641
BAE, t. LXIII, pág. 212.
642
Discursos Forenses, págs. V-VI y 273. A pesar de las aserciones, coherentes por lo demás, de Navarrete y Quintana, tenemos nuestras reservas sobre la fecha y el lugar -Zamora, 1802- de composición de esta pieza. Godoy, que, por cierto, maneja a menudo la cronología a su capricho, la relaciona con su ministerio y con la aplicación de la cédula real del 20 de enero de 1794 (Mémoires, ed. cit., París, 1836, t. II, págs. 354-359 y notas). Si Godoy fuese verdaderamente responsable de la ruina de Meléndez, la epístola no podría haber sido escrita más que en Medina, en una época en que el poeta aún lo ignoraba todo sobre el proceso que se le estaba instruyendo.
643
GODOY: Mémoires, París, 1836, t. II, págs. 358-359.
644
Bull. hisp., 1953, págs. 276-278.
645
BAE, t.- LXIII, pág. 210b. La epístola IX, a Don Plácido Ugena, es de 1802.
646
Ibid., pág. 212a.
647
Arch. Palacio, Arch. reservado de Fernando VII, t. 94, folio 167.
648
Al doctor D. Plácido Ugena, prebendado de la Iglesia catedral de Valladolid, sobre no atreverme a escribir el poema épico de Pelayo, BAE, t. LXIII, págs. 210-212.
649
Parece ser que Meléndez pensó seriamente en cantar a Pelayo: «Ahí tienes un Pelayo, un Colón o la conquista de Granada para la musa épica; argumento el primero en que pensé algún día. embebecido por su interés y su grandeza de que me retrajeron mis desgracias, y en que lloraré siempre no haberme ejercitado» (BAE, t. LXIII, pág. 91).
650
Epístola IX, BAE, t. LXIII, pág. 210b; cf. Bull. hisp., 1953, págs. 276-277; compárese con los términos de la carta de José Cano del 15 de mayo que parece recordar Meléndez: «Estos preciosos documentos que llevan hasta la evidencia nuestra inocencia y la injusticia de la persecución..., lo más que pude conseguir con mis ruegos fue que me diese palabra de conservarlos y entregármelos a su salida...».