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ArribaAbajoPelón Drops Out

J. Jorge Klor de Alva



Albany, NY

De Casas, Celso A. Pelón Drops Out. Ilustrado por Dennis Martínez. Berkeley: Tonatiuh International, 1979. 185 págs.

Se ha publicado poco del riquísimo humor que desempeña tan importante papel en la cultura chicana. La tarea del autor cómico es sumamente difícil si desea que su trabajo sea atrayente a quien no es chicano; y si no lograra esto, difícil sería publicar lo que produce. El mismo Celso A. De Casas es lúcidamente consciente de esta problemática:

«And now a word about the language I use, the use of Spanish and the audience that I lose.

»Spanish speakers who talk muy proper, are shocked to see us loose with a chopper.

»Had it been too ethnic, few would buy it, without manteca, Chicanos wouldn't try it».



Aunque el autor no llegó a resolver en su totalidad tan espinoso problema, sí escribió una novela pionera digna de ser leída por quien gusta leer si no siempre riendo, al menos sonriendo.

Pelón Drops Out no deja duda que cuando es bien hecho lo «rascuachi», o sea, lo populachero y aun lo ligeramente grosero, se puede convertir en arte. Y cuando lo rascuachi se usa para efectuar la ironía, en manos de un hábil satírico como De Casas, tiene la capacidad de redimir como la de criticar. En diez breves capítulos, más tres prólogos, el autor se burla sutilmente de las fáciles respuestas a los grandes problemas existenciales ofrecidos por los (llamados por él) hippies, por las aventuras inverosímiles encontradas en los libros de Carlos Castañeta, y por el uso de drogas maléficas. Por otro lado, la cultura chicana es dada el lugar que merece entre las grandes expresiones humanas y la cultura de la droga es tratada con comprensión y aun aprobación por lo que ha logrado como crítica de la enajenación y lo absurdo en la vida cotidiana moderna. Todo esto está hecho calculadamente, sin sermonear, y con un sentido de humor que abarca desde lo sutil hasta lo grotesco.

El lenguaje de la novela es, en las palabras del autor, «offthe-wall» (traducción aproximada: «no usual y loquesco»). Esto explica por qué De Casas ofreció a Cheech y Chong el libro para que hicieran una película basada en él. Quien haya disfrutado de las películas de estos cómicos gozará en grande las aventuras de Pelón, quien a lo largo del libro persigue la «verdadera» sabiduría como discípulo de sus maestros albañiles-cum-brujos Gerónimo Vidrios y Santos Trigeño. Pero el que es creyente de los escritos por Carlos Castañeda encontrará en la novela un tónico para su credulidad: la broma parodiando la supuesta sabiduría. Esto sugiere la ironía fundamental que da forma al libro: Pelón celebra la cultura de la droga, pero desprecia el uso de las drogas como supuestos escapes a otras realidades.

La novela comienza con una dedicatoria que se asemeja a las que se pudieran oír de un radiolocutor con el sentido de humor de De Casas:

«I dedicate "Respect" to the parents of normally looney kids. I dedicate "Time Is On My Side" to the kids of normally looney parents... A special dedication of "In The Still of The Night" goes out to the people patrolling the drive-in movies looking for cars with foggy windows».



Continúa con otra sección preliminar intitulada «What it am?», ya que da a conocer la razón por la cual escribió el libro (para hacer reír a la gente, «What can be healthier than organic insanity?») y resume la identidad del autor (nació en California, etc.). Esta parte es seguida por una carta ficticia escrita por un Frank «Witch-I-Were» Zippah, Vice-Presidente Ejecutivo de Lotsa Noise, Unlimited (A Subsidiary of Pestoso Platters, Inc.). La carta es, sin dudas, lo más cómico del libro. Sólo se aprecia leyéndola, pero un breve ejemplo servirá para demostrarlo:

«I read the manuscript as fast as my lips could move; lest Pelón become angry and grab me by my trademarks. I looked up... only to discover that Pelón had left the office with everyone else. He always likes to do as he is told, winning him the annual kindergarten teacher's award for Admirable Adjustment four years in a row».



El resto de la novela recuenta las aventuras de Pelón durante su odisea en busca del poder místico y la sabiduría. Todo esto se hace disfrazadamente, ya que él y sus maestros, en ojos ajenos, o son simplemente humildes albañiles o son brujos «brutos». Para lograr su meta, Pelón tiene que superar una serie de obstáculos, como son el cu-cui, la Llorona, el «monstruo mecánico», y su propio estado de «tapado». Para hacerlo, Pelón se sirve del uso del «chile puro», que le causa diarrea; fuma «la mezcla» hecha de «verdolagas, hojas de elote y tolondrones pa' los preguntones»; mastica los «mocos mágicos»; y participa en una serie de ritos. Estos requieren que se pronuncie un poema ceremonial diferente en cada ocasión. A lo largo del libro, son estos poemas los que más entretienen tanto por su humor off-the-wall como por sus moralejas bien planteadas:



Pelón, Pelón, Cabeza de Melón,
con esto se desaparece el tapón.
Poco menso y tantito tapado,
a ver si se quita lo atrasado.
Tanta educación, pero ya lo ves,
tenemos que seguir al revés.

Cu curú cu cú y ramalama ajúa,
esto tiene carga como Kahlúa.
[...]

La curiosidad ha matado a muchos gatos,
lo mismo se dice de los vatos.
Ahora si quieres escapar la prisión,
ponte a usar la imaginación.



Esto último es precisamente lo que De Casas ha hecho de maravilla. Pelón Drops Out no es para todos, pero es fantasía chicana bien escrita, bien pensada, y más que nada, bien soñada.