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ArribaActo III


Escena I

 

DON LUIS. DON ANTONIO.

 
DON ANTONIO
Al oír lo que me cuentas
me aflijo y no me sorprendo.
La cabra, querido Luis,
siempre tira al monte.
DON LUIS
Es cierto.
Me cegaba la pasión; 5
ahora conozco mi yerro.
Mas, ya que no era posible
conseguir en un momento
la grata conformidad
—485→
de costumbres y deseos 10
sin la cual no hay matrimonio
venturoso; ya que al tiempo
era fuerza remitir
lo que no curan los médicos;
los vicios de educación 15
y los resabios de pueblo,
¿era acaso algún absurdo
juzgarme yo con derecho
al amor de una mujer
sacada por mí del cieno, 20
de la nada? ¿Dónde hallar
honor, fe, agradecimiento
si hasta en la paz de una aldea
los busco y no los encuentro?
¡Ingrata!, ¿te puse yo 25
algún puñal en el pecho
cuando tu pérfido labio
me juraba amor eterno?
¡Ah! Maldita fue la hora
en que mis ojos te vieron. 30
DON ANTONIO
¡Mentecato que en el año
de gracia mil ochocientos
y cuarenta aún esperabas
tropezar por esos cerros
con aquella pobre Astrea 35
que se refugió en el cielo!
Ya se ve, tú eres filósofo...
DON LUIS
¡Filósofo!... Soy un necio.
DON ANTONIO
No en vano cuando lo supe
desaprobé tu proyecto; 40
pero tú, en vez de tomar
y agradecer mis consejos,
contra mí, ¡contra un amigo!
te pusiste hecho un veneno.
DON LUIS
No hablemos de lo pasado 45
pues mi ceguedad confieso,
y veamos si es posible
salir de este atolladero.
Tú, Antonio, que eres letrado,
me dirás cómo podremos... 50
DON ANTONIO
Veamos. Lo que tú quieres
es que no se lleve a efecto
el matrimonio.
DON LUIS
Eso mismo.
DON ANTONIO
Firmados ya los conciertos
conyugales, se requiere 55
el mutuo consentimiento
de ambas partes... Y aún así
pudieras salir del pleito
mal librado si las arras
son de entidad.
DON LUIS
No. Mi intento
60
era hacer más adelante
una donación...
DON ANTONIO
Me alegro;
porque, aun logrando anular
los esponsales, te advierto
que la mitad de las arras 65
que dio el varón son trofeo
de la novia, si ella prueba
que el tal se quitó de cuentos
y la mostró su cariño
con algún ósculo..., beso, 70
que decimos los profanos.
DON LUIS
No ha habido ósculo; lo puedo
jurar.
DON ANTONIO
Vaya en gracia. Yo
te juzgaba más resuelto.
DON LUIS
¡Era mi pasión tan casta!... 75
¡Era tan puro el objeto
que me la inspiraba!... ¡Ay triste!
DON ANTONIO
Pero un beso más o menos
¿qué importaba?... Me parece,
aunque tu pudor respeto, 80
que eso es muy antiguo, Luis,
o demasiado moderno.
DON LUIS
Vamos, déjate de bromas...
¡Pecador! Ahora recuerdo
que la he abrazado dos..., 85
¡tres veces!
DON ANTONIO
¿Abrazo seco?
DON LUIS
Pues, sin beso.
DON ANTONIO
En punto a abrazos,
las leyes guardan silencio.
DON LUIS
Pero, dime, si Manuela
no quiere, como lo temo, 90
que se anulen los contratos
conyugales, quid faciendum?
DON ANTONIO
No sé. Si ella no consiente...
DON LUIS
¿No hay otros impedimentos
legales?
DON ANTONIO
Sí, varios hay.
95
Yo te los iré diciendo,
mas dudo mucho que puedas
alegar ninguno de ellos.
DON LUIS
Dime, no obstante...
DON ANTONIO
Si el novio,
o la novia, por ejemplo, 100
se ausenta a lejanas tierras,
puede el otro, trascurriendo
tres años y del ausente
ignorando el paradero,
pedir y obtener permiso 105
para escoger otro dueño;
pero ha de hacer penitencia
de su primer juramento.
DON LUIS
Ya. ¿Conque ella es la que habría
de emigrar?... ¿Y cómo hacemos?... 110
¡Imposible!
DON ANTONIO
Si probases
a tu novia un gatuperio...
¿Comprendes?
DON LUIS
¡Qué desatino!
¿Ella que teme al infierno...?
Coquetilla..., puede ser; 115
pero... ¡Jesús! Ni por pienso.
DON ANTONIO
Tú no podrás achacar
cuñadía...
DON LUIS
No.
DON ANTONIO
Ni creo
que hayas dado a otra mujer
palabra de casamiento. 120
DON LUIS
Jamás.
DON ANTONIO
Ni la edad te salva;
que ambos tenéis con exceso
—486→
la que prescriben los cánones
al uno y al otro sexo
para poder celebrar 125
el séptimo sacramento.
¡Ah! Un rapto con circunstancias
agravantes fuera un medio
excelente, y el soldado
es capaz en mi concepto 130
de mayores fechorías.
DON LUIS
Pero hay que contar primero
con Manuela, y ni ella tiene
resolución para eso,
ni la perderán de vista 135
sus padres.
DON ANTONIO
También el texto
de la ley hace mención
expresa de los defectos
o nulidades orgánicas
que invalidan desde luego 140
los esponsales. Si de ambos
uno es gafo o contrahecho,
o ciega de entrambos ojos,
se pueden casar los tuertos,
o se queda sin narices, 145
o...
DON LUIS
¡Calla, que me estremezco
de oírte!
DON ANTONIO
¡Ah! Ya me olvidaba
de otro arbitrio... Es el postrero,
¡y terrible para un hombre
que tiene su alma en el cuerpo!; 150
mas para ti, que te precias
de filósofo...
DON LUIS
Acabemos.
DON ANTONIO
Métete fraile.
DON LUIS
¿Yo fraile!
DON ANTONIO
No hay ya en España conventos,
pero allá...
DON LUIS
¿No es más sencillo
155
echarme un cordel al cuello?
DON ANTONIO
Vamos, no te desesperes.
La muchacha, a lo que entiendo,
se inclina mucho al soldado.
No hace justicia a tu mérito, 160
mas los primeros amores...
¡Ya ves tú!... Dice un proverbio
castellano: Dios los cría
y ellos se juntan. Yo espero
que ella se querrá casar 165
con él, y entonces...
DON LUIS
Sí, eso,
eso fuera lo mejor;
y aunque es duro, no lo niego,
que me venga a suplantar
un rival tan subalterno, 170
me resignaré... Y ¿quién sabe?...
Yo todavía no tengo
una prueba concluyente
de que sea el predilecto
ese Balbino. La escena 175
de que tanto me lamento
pudo muy bien ocurrir
sin ocasión ni pretexto
por parte de la muchacha,
y tal vez a su despecho. 180
Cuando se alejó de mí
lloraba, gemía... Quiero
hablar a solas con ella...
DON ANTONIO
¡Ay, ay, ay! ¡Malo me he puesto!
DON LUIS
Nada temas. Seré cauto. 185
Yo voy a llamarla.
DON ANTONIO
¡Bueno!
Allá te avengas... Adiós.
DON LUIS
¿Vas otra vez de paseo?
DON ANTONIO
No. Un encargo de Madrid...
Hasta después. Pronto vuelvo. 190


Escena II

 

DON LUIS.

 
¡Si no es posible! Pondría
las dos manos en el fuego
a que ella no autorizó
tal escándalo. El camueso
de Balbino, sin mirar 195
inconvenientes ni riesgos,
osó escalar la ventana,
y ella, que tendría miedo...
Aquí viene. A ver qué tal
se explica, y vamos con tiento. 200


Escena III

 

DON LUIS. MANUELA.

 
DON LUIS
Me alegro de verte sola.
MANUELA
¡Ah, que eres tú! Dios te guarde.
DON LUIS
Tenía que hablarte...
MANUELA
¡Hola!
¿Después de la batahola
y el julepe de esta tarde? 205
Bien, a escucharte me obligo,
pues me he de casar contigo.
DON LUIS
Dime una verdad.
MANUELA
¿Y cuála?
DON LUIS
¿Citaste a Balbino tú?...
MANUELA
Ya he dicho muy noramala 210
que él se me coló en la sala
como un duende, como un bu;
mas yo no le he dado abrigo,
porque me caso contigo.
DON LUIS
Yo sé que el tal granadero 215
no es tu primo ni lo sueña.
MANUELA
Mi padre fue el embustero,
que yo nada dije; pero
de mi mano soy yo dueña,
y pongo a Dios por testigo 220
que me he de casar contigo.
DON LUIS
Él te quiso antes que yo...
y tú le amaste también.
¡Toma! ¿Quién dice que no?
Mas cuando él se declaró 225
y yo le repuse: «amén»
—487→
junto a una parva de trigo,
no me casaba contigo.
DON LUIS
Tarde olvida quien bien ama.
MANUELA
Así lo dice mi tía, 230
pero no tengas escama,
porque cuando una no llama...
¡Pues! Y el otro bien sabía
cuando entró por el postigo
que yo me caso contigo. 235
Y juro a fe de Manuela
que no hicimos..., ¡disparate!...,
ninguna picardihuela.
¡Vaya! Ni cosa que huela...,
¡Jesús!, ni con chocolate; 240
porque yo sigo y persigo
en casarme -¿estás?- contigo.
DON LUIS
Hoy no te tienta el demonio,
mas si mañana te exhorta
a afrentar mi matrimonio, 245
tú no eres un san Antonio,
y tal vez...
MANUELA
¡Bah, bah! ¿Qué importa?
Si tú te casas conmigo,
¿no me caso yo contigo?
DON LUIS
¿Qué importa? ¡Alabo la flema! 250
¿Luego tú no estás segura?...
MANUELA
Sí lo estoy, pero esa tema
que hoy has tomado me quema.
A Dios llamaré y al cura
si me tienta el enemigo 255
matrimoniada contigo.
DON LUIS
Eso no me satisface.
Manuela, tiempo es aún.
Aunque tanto me complace,
quizá nuestra boda se hace 260
contra el sentido común.
Yo te quiero y te bendigo,
pero ¡casarme contigo!
MANUELA
¡Cómo! ¿Te vuelves atrás?
DON LUIS
No congeniamos los dos... 265
MANUELA
Pues, novio de Barrabás,
¿no hemos jurado y tres más
al escribano y a Dios?...
DON LUIS
Sí, pero ya...
MANUELA
Pues, amigo,
yo me he de casar contigo. 270
DON LUIS
Tú debes considerar
que no seremos felices
por más que al pie del altar...
MANUELA
¡Hola! ¿Me quieres dejar
con un palmo de narices? 275
¡Pues no! Yo digo y redigo
que me he de casar contigo.


Escena IV

 

DON LUIS. MANUELA. MACARIA. CIRIACO.

 
MACARIA
¿Qué es esto? ¿Por qué das voces,
hija de mi alma?
MANUELA
Por qué?
Porque ese hombre es un ingrato, 280
un descastado, un infiel
que me camelaba en Móstoles
y me escupe en Leganés;
porque a lo mejor me sale
con... ¿qué me sé yo?, y si fue 285
y si vino...; porque olvida
que dio un porrazo cruel
a la puerta de mi casa
y soy yo quien le curé
la descolación del hombro 290
y el chirlo junto a la sien;
y dale con si Balbino
es mi primo o no lo es,
y si él no me quiere mal,
y si yo le tengo ley, 295
y si mañana o esotro
me tentará Lucifer;
porque es el galgo de Lucas
que ladra antes que le den,
y los dedos se le antojan 300
huéspedes, y... Pero a fe
que yo no me ando en chiquitas,
y aquí hay un cura y un juez
y de mal a mal hará
lo que no de bien a bien, 305
¡y se casará conmigo,
y me casaré con él!


Escena V

 

DON LUIS. MACARIA. CIRIACO.

 
MACARIA
¡Pobrecita de mis ojos!
¿Quién me lo diría, quién
que tan mal te pagaría 310
ese raposo con piel
de oveja inocente, ese alma
de Caín...?
DON LUIS
Suegra soez,
no apure usted mi paciencia,
que ya estoy dado a Luzbel. 315
CIRIACO
Tiene razón. Sé prudente,
que no quita lo cortés...
Y al cabo las apariencias...
Yo soy justo. Es menester
hacerse cargo... Y hablando 320
se entienden las gentes: ¿eh?
MACARIA
En verdá, en verdá, que ni ella
tiene la culpa, ni usted,
ni naide, sino ese pícaro
que maldiga Dios, amén. 325
¡Zamparse, como si fuera
esta casa algún burdel,
por la ventana!...
DON LUIS
Y ustedes
¿por qué con tanta doblez
me dijeron que era primo 330
de Manuela?
MACARIA
Yo la erré;
lo confieso; pero entraba
con aire tan somatén,
—488→
que porque tú no extrañases
su desparpajo y su aquél... 335
Porque él estaba empeñado
en que tenía de ver,
a Manuela y recordalla
que, habrá cinco años o seis,
la dijo cuatro tontunas... 340
¡Pero -¡nada!- de allí a un mes
cavó quinto, y la muchacha
ni golvió a pensar en él.
DON LUIS
No obstante...
MACARIA
¡Si le aborrece!
Ella le dijo: «Anda ves 345
noramala. Quiero a otro
y a ti no te doy cuartel»;
y cuando dice Manuela
esto digo, firma el rey.
CIRIACO
Sí, señor, pero como ese 350
Balbino es una pared
maestra, y estaba sola
la chica, y éfeta..., ¡pues!,
sin encomendarse a Dios
ni al diablo, y a salga pez 355
o salga rana..., ¡ahí va eso!,
y abur. Ite, missa est.
MACARIA
¡Si vieras cómo lloraba
la probecilla dempués!...
DON LUIS
¡Lloraba!
MACARIA
Y la da un soponcio
360
si no la aflojo el corsel.
DON LUIS
(¿Será cierto?...
MACARIA
Y entre lágrimas
que enternecieran a un buey...,
salva la parte, decía:
«¡Jesús, María y José! 365
¿Por qué ha venido ese trasto
maldecido de cocer?
Yo sólo quiero a mi Luis,
que es dulce como la miel
y tan guapo...»
DON LUIS
¿Eso decía?
370
MACARIA
Y mirando de través.
dijo: «si vuelve a ponerse
delante, le echo con cien
mil diantres, y le tiro
la mano del almirez.» 375
DON LUIS
¿Es posible!... Pues a mí
no me ha dicho...
MACARIA
¡Toma! Es que...
Es que, como está inocente,
no da su brazo a torcer
contigo. Tú la habrás puesto 380
como trapo de sartén,
y ella que tiene puntillo
y vergüenza...
CIRIACO
La mujer
no siempre... ¿Estamos? Con ellas
se requiere un ten con ten... 385
MACARIA
Ea, pelillos al mar.
Mañana al amanecer
saldrá Balbino de casa,
y yo de tanto belén.
El alcalde me lo ha dicho, 390
y si no lo hace, ¡pardiez
que tengo hecho un memorial
para el señor coronel,
que me río yo! Y ¡qué diantre!
si tanto te da que hacer 395
ese hombre, ¿hay más que largarnos
a cualquier parte; a Jaén,
a París de Francia...
 

(DON LUIS, que está meditabundo, responde distraído.)

 
DON LUIS
Sí.
MACARIA
O a Inglaterra...
DON LUIS
Tal vez...
 

(Aparece BALBINO en la puerta.)

 
BALBINO

 (Sin entrar.) 

¡Deo gracias!
DON LUIS
¡Balbino!
MACARIA
(¡Ah perro!
400
Todo lo echará a perder.
CIRIACO
(¿Otra vez ese maldito?
¡Que no estuviera en Argel!...


Escena VI

 

DON LUIS. MACARIA. CIRIACO. BALBINO.

 
BALBINO

 (Entrando.) 

Señores, nadie se altere.
Vengo de paz; ya no riño; 405
y, de bien a bien, un niño
hace de mí lo que quiere.
Si enantes tomaba a pecho
porfiar por la doncella,
ya no. Arree usted con ella 410
y que le haga buen provecho.
No estante su compromiso,
yo creí que esa traidora
querría a Balbino ahora
como algún día le quiso; 415
y como yo no soy rana
y la juzgué prisionera,
de la parra hice escalera
y puerta de la ventana;
mas tratándome de pillo 420
me puso como un guiñapo...,
aunque luego me hice el guapo
y escupí por el colmillo.
Ahora que estoy más sereno
confieso a usted y a la suegra 425
que aquella acción fue muy negra
y que soy un sarraceno.
Usted rico y yo soldado,
¿quién debía estar en boga?
Usted, que siempre la soga 430
quebró por lo más delgado.
Ni tendría yo razón
en obligarla a trocar
tanto rumbo y tanto ajuar
por un pan de munición. 435
—489→
Si no me quiere, paciencia;
peor sería un divieso;
y no quedaré por eso
a la luna de Valencia.
Tengo una moza en Bilbao... 440
de mi talla; ¡uy! mete miedo,
y otra que vende en Toledo
sardinas y bacalao.
Vaya con Dios; yo la olvido.
Dios dirá. Soy buen piloto, 445
y al fin nunca falta un roto
que se arrime a un descosido.
Mañana, usted lo verá,
me mudo de alojamiento;
y si usted quiere, al momento, 450
que a mí lo mismo me da.
Yo no soy como el tahúr
que juega con dos barajas.
Usted contento, y yo... ¡pajas!
Conque... perdonar y... ¡abur! 455
 

(Empieza a oscurecer.)

 


Escena VII

 

DON LUIS. MACARIA. CIRIACO.

 
MACARIA
¡Mire usted!... ¡Todo al revés
de esta tarde! ¿Quién creyera...?
CIRIACO
De modo es y de manera
que cuando el hombre... ¡Ya ves!
MACARIA

 (A DON LUIS.) 

Pues ahora naide te empacha, 460
y cuando él mesmo se da
por vencido...
DON LUIS

 (Todavía preocupado y caviloso.) 

Bien está.
MACARIA
Señal de que la muchacha...
DON LUIS
Sí, señora.
CIRIACO
¡Si es un bolo!
¡Si lo dije! Y el que piense... 465
¿Eh?
DON LUIS
Sí, pero usted dispense...
Quisiera quedarme solo.
MACARIA
Vamos, sí, y ausolución
general.
CIRIACO
¿Qué duda tiene?...
DON LUIS
¡Oh!...
MACARIA
Y el domingo que viene
470
primera molestación.


Escena VIII

 

DON LUIS.

 
Ojo avizor, ¡pobre Luis!,
¡no te fíes del soldado!
¡Luis..., aquí hay gato encerrado
y tu honor está en un tris! 475
La niña con sus enojos,
con sus mentiras la madre
tal vez... Pero ese compadre
es quien me ha abierto los ojos.
Su repentina modestia 480
no parece natural.
¿Cómo así tan racional
el que ha poco fue tan bestia?
¡Bah, bah! No soy yo tan lerdo
cual presume. ¡Esa no cuela! 485
Él ha hablado con Manuela
y los dos obran de acuerdo.
Mas saldrá vano el ardid.
No serás tú mi mujer,
taimada. No quiero ser... 490
la fábula de Madrid.
¡Mofarse del santo yugo
de un modo tan inmoral!
Intriga tan infernal
es digna de Víctor Hugo. 495
Y aquí, ¡en país enemigo!,
¿qué hacer cuando esa labriega
dice que a trompa y talega
ha de casarse conmigo?
Ya el desposorio funesto 500
firmé, y alzarán el grito
la vieja, el suegro maldito,
y el soldado..., ¡por supuesto!
La echarán por la tremenda
y perderé en el litigio, 505
si no hace Dios un prodigio,
la honra, la vida y la hacienda.

 (Paseándose agitado.) 

¿Quién me hubiera dicho ayer...?
Si yo hallase un expediente...
¡Qué calor tengo en la frente!... 510
Loco me voy a volver.

 (Parándose.) 

¡Ah! Un rayo de luz... Antonio
me le indicó, y es preciso...
Mediando otro compromiso
no ha lugar el matrimonio. 515
Un clavo saca otro clavo.
Si logro que otra hermosura
me ame... Se hace una escritura
con fecha atrasada y... ¡Bravo!
Pero ¿cómo se concilia?... 520
¿Quién se echa a buscar de pronto
una querida?... ¡Ah! ¡Qué tonto!
En casa la tengo. ¡Emilia!
¡Y qué elegante! ¡Qué bella!
Y hermana de Antonio... ¡Ah! Voy, 525
voy al momento... Ya estoy
perdido de amor por ella.
¡Cielos!, si de esta zozobra
me saca, un ángel será...
Pero siento pasos... ¡Ah! 530
¡Ella es! Manos a la obra.

  —490→  

Escena IX

 

DON LUIS. EMILIA.

 
EMILIA

 (Sale de las habitaciones de la izquierda.) 

Antonio... ¿Se fue mi hermano?
DON LUIS
Sí, hermosa, pero su falta
supliré yo muy gustoso
si me honra tan bella dama 535
con sus preceptos. Yo haría
hasta lo imposible...
EMILIA
Gracias,
señor don Luis. Es usted
muy galante.
DON LUIS
No se trata
de galanterías, no. 540
Lo digo con toda el alma.
EMILIA
No lo dudo. A fuer de ahijado
me profesa usted la franca
amistad...
DON LUIS
Algo más que eso.
Arde en mi pecho otra llama 545
más activa, más profunda...
EMILIA
¡Qué escucho!... ¡Eh! Pase por chanza.
DON LUIS
¿Chanza? ¡Ah, no! ¿Y es maravilla
que con perfecciones tantas
rinda usted mi corazón? 550
Quien ve a usted y no se abrasa
de amor, no tiene sentido
común ni ojos en la cara.
EMILIA
¿Está usted loco, don Luis?
Reflexione usted lo que habla. 555
¡Qué declaración de amor
tan extra-parlamentaria!
DON LUIS
Juro a Dios, y a esos luceros
que me hechizan y me matan...
EMILIA
Señor don Luis, yo no sufro 560
galanteos que me ultrajan.
Guárdelos usted, le ruego,
para la linda aldeana
con quien hoy se ha desposado;
y si le enseña otras máximas 565
su filosofía y quiere
una esposa y una dama,
reserve usted a lo menos
proposición tan extraña
para quien la pueda oír 570
sin echarle noramala.
DON LUIS
¡Válgame Dios!... ¡Si no es eso!
¡Si mi intención es muy sana!
¡Si lo que quiero es casarme
con usted!
EMILIA
¡Otra embajada!
575
¿Dos consortes a la par?
¡Lindo! ¿Estamos en España,
o en Turquía?
DON LUIS
¡Óigame usted!
Yo no aspiro a la bigamia.
Sólo a usted quiero entregar 580
mi mano y mi fe en las aras.
EMILIA
¿Y Manuela?
Lo confieso,
me fascinó esa muchacha;
pero usted ha sido el astro
que disipando las ráfagas 585
del pasajero crepúsculo...
EMILIA
¡Bah, bah! Todo eso es farándula.
Diga usted que la palurda
le quiere dar calabazas,
justo castigo a quien tuvo 590
inclinaciones tan bajas,
y en despique viene usted
a proponerme -¡qué audacia!-
la mano que ella desprecia;
mas no cabe en mí la infamia, 595
la deshonra de aceptar
proposición tan villana.
DON LUIS
Al contrario, ella desea
que se cumpla sin tardanza
mi promesa; pero yo... 600
EMILIA
Bien, y usted se desengaña,
y conociendo que es vida
de perros la que le aguarda
con un leño por mujer
y por suegra una tarasca, 605
quiere que le saque Emilia
de la lumbre las castañas.
¡Estamos bien! ¿Soy yo hospicio
de desamparados?
DON LUIS
Caiga
sobre mi cabeza un rayo 610
si son fingidas mis ansias
y si el fuego del amor...
EMILIA
¡Pues ya!, amor... de circunstancias.
DON LUIS
¡Ah! ¡Si me quisiera usted...!
¡Quiérame usted!
EMILIA
¡Eh! Ya basta.
615
DON LUIS
¡Oh crueldad! ¿Será forzoso
que me arrodille a esas plantas?

 (Lo hace.) 

EMILIA
¡Oh qué ridícula escena!
Levántese usted...
DON LUIS
No, ingrata.
Mientras...
EMILIA

 (Yéndose a su habitación.) 

Pues rece usted solo.
620
DON LUIS
Yo necesito...
EMILIA
Una jaula.


Escena X

 

DON LUIS.

 
¡Cruel repulsa! Es preciso
que tenga entrañas de víbora
la que así... Pero ¿hasta cuándo
me he de estar yo de rodillas? 625

 (Se levanta.) 

—491→
¡Oh qué estúpido es un hombre
desesperado! ¡Maldita
fortuna!... Pero en el mundo
¿no hay más mujeres que Emilia?
Si ella desdeña mi mano, 630
la muy necia, habrá infinitas
que la apetezcan, y sólo
por vengarme de esa inicua...
y librarme de Manuela,
soy capaz...


Escena XI

 

DON LUIS. RUPERTA.

 
 

(Llega RUPERTA con un quinqué encendido que deja sobre la mesa.)

 
RUPERTA
¡Ave María!
635
DON LUIS
Sin pecado... (Esta zagala...
Sin pecado concebida.
RUPERTA
Con licencia...
DON LUIS
Espera un poco.
(Pues no tiene mala pinta.
No había yo reparado... 640
Y muchacha sin malicia
RUPERTA
¿Qué quería usted?
DON LUIS
Decirte...
(¡Y huérfana! Es una viña
no tener suegros. Escucha.
¿Tienes novio?
RUPERTA
¿Yo? Ni pizca.
645
Ya ve usted, como una es probe...
DON LUIS
Bien. Me alegro.
RUPERTA
¡Qué dañina
intención! Pues ¿quiere usted
que me quede para tía?
DON LUIS
Al contrario; yo te quiero 650
colocar.
RUPERTA
¡Ay, santa Rita,
qué alegrón! ¿Y cuándo? ¿Cuándo?
DON LUIS
Parece que tienes prisa.
RUPERTA
¡Qué quiere usted! No se muere
un obispo cada día. 655
DON LUIS
(Tiene gracia. ¿Y si el marido
fuese de ilustre familia,
y rico, joven, amable...?
RUPERTA
¡Toma! No le escupiría
por eso. ¿Cómo se llama? 660
¿Quién es? ¿Dónde está?
DON LUIS
Pues, hija,
el que te ama... (Pero ¡cielos!,
¿qué voy a hacer?
RUPERTA
Vamos, diga,
diga usted...
DON LUIS
(¡Si es una mula!
¡Si es peor la medicina 665
que la enfermedad!
RUPERTA
¡Qué diantre!
Tanto callar me encanija.
DON LUIS
(¡Hum!... Nada. Vete. Una broma...
RUPERTA

 (Picada.) 

¡Mire usted qué gracia!
DON LUIS

 (Con hastío.) 

¡Quita!...
RUPERTA
¿Está una aquí para molde?... 670
DON LUIS
Vete, vete a la cocina.
 

(RUPERTA se retira gruñendo.)

 


Escena XII

 

DON LUIS.

 

 (Paseándose.) 

Vamos, a mí me han echado
una maldición. Soy víctima
de alguna bruja... Yo tengo
calentura y se me crispan 675
los nervios... No sufren más
los que están en la agonía.


Escena XIII

 

DON LUIS. DON ANTONIO.

 
DON ANTONIO
¡Luis!
DON LUIS

 (Abrazándole.) 

¡Ay, amigo de mi alma!
DON ANTONIO
¿Qué tienes? ¿Qué ha sucedido?
DON LUIS
¡Triste de mí! ¡Soy perdido! 680
DON ANTONIO
Vamos, un poco de calma...
DON LUIS
Erre que erre, caro amigo,
Manuela y el granadero;
él en quedarse soltero
y ella en casarse conmigo. 685
ANTONIO
¿Conque de acuerdo los dos?...
DON LUIS
Sí, uno a otro se estimulan
y todos se confabulan
para hacerme... ¡Santo Dios!
DON ANTONIO
Ya se verá... Ten cachaza... 690
DON LUIS
En medio de tal vejamen
me acordé de tu dictamen
y puse en juego una traza...
DON ANTONIO
¿Sí? Dime...
DON LUIS
Si otra me auxilia
con un amor retroactivo, 695
dije yo, de positivo
triunfo...; y se aparece Emilia.
Cual otro Amadís de Gaula
me declaro, ¡ay infelice!,
y me desaira, ¡y me dice 700
que necesito una jaula!
DON ANTONIO
Y quien tanto desatina
¿qué otra cosa ha menester?
¿A un tiempo había de ser
tu cómplice y tu madrina? 705
DON LUIS
¡Es verdad! No me ocurrió...
Pues luego..., ¡si tú supieras !...
—492→
Vaya, estoy loco de veras.
DON ANTONIO
¡Eh!... No te diré que no.
Pero ¡si no es puñalada 710
de pícaro! Hay mil maneras
de prorrogar cuanto quieras
esa boda empecatada.
Entre tanto...
DON LUIS
¡Sí! Entre tanto...,
¿quién se expone?,... ¿quién resiste?... 715
Si el diablo las carga..., ¡ay triste!...
Yo no soy de cal y canto.
Aún no estoy seguro, no,
de una recaída -¿estamos?-
si ella o yo no nos casamos... 720
sin casarnos ella y yo.
DON ANTONIO
¡Ay, ay!... Retírate al punto,
que no estás bueno, y si quieres,
dame tus plenos poderes,
que yo arreglaré el asunto. 725
DON LUIS
¡No hay arbitrio!
DON ANTONIO
Sin embargo,
se verá si yo lo encuentro.
DON LUIS
¡Sálvame!
DON ANTONIO
Vete allá dentro,
que yo lo tomo a mi cargo.


Escena XIV

 

DON ANTONIO.

 
¡Metido yo en esta gresca 730
por un loco!... Tengo sed...

 (A RUPERTA que atraviesa por la antesala.) 

¡Muchacha!
RUPERTA
¿Qué manda usted?
DON ANTONIO
Un vasito de agua fresca.
Negocio es de mucha monta.
Yo me iré con pies de plomo... 735


Escena XV

 

DON ANTONIO. MANUELA.

 
MANUELA

 (Entrando.) 

(Aquí me cuelo, así..., como...
como quien se hace la tonta.
¡Hola! ¡El otro lechuguino!
DON ANTONIO
(Ella es. Me excusa la cita.
Buenas noches, ahijadita. 740
MANUELA
Que Dios guarde a usted, padrino.
DON ANTONIO
Mil gracias. ¿Quieres oír
dos palabritas?
MANUELA
Sí quiero.
DON ANTONIO

 (A RUPERTA, que le ha servido agua.) 

Diga usted al granadero
que haga el favor de subir. 745
 

(Vase RUPERTA.)

 
MANUELA
(Será alguna pampingrada...
DON ANTONIO
Tú eres muchacha sencilla...
MANUELA
¿Y qué?...
DON ANTONIO
Y por la negra honrilla
vas a hacerte desgraciada.
MANUELA
Yo ¿cómo?... Pues ¿en qué potro 750
me ponen?...
DON ANTONIO
Potro inhumano
es querer a un ciudadano...
MANUELA
Pero...
DON ANTONIO
Y casarse con otro.
MANUELA
Es que yo...
DON ANTONIO
Hablemos en plata.
Tú amas a Balbino...
MANUELA
¿Yo?
755
DON ANTONIO
No vale decir que no.
¿Y le abandonas, ingrata!
MANUELA
¿Está usted en mi pellejo?
Cuando yo digo que nones...
DON ANTONIO
Por ventura ¿te propones 760
tener marido y cortejo?
MANUELA
¡Virgen santa! ¡Quite usté!...
¿Estoy yo fuera de tino?
DON ANTONIO
Pero aquí llega Balbino.
Con los dos me explicaré. 765


Escena XVI

 

DON ANTONIO. MANUELA. BALBINO.

 
BALBINO
Dios guarde a la gente noble.
DON ANTONIO

 (Imitando el tono soldadesco de BALBINO.) 

Dios guarde a la gente buena.
BALBINO
¿Es usted el que me llama?
DON ANTONIO
Perdone usted la molestia.
BALBINO
No hay de qué.
DON ANTONIO

 (Entornando la puerta.) 

Vamos a hablar
770
de hombre a hombre y con franqueza.
BALBINO
Bien. Yo no tengo frenillo.
DON ANTONIO
Ni yo pelos en la lengua.
BALBINO
Corriente. Vamos al grano.
DON ANTONIO
Pues bien, a un lado pamemas. 775
Manuela le quiere a usted
y usted adora a Manuela.
MANUELA
Yo... (Vamos, ¡si no me atrevo
a negárselo!
BALBINO
(Aquí hay treta.
La verdad, yo la he querido 780
unas miajas, pero ella...
DON ANTONIO
¿La ve usted? Baja los ojos...
BALBINO
Porque es mujer de vergüenza.
DON ANTONIO
Ahora los clava en usted.
Cuando el demonio lo enreda... 785
BALBINO
(¡Qué saber tiene este cuco!
  —493→  
MANUELA
¡Toma! Cuando una no es ciega...
BALBINO
¿Y qué sacamos en limpio
de que ella mire y yo vea?
DON ANTONIO
Que yo no me mamo el dedo 790
ni soy niño de la escuela.
BALBINO
Bien, la quiero, mas como otro
la hace mejor conveniencia,
me sacrifico y la dejo...
DON ANTONIO
¿Y no hay en esa fineza 795
algún oculto designio?...
BALBINO
No hay intríngulis. Mi idea
es sólo verla feliz...
DON ANTONIO
Cuénteselo usté a su abuela.
BALBINO
¡Compadre!, ya me va usted 800
cargando...
DON ANTONIO
Vamos con flema
y hablemos en santa paz...;
que a todos nos tendrá cuenta.
MANUELA
Pero usted ¿a qué se mete
en camisa de once leguas? 805
BALBINO
Ya dije a don Luis...
DON ANTONIO
Don Luis
no sabe lo que se pesca;
mas yo tengo sus poderes
para ver cómo se arregla
este asunto, y yo, a Dios gracias, 810
no he perdido la cabeza.
BALBINO
Bien, ¿y qué?
DON ANTONIO
Y soy abogado.
Conviene que usted lo sepa.
BALBINO
(¡Zape!
DON ANTONIO
Y si no hay transacción
y la muchacha pleitea, 815
¡lo juro!, a fuerza de intrigas,
pedimentos y talegas,
para cuando gane el pleito
ya se habrá muerto de vieja.
BALBINO
Ya se verá...
DON ANTONIO
Y supongamos
820
que ella gane la sentencia
mañana mismo y que Luis
se casa, quiera o no quiera;
¿qué adelantamos con eso?
Se va a Cádiz, a Valencia, 825
a Pequín con su mujer,
y no vuelve usted a verla.
BALBINO
Yo iré detrás...
DON ANTONIO
¡Un soldado!
BALBINO
¡Si tengo ya la licencia
absoluta! Me la acaban 830
de dar; y de ceca en meca
la seguiré como sombra
hasta el cabo de la tierra.
DON ANTONIO
¿Y qué come usted, compadre?
BALBINO
Yo soy hombre de carrera. 835
¡Soy artista! Esto es, barbero.
MANUELA
Sí, señor, y sacamuelas.
BALBINO
Y soy capaz de afeitar
al convidado de piedra.
DON ANTONIO
Y diga usted, si don Luis, 840
como puede hacerlo, prueba
que antes había empeñado
su palabra a otra doncella,
y la cumple, ¿qué hace usted?
BALBINO
Matarle.
DON ANTONIO
Requiem aeternam!
845
Pero la muchacha pierde
sus derechos y se queda
tan pobre como se estaba.
BALBINO

 (Aparte con MANUELA.) 

¡Tiene razón!
MANUELA
¡Mucho aprieta!
DON ANTONIO
(Ya son míos. Conque, abur. 850
Cada uno hará lo que pueda,
pero si don Luis se casa,

 (Con la mano en la frente.) 

que me la claven en esta.

 (Se dirige hacia el foro.) 

BALBINO

 (Aparte con MANUELA.) 

Preciso es capitular.
MANUELA
Sí, Balbino, no se pierda 855
todo...
BALBINO

 (Alto.) 

Oiga usted, caballero.
DON ANTONIO

 (Volviendo.) 

¿Qué se ofrece?
BALBINO
Me da pena
ese pobre señorito...
MANUELA
Si él no me ama, es una tecla;
mas rinunciar a su mano... 860
DON ANTONIO
No lo harás sin recompensa.
BALBINO
Vamos claros. Somos pobres
y ¡soltar una prebenda...!
¿Qué nos da el señor don Luis
si me caso con Manuela? 865
DON ANTONIO
Pida usted, pero pongámonos
en la razón.
BALBINO
De manera
que si la chica no pierde
sus arras...
DON ANTONIO
No. Las conserva.
BALBINO
Y a mí me da algún dinero 870
para poner una tienda
en Móstoles...
DON ANTONIO
¿Como cuánto?
BALBINO
¿Es mucho media talega?
DON ANTONIO
(¡Tonto! ¿Quién no pide más?
Es mucho. ¿Usted se contenta 875
con los seis mil?
BALBINO
Sean ocho.
DON ANTONIO
Partamos la diferencia.
Siete mil realejos...
 

(Aparece DON LUIS, abriendo la puerta de par en par.)

 


Escena XVII

 

MANUELA. BALBINO. DON ANTONIO. DON LUIS.

 
DON LUIS
¡No!
Los diez mil quiero que sean,
—494→
y además, yo les señalo 880
mientras vivan dos pesetas
diarias.
BALBINO
¡Vivan los hombres
campechanos!
DON ANTONIO

 (En voz baja.) 

¡Tú chocheas!
DON LUIS

 (En alta voz.) 

¡No! Y aún compro muy barata
mi quietud; y ¡qué! ¿no es fuerza, 885
Antonio, que pague yo
de algún modo mi simpleza?
Además, si tengo vida,
quizá la debo a esa bella
criatura, y no es hidalgo 890
quien olvida tales deudas.
DON ANTONIO

 (Apretándole la mano.) 

¡Bien, Luis!
BALBINO

 (Haciendo lo mismo.) 

Vengan esos cinco,
¡voto a briós!
MANUELA
¡Qué alma tan buena!
Estoy por darle un abrazo...
Balbino, ¿me das licencia? 895
BALBINO
Si es con buen fin...
 

(MANUELA va a abrazar a DON LUIS y este retrocede.)

 
DON LUIS
¡No, hija mía!,
que el fuego junto a la leña...
¡A tu marido!
BALBINO

 (Abrazándola.) 

Sí, a mí.
No juguemos con candela.
DON LUIS
Dios te haga feliz con él. 900

 (A BALBINO.) 

No le envidio a usted la suegra.
MANUELA
Voy a contar a mis padres...
BALBINO

 (Mirando por el foro.) 

Ya suben por la escalera.
DON ANTONIO
Y yo a mi hermana...

 (Desde la puerta.) 

¡Muchacha!
¡Emilia! Ven a la fiesta. 905


Escena XVIII

 

MANUELA. DON LUIS. BALBINO. DON ANTONIO. MACARIA. CIRIACO. EMILIA.

 
MACARIA
Aquí hay concejo, y no atino...
Yo estaba en cas del vecino...
MANUELA
¡Madre!
BALBINO
¡Suegro!
CIRIACO
¿Qué decís!...
MANUELA

 (Saltando.) 

Ya no me caso con Luis,
que me caso con Balbino. 910
EMILIA
¡Qué oigo!
CIRIACO
¿Cómo?...
MACARIA
¡Tonterías!
MANUELA
Sí tal. ¡Estoy más contenta...!
BALBINO
Y nos da para bacías...
MANUELA
Y dos pesetas de renta
diaria todos los días. 915
MACARIA
Muchacha, ¿has perdido el seso?
¡Dejar a un novio tan rico!...
Pues yo no paso por eso.
CIRIACO
¡Mujer!...
MACARIA
¡Calla tú, borrico!
Habrá historia, habrá proceso. 920
BALBINO
Si ella quiere y quiero yo,
y el padre que la engendró...
CIRIACO
Por mí...
BALBINO
Y el novio que fue,
¿de qué servirá que usté
salga diciendo que no? 925
 

(MACARIA se sienta con muestras de despecho.)

 
DON LUIS
Venga el notario al instante:
se hará el nuevo desposorio.
BALBINO
Sí, y que haya mucho jolgorio.
MACARIA

 (Levantándose.) 

(¿Cómo ha de ser! ¡Daime aguante,
ánimas del Purgatorio! 930
MANUELA

 (A DON ANTONIO.) 

¿Y usted sigue de padrino?
DON ANTONIO
Sí, cumpliré mi promesa.
BALBINO
¡Bravo! (¡Qué trucha y qué endino!

 (A EMILIA.) 

¿Y usted se mantiene tiesa?
EMILIA
Con mucho gusto, Balbino. 935
CIRIACO
Macaria, ¡que no haya gresca!
No digan propios y ajenos...
¡Pues! Si no pegó la yesca
cual pensaste, algo se pesca,
y duelos con pan son menos. 940
Y, en fin, cuando dos barruntan
que han de hacer migas los dos...

 (Haciéndola observar que MANUELA y BALBINO se están acariciando.) 

¡Digo! Mira si despuntan...
¿Eh?... No nos cansemos. Dios
los cría y ellos se juntan. 945