Transición española. Representaciones en Cine, Literatura, Teatro y Televisión

Título:Diario político y sentimental

Registro:TL163 / literatura

Medio: Literatura
Autor/autora: Umbral, Francisco
Año: 1999
Lugar de publicación: Barcelona
Editorial: Planeta
Lengua original: Español
Género: Memorias
Resumen: Diario político y sentimental es otra de las obras representativas del memorialismo terminal de Francisco Umbral. El memorialista sitúa su obra en el marco genérico de una escritura del yo concebida como un género de límites difusos que abarca de forma promiscua en su seno memorias, diarios, autobiografías, crónicas o narraciones epistolares. “No he hecho otra cosa en mi vida que escribir memorias” —ha repetido Umbral en distintas ocasiones. Su práctica responde al principio de que toda literatura confesional debe tener como finalidad convertirse en memorial público. De ahí que defina esta nueva obra como un “diario de las pulsaciones más inmediatas y cálidas del día”. Como tal, sus anotaciones diarias apenas se diferencian del artículo periodístico de urgencia, del que se nutren. Diario político y sentimental se convierte así en otra nueva crónica memorialística del presente reciente y “simultáneo” a los hechos recordados, esta vez los de una España bajo el signo político conservador del primer mandato de José María Aznar (1996-2000). Aunque, como es habitual en el resto de sus obras de memorialismo “simultáneo”, su evocación atiende con absoluta prioridad a los usos y poses de la crema política y social, a “las caras más conocidas de la actualidad”. El Diario umbraliano tiene como telón de fondo la Transición, de donde parten las luces y las sombras de la naciente democracia española y la nueva generación de políticos que la están protagonizando. Juan Carlos I, del que se ensalza su figura y su papel en la Transición y el de un Adolfo Suárez ya en declive en su Olimpo solitario; los ministros aznarianos Francisco Álvarez Cascos y Federico Trillo, y los políticos de la oposición: Felipe González, Alfonso Guerra, Miguel Boyer o la figura emergente de José Borrell. Como rutilantes estrellas del momento aparecen Isabel Preysler, Sara Montiel, Mario Conde, Pilar Miró, Carmen Díez de Rivera y toda una corte de conocidas celebridades fugaces. Considerado en su conjunto, y pese a la subjetividad de muchas de sus valoraciones y al abultamiento de algunos apuntes caracterizadores, Diario político y sentimental logra recrear —aunque con la exclusividad social señalada— el clima sociológico que se estaba respirando en la España finisecular. El término “sentimental” que figura en su título responde al cierto filtro reflexivo con que el sentimiento del paso del tiempo comienza ya a mediatizar su mirada sobre lo inmediato, sentimiento que, unido al habitual lirismo de la prosa umbraliana, empaña algunas de sus evocaciones con un halo de melancolía.
Momento histórico:1996-2000
Espacio/Lugar geográfico:Madrid
Descriptores temáticos:
Información complementaria:Tan extravertido como en el resto de obras memorialísticas suyas que abordan la España de la Transición, Umbral refleja en este Diario el clima de desengaño y de crispación política con el que terminó el último gobierno socialista, a la vez que deja traslucir su simpatía hacia el Partido Popular en el poder. De ahí, por ejemplo, que pase de puntillas sobre las actuaciones del gobierno y de la misma figura de Aznar —denostado por el memorialista en crónicas anteriores—, o encadene una serie de loas y defensas bochornosas de Pedro J. Ramírez, director a la sazón del periódico El Mundo, en el que Umbral escribía tras su abandono de El País. Como contrapunto, las nostálgicas evocaciones de Juan Carlos I y de Adolfo Suárez como timoneles de la democracia, la atención a los juicios sobre el GAL o la excesiva dureza con la que juzga a un Felipe González que “no estuvo a la altura de su fracaso”.
Autoría:José Luis Calvo