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ArribaAbajo Capítulo 4. Significación de los nombres que, en vascuence, se dan a la luna, al mes y a los cuartos de la luna, al sol y al día (ap. XXVIII al XXXI)

XXVIII. A la explicación de los nombres de la semana se sigue la de los nombres del mes y de la luna, cuyo curso dio motivo para arreglar o determinar la duración del mes entre los vascongados, como entre todas las antiguas naciones de las que muchas, al mes y a la luna, dan un mismo nombre.

En el vascuence el nombre del mes y de la luna provienen claramente de una misma dicción radical. En vascuence se dice: «mes» ilá, illá; y «luna» se dice: ilarguia, illarguia, arguizaita. En labortano la «luna» se llama illarguia y arguizaguia. Las dicciones ilá, illá, que son radicales de los nombres de la luna, significan «mes» y «morir» y componen varios nombres que significan «oscuridad», como illuna, «cosa oscura»; illuntasuna, «oscuridad»; illundu, «oscurecer»; illundua, «oscurecido». En labortano se dice ilhuna, «negro, oscuro»; ilhunia «oscurecer»; ilhundea, «tinieblas».

Al mes, que en vascuence se llama ilá, illá se dieron ciertamente estos nombres con alusión a la luna que lo forma con su curso, por lo que en muchas lenguas305, el mes y la luna se expresan con un mismo nombre, y parece que en vascuence sucedió lo mismo primitivamente y, después, para evitar equivocación, a las dicciones ilá, illá se añadió la palabra arguia y se formó el nombre ilarguia, que ahora se da a la «luna».

La «luna», al principio, pudo llamarse ilá o illá con alusión al morir, ella muere o desaparece cada mes y, según esta alusión, la luna se llamaba «la muerte» o «la que muere».

La «luna» después se llamó ilarguia o illarguia y con estos nombres se significaba «en oscuro la luz», pues arguia significa «luz» y las dicciones il, ill son también radicales de los nombres306 illuna, illundi, que significan «oscuro, oscuramente». Es pues expresivo y característico de la luna el nombre ilarguia, esto es, «en oscuro-luz» porque ella alumbra en la oscuridad de la noche.

El nombre vasco ilarguia arguizaitu de la luna es expresivo: se compone de argui, «luz» y de zaitu, «amparar»; por lo que significa «de luz-amparo», y amparo grande da la luna con su luz en la noche.

XXIX. El sol alumbra por sí mismo y con su luz forma el día, por lo que los nombres vascongados del sol y del día son alusivos al alumbrar o lucir. En vascuence se dice egüin, «lucir, alumbrar», y de egüin se derivan egun «día», eguzquia «sol», egoa, egoya «austro» y «viento solano».

En varias lenguas al sol y al día se dan nombres provenientes de una misma dicción radical. En la tártaro-turca se dice giun, giuni «día»; güenes «sol». Estos nombres parecen tener afinidad con el vasco egun «día». En chino, tonquino, barmano, tagalo y curdistano al sol y al día se da un mismo nombre, esto es, en las dichas lenguas se dan respectivamente estos nombres: xit, nhet, ne, adlao y rus.

En las lenguas americanas aule, viela, yarura, doconchi, yucatana (ombaya), cora y cochinis al sol y al día se da un mismo nombre, esto es, se llaman: ini; olo, do, kih; kin, seucat y bo.

XXX. El mes lunar en vascuence se divide en cuatro partes que llamamos cuatro cuartos de la luna. Estos cuartos en vascuence, según Larramendi, se nombran del modo siguiente:

Liberia («luna nueva»)= Luna nueva.

Illarguiberria («luna nueva»)= primer cuarto de luna.

ilgorerdia («de la luna ascendente mitad»)= Momento medio de la luna creciente.

Segundo cuarto de la luna, ilgorá, «luna ascendente».

Plenilunio, ilbetea, «luna llena».

Tercer cuarto de la luna, ilberá, «luna menguante».

Momento medio de la luna menguante, ilbererdia, «de luna menguante mitad».

Último cuarto de la luna, ilzarrá, «luna vieja».

Todos estos nombres, sumamente expresivos, parecen ser originales porque algunos no se asemejan a los comunes de otras lenguas y, por tanto, deben considerarse como inventados por los vascongados, que, según su observación de las épocas variables de la luna, a ellas les apropiaron.

La etimología gramatical y la significación material de dichos nombres son las siguientes:

XXXI. Ilberria se compone de ill, «luna», y de berria, «nuevo», en vascuence y labortano. Y en vascuence, tal vez, se dice barria, mas berria debe ser el nombre primitivo de que se derivan berrizalea, «novelero», «novator»; berritze, «renovación»; berritasuna, «novedad».

Ilgorá se compone de il, «luna», y de goratu, «ascender, subir». Nombre expresivo. La luna, a proporción que crece, se ve ascenderse, subir o estar más alta.

Ilbetea se compone de il, «luna», y de betea, «llena». Se dice «llenar», bete, betatu; «llenamente», beteric, betaquiro, etc.

Ilbera se compone de il, «luna», y de bera, que proviene de beratu, «menguar la luna», «los ríos» y «el mar». «Menguar» otras cosas se dice guichitu, gutitu.

Ilzarra se compone de il, «luna», y de zarra, «viejo» o «vieja». El «hombre viejo» se expresa con esta palabra agurea, de la que proviene el saludo vulgar y confidencial en España al despedirse con la palabra agur, con la que se desea vejez. Del uso y augurio de la palabra agur proviene agurtu, «saludar».

Los nombres ilgorerdia e ilbererdia pone Larramendi en el artículo «Cuarto creciente» de su Diccionario citado, y pone los demás nombres en el artículo «Luna». Mas Larramendi por ilgorerdia entendió lo mismo que por ilgorá, «luna ascendente o creciente», y por ilbererdia entendió lo mismo que por ilberea, «luna menguante», no advirtiendo que los nombres ilgorerdia e ilbererdia aluden a los momentos solos en que suceden la mitad del crecimiento de la luna y la mitad de su decrecimiento; porque el ilgorerdia se compone de il, «luna», gor, «ascender» y erdia, «mitad»; e ilgorerdia se compone de il, «luna», ber, «menguar», y erdia, «mitad». Los vascongados, además de los cuatro cuartos de la luna, nombran el momento de la mitad de su crecimiento, que llaman ilgorerdia, el momento del plenilunio, que llaman ilbetea y el momento de la mitad de su decrecimiento, que llaman ibererdia.




ArribaAbajoCapítulo 5. Significación del nombre vascongado del año. Nombres de éste en varias lenguas. Era solar, el año de los vascongados (ap. XXXII al XXXIV)

XXXII. Tienen nombres propios en vascuence los meses de que se compone el año. Éste se nombra con alusión al sol en muchas lenguas, como la mora, canada, tonquina, barmana, turca, en los dialectos hebreos, etc., y, con alusión a efectos muy sensibles de la atmósfera en las estaciones del año, se nombra en diversas lenguas.

Así, en la lengua chiquita el año se llama N'asukiber, «caída de hojas», por lo que el año de los chiquitos empieza en el tiempo en que las hojas caen en la América meridional, en que ellos usan.

El año en guaraní se llama roi, «frío, invierno»; en maya o guaicura, lotabi, «invierno»; en gótico, «invierno» se dice vintrus y año vintrun; en anglosajón la palabra winter significa «año e invierno», y esta palabra se usa aún en varios dialectos teutónicos, como en inglés, dinamarqués y flamenco, para significar el invierno, desde el cual empezaría el año entre las naciones que al año llamaban «frío» o «invierno».

Al año, asimismo, se da nombre significativo de «agua» o «lluvia» por algunas naciones: la tamanca (es americana) lo llama canepó, «lluvia»; la mandinga lo llama sanjukilin, «lluvia», y uno de los nombres significativos del año en irlandés es eang, que parece provenir de ean, «agua».

Entre las naciones que al año daban nombre significativo de «lluvia» o «agua», el año o época de las lluvias mayores daba, con esta sencillez, señal de nuevo año.

XXXII. El año en vascuence y en labortano se llama urtea, que significa «aguada», según Astarloa y Sorreguieta citados, los cuales derivan el nombre urtea de ur o ura, «agua».

De ur en vascuence provienen uria, «lluvia»; uritsuar, «lluvioso»; urtsatu, «aguar»; urtsua, «húmedo», «aguanoso». Urte o urtea puede ser frecuentativo de ur, «agua».

En un diccionario manuscrito, que uso, del dialecto vascongado de Guipúzcoa, el cual se cree ser de los más puros dialectos, se lee: urtea, «año, brotar y salir». En el Diccionario vasco de Larramendi se lee: «brotar, salir», urten, irten; «pimpollo, pámpano», urtumea. El «pimpollo», en el dicho diccionario guipuzcoano, se llama urtunua. Asimismo, en el citado Diccionario de Larramendi se lee: «derretirse», urtu; «derretido», urtua; «derretimiento», urtzea.

He aquí que se puede dudar si el nombre urea, «año», proviene de ir, «agua», o de hurten, «brotar» o de urdu, «derretirse». La significación de urdu, «derretirse», no parece convenir con propiedad para tomar el nombre del año, como no se diga que el derretimiento de la nieve se tomó por señal de empezar el año. Mas esta alusión no es verosímil, porque, más naturalmente, el nombre del año haría aludir a la nieve que a su derretimiento, que es efecto menos sensible o notable que aquélla. Y si el nombre del año aludiera al derretimiento de la nieve, el nombre de algún mes en vascuence significaría nieve. Últimamente, ésta, rarísima vez, cae en los países sucesivamente habitados por los vascongados hasta llegar a España, como después se dirá (XXXIV), y ni cayó en el país primitivo de los vascongados, porque éstos, al mes de enero, que suele ser el de la nieve, llamaron mes de agua o lluvia.

El nombre urtea del año podrá provenir de urten, «brotar». No hay inverosimilitud ni dificultad en esta proveniencia, pues urtea y urten son palabras no poco semejantes y el brotar las plantas es una señal muy sensible para conocer la entrada de un año nuevo por primavera, la que entre muchas naciones daba principio al año. Y esta opinión parece confirmarse con las tres significaciones que de «año, brotar y salir» se dan en dialecto al nombre urtea (XXXVI).

XXXIII. Aunque las palabras urten, «brotar», y urte o urtea, «año», tienen mucha semejanza y el brotar de las plantas es señal muy sensible para conocer la entrada o renovación del año, no obstante hay fundamentos más graves para juzgar que urtea significa «mucha agua o lluvia» y que consiguientemente proviene de ur, «agua», y no de urten, «brotar».

Tanto en vascuence como en labortano, urte o urtea significa «año»; y en vascuence muchos nombres hay alusivos al a ñ o, los cuales empiezan con urte, como urte-orecoa, «añal»; urtetsua, urteztua, «añejo, añoso»; urteztu, «añejarse»; urte-oro, «añalmente o anualmente»; aurten, «año presente»; urteberria, «año nuevo»; urte gueitua, «año bisiesto»; urt-ondoa, «de año fin, cabo de año»; urte urrena, «de año extremidad, cabo de año», etc. En labortano se usan promiscuamente las dicciones urte y urta en nombres alusivos al año: se dice urte-betea, «año entero»; urtaberria «primer día de año»; urtaburua y urta-muga, «aniversario, cabo de año»; urta-urra, «infante de un año».

El uso que de la dicción urta se hace en estos nombres labortanos alusivos al año, da motivo para conjeturar que urta significó primitivamente «año» no menos que urte; y ciertamente urta, frecuentativo de ur, significó «agua mucha o con frecuencia». Así, de su o sua, «fuego», proviene su, «lugar fogoso o de mucho fuego». En vascuence se usa la dicción urta para significar «mucha agua o lluvia» en los nombres urtaiza, urtaicea, urtazilla. Por los dos primeros, los vascongados entienden el viento oriental o de levante. El «viento», en vascuence, se llama aizá o aiceá. El nombre urtaiza se compone de aizá y el nombre urtaicea se compone de aiceá, por lo que los dos nombres propiamente significan «lluvioso-viento», por cuyo nombre los vascongados entendieron el viento de levante u oriente (llamado subsolano por los latinos) que en muchos países es llovedor, y en Italia lo es tanto que un proverbio italiano dice: vento di levante che non piove e un furfante, «el viento de Oriente que no llueve es un bribonazo».

El tercer nombre, que es urtarilla en vascuence y en labortano, se da al mes de «enero». Se compone de urta «lluvia» y de illa «mes» con la interposición de la letra r para evitar la cacofonía de dos vocales unidas. Y tal vez en vascuence se interpone también para hacer más sonora la palabra, como en el nombre surta antepuesto, que se compone de su, «fuego», y de la partícula frecuentativa ta con la interposición de la r.

XXXIV. Parece, pues, que urtea, nombre del año, primitivamente significó, no menos que urta, «lluvia o abundancia de agua», la cual abundancia en vascuence se suele expresar con urtá dicción, que, como se ha dicho, se usa en nombres labortanos alusivos al «año».

La época del tiempo de mayor lluvia en el año debió ser la del fin de un año y de la entrada de otro entre los vascongados, los cuales conocían el momento de la llegada de esta época al empezar las lluvias grandes. Éstas, según ellos, sucedían en enero, como la demuestra el nombre de urtailla que le pusieron. Y, siendo en el año solar uno solo el mes de mayor lluvia, debió ser solar el año de los vascongados.

En los tomos IV y V del Catálogo de las lenguas procuré probar con fundamentos graves que los progenitores de la nación española307, cuya lengua primitivamente es ciertamente la vascongada, desde la Mesopotamia, en que sucedieron la confusión de las lenguas y la dispersión de las gentes, viajaron para España recorriendo los países meridionales de Europa y determinadamente los de Italia y de Francia, de cuyos pueblos antiquísimos muchos nombres son evidentemente vascongados y que últimamente entraron en España, empujados en Italia por los griegos y en Francia por los ligures y los celtas. En los dichos países rarísimas veces se ve la nieve en invierno y desde el solsticio de éste, hacia 22 de diciembre, hasta el mes de enero, en cuyo tiempo es de más nieves en los países septentrionales, suceden las lluvias mayores en los países meridionales donde, hasta llegar a España, viajaron los dichos progenitores. Éstos, por tanto, cuando estaban en dichos países pusieron a enero el nombre de urtailla «de lluvia-mes» y al año el nombre de urteá, «lluvia o abundancia de agua».




ArribaAbajoCapítulo 6. Significación de los nombres que, en vascuence, se dan a los doce meses del año (ap. XXXV al XLVII)

XXXV. El mes primitivo entre todas las naciones se hizo durar según lo que duraba el curso de cada luna, que aparecía de nuevo. Por lo que muchísimas naciones, y también la vascongada (XXVIII), daban un mismo nombre al mes y a la luna que, con la duración de su curso, lo determinaba. La duración del curso lunario de cada luna es de 29 días y medio; por lo que el vulgo fácilmente se pudo engañar suponiéndola de treinta días. Y porque doce lunas, según la aprensión vulgar, sumaban 360 días, esto es, se creían durar casi el tiempo del año solar, que tiene 365 días, fácilmente se pudo juzgar que doce meses lunares formaban el año solar. Después de pocos años, se advertía que el número de lunas creciese excesivamente, pues en cada tres años solares, que tienen 36 meses, se verían 37 lunas nuevas y se pensaría en inventar modo de arreglar los meses al año solar; pero este arreglamiento, que han hecho todas las naciones, no ha impedido que muchas de ellas dejasen de continuar con el número de doce meses. Y esto mismo ha sucedido a los vascongados.

Para distinguir los meses les dieron no pocas naciones antiguas nombres no solamente diferentes, mas también alusivos a los efectos más notables de la atmósfera o de las labores necesarias para sustentar la vida o a los ejercicios de la sociedad civil en cada uno de los meses. Y a la clase de estos nombres, que son los primitivamente dados a los meses por las naciones, pertenecen los siguientes, que se usan en vascuence:

XXXVI. Enero: Hurtadilla -1- «de agua mucha o de lluvia mes». Belesilla -2- «negro mes».

XXXVII. Febrero: Orzayilla -3- «de frío mes». Ceceilla -4- «de toros mes».

-1- Urtarilla. Se compone (XXXIII) de urta y de illa «mes».

-1- Beltzilla. Se compone del verbo beltz «negrear» y de illa «mes».

De beltz proviene beltza, que en vascuence y labortano significa «negro». Es idea vulgar de gente campestre llamar «mes negro» al mes en que más llueve. Entre la gente campestre de los países septentrionales de Italia, diciembre se llama mese bruno, esto es, «mes moreno». El mes de enero en dichas partes es claro por causa de las nieves. (En dinamarqués, noviembre se llama Mi-duhh, «mes negro»).

Astarloa, en lugar del nombre beltzilla, pone ilbalza, que tiene la misma significación, pues se compone de il, «mes», y de baltza, que también significa «negro»; mas Larramendi solamente pone el nombre de beltzilla, y no sé en qué país vascongado se usa ubalza.

-3- Otzailla. Se compone de otza, «frío», y de illa, «mes». Astarloa, en lugar de otzailla, pone otsailla y traduce «mes de frío o de lobos». El «lobo» en vascuence se llama otsoa. Yo sigo a Larramendi, que pone otzailla.

-4- Ceceilla. Se compone de illa, «mes», y de cece, que proviene de cecena, «toro». De cecena se derivan cecendatu, «torear»; cecendaria, «toreador»; cecentoquia, «toril»; cecenchea, «torillo». El «buey» en vascuence se llama idia.

En español la carne de buey se dice «cecina», de cecena, «toro». Los signos zodiacales empiezan el 21 de marzo y los dos primeros se llaman aries, «carnero», y taurus, «toro»; significándose con estos nombres que era el tiempo de la cría del ganado menor y mayor.

XXXVIII. Marzo: Epailla: -1- «de corte o podadura mes». Marchea -2-.

XXXIX. Abril: Jorrailla -3- «de escarda mes». Apirilla -4- «de inmolación mes». Opea -5- «bodigo o bollo».

-1- Epailla. Se compone de illa «mes» y de epa, que proviene de epaqui «cortar», en vascuence, en que también se dice ebaqui. Parece que epaqui es la palabra más propia, pues en labortano se dice epaitza, «corte»; eppaitea, «cortar el grano, segar». Según esta última significación, parece que epaillo quiere decir «de corte o podadura mes», la cual podadura se hace en marzo, antes de que los árboles broten.

Epailla puede también provenir de epaillea, epallea, «carnicero», y, si tiene esta derivación, los toros se cogían el mes de febrero para matarlos en marzo.

Astarloa traduce así: epailla, «mes del esquilmo» y esquilmo en español es el fruto de viñas y olivos, y aunque la podadura de éstos es fruto útil. Mas por esquilmo en vascuence hay nombre particular, pues, según Larramendi, se dice musquilla, «esquilmo»; musquildu, «esquilmar».

-2- Marchea. Parece ser corrupción del nombre español «marzo».

-3- Jorrailla. Se compone de illa, «mes», y de jorra, «escarda», que también se dice jorratea. En vascuence se dice jorralu y jorratu, «escardar»; jorraria, «escardador»; jorraya, «escardillo o escardadera». En labortano se dice jorra-roa, «mes de marzo»; jorra, «escarda», jorralea, «escardador»; jorratua, «escardar»; jorraya, «escardillo».

-4- Apirilla. Este nombre parece componerse del latino aprilis, «abril», y del vasco illa, «mes». No obstante, se puede dudar si se compone de la radical vasca abril, de la que provienen varios nombres que significan «inmolar, inmolación», etc.

En todas lenguas, y principalmente en vascuence, fácilmente se ven o usan promiscuamente las letras b, p; así, «cortar», en vascuence, se dice epaqui y ebaqui. Por esto, quizás, Astarloa en lugar de apirilla pone abere-illa, «mes de ganados». Esta significación conviene ciertamente al nombre abere-illa, mas Astarloa no dice en qué país de vascongados se usa el nombre aberilla; y Larramendi pone apirilla que convierte en abrilla por las razones que diré en la explicación del siguiente nombre.

-5- Opea. Este nombre se da a abril en el suplemento al Diccionario vascongado de Larramendi. Y en este Diccionario se dice: Opea, opillá, «bodigo»; opechoá, opilchoá, «bollo». Bodigo es nombre que proviene de «boda»; es panecillo regalado que se hace en las bodas, en las que suele ser ofrenda que hacen las mujeres, como dice Covarrubias en su Diccionario castellano308. Si suponernos que el nombre apirilla provenga de abrildu, «inmolar», se debe conjeturar que el nombre opea aludía a los bollos o panecillos regalados que servían de ofrendas en casamientos o en sacrificios. En vascuence se dice abrildu, «inmolar, matar algunas reses en sacrificío»; abrildea, «inmolación»; abrildaria, «inmolador».

Astarloa, en lugar de opeá pone el nombre opaillá, que traduce «mes de ofrendas». Mas éstas en vascuence tienen diverso nombre, pues se dice: esqueñi, escañi, aguindua, «ofrecer»; esqueñia, escania, aguintza, «ofrecimiento en el acto de hacer ofrenda»; donescañia, «ofrenda a Dios». Donescañia, en parte, se compone de donesquida, «consagración», porque se consagra a Dios lo que se ofrece. Asimismo, Astarloa no nos dice en qué país de vascongados se usa la palabra opailla, que más propiamente se diría operilla u opeilla.

XL. Mayo: Ostaroa -1- «de la hoja sazón». Orrilla -2- «de la hoja mes». Mayatza 3-.

XLI. Junio: Garagarrilla -4- «de cebada mes». Voguilla o Boguilla -5- «de cuerdas mes». Erearoa -6- «siembra coronada o madura».

-1- Ostaroa. La primera dicción ost proviene de osto u ostoa, que significa «hoja» en vascuence y en labortano. En estos dos dialectos la hoja se llama también orria; y en vascuence por hoja se usa también ostroa.

La dicción final aroa en labortano significa «sazón»; y en vascuence se dice arotu, «sazonar». Asimismo, en vascuence se dice aroa, guiroa, «temple». Astarloa por ostataroa pone ostarua, que traduce «temple de la hoja». Larramendi pone ostaroa.

-2- Orrilla significa «de la hoja mes», pues claramente se compone de illa, «mes», y de orr, sílaba de orri, orria u «hoja», como se ha dicho antes.

-3- Mayatza proviene claramente del nombre español «mayo».

-4- Garagarrilla. Se compone de illa, «mes», y de garagar, o garagarra, que significa «cebada» en vascuence. Gari, garia, significa «trigo» y garagarra significa «cebada».

-5- Vaguilla o Baguilla (se escribe de estos dos modos) se compone de vaga o baga y de illa, «mes». Baga o vaga significa «cuerda para atar fardos»; y en labortano se dice bagac las «cuerdas con que los caleseros atan los fardos». Parece que de baga viene bagaje. Quizá junio se llamó «mes de cuerdas», esto es, «de ataderos de hacer de cebada y trigo», los cuales ataderos de esparto se usan en España para atarlos.

Baguilla por Astarloa se interpreta de las «habas mes», mas el «haba» en vascuence se dice babá y en labortano babá y ekosarria.

-6- Erearoa (que por Astarloa se dice erearua y se interpreta «temple suave») se compone de las palabras ere-aroa. La palabra ere debe significar «siembra o sembrado», pues en vascuence se dice erein, «sembrar»; ereitea, «siembra»; ereina, «sembrado»; eraillea, «sembrador». La palabra aroa significa «sazón», como antes se ha dicho, por lo que erearoa significa «siembra sazonada o madura». Esta madurez sucede en junio.

XLII. Julio: Uztailla -1- «de cosecha mes». Garilla -2- «de trigo mes».

XLIII. Agosto: Agorrilla -3- «seco mes». Aboztua o Abuztua -4-.

-1- Uztailla. Se compone de illa, «mes», y de uzta, que en vascuence significa «mes, cosecha» y en labortano debe significar lo mismo, pues se dice ustailla «de la cosecha tiempo o mes».

Astarloa, en lugar de uztailla pone ustailla, que debe ser nombre alterado, y lo traduce «de abundancia mes». La «abundancia» en vascuence se llama ioria, iyoria, ugoria y naroa, con derivados de todos estos nombres.

-2- Garilla. Claramente proviene de illa, «mes», y de gari o gari, que significa «trigo» en vascuence y labortano.

Astarloa al mes de julio añade el tercer nombre, garagarrilla, que significa «de cebada mes», como antes se dijo. Larramendi no pone este tercer nombre, que parece convenir solamente a junio, mes de la cebada, que se coge antes que el trigo.

-3- Agorrilla. Proviene de illa, «mes», y de agor, que debe significar «seco», pues en vascuence se dice agorra, «seco»; agortea, «de sequedad tiempo»; y en labortano se dice agorratea, «de sequedad tiempo». Al agosto conviene bien el nombre de «mes seco».

-4- Aboztua o abuztua. Estos dos nombres pone Larramendi porque se usarán en diversas provincias. Su etimología literal es difícil. En labortano se dice abua, «bestia de carga»; abuaquia, «bestialidad»; y en vascuence se dice abereá, «bestia»; aberequeria, «bestialidad». Estos nombres se combinan entre sí. Y no se entiende por qué agosto se deba llamar «mes de bestias». Quizá aboztua proviene de abarua, «granero», y signifique «tiempo de grano».

XLIV. Septiembre. Burulla (Buruilla) -1- «de espigar mes». Irailla -2- «de arrancar o quemar mes».

XLV. Octubre. Urrilla -3- «de mengua mes». Urria-4- «escaso o menguado». Bildilla -5- «de acopio mes».

-1- Burulla es el primer nombre que Larramendi da a septiembre. Quizá por yerro de impresión en su Diccionario se puso Burulla por Buruilla, pues este nombre en labortano se da a septiembre y parece ser el propio. Se compone de buru o burua, «espiga» en vascuence, y de illa, «mes». En labortano se dice burura, «espiga de trigo». En vascuence se dice buruitu el «espigar o echar espiga el trigo»; buruscac, «espigar o coger espigas», etc. Septiembre sería el mes en que se permitiría espigar y por eso se llamaría «de espigas mes».

-2- Irailla «se compone -dice Astarloa- de illa, «mes», y de ira, «helecho». Éste, según Larramendi, en vascuence se dice garoa, inastorra e iratzea. No me agrada esta interpretación de irailla. En el mes de septiembre los labradores preparan las tierras que han de sembrar y las preparan arrancando o quemando comúnmente los matorrales. Según Larramendi, iraci es uno de los verbos que significan «encender». Conjeturo que a uno de estos verbos alude la dicción inicial de ira-illa.

-3- Urrilla. Se compone de illa, «mes», y de urr, que proviene de urri o urria, «escaso, menguado o disminuido». En vascuence se dice urria, «escaso»; urrialdea, «escasez»; urritu, gutitu, etc., «menguar, disminuir». En dialecto guipuzcoano urria significa «escaso, parco y octubre». Éste en labortano se llama también urria. Conjeturo que octubre se llamó «de mengua mes» porque se advierte haber ya menguado notablemente los días. Así, en islandés diciembre se pone skamdeiger monudar, «de cortos días mes».

-4- Urria. Este segundo nombre de octubre está incluido en el primero.

-5- Bibdilla. Se compone de illa, «mes», y de bild, que puede tener diversas significaciones.

En el dialecto guipuzcoano bildurra significa «octubre, miedo y temor» y en vascuence generalmente bildurra significa «miedo o temor», y esta significación no parece convenir bien a octubre.

En vascuence se dice bildotsa, «cordero», que en labortano se llama bildotza y en guipuzcoano se suele llamar bildotoa. Octubre se podía llamar «mes de corderos», porque éstos, ya grandes, se empezaron a matar ya en octubre. Así, en Islandia, el octubre se llama Slatrunar manudar, «de matanza ovejuna mes»; y en antiguo gótico se daba el nombre slach manat, que debe significar «de matanza-mes».

En vascuence se dice bildu, «coger, agregar, hacinar, apañar, acopiar»; y bildilla podrá significar «del acopio mes». Y esta significación que le da Astarloa parece ser la más conveniente para un mes en que se ha hecho ya, de casi todas las cosechas, el acopio para el invierno.

XLVI. Noviembre: Acilla -1- «de semillas o simientes mes». Azaroa -2- «de semilla en yerba sazón». Comendilla -3-.

Diciembre: Lotacilla -4- «de abrocharse o abrigarse mes». Abendua -5- «adviento».

-1- Acilla. Se compone de illa, «mes», y de aci, que significa «criar nutriendo», por lo que se dice aciá, «criado o educado». Y, asimismo, aciá significa «semilla». Acillá significa «de semilla mes», pues noviembre es el mes de la siembra. En dinamarqués el octubre se llama seade manet, «de semilla mes».

-2- Azaroa. Se compone de azá «berza» y roa «sazón» (XL), por lo que significa «berza sazonada o de berza sazonada». Esto es, «sazonada semilla en berza».

Astarloa pone azarua, que interpreta «de temple de simientes». Esta interpretación no es literal porque la «simiente o semilla» se dice aciá y el nombre azaroa se compone de azá «berza». Se dice galara «haz de trigo verde o en berza». Propiamente se debía decir garaza, de gar, «trigo» (XLII).

-3- Comendila. Parece que este nombre se compone de illa, «mes» y de mendi o mendia, «monte», y que significa «ida o entrada en monte con el ganado».

Astarloa, por comendila (que se lee en el Diccionario de Larramendi), pone comendija, sin decir el motivo que tiene para usar este nombre, y dice que significa «monte ralo o claro». En dicho nombre no encuentro dicción alguna que signifique «claro o ralo», porque en vascuence se dice meatiá, bacarrá, «ralo», meá, «claro», opuesto a lo espeso.

-4- Lotacilla. Astarloa pone lotasilla, que interpreta «mes en que se detiene o para». Asimismo, por abendua, segundo nombre de diciembre, pone abenduba e interpreta «bosque detenido». Según Larramendi, se dice «bosque y selva», basoa, oyaná; la «selva» también se dice soroá.

Se dice «detener» gelditu, gueratu, baratu, tricatu; «detenido» gueldia; «detenido» gueldi; «parar o detenerse» gueratu; en labortano baratu. No hallo congruencia entre estas palabras y los nombres lotacilla y abenduba que pone Astarloa, sin decir dónde se usan.

Lotacilla, a mi parecer, se compone de illa «mes» y de lota, que proviene de lotu o lotamutu «abrochar»; lotamua «broche». En diciembre empieza el frío grande, por lo que se necesita abrocharse para defenderse de él; hay necesidad de abrocharse y abrigarse.

-5- Abendua. Esta palabra en vascuence se usa para significar «adviento y el mes de diciembre». (Véase en el Diccionario de Larramendi los artículos « Adviento» y «Diciembre»); por lo que abendua es corrupción de la palabra latina adventus. Esta conjetura mía se confirma con la palabra avindua que en labortano significa «adviento» y el «mes de diciembre». Es común a los vascongados y a los españoles mudar, en d, la t de muchísimas sílabas finales del latín.



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