421
Añadido a lo de la edición de B, es desde Requieren hasta coraçón, y ¡bien se ve! Son exageraciones afectadas y frías. Estrellero es astrólogo (HITA, en mi edición). Con estas tonterías, el corrector corta el pensamiento de la vieja, que se va calentando con sólo pensar en ello, en los caminos, que anduvo. (N. del E.)
422
Mi buen desseo. Imita al Arcipreste de Talavera. (N. del E.)
423
Hilado, el conjunto de lo que se hiló. LAG., Diosc., 3, 101: De suerte que al cabo del año cuestan más los instrumentos de lo que importa el hilado. (N. del E.)
424
Garvines, cofias hechas de red. LEÓN, Pimp.: En aquel día quitará al redropelo el señor a las hijas de Sión el chapín que cruje en los pies y los garbines de la cabeza. (N. del E.)
425
Rodeos, ruedos como franjas. (N. del E.)
426
Tenazuelas o tenacillas para enrizarse el pelo; alcohol para alcoholarse; alvayalde o blanquete para blanquearse la cara. (N. del E.)
427
Me tomare la boz, donde me llamaren, como a buhonera que anda por la calle vendiendo. (N. del E.)
428
CORR.,
149: «Ir por lana y volver trasquilado. (Cuando fue a ofender
y volvió ofendido; y acomódase a cosas semejantes,
cuando salen al revés de lo intentado.)
» Díjose
del trasquilar a cruces, «turpiter decalvare
» (Conc. IV Toled.),
o esquilar laidamientre (F. Juzgo) el cabello de la cabeza
por pena civil del delincuente, e inhabilitaba para las dignidades
entre los visigodos. Aquí puso sin pluma para preparar
el chiste que viene luego de emplumada, como alcahueta. (N. del E.)
429
En malora, no hay que pensar en ello; ni te necesito a ti para nada. ¡No faltaba más que pretendieras aconsejarme a mí, siendo un mocosuelo! Tal fuerza tiene ¡aun si... Avisar, hacer avisado. Galatea, 4, p. 61: Al caído levanta, al simple avisa y al avisado perfecciona. (N. del E.)
430
Comer
pan con corteza, ser ya maduro y ducho, no novicio y de tiernos
dientes, que no puede más que con la molla o miga.
CORR., 596: «Comer el pan con corteza. (A los que ya son
grandes y saben de trabajos; símil de los niños
que comen pan.)
» A. PÉREZ, Viern. I cuar., f. 53:
En la ley de gracia, como ya era tiempo de hombres, que comían
pan con corteza, se pusieron más rigurosas (leyes).
(N. del E.)