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  —fol. 252v→  

ArribaActo III

 

Salen LISENO y RUFINO, pastores.

 
LISENO
Felicísimas montañas
donde ha venido a morar,
ya entre peñas, ya en cabañas,
la santidad que ha de dar
tal fama a tierras estrañas.5
Y vós, palmas orientales,
que sustentáis tales almas,
supuesto que desiguales
a las celestiales palmas,
de sus almas celestiales.10
Y vosotros, arroyuelos,
que dulces cristales dais
por aquestos verdes suelos,
con que alegres imitáis
a las aguas de los cielos.15
Dichosos también seréis,
pues aunque en él no nacéis,
ni vuestra ventura quiso,
pasáis por el Paraíso,
pues entre santos nacéis.20
RUFINO
Con justa razón, Liseno,
encareces estos santos,
de que este monte está lleno,
aunque estoy de sus espantos
casi de sentido ajeno;25
que andan visiones aquí
que estremecen los pastores.
 

(Sale LAURENCIA34 y un PASTOR.)

 
PASTOR
¿Sola va, Laurencia?
LAURENCIA35
Sí,
que de peligros mayores
llevo la defensa en mí.30
PASTOR
Liseno y Rufino están
junto al arroyo.
LAURENCIA
¡Oh, Liseno!
LISENO
¿Dónde aquesos ojos van?,
si está el prado tan ameno,
¿qué flores darle podrán?35
LAURENCIA
Voy a ver el santo viejo
destas montañas espejo,
y a tomar su bendición,
y para ver la ocasión,
voy a pedirle consejo.40
LISENO
¿Casaste?
LAURENCIA
Dicen que sí
los zagales del aldea,
con poca ocasión que di.
LISENO
Para bien, Laurencia, sea,
si ha de ser bien para ti;45
¿qué llevas a Barlaan?
LAURENCIA
Unas almendras le llevo,
nueces, dátiles y pan.
RUFINO
¿No nos dirás el mancebo
que por marido te dan?50
LAURENCIA
Las condiciones son tales
que, pues yo consejo pido,
no son a mi gusto iguales.
LISENO
¿Luego ya tiene un marido
como caballo señales?55
LAURENCIA
Si es una cosa escogida,
que un día no ha de durar,
bien es que busque advertida
lo que no se ha de acabar
si no se acaba la vida.60
 

(Sale BATO, labrador gracioso.)

 
BATO
¿A dónde hallará consuelo
la desventura de Bato?
Ya para que vuelvo al hato
tiene mi desdicha el suelo;
estome por ahorcar65
de un árbol con esta cincha.
RUFINO
¡Bato, Bato!
BATO
¿Quién relincha?
LISENO
Bato.
BATO
No hay que batear;
yo vengo desesperado
y con muy justa razón.70
  —fol. 253r→  
LAURENCIA
¿No nos dirás la ocasión
de tu congoja y cuidado?
¿Lloras?
BATO
¡Ay!
LAURENCIA
¿Pucheros?
BATO
¡Ay!
LAURENCIA
¿Qué tienes?
BATO
¿No basta ver
la cincha para saber75
la desventura que hay?
LAURENCIA
¿Perdiósete la pollina?
BATO
Aquí fue Troya.
LAURENCIA
Recuerda.
RUFINO
¿Que una pollina se pierda
te ha de dar tanta mohína?80
BATO
Más mal hay.
RUFINO
¿De qué manera?
BATO
Pasaba con mi mujer
ese arroyo, oh Llocifer,
que ayer un arroyo era;
mas Dios mos libre de roines85
cuando se ensanchan, creció
de suerte, que tropezó
la burra entre dos rocines,
y díjele a mi mujer,
que en el agua me esperase90
a que la burra sacase,
y nunca lo quiso her.
Mientras tiré de la cola,
son las mujeres malditas,
comenzó a her gorgoritas,95
y asomose una vez sola;
mas luego se zambulló36;
yo, con la burra ocupado,
no pude acudir turbado.
LAURENCIA
¿Y ahogose?
BATO
Allá quedó.
100
LAURENCIA
¡Pobre Fabia!
BATO
¿Qué he de her?
Pero al fin yo consolado,
de que aunque coma asado
no pedirá de beber.
Dadme la cincha y lugar105
para ahorcarme.
LISENO
Eso no.
BATO
¿Sin burra, y sin mujer yo,
con quién me he de consolar?
Ya, si la burra tuviera,
de Fabia me consolara,110
y si Fabia me faltara,
de la burra me sirviera.
¿Cómo se escusa también
mi muerte? ¡Ay, desdicha mía!
Burra y mujer en un día:115
nadie perdió tanto bien.
RUFINO
Detente, loco, y advierte,
que entre muchos que aquí están,
el gran padre Barlaan
libró a muchos de la muerte.120
Búscale y hallar podrás,
pues manso a todos recibe
tu remedio.
BATO
¿Y dónde vive
el gran padre Barrabás?
RUFINO
Bestïa, Barlán te digo.125
LAURENCIA
Yo voy allá.
BATO
Pues Laurencia,
vamos juntos.
LAURENCIA
Ten paciencia
y sube al monte conmigo.
BATO
Deme a Dios si no me aburra,
que tengo ya que perder;130
¿no bastaba sin mujer,
que aún he de quedar sin burra?
 

(Vanse los dos.)

 
LISENO
Estraña simplicidad.
RUFINO
Es de aquella condición.
 

(Sale el PRÍNCIPE JOSAFAT.)

 
JOSAFAT
Oh, qué dichosos que son,135
santísima soledad,
cuantos a vós se retiran,
y en estas peñas esentas,
los naufragios y tormentas
de la mar del mundo miran.140
Desde aquí se ven mejor
los euripos temerosos,
los escollos peligrosos
del alma, vida y honor.
Las Scilas de aquí se ven145
—fol. 253v→
en mejor árbol de nave;
aquí de su voz süave
celebra el alma también.
Todo está seguro aquí;
¡oh maestro, si te hallase,150
porque contigo gozase
el bien que tengo por ti!
Pastores desta montaña
¿habéis visto un santo viejo,
que es desengaño y espejo155
de cuantos el mundo engaña?
LISENO
¿Preguntáis por Barlaan?
JOSAFAT
Por él mismo.
LISENO
Ya os enseña
su cueva esa parda peña.
JOSAFAT
¿Que allí encerradas están160
tantas virtudes?
RUFINO
Allí
se alberga ese santo agora.
LISENO
La tierra, el mancebo adora.
RUFINO
¡Qué grandeza muestra en sí!
LISENO
El viejo baja; dejemos165
que se hablen en Dios los dos.
 

(Vanse y sale BARLÁN).

 
JOSAFAT
Mi padre, gracias a Dios
que en este monte nos vemos.
BARLÁN
Ay, Josafat, cuántos días
este tuve deseado,170
que aunque estaba confiado
del amor que me tenías,
también echaba de ver
que un imposible intentabas,
aunque de quien tu fiabas175
mayores los sabe hacer.
Grande fue tu fortaleza;
que dejar un reino es cosa
áspera y dificultosa
a nuestra naturaleza.180
¿Cómo vienes? ¿Cómo estás?
JOSAFAT
Ya Sacerdote ordenado
vengo.
BARLÁN
Ay Josafat amado,
¿cómo esos pies no me das?
JOSAFAT
Álzate, padre, del suelo,185
que es esa mucha humildad,
pues la misma autoridad
te ha dado en la tierra el cielo.
¿Qué haces?, deja los pies.
BARLÁN
Dame la mano siquiera.190
JOSAFAT
Mas tú a mí la tuya.
BARLÁN
Espera.
bendíceme.
JOSAFAT
Y tú después;
Dios te dé su bendición.
BARLÁN
Y a ti también te bendiga;
para que mejor prosiga195
el alma su vocación.
¿Cómo pudiste venir?
JOSAFAT
Padre, el Rey murió, heredé
el reino, y ese dejé
a quien le sabrá servir;200
que también es el reinar
oficio, aunque es el mayor.
BARLÁN
Grande ha sido tu valor,
no me acabo de admirar.
JOSAFAT
Pues, padre, ¿de qué te admiras?205
¿Qué piensas tú que dejé,
si lo mucho que gané
con atentos ojos miras.
Dejé un perpetuo desvelo,
dejé un sueño de la vida,210
dejé una imagen fingida
idolatrada del suelo.
Dejé una falsa belleza,
dejé un veneno dorado,
dejé un temor engañado215
y una aparente belleza.
Dejé un espejo fingido,
dejé un cuidado inmortal,
con sombra de bien, un mal,
tarde, o nunca conocido.220
Dejé un bien sin amistad,
que a sí mismo le gobierna,
dejé una lisonja eterna
—fol. 254r→
y un silencio en la verdad.
Dejé una flaqueza fuerte225
y un engañado tormento,
dejé el mayor sentimiento
que puede hallarse en la muerte.
Y pues todo en ella para,
dejé un reino y un lugar230
que me había de dejar
cuando yo no le dejara.
BARLÁN
Hijo, quien supo tan bien
trocar el mal de la tierra,
sabrá resistir la guerra235
destas soledades bien.
Vamos a mi cueva agora,
descansarás hasta darte
otra donde estés aparte.
JOSAFAT
¡Oh, cuánto aquí se mejora240
el reino que allá dejé!
BARLÁN
Quien el del cielo conquista,
aquí le tiene a la vista
con las obras y la fe.
JOSAFAT
Pues Padre, en eso me fundo,245
de lo que he de hacer me advierte
que viendo cierta la muerte,
¿qué valen reinos del mundo?
 

(Vanse y salen LEUCIPE, LISENO, LAURENCIA y RUFINO.)

 
RUFINO
Yo vengo de visitar
al que estos padres enseña,250
y tiene en aquesa peña
su habitación y su altar,
mas ninguno está con él.
LEUCIPE
¡Ay pastores, que ya creo,
que me engañó mi deseo!255
LISENO
Decidnos las señas dél.
LEUCIPE
Un caballero es gallardo,
que si la verdad os digo
de que por montes le sigo,
bastante disculpa aguardo;260
y es el Rey, ¿qué queréis más?
RUFINO
¿El Rey?
LEUCIPE
Él mismo.
RUFINO
¿Pues quién
de tanto regalo y bien
como refiriendo estás
le trajo a tanta pobreza?265
LEUCIPE
Él lo tiene por tesoro,
que en la ley de Cristo el oro
no se tiene por riqueza.
Engañole un Barlaan,
por quien ya la India toda270
a su gusto se acomoda.
LISENO
En la verdadera están,
y no digáis que ha podido
engañarle un santo viejo,
que es de aquesta tierra espejo.275
LEUCIPE
¿Paréceos que justo ha sido
dejar un reino?
LAURENCIA
¿Pues no?
Para buscar el del cielo.
LEUCIPE
¡Cuán en vano me desvelo!
Conozco que me engañó280
alguna furia infernal,
que disfrazada en amor
me obliga a tanto furor,
y me pone en tanto mal.
¿Qué haré, que todo mi pecho285
en vivas llamas se abrasa,
como cuando alguna casa
se emprende del suelo al techo?
Mísera yo, ¿dónde voy?
¿Quién me trae, quién me lleva290
a un monte, a un yermo, a una cueva?
Loca estoy, sin seso estoy.
¿Hame de querer a mí
quien por Dios un reino deja?
LAURENCIA
Loca está, de amor se queja.295
LISENO
Juzgas, Laurencia, por ti.
RUFINO
En este monte que ves,
y a donde agora has llegado,
que se pisa por sagrado
más con almas que con pies,300
viven muchos que podrás
—fol. 254v→
desde aquí mirar atenta;
por dicha, el que se te ausenta,
entre estos santos verás.
Mira esas verdes cabañas,305
que visten ramas y peñas,
entre esas fuentes risueñas,
que bajan de esas montañas.
¿Es alguno destos?
LEUCIPE
Voy
mirándolos.
LAURENCIA
¡Oh, qué vista
310
tan espantosa!
RUFINO
Que asista
entre estos fuerza será.
 

(Aparecen los ermitaños en sus nichos de ramas y peñas, como lo van diciendo los versos.)

 
RUFINO
¿Es aquel que en la cabeza
tiene del techo colgada
una corona de acero,315
que a cualquier parte que caiga,
si por dicha se durmiese,
tantas puntas aceradas
las sienes le pasarían?
LEUCIPE
No es aquel.
RUFINO
¿Ni aquel que enlaza
320
aquellas torcidas mimbres
que aquellas cadenas atan
los pies, para que jamás
de su cueva al campo salga?
LEUCIPE
Tampoco, ¡triste de mí!325
RUFINO
¿Ni aquel que en los hombros carga
aquella espantosa peña?
LEUCIPE
Menos.
RUFINO
Pues vuelve la cara
a aquel que a una cruz se mide.
LEUCIPE
En vano, amigo, te cansas;330
todos los veo y ninguno
es el que me abrasa el alma.
LAURENCIA
Ahora yo quiero enseñarte,
al pie de una fuente clara,
uno que ha poco que vino335
de la ciudad de Alejandría.
LEUCIPE
Vamos, y de mi te duele,
serrana hermosa, si amas,
porque he de perder la vida
si el bien que busco me falta.340
 

(Vanse.)

 
LISENO
Brava determinación.
RUFINO
Algún demonio la engaña.
LISENO
Es mujer y tiene amor.
RUFINO
Buena disculpa.
LISENO
Esta basta.
 

(Vanse y sale JOSAFAT.)

 
JOSAFAT
Calladas soledades,345
apacible silencio,
que el alma levantáis a bien más alto;
centro de las verdades,
a donde diferencio
el bien de que me vi tan corto y falto,350
yo he dado un grande salto,
pues dejo el mundo en medio
del cetro deste polo
a un monte mudo y solo;
pero si en él estriba mi remedio,355
dichoso yo que puedo
vivir sin quejas y morir sin miedo.
Mi Padre no ha querido
—fol. 255r→
que viviésemos juntos;
un río ha puesto en medio, porque intenta360
que vivamos difuntos,
y de que le visite se contenta,
cuando de darle cuenta
de algunas cosas guste;
yo en todo le obedezco,365
y a soledad me ofrezco,
sin que tanta aspereza me disguste;
que también tienen leyes
los montes, como allá las de los Reyes.
Aquí, sin libros quiero370
entretener los días,
que libros son las hojas de las flores,
adonde hallar espero
altas filosofías
en la diversidad de sus colores;375
¿qué concetos mejores
que ver sus diferencias
y fábricas hermosas,
y entre flores y rosas,
de las aves las dulces competencias?380
todo a su Autor alaba,
y nunca el hombre de alabarle acaba.
 

(BATO, en lo alto del monte.)

 
BATO
Por aquí preguntaré,
que pienso que vo perdido.
¡Ah, Señor!
JOSAFAT
¿Quién es?
BATO
Yo he sido,
385
que ya lo que soy no sé.
¿Sabrame su Reverencia
decir en qué cueva está
un hijo de un rey, que acá
se vino a her peletencia?390
Que vo más ha de seis días
buscando un santo, que es cosa
de hallar tan enfecultosa,
que en vano son mis porfías.
Muchos andan por ahí,395
que todos parecen santos,
y aunque Dios puede her tantos,
y los hay y es cierto ansí,
algunos que por las plazas
con invenciones encuentro,400
en viéndolos por de dentro
se me vuelven calabazas.
Este hijo deste Rey
me parece santo a mí,
pues viene a ser pobre aquí405
por obedecer la ley
de Cristo, con tal rigor,
que todo por él lo deja;
que yo, que tengo una oveja,
o so pobre labrador,410
o miserable oficial,
¿qué hago que a nadie importe
—fol. 255v→
hecho ermitaño en la Corte,
solo en casado y sayal,
comiendo con el señor,415
que a no haberme ermitañado,
nunca me diera su lado,
su mesa, ni su favor?
Huyen estos la obediencia
de una santa religión420
y andan buscando opinión
en la vulgar inocencia.
A la fe que, aunque so bobo,
que bien sé yo lo que hiciera
si allá el gobierno tuviera,425
sacando al que fuera lobo
de entre las pobres ovejas.
JOSAFAT
Callad, amigo, por Dios,
que no os están bien a vós
ni esas leyes, ni esas quejas.430
Muchos, para santo ejemplo,
conviene que estén allá;
que muchos santos habrá
en la plaza y en el templo.
Mas vós, ¿para qué buscáis435
ese que decís?
BATO
Señor,
malicias de labrador,
nunca en nada las tengáis.
Decidme donde hallaré
el hijo del Rey que digo.440
JOSAFAT
Yo soy Josafat, amigo,
que el indio reino dejé,
no santo, como decís,
sino un grande pecador.
BATO
Pues no me alzaré, señor,445
si aquí no me bendecís.
JOSAFAT
Levántate, y está cierto
que un hombre perdido soy.
BATO
¡Ay Padre, buscándoos voy
un mes por este desierto,450
para que un milagro hagáis,
como los santos lo hacen!
JOSAFAT
De Dios, a quien ruegan, nacen,
y a Él es bien que los pidáis.
Yo miro vuestra inocencia,455
y conozco mis pecados.
BATO
Padre, escuche mis cuidados,
y sepa su Remenencia,
ya que Dios le hizo tal,
que dejó tanta comida,460
tanta gente bien vestida,
y tanta guarda real.
Yo era casado y tenía
una muy buena mujer,
que más que hilar, responder465
a mis enojos sabía.
Pasábala caballera
en una pollina parda,
ese río, con albarda
y un poyal por delantera.470
Tropezó, cayó, acudí
a la burra, y entre tanto
se me ahogó.
JOSAFAT
Justo es el llanto.
BATO
La burra también perdí;
queríale suplicar475
pida en su oración a Dios
que resucite a las dos,
y si es mucho importunar,
la una pida si le prace,
y hacerme amistad desea,480
y esta que la burra sea,
porque más falta me hace.
JOSAFAT
Hijo, a Dios se han de pedir
cosas justas, y por justos;
advierta que esos disgustos485
y otros mil ha de sufrir.
Son avisos que le da
para que enmiende su vida.
BATO
Ya veo que está perdida
y en el peligro que está.490
JOSAFAT
También como su mujer
—fol. 256r→
se pudiera él ahogar.
BATO
Padre, ¿quiéreme enseñar,
que yo deseo aprender
el camino de salvar?495
JOSAFAT
Sí, por cierto.
BATO
Pues yo quiero
ser aquí su compañero,
y a que me enseñe quedarme,
iré por pan a la villa
y cuanto me mande haré.500
JOSAFAT
¿Trae hábito?
BATO
Yo haré
de aqueste gabán capilla.
JOSAFAT
En ese valle tendido
yace muerto un ermitaño,
con un hábito de paño505
bien largo, aunque algo traído;
vaya y póngasele.
BATO
¿Está
de todo punto defunto?
JOSAFAT
Espiró en aqueste punto.
BATO
El Diablo me trajo acá.510
Ve aquí lo que he negociado;
mas, ¿que me agarra este muerto?
JOSAFAT
¿No va?
BATO
Ello es cierto,
a mí me agarra el finado.
 

(Vase y sale LEUCIPE.)

 
LEUCIPE
Esta vez no te me irás;515
que la llama que me guía,
adónde estabas sabía,
puesto que en el alma estás.
¿De qué te sirve esconder
por peñas y por montañas,520
si te constan las hazañas
de una atrevida mujer?
Leucipe soy, ¿qué me miras?
JOSAFAT
¡Válgame el cielo! ¿Qué es esto?
¿Eres sombra que se ha puesto525
sus hábitos y mentiras,
o en tu pecho se reviste
el que tanto mal nos hace?
LEUCIPE
De amor que te tengo nace
fuego en que siempre me visto.530
¿En qué te puedo obligar
más que viniendo perdida?
Honra, hacienda, reino y vida
me has obligado a dejar.
Cristiana he sido por ti;535
¿qué quieres sino es quererme?
Cánsate ya de encenderme;
yélame o mátame aquí.
Si quieres servir a Dios,
casados le serviremos,540
y a nuestro Reino podremos
volver a vivir los dos.
No es obligación de un rey
el ayuno, la abstinencia,
la oración, la penitencia,545
sino el gobierno y la ley.
El administrar justicia
y el administrar su reino.
JOSAFAT
En paz sin el reino, reino
y esa ambición es malicia550
del que te ha traído aquí.
LEUCIPE
Si aborreces tus estados,
vivamos aquí casados
y no te apartes de mí.
JOSAFAT
Casado y en soledad,555
no era bien, aunque pudiera.
LEUCIPE
¿Por qué, si Dios se sirviera
de nuestra conformidad?
JOSAFAT
Sacerdote soy, Leucipe,
ya no me puedo casar.560
LEUCIPE
Yo te tengo de abrazar,
es justo que me anticipe
si a ti vergüenza te obliga.
JOSAFAT
¡Favor celestial, Señor,
favor!
LEUCIPE
Mi señor.
JOSAFAT
¡Favor!
565
Suelta, ¡ay, Dios!, suelta, enemiga.
VOZ

 (Dentro.) 

Venciste, yo te confieso,
—fol. 256v→
Josafat, que me has vencido.
 

(Vase y sale BATO.)

 
BATO
Anda aquí tanto roído,
que de miedo pierdo el seso.570
Voces dan y hay mal olor,
si los diablos se han elevado
por ventura aquel finado,
más que santo, pecador.
¡Ay de mí, sin duda que es575
este que en el suelo está!
¡Ay, Dios!, quien me trujo acá,
bajado se me ha a los pies
la sangre con el temor;
todo me siento mojar,580
¿cómo tengo de llegar,
Señor? ¿Qué digo?, ¡ah, Señor!
¿Cómo podré desnudarle?
Pero, ¿cómo está vestido
de color, si este ha sido585
ermitaño en este valle?
Él es temor desigual,
que la vista me enflaquece,
y así colores me ofrece
en lo que es pardo sayal;590
o por dicha algún pastor
le ha desollado el pellejo,
como a caballo, o conejo,
y no es de miedo el color.
Si esto es verdad, no condeno595
ni el hecho, ni el desengaño,
que el cuero de un ermitaño,
para un cofre será bueno.
¡Ah, Padre!
LEUCIPE
¿Quién me llamó?
BATO
¡Ay de mí!, tiemblo, ¿qué haré?600
LEUCIPE
Josafat.
BATO
¿Por dónde iré?
LEUCIPE
Escucha.
BATO
Que no soy yo.
LEUCIPE
¿Quién eres, amigo?, espera.
BATO
Un pobre pastor, señor.
LEUCIPE
Escucha, amigo pastor.605
BATO
¡No es ensunto!
LEUCIPE
Yo quisiera.
BATO
Señor, Bato so, que vengo
a ermitañarme y pedir
limosna para vivir
con un buen amo que tengo.610
¿Es muerto o vivo, quién es?
LEUCIPE
Vivo y muerto y mujer soy.
BATO
Si es mujer, muy cierto estoy
que por cualquier interés
un desmayo facilitan,615
con que vivas se amortecen,
porque a las zorras parecen,
que mueren y resocitan.
¿Qué quiere? Déjeme ir,
que estoy tembrando de miedo.620
LEUCIPE
Amigo, si vivir puedo,
aquí tengo de vivir.
Un hombre vine a buscar,
que con haberme tocado
hasta el alma me ha mudado,625
que bien le puede mudar.
Matome y diome la vida,
pues me resucita a ser
otra distinta mujer
de otro nuevo ser vestida.630
Yo era muerta en el pecado,
desde hoy vivo, y desde hoy
no soy quien era, otra soy.
BATO
¿Que hoy habéis resocitado?
LEUCIPE
Hoy tengo este nuevo ser,635
hoy vivo, que muerta he sido.
BATO
Más dicha habéis vós tenido
que mi burra y mi mujer.
LEUCIPE
¿Dónde hallaré algún sayal
y alguna cueva?
BATO
Aquí junto
640
me dicen que un monje enfunto
—fol. 257r→
yace en un branco arenal.
Desnudadle, y en su cueva
podéis vivir.
LEUCIPE
Si me guías
donde de las culpas mías645
la penitencia me lleva,
parte de mis oraciones
alcanzarás.
BATO
Venga, pues.
LEUCIPE
Si tu sacrificio es
los contritos corazones,650
acepta el mío Señor,
pues por templar tus enojos
ya te le doy por los ojos,
aunque abrasado de amor.
 

(Vanse y salen los músicos, LAURENCIA, RUFINO, LISENO, y cantan los músicos.)

 
Al cabo de los años mil655
vuelven las aguas por do solían ir.
Cada uno al desposado
en el valle decir puede
su copla, para que quede
bastantemente alabado.660
Y de Laurencia también,
que le goce muchos años;
que yo por propios y estraños
hoy le doy el parabién.
Al cabo, [de los años mil37665
vuelven las aguas por do solían ir.]
Es el mundo tan ligero
y rueda tanto, que yo
pienso que lo que pasó
ha de ser como primero.670
Hoy se mira caballero
el que ayer fue labrador,
esclavo el que era señor,
y el que fue personal Gil.
Al cabo, [de los años mil675
vuelven las aguas por do solían ir.]
Tomar el tiempo que viene
es la prudencia mayor;
no hay imperio sin temor
cuando más grandeza tiene.680
Pasar y sufrir conviene,
que unos vienen y otros van;
los que seguros están,
no lo estarán de morir.
Al cabo, [de los años mil685
vuelven las aguas por do solían ir.]
 

(Sale BATO, vestido de ermitaño.)

 
BATO
Deo gratias, honrada gente,
¿hay limosna?
LAURENCIA
¡Ah, padre mío!,
desde este punto confío
el vivir dichosamente.690
Écheme su bendición,
hoy me he casado en verdad.
BATO
¡Ay de aquella soledad
de los que ermitaños son!
LAURENCIA
¿Ha mucho que es ermitaño?695
BATO
Bien debe de haber un hora.
LAURENCIA
Fraco está.
BATO
Ayúnase agora,
y hay día que dura un año.
LAURENCIA
¿Quiere comer cualque cosa?
BATO
¿Tiene que beber también?700
LAURENCIA
No faltará qué le den.
BATO
Pues haga señora hermosa,
que sea cosa caliente,
que ha un año que por acá
como muy frío.
LAURENCIA
Sí hará;
705
cierto que es bendita gente.
BATO
Del beber no se le dé,
que sea frío, que así
me lo beberé, que en mí
ya no hay gusto.
LAURENCIA
Bien se ve;
710
no le echen agua.
BATO
Eso apruebo;
bástale la bendición,
que por mortificación
—fol. 257v→
siempre sin agua lo bebo.
LAURENCIA
¿Cómo se llama?
BATO
Fray Bato.
715
LAURENCIA
¿Es Bato?
BATO
¿Pues no lo ve?
LAURENCIA
¿Ya es monje?
BATO
Monje a la fe38.
LAURENCIA
¡Cuánto disimula el hato!
 

(Ruido de toros, sale LISENO.)

 
LISENO
Guarda el novillo, Huchohó39.
¡Ah, Pastores de la boda,720
cómo ha de alterarla toda
el novillo que llegó!
RUFINO
¿Llegó ya?
LISENO
¿Pues no lo veis?
Nunca más bravo le vea
la dehesa, ni el aldea,725
poneos en cobro, ¿qué hacéis?
BATO
Deo gratias, díganle al toro,
que el Padre Bato está aquí.
RUFINO
Padre, quítese de ahí.
BATO
Perdone el santo decoro,730
que el hábito he de quitarme,
¡Huchohó!40
LAURENCIA
Quítese acá;
cogiole, en el suelo está.
BATO
¡Ay!, ¿Nadie viene a ayudarme?
 

(Vanse huyendo y sale JOSAFAT.)

 
JOSAFAT
Hoy, que visitar quería735
a Barlaan, mi maestro,
ha crecido tanto el río
que está, de los dos, en medio,
que no puedo vadearle,
ni pasarle a penas puedo.740
Terrible ha sido la lluvia,
un mar parece que veo.
Pero, ¿qué barca es aquella?
Ya en la arena, a lo que creo,
echa el resón el arráez,745
¿si es Pescador, o barquero?
Hola buen hombre, ¿a quién digo?
 

(Sale el DEMONIO.)

 
DEMONIO
¿Quién llama?
JOSAFAT
Deo gratias; tengo
necesidad de pasar;
que ver a un padre deseo750
de esotra parte del río.
¿Quiere pasarme?
DEMONIO
Aunque vengo
a un negocio de importancia,
pasarle y servirle quiero;
que esto se debe a los santos.755
JOSAFAT
Yo soy polvo, sombra y viento;
páseme por caridad,
que en esta ocasión sospecho,
que es un ángel para mí.
DEMONIO
Sí soy, pero del infierno;760
entre, padre, que ya voy.
JOSAFAT
¿Quiere que tome los remos?
 

(Dentro.)

 
DEMONIO
No, sino ahogarte, villano
hoy que en mi poder te tengo.
JOSAFAT
¡Jesús, Jesús, Virgen Santa,765
Virgen del Monte Carmelo,
valedme, dadme favor!
 

(Sale BATO.)

 
BATO
¿Qué voces oigo, qué es esto?
¡Ay Dios! El padre se ahoga,
¿cómo podré socorrerlo?770
Pero ya viene a la orilla.
 

(Sale, asido de una cinta, JOSAFAT; llévala en la mano un ángel.)

 
JOSAFAT
Bendiga tu nombre el cielo,
ya que tu mano divina,
Virgen del Carmelo excelso,
Niño santo que en sus brazos775
eres tan piadoso y tierno,
me ha librado del tirano
Faraón, que tuvo intento
de sepultarme en las aguas;
—fol. 258r→
a los dos humildes ruego780
me dejéis por testimonio
esa cinta con que llego

 (Suelta la cinta.) 

vivo a la orilla del río,
¡Virgen, Jesús! Ya se fueron;
¿quién esta aquí?
BATO
Bato soy,
785
que pienso que estó durmiendo
de verte salir del río
tan mojado y descompuesto,
estando como lo ves
el río tan boquiseco,790
que mueren de sed los peces.
JOSAFAT
¡Ay, Bato!, a mi padre veo.
 

(Sale BARLÁN.)

 
BARLÁN
¿Qué es aquesto, Josafat?
JOSAFAT
Padre, del demonio enredos,
que anda buscando invenciones.795
BARLÁN
No le han de ser de provecho.
JOSAFAT
Bendíceme.
BARLÁN
Dios te guarde,
tú vienes a muy buen tiempo,
porque Dios me ha revelado,
que en este monte tenemos800
un santo, que en pocos días
tanta penitencia ha hecho,
que excede a los muchos años,
que tenemos los más viejos,
y quiero que entre los dos805
le veamos y busquemos,
porque nos cuente su vida.
JOSAFAT
¡Ay, padre!, qué gran deseo
tengo de ver a ese santo.
BARLÁN
Sube conmigo, que pienso810
que no está lejos de aquí.
JOSAFAT
Ni del cielo estará lejos.
 

(Vanse.)

 
BATO
Estraña gente es aquesta,
no hay más comer que tratar
del cielo; todo es andar815
con la virtud sobre apuesta.
Mas, ¡ay Dios!, ¿quién viene aquí?
 

(Sale LEUCIPE, de ermitaño.)

 
LEUCIPE
Padre, yo vengo de suerte,
que sospecho que la muerte
viene ligera tras mí.820
Yo he menester confesarme,
oigame de confesión.
BATO
Hija, yo soy motilón,
nunca he podido ordenarme;
no la puedo confesar.825
LEUCIPE
Pues, ¿qué haré yo, padre mío,
que müero?
BATO
En Dios confío,
que nos ha de remediar.
Dos padres se van de aquí,
venga por aquí conmigo.830
LEUCIPE
Ya le sigo.
 

(Vanse y sale el DEMONIO, de mujer, como LEUCIPE.)

 
DEMONIO
¿Hay más castigo?
¿Hay mayor mal para mí?
Mas ya que forma he tomado
de Leucipe, quiero ver
si en forma desta mujer835
queda este santo engañado.
Esta crüel penitencia,
como esta mujer ha hecho,
perder la acción y derecho,
teniendo en favor sentencia;840
mas no tengo de parar
hasta el fin.
 

(Sale JOSAFAT.)

 
JOSAFAT
¿Es hija mía
la que agora aquí decía
que se quiere confesar?
Que un hombre voces me dio845
detrás de aquellos castaños.
DEMONIO
Después de haber tantos años,
—fol. 258v→
Josafat, que me engañó
esa, tu vana locura,
y que me tienes perdida850
el alma, que de la vida
poco remedio procura,
¿me vienes a confesar?,
Leucipe soy.
JOSAFAT
¿Qué tú eres?
DEMONIO
Pero, ¿confesarme quieres855
cuando me voy a acostar?
Tú darás cuenta de mí.
JOSAFAT
Detén, detente.
DEMONIO
No quiero,
hoy por ti me desespero.
JOSAFAT
Leucipe, Leucipe, advierte...860
DEMONIO
No hay que advertir.
 

 (Vase.) 

JOSAFAT
¡Que un furor
loco te ponga en rigor
de perderte de esa suerte!
 

(Sale BARLÁN.)

 
BARLÁN
Mientras veniste a saber
quién era quien voces daba,865
hallé al santo que te dije,
que discurría la montaña
en busca de un confesor;
porque de abstinencia estaba,
diciplinas y oraciones,870
para dar al cielo el alma.
Yo le confesé y me dijo
que era mujer, y la causa
de su venida a este monte,
porque es Leucipe, una dama875
que conoces bien.
JOSAFAT
¿Qué dices?
BARLÁN
Que es la mujer que te amaba
incitada del demonio.
JOSAFAT
Pienso que él mismo te engaña,
porque esa mala mujer880
llegó aquí desesperada,
y se ha quitado la vida
en una de aquellas ramas.
BARLÁN
No puede ser.
JOSAFAT
¿Cómo no?
BARLÁN
Yo quiero llamarla.
JOSAFAT
Llama.
885
BARLÁN
Leucipe, Leucipe.
JOSAFAT
¿Ves
cómo no responde nada?
BARLÁN
Digo que no puede ser,
porque sus lágrimas y ansias,
su ternura y devoción890
eran de criatura humana
y no de espíritu fiero.
JOSAFAT
Alzaré estas ramas.
BARLÁN
Alza,
que dormirá por ventura,
o estará el cuerpo sin alma.895
 

(Dentro dan voces: ¡Milagro! Suenan campanillas como de celdas, salen los labradores, LAURENCIA, RUFINO, LISENO, BATO.)

 
RUFINO
¿Dónde está el santo de Dios,
dónde las reliquias santas,
que quiere Dios que se sepa?
LISENO
¿Cuál es su dichosa estancia?
LAURENCIA
Señores, ¿a donde está900
el santo cuerpo?
JOSAFAT
Repara
en lo que esta gente dice.
BATO
Padres de aquestas montañas,
aquestos pastores dicen
que han oído las campanas905
de todas estas ermitas,
celdas, oratorios, casas,
repicarse por sí mismas.
LAURENCIA
Padres, cuando parte el alma
de algún santo monje, aquí910
desta manera se halla.
JOSAFAT
Hijos, no le habemos visto,
mas sabemos que una santa
—fol. 259r→
vivía en aquesta cueva.
LAURENCIA
Pues subamos a buscarla.915
 

(Vanse, y en una cueva ha de haber una cruz, y LEUCIPE ha de parecer al pie della.)

 
LEUCIPE
Jesús, mi bien, mi salud,
mi Señor, mi Dios, mi Esposo,
sola estoy, acompañadme;
mas, ¿quién con vós está solo?
que donde estáis, Cruz divina,920
están los celestes coros.
¡Oh, cama dichosa y santa
de aquel Cordero animoso!
¡Oh, estrado donde la vida
le dio a la esposa el esposo!925
¡Oh, cátedra soberana,
donde el dotor milagroso
leyó la lición de Prima
al pueblo rebelde y sordo!
Mi amparo sois, Cruz dichosa,930
y como otro Pedro apóstol,
en vós quisiera morir;
mi bien sois y yo os adoro,
por vós vivo y por vós muero;
pero ya el son milagroso935
de la música del cielo
mi tristeza ha vuelto en gozo.
Ya de los lazos del cuerpo
el nudo vil tengo roto,
para gozar sin su cárcel940
los soberanos tesoros.
Sol de justicia, luz pura
que destierras mis enojos,
en tus manos encomiendo
mi espíritu, mas pues pongo945
mi boca en tu Cruz, en ella
le encomiendo, que es lo propio.
 

(Salen los labradores, LISENO, RUFINO, LAURENCIA, BATO, JOSAFAT, BARLÁN.)

 
RUFINO
Entrad por lo más espeso;
id apartando las ramas.
LISENO
Quítate, espera, Rufino.950
RUFINO
¿Es ella?
 

(Como que alzan la peña y apartan las ramas, está abrazada a la cruz, muerta.)

 
LISENO
Hermosura estraña.
BARLÁN
¿Conoces quién es?
JOSAFAT
Muy bien;
y quédame envidia tanta,
cuanta mis lágrimas muestran.
LAURENCIA
Bato, las aldeas llama,955
y vengan todos a verla;
que no es razón enterrarla
hasta que todos entiendan
tan milagrosas hazañas
de una mujer penitente.960
JOSAFAT
Y en ella con justa causa,
de Barlán y Josafat
la primera parte acaba.
 

(Cierran la cueva y dase fin.)

 


 
 
LAUS DEO.