Cfr. Marcel Bataillon: La tortolica de «Fontefría» y del «Cántico espiritual». En el libro Varia lección de clásicos españoles. Madrid, 1964, pp. 291-306.

Cancionero de Castilla, I, p. 536.

«Las avecicas del cielo / Heridas, sienten amores» («Poesías», BAAEE, p. 141 a). Fernández de Oviedo alternará avecica y tórtola: «no hay [...] sin [...] mas aveçicas que quien paresçer a tórtola». (Historia Natural de las Indias. Madrid, 1855, II, p. 61).

Valladolid, 1551, f. 183v.

Páginas 43-48 y 148-149.

Obras, p. 1112.

Cfr. E. M. Wilson, Ambigüedades y otras cuestiones en los poemas de Son Juan de la Cruz, en su libro Entre las jarchas y Cernuda. Barcelona, 1977.

Habría que tener en cuenta el influjo de la lírica tradicional en los conventos carmelitas, donde tanto cantaba. Sobre este motivo vid. Víctor García de la Concha; El arte literario de Santa Teresa Barcelona, 1978, pp. 360-367. Más ampliamente trató el tema Emilio Orozco en numerosos sitios de su Poesía y mística. Introducción a la lírica de San Juan de la Cruz. Madrid, 1959, páginas 115-172. En relación con la cuestión, vid. Bruce W. Wardropper; Historia de la poesía lírica a lo divino en la Cristiandad occidental. Madrid, 1958, pp. 151-204. Para el uso rural, arcaizante por tanto, de pastorcico, véanse unos cuantos ejemplos: «¡Oh pastorcico serrano! / ¿Viste, hermano, / un caballero pasar?». (Lucas Fernández: Farsas y Églogas, edic. Academia, p. 52), «Haziéndose pastorcillo tu que vienes pastorcico tu que vas». (Cejador, Vocab. Quijote, sv. pastorcico), «Pastorcico era yo antes, y agora soy señor de guante». (Correas: Vocabulario de refranes, edic. Louis Combet. Burdeos, 1967, p. 461 b).

Obras no dramáticas, edic. Sancha, XVI, p. 289.

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Santa Teresa lo había dicho con palabras que nos llenan de emoción: «En cosas dificultosas, aunque me parece que lo entiendo y que digo verdad, voy con este lenguaje de que me parece». (Moradas quintas, cap. I, p. 356 a, edic. Luis Santullano. Madrid, 1942).