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Texto
- Título:
-
Obras Completas de Gabriel Miró. Vol. 3. Dentro del cercado ; La palma rota ; Los pies y los zapatos de Enriqueta / prólogo por Gregorio Marañón; revisión del texto y notas por P. C. [Pedro Caravia Hevia] - Registro bibliográfico
- Autor:
-
Miró, Gabriel, 1879-1930
- Portal:
-
Gabriel Miró
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- Pub. orig.:
- Barcelona, Tipografía Altés, 1934
- Materia:
-
Novela española Siglo 20º
- Fragmentos
'La vuelta al mundo de un novelista' en la obra
: (20
coincidencias encontradas)
-
-
Pasó nuestro gran poeta por el mundo como
el león de uno de sus apólogos admirables, aquellas Estampas
-
cHontanar»*" 40
nunca imaginé tan cerca de este retiro mío la
ventana por donde puedo asomarme al mundo
-
, un
mundo de criaturas ricas y elegantes, pero enfermas
y desgraciadas: un Sanatorio.
-
estanques, y
se veían todas las veredas muy finas y remotas
penetrando en los aledaños, perdiéndose en un
mundo
-
y cuando parecía que Labia de bablar como
mujer apasionada, dijo:
—Estaba mirando aquel pedacito de mundo
-
y
otros amigos vanos, y lo que nombraba, quedaba
comunicado y dentro de su alegría; amaba a todo el
mundo
-
Nocturnos del atormentado polaco, con el
que descubría el anciano oyendo y leyendo páginas y
hablando del novelista
-
El sombrero
del novelista, un sencillo fieltro obscuro, rodó por un
cardizal.
-
Y Gráez llevóle al novelista,
que presentó sus manos a la mirada de Luisa.
-
Y se
arrepintió humillada de la espontánea confesión de
la singularidad del novelista.
-
Y ella, recuperada, vuelta a su apariencia fría,
dijo riendo:
—¿Y cómo quiere que le nombre, entonces
-
Entonces ella se acercó, sintiendo toda la mirada
del novelista e n sus ojos.
—¿Me buscaba, dicen?
-
—solía preguntar G r á e z
al novelista—, porque y o saludo viéndole saludar;
pero, ¿a quién es?
-
Todo como todos
los días, sin participar de su pena, con una indiferencia de mundo grande.
-
A g u a hay en todo el
mundo.
-
¡Esas
pobres hijas suyas qué harían en este mundo con ese
varillaje de huesos!
-
brazos y clamó con amargura de
salmista: | —Langucha, Langucha, y cuan necesaria es
tu presencia en este mundo
-
(A—B: ["Llamaba (...) sirviente."]).-10:
" | El doctor Aniceto" (A, B ) . - 11: "allegado del novelista
-
Pág. 226: Línea 2: "Acacio pasaba el umbral de la casa-abadía,
entraba con él todo el regocijo del mundo
-
Jaime en Laderos con la hija de diputado aunque
mosén Antonio hiciese todos los milagros del mundo...
- Formatos:
-
-
Resultado número:2
Texto
- Título:
-
Obras Completas de Gabriel Miró. Vol. 4. El abuelo del rey ; Nómada / prólogo por Augusto Pi Suñer; revisión del texto y notas por P. C. [Pedro Caravia Hevia] - Registro bibliográfico
- Autor:
-
Miró, Gabriel, 1879-1930
- Portal:
-
Gabriel Miró
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- Pub. orig.:
- Barcelona, Tipografía Altés, 1933
- Materia:
-
Novela española Siglo 20º
- Fragmentos
'La vuelta al mundo de un novelista' en la obra
: (20
coincidencias encontradas)
-
-
El mundo se le muestra a Miró en su multiplicidad contradictoria y en la mente de Miró se organiza y
-
En sus obras
primeras Miró es un novelista local, un gran novelista local, y así toda la vida le influirá
-
Sus admiradores, que son tantos, de todo el mundo,
se comunican con él por correo.
-
Lleno de intuición
psicológica, creabas personajes vivos;
penetrado
del mundo, creabas los paisajes.
-
Así, todos al leerte te seguíamos con afán porque creabas un mundo nuevo y maravilloso con las sensaciones
-
las
manos, que le diera su mastín viejo y ciego, le
emocionaron más que todos los aplausos de este
mundo
-
quitásemos ese deleite furioso de decir
lo q u e dicen, que torna a encenderles, y así van
d á n d o s e la vuelta
-
¡Y ahora Venía una
forastera, delgada y descolorida, a recordarles su
quietud, su ocio, su poco mundo
-
N o
e r a n i n g u n a belleza del otro mundo; agraciada, pero
frágil; m e n u d a , morena, la frente
-
L e atraía el mundo joven,
i n m e n s o y fuerte de América; el amanecer glorioso
4i
de aquellos pueblos
-
En Serosca se bautizaba a las criaturas al día
siguiente de venir al mundo; y, siendo posible,
el mismo
-
¡Le queda mucha vida; sí, ya sé que hay que
vivir sufriendo, pero eso... todos en este mundo...!
-
Y no vieron el abandono y naufragio
de las dos ruedas de la máquina sublime, rodeadas
de u n mundo de
-
— ¡Qué me importan todas las heladas del
mundo! ¡Esas flores serán almendras!
-
¡Señor, sentirían, sentirían
ellas, correría debajo del mundo, de todas las cosas,
un infinito y delicadísimo
-
±7
que lo venusto y más intenso de todas las realidades
era el alma humana, «voz del Creador del mundo
-
Desde aquella cornisa del fanal, creía hundir la
mirada en todo el mundo y señorear la serranía, el
mar
-
montaña; tenía las piernas
torcidas, quebradas; devoradas las manos, y su
cabeza, j a esquelética, vuelta
-
B ) . - 2 4 : "un caballo loco. | Contestó don
Diego que no sabía nada. | —Pues mire, mire todo el
mundo
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Pág. 210: Línea 1: "por lástimas" ( A ) . - 6 : "recorrería por bajo
de todo el mundo," (A, B, M). -
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Resultado número:3
Texto
- Título:
-
Obras Completas de Gabriel Miró. Vol. 11. El obispo leproso : novela / prólogo por Gerardo Diego; revisión del texto y notas por P. C. [Pedro Caravia Hevia] - Registro bibliográfico
- Autor:
-
Miró, Gabriel, 1879-1930
- Portales:
-
Gabriel Miró
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| Fontilles y la lepra en España
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- Pub. orig.:
- Barcelona, Tipografía Altés, 1947
- Materia:
-
Novela española Siglo 20º
- Fragmentos
'La vuelta al mundo de un novelista' en la obra
: (20
coincidencias encontradas)
-
-
cial ironía por la superposición 1890-1925, o sea, reducida a la vida del autor, niñez-madurez, el novelista
-
Lo mismo que todo el
mundo.
-
Pero, bueno, el tifus lo tiene todo el
Ó3
mundo en Murcia; está siempre debajo de Murcia,
a dos jemes
-
Lo más hermoso que se puede
ser en este mundo.
Entró Aláximo, el Lijo.
-
Después se soltaban por el mundo, y la suya se le
escondía en la sangre y en los huesos, y se quedaba
-
Y ya. las dos hermanas podían
respirar compadeciéndose de este mundo.
...Vinieron las de siempre.
-
¡En el comulgatorio; en presencia de Nuestro Señor Jesucristo fué cuando pensó
en el mundo!
-
Su ga llard ía no
era de este mundo.
-
El cortejo, como todos los cortejos de
este mundo, se sentía va particionero de la gloria
del elegido
-
, y un mundo
costoso, antes de llegar a nuestros pobres conventos».
-
Esta bella donceUona d e pueblo l e inquietaba y a como una endiablada
mujer del gran mundo.
-
Todo eso fué para Pablo la promesa de una felicidad,
la lejanía, el principio de un mundo de cuento;
-
H u g o , puso el
elogio a la beldad menospreciando las pesadumbres
del mundo:
— ¡Qué guapa estaba hoy
-
¡El mundo
e r a m u y ancho!
—¡Tan ancho—le respondió el Sr.
-
Bien me duele que todavía tenga gustos
del mundo y ponga demasiadas ternuras en lo perecedero.
-
Pero él resistiría; porque la contienda de la pobre Oleza significaba la del mundo.
-
Como en el mundo, las dos mitades de
Oleza, la honesta y la relajada, se acometían para
trastornar la
-
Oleza estaba cerca del mundo, participando
abiertamente de sus maravillas.
-
Bellod, de
broncos sentidos, y el homeópata Monera, sin ninguna
voluntad para los gustos de este mundo
-
D o s jesuítas que miraban el correo y
después siguieron su vuelta a «Jesús».
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Resultado número:1 Texto
- Título:
- Obras Completas de Gabriel Miró. Vol. 3. Dentro del cercado ; La palma rota ; Los pies y los zapatos de Enriqueta / prólogo por Gregorio Marañón; revisión del texto y notas por P. C. [Pedro Caravia Hevia] - Registro bibliográfico
- Autor:
- Miró, Gabriel, 1879-1930
- Portal:
- Gabriel Miró Visitar sitio web
- Pub. orig.:
- Barcelona, Tipografía Altés, 1934
- Materia:
- Novela española Siglo 20º
- Fragmentos 'La vuelta al mundo de un novelista' en la obra : (20 coincidencias encontradas)
-
- Pasó nuestro gran poeta por el mundo como el león de uno de sus apólogos admirables, aquellas Estampas
- cHontanar»*" 40 nunca imaginé tan cerca de este retiro mío la ventana por donde puedo asomarme al mundo
- , un mundo de criaturas ricas y elegantes, pero enfermas y desgraciadas: un Sanatorio.
- estanques, y se veían todas las veredas muy finas y remotas penetrando en los aledaños, perdiéndose en un mundo
- y cuando parecía que Labia de bablar como mujer apasionada, dijo: —Estaba mirando aquel pedacito de mundo
- y otros amigos vanos, y lo que nombraba, quedaba comunicado y dentro de su alegría; amaba a todo el mundo
- Nocturnos del atormentado polaco, con el que descubría el anciano oyendo y leyendo páginas y hablando del novelista
- El sombrero del novelista, un sencillo fieltro obscuro, rodó por un cardizal.
- Y Gráez llevóle al novelista, que presentó sus manos a la mirada de Luisa.
- Y se arrepintió humillada de la espontánea confesión de la singularidad del novelista.
- Y ella, recuperada, vuelta a su apariencia fría, dijo riendo: —¿Y cómo quiere que le nombre, entonces
- Entonces ella se acercó, sintiendo toda la mirada del novelista e n sus ojos. —¿Me buscaba, dicen?
- —solía preguntar G r á e z al novelista—, porque y o saludo viéndole saludar; pero, ¿a quién es?
- Todo como todos los días, sin participar de su pena, con una indiferencia de mundo grande.
- A g u a hay en todo el mundo.
- ¡Esas pobres hijas suyas qué harían en este mundo con ese varillaje de huesos!
- brazos y clamó con amargura de salmista: | —Langucha, Langucha, y cuan necesaria es tu presencia en este mundo
- (A—B: ["Llamaba (...) sirviente."]).-10: " | El doctor Aniceto" (A, B ) . - 11: "allegado del novelista
- Pág. 226: Línea 2: "Acacio pasaba el umbral de la casa-abadía, entraba con él todo el regocijo del mundo
- Jaime en Laderos con la hija de diputado aunque mosén Antonio hiciese todos los milagros del mundo...
- Formatos:
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Resultado número:2 Texto
- Título:
- Obras Completas de Gabriel Miró. Vol. 4. El abuelo del rey ; Nómada / prólogo por Augusto Pi Suñer; revisión del texto y notas por P. C. [Pedro Caravia Hevia] - Registro bibliográfico
- Autor:
- Miró, Gabriel, 1879-1930
- Portal:
- Gabriel Miró Visitar sitio web
- Pub. orig.:
- Barcelona, Tipografía Altés, 1933
- Materia:
- Novela española Siglo 20º
- Fragmentos 'La vuelta al mundo de un novelista' en la obra : (20 coincidencias encontradas)
-
- El mundo se le muestra a Miró en su multiplicidad contradictoria y en la mente de Miró se organiza y
- En sus obras primeras Miró es un novelista local, un gran novelista local, y así toda la vida le influirá
- Sus admiradores, que son tantos, de todo el mundo, se comunican con él por correo.
- Lleno de intuición psicológica, creabas personajes vivos; penetrado del mundo, creabas los paisajes.
- Así, todos al leerte te seguíamos con afán porque creabas un mundo nuevo y maravilloso con las sensaciones
- las manos, que le diera su mastín viejo y ciego, le emocionaron más que todos los aplausos de este mundo
- quitásemos ese deleite furioso de decir lo q u e dicen, que torna a encenderles, y así van d á n d o s e la vuelta
- ¡Y ahora Venía una forastera, delgada y descolorida, a recordarles su quietud, su ocio, su poco mundo
- N o e r a n i n g u n a belleza del otro mundo; agraciada, pero frágil; m e n u d a , morena, la frente
- L e atraía el mundo joven, i n m e n s o y fuerte de América; el amanecer glorioso 4i de aquellos pueblos
- En Serosca se bautizaba a las criaturas al día siguiente de venir al mundo; y, siendo posible, el mismo
- ¡Le queda mucha vida; sí, ya sé que hay que vivir sufriendo, pero eso... todos en este mundo...!
- Y no vieron el abandono y naufragio de las dos ruedas de la máquina sublime, rodeadas de u n mundo de
- — ¡Qué me importan todas las heladas del mundo! ¡Esas flores serán almendras!
- ¡Señor, sentirían, sentirían ellas, correría debajo del mundo, de todas las cosas, un infinito y delicadísimo
- ±7 que lo venusto y más intenso de todas las realidades era el alma humana, «voz del Creador del mundo
- Desde aquella cornisa del fanal, creía hundir la mirada en todo el mundo y señorear la serranía, el mar
- montaña; tenía las piernas torcidas, quebradas; devoradas las manos, y su cabeza, j a esquelética, vuelta
- B ) . - 2 4 : "un caballo loco. | Contestó don Diego que no sabía nada. | —Pues mire, mire todo el mundo
- Pág. 210: Línea 1: "por lástimas" ( A ) . - 6 : "recorrería por bajo de todo el mundo," (A, B, M). -
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- Obras Completas de Gabriel Miró. Vol. 11. El obispo leproso : novela / prólogo por Gerardo Diego; revisión del texto y notas por P. C. [Pedro Caravia Hevia] - Registro bibliográfico
- Autor:
- Miró, Gabriel, 1879-1930
- Portales:
- Gabriel Miró Visitar sitio web | Fontilles y la lepra en España Visitar sitio web
- Pub. orig.:
- Barcelona, Tipografía Altés, 1947
- Materia:
- Novela española Siglo 20º
- Fragmentos 'La vuelta al mundo de un novelista' en la obra : (20 coincidencias encontradas)
-
- cial ironía por la superposición 1890-1925, o sea, reducida a la vida del autor, niñez-madurez, el novelista
- Lo mismo que todo el mundo.
- Pero, bueno, el tifus lo tiene todo el Ó3 mundo en Murcia; está siempre debajo de Murcia, a dos jemes
- Lo más hermoso que se puede ser en este mundo. Entró Aláximo, el Lijo.
- Después se soltaban por el mundo, y la suya se le escondía en la sangre y en los huesos, y se quedaba
- Y ya. las dos hermanas podían respirar compadeciéndose de este mundo. ...Vinieron las de siempre.
- ¡En el comulgatorio; en presencia de Nuestro Señor Jesucristo fué cuando pensó en el mundo!
- Su ga llard ía no era de este mundo.
- El cortejo, como todos los cortejos de este mundo, se sentía va particionero de la gloria del elegido
- , y un mundo costoso, antes de llegar a nuestros pobres conventos».
- Esta bella donceUona d e pueblo l e inquietaba y a como una endiablada mujer del gran mundo.
- Todo eso fué para Pablo la promesa de una felicidad, la lejanía, el principio de un mundo de cuento;
- H u g o , puso el elogio a la beldad menospreciando las pesadumbres del mundo: — ¡Qué guapa estaba hoy
- ¡El mundo e r a m u y ancho! —¡Tan ancho—le respondió el Sr.
- Bien me duele que todavía tenga gustos del mundo y ponga demasiadas ternuras en lo perecedero.
- Pero él resistiría; porque la contienda de la pobre Oleza significaba la del mundo.
- Como en el mundo, las dos mitades de Oleza, la honesta y la relajada, se acometían para trastornar la
- Oleza estaba cerca del mundo, participando abiertamente de sus maravillas.
- Bellod, de broncos sentidos, y el homeópata Monera, sin ninguna voluntad para los gustos de este mundo
- D o s jesuítas que miraban el correo y después siguieron su vuelta a «Jesús».
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