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- Título:
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Piedad: historia de una joven desgraciada. Tomo segundo / por Doña Mariana de Mendoza; magnífica edición ilustrada con preciosas láminas al cromo por el reputado artista D. Eusebio Planas - Registro bibliográfico
- Autor:
-
Mendoza, Mariana de, Siglo 19º
- Portal:
-
Escritoras españolas
Visitar sitio web
- Pub. orig.:
- Barcelona, Establecimiento Tipográfico-Editorial de Juan Pons, [s.a.]
- Materia:
-
Novela española Siglo 19º
- Fragmentos
'Cruzados de la causa' en la obra
: (20
coincidencias encontradas)
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Una y otra hablaron, discurrieron y se comunicaron
sus sospechas; mas ninguna de elias dio con la causa
-
El tren hubo de detenerse por no sé que causa, y en el momento en que los
dos guardias se asomaban en
-
El haberse encontrado en su casa la noche en que se ejecutó
el delito, ha sido causa de que se viese
-
hacía la puerta al
abrirse, se había levantado del jergón donde permanecía
echado, se había situado cruzados
-
mantuvo por espacio de algún tiempo en el
dintel de la puerta, sin quitarse el sombrero, los brazos
cruzados
-
Conozco el valor del sueño y todo
el oro del mundo no se puede comparar al beneficio que
nos causa.
-
vi dos hombres: uno ele ellos, con
el traje de pescador, estaba en pié y contemplaba con los
brazos cruzados
-
—¿De todos modos puede V. asegurar que los dos
jóvenes se batieron por causa de Gilda?
-
—Porque ella fué causa de que muriese, también su
marido.
—¿Entonces Y. le conocía?
-
¿Quién es el magistrado en la causa: Y. ó yo?
—Y. S,, señor juez; pero Y.
-
joven fruncía el entrecejo y no quitaba sus ojos al padre Ventura, quien permanecía con los
brazos cruzados
-
—Lo probare de un modo evidente cuando la causa
vuelva á sumario.
-
—Sí; pero volviendo la causa á sumario.
—¿Y quién nos dice que no vuelva?
-
—¿Se falló ya su causa?
—Se le condenó en primera instancia.
—¡Oh! ¡Dios mío!... ¡Dios mío!
-
una manera implacable su venganza, el juez
se mantuvo en pié durante algunos instantes con los bracos cruzados
-
¿Por ventura si ha permanecido
canto tiempo en la cárcel no ha sido por mi causa?
-
—La causa volverá á sumario; pero tengo la certeza
de que se le devolverá la libertad en seguida.
-
Pregunté la causa por la cual se había ido, y D. Fernando sólo me respondió con vaguedades.
-
Ya calificarán á usted los jueces que deben fallar su causa.
-
PIEDAD
915
—¡Ahí ¡si tú supieras el mal sesgo que ha tomado
tu causa !...
—Pero ¿por qué?
- Formatos:
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- Novela española 1 [Eliminar filtro]
- Planas, Eusebio, 1833-1897 1 [Eliminar filtro]
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- Piedad: historia de una joven desgraciada. Tomo segundo / por Doña Mariana de Mendoza; magnífica edición ilustrada con preciosas láminas al cromo por el reputado artista D. Eusebio Planas - Registro bibliográfico
- Autor:
- Mendoza, Mariana de, Siglo 19º
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- Escritoras españolas Visitar sitio web
- Pub. orig.:
- Barcelona, Establecimiento Tipográfico-Editorial de Juan Pons, [s.a.]
- Materia:
- Novela española Siglo 19º
- Fragmentos 'Cruzados de la causa' en la obra : (20 coincidencias encontradas)
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- Una y otra hablaron, discurrieron y se comunicaron sus sospechas; mas ninguna de elias dio con la causa
- El tren hubo de detenerse por no sé que causa, y en el momento en que los dos guardias se asomaban en
- El haberse encontrado en su casa la noche en que se ejecutó el delito, ha sido causa de que se viese
- hacía la puerta al abrirse, se había levantado del jergón donde permanecía echado, se había situado cruzados
- mantuvo por espacio de algún tiempo en el dintel de la puerta, sin quitarse el sombrero, los brazos cruzados
- Conozco el valor del sueño y todo el oro del mundo no se puede comparar al beneficio que nos causa.
- vi dos hombres: uno ele ellos, con el traje de pescador, estaba en pié y contemplaba con los brazos cruzados
- —¿De todos modos puede V. asegurar que los dos jóvenes se batieron por causa de Gilda?
- —Porque ella fué causa de que muriese, también su marido. —¿Entonces Y. le conocía?
- ¿Quién es el magistrado en la causa: Y. ó yo? —Y. S,, señor juez; pero Y.
- joven fruncía el entrecejo y no quitaba sus ojos al padre Ventura, quien permanecía con los brazos cruzados
- —Lo probare de un modo evidente cuando la causa vuelva á sumario.
- —Sí; pero volviendo la causa á sumario. —¿Y quién nos dice que no vuelva?
- —¿Se falló ya su causa? —Se le condenó en primera instancia. —¡Oh! ¡Dios mío!... ¡Dios mío!
- una manera implacable su venganza, el juez se mantuvo en pié durante algunos instantes con los bracos cruzados
- ¿Por ventura si ha permanecido canto tiempo en la cárcel no ha sido por mi causa?
- —La causa volverá á sumario; pero tengo la certeza de que se le devolverá la libertad en seguida.
- Pregunté la causa por la cual se había ido, y D. Fernando sólo me respondió con vaguedades.
- Ya calificarán á usted los jueces que deben fallar su causa.
- PIEDAD 915 —¡Ahí ¡si tú supieras el mal sesgo que ha tomado tu causa !... —Pero ¿por qué?
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- Planas, Eusebio, 1833-1897 1 [Eliminar filtro]