Por la Pista del carro cogí la de la dama y sus caballeros, y tras ellos di en Córdoba, donde ella asistió a los funerales de su padre, envuelta en el mismo velo con que asistió a los de don Gil.
Vuestras sospechas, señor don César, eran fundadas. La dueña era la mismísima nodriza de doña Beatriz, y su mayordomo el propio marido de aquella: ella portera y él sacristán, mandadero y correveidile de unas monjitas del arrabal de aquella ciudad. El 17 de diciembre, en la penúltima cámara de sus aposentos, dio a luz doña Beatriz dos gemelos, los cuales recogió un enmascarado que entraba todas las noches por el último camarín.
Con el secreto de este cuarto podéis vos dar, puesto que no habiendo doña Beatriz permitido la entrada en él ni a la dueña ni al mayordomo, no he podido yo arrancarles ni con la piel más que lo que del secreto de su señora sabían: y no creáis que haya sido tan aínas, porque a consecuencia de ello me encuentro imposibilitado de moverme de donde estoy, valiéndome de Antón Miera, que será el dador, y de quien podéis fiaros por ser hijo de Juan Miera, primo materno de Juan Diente el macero del rey Don Pedro: el cual Antón Miera, herrador hoy en el arrabal y vecino de las monjitas, sabiendo que mi empresa era servicio de los Tenorios, me ha servido en ella de grande auxilio para llevar a cabo vuestro encargo, que nada sabe de vuestro secreto, como os contaré cuando Dios permita que nos volvamos a ver.
Pagadle bien y detenedle poco, pues sólo en él fía para salir del atolladero en que por voluntad propia y servicio vuestro, sin arrepentirse de lo hecho, está vuestro fiel criado.
Per Antúnez
|
|
| ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
|
Mucho me temo, señor don César, que cuando vuesa merced reciba la presente, haya dado ya cuenta a Dios Per Antúnez de lo que ha tenido que hacer para poderos comunicar el misterio de vuestro camarín. El enmascarado entraba por la chimenea, el resorte de cuyo secreto está en sus morillos de bronce que están registrados en invisible ranura, en la cual tienen casi imperceptible movimiento. Forzándolos a un tiempo por la presión, primero hacia abajo y después hacia el fondo, desnivelan un peso que haciendo girar la pared izquierda del horno de la chimenea, franquea un paso y una escalera en lo macizo del grueso muro. Forzadlos y entraos con la luz por el subterráneo; pero no lo hagáis hasta bien entrada la noche, pues tiene salida, como veréis, a paraje habitado por gente que jamás fue amiga de los Tenorios. Cuando volváis a vuestro aposento sabréis más de lo que habéis menester.
La presente escribo bajo la palabra de Per Antúnez, quien mucho me temo, señor don César, que cuando vuesa merced la reciba, haya dado ya cuenta a Dios de lo que ha tenido que hacer para poderos comunicar en ella el secreto de vuestro camarín.
El enmascarado entraba por la chimenea, el resorte de cuyo secreto está en sus morillos de bronce registrados en invisible ranura en la cual tienen casi imperceptible movimiento. Forzándolos a la par, primero hacia abajo y después hacia el fondo, desnivelan un peso que desencajando la pared izquierda del horno de la chimenea, deja franco un paso a una escalera. Por ella puede vuesa merced bajar al subterráneo, a cuyo comienzo y casi al pie de la escalera hay una puerta de encina bardada de hierro: no haga vuesa merced caso de ella: barreada y condenada desde el tiempo del rey Don Pedro, es la que le daba paso al alcázar y a la torre del Oro. El tránsito hoy abierto y que ha servido a doña Beatriz y que a vuesa merced interesa registrar es el que sigue recto, pero no lo haga vuesa merced hasta que no sea noche cerrada, porque teniendo salida adonde verá, puede antes de las ánimas ver o ser visto por gentes que nunca fueron amigas de los Tenorios.
Mi parecer y lo que os aconsejo es que, después de que lo veáis, cerréis a macizo el paso del muro, ceguéis la escalera y argamaséis en firme la chimenea, único modo de dejar seguro de intrusos y libre de duendes vuestro solar.
Una mujer os entregará esta carta como, cuando y donde mejor pudiere: ni la sigáis ni la interroguéis, porque probablemente arriesgará su vida por entregárosla, y pluguiérame que vuesa merced tuviera presente que, a causa de la parte que ha tomado en vuestros asuntos, no queda tampoco muy segura la de vuestro humilde servidor que os besa las manos
Juan Miera
| |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
|