—199→
El Doctor Pedro F. Roberts tiene bien sentada su reputación de especialista en enfermedades de —200→ los ojos, siendo, además un hombre constantemente estudioso y exclusivamente dedicado a las atenciones de su profesión. Él, mejor que nadie, podía, pues, hacer un libro que reuniese las observaciones recogidas en el Consultorio público gratuito y las de su clínica particular, de tan brillantes como aplaudidos resultados.
Estas observaciones, con las correspondientes estadísticas del año 1879, forman la primera parte del trabajo.
Entre ellas llama la atención el buen resultado obtenido con un procedimiento nuevo para la curación de los catarros con supuración del saco lagrimal, rebeldes a todo tratamiento. Este nuevo método consiste en el empleo de cerdas permanentes en las vías lagrimales, a manera de drenaje.
Constituyen la segunda parte de esta obra, cuatro conferencias dadas en el Círculo Médico.
En la primera se ocupa de la importancia de la oftalmología, no sólo para el médico que se dedica con especialidad al tratamiento de las enfermedades de los ojos, sino para los que se ocupan en general de todas las afecciones que aquejan el organismo humano. Demuestra en ella cuán necesarios son ciertos estudios previos para el conocimiento de este ramo de la medicina, y concluye con una ligera reseña de los progresos de la terapéutica y tratamiento médico de las enfermedades de los ojos.
La segunda y tercera conferencias tratan de la acumulación y refracción, indicando el modo como se producen estos fenómenos y las leyes a que obedecen.
Ocúpase en la cuarta de las ventajas e inconvenientes del uso de anteojos y de los peligros a que se exponen los miopes con el empleo de lentes demasiado —201→ fuertes; concluyendo con el estudio de los defectos por aberración de la luz, de que adolece el ojo humano, y de las causas, síntomas y tratamiento de la parálisis y espasmo de la acomodación.
También se encuentra en esta obra una conferencia leída en la Asociación Médica Bonaerense sobre la prescripción de lentes en un caso de astenopía acomodativa por astigmatismo compuesto y anisometropía.
Tanto los puntos escogidos como la forma verdaderamente científica de su desarrollo, hacen del libro del Dr. Roberts una obra digna de ser leída y estudiada.
El profesor L. Schnabl dedica su trabajo «a los distinguidos médicos oculistas argentinos Señores Dr. D. Cleto Aguirre, Dr. D. Pedro F. Roberts y Dr. D. Antonio F. Crespo»
.
Este libro es un manual bien escrito de popularización y propaganda. Su autor empieza por las ideas generales y necesarias sobre la luz, hace una —202→ breve descripción del ojo, sienta la teoría de la visión considerándola como instrumento óptico, dedica un par de capítulos a la refracción y acomodación y a sus defectos, para llegar a las enfermedades de la vista, que forman el objeto principal de su obra.
El autor está al cabo de los últimos adelantos científicos; y al estudiar la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo, la anisometropía, el estrabismo, y especialmente la fabricación y uso de los lentes, el teórico ilustrado desciende a los más mínimos detalles de aplicación y al par que da interés práctico a su libro, lo hace inofensivo y hasta útil para las personas que lo lean desprovistas de los conocimientos que son indispensables cuando se quiere abordar un estudio serio de fisiología aplicada. «Este libro no ha sido escrito para los sabios, dice el Señor Schnabl en el prólogo; dejamos esa noble tarea a una pluma más autorizada que la nuestra. Nos limitamos a exponer el resultado de observaciones y descubrimientos importantes, sin discutir las fórmulas y las teorías que nos llevarían muy lejos, e indicamos las obras inmortales de Helmholtz, Donders, Gavarret, Javal, etc., a los que quieran estudiar más profundamente esta materia»
.
A nadie escapará la utilidad de un trabajo que tiene por principal objeto la popularización de conocimientos para la higiene y conservación de uno de los órganos más importantes y sensibles. El Señor Schnabl ha llenado concienzudamente su tarea, cumpliendo con altura el objeto que se propusiera al publicar su libro sobre La vista.
Este libro metódicamente dividido en siete capítulos con su respectiva correspondencia de secciones alfabéticas, estudia por su orden la historia, la anatomía, las indicaciones y contra-indicaciones de la traqueotomía, los instrumentos que se emplean, el manual operatorio, los accidentes y complicaciones inmediatas, y finalmente las consecuencias de tan delicada operación. Un apéndice de observaciones inéditas sobre la laringotomía ocupa las últimas 60 ps. del libro.
El Dr. Melchor Torres, médico joven, no es desconocido para los que siguen con alguna atención —204→ las publicaciones del país, pues parece que contrae su actividad a aumentar la literatura científica con libros y folletos que no carecen, ciertamente, de mérito, y algunos de los cuales son de verdadera importancia, como monografías de materias dignas de constante estudio por su constante aplicación. Entra en esta categoría el libro de que me ocupo; y la carta-introducción del Dr. M. A. Montes de Oca dice demasiado al respecto.
El Dr. Torres escribe con claridad y hasta cierto punto con corrección, sin énfasis, no siempre con la indispensable precisión científica. Los dos primeros capítulos -historia de la traqueotomía y anatomía de la región- reúnen y presentan buenos datos, descripciones exactas en forma animada que seduce la atención de las personas más alejadas de esta clase de estudios.
En el capitulo III empieza la parte teórico-práctica con el estudio de la operación en las lesiones traumáticas de las vías respiratorias, en el crup, en el edema de la glotis, en las estrecheces orgánicas de la laringe y de la tráquea, en las estrecheces espasmódicas de la laringe, en los tumores de la lengua e inflamaciones de la laringe, en la asfixia por sumersión y envenenamiento, y de la traqueotomía preliminar en las operaciones que interesan la cavidad bucal, como en la resección del maxilar superior, en los tumores de la lengua, etc.
El capítulo IV describe y aprecia los instrumentos que se emplean en la traqueotomía, agrupados en cuatro clases: 1.º instrumentos para seccionar la tráquea y los tegumentos colocados delante de ella; 2.º para dilatar la tráquea; 3.º para mantener la dilatación-cánulas; y 4.º para la extracción de cuerpos extraños y falsas membranas. Las —205→ numerosas láminas que acompañan el texto dan mayor claridad a las explicaciones.
El capítulo V indica los preliminares de la operación y analiza y aprecia los procedimientos operatorios de Trousseau, Bourdillat, Saint-Germain y la traqueotomía con el termo cauterio.
Los dos últimos capítulos estudian los accidentes y complicaciones inmediatas y las consecuencias de la traqueotomía.
El apéndice, que se ocupa exclusivamente de la laringotomía, termina con una serie de interesantísimos cuadros de esa operación, conteniendo el nombre del operador e indicaciones bibliográficas, las causas de la operación, sus particularidades y su resultado.
Esta breve indicación del material de la obra, muestra que el Dr. Torres se ha preocupado de formar un libro completo, con la exposición de todas las teorías y el juicio imparcial de todos los —206→ métodos operatorios: lleva esa ventaja a otros tratados especiales de la materia, deficientes, por lo regular, en el análisis de las teorías o demasiado inclinados al método que adoptan.
El tratamiento de las enfermedades por los metales, fundado en lo que el Dr. Burk llamó idiosincrasia metaloterápica, con el desenvolvimiento de la teoría planteada por aquél, y posteriormente ampliada por Schif y Charcot -quienes creen deber los resultados conseguidos al movimiento molecular de los metales-, forma la base de la conferencia del Dr. Bartolomé Novaro, llena de interés y digna de su bello talento.
Es un vade mecum utilísimo. En breves palabras da los síntomas de las fiebres eruptivas, de las «enfermedades contagiosas que tienen sus principales síntomas en las vías digestivas»
; de las coqueluche, de las oftalmias, de las enfermedades contagiosas parasitarias, etc., y termina con algunas palabras sobre la epilepsia, ataque de nervios y danza de San Vito, que, si no son de contagio directo, pueden producir el «contagio de la imitación o del terror»
.
La Persea lingüe es una laurínea que tiene 25 a 30 pies de altura por 2 de circunferencia. «Se halla muy esparcido, dice el Dr. Arata, en la República de Chile, desde la provincia de Aconcagua hasta Chile, y según refiere el viajero Oruz, se encuentra también en el territorio comprendido entre el Limay y el Neuquén, en la República Argentina»
.
El folleto contiene la descripción de la corteza del lingüe, su análisis inmediato y el estudio de su tanino.
—208→
El Dr. Pablo María Santillán ha tenido ocasión de observar los perniciosos efectos del tabaco, en los muchos años de su práctica profesional, y muy especialmente en los tres o cuatro que tuvo a su cargo el servicio médico de la Penitenciaría, y se ha dejado vencer por el buen sentimiento de ser útil a sus semejantes publicando este librito de interés.
La primera sección -parte histórica- carece de importancia, no obstante la curiosa erudición de que en ella se hace gala para demostraciones fútiles o incontestables; no faltando párrafos simples o inocentes, como cuando el autor manifiesta
su asombro y declara increíble que hasta los Estados de la Iglesia estableciesen el monopolio «de la cultura -debe ser cultivo-, de la fabricación y de la venta del tabaco»
.
La parte científica contiene el análisis, la fisiología, la toxicología, los efectos físicos y los matutinos del tabaco, su influencia en los militares, los fumadores al aire libre y los fumadores opulentos, las mujeres que fuman, uso del tabaco en la primera edad, observaciones patológicas, higiene, etc. Los títulos de los acápites de esta sección dejan descubiertos los surcidos de literatura y observaciones de costumbres que dan cohesión a los procedimientos médicos, las indicaciones científicas y las sanciones experimentales, acumuladas no muy ordenadamente en varios de ellos.
Las pocas páginas que versan sobre el uso del tabaco en la primera edad, son las que mejor convencen, y séame permitido asegurarlo, las únicas que convencen, de todo el libro, porque están comprobadas con cuadros estadísticos y presentan los últimos resultados de la ciencia, que se ha preocupado con razón de esa temible absorción de nicotina, —209→ colidina y aun ácido prúsico, en organismos incompletamente desarrollados.
El Dr. Santillán ha podido hacer un trabajo de popularización, más práctico, más especial para la juventud; pues no creo que se proponga corregir a los viejos que parodiarán la frase de Voltaire a propósito del café -veneno demasiado lento para el que lo ha tomado durante tantos años-. No le faltan modelos, y en los almanaques científicos de Mantegazza encontraría bellísimas páginas de ese género y con esa tendencia, dignas de ser reproducidas y comentadas.
Ha tomado otro rumbo, prefiriendo la disertación enfática o humorística, de instrucción poco fecunda, aunque llena de verdades.
En el mes de julio de 1879, la Asociación Médica Bonaerense nombró delegado al Congreso Internacional de Ciencias Médicas de Amsterdam al Dr. Coni y el Gobierno Nacional le acordó una subvención, a fin de que pudiera sufragar gastos de viaje y representación. A su vuelta, reunió en este folleto dos notas dirigidas, una al Presidente de la Asociación que representaba, y otra al jefe de la —210→ Oficina de Estadística, publicada anteriormente en folleto -V. el núm. 166-, con el catálogo de los libros donados por Academias europeas a la Asociación Médica, el nombre de las publicaciones con que ha establecido canje y unos breves apuntes sobre la vacunación, agregando las notas en que se agradece al Dr. Coni las donaciones que ha obtenido.
El autor parece amar demasiado sus producciones, pues publica a menudo folletos, cuyo material debía más bien figurar en las columnas de la prensa diaria, que es el albergue adecuado de estos trabajos ligeros y sin importancia.
Contiene el acta de la sesión.
El discurso del Dr. Roberts es brillante y de fondo científico.
En su primera parte se ocupa a grandes rasgos de las asociaciones médicas y termina abriendo nuevos y bellos horizontes a la de Buenos Aires.
En su segunda parte, entra de lleno a defender el método experimental, aplicándolo muy especialmente al estudio de las enfermedades de la vista, y opina que «es necesario huir siempre de toda discusión que no tenga por fundamento inquebrantable la investigación de los hechos»
.
De acuerdo con el Dr. Roberts en todas sus conclusiones, pienso como él que la manía de las divagaciones y charlatanerías viene de muy lejos, «está
—211→
en nuestro modo de ser»
y de felicitarse sería que sus palabras sensatas repercutiesen más allá del recinto donde fueron pronunciadas.
Correspondencia que el Dr. Silverio Domínguez dirige de Arrecifes al Círculo Médico Argentino. Habla de un nuevo tratamiento para la difteria, que en diez enfermos le ha dado ocho curaciones y es recomendado también como eficaz por el Dr. Menéndez, del Pergamino. Después de estudiar en pocas páginas la difteria y la angina gangrenosa, que suelen confundirse con harta frecuencia a la cabecera del enfermo, concluye que todo tratamiento «tiene que dirigirse a oponerse a
la absorción, limitar o más bien impedir la propagación de las falsas membranas y destruir por último las bacterias»
.
El método propuesto se basa especialmente en el ácido fénico, siendo, por lo demás, una modificación del método de Aubrum.
—212→
El Dr. Eulogio Fernández dedica su trabajo «al Coronel D. José Inocencio Arias, en testimonio de reconocimiento, admiración»
, etc., saca sus principales argumentos para demostrar la perniciosa influencia de la tiranía de Rosas en las enfermedades del corazón, de las estrofas más patrioteras de Mármol, escribiendo ciencia con tono de proclama, sin arribar a conclusión definitiva, ni convencer absolutamente de nada. Hay páginas enteras de citas y largas trascripciones, valiosas en sí mismas, pero que no alcanzan a salvar una tesis inconclusa y llena de contrasentidos.
Estudiante aventajado de la Facultad de Medicina, D. J. Demetrio Piñero se ha preocupado de una cuestión que considera «de alto interés práctico a la vez que científico»
-el estudio de los bosques y su influencia climatérica.
Divide su trabajo en dos secciones. La primera, Parte climatérica, considera la influencia de los bosques en las temperaturas extremas; la protección que prestan al suelo adyacente contra la violencia y la desecación de los vientos; su acción eléctrica; su poder contra las invasiones de la langosta, etc. La segunda sección, Parte económica, estudia las condiciones de las industrias ganaderas y agrícolas, mejoradas por los bosques, la facilidad que éstos prestan a la construcción de ferro-carriles y a cuantas industrias requieren madera como —213→ indispensable material; basándose en cálculos estadísticos que aclaran sus apreciaciones.
Termina con la exposición y examen de un proyecto de canal «que, partiendo de la Boca del Riachuelo en Barracas, establezca comunicación con las lagunas Alsina, Monte y Epecuén, en Carhué; y una corriente de agua entre las lagunas Carhué
y Bahía Blanca, siguiendo el río Pigüé hasta Currumalan, y aquí abrir un canal que lo haga comunicar con el Sauce Chico»
. En todo el trayecto de los canales irán seis filas de árboles, a ambos lados, y desde la Boca a Tapalquén, de ocho en ocho leguas, bosques de media legua cuadrada.
El señor Scrivener reasume en pocas páginas las opiniones de los médicos espiritualistas, y lo que piensan del materialismo «hombres de Estado y de la Legislatura inglesa, que por sus talentos gozan de una reputación europea, como son Lord Broughaw, los honorables Mr. W. E. Gladstone y Mr. John Bright y Mr. J. A. Roebrick»
.
El folleto es, por consiguiente, una exposición sumaria de esas opiniones.
—214→
El Dr. Crespo, que ha sabido dar, con su ejemplo de constancia y actividad, nueva vida al Círculo Médico, pone de manifiesto en la Memoria que abarca el período del año 1879, el estado floreciente de la Asociación. Contiene todos los datos pertinentes y termina con la nómina de los socios.
No obstante el estilo empírico y estrafalario con que está redactada esta Memoria se palpa la contracción del Dr. Justo Meza a la administración de vacuna, que lo cuenta entre sus propagandistas más decididos.
Explica sus ventajas, condiciones, etc. Tiene el carácter de aviso o prevención al público.
—215→
Contiene el reglamento de la Administración de nodrizas e indicaciones prácticas sobre lactancia, sumamente útiles y dignas de tenerse en cuenta.
Universidad de Buenos Aires.
Facultad de Ciencias Médicas.
Formato uniforme en 4.º menor.
Analiza primero los síntomas de la insuficiencia mitral, reconociendo que la inspección, palpamiento y percusión no dan signo alguno que sea patognomónico de esta enfermedad, por cuanto el soplo que se percibe por la auscultación de la región pre-cordial, suele faltar en algunos casos.
Respecto del pulso, arriba el Sr. Eufemio Uballes a las conclusiones siguientes:
D. Marcos Varela estudia las funciones normales del hígado con todos sus caracteres y particularidades más esenciales; y al ocuparse de la ictericia reduce todos los casos a dos categorías:
Después analiza las diversas circunstancias en que se encuentran reunidas las causas productoras de dicha enfermedad.
Establecida la definición de la enfermedad que le ha servido de tema para la tesis, D. Enrique Arana considera su génesis y etiología y los síntomas —217→ que ella presenta, reconociendo la evolución de estos tres períodos: el prodiómico, el intermediario y el confirmado.
La marcha, duración y terminaciones de la enfermedad, ocupan un capítulo, y otro, el diagnóstico -punto difícil, sobre todo en los primeros períodos, pues, a pesar de que los enfermos están con su razón perturbada, los síntomas que presentan son comunes con las demás formas de vesanias.
Arana establece un diagnóstico diferencial, excluyendo una por una las enfermedades que tienen alguna relación con la locura paralítica. A más de los capítulos dedicados a la anatomía, patología y tratamiento, se encuentran cinco historias correspondientes a otros tantos casos observados por el autor.
Eugenio Ramírez contesta afirmativamente a la pregunta que sirve de título a su tesis. Entra en consideraciones sobre la herencia morbosa, al hacer una reseña bastante completa de las enfermedades hereditarias, concluyendo por demostrar que entre éstas se encuentra en primera línea la tuberculosis. Consagra un capítulo, que sin duda es el más interesante de su tesis, a la crítica de la legislación vigente sobre impedimentos del matrimonio; examina una por una las consecuencias funestas de legislación tan imperfecta y atrasada como la nuestra, en la que no se establece impedimento de matrimonio entre las personas atacadas de enfermedades susceptibles de trasmitirse por —218→ herencia, y termina atribuyendo a esta circunstancia el aumento de la tuberculosis, enfermedad que toma un incremento alarmante, pues, representa, según Ramírez, un treinta por ciento de la mortalidad general.
Concluye este trabajo probando la imperiosa necesidad de una reforma en las leyes que rigen esta materia.
Aunque puramente teórica, la tesis no carece de mérito, por la exposición metódica con que llega a conclusiones en todo conformes con los adelantos de la ciencia.
D. José Díaz Menéndez llega a las siguientes conclusiones:
Al estudiar, en el primer capítulo de la tesis, las causas que producen la difteria, llega D. Arturo de la Serna a la conclusión de que «la difteria es una enfermedad cimótica; sin saprofitos no hay difteria»
, opinión aceptada por todos después de las interesantes investigaciones
de Weber y Valeux.
La terminación natural de la difteria y las modificaciones que sufre por la medicación, constituyen el segundo capítulo de la tesis, que termina con las indicaciones para el tratamiento de la enfermedad y con la historia de cuatro casos observados por el autor.
Una reseña histórica sobre la hipocondría ocupa el primer capítulo, pasando a estudiar en seguida las causas predisponentes y determinantes de esta enfermedad, los primeros síntomas con que se manifiesta, —220→ las alteraciones que produce en los diversos aparatos orgánicos, el modo de establecer el diagnóstico, y por último el tratamiento.
Después de definir la coqueluche, y de estudiar el modo cómo se produce la tos, D. Federico M. Cabrera se ocupa de los síntomas que la enfermedad presenta, y de los accidentes y complicaciones que en ella sobrevienen, terminando con la enumeración de los diversos medios que en su tratamiento se han empleado.
Esta tesis examina los diversos medicamentos que se han usado en las enfermedades cardio-vasculares crónicas, arribando a la conclusión de que ninguno de ellos produce resultado, teniendo en estos casos que limitarse a prescribir un tratamiento higiénico adecuado. La enumeración de las diversas indicaciones que constituyen este tratamiento, ocupa los dos últimos capítulos.
—221→
«Dadme un termómetro y os describiré sin otro auxilio la marcha de la enfermedad»
, ha dicho Lorain; y D. J. M. Espeche ha podido bien encabezar su trabajo con esa cita. Empieza con ligeras consideraciones generales sobre el modo de producción del calórico en la economía animal; continúa señalando los medios de que es necesario valerse para apreciar este calórico, las precauciones convenientes para hacerlo, y por último el estudio de las temperaturas locales y generales y las causas de su variación.
En un capítulo especial trata del valor diagnóstico de las temperaturas inter-costales al comienzo de la tuberculosis.
La observación de once casos de corea tratados con buen éxito por el hidrato de cloral y bromuro de potasio, a dosis progresivas, han inducido a D. Carlos Castro y Sundblad a estudiar esta enfermedad, como lo hace en cinco capítulos destinados a la etiología, síntomas, diagnóstico, pronóstico y tratamiento.
—222→
En esta tesis se encuentran las historias de diez de las primeras operaciones de ovariotomía practicadas entre nosotros.
De las diez operadas, seis han muerto. Semejante estadística no es muy halagüeña; pero analizando los casos, tenemos que en uno de ellos el resultado fue fatal por haberse dejado pasar el momento oportuno para operar, y en otros dos, por la naturaleza del tumor, pues se trataba de un cáncer.
La tesis es bastante completa. Además de las historias mencionadas, trae consideraciones generales sobre esos casos en un capítulo aparte, y en otro indica las condiciones higiénicas de las mujeres que sobreviven a la ovariotomía.
La definición de la Operación Cesárea, su división, etimología e historia, abarcan el primer capítulo. El Sr. Camilo Fernández Gil estudia en seguida las indicaciones de la operación -punto bastante oscuro, pues es muy difícil precisar de un modo riguroso el caso en que ella está indicada.
—223→«Esta incertidumbre, dice Joulin, nos obliga a relegar la operación cesárea a la clase de operaciones desesperadas». |
Después de enumerar los casos en que la mayoría de los autores creen que debe efectuarse la operación, pasa a ocuparse del manual operatorio y de los cuidados requeridos, una vez efectuada aquélla; llegando a las siguientes conclusiones:
El estudio de las estrecheces uretrales, sus causas, modo de producción, y sitio en que con más frecuencia se desarrollan, son los puntos tratados en los primeros capítulos.
D. Julio W. Gómez pasa a ocuparse del tratamiento, indicando los casos en que debe emplearse la uretrotomía interna y externa; y concluye con la descripción de la peri-uretrotomía, sus indicaciones y contra indicaciones, y los resultados obtenidos. —224→ Publica al mismo tiempo la historia de dos casos de estrechez uretral tratados por este nuevo método.
Considero la tesis de D. Juan María Bosch la más importante de las presentadas en el año 1880, tanto por la detención y seguridad de las observaciones recogidas, como por las indicaciones propias que contiene. El punto de que se ocupa ha sido desarrollado en ella de una manera metódica y completa.
Empieza con el estudio detenido de todas las causas que predisponen o determinan el aneurisma en la arteria aorta, indica y comenta los diversos síntomas que la enfermedad presenta, y señala los medios que se emplean en su tratamiento. Concluye su trabajo con las historias de cuatro casos que ha observado personalmente.
En el primero y tercero, el aneurisma estaba situado en la aorta torácica, habiendo el enfermo, afectado de esta última, abandonado el Hospital notablemente aliviado; y siendo la terminación del primer caso, la muerte, acompaña los datos recogidos en la necropsia. Corresponde a la aorta abdominal la segunda de las observaciones, correspondiendo finalmente la cuarta, a un caso en que se diagnosticó un aneurisma y sólo la autopsia reveló su inexactitud.
—225→
Antiguamente se buscaba en las influencias siderales el origen de nuestras dolencias; ahora se fija la mirada en el pequeño mundo que ha revelado el microscopio, señalándose en la etiología de la mayor parte de las enfermedades la existencia de un parásito destructor del organismo que lo abriga en su seno. Al estudio de estos micro-organismos consagra Juan José Naon el primer capítulo de su trabajo, e indica las diversas teorías presentadas sobre la materia, analizando la embriología de la tenia echinococcus, su modo de penetrar al cuerpo humano, los accidentes que en él determina y por último los medios de reconocer su presencia y de destruirla.
Acompaña una historia sumamente interesante de un hidátides del hígado, observado por él en un enfermo del Hospital de Hombres.
El estudio de la relación que hay entre la producción de fiebres intermitentes y la existencia de pantanos -circunstancia reconocida desde tos tiempos de Hipócrates y que los observadores posteriores no han hecho sino confirmar-, constituye la primera parte de este trabajo, en la cual se mencionan, aunque no con toda la extensión que merecen, los descubrimientos de Salisbury sobre la existencia de algas, análogas a las del género Palmella, —226→ en ciertas comarcas pantanosas del Ohio; en seguida se ocupa de la difusibilidad del miasma palúdico, de las condiciones individuales para la receptibilidad, y de la incubación de este miasma, pasando al estudio de la sintomatología. Como no es posible comprender bajo una sola descripción las diferentes fisonomías que afecta el paludismo, a pesar de la unidad de su causa y naturaleza, ha dividido esta materia en varias agrupaciones, tratando separadamente las fiebres intermitentes típicas, las perniciosas remitentes, las larvadas, y por último la caqueccia palúdica. Luego estudia la anatomía patológica, el diagnóstico y el tratamiento de estas diversas formas de paludismo.
Después de un sucinto análisis de las funciones del sistema nervioso de la vida de relación, pasa el autor a ocuparse de la anestesia que con la analgesia constituye los medios de que la cirugía y obstetricia disponen para anular el dolor físico. Expone con bastante método los diversos fenómenos que se observan durante la administración del cloroformo anestésico, que trata de preferencia por ser el más usado entre nosotros.
Dedica un capítulo especial a la analgesia y a las sustancias que se emplean para obtenerla, y deteniéndose también en las indicaciones y contraindicaciones para la anestesia y analgesia en las operaciones, concluye haciendo
notar «que en nuestros
—227→
hospitales se desprecian un tanto los efectos de la hemorragia nerviosa, se emplea exclusivamente el cloroformo, y se olvidan por completo los agentes analgésicos, a pesar de estar en boga en los hospitales europeos, en detrimento de la enseñanza, la ciencia y la humanidad»
.
El chancro sifilítico puede considerarse como punto de partida de la sífilis o como primera manifestación de la infección del organismo por el virus. Fuselli acepta la primera de estas ideas, y su tesis tiende a sostenerla. En algunos breves capítulos se ocupa de la historia de la sífilis, de su contagio, desarrollo y tratamiento, y propone la cauterización del chancro, fundándose en que:
—228→
Comienza por indicar de un modo rápido la etiología, síntomas, diagnóstico, y pronóstico del eczema e impétigo. D. Benigno T. Aveleyra se detiene en el tratamiento de estas enfermedades, arribando a las siguientes conclusiones:
Termina la tesis con siete historias de otros tantos casos observados por el autor.
D. Claudio G. Benítez considera en el primer capítulo la frecuencia con que se presentan entre nosotros las heridas penetrantes, de las cuales ha observado 492. En el segundo, analiza los síntomas de dichas heridas en las articulaciones, en el cráneo, tórax, abdomen y corazón; pasando después a ocuparse del diagnóstico de estas lesiones, y del tratamiento, según los diversos casos. La tesis registra las historias de seis observaciones hechas por el autor de casos de heridas penetrantes.
—229→
Entre los numerosos medios aplicados en el tratamiento de los aneurismas, la ligadura es sin duda alguna el que mejores resultados produce.
En esta tesis se encuentran indicadas todas las precauciones que deben tomarse antes de efectuarla, el modo de hacerla y el tratamiento consecutivo que los enfermos requieren.
También se estudia el modo de formación del coágulo en el saco aneurismático después de la ligadura.
La etiología de la sífilis; las lesiones que determina en los tejidos que ataca; los síntomas que se presentan en los diversos períodos por que pasa la enfermedad; su diagnóstico, pronóstico y tratamiento -he ahí los puntos de que se ocupa brevemente D. Gregorio González.
Esta tesis trata una cuestión práctica y que directamente interesa a la medicina. Como dice muy bien Fernández, la higiene aplicada en la escuela y enseñada al niño, dirige el desenvolvimiento normal de los órganos y funciones, corrigiendo las alteraciones que éstos pueden presentar. En la primera —230→ parte de su trabajo se ocupa de los edificios destinados a escuelas, cómo son y cómo debieran ser; de los útiles, bancos, etc.
Por último, entra en apreciaciones sobre la educación física del niño, sobre las reglas que deben seguirse en cuanto a la higiene personal, y concluye dedicando un capítulo especial a los deberes de los padres de secundar la acción del preceptor.
D. Vicente Padilla, después de algunas ideas generales sobre el origen de la higiene, su división y la importancia de su estudio, considera los alimentos que deben darse al soldado y las ropas propias para éste, en verano y en invierno.
Termina su trabajo con la enumeración de las reglas, que conviene obedecer en la construcción de un cuartel, y que, según el autor, son las mismas que presiden la construcción de los hospitales.
En el primer capítulo se ocupa D. Julio Casal del agua de la ciudad de Buenos Aires, su composición, litros que corresponden a cada habitante, etc.; en el segundo, de los desagües, aconsejando que mientras las cloacas no se terminen, las grandes industrias se sirvan de pozos absorbentes semejantes —231→ a los ensayados en la Penitenciaría -V. Anuario anterior núm. 205- y termina con un estudio sobre las habitaciones y sótanos.
Preceden al estudio del tratamiento de las afecciones de las vías lagrimales, algunos datos anatómicos y fisiológicos indispensables para ocuparse de las enfermedades que en esas vías se desarrollan, del tratamiento que se emplea generalmente y del empleado por el autor en cinco casos que se le presentaron, cuyas historias incluye; tratamiento que consiste en la introducción de varias cerdas, por el punto y canalículo lacrimal inferior, previa incisión con el cuchillo de Weber, sondaje y fijación de las cerdas en las fosas nasales. Posteriormente ha modificado este último tiempo de la operación, y en vez de dejar las cerdas en el suelo de las fosas nasales, las fija en el exterior. Su paso por el aparato lacrimal se efectúa con instrumentos construidos especialmente para ello.
Las conclusiones que se derivan del trabajo de D. Eduardo Obejero son que «en los casos de estrecheces de los conductos lacrimales, en los casos de dacriocistitis crónicas, y en los de tumores inflamados del saco lacrimal, en lugar de recurrir al cateterismo, de cualquiera manera que se haga, en lugar de recurrir a las inyecciones astringentes o a las cauterizaciones, es preferible emplear este método, al que no se le ha visto traer hasta ahora
—232→
más que beneficios para el enfermo y para el médico».
Una de las partes más importantes de la oftalmología es el estudio de las ambliopías y amaurosis cuyo número ha disminuido mucho, gracias al descubrimiento del oftalmoscopio. D. Felipe Basavilbaso aprecia las causas de estas enfermedades, pasando al diagnóstico, que no puede hacerse sino por exclusión y con conocimiento perfecto de las anomalías de refracción, pues las ambliopías tienen muchos puntos de contacto con esas alteraciones. Trata en particular de las ambliopías alcohólicas, quininas, traumáticas y saturninas, trayendo sobre cada una de ellas los datos que le ha suministrado su propia observación; y termina con el estudio del tratamiento de esta enfermedad.
El análisis de las causas predisponentes y determinantes de la endometritis aguda, ocupa el primer capítulo del trabajo de D. Luis F. Vila, quien considera en los siguientes su anatomía patológica, sus síntomas, diagnóstico, pronóstico y tratamiento.
—233→
Su autor se ocupa, ante todo, de las causas de las presentaciones del tronco, punto oscuro, porque como dice muy bien Joulin, «ellas están subordinadas a una jerarquía de suma elevación y cuyos grados inferiores son los únicos accesibles
a nuestras conjeturas. Basta colocar un signo de interrogación después de cada hipótesis, a que se asigna el nombre de causas, para ver surgir un nuevo problema que resolver»
.
Se detiene en el diagnóstico de la enfermedad y considera el modo cómo termina el parto en estos casos, y cree que la mayor parte de las veces conviene dejar obrar a la naturaleza, fundado para ello en la opinión de varios autores y en un caso por él observado.
El estudio fisiológico de la menstruación, la influencia que ésta ejerce en la producción de estados patológicos, la relación en que se halla con las enfermedades agudas y crónicas, constituyen el objeto de los primeros capítulos de esta tesis; los siguientes se ocupan de la amenorrea y dismenorrea, de los síntomas, marcha, terminación y tratamiento de estos estados; concluyendo con breves apreciaciones sobre la metrorragia, que divide con Moynac en metrorragia por lesiones traumáticas u orgánicas de la matriz, por flucción o éxtasis sanguíneo —234→ en los vasos del útero, y por último, en aderrámicas por alteración de la sangre.
Don Inocencio Torino empieza su tesis por el estudio del gran simpático, sus orígenes encefálicos, su disposición y distribución en los vasos, y termina apuntando embrionariamente las relaciones del cerebro con este nervio. En el segundo capítulo considera las relaciones del espíritu y el cuerpo, llegando a la conclusión, hoy por todos admitida, de que «el cerebro no es sólo el órgano de la inteligencia sino el regularizador más o menos directo de las funciones orgánicas que componen la máquina animal»
. Se ocupa luego de la circulación durante el trabajo cerebral, de la influencia del trabajo intelectual sobre la digestión, sobre las secreciones, y por último, de la atención y su influencia en la circulación periférica. El capítulo cuarto trata del rubor, sus relaciones con la atención y del papel que desempeñan los vasos motores para producirlo. El antagonismo entre la circulación cerebral y la periférica, sus causas, el tonus y la atención, y la influencia de esta última en los trastornos digestivos ocasionados por el trabajo cerebral, son los puntos tópicos del capítulo siguiente.
Los últimos capítulos de esta tesis, que es incuestionablemente una de las mejores que se han presentado a nuestra Facultad de Medicina, versan sobre la aplicación de las teorías del tonus y la atención a diversos casos prácticos.
—235→
Ocúpase esta tesis de uno de los principales descubrimientos de la ciencia -la trasfusión de la sangre, que practicada en casos extremos ha vuelto a la vida a multitud de seres colocados a las puertas de la tumba-. Después de una reseña histórica sobre tan delicada operación, pasa el autor a ocuparse de la temperatura, composición y demás condiciones de la sangre, requeridas para que la trasfusión dé el resultado que se busca; de los accidentes que sobrevienen en el curso de las operaciones; de los casos en que ésta se encuentra indicada, y finalmente, de los instrumentos empleados para efectuarla.
Antes de ocuparse del sueño e insomnio, entra D. Guillermo Achaval en consideraciones generales sobre el funcionamiento del sistema nervioso; luego pasa a desarrollar el punto que le sirve de tema, exponiendo antes los fenómenos mecánicos y físicos de esta función, los fenómenos exteriores que son los pródromos del sueño. Sigue con el análisis de las teorías predominantes sobre la circulación cerebral en el momento del sueño, y termina su tesis con algunas indicaciones sobre el insomnio, su causa, sus síntomas, trastornos que determina y modo de combatirlos.
—236→
El autor empieza por el estudio anatómico y fisiológico de las mamas, considerando someramente la influencia del sistema nervioso en su secreción. Por lo que respecta a la patología de estas glándulas, se limita a enumerar las enfermedades que en ellas se desarrollan y cuya presencia ocasiona alteraciones anatómicas y fisiológicas que anulan, disminuyen o alteran el producto de su secreción cuando la naturaleza les destina a llenar las funciones de que están encargadas.
La última parte de este trabajo, es sin duda alguna la más interesante: se refiere al estudio de una planta de la familia de las Asclepiadeas, oriunda de la República Argentina, que tiene la propiedad, dice el autor, «de producir la leche en la mujer»
.
«El interrogatorio, dice Bouchut, es de gran importancia, y puede considerarse como hombre de verdadero talento al que sepa plantear y variar todas las cuestiones que conciernen al enfermo»
. En la tesis de Daniel Lizarralde se encuentran
enumeradas todas las preguntas que conviene hacer a un enfermo, guardando el orden en que deben dirigírsele. De las consideraciones generales sobre este punto, pasa a estudiar separadamente el interrogatorio
—237→
del hombre, de la mujer, de los niños y de los dementes. Respecto de éstos, surgen muchas veces dificultades, a primera vista insuperables, para establecer la armonía entre las preguntas del médico y las respuestas del enfermo. El
autor indica los medios de vencerlas.
—[238]→ —239→
El Señor D. Miguel A. Araos ha estudiado las ventajas que ofrece el uso de los frenos continuos en los ferro-carriles, comparándolos con las demás clases de frenos. El punto que ha elegido para su disertación tiene el atractivo de la novedad; y en nuestro país, especialmente, asume una importancia práctica valiosa, por el gran número de líneas férreas que cruzan entre poblaciones crecientes y la frecuencia con que acontecen desgracias que exigen urgentemente se arbitren los medios de evitarlas.
—240→
El distinguido joven salteño D. Pedro José Cornejo, ha tenido también la buena idea de elegir como punto de su disertación un tema de utilidad práctica entre nosotros, cual es el drenaje permeable, examinándolo a la luz de su espíritu claro y nutrido. Su tesis, que demuestra un método excelente y un conocimiento científico que sólo se adquiere tras largos años de estudio y observación constante, ha de prestar su cooperación a la resolución del problema del drenaje, tan poco estudiado aún entre nosotros.
Estudio astronómico del cometa que apareció el día 1 ó 2 de febrero de 1880. Hace la historia de sus observaciones al respecto; determinación de la posición, altura, etc., del cometa.
Lo caracteriza notablemente «el largo excesivo de su cola muy angosta, la ausencia casi total de gradación en su brillo y la debilidad de su cabeza»
.
El 14 de febrero fue el último día que el ilustrado Director del Observatorio Nacional de Córdoba pudo distinguir la cola, que vio todavía con una longitud de 34.º.
—241→
El Señor Tadeo Rojo, nombrado en Comisión por el Gobierno de San Juan para el estudio de la distribución del agua entre el Pocito y la ciudad, etc., se expide en un informe detenido de 25 de agosto de 1880, que termina aconsejando se vuelva al sistema o servicio de las compuertas, abandonado poco antes.
No es, como el trabajo de Benelishe sobre el Famatina -V. el n. 241- una obra de aplicación práctica. Por lo menos, predomina en el trabajo de D. Eduardo Aguirre la exposición científica pura hecha con claridad y competencia, determinando alturas y estudiando la calidad de los terrenos.
Como su mismo autor titula este trabajo, es ante todo una obra práctica. Estudia científicamente los terrenos, determina los distritos mineros, considera los obstáculos para la explotación y propone los medios que cree adecuados para vencerlos.
«D. Federico Benelishe, decía un cronista, es un viejo minero que ha pasado largos años entre las rocas de Copiapó, en el laboreo argentífero, adquiriendo esa práctica experimental, que no se obtiene sino en la prueba, y en el fondo de la mina»
. Nada de extraño, pues, que haya hecho un libro útil, sirviéndose de sus propias observaciones.
—243→
Véase el núm. 212 del Anuario anterior.
Al terminar el año 1880 sólo habían aparecido estas dos entregas del Atlas complementario de la Descripción física de la República Argentina, dada a luz la primera de ellas a mediados del 79.
Las dos entregas de lepidópteros que van aquí catalogadas, forman la segunda parte de la quinta sección, que se compondrá de unas 30 ó 32 planchas y el texto correspondiente.
Poco puede decirse de estas entregas, fracción mínima de una obra monumental, que se presenta al mundo científico honrosamente escudada con el nombre ilustre de Burmeister; pero él mismo, después de agradecer al Gobierno de la Nación que haya tomado sobre sí los gastos de tan «importante como difícil trabajo»
, hace una advertencia que traduzco en seguida como complemento de esta noticia bibliográfica:
Conferencia interesante y llena de novedad, sobre la rosa, reina de las flores: su mitología, su historia anecdótica, su historia natural. Es tan amena, tan propiamente popular a la vez que instructiva, que no trepido en afirmar que puede mantener suspenso cualquier auditorio.
El Señor Domingo Parodi habla con la ciencia y experiencia del hombre que se ha dedicado a profundos estudios botánicos. Después de observaciones generales respecto de la familia de plantas de que se ocupa, concluye su trabajo con unas «Notas sobre algunos caracteres genéricos de las Amarantáceas —247→ que crecen en las Misiones y en el Paraguay», escritas en latín, y que constituyen la mayor importancia de este opúsculo. Las notas comprenden las Gomphrenae y las Amarantae, cada una de ellas con tres sub-divisiones.
Las figuras alcanzan a 879 con las correspondientes llamadas de un texto sumario, suficiente, sin embargo, para dar idea exacta del dibujo.
Este tomo es el único publicado.
—248→
Interesante conferencia sobre los Ortópteros pseudoneurópteros, vulgarmente conocidos con el nombre de hormigas blancas, aunque sólo tienen de común con ellas «el aspecto general y la costumbre de vivir en sociedad y construirse moradas o
habitaciones»
.
Trabajo inédito. Formará parte de la grande obra del Dr. Burmeister, Descripción de la República Argentina. V. los núms. 242 y 243; y del Anuario anterior, el núm. 212.
Interesante réplica al trabajo de Aquiles Guenée, Étude sur les Yponomeutides, publicados en los Annales de la Société entomologique de France.
Incluido después este trabajo, en el libro Mis exploraciones y descubrimientos -núm. siguiente- formó su segunda parte, desde la p. 131 hasta el fin.
Explora parte del Río Negro, describe el pueblo Biedma, anteriormente llamado Mercedes, sigue de él a la laguna de Gutiérrez, Aguada de los loros, y sale al Atlántico, donde encuentra el cúter «Patagones», en el cual visita el puerto de San Antonio.
El joven escritor D. Ramón Lista ha publicado un nuevo libro de viajes que comprende sus exploraciones y descubrimientos en la Patagonia desde 1877 hasta 1880. El nombre del autor no es desconocido dentro ni fuera del país, porque las principales sociedades científicas de Europa han recibido con satisfacción sus trabajos anteriores. V. el Anuario de 1879, núms. 215 y 216.
El viaje de Lista se efectuó bajo los auspicios de la Sociedad Científica Argentina y con la protección —250→ del Gobierno. Justo es recordarlo ante los bellos resultados obtenidos.
Lista llegó a Punta Arenas el 11 de agosto de 1878. Después de algunos días de permanencia en esa colonia, pasó a Santa Cruz, deteniéndose en la isla Pavón, situada al Sur del brazo principal de ese río. Luego, costeando el río Chico, ya por la ribera sur, ya por la ribera norte, según lo permitía el terreno, alcanzó a la laguna Moyano, habiendo atravesado en diversos sentidos el Karpenaiken, paradero de indios en la confluencia del río Chico con el Shehuén; visitado el monte Mawaish, de curiosa configuración, que tiene un agujero que lo cruza de norte a sur; y descubierto las nacientes del río Chico, a tres millas próximamente de los Andes. De allí emprendió su vuelta a Santa Cruz.
Tal es, en dos palabras, el viaje de Lista; pero este rápido itinerario no puede darnos idea de la importancia de su libro.
Paciente, observador, tiene la preparación bastante para hacer fructíferas sus exploraciones en territorios por donde no había pasado aún el hombre de la civilización. Se ha dedicado durante algunos años al estudio de las ciencias naturales, y puede apreciar las riquezas de toda especie que encierra la Patagonia Austral.
Conocedor de la geografía argentina, rectifica, de paso, errores lamentables en que han incurrido algunos autores, sea en las descripciones, sea en mapas poco escrupulosos.
Las costumbres de los indios, sus relaciones de comercio con los negociantes chilenos, los usos y hábitos de su vida, su religión, sus nociones morales, su desarrollo intelectual, y especialmente su lengua, son otros tantos puntos de interesantes —251→ observaciones trasmitidas con cuidadosa exactitud y con la fidelidad del viajero que prefiere llevar su concurso de verdad a la ciencia antes que levantar su fama por medio de narraciones fantásticas y atrayentes.
Largos capítulos sobre la fauna, la vegetación y la mineralogía austral, la meteorología, y finalmente un vocabulario de más de cien palabras de la lengua tsoneca o tehuelche, completan la obra de Lista, que termina con una exploración de la costa oriental de la Patagonia.
Las noticias arqueológicas y antropológicas de esta última región del territorio explorado, prestarán, indudablemente, importantes elementos de investigación a los sabios europeos dedicados a esas materias con tan preferente como natural atención.
La era de adelantos pacíficos y fecundos a que ha entrado la República Argentina reclamaba nuevos estudios y atentas observaciones sobre sus territorios desconocidos. Ese anheloso empeño de descorrer los velos del misterio que cubrían comarcas inmensas y cubren todavía mucha parte de ellas, parece un llamado del sentimiento de la civilización.
Moreno, Lista, Zeballos y cuantos han dedicado abnegadamente algunos años de la vida al triunfo de las teorías científicas, con peligro de su propia existencia, o sometiéndose, por lo menos, a fatigas y duras privaciones, son obreros del progreso que merecen bien de la humanidad.
Véase el número 213 del Anuario anterior, donde el distinguido estudiante de medicina que firma con las iniciales A. K., se ocupa del libro de Francisco P. Moreno, aunque no con la detención que merece y que le han dedicado las más ilustres academias científicas del mundo.
Esta segunda edición es idéntica a la primera, por el material como por la limpieza de la impresión.
—253→
Carta al Coronel Napoleón Uriburu con motivo de la «plausible y trascendental noticia de que la bizarra división del Neuquén había paseado sus banderas y sus armas sobre los límites andinos de los Andes»
. Contiene buenos datos que hoy son ya
del dominio de todos.
Todavía no se ha hecho un estudio completo del Gran Chaco, «vastísima zona que partiendo desde Chiquitos, en el Departamento boliviano de Santa Cruz de la Sierra, se desarrolla hacia el sur, costea las márgenes occidentales de los ríos
Paraguay y Paraná, forma sucesivamente las fronteras orientales de Sucre, Tarija, Salta y Santiago del Estero, y va a terminar en la Provincia de Santa-Fe»
.
El folleto de los señores Juan y Manuel Solá es uno de los trabajos menos deficientes sobre esa región, no sólo por su parte geográfica como por la erudición histórica y las sensatas apreciaciones prácticas que contiene, enumerando los principales viajes y expediciones que han precedido a la de los señores Solá.
Las láminas son: retrato del general Roca, vista de Sierra Chica, las dos hermanas, litografías; Paso Alsina, copia fotográfica de un cuadro de Olascoaga; vistas de la Escalera, Choyque-Mahuida, Codo de Chiclana, Chimpay, vista panorámica del valle del Río Negro, todas litografiadas.
El plano abarca el territorio de la Pampa y Río Negro y «las once provincias chilenas que lo avecindan por el oeste, comprendiendo el trazo de la batida y exploración general hecha últimamente en el desierto hasta la ocupación definitiva y establecimiento de la línea militar del Río Negro y Neuquén por el ejército nacional a las órdenes del señor general D. Julio A. Roca»
.
El año 1880 ha sido relativamente pobre en libros de viajes y exploraciones científicas; no es dado sin embargo quejarse de las pocas obras de ese género que se han publicado.
El libro del Teniente Coronel Manuel J. Olascoaga tiene una importancia indiscutible, no sólo para los habitantes de la República -ignorantes de las riquezas de su suelo-, sino con mayor razón para los extranjeros que empezarán a conocer y apreciar el valor de nuestra situación geográfica.
Las LXXXIII primeras páginas del libro corresponden a los antecedentes, como los llama el autor; es decir, «cartas del general Roca al ministro de la
—255→
Guerra, Doctor Alsina, dando sus vistas sobre el mejor servicio contra los indios e inculcando la idea de llevar la frontera militar al Río Negro»
, mensaje del Ejecutivo y ley del Congreso autorizándolo a establecer las fronteras militares
sobre el Río Negro y el Neuquén, y finalmente, la colección completa de los partes telegráficos que dan cuenta de las operaciones que prepararon la campaña del Río Negro.
El resto del libro contiene los itinerarios de las cinco divisiones que operaron la primera a las inmediatas órdenes del Comandante en Jefe del Ejército, general Roca; la segunda al mando del Coronel Levalle; la tercera a la orden del Coronel Racedo; la cuarta a la del Comandante Uriburu; y la quinta mandada por el Coronel Lagos y el Comandante Godoy. El diario de la primera fue llevado por el autor de este libro, jefe, entonces, de la Secretaría del Ministro en campaña; los otros cuatro van precedidos de las instrucciones escritas que recibieron.
Detengámonos en la primera parte de la obra, o sea los antecedentes de la expedición.
Llamado el general Roca al Ministerio de la Guerra por muerte del Doctor Alsina, presentó al Congreso el proyecto de ocupación de la Pampa, acogido por algunos, como se ha hecho notar, con visibles muestras de incredulidad.
Aprobado por el Congreso, el proyecto se realizó sin el menor fracaso, sin el más leve entorpecimiento, como que se habían tomado todas las medidas, previsto todas las contrariedades, analizado todos los detalles para alcanzar un éxito completo.
Por otra parte, la traslación de la frontera al Río Negro, no entró jamás en los planes del Doctor Alsina, como se ha asegurado erróneamente, pretendiendo
—256→
disminuir la gloria de una empresa militar que ni aun por eso dejaría de ser «la más grande de las que se han realizado en nuestro país, según las frases de un periodista; la que ha operado la completa trasformación de nuestro modo de
ser social, económico y político, abriendo nuevos rumbos a las aspiraciones nacionales, nuevas arterias a la circulación de las riquezas del país, nuevo campo a la acción fecundizadora de los gobiernos»
.
De las cartas cambiadas entre Roca y Alsina, resulta que aquél se opuso siempre al plan desarrollado por éste, que advirtió los peligros que ofrecía y señaló sus inconvenientes y dificultades.
El doctor Alsina lo consultó a fines de 1875. Estudiado que hubo el general Roca los proyectos sobre telégrafos y construcciones en la nueva línea de frontera, le contestó en 4 de octubre de ese año:
La trascripción que antecede resuelve muchas oscuridades y pone de manifiesto el plan del general Roca, realizado tres años después.
La primera parte del libro de Olascoaga, tiene, pues, el carácter de un análisis histórico, efectuado por comprobantes irrecusables que ha salvado del olvido esclareciendo la última etapa de nuestra vida social.
Los itinerarios son coloridos e interesantes.
La primera división recorre la mayor y acaso la más bella zona de territorio. El diario de ese viaje, llevado por el mismo Olascoaga, entra en todos los detalles, está escrito con precisión, es vivo y animado en las descripciones, y despierta y mantiene el interés hasta su última página.
—261→Los demás, menos extensos, pero no menos correctos, complementan el primero, formando una obra que responde dignamente al título que lleva y a la reconocida ilustración del autor.
Gracias al Teniente Coronel Olascoaga, podemos huir de aquella vergüenza que anatematizaba un pensador latino -peregrinar en la propia patria y ser huésped de las cosas que a la patria pertenecen-, porque nos ha descubierto las bellezas de la Pampa, al hacer un libro a la vez histórico y descriptivo, un libro siempre científico.
La prensa de Buenos Aires había publicado ya algunos fragmentos de la presente obra. Ella forma la Memoria sobre la navegación del río Pilcomayo, que el Gobierno encomendó a D. Santiago V. Guzmán, secretario durante varios años de la Legación Boliviana en la República Argentina.
Nadie más patrióticamente interesado que el autor en dará conocer «la alta importancia y beneficios que traería consigo el enlace comercial entre la República Argentina y la de Bolivia»
, y lo hace así en páginas que revelan
pleno conocimiento de la materia bajo su triple faz, histórica, geográfica y económica.
Desde el estudio de las relaciones comerciales del Alto Perú con el Río de la Plata bajo la dominación —262→ española, y de las causas de la radicación del comercio boliviano sobre el Pacífico, una vez independientes y organizados esos países, hasta las consecuencias posibles y las facilidades probables de la colonización del Gran Chaco, término del folleto, múltiples y serias cuestiones mercantiles, más o menos hipotéticamente resueltas, pasan ante los ojos del lector, entrelazadas con el descubrimiento y exploraciones del Pilcomayo, objeto principal de este trabajo.
Los cronistas españoles, soldados o jesuitas, prestan al autor sus sencillas narraciones, no siempre desprovistas de fantasía, para conocer el origen del nombre y del curso del famoso Piscu-mayu -río de los pájaros- llamado así «por los muchos que alegran con la armonía suave de sus cantos sus amenas riberas»
, como dice el padre Lozano; sus confluencias, su curso por el Chaco, sus desagües y sus ramales, con las tribus que poblaron esas regiones y las que hoy las pueblan,
según los exploradores recientes.
Obra de asiduidad y contracción, el señor Vaca Guzmán ha sabido desempeñarla dignamente, presentando al Gobierno una Memoria útil.
—263→
Es digna de elogio, bajo más de un concepto, la afición del Sr. Bartolomé Bossi por los viajes de exploración. El presente opúsculo, dividido en doce capítulos, describe sucintamente el itinerario seguido por el vapor oriental «Charrúa», de diminutas dimensiones, según la expresión del autor, en su paso por el estrecho y su viaje por la costa sur del Pacífico, prestando considerables servicios «a la geografía, hidrografía y ciencias naturales, a la par de muchas naves
de gran porte y de poderosas naciones»
.
Su estudio es interesante para todos los que se preocupan del movimiento científico, especialmente en cuanto se relaciona con la geografía, y esas pocas páginas revelan toda la intrepidez y arrojo del explorador avezado a las fatigas y contrastes.
Contiene observaciones interesantes sobre elevaciones en el mar, sobre promontorios desconocidos en el centro del canal de Wide; investigaciones nuevas sobre la Roca Bayle en el canal de Messiers; datos bien recogidos sobre el canal de la Trinidad, la bahía Winwart, el canal de la Concepción, la bahía Bossi, la Isla Corso, y otros parajes que no mencionan o lo hacen sin precisión las cartas geográficas de los viajeros anteriores.
Presenta explicaciones de importancia acerca de los naufragios de los vapores ingleses «Etcu» y «Atacama», por la relación de los peligros que corrió el «Charrúa» el 8 de diciembre de 1877, a consecuencia de fenómenos ocurridos en el mar, y que en realidad deben llamar la atención tanto a los hombres de ciencia como a los prácticos que navegan las costas del Pacifico.
Ofrece reflexiones sensatas y narraciones de varios sucesos de la Guerra Chileno-Peruana, que dan a conocer el violento carácter de los primeros. —264→ Su lectura es amena, salpicada de recuerdos anecdóticos y en algunos capítulos con todo el atractivo de una novela.