y una inscripción la más honorífica hacia mí, todo según Vuestra Señoría me expresa, en recompensa de mis servicios hechos a Vuestra Señoría en calidad de su Diputado en Corte. No solamente quedo reconocido a la generosa bondad de Vuestra Señoría sino de cierta manera sonrojado por conocer sinceramente lo poco o nada que he hecho en su obsequio. Nuestro Señor guarde a Vuestra Señoría muchos años. Bilbao, siete de julio de mil setecientos ochenta y ocho. Besa la mano de Vuestra Señoría su más reconocido y sumiso hijo. Félix María Samaniego.

7 de julio de 1788.

A D. Manuel del Llano, Diputado General.74




ArribaAbajo- LXXV -

A Mariano Antonio Manso


Bilbao, 9 de octubre de 1789

Querido sobrino mío: Te participo (así suele empezar sus cartas el señor de Agoncillo) que desde que os fuisteis no ha cesado de llover. Tal es el ruido de los canales y caños de agua por todas partes que suenan a todo lo que uno quiere y lo que uno no quiere, como trompetas, cañones, silbatos y tamboriles, de manera que me parece que aún está a la puerta la retreta de las milicias de Laredo.

Así nevase en Torrecilla de modo que los montones de nieve se le antojasen al señor don Francisco del baile de Morrón. Pero no tendrá esa ganga, hasta que Dios quiera hacernos por acá algún carnaval.

No hay nada de nuevo: se me fue el constipado, arde la chimenea, se lee, se escribe y se musiquea algo. A tu mujer que le enviaré un sermón. A Fraiscachu y las niñas mis cariños.

Tuyo.- Félix.

Bilbao, 9 de octubre de 1789.75




ArribaAbajo- LXXVI -

A Mariano Antonio Manso


Bilbao, 25 de octubre de 1789

Querido Mariano mío: Mucho, mucho celebro que vengas a divertirte cuatro días. Mis convites han sido fríos y cortos por necesidad, porque no tengo casa. Así te encargo que, si traes compañero, no traigas criado de a caballo, porque como verás no puede absolutamente acomodarse en casa.

Como hablamos a la vista no te digo más, sino que abrazo a mi sobrina y prima-sobrina y queda todo tuyo.

Tu tío y amigo.- Félix.

Bilbao, 25 de octubre de 1789.

Francisco Ximénez, ¡qué gordo vienes! Así le diremos a tu compañero, según el proverbio.

Preguntarás por la casa de Samaniego, junto a la plazuela.76




ArribaAbajo- LXXVII -

[...]

Bilbao, 11 de abril de 1791

Mi querido amigo: El teniente de fragata don Miguel Gortázar solicita licencia para venir a su casa. Las circunstancias son urgentísimas para su madre, viuda y cargada de pleitos, sin más auxilio que el de algún curial malicioso. A quien sabe las obras de misericordia no es menester repetírselas.

Un arriero, con una cara de león, tuvo la otra noche el gustazo de espantarme, poniéndose delante. Traía la bragueta como la boca de un lobo, pues no era más blanca la camisa, y un pechazo descubierto a manera de bosque en noche de truenos. Levantó una garraza, no sé si suya o de algún oso, y metiéndosela en no sé que parte, sacó una cosa, me la arrojó encima de una mesa y, dando un bufido, se me escapó el tal león, oso, lobo, bosque, o arriero. ¿Quién diría que de este caos había de haber salido un ejemplar del discurso de recepción a Socio de Madrid del señor Fernández Navarrete?

Sí, amigo mío: no sale más resplandeciente el sol después que el tempestuoso y negro... Pero fuera de chanza. No he leído un discurso de recepción del mérito que éste. Acuérdome de cierto papelito del mismo autor que leí a Su Excelencia en el coche: veo la diferencia, conozco los progresos, y espero tanto de ese hábil, instruido, aplicado y juiciosísimo mozo, que no me queda que desearle sino larga vida.

Me acuerdo de Lanz, de La Riva, de Isasbiribit, de Olavide y de otros varios jóvenes educados a nuestros pechos, que seguramente que serán de los no pocos que tengo el gusto de contar en la marina española, para gloria de la nación.

Arréjula quisiera viajar, si aun ha de estar ocioso en Cádiz. Es un mozo que nos ha hecho honor en París; su Memoria sobre la nomenclatura química es muy apreciada de los Morbeaux, Lavoissières, Bertollets, etc., etc. Si Mazarredo ha llegado, puede usted hablar con él de esto; y añadirle que su sobrino Lope es mucho de Arréjula, que se sabe aprovechar de esta útil amistad, y que, o soy un porro, o Mazarredo el sobrino ha de ser un porro, o Mazarredo el sobrino ha de ser un mozo de mérito por sus conocimientos, prescindiendo de sus prendas de otra clase.

Si usted no interrumpe a Su Excelencia en hacerle presente mi memoria respetuosa y agradecida, hágalo así. No le escribo, porque sé mostrar mi reconocimiento en silencio, que es el mayor sacrificio, que ofrece el hablador de palabra y por escrito.

A mi señora doña María Antonia... Pero si usted no ha de llegar a esta parte de la carta ¿a qué he de encargar esto, ni memorias para Sesma, ni la ceremonia para madama con su pequeña, ni siquiera firmar?

Memorias de Olaso.

Bilbao, 11 de abril de 1791.77




ArribaAbajo- LXXVIII -

Al señor Medrano y Paternina


Laguardia, 25 de septiembre de 1792

Mi muy estimado amigo: Si usted quiere darme una prueba más de su amor a la patria, y del favor que le debo, véngase sin falta el jueves 27 por la mañana, que es el día destinado a celebrar una junta de los Tercios en esta sala consistorial.

Aunque usted y yo no tengamos qué hacer en esta asamblea, no nos faltará que tratar con utilidad de estos pueblos, perseguidos sin más delitos que aspirar a su felicidad.

Me ofrezco a los pies de esas primas, a la orden del señor don Pedro y de nuestro Vicario; y queda de usted con el más sincero afecto su amigo y pariente.- Samaniego.

Laguardia, 25 de septiembre de 1792.78




ArribaAbajo- LXXIX -

A José María Manso


La Escobosa, 7 de abril de 1793

(Reservada para Ignacio Luis)

Querido sobrino mío: Te confieso que me he equivocado en haberte recomendado a Ignacio Luis; me olvidé de que el pobre está bien malo y no en estado de dirigirte. En efecto me decía que no pudo hacer lo que deseaba en beneficio tuyo porque le había dado un vahído.

Te pido que te presentes a mi amigo y favorecedor don José Joaquín de Colón y Larrategui, manifiéstale el estado de tu importante solicitud, sigue ciegamente su dictamen que seguramente tendrá la bondad de dártelo, aunque no tuvieses otra recomendación que la de ser nieto de su colegial el Señor de Arraya.

Consúltale también acerca de las recomendaciones que yo pueda y deba enviarte que son para Valdés y Llaguno; bien entendido que, si es preciso tocar el resorte que ha puesto en movimiento toda la máquina del tal expediente, dudo que hagan nada. Conozco el teatro como el que mejor.

Adiós, hoy mismo escribo al señor Colón.

No estoy muy bueno de salud. Tuyo.- Félix.

La Escobosa, 7 de abril de 1793.79




ArribaAbajo- LXXX -

A María Josefa Sánchez Samaniego


La Escobosa, 23 de mayo de 1793

Querida: A nadie habéis podido dirigiros mejor que a Ibáñez para saber de Pepe María y tratar de su socorro. Él es el que manda su cuerpo en Madrid. Yo he escrito a la Secretaría de Guerra, al oficial don Miguel Ger, íntimo amigo mío, y en cuya mesa están los guardias. Veremos su respuesta.

Entre tanto, sábete que en Francia pagan puntualmente sus sueldos a los oficiales prisioneros y que nada puede faltarles.

Cuenta para el socorro que envíes a Pepe, con tres mil reales míos; mas no demos paso hasta asegurarnos del conducto por donde ha de ser socorrido.

No inculques con la correspondencia ni la admitas a no saber que absolutamente se permite. Si puede hacerse le escribiré, pero encargándole que de nada hable sino de su salud, de su ocupación y de su persona, sin tocar nada que pueda ser de política ni que pueda dársele interpretación maligna poco claro y de sí mismo.

A todos os abrazamos tu hermano y amigo.- Félix.

La Escobosa, 7 de abril de 1793.80




ArribaAbajo- LXXXI -

A María Josefa Sánchez Samaniego


Laguardia, 2 de junio de [1793]

(Reservada)

No sea loca de atar, querida María Pepa: ¿En qué tú más quieres a tu hijo con la muerte en los labios que con la paz y seguridad más apreciables? Y esto, ¿por qué? Por tener una carta. Apela a tu razón y verás que el gusto de ver su letra debe ser muy amargo, si se reflexiona que era a costa de unos trabajos que no caben en tu imaginación. Si pudieras figurarte la vida que ha pasado en el Rosellón y el milagro del Altísimo con que la ha conservado teniendo por término de sus trabajos la suerte de prisionero no te apartarías de los altares para dar gracias al Todopoderoso por tanto bien. Pero tú no tienes noticias ni las tenéis hoy porque se cierran los oídos a la verdad, por esto te pongo reservada porque se murmura de los que dicen lo cierto. Los franceses van viento en popa y se ríen hoy de toda la Europa; han derrotado a los alemanes, el rey de Cerdeña a la hora de ésta estará prisionero o fugitivo; en el Rosellón se ha apoderado el terror de nuestras tropas, y todos son trabajos y sucesos contrarios, aunque ¿qué pueden esperar los infelices que están con las armas en la mano?

Adiós. Todo vuestro.- Félix.

Laguardia, 2 de junio de [1793].81




ArribaAbajo- LXXXII -

A Mariano Antonio Manso


Laguardia, 8 de julio de [1793]

Querido: No sólo apruebo el pensamiento de Pepe María, sino que contribuiré a él como pueda.

No sé si Carlos III o Santiago será la Orden que más le convenga. Convenga significa costar menos y valer más, menos por las pruebas y más por las mayores proporciones de encomiendas.

Otamendi, Secretario de la de Carlos III, creo que nos ayudaría; sin embargo de que los amigos se resfrían como los amantes con la ausencia, así lo experimento.

En fin, calcula, resuelve y cuenta con tu tío y amigo.- Félix.

Laguardia, 8 de julio de [1793].82




ArribaAbajo- LXXXIII -

A Mariano Antonio Manso


[Laguardia], 30 de agosto de [1793]

Querido: Este correo doy un paso con un amigo de Madrid, sobre lo de Pepe María. Sabe Dios si me responderá. Desde que anda la broma de la guerra nadie me responde de ninguna Secretaría, y lo mismo sucede a otros de más consecuencia que yo. No puedo más.

Tuyo.- Félix.

[Laguardia], 30 de agosto de [1793].

Envía el perro que menos te haga al caso por Logroño, de modo que venga más barato.83




ArribaAbajo- LXXXIV -

A Mariano Antonio Manso


La Escobosa, 16 de septiembre de 1793

Querido Mariano: No tengo respuesta de Madrid, no lo extraño. Las personas ocupadas en los actuales negocios de estado es imposible que desciendan a los asuntos particulares. No tengo tiempo ni para escribir a mi gente, me decía Llaguno.

Temo, pues, que nuestro asunto relativo a Pepe María ha de padecer sin que esté en nuestra mano remediarlo.

Sé que el señor don Pedro Escolano Arrieta pasó a esa villa llevado del deseo de convalecer de sus males, no tengo el honor de conocerle personalmente, pero conozco su buen nombre. A más sé que es gran amigo del Camarista de Indias, Machado, primo de mi mujer por la suya. Tendría yo muchísimo gusto que, manifestándole tú esta circunstancia, procurases corresponder a ella en obsequio del señor Escolano Arrieta.

Abrazos a María Francisca por tu tío y amigo.- Félix.

La Escobosa, 16 septiembre de 1793.

Mil besos a las niñas.84




ArribaAbajo- LXXXV -

A Mariano Antonio Manso


[Laguardia] 23 de [...] de [1793]

Querido: No tengo tiempo de contestarte, te escribiré otro correo.

Ya ves cómo pienso por mi carta escrita antes de recibir la tuya.

Te abrazo con Fraiscachu.

Tuyo.- Félix.

[Laguardia] 23 de [...] de [1793].85




ArribaAbajo- LXXXVI -

A Mariano Antonio Manso


Laguardia, 28 de [...] de [1793]

Querido: Nada sé de Pepe María, nada del Rosellón; tus dudas no son fundadas, no hay razón que deba hacernos temer más que lo ordinario. Guardias, servicio distinguido en ellas, sí son causas para recelar más, pero era menester otros fundamentos para mayores temores.

De todos modos Dios reparte las balas, pero, como ellos dicen, entre los que están allí y así debemos no admirarnos de ningún acontecimiento de la guerra próspero o adverso.

Di a madre que ya podéis enviar por las uvas. No la escribo por mi pesado correo.

Adiós. Todo vuestro.- Félix.

Laguardia, 28 de [...] de [1793].86




ArribaAbajo- LXXXVII -

A Mariano Antonio Manso


Laguardia, 2 de [...] de [1793]

Querido Mariano: Voy a marchar a Madrid, como más por extenso se contiene en la que escribo Reservada a tu madre. Allí podré hacer por Pepe María, si Dios quiere sacarlo a salvo de tanto riesgo.

A Fraiscachu un abrazo, como a las niñas, por tu tío.- Félix.

Laguardia, 2 de [...] de [1793].87




ArribaAbajo- LXXXVIII -

A Mariano Antonio Manso


Laguardia, 1793

Querido Mariano: Las buenas noticias que me das valen algo más que las uvas, aunque no estuviesen, como estarán, heladas.

No obstante, el cuidado de los que tenemos cosas propias en los ejércitos debe ser continuo a no armarnos de las consideraciones a que nos deben conducir la razón y la necesidad.

No escribo a Mari Pepa, porque nada se me ofrece; tendrá ésta por suyo, como suele decirse. Fraiscachu también la tendrá y allá os compongáis sobre la propiedad de la carta.

Adiós. Todo vuestro.- Félix.

Laguardia, 1793.

Abrazo a mis nietas: ¡Qué maldita palabra esa de nietas!88




ArribaAbajo- LXXXIX -

A Mariano Antonio Manso


La Escobosa, 6 de [...] de 1793

Querido: Gracias por el cachorro que acaba de llegar. He venido a pasar un par de días.

Di a Mari Pepa que no puedo escribirla este correo.

Abraza a Fraiscachu y a toda la gente menuda de tu tío.- Félix.

La Escobosa, 6 de [...] de 1793.89




ArribaAbajo- XC -

A Mariano Antonio Manso


La Escobosa, 18 de [...] de 1793

Querido Mariano: Si Pepe María está en Colliubre, no puede escribir, la plaza está bloqueada por la tierra. Pudiera también haber sido hecho prisionero con su batallón. En este último caso no dejéis de darme pronto aviso, escribiré a la corte para lo que pueda hacerse por él. Los franceses han de tratar a los prisioneros, hechos en una acción tan gloriosa para las armas, con toda la humanidad posible. Saben demasiado para disminuir su tiempo con la negra conducta de faltas a tales leyes en ocasión tan brillante. Así pienso. De cualquiera manera yo que amo a mi sobrino como a hijo, miro, honrándome de ser su tío, con vanidad su situación actual, sea la que fuere. Él ha cumplido como valiente soldado en toda la campaña y, si ha sido vencido, lo ha sido con todo el ejército.

Dime lo que sepáis y adiós queridos.

Todo vuestro.- Félix.

La Escobosa, 18 de [...] de 1793.

P. D. Escribo hoy a mi hermana ligeramente; si crees que no la dañará esta carta, léesela.90




ArribaAbajo- XCI -

A Mariano Antonio Manso


La Escobosa, 20 de [...] de 1793

Querido mío: Tengo un sobrino más de los que contaba. La carta de María Pepa me parece carta de parto, como si dijera «tiene vuestra merced un servidor a quien mandar».

No extrañes mi buen humor; si de las buenas nuevas no sacamos partido favorable, seremos perpetuamente miserables.

Me remito a lo que escribo a tu madre, pues en el asunto todo sería repetición.

Abrazados en mi nombre y dad gracias al Dios de los ejércitos.

Si el guardián de Laguardia te envía a un religioso francés, compañero del padre Sigüenza, actual Vicario, puedes conformarte: me parece buen religioso y hombre de bien; tiene un aire modesto, sin ceremonia ni melindre, esto anuncia su facha.

Añade que deberá ir de buena voluntad, de lo contrario todo sería cruel para unos y otros.

Aquí está Pepe Uría y vuestro tío. Si queréis visitarlo os dará chorizos.- Félix.

La Escobosa, 20 de [...] de 1793.91




ArribaAbajo- XCII -

A Mariano Antonio Manso


La Escobosa, 26 de [...] de 1793

Querido: Después de escribir a tu madre, he leído la Gaceta. Sea enhorabuena, Pepe María de primer Teniente y descansando son dos gangas de contado el sueldo que lo tendrá allí segurísimo fuere para mucho alivio suyo.

Todo vuestro.- Félix.

La Escobosa, 26 de [...] de 1793.92




ArribaAbajo- XCIII -

A Mariano Antonio Manso


Laguardia, 15 de [...] de 1793

Querido: Juan Antonio te informará de mi salud. Has hecho bien en enviarme el criado, pero no se librará ni debajo de la tierra. Aquí y en todas partes van todos (todos) los hermanos sobrinos de don Manuel de Espinosa ordenados, han marchado entre 60 de aquí y le van a pedir los raros que han quedado.

Adiós Mariano. A todos os abraza.- Félix.

Laguardia, 15 de [...] de 1793.93




ArribaAbajo- XCIV -

A Mariano Antonio Manso


Laguardia, 18 de [...] de 1793

Querido mío: Lleva el correo a Logroño tres pares de zapatos que son los concluidos hasta ahora. Este hombre no puede hacer ni un par en mucho tiempo, según su infinito parroquiano y su poca voluntad en aumentar oficiales.

No tengo contestación sobre el socorro a Pepe María, ofrecí a María Pepa tres mil reales es razón que no perdonéis a medio porque se verifique su alivio. Avisadme luego que haya novedad.

No me resuelvo a tomar el muchacho, aun criándolos yo mismo me he visto burlado con ellos por ahora estoy sin nadie.

Abrazo a Fraiscachu y mis nietas y queda tuyo tu tío que te quiere mucho.- Félix.

Abrazo a madre.

Laguardia, 18 de [...] de 1793.

P. D. Los zapatos van sin ribetear. Avisa si los quieres más delgados. Para verano van unas orejas dentro.94




ArribaAbajo- XCV -

A María Josefa Sánchez Samaniego


Laguardia, 27 de [...] de [1793]

Querida: Nada sabía yo de la novedad de los comisarios. Ya viste que San Miguel, gerente de la Sección de Guerra, me decía que me dirigiese a Montes, habilitado de guardateniente y, como te escribí que tenía a vuestra orden mi dinero ofrecido, no he tocado el punto. Después acá verías también que el gerente me decía que nada podría hacerse por su notaría con que si no hay recurso al habilitado no sé que pensar para hallarlo.

No pienses que esta novedad los tenga sin socorro y, más, no obstante, bueno es que usted y yo tratemos cada uno por su parte de hallar medio.

Gracias por lo del señor Santa María.

Sr. Domingo [¿?] ha hecho novena a san Antonio por Pepe María y aun ha escrito al misionero Guernica para que se acuerde de él.

Yurreamendi está convertido por el rey en parque de artillería y otra casa mía sirve de alojamientos a los frailes franciscanos cuyo convento es ya hospital, las monjas saldrán también. Aquello va no muy bien.

Adiós, vuestro.- Félix.

Laguardia, 27 de [...] de [1793].95




ArribaAbajo- XCVI -

A Mariano Antonio Manso


[1793]

Los correos me afligen más y más con estos calores. Seré breve.

Lo que yo puedo hacer es interesarme a favor de Pepe María, como no lo he querido hacer por ningún paciente ni amigo; díganlo mis cuñados.

Me lisonjeo de que será atendido, pero ¿quién puede lisonjearse de cosas que dependen de la corte? Entiéndase, pues, mi oferta como se debe de un hombre de bien. El ministro de Marina, Llaguno, y Otamendi serán sus protectores, lo espero.

¿Me crees?, pues nada entiendo de Órdenes de Caballería.

¡Qué sé yo si convendría esperar el fin de la guerra para tal proyecto! Lo que yo quisiera, sería protección sin cruz; no sea que nos hallemos con cruz y sin protección, que es el mejor petardo para quien estima por las mejores veneras la virtud y el mérito.

Te repito, como a María Pepa, que haré por Pepe María lo que no he hecho por nadie.

Si necesitáis dinero y yo lo tengo, os lo daré; pero no es una culpa el no tenerlo cuando la separación de mi mujer me lleva la mitad de mis rentas y los pleitos no me dan un cuarto. En acabándose vendrá y la cosa irá de otro modo.

Tu madre sabe que cuando me insinuó, nombrándome a nuestro Gobernador el señor Santa María, que debiera darla alimentos, la ofreció la sexta parte del mayorazgo de Tolosa y que de Laguardia mediaba otra razón de suspensión o variación que alcanzaréis fácilmente; la añadí que mis gastos en la reedificación de la casa del almirante de la Marina de la escalera del palacio de Yurreamendi, del coro de aquella capilla me tenían debiendo aún algunos miles de reales de los muchos que me importaba sin haber sacado facultad real para costear estas obras, firmando censos o vendiendo alhajas de los mismos Mayorazgos como lo hicieron mis tíos por un miserable incendio, que esto merecía alguna consideración.

Todo esto os lo repito para que no me condenéis por miserable, así como os repito también que estoy dispuesto a dar a mi hermana lo dicho luego.

La memoria del señor Santa María me ha hecho tocaros este punto, pues no quisiera que yo padeciese en el concepto de una persona tan respetable, recelo que jamás tendría de vosotros por aquel interés en que se toma en las familias el honorcillo de los propios.

Perdona mi maldita letra y la precipitación con que escribo esta materia.

Guárdame el perro más, criatura.

Abraza a Fraiscachu, a mi hermana y a mis sobrinas por tu tío que a todos os ama tiernamente.- Félix.

[1793].96




ArribaAbajo- XCVII -

A Mariano Antonio Manso


Laguardia, 16 de [...] de 1793

(Reservada)

Querido Mariano: El correo pasado te toqué el punto de interés, porque se me vino a la pluma con la memoria del señor Santa María, callao, pero me picó altamente que entre nosotros, familia honrada y que se ama tiernamente, se mezclare un extraño, aunque fuese Santa María de la letanía misma para tratar punto semejante.

Nada más se me ofrece. Os abraza tiernamente.- Félix.

Laguardia, 16 de [...] de 1793.97




ArribaAbajo- XCVIII -

A Mariano Antonio Manso


Laguardia, 27 de [...] de 1793

Querido Mariano: Sois felices con el capellán que os toda; es un religioso de virtud, amabilidad y excelente fondo.

Lleva el dador a Molière; cuidármelo porque es parte de mi biblioteca ambulante, tenlo todo el verano y pídeme lo que quieras.

Van esas dos papeletas en confirmación una de otra. No quisiera que fuesen como las de Vitoriano.

Celebro las buenas noticias de Pepe María, quisiera que cumpliese con su obligación sin andarse en jeroglíficos, quiero decir, en hazañas.

A mi hermana que tenga ésta por suya como dijo el otro.

A Fraiscachu que estoy preso; pues, aunque no vengan Hortuño ni los demás, está para llegar Areche.

Adiós. Todo vuestro.- Félix.

Laguardia, 27 de [...] de 1793.98




ArribaAbajo- XCIX -

A Mariano Antonio Manso


[1793]

Querido:

Hoy va el muchacho, ahora se le disiparán sus ideas militares.

Cuando trates de matar el perro, avísame.

Va lentamente mi mal.

A todos os abraza tu tío y amigo.- Félix.

[1793].99




ArribaAbajo- C -

A María Josefa Sánchez Samaniego


Laguardia, 5 de [...] de 1793

Querida: No me llevas ventaja en amar a Pepe María; sin embargo, lejos de tenerle lástima le tengo envidia. Cada uno debe aspirar a la perfección de su estado en su carrera, o sea al logro de su mayor bien en su respectivo destino. El general, que llegó a su empleo sin ver la cara al enemigo, es un ridículo personaje para todo el que piensa; un soldado sin ascensos y cubierto de heridas es objeto envidiable, digno de la estimación y amor de todos los virtuosos. Por esta regla, según mi modo de pensar, Pepe María envuelto como dices en sangre y polvo será más apreciado que cubierto su uniforme de bordados y enriquecido su bolsillo de sueldos y pensiones. Está en la carrera del honor y de la gloria, y no tiene otra senda por donde caminar que la que ahora pisa. Si llegase el caso que temes y sufrieses aprovecharte de él, serías una mujer feliz.

A poco que reflexiones religiosamente encontrarás la ventaja de morir un joven en la guerra a perder la vida en un desafío o tener un accidente repentino.

Todo esto me ha conducido a decírtelo tu carta melancólica por lo demás yo no temo por Pepe María y aun cuando le tocase la suerte no pensaría de otro modo de lo que te digo.

Me alegro que lo paséis bien y os divirtáis.

Adiós. Queda todo vuestro.- Félix.

Laguardia, 5 de [...] de 1793.100




ArribaAbajo- CI -

[...]

[1793]

Querido: Tu cuñado echa voces en la familia de que, tenga o no carta tuya, marchará el lunes a Mondragón, que lo que él quiere es andar a escopetazos, que lo llama el comandante señor L. L. Yo estoy a la mira para hacerle por fuerza que tome el camino de Torrecilla el día que quiera marchar a su lugar.

Nada creería yo si no fuesen cosas que me las dice Manuel Pérez y no hubiese éste visto cartas de una y otra parte.

A mí nada me incomoda, pero es justo advertirle de que en medio de confesar él que haces mucho a su favor está dispuesto a dejarte con un palmo de narices.

Adiós. Todo tuyo.- Félix.

[1793].101




ArribaAbajo- CII -

A María Josefa Sánchez Samaniego


Laguardia, 6 de [...] de 1793

Querida: el correo no me deja respirar, díselo a Mariano.

Así me dicen hoy de Madrid: «No tenga ni el menor cuidado de su sobrino, hay providencia general para que nada le falte y por ahora deban ustedes contentarse con esto, las cosas de Nación a Nación van despacio y esa misma formalidad conviene a todos».

Te repito que debes tranquilizarte, lo demás es debilidad vergonzosa.

Adiós. Vuestro.- Félix.

Laguardia, 6 de [...] de 1793.102




ArribaAbajo- CIII -

A Mariano Antonio Manso


[1793]

Querido Mariano: Llegó el cordero sano y bueno y así se mantendrá, dándole Dios salud. Creo que quiero estos animalitos más que vosotros y así no hay que pensar en que se maten los que me envíes.

Con el motivo de esperar a mis huéspedes hice venir a dos músicos de Burgos que nos acompañasen. La suerte de Carlos Corral ha frustrado el viaje, pero los músicos están aquí. Felipe Salcedo, también; tal familia es menester que devore, aunque nada tengo que volveros en retorno. El portador va lleno de solfa que se la he hecho tragar desde el estrado, ¿qué más quieres?

Tu cordero me cuesta convidar a Vitoriano, si hemos de tener paz y gaceta. Te incluyo ésa de las que sabe componer semanalmente y con las cuales nos hace reír.

Echo de menos a Francisca Borja en la orquesta.

Me alegro que, en habiendo buena viruela, inoculéis a las niñas. Abrázalas como a Fraiscachu por tu tío, que te quiere de veras.- Félix.

[1793].

A los señores Belinchón y Viana cuanto quieras.103




ArribaAbajo- CIV -

A Benito María de Ansótegui


Laguardia, 1793

Amigo Ansótegui: He recibido su amenísima carta, y la variedad de noticias que me comunica me ha sido de gran placer. Veo que la familia de Munibe se dio a la vela para esa metrópoli; y comprendo que los preparativos de tan larga navegación no hayan permitido escribir a la pícara Pepa Joaquina.

Amigo, tengo un vino en que han hecho presa los sabios; lo cual es lo mismo, dirá nuestro buen Astarloa, que dejar que se apoderen de un pueblo los filósofos. Si me pudiera usted enviar un arriero para que mis vinos y mis sabios fueran a iluminar esas montañas, no sabe usted el favor que me haría.

¿Y que tal va de barquines? Yo no conozco más barcos que los de Baños y La Puebla, que ponen a los de mi pueblo en comunicación con Castilla; pero hábleme del asunto, porque ya sabe que es obra de misericordia enseñar al que no sabe. Suyo.- Samaniego.

Laguardia, 1793.104




ArribaAbajo- CV -

A María Josefa Sánchez Samaniego


Aranjuez, 4 de marzo de 1794

Querida: Hoy respondo a una carta de Pepe María pintándole el imposible de lograr por ahora nada para él. Considera la excesiva multitud de pretendientes que, como Pepe María, tienen los ejércitos; hazte cargo de que no hay padre, mujer, hermano ni pariente de los muchos muertos en la Guerra que no esté aquí pretendiendo, que no hay heridos de los infinitos que lo han sido que no pida, que no clame y verás que, si desde Laguardia veía yo como posible cualquiera gracia, desde aquí la miro imposible de entablarse a no exponerse a atrasar en lugar de avanzar, porque soy testigo de todo y veo que otros de mayores recursos que yo y en grados superiores sufren sonrojos en lugar de llevar premios. «Mientras infinitos se están con las patas heridas sin recompensa pide [¿?] para quien no hace más que cumplir como hombre de bien», así se le dijo hace ocho días a una persona de relumbrones.

Yo deseo salir para mi casa luego y creo conseguirlo este mes. Quiero mi quietud y no soy tan miserable como Superunda que anda muy contento como otros muchos en su manía.

Abraza a Fraiscachu y a Mariano con mis nietas, por tu hermano de corazón.- Félix.

Aranjuez, 4 de marzo de 1794.105




ArribaAbajo- CVI -

A María Josefa Sánchez Samaniego


La Escobosa, 18 de mayo de 1794

Querida: Los de Collubre no pueden escribir sino por mar, porque la correspondencia está cortada; así no extraño la falta de carta de José María. Es cierto que padecen trabajos, pero no lo es menos que en ocasión más religiosa no los pueden ofrecer a Dios. Te aseguro que, a pesar de que peino canas, les tengo envidia, cuando medito con fervor en lo que interesa el catolicismo en esta Guerra.

Hoy es mi santo, lo celebro a orillas del Ebro, con la mayor paz creíble.

Abraza a mis sobrinos y a mis nietos, por tu hermano que te ama.- Félix.

La Escobosa, 18 mayo de 1794.106




ArribaAbajo- CVII -

A Mariano Antonio Manso


La Escobosa, 18 de septiembre de 1797

(Reservada o no reservada)

Querido sobrino y amigo: Pasé a Haro a visitar a los Eulate, que me llamaban. Soy agradecido, obedecí. Concluida la feria, me vine a ésta mi amada soledad; quizás permaneceré hasta concluir la vendimia y luego a invernar a Vitoria. Díselo a María Pepa y a Fraiscachu.

Veo tu reservada, te dejo en la más completa libertad, asegurándote que en cualquiera término os avisaré lo mismo. Te quiero como te he querido, pero una triste experiencia me ha hecho ver que siempre he hecho mal cuando he tratado de hacer bien. Mi corazón, mi voluntad jamás han pecado mal interés que he tomado en la felicidad de mis gentes, de mis amigos, del público mismo, mas con todo mi buen corazón y mi buena voluntad lo han echado todo a perder, y en consecuencia he perdido mi reposo, mi paz. No quisiera que así fuese en adelante. Nada haré más que tratar de mi quietud y no hacer mal a nadie.

Yo creo que si piensas un poco dirás «mi tío tiene razón» y no te equivocarás si añades y «mi tío me ama».- Félix.

La Escobosa, 18 de septiembre de 1797.107




ArribaAbajo- CVIII -

A Mariano Antonio Manso


Laguardia, 30 de [...] de 1797

Querido: No es posible que de aquí me traigan el cachorro. Envíamelo el día que quieras con un pastor; lo recibirán bien a pesar de mi ausencia. Parto para Vitoria mañana a separarme de estas gentes por algunos días y ver a Isabel, que en su última carta me manifiesta los más vivos deseos de comunicar sus cosas conmigo y me añade que está delicada aunque acude a todo.

A Maripepa que tenga ésta por suya. A Fraiscachu un abrazo, mil besos a las nietas y adiós.

Tuyo.- Félix.

Laguardia, 30 de [...] de 1797.108




ArribaAbajo- CIX -

A Mariano Antonio Manso


[Laguardia], 16 de [...] de 1797

Querido Mariano: Ayllón salió de la Dirección de Correos. Ezcarano murió. Todo se muda como figura de linterna mágica. Los amigos se me van, no me ha quedado uno en Correos.

Duro es declarar en justicia criminalmente, duro, muy duro, pero la ley es menester que se observe si ha de haber orden social.

¿Qué sería de un establecimiento de la mayor importancia si se pudiese quebrantar impunemente toda ordenanza dirigida a conservar la buena fe en que se funda? ¿Qué quieres que te diga más?

Estos tribunales son de farsa de entremés. No han ido los (astutos) a [¿?], ni a Sorzano como yo deseaba, se han dado los autos más injustos y ridículos. Todavía irá quizá alguno, a esos señores pídeles que decreten a ciegas lo que se les insinúe.

Dígolo porque han de ver la justicia de la causa que amparo.

Adiós, tuyo.- Félix.

[Laguardia], 16 de [...] de 1797.109




ArribaAbajo- CX -

A la Excelentísima Sra. Condesa de Salvatierra


Vitoria, 3 de julio de 1798

Muy señora mía de mi mayor veneración: El atento oficio de Vuestra Excelencia de 28 de junio próximo confirma el concepto de que es acreedora por su celebrada grandeza y notoria justificación; pues como buena administradora de la casa, rentas y estados del Excelentísimo. Señor Conde de Salvatierra, su marido, desea aclarar y reivindicar todos sus derechos por unos medios lo más sencillos y cristianos; y aunque yo, estimulado de iguales sentimientos, tendría la mayor complacencia en corresponder desde luego a los deseos de Vuestra Excelencia en el asunto a que se dirige dicho oficio, por desgracia de los dos no tengo en mi poder los documentos que en él se insinúan, a causa de hacer muy poco tiempo que me he establecido en esta ciudad, y que mis archivos se hallan en otros pueblos distantes de ella. Por otra parte considero será muy dificultoso recoger en mucho tiempo todos los que puedan conducir a la justificación de la filiación que Vuestra Excelencia especifica, y tal vez no se encontrarán entre mis papeles los respectivos a ella; pero por lo correspondiente a la mía no puedo dudar de su certeza y legitimidad con los fundadores don Lope de Idiáquez y doña Petronila de Idiáquez, su mujer; porque, sin contar con documento alguno hace a mi favor la longuísima posesión que yo y mis causantes hemos tenido de este Mayorazgo. Sin embargo dispondré se reconozcan dichos papeles, y si en ellos pareciesen algunos que acrediten el derecho que Vuestra Excelencia dice tener su señor marido a la propiedad y sucesión de dicho Mayorazgo, se los trasladaré sin pérdida de tiempo, en suposición de que entretanto espero mandará Vuestra Excelencia se remitan a mí por su contaduría los que haya sobre el mismo asunto, para que de este modo pueda yo tomar los conocimientos necesarios, y se aclare la duda que indica Vuestra Excelencia, sin mezclarnos en contiendas judiciales.

Nuestro Señor guarde a Vuestra Excelencia muchos años. Vitoria 3 de julio de 1798.110




ArribaAbajo- CXI -

A María Josefa Sánchez Samaniego


Vitoria, 3 de julio de 1798

Querida María Pepa: No sé si fue a ti o a José María a quien escribí el correo pasado. Sea como se fuere te digo o te repito que estuve en Laguardia a pagar los cavadores el día de san Juan y que comí, un día de descanso, con Javiera. Si hubiese estado Torrecilla más cerca nos hubiéramos visto; pero eran necesarios tres días que yo no tenía por míos.

Te acordarás de que me convidaron a litigar con Mortara sobre un mayorazgo; viendo mi respuesta me dijeron que esperase que había salido a la demanda el conde de Salvatierra. Ahora veo que ésta fue una malignidad de las que todos los días usan los hombres para sus perversos fines. Fue no más que tratar de averiguar el estado de los papeles de la casa de Tolosa, pues que de resulta me hallo este correo con una carta de la condesa de Salvatierra, como administradora de su marido, anunciándome un pleito con el mayorazgo de Idiáquez de Tolosa. Ya ves que no es regular que yo tome este asunto con frialdad. Pónganse los medios y Dios disponga.

Hay salud y os la desea tu hermano de corazón. Félix.

Vitoria, 3 de julio de 1798.111




ArribaAbajo- CXII -

A José Ignacio de Sendoa


Vitoria, 5 de [julio] de 1798

Mi amigo don José: La cosa va de veras. Vea vuestra merced la adjunta razón, y el árbol que la sigue a la vuelta, y trataremos de poner en claro si es posible esos documentos pues sin ellos nos quitan el Mayorazgo de Idiáquez.

Mando a vuestra merced su afecto señor que le besa su mano. Samaniego.

Vitoria, 5 de [julio] de 1798.112




ArribaAbajo- CXIII -

A Martín Fernández de Navarrete


Vitoria, 31 de julio de 1798

Querido amigo mío: Sirvan la amistad y el talento para preparar el ánimo de nuestro amado Luis Salazar a recibir con menos amargura la triste noticia de la muerte de su muy querida hermana María Victoria. Un golpe de apoplejía la quitó la vida, arrebatándonos para siempre a la más virtuosa y digna de ser amada.

La carta que incluyo es del marqués de la Alameda, su cuñado, que le da parte de la tragedia.

Cuide usted muchísimo de Luis; sabe lo que él se merece, y cuánto le amamos todos. Yo le escribo, ¿pero qué le podré decir para su alivio que él mismo no alcance y V. no diga? Adiós, querido amigo. Todo suyo. - Samaniego.

Vitoria, 31 de julio de 1798.113




ArribaAbajo- CXIV -

A María Josefa Sánchez Samaniego


Vitoria, 10 de [...] de 1798

Querida hermana mía: He llegado bueno de Vergara y Tolosa, y he quedado contento de ver los progresos de aquel administrador en una hacienda que parecía imposible reparar en un siglo. No te parezca que es mucho llevar gastados más de sesenta mil reales cuando la condesa de Villafuertes me aseguró que sólo en su casa, que ha padecido mucho menos que cualquiera de las nuestras de Idiáquez o Yurreamendi, ha gastado cincuenta mil reales.

Acuérdome de dos cosas: la primera de que nuestros virtuosos tíos alcanzaron facultad real para iguales enajenamientos para la composición de un techo quemado; la segunda de que cuando los mismos tíos pidieron a nuestros padres que les ayudasen como herederos en los gastos del pleito del marqués de Torretaple les respondieron pues que vosotros no nos dais alimentos no es razón que contribuyamos a tales desembolsos.

Este cuento me lo aplico para no buscar yo la minoración de los mayorazgos que tú o tus hijos habéis de heredar, sino antes bien veo con gusto que tu generosa conducta redunda ahora en aumento de vuestra herencia.

En efecto, la casa de Idiáquez, que antes me servía de gasto en retejos y remiendos, hoy da al Mayorazgo no tanto como lo que yo creía, pero sí trescientos ducados de renta.

Otras casas van teniendo su aumento proporcionado y con motivo de los terribles cortes de árboles se ha aumentado la tierra de pan sembrar y, en fin, para este verano creo que es habitable parte de Yurreamendi.

Esta conducta no te cogerá de nuevo, pues me consta que cuando me hablaste de alimentos, nombrándome al señor Santa María, llevaba yo gastados ciento y tantos mil reales en la ruina de la escalera del palacio de Yurreamendi y en la quiebra de su iglesia, en la reedificación de la Casa del Almirante, etc., etc.

Ya veo que me dirás que entretanto te has privado de tus alimentos y, si tú los quisieses todavía con tus atrasados, los tendrías sin nuevos desembolsos de mi parte, pues una facultad real para tales urgencias vendría a vuelta de correo y, sirviendo ella para satisfacerte, continuaría yo los gastos de ahora en la forma que los hago.

Mi mujer me lleva el mejor artículo que son los juros: el vino vale a dos pesetas y las cosechas no merecen la cava, sin embargo (Mari Pepa) todo me sobra. Sé ceñirme y, porque te rías, te envío esa hoja de mi gasto diario y, como a él no se añade lujo ninguno ni ocasión de otro gasto, vivo como un rey. Desdichado de mí si hubiese amado la brillante y la necia vanidad. La única pasión que me había quedado era la música, pero secreta y honradamente he vendido el piano y el órgano, y Aguirre ha marchado a Madrid para tratar de su colocación. Todo esto que te digo debe lisonjear y asegurarte más y más de mis deseos de vivir honradamente y de conservar la amistad y cariño con que te mira tu hermano que te ama de corazón.- Félix.

Vitoria, 10 de [...] de 1798.

P. D. Ahí va esa carta por si llega a tiempo. El administrador de Logroño me dijo que correspondía a Soria y hace mil años que yo te escribí que era menester empezar por ahí pues que se acude por los informes y tal vez los administradores son que anticipándose consiguen colocar a quien quieren.114




ArribaAbajo- CXV -

A Luis de Salazar


Septiembre de 1798

Amigo Oromasis: No me engañé. Ya sabía yo desde Vergara que Oromasis por su talento había de ser persona de provecho. En lo que me he llevado chasco es en que pensé que sería holgazán y disipado; y los estudios que después ha seguido y los trabajos de Secretaría han acreditado ser mozo de formalidad y aplicación. El papel suyo, que ahora ha venido a mis manos es obra no sólo de un escritor ingenioso, sino de un buen patriota. Sabe por experiencia que a las gentes de este país puede aplicárseles lo que Virgilio dijo de las ovejas:

Sic vos non vobis vellera fertis, oves.



Ellas poseen el vellón y otros sacan el dinero del esquileo. Escribiendo sobre la libre venta del vino, se entra en la recta senda del tráfico, y si las buenas doctrinas que en el escrito se explanan hacen mella, se logra no poco a beneficio de la producción y del consumo, cuyo capital enemigo es el monopolio. Pero como lo que se imprime en Vitoria no viene más acá del Prado, Oromasis tendrá que perdonarme mi indiscreto atrevimiento. He escrito a los redactores de la Miscelánea instructiva, curiosa y agradable para que reimpriman el diálogo, remitiéndoles un ejemplar, acompañado de una nota, que deseo se inserte como de la redacción.

La nota dice así: «Creemos hacer un servicio al público en insertar en nuestra Miscelánea este escrito, pues los males que en él se combaten no son males peculiares de Vitoria, sino de casi todos los pueblos y ciudades de España. Además su autor ha tenido el raro mérito de inculcar en él por medio de la graciosa sencillez del diálogo unos principios que debían estar grabados en todos los ayuntamientos de los pueblos, y servirles de norma en materia de abastos. Extiéndase, pues, en toda la nación por medio de nuestro periódico un papel, que de otro modo quedaría oscurecido en pocas manos, y tengamos nosotros la satisfacción de concurrir con su benemérito autor a hacer la guerra a las malditas trabas contrarias a la felicidad general. Sólo gritando continuamente, y repitiendo sin cesar los buenos principios, es como se puede esperar alguna reforma en esta parte». Si erré en lo hecho, se os pide un perdón que merezco en gracias del buen deseo, que fue el móvil de vuestro amigo... y algo más que amigo, paisano, pariente, comensal.- Félix.

Septiembre de 1798.115




ArribaAbajo- CXVI -

A Martín Fernández de Navarrete


Vitoria, 27 de octubre de 1798

Mi estimado amigo: Yo soy hombre de hacer empeño y empeños, y de machacar y moler como el primer moledor y machacador del mundo... que fue... no estoy en la historia.

Mas sea lo que se fuere, lo que quiero, ¡así lo quisiera usted!, es que mi recomendado que va dentro de la adjunta, o de lo que sea, pues aún no me la han entregado, quede satisfecho si no queda servido. Como lo quedará, haga usted lo que hiciere, su apasionadísimo a más no poder, digo, su muy apasionado hasta no poder más.- El Sr. D. Félix.

Mi amado Navarrete.

Vitoria, 27 de octubre de 1798.116




ArribaAbajo- CXVII -

A Felipe Salcedo


Logroño [1798]

Querido: Con las cosas de Sociedad que me abruman estando Montehermoso inutilizado y Pedro Jacinto de Álava sin poder leer ni un capítulo de Gaceta no puedo con los correos, y más cogiéndome en parte el carro de la Historia de esta Ciudad que por el influjo de unas miserables pescaderas ha decretado que se quite la libertad en la compra, y venta de este género y lo mismo sucedería con el vino si no se reuniese por el correo de hoy al Consejo sobre el decreto dicho.

Por todo esto seré breve y de no haber alguna novedad particular en política no diré nada.

Ni Saralegui ni persona viviente me avisó que la inscripción del piano, aunque autor alemán o inglés como son todos ellos está en francés con fecha de París del 97.

A esto me han dicho que lo ponen así en Londres para que pasen embarcados en navíos neutrales por efectos franceses.

Queda vuestro.- Félix.

Logroño [1798]

P. D. Sabrás por las noticias directas de Roma a Madrid que el rey de Cerdeña ha pedido lo dejen vivir como simple particular, pues le han desmembrado los estados. Marena marcha con treinta y cinco mil (hombres) a Nápoles; el pueblo romano ha pedido la continuación de la Religión católica dominante. Son noticias de Gardoqui, auditor de Rota, en Roma. El congreso de Radstat ha declarado las orillas del Rhin límite con la República Francesa.117




ArribaAbajo- CXVIII -

A José Ignacio de Sendoa


Vitoria, 5 de [...] de 1798

(Reservada)

Mi amigo don José: La cosa va de veras. Vea usted la adjunta razón y el árbol que le sigue a la vuelta y tratemos de poner en claro si es posible esos documentos, pues sin ellos nos quitan el Mayorazgo de Yurreamendi.

Mande usted a su afectuoso servidor que servidor besa sus manos.- Samaniego.

Vitoria, 5 de [...] de 1798.118




ArribaAbajo- CXIX -

A Saturnino de Otazu


29 de [...] de 1799?

Querido: Paga esa cuenta al sastre francés y quedamos solventes, salvo algún maravedí.

Me va grandemente de salud con no parar.

Tuyo y de tus gentes.- Félix.

29 de [...] de 1799?119




ArribaAbajo- CXX -

A Damiana, señora de Otazu


Laguardia, 24 de junio de 1799

Mi amada prima: Creo que no necesitas de pruebas de mi parte para persuadirte que te deseo sinceramente todo alivio y todo bien. Mira si puedo contribuir a ello, y cuenta con toda seguridad con tu primo y amigo de corazón.- Félix.

Querida Damiana.

Laguardia, 24 de junio de 1799.120




ArribaAbajo- CXXI -

A Saturnino de Otazu


[¿1799?]

Mi amado sobrino: Te sobra talento y virtud para que necesites de reflexiones de consuelo en la pérdida de mi querido Carlos. Damiana, María Águeda y tus hijos hallarán en ti cuanto pueden desear en las presentes circunstancias; y si creyeseis que yo puedo serviros de algo, a nadie encontraréis más dispuesto a daros pruebas de amistad íntima, que a tu tío y apasionado amigo, que te quiere de corazón.- Félix.- Querido Saturnino.

[¿1799?]121




ArribaAbajo- CXXII -

A Saturnino de Otazu


Laguardia, 25 [sin mes, ni año, ¿99?]

Mi amado sobrino: A la tercera va la vencida.

Tu segunda carta me confirma en el concepto de que no vienes por no incomodarme. Ven, pues, y verás como Albiz, tú y yo estamos con más quietud, más comodidad y más placer, que cuantos existen en el mundo, sean monjes, sean canónigos, o sean hombres ricos y tontos.

Ven y mira que, como es la tercera iba a escapárseme lo de ven con mil demonios; pero no, ven y sea con los marqueses de la Alameda o con algún otro, que no sea a la hora cruda. Así te lo pide, te lo ruega, te lo manda, con licencia de las señoras, tu tío.- Félix.

Señor don Saturnino.

Laguardia, 25 [sin mes, ni año, ¿99?]122




ArribaAbajo- CXXIII -

A Saturnino de Otazu


Laguardia, 13 de enero [sin año, ¿99?]

Querido Saturnino: Ahí va ese Manuel; recomendadlo vosotros a Burgos, y que lo recomiende Hortuño, sin decir uno ni otros que es cosa mía, porque dirían con razón: ¿por qué no nos escribe él?

Si logra [la plaza] el pretendiente, puedes asegurar que tendrán uno de los mejores cirujanos de la nación.

Adiós, hijo mío, adiós otra vez; tuyo tu tío.- Félix.

Laguardia, 13 de enero [sin año].123




ArribaAbajo- CXXIV -

A Saturnino de Otazu


Laguardia, 29 de mayo [sin año, ¿99-800?]

¿Es posible, Saturnino, que en materia de baratijas, miriñaques y chismes seas tan abandonado? Mi caballo se queja, y se queja con razón, de que lo tenga hecho un Adán. Yo, que tengo un carácter tan blando como una calabaza podrida, acudo a ti, y te pido con los ruegos más... [¿impetuosos?] quieras... Yo no sé lo que querrás, lo que debes querer, sí lo que yo quiero. Manuel te lo dirá, que no lleva otro viaje; y ya me podía yo haber ahorrado el maldito rato de escribirte, que no le he tenido peor desde que como pan, como soy.- Félix.

Laguardia, 29 de mayo [sin año, ¿99-800?]124




ArribaAbajo- CXXV -

A Saturnino de Otazu


Laguardia, 13 de abril de 1800

Mi querido sobrino y amigo: Cuento contigo en mi casa para las Juntas; mas, ¿con qué seguridad? Antes creeré que falte el mismísimo Diputado que tú, y si no el tiempo lo dirá.

Habrá novillos y gaita. ¿Quieres más? Pues si más quieres, y dependiere de mí, que lo logres no dudes, que serás servido a manos llenas.

Igual convite haría a Damiana, María Águeda y sobrinas; pero no soy hombre de convidarlas a dormir en el suelo, a no querer acostarse contigo toda la familia.

Sabes que es tu verdadero amigo y tío que te quiere mucho.- Félix.

Laguardia, 13 de abril de 1800.125




ArribaAbajo- CXXVI -

A Antonio Fernández de Navarrete


Laguardia, 10 de octubre de [1800]

Querido Antonio: Al mismo Barrabás no le ocurre, dirá su exquisita formalidad, al mismo Barrabás no le ocurre, a un riojano que tiene vendimia en su casa, convidarle a las ajenas. ¡Dejar el fruto de todo el año en poder de infieles!

Pero vamos poco a poco, amigo. Algo se ha de hacer por la patria, que, en calidad de madre, reclama las atenciones y miramientos que ordena el cuarto mandamiento. Salazar ha venido por unos días a acompañarme a La Escobosa y conviene que usted venga también para que hablen sobre el asunto del camino. Le advierto en secreto que Olaguíbel no está muy satisfecho de la pretensión de Salazar; con que ánimo, amigo mío. Olaguíbel no se atreve a hablarle, o si habla no se explica; con que sus argumentos de usted tienen que ser más convincentes.

Aquí, de sobremesa, entre botellas de supurado y moscatel, y tazas de café, demostrará usted con sus medidas trigonométricas y con razones sacadas de la conveniencia, y expuestas con gravedad, facundia y energía, que el proyecto que usted defiende es el mejor; y Salazar, patriota a nuestra usanza, acaso se prescinda de todo por separar el camino de los pueblos de Castilla para que los nuestros no se contaminen con el contacto, o acaso se convenza.

Suceda lo que quiera, a mí siempre me sucederá bien, si usted viene, por disfrutar en este retiro de tan agradable compañía.

Ya sabe mi deseo de que todo se haga como más convenga al interés de todos, sin dar cabida a envidias, a pasiones... Pero, ¡ay, es nada lo que pretende un deseo temerario! Si a los anacoretas los tentaban los diablos en los desiertos, ¿qué sucederá a los que vivimos en continuo roce con nuestros semejantes?

Venga usted, pues, para ver si hace la obra de caridad de que Salazar no caiga en la tentación de perjudicar a Labastida, por no beneficiar a Ábalos y San Vicente. Estos caminos de extracción, cuantos más pueblos crucen son mejores. Pero ¿a qué me meto a decir lo que es de la incumbencia de usted? Venga a La Escobosa; y si tiene las caballerías legítimamente ocupadas con la vendimia, yo tengo dos caballos que descansan como señores.

Avise y el dador irá a buscarle con uno. Suyo.- Samaniego.

Sr. D. Antonio Fernández Navarrete.

Laguardia, 10 de octubre de [1800].126




ArribaAbajo- CXXVII -

A Saturnino de Otazu


[enero, 1801]

Querido Saturnino: ¿Sabes lo que es todo? Pues todo lo he recibido. Gracias a ti y gracias al señor Alcaraz.

He quedado estropeado de un cólico, me han sacado de él el baño general y la mixtura de opio; no me he dejado sangrar.

Comeré poco, pasearé mucho, y no volverá si no viene por hacerme parcal y guardar dieta.

Me alegro de que no hayas venido a pasar las Pascuas: a más de haberlas pasado yo enfermo, te hubieran bailado en cuatro días cuarenta y tantas contradanzas. ¡De qué buena te has librado!

Sería nunca acabar que cumplieses por mí con todas tus gentes. No cumplas con nadie y quedaremos descansados tú y tu tío.- Félix.

[Enero, 1801].127




ArribaAbajo- CXXVIII -

Al Señor Diputado General


Laguardia, 13 de enero de 1801

Querido Alameda: Hemos perdido la ocasión de hacerte obedecer y respetar en La Puebla para ejemplo de toda La Rioja Alavesa y mucha gloria tuya de las circunstancias.

Cuando te aconsejé tesón estaba yo por noticias originales y positivas bien asegurado en que lejos de hallar resistencia hubieran auxiliado a tus gentes hasta los mismos del Estado General tiranizados por la familia de los inobedientes que tiene todo su interés en regentar la alcaldía perpetuamente.

Conozco desde aquí tu situación y veo que no has podido conducirte de otro modo.

Cuenta con lo que yo valga para todo, y muy particularmente para cuanto interese al bien público que tanto puede ganar contigo, según vemos confirmadas nuestras esperanzas en el rasgo de generosidad con que empleas tus caudales a favor de la provincia.

No exige respuesta tu verdadero pariente y amigo.- Félix.

Laguardia, 13 de enero de 1801.128




ArribaAbajo- CXXIX -

Al Marqués de la Alameda


Laguardia, 26 de [enero de 1801]

(Reservada)

Querido Alameda: Debo hablarte cuando media el bien público que estoy a tu cargo.

Oye a este pardillo, hombre de bien. No te diré más. Tu pariente y amigo.- Félix.

Laguardia, 26 de [enero de 1801].129




Arriba- CXXX -

A Saturnino de Otazu


Laguardia, 24 de mayo de 1801

Querido Saturnino: El hombre de mis viñas, Manuel Pérez, te presentará uno de mis caballos, tengo dos, para que hagas llamar al mejor de los guarnicioneros o silleros, lo vea y quede encargado de hacerme una silla a la española, cómoda, hermosa y sencilla.

Quiero más: me lo harás guarnecer de brida, y todo correaje de pies a cabeza, (¡por Dios no digas que soy maestrante!, no sé ni la nomenclatura de estas zarandajas; en pasando de silla y albarda se me va la cabeza). Con el maldito del paréntesis se me ha olvidado el caso.

¡Ah!, ya me acuerdo, digo, que me hagas poner la tal bestia como si saliese de manos del sastre francés. Inculco en que no traiga... de correas y embrollos, sino que todo sea aseado, limpito, de gusto y ligero.

Acuérdome, por cierto, que Guevara habló contigo; tratasteis de un freno, etc., que tienen esos alemanes, que le falta baticol, que hay un zapatero que lo haría, pues da al cuero el lustre a la inglesa, y otras mil maravillas, como en ello se contiene. Con esto pienso que pudieras hacer algo y algos, y dejarme contengo.

Hete dicho que el portador es el hombre de mis viñas, para significarte que tu eficacia, poder y longanimidad dispongan que, a pesar de las fiestas, se haga el encargo, se tomen las medidas, se vuelva el comisionado con el caballo, y tú pegues fuego a la cosa desde el tercero de Pascua para que la traigan al momento.

¿Con que mi amigo Manca va a ser vuestro vecino? Para mí es mucha pérdida no disfrutar de su conversación; hay allí muchísima gracia, mucha sal y, sobre todo, un grandísimo uso de mundo. ¿Cómo no dispondremos una musiquiña como la de marras?

Después de tan larga carta, no hay valor ni para escribir ni para leer las expresiones, que yo pondría a tu madre, a tu mujer, a tus hijas, a mi prima, a mis sobrinas, etc. etc., si me dejase llevar del cariñote que a todos os tiene el tío.- Félix.

Laguardia, 24 de mayo de 1801.130