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ArribaAbajoPublicaciones extranjeras

Referentes a la República Argentina


457- La cuestión de límites entre Chile y la República Argentina, por Miguel Luis Amunátegui. Tomo 1º, en 4º, Santiago de Chile, Imprenta Nacional.

Este libro es una recopilación de documentos, de dudosa aplicación hasta aquí, que alcanzan al año de 1557, y tienen por objeto probar el derecho de Chile a las tierras australes. Es obvio que un título de fecha posterior anula el anterior si es contradictorio. Suponiendo que fuesen de buena ley los papeles de Amunátegui hasta 1557, la República Argentina puede presentar seiscientos títulos del siglo XIX, que el compilador conoce, y anulan los exhibidos por el abogado de la usurpación chilena. El Sr. Amunátegui ha   —330→   debido refutar el folleto de D. Manuel R. Trelles, que lo obligó a refugiarse en un prudente silencio, y las luminosas exposiciones de los señores Frías y Bermejo, en vez de echar a luz resmas de papel inútil, que servirán de alimento a los ratones, con los cuales tienen tantos puntos de contacto los que intentan vivir de los productos acumulados en los fondos de las propiedades vecinas.

458- L'instruction publique dans l'Amérique du Sud (République Argentine). Enseignement primaire - enseignement secondaire - enseignement supérieur, por C. Hippeau, professeur honoraire de Faculté, Secrétaire du Comité des travaux historiques et des Sociétés savantes, section d'histoire et de philologie. Paris. Librairie académique. Didiez et Cie. libraires éditeurs. 35, quai des Augustins, 35. En 8º, LVII y 403 ps.

Este libro de Hippeau, tan detenido y completo, si se quiere, como sus trabajos sobre la instrucción pública en otras naciones, tiene más que ellos el inconveniente de ser escrito por disposición del ministerio del ramo, recibiendo del mismo la mayor parte de los datos que le sirven de base. El autor lo dedica al Presidente Avellaneda. Cuando esos datos son puramente estadísticos, no cabe objeción   —331→   alguna, como tampoco hay crítica posible contra las deducciones de las cifras sentadas. Pero cuando el autor entra en apreciaciones de otro género; cuando quiere determinar el mérito y categoría de los escritores de la República Argentina, se notan parcialidades y errores, inconvenientes en un libro que se reparte, puede decirse, oficialmente, y que ha sido patrocinado por el Gobierno de una manera notoria.

Ha dado a conocer al mundo, especialmente a la Europa, el estado de la instrucción pública, que, en la época de su aparición, era floreciente, aunque no se encontraba en su verdadero apogeo, como lo observó el Dr. Onésimo Leguizamón, ex ministro de Instrucción Pública, en su sensato artículo de la Tribuna. Este es su buen lado, y fue el objeto que se propuso el Gobierno al encomendar el trabajo a M. Hippeau, autor de varias obras semejantes conocidas de todos.

La influencia ministerial o la falta de elementos para formar juicio recto en lo relativo a nuestros escritores y hombres de estado, conduce a M. Hippeau a elogios exagerados, llamando, por ejemplo, jurisconsultos eminentes a medianías del foro, poniendo en la misma línea a Ricardo Gutiérrez, Coronado y Palemón Huergo, o haciendo la apología, del Ministro Montes de Oca como diplomático, por el éxito ruidoso del tratado con Chile, que el Congreso Argentino rechazó antes que terminase   —332→   M. Hippeau la impresión de su libro. A pesar de muchas deficiencias y errores semejantes a los ya indicados, la obra de M. Hippeau tiene el mérito de una exposición clara y metódica que hace fácil su lectura, aún para los que no la tomen como estudio del desarrollo intelectual de una Nación Americana.

459- Gastón Lemay. A bord de la Junon. Gibraltar. Madère. Les isles du Cap-Vert. Río-de-Janeiro. Montevideo. Buenos Aires. Le détroit de Magellan. Les canaux latéraux des côtes de Patagonie. Valparaíso et Santiago. Le Callao et Lima. L'ithsme de Panamá. New-York. Deuxième édition. Paris. G. Charpentier, éditeur. 13 Rue de Grenelle-Saint-Germain, 13. 1879. En 8º, XIV y 364 ps.

El Sr. Lemay se ocupa de Buenos Aires en unas 39 páginas, 159-188, y en otras 25, 189-214, de las costas patagónicas hasta el estrecho; su viaje por este lado de América se efectuó a mediados de septiembre de 1878.

Como la mayor parte de los touristas que han escrito sobre nosotros, el autor de este libro recorre la ciudad y la campaña a vuelo de pájaro; pero es observador y un poquito menos mentiroso que muchas otros, de modo que   —333→   nos trasmite sus impresiones con cierta fidelidad. Las incomodidades del desembarco en nuestro puerto con el río bajo, la aglomeración de jóvenes en los atrios de las iglesias al salir la concurrencia de misa, las quintas de los alrededores, tan diversas de las quintas de los alrededores de Montevideo, llaman su atención y olvida dar una idea, aproximada siquiera, de la ciudad que visita, de sus edificios, condiciones de vida, etc., etc. Esto no es nada: deficiencias, simplemente. Hay un escollo donde naufragan irremediablemente los escritores de pacotilla, los encargados de hacer libros de negocio y estudiar las costumbres y hábitos sociales de un país en el que permanecen ocho días, para cumplir el contrato pendiente con la casa editora; ese escollo es la situación política, interna e internacional, que se creen capaces de apreciar instantáneamente, por la circunstancia de encontrarse en el territorio de cuya organización tienen que hablar. A propósito de los indios, M. Lemay dice que las pretensiones de los argentinos no se detienen en el Río Negro, sino que van (textual) hasta creer que tienen derechos sobre la Patagonia misma.

El tipo del gaucho ha despertado la atención del viajero, que hace respecto de él algunas observaciones sensatas en medio de otras falsas y ridículas, como cuando lo ve manejando la navaja, nombre técnico, probablemente,   —334→   del lenguaje gaucho, porque el autor lo pone subrayado.

En fin, el libro de M. Gastón Lemay no difiere gran cosa de otros que se han escrito este mismo año referentes a nuestra civilización y carácter. Los mismos errores, la misma falta de observación, las mismas invenciones, el mismo descaro en todos.

460- Bibliothèque contemporaine. Louis & Georges Verbrugghe. Forêts vierges. Voyage dans l'Amérique du Sud et l'Amérique Centrale. Paris. Calmam Lévy, éditeur. Ancienne maison Michel Lévy frères, rue Auber, 3, Boulevard des Italiens, 15. A la librairie nouvelle. 1880. En 12º, 342 ps.

Este libro apareció en los últimos meses del año 1879, y en su capítulo VIII se ocupa del Uruguay, República Oriental, Confederación Argentina y Paraguay. Las 30 páginas escasas de este capítulo contienen muchas inexactitudes históricas y falsos juicios de lo que han visto, o debido ver, por la menos, los autores. Cuenta que las veredas de Buenos Aires son tan angostas que es imposible marchar por ellas de frente. Poco le falta para asegurar que nuestras calles, como varias de Río de Janeiro, carecen totalmente de veredas. Algún travieso refirió a los inocentes   —335→   viajeros, y ellos así lo estampan, que la Policía obliga a los transeúntes a demorar su marcha para atravesar a las señoras de un lado a otro de la calle, imponiendo multas a los que se niegan a hacerlo.

Aparte de estas y otras ligerezas semejantes, los señores Berbrugghe admiran con bastante buen criterio el gran desenvolvimiento comercial de nuestro país, llegando a predecir que «la supremacía de la América del Sur pertenece a la Confederación Argentina». «En su marcha hacia el progreso, continua, el argentino lleva con facilidad la delantera a sus rivales, desigualmente esparcidos en su camino: el peruano derrochador, el brasileño sin energía, el chileno laborioso pero pobre, quedan atrás; todavía más atrás, y tan lejos que no parece que participasen de la lucha, el Ecuador, Colombia, Venezuela, Bolivia, en fin, aislada del mundo. En tanto que estos países han permanecido indígenas o se han echo sud americanos, la Confederación Argentina por sus costumbres, por sus leyes, por su comercio, por su actividad intelectual, hasta por su clima, se acerca extraordinariamente al modelo de todos los países nuevos -la Europa. Diríase que es un estado del viejo continente en medio del nuevo, y no dista mucho la época en que el mundo acordará a esta República el título de gloria a que aspira, -ESTADOS UNIDOS DE SUD AMÉRICA».

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461- Sud-Amérique, séjours et voyages au Brésil, a la Plata, au Chili, en Bolivie et au Perou par le Cte. Charles D'Ursel, secrétaire de légation. Ouvrage enrichi d'une carte et de gravures. Deuxième édition. Paris. E. Plon et Cie., imprimeurs-éditeurs rue Garancière, 10. 1879. Tous droits réservés.

El autor de estos viajes dedica apenas seis páginas a Buenos Aires en el capítulo VII, cuyo sumario es: «Montevideo, la ciudad y sus alrededores; una revolución, corridas de toros; Buenos Aires, el banco provincial; la guerra del Paraguay».

El Banco de la Provincia es el cínico edificio que le ha llamado la atención y dice que está cubierto de mármol y oro. Asegura que no hace mucho que existía aún entre nosotros la costumbre de colocar a la vista, en todas las casas, un vaso de vidrio conteniendo polvo de oro, con el cual se pagaban los gastos del consumo diario; y con la misma ignorante desfachatez sigue hablando de lo que no entiende ni se toma el menor trabajo por averiguar.

¿Cuándo dejarán de mentir estos grandes charlatanes?

462- L'imprimerie et les livres dans l'Amérique Espagnole au XVIe, XVIIe et XVIIIe siécle.   —337→   Discours prononcés au congrés international des Américanistes (3me session). Séance du 24 septembre 1879, au Palais des Académies, a Bruxelles, par Ernesto Quesada secrétaire de la Bibliothèque Publique de Buenos Ayres, membre de l'Academia Argentina et du Círculo Científico Literario, etc. Bruxelles. Imprimerie et Lithographie de Xavier Havermans, Galerie du Commerce, 24 a 32. 1879. En 4º menor, 28 ps.

Este discurso, que los incidentes a que dio margen pusieron en boga, fue pronunciado por el Sr. Ernesto Quesada al presentar al Congreso internacional de Americanistas un trabajo inédito de su padre el Dr. D. Vicente G. Quesada, sobre las bibliotecas de la América Latina, complemento de su trabajo anterior sobre las grandes bibliotecas de Europa. El discurso del hijo es un extracto brevísimo y bien hecho de la obra del padre, todavía inconclusa e inédita; y da idea cabal de los capítulos presentados al Congreso, siendo su lectura fácil e interesante.

463- Las Colonias Agrícolas en la República Argentina por M. G. Lonfat. 1879. Lausania.

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Un diario anunció la aparición de esta obra, que no he conseguido obtener. Si la obtengo posteriormente, daré una noticia de ella en el próximo número del Anuario.