Obras

Durante mucho tiempo se ha creído que Cicerón era el autor de la Rhetorica ad Herennium (nombre con el que se conoce De ratione dicendi ad C. Herennium): una adaptación latina de las teorías griegas, que fue elaborada probablemente el año 85 o el 86 antes de Cristo. Este amplio manual, de cuatro libros, es el texto latino más completo y más antiguo sobre oratoria y sobre prosa en general, y presenta un marcado carácter didáctico. Aún se discute si su autor fue Elio Stilón o Cornificio.

Esta obra se atiene a la doctrina retórica griega: trata de las diversas «partes del discurso» (inventio, dispositio, elocutio, memoria y actio). Resulta particularmente interesante el último de sus cuatro libros, uno de los tratados más amplios que se conocen sobre la elocutio. En él se establece la nomenclatura retórica latina -las figuras de pensamiento y de dicción- a partir de traducciones y de calcos del griego, apenas modificada por obras posteriores. En este libro encontramos también, por primera vez en latín, la relación y la descripción de los tres estilos (elevado, medio y bajo), tan importantes en la configuración de las «artes» medievales.

Esta Retórica define, de manera precisa y amplia, las funciones de la elocuencia y el alto grado de compromiso moral y civil que el orador, en el ejercicio de su actividad profesional, contrae con la sociedad. Cita abundantes ejemplos de los primeros poetas latinos, y se muestra en desacuerdo con los procedimientos mnemotécnicos más usados y más recomendados en los manuales de su tiempo. De esta obra destacamos, por su originalidad, la organización sistemática de sus contenidos didácticos ‑de índole cultural, moral y técnico‑, algunas interpretaciones jurídicas y diversas propuestas procesales.

La Rhetorica ad Herennium toma de Hermágoras tanto la clasificación de los géneros oratorios como la división de las partes del discurso. Su detallada descripción de las figuras retóricas acusa cierta influencia de las doctrinas asio‑helenísticas. A las cuatro operaciones retóricas tradicionales enseñadas por los griegos ‑inventio, dispositio, elocutio y pronuntiatio‑, añadió una minuciosa descripción de la memoria, que constituye un precedente de las artes mnemotécnicas medievales y renacentistas (Mortara Garavelli, 1991: 38).

Aunque poco conocida en el mundo antiguo, la Rhetorica ad Herennium fue recomendada por San Jerónimo y tuvo una amplia difusión durante la Edad Media y durante el Renacimiento.