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ArribaAbajo Entrega del Premio Literario Academia Argentina de Letras

Ofelia Kovacci


El doctor Víctor Massuh es doctor en Filosofía y egresado de la Universidad de Tucumán, su tesis doctoral fue «Nietzsche y el problema religioso».

Hizo estudios de post grado en las universidades de Tubingen (Alemania) y en Chicago (Estados Unidos).

Cumplió una importante labor universitaria y académica. Fue profesor contratado de la Universidad Nacional del Sur (Bahía Blanca). Fue profesor titular por concurso de la Universidad de Buenos Aires entre 1964 y 1987, enseñó allí Filosofía de la Historia y Filosofía de la Religión. Fue Director del Departamento de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires, dos veces; fue decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba; actualmente es investigador del CONICET y es académico titular de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires.

Ha tenido una importante labor diplomática, fue embajador de nuestro país en la UNESCO entre 1976 y 1983; miembro del Consejo Ejecutivo de la UNESCO en el período 1978-1983 y 1995-1999; Presidente del Consejo Ejecutivo de la UNESCO entre 1980 y 1983. Fue embajador de nuestro país en Bélgica entre 1989 y 1995. Asistió a múltiples conferencias generales, reuniones y congresos internacionales   —364→   tanto en el país como en el extranjero, a veces a título personal y otras en representación oficial de nuestro país.

En su labor de escritor ha publicado numerosos ensayos y artículos. En homenaje a la brevedad solamente leeré los nombres de los libros que ha publicado: En torno a Rafael Barrett, Tucumán, 1943; América como inteligencia y pasión, Fondo de Cultura Económica, México, 1955; El diálogo de las culturas, Universidad de Tucumán, 1956; Sentido y fin de la historia, Eudeba, 1963; El rito y lo sagrado, Columba, 1965; La libertad y la violencia, Sudamericana, 1968; Nietzsche y el fin de la religión, Sudamericana, 1969; Nihilismo y experiencia extrema, Sudamericana, 1975; La Argentina como sentimiento, Sudamericana, 1982; El llamado de la Patria Grande, Sudamericana, 1983; también hay un conjunto de páginas selectas de Víctor Massuh con estudio preliminar de Coriolano Fernández, editorial Celtia, 1984; sigue La flecha del tiempo, editado por Sudamericana, en 1990; Agonías de la razón, Sudamericana, 1994. El libro que hoy se premia Cara y contracara ¿una civilización a la deriva? de 1999.

Ha recibido múltiples distinciones, entre ellas el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Tucumán; la medalla de oro otorgada por la UNESCO a quienes prestaron servicios relevantes a la organización; la Gran Cruz de la Orden del Mérito, condecoración otorgada por el rey de España Juan Carlos I, 1984; el Laurel de Plata a la personalidad del año del Ateneo del Rotary Club de Buenos Aires, 1980; el Premio Manzana de las Luces, compartido con Adolfo Bioy Casares, 1986; el Premio Esteban Echeverría de Gente de Letras, en el rubro ensayo, en el mismo año; el Premio Konex de Platino en ensayo filosófico, 1984; el Premio Rotario Trasandino otorgado por los clubes rotarios de Buenos Aires y Santiago de Chile, en 1988; la Gran Cruz de la Orden de la Corona, condecoración otorgada por el rey Alberto II de Bélgica, en 1995.

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La obra que hoy se premia es una profunda reflexión sobre los problemas que enfrenta la humanidad. Los temas que aborda en sus aspectos negativos y en los positivos, en su cara y su contracara, son por ejemplo: pérdida de la inmediatez, el olvido, la memoria, la técnica, la globalización, el multiculturalismo y otros de igual jerarquía e importancia que no se presentan como tópicos aislados sino en una interrelación que descubre una trama compleja de múltiples aspectos contradictorios pero simultáneos, constitutivos del perfil de nuestro tiempo. Cito: frente a un bamboleo entre apariencias, direcciones encontradas, sustitutos, instrumentos, mediaciones, urge rescatar -dice- la relación viviente, tarea nada sencilla, para la que Massuh propone un comienzo. Dice en el prólogo «que aún sin esperanza de victoria hay que tomar la opción de vida en el trágico combate de los opuestos», y ofrece su amplio y profundo conocimiento de los temas y su reflexión «como -cito- una vela de armas para reiniciar la aventura». Libro relativamente breve pero cargado de un contenido de tal trabazón y densidad que, como en una sinfonía de Brahms, la tercera, es cíclico, los temas se desarrollan y se contrastan y se anudan y se amplían y se enlazan con otros aparentemente distantes y vuelven a anudarse en una unidad esclarecedora. Pero Massuh no sólo domina cabalmente el conocimiento de los hechos que aborda, también domina el instrumento del que se vale para su comunicación, el lenguaje terso, preciso, en un texto en el que cada palabra es la justa, la imprescindible, la irremplazable.

Felicitamos al doctor Víctor Massuh y lo invitamos a que nos diga algunas palabras.