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Escena VIII

 

EL BARÓN, LA TÍA MÓNICA.

 
TÍA MÓNICA
¿Qué es lo que pasa por mí?
¿Señor Barón de mi alma,
qué es esto?
BARÓN
Ver si por medio
710
de un artificio, se calma
la envidia, el odio, el furor
de esa gente temeraria.
TÍA MÓNICA
¿Qué decís?
BARÓN
Ficción ha sido;
jamás han salido vanas 715
mis promesas, no temáis.
TÍA MÓNICA
Yo al escucharos estaba
muerta, muerta... Si quisieran
sangrarme, no me sacarán
gota de sangre.
BARÓN
Lo creo.
720
Pero todo ha sido traza
para deslumbrarle.
TÍA MÓNICA
Bien,
bien hecho.
BARÓN
Fue necesaria
precaución... Pero escuchad
lo que se ha de hacer, sin falta. 725
Mañana pasaré el día
en el mesón: cuando caiga
la noche saldré de Illescas,
dejo en Toledo encargada
al Arcediano la mula, 730
tomo su coche, y me plantan
las colleras de un tirón,
antes que anochezca, en Parma,
un lugarcito pequeño,
el primero que se halla 735
de mis estados, cruzando
el lago de Nicaragua.
Hoy es lunes, bien; estoy
el miércoles en mi casa,
jueves, viernes... sale justa 740
la cuenta. Estad preparadas,
tenedlo todo dispuesto,
y el sábado sin tardanza
ninguna, recibiréis
a media noche una carta, 745
que os dará mi mayordomo.
Y al instante, acompañadas
de él, y de un negro, salís
adonde el coche os aguarda,
y... ya lo he dicho, el domingo 750
se logran mis esperanzas.
¿Con qué, estáis? A media noche...
TÍA MÓNICA
Sí, sí, ya estoy enterada;
el sábado. Bien está.
BARÓN
Ved que en esa confianza 755
me voy, y os espero.
TÍA MÓNICA
¿Pues,
Señor, teméis que no vaya?
Aunque fuera menester
ir solas, a pie y descalzas,
fuéramos, vivid seguro. 760
BARÓN
Podéis llevar la criada
también, para que os asista.
Y advertid que se levanta
ya un fresquecillo al salir
el sol, que molesta y daña. 765
Cuidado, abrigarse bien;
porque aunque tiene persianas
el coche, pieles y estufa,
estáis algo delicada
y es bueno cuidarse.
TÍA MÓNICA
Así
770
lo haré.
BARÓN
Si esto se llegara
a saber, tal vez sería
cosa muy aventurada.
Ya veis que en Madrid me ofrecen
una rica mayorazga, 775
hermosa, ilustre. Su padre
es caudatario del Papa,
su primo, duque de Ultonia,
nobleza más acendrada
que la suya, más antigua, 780
es imposible encontrarla
aunque expriman la de todos
los príncipes de Alemania.
No es fácil, pues, renunciar
a este enlace sin que haya 785
desazones, y a este fin
pienso escribir unas cartas,
para evitar desde luego
que vengan por mí, con varias
excusas que fingiré. 790
De esta manera se gana
tiempo... Pero a nadie, a nadie,
habéis de decir palabra.
TÍA MÓNICA
Bien está, señor.
BARÓN
A nadie.
y cuando digan mañana 795
o esotro, que me marché,
fingid que no sabéis nada.
TÍA MÓNICA
Bien está.
BARÓN
Disimulad
el corto tiempo que falta;
idme a buscar, logre yo 800
la posesión suspirada
de Isabel, y hasta ese punto
nadie entienda lo que pasa.
TÍA MÓNICA
Ya, ya estoy.
BARÓN
Después veréis
que en esta dicha os alcanza 805
aún más de lo que esperáis.
TÍA MÓNICA
Pues, señor, ¿qué más?...
BARÓN
Pensaba
en no decíroslo; pero,
hablemos en confianza.
¿Vos, qué edad podéis tener? 810
Estáis fresca, bien tratada,
robusta y ágil... Es cierto
que no deja de hacer falta
la dentadura.
TÍA MÓNICA
¡Ay, señor!
¡que no es la vejez la causa! 815
Jaquecas y corrimientos
y pesadumbres...
BARÓN
Mi hermana
la vizcondesita, cumple
veinte y dos años por Pascua,
y está lo mismo que vos: 820
y porque no se la caiga
un diente que la ha quedado,
sólo come cosas blandas:
sémola, huevos mejidos,
puches, y así... La obstinada 825
tos que padecéis, los flatos,
la debilidad y náuseas
del estómago, se curan
mudando de temple y aguas
y alimentos. Con un poco 830
de ejercicio, y unas cuantas
friegas que os den, se disipa
la hinchazoncilla que carga
a las piernas, y en dos días
os hallaréis fuerte y apta 835
para las segundas nupcias.
TÍA MÓNICA
¿Quién, yo?... Pero, señor... ¡Vaya!
¡Jesús, qué calor!
BARÓN
Amiga,
la viudez desconsolada
es un estado terrible, 840
y en él las jóvenes pasan
muchos trabajos... A ver,
un polvo.
TÍA MÓNICA
Y en la de plata.

 (Saca una caja y se la da a EL BARÓN, el cual después de tomar un polvo se la guarda como distraído.)  

BARÓN
Mi tío, de quien algunas
veces os hablé, se halla 845
viudo y sin hijos; si muere,
todos sus estados pasan
a un extranjero, cuñado
del hospodar de Valaquia;
y esto es doloroso.
TÍA MÓNICA
Cierto,
850
siendo un nación.
BARÓN
Yo tomara
que fuese nación no más,
pero lo que nos enfada
es, que además de extranjero,
es hereje.
TÍA MÓNICA
¡Virgen santa!
855
¡Hereje!
BARÓN
Pues, ved qué gusto
nos dará, que si mañana
llegase a faltar el tío,
todos sus bienes los haya
de gozar aquel mastín; 860
que no entiende una palabra
de español, ni sabe el credo,
ni va a misa.
TÍA MÓNICA
¡Qué canalla!
BARÓN
Ni ayuna, ni...
TÍA MÓNICA
¡Picarón!
BARÓN
Pues por eso se pensaba 865
hacerle una burla; el tío
está en lo mismo y se allana
a todo. El fin es casarle.
Y si la novia se encarga
de darle en dos o tres años 870
dos o tres chiquillos, basta.
No piden más, y el otro
se queda tocando tablas.
Conque ved si...
TÍA MÓNICA
Yo, Señor,
aunque, a la verdad, estaba 875
bien ajena de pensar
en eso..., pero se trata
de serviros y podéis
mandarme como a una esclava.
Y en todo aquello que yo 880
pueda, y...
BARÓN
Bien.
TÍA MÓNICA
Si estoy turbada,
Señor, y no sé...
BARÓN
Al instante
quiero escribir lo que pasa
al príncipe vuestro esposo,
que está esperando con ansia 885
la resolución.
TÍA MÓNICA
Decidle
mil cosas.
BARÓN
Ya estoy.
TÍA MÓNICA
Y gracias
infinitas.
BARÓN
Bien. Ahora
voy a poner esas cartas.
Cuidad que no suba nadie 890
por allá arriba, ni hagan
ruido.
TÍA MÓNICA
Bien está.
BARÓN
Porque
al instante que las haya
cerrado, me iré a dormir.
TÍA MÓNICA
¿Sin cenar?
BARÓN
No tengo gana;
895
he comido bien.
TÍA MÓNICA
Siquiera
unas sopas.
BARÓN
Nada, nada.
TÍA MÓNICA
O un huevecito escalfado.
BARÓN
No, no es menester. Mañana
llevará un posta los pliegos 900
a Madrid, y así que él parta,
me voy al mesón... Adiós.
Un abrazo.

 (Abrazándola.) 

TÍA MÓNICA
Y mil.
BARÓN
Honrada
dueña.
TÍA MÓNICA
Servidora vuestra.
BARÓN
Adiós... La ausencia no es larga. 905
TÍA MÓNICA
Con todo, señor, si ahora
no llorase, reventara.

 (Enternecida y enjugándose las lágrimas. Toma una de las luces para ir alumbrando a EL BARÓN, el cual se la quita; la coge de la mano, se la besa respetuosamente, y se va con la luz por la puerta del foro.) 

BARÓN
Hasta el domingo... ¿Qué hacéis?
TÍA MÓNICA
Alumbraros.
BARÓN
No faltaba
más.
TÍA MÓNICA
Pero si yo...
BARÓN
Vos sois
910
mi madre, no mi criada.


Escena IX

TÍA MÓNICA

  (Sola.) 

¡Bendito, bendito, amén!
¡Con qué respeto me trata
el pobrecito!... ¡Qué humilde!
Si a boca llena me llama 915
su madre... Pero, no dice
bien, no señor... Si me faltan
algunos dientes, también
tengo las muelas muy sanas,
gracias a Dios... Ni me huele 920
la boca, ni... Pues me agrada
la especie de... ¡Bueno fuera
que nos viniese de extranja
el otro bribón, aullando
en su lengua chapurrada!... 925
¡Maldito!... Pues aunque él viva
más años que Mariblanca,
yo le juro que no lleve
ni un alfiler, ni una hilacha.
No señor, todo a los niños... 930
¡Ay! ¡Hijos de mis entrañas!
¡Angelitos!... ¡Sí, pues, poco
los querrá su padre! ¡Vaya!


Escena X

 

PASCUAL, LA TÍA MÓNICA.

 
PASCUAL
Pues, señor, ya fui allá,
y dije que le esperaban 935
al instante.
TÍA MÓNICA
¿A quién?
PASCUAL
Al sastre.
TÍA MÓNICA
¿Después de dos horas largas,
te vienes con eso?
PASCUAL
Pues,
fui y dije, digo: el ama
está esperando al señor 940
Juan, y dice que le aguarda,
que no deje de ir corriendo,
corriendo, porque hace falta
que vaya, y...
TÍA MÓNICA
¿Bien, y qué dijo?
PASCUAL
¿Quién, él? Él no ha dicho nada. 945
TÍA MÓNICA
¿Pues qué, no le has visto?
PASCUAL
Yo,
no por cierto.
TÍA MÓNICA
¿Qué, no estaba?
PASCUAL
Sí, señora.
TÍA MÓNICA
¿Y no le dieron
el recado?
PASCUAL
La Colasa
se le dio.
TÍA MÓNICA
¿Con qué vendrá?
950
PASCUAL
¡Qué ha de venir!
TÍA MÓNICA
Pues, acaba,
¿Por qué no viene?
PASCUAL
Porque
parece que esta mañana...
Pues, señor, el pobre sastre
subió a poner unas tablas 955
al palomar, y una red
para tapar la ventana,
y estando allí se le fue
la cabeza, como andaba
clavando clavos, y el pelo 960
se le enredó en una escarpia...
Y desde allí se cayó
sobre el palo donde enganchan
la garrucha cuando tienen
que subir sacos de paja; 965
y desde allí se cayó
al tejado de la Marta;
y desde allí cayó al suelo
y desde allí, por la trampa
de la cueva, zas, cayó 970
a la cueva, porque estaba
sin cerrar; y desde allí
se cayó en una tinaja
de aguardiente... Y desde allí,
le llevaron a la cama; 975
y mientras esté acostado
no quiere salir de casa...
Conque no puede venir.
TÍA MÓNICA
Soy en todo afortunada;
porque tanto cuando yo 980
le llamo, se descalabra.
Toma esa ropa... Cuidado,

 (Harán lo que denotan los versos.)  

y llévala adentro... Aguarda,
¿no ves que lo arrugas todo?
PASCUAL
Es porque no se me caiga. 985
TÍA MÓNICA
¡Mira qué aliño!
PASCUAL
Si...
TÍA MÓNICA
Suelta;
Fermina vendrá a doblarla;
déjalo.
PASCUAL
Bien.
TÍA MÓNICA
Oye, di:
¿Por qué dejaste que entrara
Leonardo esta tarde?
PASCUAL
¿Yo?
990
Porque... luego se me pasa
todo... Ya no sé por qué.
TÍA MÓNICA
Cuidado con que le abras
la puerta otra vez... ¿Estás?
PASCUAL
Ya estoy.
TÍA MÓNICA
Mientras no le llaman,
995
no hay para qué venga. Dile,
si vuelve otra vez: que el ama
te ha dicho que no le dejes
subir que está fastidiada
de él, que no quiere ni oírle 1000
ni verle más, que se vaya.
¿Lo entiendes?
PASCUAL
Pues ya se ve
que lo entiendo. Si yo estaba
en lo propio, y cuando vino
dije, digo: no está en casa 1005
el ama, y él dice: tonto,
si la he visto a la ventana...
Con que entró, y aquí se estuvo.
Salió después... Yo pensaba
que no volviera, y a poco, 1010
cátale otra vez. Se para
a la puerta, y dice... No.
Entonces no dijo nada,
cogió y se entró derechito,
sin hablar una palabra; 1015
con que yo, como le vi
así, que no preguntaba
cosa ninguna...
TÍA MÓNICA
¿Dos veces
estuvo?
PASCUAL
Dos... Pues si anda
siempre... ¡Toma!... Y hace señas... 1020
Y anoche, a las once dadas
estuvo cantando, y...
TÍA MÓNICA
Bien,
ya lo sé.
PASCUAL
No era guitarra,
era otra especie de...
TÍA MÓNICA
Sí,
ya estoy.
PASCUAL
De instrumento.
TÍA MÓNICA
Calla
1025
¡Picarones!... Todos, todos
son contra mí, todos tratan
de burlarme, pero yo
les prometo...

 (No atiende a lo que dice PASCUAL, y se va con mucho enfado.)  



Escena XI

PASCUAL

 (Solo.)  

Pues cantaba
unas coplas... Eso sí, 1030
Las coplas eran muy guapas,
y... ¡Calle, ya se marchó!
Si está medio espiritada
esta mujer... ¡Ay, qué rico

 (Acércase adonde está la ropa; desdobla una bata y la examina con admiración.) 

zagal!... No señor que es bata, 1035
y con su cola y sus vuelos
largos, y sus cintas... ¡Anda
majo!... ¡Y como ruge! Apuesto
que a mí me viene pintada.
¡Vaya, vaya, estas mujeres 1040
que cosas tan buenas gastan!
Y es bien anchota... Probemos.

 (Se pone la bata, mírase a un espejo y empieza a pasearse afectando ademanes mujeriles.) 

A ver... ¡Qué!, si está cortada
para mí... ¡Pobre Pascual,
siempre vestido de lana 1045
churra!... ¡Ay! ¡Qué guapo! Así va
la médica por la plaza;
lo mismo, lo mismo, así.


Escena XII

 

PASCUAL, FERMINA, LA TÍA MÓNICA.

 
FERMINA
¿Qué estás haciendo? ¡No es mala
la diversión!
PASCUAL
¡Ay! ¡Qué susto
1050
me has dado!
FERMINA
Vamos, despacha

 (Harán lo que indica el diálogo.)  

Ropa fuera... ¡Se habrá visto
mayor zangandungo!
PASCUAL
Vaya,
no te enfades... tira...
FERMINA
Poco
a poco, que me lo rasgas. 1055
¡Por vida de!...
PASCUAL
No te enfades,
mujer.
TÍA MÓNICA
Fermina.

 (Llamando desde adentro.)  

FERMINA
¡Ay! que llaman.
PASCUAL
¿Qué te parece, si viene
y nos pilla?
FERMINA
Me alegrara.
PASCUAL
Como está sobre la chupa 1060
se arruga todo y se atasca.
TÍA MÓNICA
Fermina.

 (Vuelve a llamar desde adentro.)  

PASCUAL
¡Válgate Dios!
Tira mujer.
FERMINA
Si no alargas
un poco el brazo ¡Ay, que viene!
PASCUAL
Ya se ve que viene.
FERMINA
Marcha,
1065
corre.
PASCUAL
¿A dónde?
FERMINA
¿Qué sé yo?
Al desván.
PASCUAL
Arriba patas
al desván... Oyes, por Dios,
que no digas...

 (Hace que se va, y vuelve.)  

FERMINA
Corre y calla.
 

(Vase PASCUAL por la puerta del foro, con la bata a medio quitar, y arrastrando.)

 


Escena XIII

 

FERMINA, LA TÍA MÓNICA.

 
TÍA MÓNICA
¿Dónde estás, sorda, que grito 1070
como una desesperada
y no respondes?
FERMINA
Aquí,
doblando esta ropa.
TÍA MÓNICA
Acaba
presto, y danos de cenar.
FERMINA
¿Son las nueve?
TÍA MÓNICA
Poco falta.
1075
FERMINA
¿Pero, no he de hacer la sopa
de almendra?
TÍA MÓNICA
No, que no baja
el señor Barón. Está
escribiendo, y cuando haya
cerrado sus pliegos, quiere 1080
recogerse.
FERMINA
¡Cosa extraña!
Sin cenar... no lo acostumbra.
TÍA MÓNICA
Oyes, mira que mañana,
a eso de las cinco,
debe salir. Tenle preparada 1085
la manteca, el chocolate,
bollos, agua de naranja;
en fin, lo que toma siempre,
¿Estás?
FERMINA
Bien.
TÍA MÓNICA
Deja entornada
la ventana, que si no 1090
cuando estás entre las mantas
y a oscuras, eres un tronco.
FERMINA
¿Con que en efecto se marcha
El Barón? ¿Y qué, no lleva
una tortilla con magras, 1095
o un poco de...?
TÍA MÓNICA
Si no sale
del lugar.
FERMINA
¡Ay, desdichada!
¿Con que vuelve?
TÍA MÓNICA
No por cierto.
Nos deja, se va de casa,
y no vuelve más.
FERMINA
Agur
1100
¿Pero, cómo...?
TÍA MÓNICA
Ya me enfada
tanto preguntar. Recoge
 

(Ladra un perro a lo lejos.)

 
esos vestidos, y saca
la cena, y déjame en paz.
Pero... ¿Qué es eso?
FERMINA
Que ladra
1105
el Turco.
TÍA MÓNICA
¡Si aquel zopenco
de Pascual!... ¡No hay quien les haga
entender!... Le tengo dicho
que me le deje en la cuadra
encerrado... Él se alborota 1110
con un mosquito que pasa.
 

(Vuelve a ladrar.)

 
FERMINA
Ladra mucho... No haya gente
en el corral.
TÍA MÓNICA
Pues si estaba
durmiendo el señor Barón,
cierto que... Mira quien anda 1115
en la escalera.
FERMINA
¿Quién es?


Escena XIV

 

PASCUAL, LA TÍA MÓNICA, FERMINA.

 
PASCUAL
¿Quién ha de ser? La fantasma.
TÍA MÓNICA
¿Pues de dónde vienes?
PASCUAL
Yo
lo diré... Porque la gata,
como maya tanto... digo, 1120
si se queda allí encerrada
y empieza a rabiar... Con que
fui... ¡Pero qué! Si se escapa
y... vete a cogerla... ¡ya!
Michita, michita, nada 1125
miz, miz, miz... Un arañazo
me tiró que...
 

(Ladra el perro.)

 
TÍA MÓNICA
¿Cómo ladra
tanto ese perro?
PASCUAL
Sí... ¡Calle!
Lo mejor se me olvidaba.
¿Pues no ha de ladrar el pobre 1130
chucho? Yo también ladrara.
¡Toma!... Y cuenta que es verdad;
que desde aquella ventana
de arriba..., no la grandota
donde están las alcarrazas, 1135
sino la de más allá...
TÍA MÓNICA
¿Y bien, qué?
PASCUAL
Se descolgaba
El Barón poquito a poco.
TÍA MÓNICA
Calla, bruto.
PASCUAL
¡No, que es chanza!
Si le he visto yo.
FERMINA
¿De veras?
1140
TÍA MÓNICA
Anda, ve, mete en la cuadra
el perro; y duerme, que estás
perdido de vino.
PASCUAL
Vaya
con Dios... pero yo le vi.
TÍA MÓNICA
¿Qué has de ver, tonto?
PASCUAL
Si estaba
1145
yo en el desván, y le vi.
¡Dale!... Y con la soga larga
del tendedero, a la cuenta.
¿Qué sé yo?... Debió de atarla...
Ello, yo le vi, y el pobre 1150
Turco se desgañifaba;
huauh, huauh, huauh...


Escena XV

 

ISABEL, LA TÍA MÓNICA, FERMINA, PASCUAL.

 
ISABEL
¿Madre, no habéis
sentido el rumor que anda
en la calle? Gritos, golpes...
Yo estoy atemorizada. 1155
Parece que alguno de ellos
iba huyendo, y le acosaban
otros...
TÍA MÓNICA
¿Y bien, qué tenemos?
Serán los mozos, que pasan
de ronda.
 

(Suena a lo lejos un tiro.)

 
¡Válgame Dios!
1160
¿No ha sonado un tiro?
ISABEL
Calla.
FERMINA
¿Qué será?
PASCUAL
¡Qué miedo!
ISABEL
Vamos
a la reja de la sala.
TÍA MÓNICA
Alguna quimera que
al cabo no será nada... 1165
Vamos.
 

(Suenan golpes en la puerta de la calle.)

 
PASCUAL
¡Ay!
ISABEL
¡Qué golpes!
TÍA MÓNICA
Lleva
esa luz, mira quién llama.
PASCUAL
¿Y he de abrir?
TÍA MÓNICA
Si no conoces
quien es, no.
TÍA MÓNICA
Fermina, baja
con él.
PASCUAL
Mucho miedo llevo:
1170
Fermina no te me vayas,
 

(FERMINA tomando una luz se va con PASCUAL. Continúan los golpes en la puerta.)

 
Los dos juntitos.
FERMINA
¡Qué prisa
tienen! Ya van.
TÍA MÓNICA
¡Es desgracia
por cierto! Precisamente
esta noche que me encarga 1175
que nadie suba, que nadie
le incomode, ni distraiga,
porque tiene que escribir,
y ha de recogerse, para
madrugar... ladridos, voces 1180
carreras, tiros, patadas,
alboroto... Si anduviese
por el lugar una sarta
de diablos, no hubieran hecho
mayor estrépito.


Escena XVI

 

LA TÍA MÓNICA, ISABEL, DON PEDRO, FERMINA.

 
 

PASCUAL. Saldrá DON PEDRO muy alborotado. PASCUAL saca un atadillo que pondrá sobre la mesa. FERMINA delante de ellos con la luz.

 
DON PEDRO
Hermana,
1185
Isabel, albricias, nuestro
huésped cumplió su palabra.
TÍA MÓNICA
¿Cómo?
ISABEL
¿Qué decís?
DON PEDRO
Que ya
no tenéis Barón en casa.
Tal prisa lleva, que habiendo 1190
puerta, eligió la ventana
para salir. Y pudiendo
irse en carrozas doradas,
con tiros napolitanos,
lacayos, pajes y guardias, 1195
por el camino de Esquivias
va, que el diablo no le alcanza.
Pacorrillo, el sacristán,
y el chico de la Tomasa,
nuestra vecina, que son 1200
dos galgos si se desatan,
le siguen; pero yo temo
que su diligencia es vana.
Él al principio se quiso
hacer el guapo; dispara 1205
una pistola, erró el tiro,
y a consecuencia descargan
dos o tres palos en él,
tan fuertes, que si le plantan
otro igual... Bien que no quiso 1210
su fortuna que acertaran.
Entonces, tirando al suelo
ese hatillo que llevaba,
dio a correr, y según va,
sus pies no son pies, son alas. 1215
TÍA MÓNICA
Fermina, ven, que me quieren
volver loca, ven.

 (Coge una de las luces, se va apresuradamente por la puerta del foro, y FERMINA detrás.) 



Escena XVII

 

DON PEDRO, ISABEL, PASCUAL, LEONARDO.

 
DON PEDRO
Desata
ese rebujo, y veamos
el equipaje y las galas
 

(PASCUAL desata el envoltorio, poniendo en la mesa lo que saca de él.)

 
de aquel caballero... ¿Y tú, 1220
niña, no me dices nada?
ISABEL
Confusa estoy... De alegría
no acierto a decir palabra.
Pero... ¿y Leonardo?
DON PEDRO
Leonardo
no se ha muerto, ni le matan, 1225
ni corre peligro... Mira,
 

(Saldrá LEONARDO, fatigado y lleno de polvo, y se sienta.)

 
ya está aquí, ¿le ves? Ensancha
ese corazón... ¿Qué nuevas
nos das?
LEONARDO
Que El Barón se escapa;
tal ligereza de piernas 1230
jamás la vi.
DON PEDRO
Que se vaya
enhorabuena... ¡Quién sabe!
Tal vez el susto que acaba
de llevar, será su enmienda.
Así el infeliz se salva 1235
de un presidio; en donde lejos
de reprimirse las malas
inclinaciones, se aumentan;
donde los delitos hallan
castigo, no corrección. 1240


Escena XVIII

 

LA TÍA MÓNICA, FERMINA, DON PEDRO, ISABEL, LEONARDO.

 
 

LA TÍA MÓNICA, llena de abatimiento, se sienta junto a la mesa.

 
FERMINA
¡Marchose por la ventana
el pícaro! Allí no hay más
que una chupa desgarrada,
un sombrero viejo, un par
de calcetas... nuestra bata 1245
de boda, en una gatera,
cubierta de telarañas;
la cuerda que le ha servido
de escalera, y unas chanclas.
DON PEDRO
Aquí debe aparecer 1250
lo demás. Mira, una caja,

 (Irá mostrando lo que dicen los versos.) 

y ésta es la tuya, un pedazo
de galón, una cuchara
de plata...
FERMINA
¡Qué picardía!
La que le di esta mañana 1255
con el vaso de conserva.
DON PEDRO
Un estuche, dos barajas,
un anillo... también tuyo...
y a que hay dinero... Él estafa,
pero restituye.
FERMINA
Es hombre
1260
de conciencia delicada.
TÍA MÓNICA
Bien está; dejadme sola;
idos, que ya es tarde... Baja,
Pascual, y cierra las puertas.
Idos.
DON PEDRO
¿Qué pasión te afana?
1265
TÍA MÓNICA
¡Picarón!... ¡Maldito!... ¡y yo
tan sencilla, tan bonaza!
¡Y burlarme así!
ISABEL
¡Querida
madre!
LEONARDO
No es tiempo de tanta
aflicción.
DON PEDRO
Un error breve,
1270
que no ha producido infaustas
resultas, puede ser útil;
porque instruye y desengaña.
Quisiste salir de aquella
humilde esfera en que estabas, 1275
y te expuso esta ilusión
a un abismo de desgracias.
Horror me da contemplar,
cuantos males preparaba
tu ceguedad.
TÍA MÓNICA
Ya lo veo,
1280
y eso me angustia y me mata.
DON PEDRO
Mira tu consuelo aquí.
Sobrina, llega y abraza
a tu madre.
 

(ISABEL abraza con ternura a su madre. DON PEDRO asiendo de la mano a LEONARDO le obliga a que se acerque. ISABEL y LEONARDO se arrodillan a los pies de TÍA MÓNICA.)

 
TÍA MÓNICA
¡Ay, Dios!
DON PEDRO
Tus hijos
son estos, y sólo aguardan 1285
tu bendición para ser
felices... No temas nada,
Leonardo, llega; que ya
mudaron las circunstancias.
TÍA MÓNICA
Es verdad... ¡Ay! ¡Hija mía!... 1290

 (Abrazando con ternura a ISABEL y a LEONARDO.)  

Y tú... perdóname tantas
locuras, Leonardo... Tuya
es Isabel.
LEONARDO
¡Madre!

 (Los dos besan la mano a LA TÍA MÓNICA, se levantan y abrazan a DON PEDRO.)  

ISABEL
¡Amada
madre!
TÍA MÓNICA
Perdonadme.

 (Se levanta y se acerca a DON PEDRO, que asiéndola de ambas manos, la habla cariñosamente.) 

DON PEDRO
¿Ves
como a este placer no iguala 1295
otro ninguno? Esta es
la felicidad más alta,
esta... y los sueños que excita
la ambición, promesas falsas.
Vive contenta en el seno 1300
de tu familia, estimada,
querida y en dulce paz;
que el fausto, la pompa vana
de las riquezas no pueden
hacer que disfrute el alma 1305
estas dichas... ¡Infeliz
el que no sabe apreciarlas!


 
 
FIN
 
 




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