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Retórica y Poética

Horacio (65-8 a. C.)

María del Carmen García Tejera
José Antonio Hernández Guerrero

Obras

Quinto Horacio Flaco es uno de los poetas más importantes del mundo latino. En Roma conoció la literatura griega y romana, y entró en contacto con el poeta Virgilio. Más tarde completó su formación en Atenas. De regreso a Roma, formó parte del grupo de poetas que rodeaban a Augusto, aunque siempre mantuvo su independencia política: consagró su vida al estudio y a la poesía.

Su obra, muy variada, se recoge en dos libros de Sátiras, uno de Epodos, cuatro de Odas y dos de Epístolas.

Las doctrinas poéticas de Horacio están recogidas en su Epístola a los Pisones (también conocida como Arte Poética), breve tratado que consta de cuatrocientos ochenta versos, elaborado probablemente entre los años 23 - 13 a. C., época en que se encargó de la formación de los hijos del cónsul Pisón (a quienes parece que va destinada la obra). Es, después de la Poética de Aristóteles, el texto de la Antigüedad grecolatina que merece mayor atención en la teoría literaria actual.

Pese a ciertas coincidencias de esta Epístola con las reflexiones que desarrolla Aristóteles en su Poética, puede afirmarse que Horacio no conoció directamente esta obra del Estagirita, ya perdida en la época del poeta latino, aunque sí pudo tener alguna información de sus ideas, que habían sido transmitidas oralmente durante siglos.

Algunas cuestiones tratadas por Horacio en su «Epístola a los Pisones»

  • Necesidad de guardar el equilibrio, la armonía, entre todas las partes de una obra literaria (con el ejemplo del «monstruo») (vv. 1-41).
  • Relación entre las artes: poesía y pintura (ut pictura poesis) (vv. 1-13, 361-366).
  • La poesía como mimesis (vv. 34, 134, 317-318).
  • Reglas básicas para componer una obra literaria.
  • Elegancia de la lengua literaria. Uso de neologismos, arcaísmos... (vv. 47-72).
  • Importancia del decorum (vv. 73-188).
  • Algunas cuestiones relativas a la tragedia: evitar en escena lo inverosímil y lo horroroso; sobre la unidad de acción; los cinco actos de la tragedia; acerca de la conveniencia de que no intervengan los dioses en exceso... (vv. 189 y ss.).
  • Algunas notas sobre la comedia.
  • Acerca del «drama satírico», intermedio entre tragedia y comedia (vv. 220 y ss.).
  • Necesidad de estudiar los modelos griegos (vv. 277, 322...).
  • Finalidad de la poesía: deleitar e instruir (v. 334).
  • La «inspiración» y la «mimesis» en la creación literaria (v. 410).
  • Labor del crítico (v. 418).

«Decorum» y «verosimilitud»

Coincidimos con la mayoría de los teóricos que sostienen que el rasgo predominante de esta Epístola horaciana es la preocupación por el decorum como criterio general e valoración poética y que se traduce en la búsqueda del equilibrio -de la armonía- no sólo en la elaboración de cada obra literaria (adecuación de métrica y estilo según el género, caracteres de los personajes...), sino sobre las cuestiones fundamentales que definen la creación literaria. Este concepto -ya empleado por los sofistas y por Sócrates- está directamente relacionado con el de «verosimilitud», que aparece en la obra horaciana a propósito de algunas cuestiones (en el ejemplo del «monstruo», en elementos de la obra dramática...).

Las dualidades horacianas o Tópica mayor

Con esta denominación se conocen algunos planteamientos teóricos que desarrolla Horacio en su Poética en forma de dicotomías, que serían ampliamente recogidos por las preceptivas literarias especialmente durante los siglos XVI, XVII y XVIII (cfr. Antonio García Berrio, 1977):

  • a) Ingenium / Ars: acerca de la discusión sobre si el poeta ha de poseer unas cualidades innatas o si, por el contrario, debe conocer las técnicas adecuadas. Horacio opta por ambas propuestas.
  • b) Docere / Delectare: acerca de la finalidad o de la utilidad de la poesía. Horacio concluye que la poesía puede servir, indistintamente, para enseñar, para deleitar o para ambos fines a la vez.
  • c) Res / Verba: acerca de qué importa más en una obra literaria, contenido o expresión. Horacio mantiene el valor de ambos, aunque admite que, en ocasiones, uno de ellos predomina sobre el otro.

Sobre los géneros

A partir del verso 73, la Epístola trata de los géneros literarios. Realmente, Horacio no plantea en su obra una teoría original sobre los géneros, sino que sigue las pautas griegas, especialmente las que marca Aristóteles en su Poética. De hecho, los versos dedicados a los géneros concluyen con una breve historia de los géneros literarios en Grecia y aconseja que se tomen como modelos.

Horacio distingue dos modalidades fundamentales: «géneros dramáticos» y «géneros no dramáticos». En la línea aristotélica, presta mayor atención a la primera, aunque a las clases de género dramático planteadas por Aristóteles (tragedia y comedia), Horacio añade una tercera modalidad: el «drama satírico», forma intermedia entre tragedia y comedia.

Dentro de los géneros no dramáticos, distingue entre diversos tipos según el tema que traten o el metro que empleen; así, la épica está compuesta en hexámetros, la elegía mezcla distintos tipos de verso, mediante los yambos puede expresarse la furia, la lírica seduce con su canto...

La huella de la «Poética» de Horacio

La Poética horaciana es uno de los textos clásicos más conocidos e influyentes a lo largo de la Historia: ya durante la Edad Media era citado por San Isidoro. Durante el Renacimiento alcanzó gran difusión, e incluso sirvió, en gran medida, para dar a conocer las ideas teórico-literarias de Aristóteles. En el siglo XVI fue introducida en Italia por Vida y Robortello, y en Francia por Ronsard y Du Bellay. Gracias a la atención que le prestó Nicolás Boileau, logró convertirse en la principal referencia de las poéticas dieciochescas.

Bibliografía

  • Manuel Asensi Pérez (1998), Historia de la Teoría de la literatura, vol. I. Desde los inicios hasta el siglo XIX, Valencia, Tirant lo Blanch.
  • Carmen Bobes y otros (1995), Historia de la Teoría literaria, 2 vols. I. La Antigüedad grecolatina, Madrid, Gredos.
  • Carmen Codoñer (ed.) (1997), Historia de la Literatura latina, Madrid, Cátedra.
  • Antonio García Berrio (1977), Formación de la teoría literaria moderna, I: La tópica horaciana en Europa, Madrid, CUPSA.
  • José Antonio Hernández Guerrero y María del Carmen García Tejera (2005), Teoría, historia y práctica del comentario literario, Barcelona, Ariel.
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