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Las mocedades del Cid

Comedia primera

Guillén de Castro


[Nota preliminar: Edición a cargo de Eva Soler. Grupo de investigación ARTELOPE. Proyecto TC/12.]



LOS QUE HABLAN EN ELLA SON LOS SIGUIENTES
 

 
EL REY DON FERNANDO.
LA REINA,   su mujer.
EL PRÍNCIPE DON SANCHO.
LA INFANTA DOÑA URRACA.
DIEGO LAÍNEZ,   padre del Cid.
RODRIGO,   el Cid.
EL CONDE LOZANO.
JIMENA GÓMEZ,   hija del Conde.
ARIAS GONZALO.
PERANSULES.
HERNÁN DÍAZ y BERMUDO LAÍN,   hermanos del Cid.
ELVIRA,   criada de Jimena Gómez.
UN MAESTRO DE ARMAS del Príncipe.
DON MARTÍN GONZÁLEZ.
UN REY MORO.
CUATRO MOROS.
UN PASTOR.
Dos o tres PAJES y alguna otra GENTE de acompañamiento.
[UN GAFO.]





ArribaAbajoActo I

 

Salen el REY DON FERNANDO, DIEGO LAÍNEZ, los dos de barba blanca, y el DIEGO LAÍNEZ, decrépito, arrodíllase delante el REY y dice.

 
DIEGO LAÍNEZ
    Es gran premio a mi lealtad.
REY
A lo que debo me obligo.
DIEGO LAÍNEZ
Hónrale tu Majestad.
REY
Honro a mi sangre en Rodrigo,
Diego Laínez, alzad.5
    Mis propias armas le he dado
para armalle caballero.
DIEGO LAÍNEZ
Ya, Señor, las ha velado,
y ya viene...
REY
Ya lo espero.
DIEGO LAÍNEZ
...excesivamente honrado.10
    Pues don Sancho mi Señor,
mi Príncipe, y mi Señora
la Reina, le son, Señor,
padrinos.
REY
Pagan agora
lo que deben a mi amor.15
 

(Salen la REINA y el PRÍNCIPE DON SANCHO, la INFANTA DOÑA URRACA, JIMENA GÓMEZ, el CONDE LOZANO, ARIAS GONZALO, [RODRIGO] y PERANSULES.)

 
URRACA
   ¿Qué te parece, Jimena,
de Rodrigo?
JIMENA
Que es galán,

 (Aparte.) 

(y que sus ojos le dan
al alma sabrosa pena.)
REINA
¡Qué bien las armas te están!20
    ¡Bien te asientan!
RODRIGO
No era llano,
pues tú les diste los ojos
y Arias Gonzalo la mano.
ARIAS GONZALO
Son del cielo tus despojos,
y es tu valor castellano.25
REINA

 [Al REY.] 

    ¿Qué os parece mi ahijado?
¿No es galán, fuerte y lucido?
CONDE

 [A PERANSULES.] 

Bravamente le han honrado
los reyes.
PERANSULES

 [Al CONDE.] 

Extremo ha sido.
RODRIGO
¡Besaré lo que ha pisado30
    quien tanta merced me ha hecho!
REY
Mayores las merecías.
¡Qué robusto, qué bien hecho,
bien te vienen armas mías!
RODRIGO
Es tuyo también mi pecho.35
REY
    Lleguémonos al altar
del Santo Patrón de España.
DIEGO LAÍNEZ
No hay mas glorias que esperar.
RODRIGO
Quien te sirve y te acompaña,
al cielo puede llegar.40
 

(Corren una cortina y aparece el altar de Santiago y en él una fuente de plata, una espada y unas espuelas doradas.)

 
REY
    Rodrigo, ¿queréis ser caballero?
RODRIGO
Sí, quiero.
REY
Pues Dios os haga buen caballero.
Rodrigo, ¿queréis ser caballero?
RODRIGO
Sí, quiero.45
REY
    Pues Dios os haga buen caballero.
Rodrigo, ¿queréis ser caballero?
RODRIGO
Sí, quiero.
REY
Pues Dios os haga buen caballero.
    Cinco batallas campales50
venció en mi mano esta espada,
y pienso dejarla honrada
a tu lado.
RODRIGO
Extremos tales
mucho harán, Señor, de nada.
    Y así, porque su alabanza55
llegue hasta la esfera quinta,
ceñida en tu confianza
la quitaré de mi cinta,
colgaréla en mi esperanza.
    Y por el ser que me ha dado60
el tuyo, que el cielo guarde,
de no volvérmela al lado
hasta estar asegurado
de no hacértela cobarde,
    que será habiendo vencido65
cinco campales batallas.
CONDE

 [Aparte.] 

(¡Ofrecimiento atrevido!)
REY
Yo te daré para dallas
la ocasión que me has pedido.
    Infanta y vos le poné70
la espuela.
RODRIGO
¡Bien soberano!
URRACA
Lo que me mandas haré.
RODRIGO
Con un favor de tal mano,
sobre el mundo pondré el pie.
 

(Pónele [DOÑA URRACA] las espuelas.)

 
URRACA
    Pienso que te habré obligado;75
Rodrigo, acuérdate desto.
RODRIGO
Al cielo me has levantado.
JIMENA

 [Aparte.] 

(Con la espuela que le ha puesto
el corazón me ha picado.)
RODRIGO
    Y tanto servirte espero,80
como obligado me hallo.
REINA
Pues eres ya caballero,
ve a ponerte en un caballo,
Rodrigo, que darte quiero.
    Y yo y mis damas saldremos85
a verte salir en él.
DON SANCHO
A Rodrigo acompañemos.
REY
Príncipe, salid con él.
PERANSULES

 [Aparte.] 

(Ya estas honras son extremos.)
RODRIGO
    ¿Qué vasallo mereció90
ser de su Rey tan honrado?
DON SANCHO
Padre, y ¿cuándo podré yo
ponerme una espada al lado?
REY
Aún no es tiempo.
DON SANCHO
¿Cómo no?
REY
    Pareceráte pesada,95
que tus años tiernos son.
DON SANCHO
Ya desnuda o ya envainada,
las alas del corazón
hacen ligera la espada.
    Yo, Señor, cuando su acero100
miro de la punta al pomo,
con tantos bríos le altero,
que a ser un monte de plomo
me pareciera ligero.
    Y si Dios me da lugar105
de ceñilla y, satisfecho
de mi pujanza, llevar
en hombros, espalda y pecho,
gola, peto y espaldar,
    verá el mundo que me fundo110
en ganalle y si le gano,
verán mi valor profundo,
sustentando en cada mano
un polo de los del mundo.
REY
    Sois muy mozo, Sancho, andad,115
con la edad daréis desvío
a ese brío.
DON SANCHO
¡Imaginad
que pienso tener más brío
cuanto tenga más edad!
RODRIGO
    En mí tendrá vuestra Alteza120
para todo un fiel vasallo.
CONDE

 [A PERANSULES.] 

¡Qué brava naturaleza!
DON SANCHO
Ven, y pondráste a caballo.
PERANSULES

 [Al CONDE.] 

Será la misma braveza.
REINA
   Vamos a vellos.
DIEGO LAÍNEZ
Bendigo,
125
hijo, tan dichosa palma.
REY

 [Aparte.] 

(¡Qué de pensamientos sigo!)
JIMENA

 (Aparte.) 

(Rodrigo me lleva el alma.)
URRACA

 (Aparte.) 

(Bien me parece Rodrigo.)
 

(Vanse y quedan el REY, el CONDE LOZANO, DIEGO LAÍNEZ, ARIAS GONZALO y PERANSULES.)

 
REY
    Conde de Orgaz, Peransules,130
Laínez, Arias Gonzalo,
los cuatro que hacéis famoso
nuestro Consejo de Estado.
Esperad, volved, no os vais;
sentaos, que tengo que hablaros.135
 

(Siéntanse todos cuatro y el REY en medio de ellos.)

 
Murió Gonzalo Bermúdez
que del Príncipe don Sancho
fue ayo, y murió en el tiempo
que más le importaba el ayo;
pues dejando estudio y letras140
el Príncipe tan temprano,
tras su inclinación le llevan
guerras, armas y caballos.
Y siendo de condición
tan indomable y tan bravo,145
que tiene asombrado el mundo
con sus prodigios extraños,
un vasallo ha menester
que, tan leal como sabio,
enfrene sus apetitos150
con prudencia y con recato.
Y así yo, viendo parientes
más amigos que vasallos,
que es mayordomo mayor
de la Reina Arias Gonzalo,155
y que de Alonso y García
tiene la cura a su cargo
Peransules, y que el Conde
por muchas causas Lozano,
para mostrar que lo es160
viste acero y corre el campo,
quiero que a Diego Laínez
tenga el Príncipe por ayo.
Pero es mi gusto que sea
con parecer de los cuatro,165
columnas de mi corona
y apoyos de mi cuidado.
ARIAS GONZALO
¿Quién como Diego Laínez
puede tener a su cargo
lo que importa tanto a todos,170
y al mundo le importa tanto?
PERANSULES
¿Merece Diego Laínez
tal favor de tales manos?
CONDE
Sí, merece; y más agora,
que a ser contigo ha llegado175
preferido a mi valor
tan a costa de mi agravio.
Habiendo yo pretendido
el servir en este cargo
al Príncipe mi Señor,180
que el cielo guarde mil años,
debieras mirar buen Rey,
lo que siento y lo que callo
por estar en tu presencia,
si es que puedo sufrir tanto.185
Si el viejo Diego Laínez
con el peso de los años
caduca ya, ¿cómo puede
siendo caduco, ser sabio?
Y cuando al Príncipe enseñe190
lo que entre ejercicios varios
debe hacer un caballero
en las plazas y en los campos,
¿podrá para dalle ejemplo,
como yo mil veces hago,195
hacer una lanza astillas
desalentando un caballo?
Si yo...
REY
¡Baste!
DIEGO LAÍNEZ
Nunca, Conde,
anduvistes tan lozano.
Que estoy caduco confieso,200
que el tiempo, en fin, puede tanto,
mas caducando, durmiendo,
feneciendo, delirando,
puedo... puedo enseñar yo
lo que muchos ignoraron.205
Que si es verdad que se muere
cual se vive, agonizando,
para vivir daré ejemplos
y valor para imitallos.
Si ya me faltan las fuerzas210
para con pies y con brazos
hacer de lanzas astillas
y desalentar caballos,
de mis hazañas escritas
daré al Príncipe un traslado215
y aprenderá en lo que hice,
sino aprende en lo que hago.
Y verá el mundo, y el Rey,
que ninguno en lo criado
merece...
REY
¡Diego Laínez!
220
CONDE
Yo lo merezco...
REY
¡Vasallos!
CONDE
...tan bien como tú, y mejor.
REY
¡Conde!
DIEGO LAÍNEZ
Recibes engaño.
CONDE
Yo digo...
REY
¡Soy vuestro Rey!
DIEGO LAÍNEZ
¿No dices?
CONDE
¡Dirá la mano
225
lo que ha callado la lengua!
 

(Dale una bofetada.)

 
PERANSULES
¡Tente!
DIEGO LAÍNEZ
¡Ay, viejo desdichado!
REY
¡Ah, de mi guarda!
DIEGO LAÍNEZ
¡Dejadme!
REY
¡Prendelde!
CONDE
¿Estás enojado?
Espera, excusa alborotos,230
Rey poderoso, Rey magno,
y no los habrá en el mundo
de habellos en tu palacio.
Y perdónale esta vez
a esta espada y a esta mano235
el perderte aquí el respeto,
pues tantas, y en tantos años
fue apoyo de tu corona,
caudillo de tus soldados,
defendiendo tus fronteras240
y vengando tus agravios.
Considera que no es bien
que prendan los reyes sabios
a los hombres como yo,
que son de los reyes manos,245
alas de su pensamiento,
y corazón de su estado.
REY
¡Hola!
PERANSULES
¿Señor?
ARIAS GONZALO
¿Señor?
REY
¡Conde!
CONDE
Perdona.
REY
¡Espera, villano!
 

(Vase el CONDE.)

 
¡Seguilde!
ARIAS GONZALO
¡Parezca agora
250
tu prudencia, gran Fernando!
DIEGO LAÍNEZ
Llamalde, llamad al Conde,
que venga a ejercer el cargo
de ayo de vuestro hijo,
que podrá más bien honrallo;255
pues que yo sin honra quedo
y él lleva, altivo y gallardo,
añadido al que tenía
el honor que me ha quitado.
Y yo me iré, si es que puedo,260
tropezando en cada paso
con la carga de la afrenta
sobre el peso de los años,
donde mis agravios llore
hasta vengar mis agravios.265
REY
¡Escucha, Diego Laínez!
DIEGO LAÍNEZ
Mal parece un afrentado
en presencia de su Rey.
REY
¡Oíd!
DIEGO LAÍNEZ
Perdonad, Fernando.
¡Ay, sangre que honró a Castilla!270
 

(Vase DIEGO LAÍNEZ.)

 
REY
¡Loco estoy!
ARIAS GONZALO
Va apasionado.
REY
Tiene razón, ¿qué haré, amigos?
¿Prenderé al Conde Lozano?
ARIAS GONZALO
No, Señor, que es poderoso,
arrogante, rico y bravo,275
y aventuras en tu imperio
tus reinos y tus vasallos.
Demás de que en casos tales
es negocio averiguado
que el prender el delincuente280
es publicar el agravio.
REY
Bien dices. Ve, Peransules,
siguiendo al Conde Lozano.

 [A ARIAS GONZALO.] 

Sigue tú a Diego Laínez.
Decid de mi parte a entrambos,285
que pues la desgracia ha sido
en mi aposento cerrado,
y está seguro el secreto,
que ninguno a publicallo
se atreva, haciendo el silencio290
perpetuo; y que yo lo mando
so pena de mi desgracia.
PERANSULES
¡Notable razón de estado!
REY

 [A ARIAS GONZALO.] 

Y dile a Diego Laínez
que su honor tomo a mi cargo,295
y que vuelva luego a verme.

 [A PERANSULES.] 

Y di al Conde que le llamo
y le aseguro. Y veremos
si puede haber medio humano
que componga estas desdichas.300
PERANSULES
Iremos.
REY
¡Volved volando!
ARIAS GONZALO
Mi sangre es Diego Laínez.
PERANSULES
Del Conde soy primo hermano.
REY

 [Aparte.] 

(Rey soy mal obedecido,
castigaré mis vasallos.)305
 

(Vanse. Sale RODRIGO con sus hermanos HERNÁN DÍAZ y BERMUDO LAÍN, que le salen quitando las armas.)

 
RODRIGO
    Hermanos, mucho me honráis.
BERMUDO
A nuestro hermano mayor
servimos.
RODRIGO
Todo el amor
que me debéis, me pagáis.
HERNÁN DÍAZ
    Con todo habemos quedado,310
que es bien que lo confesemos,
invidiando los extremos
con que del Rey fuiste honrado.
RODRIGO
    Tiempo, tiempo vendrá, hermanos,
en que el Rey, placiendo a Dios,315
pueda emplear en los dos
sus dos liberales manos,
    y os dé con los mismos modos
el honor que merecí;
que el Rey que me honra a mí320
honra tiene para todos.
    Id colgando con respeto
sus armas, que mías son;
a cuyo heroico blasón
otra vez juro y prometo325
    de no ceñirme su espada,
que colgada aquí estará
de mi mano y está ya
de mi esperanza colgada,
    hasta que llegue a vencer330
cinco batallas campales.
BERMUDO
Y ¿cuándo, Rodrigo, sales
al campo?
RODRIGO
A tiempo ha de ser.
 

(Sale DIEGO LAÍNEZ con el báculo partido en dos partes.)

 
DIEGO LAÍNEZ
    ¿Agora cuelgas la espada,
Rodrigo?
HERNÁN DÍAZ
¡Padre!
BERMUDO
¡Señor!
335
RODRIGO
¿Qué tienes?
DIEGO LAÍNEZ

 (Aparte.) 

(¡No tengo honor!)
¡Hijos!...
RODRIGO
¡Dilo!
DIEGO LAÍNEZ
Nada, nada.
    Dejadme solo.
RODRIGO
¿Qué ha sido?

 [Aparte.] 

(De honra son estos enojos.)
¿Vertiendo sangre los ojos...340
...con el báculo partido?
DIEGO LAÍNEZ
    ¡Salíos fuera!
RODRIGO
Si me das
licencia, tomar quisiera
otra espada.
DIEGO LAÍNEZ
¡Esperad fuera!
¡Salte, salte como estás!345
HERNÁN DÍAZ
    ¡Padre!
BERMUDO
¡Padre!
DIEGO LAÍNEZ

 [Aparte.] 

(¡Más se aumenta
mi desdicha!)
RODRIGO
¡Padre amado!
DIEGO LAÍNEZ

 (Aparte.) 

(Con una afrenta os he dado
a cada uno una afrenta.)
    ¡Dejadme solo...
BERMUDO
Cruel
350
es su pena.
HERNÁN DÍAZ
Yo la siento.
DIEGO LAÍNEZ

 (Aparte.) 

(...que se caerá este aposento
si hay cuatro afrentas en él!)
    ¿No os vais?
RODRIGO
Perdona.
DIEGO LAÍNEZ

 [Aparte.] 

(¡Qué poca
es mi suerte!)
RODRIGO

 [Aparte.] 

(¿Qué sospecho
355
pues ya el honor en mi pecho
toca a fuego, al arma toca?)
 

(Vanse los tres.)

 
DIEGO LAÍNEZ
    ¡Cielos! ¡Peno, muero, rabio!
No más báculo rompido,
pues sustentar no ha podido360
si no al honor, al agravio.
Mas no os culpo, como sabio...
Mal he dicho... Perdonad,
que es ligera autoridad
la vuestra, y sólo sustenta,365
no la carga de una afrenta,
sino el peso de una edad.
    Antes con mucha razón
os vengo a estar obligado,
pues dos palos me habéis dado370
con que vengue un bofetón.
Mas es liviana opinión
que mi honor fundarse quiera
sobre cosa tan ligera.
Tomando esta espada, quiero375
llevar báculo de acero,
y no espada de madera.
 

(Ha de haber unas armas colgadas en el tablado y algunas espadas.)

 
    Si no me engaño, valor
tengo que mi agravio siente.
¡En ti, en ti, espada valiente,380
ha de fundarse mi honor!
De Mudarra el vengador
eres; tu acero afamólo
desde el uno al otro polo.
Pues vengaron tus heridas385
la muerte de siete vidas,
venga en mí un agravio solo.
    ¿Esto es blandir o temblar?
Pulso tengo todavía,
aún hierve mi sangre fría,390
que tiene fuego el pesar.
Bien me puedo aventurar,
mas, ¡ay, cielo!, engaño es,
que cualquier tajo o revés
me lleva tras sí la espada,395
bien en mi mano apretada
y mal segura en mis pies.
    Ya me parece de plomo,
ya mi fuerza desfallece,
ya caigo, ya me parece400
que tiene a la punta el pomo.
Pues, ¿qué he de hacer? ¿Cómo, cómo,
con qué, con qué confianza
daré paso a mi esperanza
cuando funda el pensamiento405
sobre tan flaco cimiento
tan importante venganza?
    ¡Oh, caduca edad cansada!
Estoy por pasarme el pecho.
¡Ah, tiempo ingrato! ¿Qué has hecho?410
¡Perdonad, valiente espada,
y estad desnuda y colgada,
que no he de envainaros, no!
Que pues mi vida acabó
donde mi afrenta comienza,415
teniéndoos a la vergüenza,
diréis la que tengo yo.
    ¡Desvanéceme la pena!
Mis hijos quiero llamar,
que, aunque es desdicha tomar420
venganza con mano ajena,
el no tomalla condena
con más veras al honrado.
En su valor he dudado,
teniéndome suspendido,425
el suyo por no sabido,
y el mío por acabado.
    ¿Qué haré?... No es mal pensamiento.
¡Hernán Díaz!
 

(Sale HERNÁN DÍAZ.)

 
HERNÁN DÍAZ
¿Qué me mandas?
DIEGO LAÍNEZ
Los ojos tengo sin luz,430
la vida tengo sin alma.
HERNÁN DÍAZ
¿Qué tienes?
DIEGO LAÍNEZ
¡Ay, hijo! ¡Ay, hijo!
Dame la mano... Estas ansias
con este rigor me aprietan.
 

(Tómale la mano a su hijo y apriétasela lo más fuerte que pudiere.)

 
HERNÁN DÍAZ
¡Padre, padre, que me matas!435
¡Suelta, por Dios, suelta! ¡Ay, cielo!
DIEGO LAÍNEZ
¿Qué tienes? ¿qué te desmaya?
    ¿qué lloras, medio mujer?
HERNÁN DÍAZ
¡Señor!
DIEGO LAÍNEZ
¡Vete! ¡Vete! ¡Calla!
¿Yo te di el ser? No es posible.440
¡Salte fuera!
HERNÁN DÍAZ

 [Aparte.] 

(¡Cosa extraña!)
 

(Vase.)

 
DIEGO LAÍNEZ
¡Si así son todos mis hijos,
buena queda mi esperanza!
¡Bermudo Laín!
 

(Sale BERMUDO LAÍN.)

 
BERMUDO
¿Señor?
DIEGO LAÍNEZ
Una congoja, una basca445
tengo, hijo. Llega, llega...
¡Dame la mano!
 

(Apriétale la mano.)

 
BERMUDO
Tomalla
Puedes... ¡Mi padre! ¿Qué haces?...
¡Suelta, deja, quedo, basta!
¿Con las dos manos me aprietas?450
DIEGO LAÍNEZ
¡Ah, infame! Mis manos flacas
¿son las garras de un león?
Y aunque lo fueran, ¿bastaran
a mover tus tiernas quejas?
¿Tú eres hombre? ¡Vete, infamia455
de mi sangre!
BERMUDO
Voy corrido.
 

(Vase.)

 
DIEGO LAÍNEZ
¿Hay tal pena? ¿Hay tal desgracia?
¡En qué columnas estriba
la nobleza de una casa
que dio sangre a tantos reyes!460
Todo el aliento me falta.
¡Rodrigo!
 

(Sale RODRIGO.)

 
RODRIGO
Padre, Señor,
¿es posible que me agravias?
Si me engendraste el primero,
¿cómo el postrero me llamas?465
DIEGO LAÍNEZ
¡Ay hijo! Muero.
RODRIGO
¿Qué tienes?
DIEGO LAÍNEZ
¡Pena, pena, rabia, rabia!
 

(Muérdele un dedo de la mano fuertemente.)

 
RODRIGO
¡Padre, soltad en mal hora!
¡Soltad, padre, en hora mala!
¡Si no fuérades mi padre470
diéraos una bofetada!
DIEGO LAÍNEZ
Ya no fuera la primera.
RODRIGO
¿Cómo?
DIEGO LAÍNEZ
¡Hijo, hijo del alma!
¡Ese sentimiento adoro,
esa cólera me agrada,475
esa braveza bendigo!
¡Esa sangre alborotada
que ya en tus venas revienta,
que ya por tus ojos salta,
es la que me dio Castilla,480
y la que te di heredada
de Laín Calvo y de Nuño,
y la que afrentó en mi cara
el Conde, el Conde de Orgaz,
ése a quien Lozano llaman!485
¡Rodrigo, dame los brazos!
Hijo, esfuerza mi esperanza
y esta mancha de mi honor,
que al tuyo se extiende, lava
con sangre; que sangre sola490
quita semejantes manchas.
Si no te llamé el primero
para hacer esta venganza,
fue porque más te quería,
fue porque más te adoraba;495
y tus hermanos quisiera
que mis agravios vengaran
por tener seguro en ti
el mayorazgo en mi casa.
Pero, pues los vi al proballos500
tan sin bríos, tan sin alma,
que doblaron mis afrentas
y crecieron mis desgracias,
a ti te toca, Rodrigo.
Cobra el respeto a estas canas;505
poderoso es el contrario,
y en palacio y en campaña
su parecer el primero,
y suya la mejor lanza.
Pero, pues tienes valor510
y discurso no te falta,
cuando a la vergüenza miras,
aquí ofensa y allí espada...
No tengo más que decirte,
pues ya mi aliento se acaba,515
y voy a llorar afrentas
mientras tú tomas venganzas.
 

(Vase DIEGO LAÍNEZ, dejando solo a RODRIGO.)

 
RODRIGO
    Suspenso, de afligido,
estoy. Fortuna, ¿es cierto lo que veo?
¡Tan en mi daño ha sido520
tu mudanza, que es tuya y no la creo!
¿Posible pudo ser que permitiese
tu inclemencia que fuese
mi padre el ofendido -¡extraña pena!-,
y el ofensor el padre de Jimena?525
    ¿Qué haré, suerte atrevida,
si él es el alma que me dio la vida?
¿Qué haré -¡terrible calma!-,
si ella es la vida que me tiene el alma?
Mezclar quisiera, en confianza tuya,530
mi sangre con la suya,
¿y he de verter su sangre? ¡Brava pena!
¿Yo he de matar al padre de Jimena?
    Mas ya ofende esta duda
al santo honor que mi opinión sustenta.535
Razón es que sacuda
de amor el yugo y la cerviz exenta
acuda a lo que soy; que habiendo sido
mi padre el ofendido,
poco importa que fuese, ¡amarga pena!,540
el ofensor el padre de Jimena.
    ¿Qué imagino? Pues que tengo
más valor que pocos años,
para vengar a mi padre
matando al Conde Lozano.545
¿Qué importa el bando temido
del poderoso contrario,
aunque tenga en las montañas
mil amigos asturianos?
Y ¿qué importa que en la corte550
del Rey de León, Fernando,
sea su voto el primero,
y en guerra el mejor su brazo?
Todo es poco, todo es nada
en descuento de un agravio,555
el primero que se ha hecho
a la sangre de Laín Calvo.
Daráme el cielo ventura,
si la tierra me da campo,
aunque es la primera vez560
que doy el valor al brazo.
Llevaré esta espada vieja
de Mudarra el Castellano,
aunque está bota y mohosa
por la muerte de su amo;565
y si le pierdo el respeto,
quiero que admita en descargo
del ceñírmela ofendido,
lo que la digo turbado;
    haz cuenta, valiente espada,570
que otro Mudarra te ciñe,
y que con mi brazo riñe
por su honra maltratada.
    Bien sé que te correrás
de venir a mi poder,575
mas no te podrás correr
de verme echar paso atrás.
    Tan fuerte como tu acero
me verás en campo armado;
segundo dueño has cobrado,580
tan bueno como el primero.
    Pues cuando alguno me venza,
corrido del torpe hecho,
hasta la cruz en mi pecho
te esconderé de vergüenza.585
 

(Vase. Salen a la ventana DOÑA URRACA y JIMENA GÓMEZ.)

 
URRACA
    ¡Qué general alegría
tiene toda la ciudad
con Rodrigo!
JIMENA
Así es verdad,
y hasta el sol alegra el día.
URRACA
    Será un bravo caballero,590
galán, bizarro y valiente.
JIMENA
Luce en él gallardamente
entre lo hermoso lo fiero.
URRACA
    ¡Con qué brío, qué pujanza,
gala, esfuerzo y maravilla,595
afirmándose en la silla,
rompió en el aire una lanza!
    Y, al saludar, ¿no le viste
qué a tiempo picó el caballo?
JIMENA
Si llevó para picallo600
la espuela que tú le diste,
    ¿qué mucho?
URRACA
¡Jimena, tente,
porque ya el alma recela
que no ha picado la espuela
al caballo solamente!605
 

(Salen el CONDE LOZANO y PERANSULES, y algunos CRIADOS.)

 
CONDE
    Confieso que fue locura,
mas no la quiero enmendar.
PERANSULES
Querrálo el Rey remediar
con su prudencia y cordura.
CONDE
    ¿Qué ha de hacer?
PERANSULES
Escucha agora,
610
ten flema, procede a espacio...
JIMENA
A la puerta de Palacio
llega mi padre y, Señora,
    algo viene alborotado.
URRACA
Mucha gente le acompaña.615
PERANSULES
Es tu condición extraña.
CONDE
Tengo condición de honrado.
PERANSULES
    Y con ella, ¿has de querer
perderte?
CONDE
¿Perderme? No,
que los hombres como yo620
tienen mucho que perder,
    y ha de perderse Castilla
antes que yo.
PERANSULES
¿Y no es razón
el dar tú...?
CONDE
¿Satisfacción?
Ni dalla, ni recebilla.625
PERANSULES
    ¿Por qué no? No digas tal.
¿Qué duelo en su ley lo escribe?
CONDE
El que la da y la recibe
es muy cierto quedar mal,
    porque el uno pierde honor,630
y el otro no cobra nada;
el remitir a la espada
los agravios es mejor.
PERANSULES
    ¿Y no hay otros medios buenos?
CONDE
No dicen con mi opinión.635
Al dalle satisfacción,
¿no he de decir por lo menos,
    que sin mí y conmigo estaba
al hacer tal desatino,
o porque sobraba el vino640
o porque el seso faltaba?
PERANSULES
    Es así.
CONDE
Y ¿no es desvarío
el no advertir, que en rigor
pondré un remiendo en su honor
quitando un jirón del mío?645
    Y en habiendo sucedido,
habremos los dos quedado,
él, con honor remendado,
y yo, con honor perdido.
    Y será más en su daño650
remiendo de otro color,
que el remiendo en el honor
ha de ser del mismo paño.
    No ha de quedar satisfecho
de esa suerte, cosa es clara;655
si sangre llamé a su cara,
saque sangre de mi pecho,
    que manos tendré y espada
para defenderme dél.
PERANSULES
Esa opinión es cruel.660
CONDE
Esta opinión es honrada.
    Procure siempre acertalla
el honrado y principal;
pero si la acierta mal,
defendella, y no enmendalla.665
PERANSULES
    Advierte bien lo que haces,
que sus hijos...
CONDE
Calla, amigo;
y ¿han de competir conmigo
un caduco y tres rapaces?
 

(Vanse. Sale RODRIGO.)

 
JIMENA
    Parece que está enojado670
mi padre. ¡Ay, Dios! Ya se van...
URRACA
No te aflijas; tratarán
allá en su razón de estado.
    Rodrigo viene.
JIMENA
Y también
trae demudado el semblante.675
RODRIGO

 [Aparte.] 

(Cualquier agravio es gigante
en el honrado... ¡Ay, mi bien!)
URRACA
    ¡Rodrigo, qué caballero
pareces!
RODRIGO

 [Aparte.] 

(¡Ay, prenda amada!)
URRACA
¡Qué bien te asienta la espada680
sobre seda y sobre acero!
RODRIGO
    Tal merced...
JIMENA

 [A D.ª URRACA.] 

¡Alguna pena
señala! ¿Qué puede ser?
URRACA
Rodrigo...
RODRIGO

 [Aparte.] 

(¡Que he de verter
sangre del alma! ¡Ay, Jimena!)685
JIMENA
    ...o fueron vanos antojos,
o pienso que te has turbado.
RODRIGO
Sí, que las dos habéis dado
dos causas a mis dos ojos,
    pues lo fueron deste efecto690
el darme con tal ventura,
Jimena, amor y hermosura,
y tú, hermosura y respeto.
JIMENA
    Muy bien ha dicho, y mejor
dijera, si no igualara695
la hermosura.
URRACA

 (Aparte.) 

(Yo trocara
con el respeto el amor.)

 [A JIMENA.] 

    Más bien hubiera acertado
si mi respeto no fuera,
pues sólo tu amor pusiera700
tu hermosura en su cuidado,
    y no te causara enojos
el ver igualarme a ti
en ella.
JIMENA
Solo sentí
el agravio de tus ojos,705
    porque yo más estimara
el ver estimar mi amor
que mi hermosura.
RODRIGO

 (Aparte.) 

(¡Oh, rigor
de fortuna! ¡Oh, suerte avara!
    ¡Con glorias creces mi pena!) 710
URRACA
Rodrigo...
JIMENA

 [Aparte.] 

(¿Qué puede ser?)
RODRIGO
Señora...

 [Aparte.] 

(Que he de verter
sangre del alma. ¡Ay, Jimena!
    Ya sale el Conde Lozano...
¿Cómo, terribles enojos,715
teniendo el alma en los ojos
pondré en la espada la mano?)
 

(Salen el CONDE LOZANO y PERANSULES, y los CRIADOS.)

 
PERANSULES
    De lo hecho te contenta,
y ten por cárcel tu casa.
RODRIGO

 (Aparte.) 

(El amor allí me abrasa, 720
y aquí me hiela el afrenta.)
CONDE
    Es mi cárcel mi albedrío,
si es mi casa.
JIMENA
¿Qué tendrá?
Ya está hecho brasa, y ya está
como temblando de frío.725
URRACA
    Hacia el Conde está mirando,
Rodrigo, el color perdido.
¿Qué puede ser?
RODRIGO

 [Aparte.] 

(Si el que he sido
soy siempre, ¿qué estoy dudando?)
JIMENA
    ¿Qué mira? ¿A qué me condena?730
RODRIGO

 [Aparte.] 

(Mal me puedo resolver.)
JIMENA
¡Ay, triste!
RODRIGO

 (Aparte.) 

(Que he de verter
sangre del alma. ¡Ay, Jimena!
    ¿Qué espero? ¡Oh, amor gigante!
¿En qué dudo? Honor, ¿qué es esto?735
En dos balanzas he puesto
ser honrado y ser amante.
 

(Salen DIEGO LAÍNEZ y ARIAS GONZALO.)

 
    Mas mi padre es éste... Rabio
ya por hacer su venganza,
que cayó la una balanza740
con el peso del agravio.
    Cobardes mis bríos son,
pues para que me animara
hube de ver en su cara
señalado el bofetón.)745
DIEGO LAÍNEZ
    Notables son mis enojos:
debe dudar y temer...
¿Qué mira, si echa de ver
que le animo con los ojos?
ARIAS GONZALO
    Diego Laínez, ¿que es esto?750
DIEGO LAÍNEZ
Mal te lo puedo decir.
PERANSULES
Por acá podremos ir,
que está ocupado aquel puesto.
CONDE
    Nunca supe andar torciendo
ni opiniones ni caminos.755
RODRIGO

 [Aparte.] 

(Perdonad, ojos divinos,
si voy a matar muriendo.)
    ¡Conde!
CONDE
¿Quién es?
RODRIGO
A esta parte
quiero decirte quién soy.
JIMENA
¿Qué es aquello? ¡Muerta estoy!760
CONDE
¿Qué me quieres?
RODRIGO
Quiero hablarte.
    Aquel viejo que está allí,
¿sabes quién es?
CONDE
Ya lo sé,
¿por qué lo dices?
RODRIGO
¿Por qué?
Habla bajo, escucha...
CONDE
Di.
765
RODRIGO
    ¿No sabes que fue despojo
de honra y valor?
CONDE
Sí, sería.
RODRIGO
¿Y que es sangre suya y mía
la que yo tengo en el ojo,
    sabes?
CONDE
Y el sabello, acorta
770
razones, ¿qué ha de importar?
RODRIGO
Si vamos a otro lugar
sabrás lo mucho que importa.
CONDE
    Quita, rapaz... ¿puede ser?
Vete, novel caballero,775
vete, y aprende primero
a pelear y a vencer;
    y podrás después honrarte
de verte por mí vencido,
sin que yo quede corrido780
de vencerte y de matarte.
    Deja agora tus agravios,
porque nunca acierta bien
venganzas con sangre quien
tiene la leche en los labios.785
RODRIGO
    En ti quiero comenzar
a pelear y aprender,
y verás si sé vencer,
veré si sabes matar.
    Y mi espada mal regida790
te dirá en mi brazo diestro
que el corazón es maestro
desta ciencia no aprendida.
    Y quedaré satisfecho,
mezclando entre mis agravios795
esta leche de mis labios
y esa sangre de tu pecho.
PERANSULES
    ¡Conde!
ARIAS GONZALO
¡Rodrigo!
JIMENA
¡Ay de mí!
DIEGO LAÍNEZ

 [Aparte.] 

(El corazón se me abrasa.)
RODRIGO

 [Al CONDE.] 

Cualquier sombra desta casa800
es sagrado para ti...
JIMENA
    ¿Contra mi padre, Señor?
RODRIGO
...y así no te mato agora.
JIMENA
¡Oye!
RODRIGO
¡Perdonad, Señora,
que soy hijo de mi honor!805
    ¡Sígueme, Conde!
CONDE
Rapaz
con soberbia de gigante,
mataréte si delante
te me pones; vete en paz.
    Vete, vete, sino quies810
que como en cierta ocasión
di a tu padre un bofetón,
te dé a ti mil puntapiés.
RODRIGO
    ¡Ya es tu insolencia sobrada!
JIMENA
¡Con cuanta razón me aflijo!815
DIEGO LAÍNEZ
¡Las muchas palabras, hijo,
quitan la fuerza a la espada!
JIMENA
    ¡Detén, la mano violenta,
Rodrigo!
URRACA
¡Trance feroz!
DIEGO LAÍNEZ
¡Hijo, hijo! ¡Con mi voz820
te envío ardiendo mi afrenta!
 

(Éntranse acuchillando el CONDE y RODRIGO y todos tras ellos, y dicen dentro lo siguiente:)

 
CONDE
    ¡Muerto soy!
JIMENA
¡Suerte inhumana!
¡Ay, padre!
PERANSULES
¡Matalde! ¡Muera!
URRACA
¿Qué haces, Jimena?
JIMENA
Quisiera
echarme por la ventana;825
    pero volaré corriendo
ya que no bajo volando.
¡Padre!
DIEGO LAÍNEZ
¡Hijo!
URRACA
¡Ay, Dios!
 

(Sale RODRIGO acuchillándose con todos.)

 
RODRIGO
¡Matando
he de morir!
URRACA
¿Qué estoy viendo?
CRIADO 1.º
    ¡Muera, que al Conde mató!830
CRIADO 2.º
¡Prendeldo!
URRACA
Esperá, ¿qué hacéis?
Ni le prendáis, ni matéis...
¡Mirad que lo mando yo,
    que estimo mucho a Rodrigo,
y le ha obligado su honor!835
RODRIGO
Bella Infanta, tal favor
con toda el alma bendigo;
    mas es la causa extremada
para tan pequeño efecto
interponer tu respeto840
donde sobrara mi espada.
    No matallos ni vencellos
pudieras mandarme a mí,
pues por respetarte a ti
los dejo con vida a ellos.845
    Cuando me quieras honrar,
con tu ruego y con tu voz
detén el viento veloz,
para el indómito mar,
    y para parar el sol850
te le opón con tu hermosura,
que para éstos, fuerza pura
sobra en mi brazo español;
    y no irán tantos viniendo
como pararé matando.855
URRACA
Todo se va alborotando,
Rodrigo, a Dios te encomiendo,
    y el sol, el viento y el mar
pienso, si te han de valer,
con mis ruegos detener860
y con mis fuerzas parar.
RODRIGO
   Beso mil veces tu mano.

  [Aparte.] 

¡Seguidme!
CRIADO 2.º
¡Vete al abismo!
CRIADO 3.º
¡Sígate el demonio mismo!
URRACA
¡Oh, valiente castellano!865

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