Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Anterior Indice Siguiente



 

(Sale FAETÓN.)

 
FAETÓN
Ten
el golpe, fiera.
TETIS
¡Ay de mí!
FAETÓN
Que primero que a ofender 550
a Tetis llegues, sabrá
morir Eridano.
CLIMENE
¿Quién?
FAETÓN
Eridano, y haber dicho
mi nombre estimo, porque,
sabido quién soy, no pueda 555
atrás el valor volver.
CLIMENE
¿Tú eres Eridano?
FAETÓN
Sí.
CLIMENE
¿Tú, a quien la anciana vejez
crió de Eridano, aquel río,
en cuya margen se ven 560
los ganados que guardó
Apolo, de Admeto rey
le dió el nombre que él te dio?
FAETÓN
Sí, yo soy, ¿qué admira?
CLIMENE
Ver
a quien es todo mi mal 565
y a quien es todo mi bien.
FAETÓN
Escándalo destos montes,
si asombras a quien te ve,
¿qué harás a quien te ve y oye?
Y más llegando a crecer 570
tanto la admiración, cuanto
en humano parecer,
no solo la voz anima,
pero el enigma también.
¿Yo tu bien, y yo tu mal? 575
CLIMENE
Sí.
FAETÓN
Pues ¿quién eres?
CLIMENE
No sé.
FAETÓN
¿Cómo así...
CLIMENE
Nada preguntes.
FAETÓN
...vives?
CLIMENE
No he de responder
sino solo que tú solo
hoy pudieras suspender 580
mi furor, pues solo en ti
no tiene mi ira poder.
Y pues por ti vivo y muero
en aquesta desnudez,
este pasmo, este terror, 585
este ceño, este desdén
del hado y de la fortuna,
cansancio, afán, hambre y sed,
no procures saber más;
que harto sabes en saber 590
que tú eres todo mi mal
y tú eres todo mi bien.

 (Vase.)  

FAETÓN
Oye, escucha, espera, aguarda,
que tan confusa preñez
de ideas y de ilusiones 595
imposibles de entender,
no es para no averiguado.
Y pues más el riesgo no es
de Tetis sin ti, tras ti
tengo de ir.
 

(Vase y sale EPAFO.)

 
EPAFO
Hacia aquí fue
600
donde de Tetis la voz
se oyó... Mas ¿qué llego a ver?
A manos sin duda, ¡ay cielos!,
del fiero asombro crüel,
muerta yace; ¡ay infeliz! 605
Tetis.
TETIS
¿Quién me nombra?
EPAFO
Quien
mil vidas diera en albricias
hoy de la tuya.
TETIS
Ya sé,
¡oh, joven! lo que te debo;
pues aunque ciega quedé 610
a tanto espanto, bien vi
en la breve luz de aquel
crepúsculo de mi vida
que pudiste interponer
entre su acero y mi pecho 615
tu valor y...
EPAFO
Advierte que
yo esta fineza no hice.
TETIS
Eso es volverla a hacer,
que duplica el obligar
quien corta el agradecer. 620
EPAFO
Cuando llegue.
CLIMENE
Bien está.
-168r-
Y aun estuviera más bien
si quien me hubiera amparado
fuera Eridano, y no él.
 

(Salen por dos partes mujeres y hombres, y ADMETO y FAETÓN.)

 
NINFAS

 (Dentro.) 

Hacia allí Tetis está. 625
HOMBRES

 (Dentro.) 

Llegad todos.
ADMETO
Detened
el paso, porque primero
llegue yo.
FAETÓN

 (Aparte.)17 

Pues ya observé
dónde se ocultó, volvamos
a donde a Tetis dejé. 630
TODOS
Con bien te hallemos, señora.
TETIS
Y todas vengáis con bien.
FAETÓN

 (Aparte.)18  

Mas toda la gente en busca
suya viene; hasta después
calle, pues por ahora basta 635
el que tan cobrada esté.
ADMETO
Sabiendo, hermosa y bella
deidad del mar, que tu divina huella
la tierra florecía;
mas ¿cuándo el mar no es arbitrio del día?, 640
en tu busca he venido,
a tanto altivo aliento agradecido,
como haber penetrado
lo oculto, lo horroroso, lo intrincado
desta caduca esfera, 645
en heroica demanda de esa fiera
que sus cotos espanta.
TETIS
A tanta honra, señor, a merced tanta,
no respondo cual debo agradecida,
hasta saber a quién; que inadvertida, 650
no es bien que sin estilos de la tierra
yerre la voz lo que la acción no yerra.
ERIDANO
Admeto el rey es de Tesalia.
TETIS
Ahora
que mi atención no ignora
con quién habla, los brazos 655
me dé tu Majestad, de cuyos lazos
será el nudo tan fuerte,
que no le pueda desatar la muerte.
ADMETO
Infelice la mía,
si de un caballo, que me vi arrastrado, 660
muerto quedara, sin haber logrado
la suprema ventura
de llegar a adorar tanta hermosura.
Gracias a quien, valiente, de su ira
me pudo rescatar.
FAETÓN
Hacia mí mira,
665
conociome al caer; ¿quién ganó fama
de que a su rey dio vida y a su dama?
ADMETO
Que fue aquel joven; que deber confieso
no menor deuda.
  -168v-  
FAETÓN
Humilde tus pies beso
por la merced, señor, de haberte dado 670
por servido de mí, cuando del hado
fue la dicha, y no mía.
ADMETO
¿Quién os dijo ser vós quien yo decía?
FAETÓN
Pues ¿quién?, si... cuando... yo...
ADMETO
Quitad, villano.
Llegad vós a mis brazos.
EPAFO
Si mi hermano
675
el dueño fue desta feliz fortuna,
a él, señor, le premiad; que a mí ninguna
razón me asiste para que él no sea
quien preferido en vuestro honor se vea,
pues él pensad que es quien os dio vida. 680
ADMETO
Hasta en esto mostráis cuánto lucida
la acción hacer queréis, partiendo ufano
la fama en vós, y el premio en vuestro hermano.
Yo le honraré también, mas no por eso
dueño le hagáis de tan feliz suceso. 685
EPAFO
Yo.
ADMETO
Bien está.
FAETÓN
¿Habrá hado más impío?
TETIS
Pues no menos feliz, señor, fue el mío,
que siguiendo ligera
las veloces estampas de la fiera,
no sé si por desdicha o por ventura, 690
con ella cuerpo a cuerpo en la espesura
me hallé, con el terror de ver con rostro
humano, humana voz, tan fiero monstro,
sobre mi desaliento,
turbó la vista y perturbó el acento, 695
tanto que fallecida,
estrago fuera de su horror mi vida,
si ese joven...
FAETÓN
Como esto no se pierda,
piérdase lo demás.
TETIS
Según concuerda
hallarle allí con lo que vi primero, 700
entre mis devaneos y su acero
no interpusiera osado
en mi defensa su valor.
FAETÓN
Si el hado
movido de mi queja,
ya que aquel bien me quita, este me deja, 705
piadoso anda conmigo.
TETIS
Pues ¿quién os dijo que por vós lo digo?
FAETÓN
Quien sabe...
TETIS
En todo introduciros vano
-169r-
queréis. ¿Por qué os vais vós?
EPAFO
Porque mi hermano,
sin que yo me atribuya 710
fineza que no es mía, sino suya,
logre también...
TETIS
Pues nadie ha ignorado
quién de una y otra es dueño, es escusado
tanta modestia en vós.
ADMETO
Y mal fundada en vós tanta locura. 715
FAETÓN
¡Hay más pena!
ADMETO
Y volviendo a la ventura,
bella Tetis, de hallarte
en estos montes, he de suplicarte
que dejando el horror para otro día,
se convierta el de hoy en alegría. 720
Ven, pues, donde celebre mi grandeza
la huéspeda feliz de tu belleza.
TETIS
Tus honras recibiera,
si de volver al mar hora no fuera;
que ya declina el sol, y así te pido 725
licencia de ausentarme.
ADMETO
Habiendo sido
esa tu voluntad, no he de impedilla;
mas téngala de ir hasta la orilla
sirviéndote, Amaltea
divina, soberana Galatea, 730
logren vuestros primores
las músicas de fuentes y de flores.
AMALTEA
Sí haré. En albricias yo de cuán dichoso,
Eridano has quedado y cuán airoso.
GALATEA
Sí haré. En albricias yo de cuán dichoso, 735
Eridano has quedado y cuán airoso.
ERIDANO
Que anduvieras tan necio no creyera:
dejaras la ventura a cuya era.
FAETÓN
Solo esto me faltaba.
TETIS
Vamos, que el Sol ya su carrera acaba. 740
ADMETO
Cantad, pues, venid, y tú a mi lado,
joven, no ya por ser quien me haya dado
vida a mí, sino a Tetis; pues por ella
crece la inclinación hoy de tu estrella,
tanto, que al verte, cada vez sospecho 745
que un nuevo corazón le das al pecho.
EPAFO
Si la suerte porfía,
-169v-
diciendo yo cúya es, ha de ser mía,
gócela; que traición no habiendo alguna,
no he de echar en la calle mi fortuna. 750
FAETÓN
Poca envidia me diera
aquel engaño, si este no temiera.
TETIS
Pues quedaos, que no quiero
oír aquel ni este, cuando considero
cuán poco honor arguye. 755
Y a poder detenerme, hubiera sido
solo a deciros lo que habéis perdido;
pero esto baste, Doris, con tu coro
acompaña a los dos.
DORIS
Que sea no ignoro
la letra que acompañe esos extremos. 760
TODAS
Empieza tú, que todas seguiremos.
DORIS

 (Cante.) 

Los casos dificultosos.
TODAS
Los casos dificultosos.
DORIS
Con razón son envidiados.
TODAS
Con razón son envidiados. 765
DORIS
Inténtanlos los osados.
TODAS
Inténtanlos los osados.
DORIS
Y acábanlos los dichosos.
TODAS
Y acábanlos los dichosos.
 

(Éntranse todos cantando, queda FAETÓN.)

 
FAETÓN
¿Los casos dificultosos 770
y con razón envidiados,
inténtanlos los osados
y acábanlos los dichosos?
 

(Salen BATILLO y SILVIA.)

 
SILVIA
Pues ves, Bato, cuánto Dios
mejoras las horas, puesto 775
que todo antes era espantos,
y ahora todo es contentos,
vamos hancia allá los dos,
para saber qué hay de nuevo
que obligue a trocar asombros 780
en músicos instrumentos,
ya de la fiera olvidados.
BATILLO
Ve tú, que para saberlo,
no he menester yo ir allá.
SILVIA
¿Pues sábeslo tú?
BATILLO
Y que es cierto.
785
SILVIA
¿Y qué es causa?
BATILLO
¿No andaban
por aquesos vericuetos
todos tras la fiera?
SILVIA
Sí.
BATILLO
Pues dime, boba ¿quién, viendo
las hermosas, no se olvida 790
de las fieras?
SILVIA
Calla, necio,
y si no quieres venir,
quédate, que yo iré a verlo.
BATILLO
Eridano, que aquí solo
quedó lo dirá: yo llego. 795
SILVIA
Galán Eridano, dinos,
por otra tal... Mas sospecho
no me oye.
BATILLO
En pie, como mula
de alquiler, se está durmiendo.19
Mire lo que le decimos. 800
LOS DOS
¡Hola! ¡aho!20
FAETÓN
¡Valedme, cielos!
que a tanta pena no hay ya
ni valor ni sufrimiento.
SILVIA
¡Ay, que me ha despachurrado!
BATILLO
¡Ay, que a mí no más me ha muerto! 805
FAETÓN
¿Quién está aquí?
SILVIA
Quien quisiera
no estarlo.
BATILLO
Ni oírlo ni verlo.
FAETÓN
Silvia, Batillo, ¿qué hacíais
-170r-
aquí?
BATILLO
Ponernos a tiro
de tus puñadas.
FAETÓN
¿No fuisteis21
810
los dos, hoy muero, los que
visteis que yo fui el que dio
la vida a Admeto al caer
del caballo?
BATILLO
¡Y cómo!
SILVIA
Por aquestos ojos mesmos. 815
FAETÓN
Pues ¿cómo, villanos, cómo
no le dijisteis oyendo
que a Epafo se atribuía?
BATILLO
La disculpa que tenemos
de no haberlo dicho, es. 820
FAETÓN
¿Qué es la disculpa?
BATILLO
Que viendo
detrás los dos de unas ramas
escondidos y encubiertos,
que diste la vida a Tetis,
entra ella y la fiera puesto, 825
tampoco no lo dijimos,
y fuera gran desacierto
decir lo uno sin lo otro.
SILVIA
Y de que no lo diremos
esté seguro, por más 830
que nos lo pescuden.
FAETÓN
Buenos
testigos me dio mi dicha.
¡Ha infames, viles!, ¿qué espero
que no os hago mil pedazos?
LOS DOS
El que acá queramos serlo. 835
 

(Sale EPAFO.)

 
EPAFO
Eridano.
FAETÓN
¿Qué me quieres?
EPAFO
Ansioso a buscarte vengo,
en tanto que Admeto y Tetis
con festivos cumplimientos
se despiden.
FAETÓN
¿Y a qué fin?
840
EPAFO
De que sepas que [no]22 puedo
consolarme de tener
prestados merecimientos,
que hizo míos el acaso,
que mal pudiera el intento; 845
pues no fue ni fuera mío,
cuando sé que es argumento
de que no los tiene propios23
quien usa de los ajenos.
No tener uno una dicha 850
no es culpa del valor; pero
tenerla mal adquirida,
es fiar poco de su esfuerzo.
Y así, dejando a una parte
el que compitamos necios 855
un amor tan desigual,
que lo alto deste empleo
no pasa de adoración,
en cuyo común obsequio,
viendo de balde, aun no 860
paga la esperanza el viento.
Vamos a que hermanos somos,
y desairar no podemos
uno a otro; y si el acaso,
como antes dije, lo ha hecho 865
sin la intención, mira cómo...
FAETÓN
No prosigas, que no quiero
de ti ninguna hidalguía;
y antes que goces me huelgo
estos desperdicios míos. 870
Y adelante, te aconsejo
que no me pierdas de vista,
para que, como yo haciendo
vaya heroicos hechos, tú
te vayas honrando dellos. 875
EPAFO
No merece esa respuesta
esta atención.
FAETÓN
Ya yo veo
que si hubiera de tener
la que merece el grosero,
falso trato tuyo, fuera... 880
EPAFO
¿Qué fuera?
FAETÓN
Rómpete el pecho
tan en átomos, que fueras
vil desprecio del viento.
EPAFO
Si hasta aquí con mi modestia
cumplido he con lo que debo, 885
no sufriré desde aquí
de tu siempre altivo, fiero
espíritu otro desaire.
FAETÓN
Pues ha de ser el postrero,
-170v-
sea haciéndote pedazos. 890
LOS DOS
Que se matan.
 

(Sale ERIDANO.)

 
[ERIDANO]
¿Qué es aquesto?
LOS DOS
Que se matan.
FAETÓN
¿Qué ha de ser?
Acabar mis sentimientos
de una vez con todo.
ERIDANO
Tente,
tente tú.
EPAFO
Ya yo obedezco.
895
FAETÓN
Yo no, y aqueste puñal...

 (Saca FAETÓN a ERIDANO el puñal que trae en la cinta.)  

LOS DOS
Que se matan.
ERIDANO
Tente, fiero.
FAETÓN
Será quien me dé venganza.
LOS DOS
Que se matan.
ERIDANO
El acero
suelta.
FAETÓN
No haré.
EPAFO
Sí harás tal.
900
LOS DOS
Que se matan.
[ADMETO]24

 (Dentro.) 

¿Qué es aquello?
ERIDANO
Ved que el Rey, dejando a Tetis
ya en el mar, viene a los ecos
de esos bárbaros villanos.
FAETÓN
Antes que llegue.
TODOS
¿Qué es esto?
905
LOS DOS
Que Eridano con su padre
y hermano riñe.
 

(Salen ADMETO, AMALTEA, GALATEA y gente.)

 
ADMETO
Teneos.
GALATEA
Quiera el amor que resulte
contra Eridano el estruendo.
AMALTEA
Que resulte contra él 910
la culpa, quieran los cielos.
ADMETO
Villano, atrevido, loco.
¡Vós, con tanto atrevimiento,
puñal contra vuestro padre!
ERIDANO
No, señor, que antes es cierto 915
que el puñal es mío.
ADMETO
Soltad
todos, que en mi mano quiero
que quede depositado,
como previsto instrumento
de mi justicia, cuando él 920
sea quien divida el cuello
de quien se atrevió a su padre;
y así en mi poder, ¡qué veo!
ha de quedarse, ¡qué miro!
guardado. Sí, él es, es cierto, 925
que no me engañara a mí
la anagrama de Peleo.
¿Cúyo es aqueste puñal?
ERIDANO
Mío, señor.
ADMETO
¡Válgame el cielo!
¿Quién os le dio?
ERIDANO
Una mujer.
930
ADMETO
¿Dónde está?
ERIDANO
Días ha que ha muerto.
ADMETO
¿Dónde os le dio?
ERIDANO
En la plaza.
ADMETO
¿En qué ocasión?
ERIDANO
En un riesgo.
ADMETO
¿Quién era?
ERIDANO
No sé quién era.
ADMETO
¿Qué os dijo al darle?
ERIDANO
Secreto
935
se quedó lo que me dijo.
ADMETO
¿Cómo?
ERIDANO
Como a un mismo tiempo
fue darme aquese puñal
y dar el último aliento.
ADMETO
¿Quién la trujo aquí?
ERIDANO
Un barquillo.
940
ADMETO
¿De dónde venía?
ERIDANO
No puedo
decirlo.
ADMETO
Pues ¿cómo fue
verla y hablarla?
ERIDANO
Oye atento.
A esa procelosa orilla
del Eridano soberbio, 945
vasallo del mar, que baja
a darle en Tesalia el feudo;
a esa procelosa orilla,
otra vez a decir vuelvo,
del Eridano, de quien, 950
por los frutos que a ella tengo,
o porque de Diana en ella
soy ministro de su templo,
tomé el nombre, que también
en Eridano conservo; 955
-171r-
corriendo llegó fortuna,
cascado, roto y deshecho
un destrozado barquillo,
que sin vela, jarcia o remo,
encallado en las arenas, 960
tomó, como pudo25, el puerto.
Yo, que había aquella aurora,
si ahora la verdad confieso,
salido a buscar a Apolo,
por ser en el mismo tiempo 965
que del cielo desterrado
Júpiter le tenía, a efecto
de castigar la osadía
de haber sus cíclopes muerto.
Y yo solamente era 970
dueño de tanto secreto,
como que pastor guardase
tus ganados, por quien luego,
perdonado, se llamó
sagrado pastor de Admeto. 975
En fin, saliendo una aurora
que ahora no importa esto,
puse en el barco los ojos,
como bajel extranjero
destas playas, pues no era 980
pescador alguno nuestro.
Y cuando más discursivo
le estaba desconociendo,
oí que tímidos se oían
mortales gemidos dentro. 985
Curiosidad o piedad
o inspiración de los cielos,
que a nosotros no nos toca
averiguar sus intentos,
me hicieron que en otro barco 990
a bordo llegase; y viendo
que una mujer sola era,
con un bello infante tierno
en los brazos, la afligida
alma de todo aquel cuerpo, 995
entré en él, diciendo: «Triste
susto del hado, ¿qué es esto?
Ser infeliz, respondió:
y pues en vós, noble viejo,
los dioses la apelación 1000
otorgan de mis lamentos,
este puñal y este niño
tomad; que quizá habrá tiempo
que no os pese, con uno
y otro vais...»; y a decir esto, 1005
espiró, con que no supe
a quién, cómo, cuándo, siendo
jeroglífico la barca26
del nacer y el morir, puesto
que constaba de un cadáver, 1010
un infante y un acero.
En esta pues confusión,
lo que hice fue dar atento
al cadáver sepultura,
al infante crianza, y dueño 1015
al acero, que fui yo;
pues desde aquel punto mesmo
no le quité de mi lado,
como esperando que el cielo,
si hay misterio en estas cifras, 1020
que yo ni alcanzo ni entiendo,
en su grabazón talladas,
diga cuál es el misterio.
ADMETO
Sí dirá, si hay para qué
decilo; que si no, menos 1025
importa que esté callado:
y así, decid lo primero
si ese infante vive.
ERIDANO
Sí,
señor, y aun lo está oyendo
sin saber que lo es.
ADMETO
Pues antes
1030
que yo lo sepa, oíd atentos.
En las guerras que Tesalia
tuvo con la isla de Lemnos,
en un trance de fortuna
quedé, ¡ay de mí!, prisionero 1035
yo de Anfión su rey, en cuya
tiranía más consuelo
no tuve que los favores
-171v-
(¡con cuánto dolor me acuerdo!)
de Erífile, bella hija 1040
suya, a quien di de secreto,
porque Anfión nunca quiso
con el aborrecimiento
de nuestro heredado odio
dar plática al casamiento, 1045
fe y mano de esposo. En este
estado supo que fiero
darme la muerte intentaba
su padre con un veneno,
para invadir más seguro 1050
sin mí de Tesalia el reino,
y restaurando el peligro,
en el nocturno silencio
puesta una escala en la torre,
y en el mar un barco puesto, 1055
me dijo: «Salva la vida,
señor, que en mi desconsuelo
me basta que en mis entrañas
me quede un retrato vuestro.
Si el cielo le diera la luz, 1060
y amparado del secreto
escapare de otras iras,
a vós irá, por acuerdo
de la deuda en que vós vais,
y el peligro en que yo quedo». 1065
Dejemos aquí ternezas,
ansias, penas, sentimientos,
que a la vista de las canas,
como perdidos, es cierto
que se avergüenzan los años 1070
de haber pasado tan presto;
y vamos a que no tuve,
pobre allí, afligido y preso,
otra prenda más a mano,
ni de más valor ni precio 1075
que ese puñal, para seña
(que por ser de extraño maestro,
no fácil de contrahacer,
aseguraba otros riesgos)
de que quien con él viniese, 1080
traía escrita en sus aceros
la carta de más creencia
para mi conocimiento.
Ausenteme, y confidentes
después, ¡ay de mí!, escribieron 1085
que el hurto de amor sabido
de su padre, en el primero
horóscopo de la vida
del mísero infante tierno,
con lo agravante de ser 1090
yo de su esclavitud dueño,
y ella de mi libertad,
creció el aborrecimiento
tanto, que a su vista entrambos,
dando a un barquillo un barreno, 1095
mandó echar al mar, en cuyo
(no culpéis que me enternezco)
conflito no se olvidó
de mí; dígalo el efeto
de haber sacado el puñal 1100
por penate de su incendio.
Y pues el cielo ha querido
que a mis manos haya vuelto
por tan no esperado acaso,
¿quién duda que quiere el cielo 1105
que no pague el inocente
yerros del culpado, atento
quizá que los del amor
son los más dorados yerros?
¿Dónde pues esta ese joven? 1110
ERIDANO
Antes que lo diga, al cielo
hago testigos, y a cuantos
dioses contienen su imperio,
astros, sol, luna y estrellas,
aire, agua, tierra y fuego, 1115
de que diré la verdad,
o fáltenme todos ellos.
Y así, Eridano...
ADMETO

 [Aparte.] 

¿Quién duda
que era yo?
ERIDANO
Aunque en mis afectos
fue el preferido, perdone; 1120
que de ese puñal el dueño
Epafo es.
ADMETO
Ya lo había dicho
-172r-
el corazón acá dentro,
desde el punto que me dio
la vida su noble esfuerzo. 1125
Llégate, Epafo a mis brazos.
EPAFO
Aun tus plantas no merezco.
FAETÓN

 [Aparte.] 

¡Esto más, fortuna mía!
ADMETO
¡Cuánto de que él sea me huelgo!
GALATEA

 [Aparte.] 

¡Y cuánto me pesa a mí 1130
de que él no sea!
ADMETO
Y supuesto
que con más solemnidad
que el teatro de un desierto,
te han de admitir mis vasallos
por mi hijo y mi heredero, 1135
conmigo a la corte ven,
donde te aclame mi reino
príncipe suyo, trocando
de Epafo el nombre en Peleo,
que es el que en este puñal 1140
la grabazón tiene impreso,
como nombre de mi padre,
que fue su primero dueño.
Ven, pues, y todos decid:
¡viva el príncipe Peleo! 1145
SILVIA
¿A ser príncipe le llevan?
BATILLO
Pues ¿de qué es el sentimiento?
SILVIA
¿Qué sé yo si es bueno o malo?
BATILLO
Tan bueno es y tan rebueno,
que un príncipe basta a ser 1150
alborozo de su reino.
SILVIA
Si es así, digamos todos:
¡viva el príncipe Peleo!
EPAFO
Conmigo, Eridano, ven,
que aunque ya otro padre tengo 1155
siempre hijo de tu amor
he de ser.
ERIDANO
Así lo creo
de tu valor.
EPAFO
Ven tú, hermano,
conmigo.
FAETÓN
No quiero.
Goza tus dichas sin mí. 1160
AMALTEA
Bien haces en no ir a objeto
ser de la envidia.
FAETÓN
Pues ¿quién
te ha dicho que yo la tengo?
Cuando pienso que soy más,
me valgo yo mí mesmo. 1165
AMALTEA
Pensamiento de amor propio
no pasa de pensamiento.
FAETÓN
Sí pasa, cuando se funda
en altos merecimientos.
AMALTEA
¿Dónde están?
GALATEA
En él, y cuando
1170
no estén, ¿es estilo cuerdo
afligir al afligido?
AMALTEA
Pues ¿quién te mete a ti en eso?
GALATEA
Natural amor no más,
que hijas del Sol, le tenemos 1175
las náyades; que no nace
este generoso afecto
de otra causa, como nace
ese odio de otros premios.
AMALTEA
Mísera deidad de vidro, 1180
sujeta a prisión de yelo.
GALATEA
Caduca deidad de flores,
sujeta a embates del cierzo.
AMALTEA
¿Tú competencias conmigo?
GALATEA
Dices bien que no puedo 1185
competirte, que no es
competencia el vencimiento.
AMALTEA
Pues llega a mis brazos.
GALATEA
Llega
a los míos.
FAETÓN
Deteneos27.
AMALTEA
Este acero.
GALATEA
Este puñal.
1190
LAS DOS
Dirá.
FAETÓN
Mal podrá, que en medio
he de ser blanco de entrambas.
AMALTEA
Ya lo eres de mis desprecios.
GALATEA
Ya lo eres de mis favores.
FAETÓN
Veo.
LAS DOS
Aparta.
FAETÓN
¿No habrá, ¡cielos!,
1195
quien entre opuestas deidades
a quien odio y amor debo,
el duelo divida?
MÚSICA
Sí,
hasta que se llegue el tiempo
de saber si es tu fortuna 1200
amor o aborrecimiento.
GALATEA
¿Quién me arrebata? Mas ¿cuándo
no fue vapor mi elemento?
  -172v-  
AMALTEA
¿Quién me lleva? Pero yo
¿cuándo al aire no obedezco? 1205
FAETÓN
Sin saber quién las divide,
faltan: ¿hasta cuándo, ¡cielos!,
mi vida ha de ser prodigios?
Mas, que me respondió el eco
que a ellas aparta, pues dijo... 1210
ÉL [y] CORO 3.º
Hasta que se llegue el tiempo.
MÚSICA
De saber si es mi fortuna
amor [o]28 aborrecimiento.

Anterior Indice Siguiente