Lugares cervantinos

Plaza Miguel de Cervantes e Iglesia de los Trinitarios Descalzos

En 1947 el Ayuntamiento dio el nombre del autor del Quijote a la plaza donde se eleva la iglesia conventual de los Trinitarios Descalzos, de esta forma relacionó de manera expresa a los trinitarios, al escritor y a la ciudad en su callejero. El edificio, actualmente desacralizado y convertido en Auditorio, formó parte del convento de los Trinitarios Descalzos. Aunque el convento venía existiendo con anterioridad, la edificación de la iglesia no tendría lugar hasta el siglo XVIII, siendo inaugurada el 26 de septiembre de 1745. En 1836, con la ley de desamortización de Mendizábal, desaparece el convento de la Trinidad Calzada y en el caso de este, de los Descalzos se efectúa la demolición del convento, aunque no la de la iglesia, debido a la sublevación del vecindario que evitó su desaparición. Su construcción presenta grandes contrastes, materiales de sillería y mampostería de piedra en el exterior y en el interior predomina la yesería. En cuanto a las formas, exteriormente es de planta octogonal, con un cuerpo adosado rectangular y una torre, mientras que en el interior el esquema de planta corresponde a un óvalo, con dos más pequeños en la cabecera y en los pies. La fachada principal adopta la disposición conventual del siglo XVII, un rectángulo rematado por un gran frontispicio con un óculo en su tímpano. Sobre las columnas hay entablamento y encima un frontón partido, con el escudo de la Orden, coronado en el centro y un flamero a cada lado. La torre, adosada, presenta tres alturas divididas por molduras, que se continúan en la fachada. Las dos primeras son de planta cuadrada, mientras que la tercera es octogonal, con pináculos en las esquinas achaflanadas y vanos de arco de medio punto para cobijar las campanas. Las fachadas laterales poseen tres óculos ovalados moldurados.

Archivo Histórico Municipal y Biblioteca Pública Municipal (antiguo Hospital de San Antonio Abad)

Callejeando desde la citada plaza el visitante pasará al lado de la Iglesia del Salvador y continuará por la calle San Antón para visitar el Archivo Histórico de la Ciudad, que custodia los documentos originales del siglo XVI relativos a Cervantes así como otros documentos referentes a diversos homenajes que la ciudad le ha tributado en diversos momentos históricos. Está ubicado en el antiguo Hospital de San Antonio Abad, un edificio construido a principios del siglo XVI para albergar a enfermos que padecían afecciones inflamatorias y gangrenosas en las extremidades que popularmente eran conocidos como el fuego de San Antón. Hay noticias de este hospital desde 1532 hasta 1791 en que desaparece la institución hospitalaria y pasa a convertirse en casa de Niños Expósitos, posteriormente en casa de vecinos, casa de la Juventud y desde 1988, su uso actual. Baeza, a mitad del XVI y según los cálculos del profesor Rodríguez Molina, representaba en producción cerealista el 33% del antiguo Reino de Jaén, lo que implica el encargo para dotar a las galeras de trigo, base de la dieta de los marineros, de ahí que entre los valiosos documentos que se pueden encontrar está la Real Cédula que el rey Felipe II envía a la ciudad, fechado el 15 de abril de 1592, para que saquen el trigo y demás bastimentos adquiridos por los Comisarios Generales de Abastos. Esto pone de manifiesto cuáles eran las necesidades de la armada y en qué consistía el trabajo de Miguel de Cervantes en ese cometido por Andalucía.

Más información:
Archivo Histórico Municipal y Biblioteca Pública Municipal - Ayuntamiento de Baeza

Ayuntamiento (antigua Casa del Corregidor y Cárcel)

Es un edificio de estilo plateresco, que consta de dos plantas divididas por entablamento de friso acanalado y hojas de acanto. La primera, destinada a cárcel en su origen y la segunda a Casa del Corregidor, lo que explica la profusa decoración en el piso superior y que la planta baja tenga menos huecos y más pequeños. La primera planta cuenta con un doble acceso, a la izquierda se halla la puerta de la cárcel, mientras que a la derecha se encuentra la del palacio de justicia y acceso a la parte noble. La portada de la cárcel está enmarcada por dos cariátides representando respectivamente la caridad y la justicia. La segunda, tiene cuatro balcones ordenados al modo serliano, entre los que se hallan distribuidos los siguientes emblemas heráldicos: el escudo de Felipe II, el del corregidor Juan de Borja y el de la ciudad. En 1867 se realizó un acondicionamiento para albergar a la Corporación Municipal, anteriormente ubicada en el Balcón del Concejo. Desde esta fecha continúa albergando al Ayuntamiento. En 1917 es declarado monumento histórico-artístico. Durante la Guerra Civil fue trasladado al Salón de Plenos un interesante artesonado renacentista del convento de San Antonio. Es de suponer que Miguel de Cervantes al ser Comisario General de Abastos tuvo que informar al Corregidor de la finalidad de su visita.

Más información: Ayuntamiento de Baeza

La Alhóndiga

La existencia de la Alhóndiga pone de manifiesto la importancia del comercio agrario así como los días de mercado. Es un edifico civil de 1554, mandado construir como lonja por el Corregidor don Hernando de Acuña. Estaba relacionado con el Pósito, donde se comerciaba con cereales. Su construcción fue debida a la gran extensión de cultivo que tenía la ciudad, pues se incluía casi la totalidad de términos municipales que actualmente hay a su alrededor y otros más lejanos, como Bailén, Linares, Baños de la Encina... En 1965, debido a su utilización como vivienda particular, se reforma el edificio, añadiéndole el cuerpo superior. De estilo renacentista, consta de dos alturas. La planta baja se abre en soportales con arcos de medio punto, sobre columnas toscanas con plinto. La primera, con arcos rebajados sobre columnas toscanas, posee antepechos, conservando en el central un escudo de Castilla y León. La última planta, es adintelada, con zapatas de madera e idénticas columnas, con antepechos de balaustrada entre ellas y un escudo de Baeza en el central. El edificio se remata con una cornisa de madera con modillones.

El Pósito 

Edifico renacentista de mediados del siglo XVI, íntimamente relacionado con la Alhóndiga, con la que estaba comunicado a través de una bóveda. En él se almacenaba el grano en sus amplios alholíes o graneros. Fue fundado en 1505 por la reina Juana a petición del Concejo de la ciudad. Mantuvo su actividad hasta el siglo XX. En pleno auge era una institución de vital importancia, ya que regularizaba la base económica de Baeza en los siglos XVI y XVII, por su enorme capacidad de almacenamiento, además jugó un importante papel social como prestatario. Conserva en su fachada un monumental escudo heráldico con las armas de los Austrias. Continuando por la Barbacana, el visitante accederá a la calle Arco de Las Escuelas, donde se encuentran uno de los accesos de la Capilla de San Juan; pasando por el arco del Barbudo se llega a la calle San Juan de Ávila, en la que está la antigua Universidad de Baeza y desde allí en la Plaza de Santa Cruz se encuentra.

Palacio de Jabalquinto

Como se ha dicho Miguel de Cervantes fue rescatado de su cautiverio por los frailes trinitarios de Baeza junto a un joven baezano, Diego de Benavides, de familia noble, con quien compartió los años de Argel. Los Benavides eran señores de Jabalquinto y propietarios del palacio, en donde seguramente Cervantes visitó a su antiguo amigo once años después de su rescate. El edificio fue construido en la segunda mitad del siglo XV por el señor de Jabalquinto, Juan Alfonso de Benavides, emparentado con el rey Fernando el Católico, y su esposa doña Beatriz de Valencia Bracamonte. Su primogénito, don Manuel, caso con doña Luisa Manrique, hija del poeta Jorge Manrique. En 1720 lo ceden a la Iglesia para ampliación del Seminario San Felipe Neri, reservándose algunas estancias y ciertos privilegios de protocolo eclesiástico. Este palacio, declarado Monumento Histórico Artístico en 1931, presenta una fachada de dos plantas y galería abierta, de estilo gótico flamígero también conocido como estilo Reyes Católicos, cuyo proyecto unos lo atribuyen a Juan Guas y otros a Enrique Egas. Está adornada con profusión de puntas de diamante, clavos de piña, frondas, florones, lazos, pináculos, heráldica y mocárabes. En origen su imagen era mucho más gótica y su galería superior recuerda a la del Palacio del Infantado de Guadalajara.