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ArribaJornada III

 

Salón del palacio.

 

Escena I

 

El DUQUE, CAMILO, FEDERICO.

 
FEDERICO
En mí no habrá resistencia,
Señor, a vuestro poder;
mas yo no me he de vencer.
DUQUE
Pues, Federico, ¿es violencia
honraros con mi poder? 5
¿Tan mal acaso os están
los blasones de Milán,
que despreciáis su corona?
FEDERICO

 (Aparte.) 

Esto es cautelarme aquí;
que si él tiene a la Duquesa 10
por mi hija, no me pesa
de que me la pide a mí,
mas palabra no he de dar;
cásese él sin mí con ella,
que no dirá, al conocella, 15
que yo le pude engañar.
Y con esta confianza
a la Duquesa detengo
en mi cuarto, y la entretengo
con una vana esperanza. 20
Enamore su desdén
el Duque, si es que se abrasa;
que si ella con él se casa,
todos quedaremos bien.
DUQUE
Federico, ¿qué decís? 25
¿Hemos de ser enemigos?
Ahora bien, seamos amigos.
FEDERICO
Si tanto me persuadís,
será forzoso que os diga
que es mi hija, gran señor, 30
quien resiste vuestro amor.
DUQUE
Si la obediencia la obliga,
como vos se lo mandéis,
no creo yo de su obediencia
que quiera hacer resistencia. 35
Vos excusaros queréis
con ella por más decente.
FEDERICO
Antes, Señor, no porfío
en violentar su albedrío,
porque sé que es obediente. 40
DUQUE
Pues eso es decirme a mí,
que lo solicite yo.
FEDERICO
Ni puedo decir que no,
ni quiero decir que sí.
DUQUE
Pues desde hoy será mi empleo 45
solicitar su hermosura.
FEDERICO
Si vuestro amor lo procura

  (Aparte. 

eso es lo que yo deseo),
me lográis dos atenciones:
una, que si ella os amó 50
sin mí, no dirán que yo
fomento estas sinrazones;
porque en caso tan violento,
ya que os lleva la pasión,
podré daros permisión, 55
pero no consentimiento.
Otra, que si ella os admite,
nunca dirá su beldad,
que forcé su voluntad
que al daño mayor compite. 60
Obligad vos su hermosura
sin mí, que no es tan violento.

  (Aparte. 

Si así se logra mi intento,
no quiero mayor ventura.)
DUQUE
En pago de esa fineza, 65
que agradezco, Federico,
ya otra ventura os publico,
que no os da menos grandeza..
A Carlos perdono yo
por vos: idle ya a librar, 70
que luego se ha de casar
con la Duquesa.
FEDERICO
Eso no.

  (Aparte. 

¿Con la Duquesa? Por Dios,
que ibamos bien aviados.)
Señor, los mozos osados, 75
que no os respetan a vos,
castigarlos es muy bien;
pague en la prisión su exceso.
DUQUE
¿Qué decís?
FEDERICO
Que está bien preso,
y castigado también. 80
¡Carlos loco se enamora
de mujer que juzga ajena!
Par Dios, que la haríamos buena
si le soltasen ahora.
DUQUE
Ya eso queda muy atrás; 85
yo le soltaré sin vos.
FEDERICO
Eso, no, Señor, par Dios,
que no nos faltaba más.
El favor que ahora pretendo,
es que no me le soltéis. 90
DUQUE
Pues si voz eso queréis,
por ahora lo suspendo.
FEDERICO
Sí, Señor, no deje rastro
su osadía a otros así.
CAMILO

 (Aparte.) 

Pensando estoy entre mí 95
si es este padre o padrastro;
pues contra su beneficio,
de que sea su hija duquesa
y su hijo duque le pesa.
¿Los querrá poner a oficio? 100
DUQUE
Federico, allí parece
que va mi prima; dejad
que la hable yo.
FEDERICO
Pues lograd
la ocasión que se os ofrece.

  (Aparte. 

Ya no hay cosa que me aflija, 105
pues sin tener parte en nada,
ya la Duquesa empeñada
está en fingirse mi hija.
Enamore su desdén,
y allá se lo haya con ella; 110
que si él no puede vencella,
con entrambos quedo bien.
Ríñanse ellos sus duelos;
voyme pues, que temo aquí
que me han de pegar a mí 115
su locura estos mozuelos.)

 (Vase.)  



Escena II

 

El DUQUE, CAMILO; luego la DUQUESA y LAURA.

 
CAMILO
Señor, ¿es esta tu prima?
DUQUE
Esta es quien me quita el alma.
CAMILO
Muy hermosa es, pero yo
aténgome a la criada. 120
DUQUE
¿No ves que con su hermosura
es su voz la que me arrastra?
CAMILO
Pues ¿qué haremos de tu amor
si esta mujer se acatarra?
DUQUE
Calla, que sale.
 

(Sale la DUQUESA DE PARMA y LAURA.)

 
DUQUESA

 (Aparte a LAURA.) 

Sin Carlos
125
no quiero volver a Parma,
y hasta que yo haya salido
de Milán, es fuerza, Laura,
que esté en nombre de Fenisa.
LAURA
El Duque está aquí.
DUQUESA
El me cansa
130
con el nombre.
DUQUE
Prima mía,
esperando la mañana
en vuestros ojos estoy;
que hasta que en ellos el alba
sale, para mí no hay día. 135
DUQUESA
Si eso vuestra alteza aguarda,
muy presto anochecerá,
mas la duquesa de Parma
le volverá a amanecer.
DUQUE
Con esa desconfianza 140
ofendéis vuestra hermosura.

  (Aparte. 

Fingiré, por obligarla,
que la he visto.) Y para daros
de mi amor nuevas fianzas,
yo he visto ya a la Duquesa; 145
y no sólo no os iguala,
mas va della a vos lo que hay
de la gracia a la desgracia.
DUQUESA
¿Vos la habéis visto? Y ¿adónde?
DUQUE
Venía a verme disfrazada, 150
y yo la salí al encuentro;
no me ha parecido dama,
ni vi en mi vida mujer
más tosca ni desairada.
DUQUESA
Pues ¿en qué traje venía? 155
DUQUE
El traje no es circunstancia;
que la hermosura descubre
en cualquier traje la gracia.
LAURA

 (Aparte a la DUQUESA.) 

¿No es esto bueno, Señora?
DUQUESA

 (Aparte. 

Y en mí es la mejor venganza 160
darle a entender que lo creo.)
¿Que tan fea es la de Parma?
DUQUE
No os lo podré encarecer.
DUQUESA
Vuestra noticia es extraño
para mí; que su hermosura 165
cuantos la han visto me alaban.
DUQUE
Pues han tenido mal gusto;
si no es que en mí sea la causa
estar hecho a ver la vuestra
y la afea la ventaja. 170
Con que no podéis decir,
para no estimar mis ansias,
que no es mi amor elección.
DUQUESA
No, pero diré que falta
la voluntad de mi padre 175
para poder estimarlas.
DUQUE
Antes agora mi tío,
hablándole yo, esta causa
remite a vuestra elección.
DUQUESA
Pues si él, Señor, eso manda, 180
de que será vuestra prima
vuestra esposa os doy palabra,
con que vos hagáis por ella
dos cosas.
DUQUE
Saberlas falta,
sólo para obedecerlas. 185
DUQUESA
Bien fáciles son entrambas;
soltar a Carlos es una,
otra, darme la palabra
de no estorbar que se case
con la duquesa de Parma. 190
DUQUE
Entrambas os las concedo,
y para cumplirlas, llama

 (A CAMILO.) 

a Carlos, venga aquí luego.
CAMILO
Harélo como lo mandas.

 (Vase.) 



Escena III

 

La DUQUESA, LAURA, el DUQUE.

 
DUQUE
Ya estáis vos obedecida. 195
DUQUESA
Y vos lo estaréis sin falta
de mi palabra también.
DUQUE
¿No alentará mi esperanza
un favor vuestro?
DUQUESA
Eso no;
que favores de la dama 200
que espera ser mujer propria,
al mismo que los alcanza,
mientras dama favorecen,
y en siendo mujer agravian.
DUQUE
La respuesta es como vuestra, 205
y como mía la demanda.
DUQUESA
Después la estimaréis más.
 

(Hablan aparte LAURA y la DUQUESA.)

 
LAURA
Señora, ¿qué es lo que tratas?
DUQUESA
De empeñar aqueste necio,
pues él mintiendo se engaña. 210
LAURA
Pues ¿cómo ha de ser? Mas Carlos
viene.
DUQUESA
Disimula y calla.


Escena IV

 

CARLOS, COLMILLO. Dichos.

 
CARLOS
Sólo para obedecerte
vuelvo, Señor, a tus plantas
rendido.

 (Aparte. 

Pero ¡qué miro!
215
Murieron mis esperanzas;
¡ay de mí! ¿Aquí la Duquesa?
¿Qué es esto?)
COLMILLO

 (Aparte a CARLOS.) 

Que está casada,
¿no se lo ves en los ojos?
DUQUE
Para que a casarte vayas 220
tienes ya licencia, Carlos.
CARLOS
¿Adónde, Señor?
DUQUE
A Parma;
y a la que delante tienes
agradece aquesta gracia.
CARLOS
A ti primero, Señor; 225
beso mil veces tus plantas,
y después al dueño mío
daré en los brazos el alma.
DUQUESA
Carlos detente; ¿qué dices?
CARLOS
Que de mi amor en las aras, 230
el corazón, dueño hermoso,
que es tuyo...
DUQUE
Carlos, aparta.
CARLOS
¡Válgame el cielo! ¿Qué es esto?
COLMILLO

 (Aparte a CARLOS.) 

Señor, que aun dura la danza;
vuelve presto la tortilla, 235
que se quema.
CARLOS

 (Al DUQUE.) 

Yo le daba
el justo agradecimiento.
DUQUE
¿No hay más decentes palabras?
CARLOS
Esto, Señor, son cariños
que estilo yo con mi hermana. 240
DUQUE
Pues sabed que es ya mi esposa,
y por Duquesa, tratadla
ya como a señora vuestra,
porque la he de dar mañana
la mano.
CARLOS

 (Aparte a COLMILLO.) 

¿Qué es lo que escucho,
245
Colmillo?
COLMILLO
Cayó la trampa
y te ha cogido la mano.
CARLOS

 (Al DUQUE.) 

Si mi padre, que es quien manda
mis acciones, viene en ello,
vuestra prima es vuestra esclava. 250
DUQUE
Voy a que os dé la licencia.
Y tú, Carlos, pues te casas,
ésta que ves es mi esposa;
olvida ya que es tu hermana.

 (Vase.) 



Escena V

 

CARLOS, COLMILLO, la DUQUESA, LAURA.

 
CARLOS

 (Aparte a COLMILLO.) 

¡Ay, Colmillo! yo soy muerto, 255
aquí acabó mi esperanza.
COLMILLO

 (Aparte.) 

El Duque se la comió,
como la vio bien guisada.
CARLOS
¡Ay de mí!
DUQUESA
Carlos, ¿qué es esto?
¿Tú suspiras, cuando aguarda 260
Parma en ti su digno dueño,
y yo a que conmigo partas
a ser rey de mi albedrío?
CARLOS
Pues viendo tú lo que pasa,
¿cómo piensas que ser puede? 265
DUQUESA
¿Eso dudas? Luego trata
de disponer mi partida,
y esta noche me halle el alba
tan lejos ya de Milán,
que no me alcance en sus alas 270
del Duque el necio deseo.
CARLOS
¡Hay desdicha más extraña
que ofrecerse esta ventura
a mano que no la alcanza!
COLMILLO
Si tú te encoges, Señor, 275
¿cómo quieres alcanzarla?
Pesia mí, ponte en puntillas,
y si no alcanzas, alarga.
CARLOS
Yo soy infeliz, Señora,
y mi suerte es tan tirana, 280
que para darme estas penas,
me dio aquellas esperanzas.
Yo fui por ti para el Duque,
y su aprehensión engañada
no vio en su imaginación 285
lo que vio luego en tu cara.
Cuando él dejó tu hermosura
por esta o por otra causa,
tuvo lugar mi lealtad
de amarte sin ser tirana. 290
Mas estando enamorado
de ti, y viendo yo sus ansias,
burlar yo su sentimiento
fuera delito y infamia.
El primer lugar en ti 295
tiene su amor por mil causas,
mis esperanzas cabían
en el que el Duque dejaba;
él le ha ocupado, Señora:
con que ya es fuerza que salgan, 300
porque aunque quieran quedarse,
sin respeto ha de arrojarlas.
Cuando algún príncipe va
por algún paso, su guarda
despeja, y el que está al paso 305
se quita, o ella te aparta.
Esto me sucede a mí,
pues cuando yo en él estaba,
entrar veo por tu pecho
al Duque pidiendo plaza. 310
Sus guardas son mis respetos:
pues ¿de qué sirve esperarlas,
si cuando yo no me aparte,
me han de despejar las guardas?
Yo no puedo resistirle, 315
pues si mi lealtad bizarra
se le ha de rendir de humilde,
mas vale morir de honrada.
Engañar yo su deseo
no es digna acción de mi fama; 320
que no se excusa la muerte
cuando la vida es tirana.
Y mira si en mi nobleza
fuera esta culpa bien clara,
pues estando yo tan ciego, 325
puedo ver que fuera mancha.
Ya él te quiere, y en quererle
dos glorias juntas te aguardan:
una, el perdonar su yerro,
y otra agradecer sus ansias. 330
Lógrele pues, y tú fina
quiérele... Mas tal no hagas;
no le quieras, pese a mí,
que eso es arrancarme el alma.
Admítele, pues es fuerza, 335
y si tú quisieres, ama,
Sin que yo te lo aconseje;
que para ser leal basta
perderte sin que te pida
que le quieras, si te agradada; 340
que no debo yo al respeto
poner cuchillo y garganta.
DUQUESA
¿Qué dices, Carlos, qué dices?
Pues ¿no sabes que ya el alma
está resuelta a quererle? 345
CARLOS
¿Qué importa si mi desgracia
me deja incapaz, Señora,
de lograr dicha tan alta,
sabiendo que te ama el Duque?
DUQUESA
El Duque a mí no me ama, 350
porque él dice que me quiere,
pensando que soy tu hermana.
CARLOS
¡Qué importa el yerro del nombre
si él la persona señala,
y dice que a ti te adora? 355
DUQUESA
Ser injuria de mi fama,
y no querer yo admitirle,
cuando con tu amor me agravia.
CARLOS
A mí no me toca eso,
sino respetar la dama 360
de mi dueño, y no atreverme
a cometer esta infamia;
porque, aunque estés ofendida,
cuando yo por ti lo haga,
no será mi culpa ajena 365
por ser tuya la venganza.
Faltar al Duque es traición
y agraviar su confianza;
faltarte a ti es grosería;
y siendo culpas entrambas, 370
de traidor u de grosero,
con mi dueño o con mi dama,
yo escojo la grosería
por no incurrir en la infamia.
DUQUESA
¿Qué decía? ¿Grosero vos? 375
Pensáis vos que la villana
osadía permitiera
mi enojo sin castigarla?
Vos no podéis ser grosero,
no os doy yo licencia tanta; 380
que a serlo, vuestro delito
excediera mi venganza.
Vos sois desdichado y necio,
en que de gloria tan alta
sois incapaz: desdichado, 385
necio, en no saber lograrla,
y por desdichado y necio
os dejo en vuestra desgracia;
que para un necio el perderme,
es el castigo que basta. 390

 (Vase.)  

CARLOS
Escucha, Señora, espera.
LAURA
Carlos, la ocasión es calva;
pasando el copete, toda
la calavera es pelada.

 (Vase.) 



Escena VI

 

CARLOS, COLMILLO.

 
CARLOS
Oye, Laura, espera, escucha. 395
COLMILLO
¿Qué ha de oír? Pese a mi fama,
que he estado aquí reventando.
CARLOS
¿De qué?
COLMILLO
¿Que un hombre con barbas
pregunte eso? Pues oírte
¿para reventar no hasta? 400
Pues ven acá, hombre del diablo,
¿tienes juicio? ¿tienes alma?
Que no hiciera eso un hereje.
CARLOS
Pues ¿cómo puedo acetarla?
COLMILLO
Ven acá, hombre del demonio: 405
si ella te ruega, ¿qué aguardas?
¿No te da aquí su corona
una duquesa de Parma?


Escena VII

 

FENISA, LAURA. Dichos.

 
FENISA
Carlos.
CARLOS
Fenisa, ¿qué dices?
FENISA
Pues ¿cómo agora desmayas 410
en tu amor, cuando te ofrece
la suerte dicha tan alta?
La Duquesa está resuelta
a partirse luego a Parma;
que ni el Duque ser quiere, 415
ni tuya; porque enojada
de ver tu tibieza, ahora
me ha contado lo que pasa.
Y al decirme su desprecio,
a los ojos se asomaban 420
las perlas mal resistidas
de su ofendida templanza;
que como habían menester
mucha atención sus palabras,
por ver lo que me decía, 425
no vía lo que lloraba.
Ve, Carlos, que estás a riesgo
de perderla si te tardas.

  (Aparte. 

No temo yo su peligro,
sino el que a mí me amenaza.) 430
CARLOS
¡Ay Fenisa! ¿Qué he de hacer?
FENISA
¿Qué has de hacer? Desenojarla.
CARLOS
Y ¿si ella quiere vengarse,
y no quiere?
FENISA
¿Eso reparas?
Porfiar, hacer finezas, 435
Y llorar si esto no basta;
que ella se vendrá a rendir;
que las mujeres que aman,
cuando resistan el ruego
es porque dure la instancia; 440
porque en nosotras no hay gusto,
cuando estamos enojadas,
como que nos rueguen mucho;
que es el regalo del alma.
CARLOS
Y ¿si no hasta todo eso? 445
COLMILLO
¿Hay tal darle, si no basta?
CARLOS
Pues yo voy.
COLMILLO
Anda, babera.
CARLOS
Temeroso voy.
COLMILLO
¿Qué aguardas?
CARLOS
Ayúdame tú a vencerla.
COLMILLO
¡Pensé que al enamorarla. 450
CARLOS
Anda, loco.
COLMILLO
Pues ¿qué piensas?
También a eso te ayudara.
 

(Vase con CARLOS.)

 


Escena VIII

 

FENISA, LAURA.

 
FENISA
Laura, ya mi corazón
no lo puede resistir.
Incendio esta pasión; 455
si no cesa la ocasión
del desaire, he de morir.
LAURA
Pues tú ¿qué sientes, Señora?
FENISA
Amor es, Laura, mi mal.
LAURA
Pues ¿con qué ha crecido ahora? 460
FENISA
Por instantes empeora
este accidente mortal.
El amor, no solamente
nace de la perfeción,
que enamora dulcemente; 465
que si nace esta pasión
del desprecio, es más ardiente.
Siempre quieren más al dueño
los que despreciados son;
porque ya a los que desdeño 470
los arrastra el desempeño
de su desestimación.
Yo, que me veo despreciada,
ardo más en mi pasión,
y ya está el alma empeñada 475
en ser del Duque adorada
por dar la satisfación.
Mas si me llegase a ver
querida dél, ¡vive el cielo!...
LAURA
¿Qué es lo que habías de hacer? 480
FENISA
Hacerle el juicio perder
con este mismo desvelo.
En rabia y pena mortal
le pusiera mi desdén;
Mas ¡ay Laura! No haré tal, 485
porque es este mucho mal,
y yo le quiero muy bien.
LAURA
Sepa el Duque, aunque esté ciego,
que es, Señora, tu belleza
la que canta; y, sin tu ruego, 490
si él no te adorare luego,
perderé yo la cabeza.
FENISA
Ay Laura, que en mis enojos
ya es la causa más atroz,
porque piensan mis antojos 495
que la Duquesa en sus ojos
le ha olvidado de mi voz.
Lo que causa la aprehensión
es inclinación precisa;
mas ya otros efectos son, 500
porque es más que inclinación,
la que él la tiene.


Escena IX

 

La DUQUESA. Dichas.

 
DUQUESA
Fenisa.
FENISA
¿Qué es lo que mandas, Señora?
DUQUESA
Ya mis intentos no tienen
mas salida que mi ausencia: 505
el Duque casarse quiere
conmigo.
FENISA

 (Aparte. 

¡Ay de mí! ¡Qué escucho!
¡Mortal estoy!) ¿De qué suerte?
DUQUESA
Él fue a pedirle a tu padre
que a ti por mujer le diese; 510
y tu padre, como sabe
que soy yo la que él entiende
que es su prima, vino en ello;
con que al instante resuelve
darme la mano de esposo. 515
FENISA
Y ¿tú, Señora, lo quieres?
DUQUESA
Por agora no, Fenisa:
que el desaire que padece
mi hermosura he de vengar
yéndome a Parma; y si él fuere 520
siguiéndome muy rendido,
cuando en Parma a verme llegue
desengañado y amante,
podrá ser que te desprecie.
Y así, luego he de partirme. 525
FENISA

 (Aparte. 

¡Ay cielos, que aquesto tiene
peligro, si el Duque ruega,
de ir a parar en mi muerte!)
Pues ¿Carlos, señora mía?
DUQUESA
Ya ni aun el nombre me acuerdes 530
de hombre, que fue tan grosero;
que hasta su nombre me ofende.
FENISA

 (Aparte. 

¡Ay triste! Esto va perdido;
fingir aquí me conviene
por mi hermano una fineza.) 535
¡Ay Señora, si le vieses
ahora, aunque fueras bronce,
te enternecieras de verle!
Llegó a mí, muerto y turbado,
con el labio balbuciente, 540
quitándole a las palabras
la mitad en lo que siente.
Me dijo: «Fenisa, hermana.
por noble un hombre no pierde;
yo he enojado a la Duquesa 545
por tener respetos fieles.
Aquí me dejó sin alma;
que de sus ojos pendiente,
en la escarpia de sus iras
me la llevan sus desdenes. 550
Que la maltrate por mía
no es lo que mi pena teme;
pero va la suya en ella,
y el mismo riesgo padece.
Por mí intercede, Fenisa, 555
y si ablandarla no puedes,
dila que aparte la suya,
y de la mía se vengue.
Háblala, dila mi pena;
y si acaso no te atreves, 560
dime lo que he de decirla,
con que mi yerro se enmiende.
Tú sabrás esto mejor,
porque a lo que más las mueve,
sin esta experiencia, nacen 565
enseñadas las mujeres.»
Yo le dije que a pedirte
perdón al instante fuese,
y te hiciese rendimientos;
y él, resuelto a enternecerte, 570
dijo: «Yo voy a decirla
que el no querer ser aleve...
Mas no es este buen principio;
que el Duque... Peor es este;
que el temor... Mas este es yerro; 575
que el alma... si yo... si fuese...
Que estoy muerto, que mi vida;
que su enojo...» Y finalmente
lo que pensaba decirte
entre lo que duda y teme, 580
sin acabarlo ninguna,
lo empezó más de mil veces;
hasta que en un tierno llanto,
hechos sus ojos dos fuentes,
prorrumpió, volviendo el rostro 585
para que yo no le viese.
Llorando se fue, Señora,
y su llanto no merece
que ejecuten la sentencia,
que le han dado tus desdenes. 590

  (Aparte. 

No lo he fingido muy mal,
y es mucho si no lo cree,
porque también yo he llorado
por fingir más vivamente.)
DUQUESA
¿Qué es lo que dices, amiga? 595
¿Que lloró?
FENISA
Tan tiernamente,
que me dejó enternecida.
DUQUESA
Y a mí también me enternece.
FENISA

 (Aparte.) 

¡Jesús! Pues si yo supiera
que no estaba tan rebelde, 600
no encendiera tanto el fuego;
que con menos lumbre hierve.
DUQUESA
Y ¿dónde se fue, Fenisa?
FENISA
Pues ¿qué, Señora, le quieres?
DUQUESA
Pues ¿no merece su llanto 605
que mi favor le consuele?
¿No merece que le alivie?
FENISA
Y ¡cómo que lo merece!
Mas ¿te casarás con él?
DUQUESA
Aunque el mundo lo impidiese, 610
ha de ser.
FENISA
Dios te lo pague.
Pues por aquestas mercedes
beso tu mano, Señora.
DUQUESA
¿Tanto tú me lo agradeces?
FENISA
Por mi hermano.

 (Aparte. 

Mas Dios sabe
615
que es porque al Duque me deje.)
DUQUESA
No sólo ha de ser mi esposo,
pero lo he de hacer de suerte,
que él quede bien con el Duque
por su lealtad. Mas él viene; 620
disimula.
FENISA
Pues, Señora,
ya que tu disinio es ese,
no favorezcas al Duque.
DUQUESA
Mientras que por ti me tiene,
¿no es forzoso?
FENISA
No, Señora;
625
que hermosean los desdenes
a las damas cuando esperan
que han de ser proprias mujeres.
DUQUESA
Mira que sale.


Escena X

 

El DUQUE. Dichas.

 
DUQUE
Señora,
ya no queda inconveniente 630
que pueda estorbar mi dicha:
vuestro padre ya os concede
licencia, para que vos
hagáis dichosa mi suerte.
LAURA

 (Aparte.) 

Antes ciegues que tal veas. 635
FENISA

 (Aparte.) 

Yo vendré a ser la que ciegue
con los celos que me da.
DUQUESA
Señor, si mi padre quiere,
yo os cumpliré la palabra
que os di.
DUQUE
Pues ahora puede
640
vuestro favor alentarme.
FENISA

 (Aparte a LAURA.) 

¡Laura, grande empeño es este!
DUQUESA
¿Qué favor decís, Señor?
DUQUE
El de permitir que bese
la estrella de vuestra mano. 645
FENISA

 (Aparte a LAURA.) 

¡Ay, Laura, si se la diese!
LAURA
¡Jesús! No hará tal.
DUQUESA
Las damas
como yo, Señor, no tienen
Manos hasta que se casan.
DUQUE
Pues ya que eso ser no puede, 650
el de mirar vuestros ojos,
sin que avara me los niegue
vuestra esquivez, pido sólo.
DUQUESA
¿Puedo yo negaros ese?
DUQUE
Pero ha de ser más de espacio; 655
sentaos, porque yo me siento.
DUQUESA
Sea muy enhorabuena.
 

(Se sientan.)

 
FENISA

 (Aparte a LAURA.) 

Laura, ¡que á ver esto llegue!
Yo estoy perdiendo el sentido.
LAURA
Señora, pues tú lo quieres, 660
ten paciencia.
FENISA
¿Qué es paciencia?
Que estoy tal, que he de perderme.
DUQUE
Señora, de vuestros ojos
un dulce veneno bebe
mi corazón, que mi ardor, 665
cuanto más bebe, más quiere.
FENISA

 (Aparte.) 

Había de ser el veneno
el que yo deseo que fuese.
DUQUESA
Si mi voz os ha debido
ese afecto tan ardiente, 670
no creo yo que son mis ojos
los que a tanto ardor os mueven.
DUQUE
Vuestra voz movió el deseo
de veros, mas fue accidente;
que al veros, en vuestros ojos 675
tomó la forma que tiene.
FENISA

 (Aparte a LAURA.) 

¿Ves, Laura, como mi voz
no es ya lo que él apetece,
sino sólo su hermosura?
Pues esta mujer ¿qué tiene 680
más que yo? Mírala, Laura,
que hará que me desespere.
LAURA
Señora, que no te iguala.
DUQUESA
Y ¿si acaso yo no fuese
la que canta?
DUQUE
¿Qué decís?
685
DUQUESA
¿No pudiera fácilmente
ser una criada mía
la que cantaba?
DUQUE

 (Aparte. 

Ella quiere
examinar mi fineza,
que yo estoy bastantemente 690
seguro de que ella canta.)
Si yo antes eso supiese,
no buscara la ocasión
de veros; más ya no puede
revocarse mi cariño, 695
porque en mi pecho le enciende
vuestra divina hermosura.
FENISA

  (Aparte. 

Ya no hay remedio que espere,
ya yo estoy desesperada,
pues a la venganza apelen 700
mis enojos.) Vamos, Laura.
LAURA
¿Dónde vas?
FENISA

 (Aparte a LAURA.) 

A que me venguen
de una injuria y de un desprecio.
LAURA
¿Quién, Señora?
FENISA
Mis desdenes.
 

(Vase con LAURA.)

 


Escena XI

 

El DUQUE, la DUQUESA; luego, FENISA, dentro.

 
DUQUESA

 (Aparte.) 

No es posible encarecer 705
lo que me alegro de verle
enamorado de mí;
porque el desaire que siente
el alma de su desprecio,
satisfago de esta suerte, 710
y porque luego el castigo,
cuanto él mas fino estuviere,
me dará mayor venganza.
 

(Suena un instrumento.)

 
DUQUE
Oid, ¿qué instrumento es este?
DUQUESA
Alguna de mis criadas 715
será, que así se divierte.
 

(Levántase el DUQUE al oír a FENISA.)

 
FENISA

 (Canta dentro.) 

Tiernas lágrimas derrama
Fenisa llorosa y triste;
bien se venga en lo que llora,
si las pierde el que las pide. 720
DUQUE

 (Aparte y yendo hacia donde suena la voz.) 

¿Qué escucho? ¡Válgame el cielo!
Esta es la voz que suspende
mi sentido, y aquí a todos
los sentidos enmudece.
DUQUESA

 (Aparte. 

¿Qué miró? Estando conmigo 725
se va el Duque desta suerte
tras los ecos de la voz?
Aunque el desaire no ofende
mi grandeza, pues no sabe
quien soy; y aunque no le quiere 730
mi pecho, por mi hermosura
he sentido que me deje,
y es ya empeño el arrastrarle.)
Pues, Señor, ¿tanto os divierte
la música, que no veis 735
que estáis conmigo?
DUQUE
Llevéme
de alguna imaginación.

  (Aparte. 

Yo erré, enmendarlo conviene;
que he desairado a mi prima.)
Perdonadme, porque siempre 740
la música me arrebata.
DUQUESA

 (Aparte. 

Yo quiero favorecerle
para vengarme.) Sentaos.
DUQUE

 (Aparte.) 

¡No es bueno; que me parece
menos bien ahora que antes! 745
DUQUESA
¡Qué talle tan diferente
tiene el hombre que se mira
como a dueño!
DUQUE
¿De qué suerte?
DUQUESA
Desde que sé que sois mío,
vuestro brío me suspende. 750
DUQUE

 (Aparte.) 

¡A buen tiempo, vive el cielo;
que si ella da ahora en quererme,
es todo lo que me falta!
¿Qué es esto que me sucede?
DUQUESA
Volved acá; ya no cantan. 755
DUQUE

 (Aparte.) 

Acabóse, esto se viene.
 

(Siéntase, cantan, y vuélvese a levantar.)

 
FENISA

 (Canta dentro.) 

No está lejos de que llore
quien de sus ansias se ríe;
porque la risa y el llanto
uno en otro se despiden. 760
DUQUE

 (Aparte.) 

¡Vive Dios, que estoy corrido
que a mí este engaño me hiciesen!
¿Quién puede ser la que canta?
Sin mí estoy; ¿qué engaño es este?
DUQUESA

 (Aparte. 

Lo que me sucede a mí 765
es peor, y no lo siente
mi amor, sino mi respeto;
porque aunque él saber no puede
que yo la Duquesa soy,
lo que mi hermosura pierde, 770
no lo deja de perder
por no ser lo que parece.)
Eso, Duque, ya es faltar
a lo que a mí se me debe.
¿Cómo es esto? Estando vos 775
conmigo, ¿nada os divierte?
¿Será, Duque, que no sois
digno del bien que os promete
en mi mano la fortuna?
Y aunque era el bien aparente, 780
y no cierto, os le ha quitado
porque le perdáis dos veces.
Ni aun merecéis mi apariencia;
y si no hablo claramente,
guardad esto para cuando 785
podáis mejor entenderme.

 (Vase.)  



Escena XII

 

El DUQUE; luego, FENISA.

 
DUQUE
¿Qué es esto? ¡Válgame el cielo!
Esto a nadie le sucede,
yo he de perder el sentido.
Mas el instrumento vuelve; 790
por ver quién es, me retiro;
que aquí parece que viene.
 

(Sale FENISA, y pasa cantando por delante del DUQUE.)

 
FENISA

 (Canta.) 

Cuando sepa a quién desprecia,
quererla será posible,
y que vengue sus desprecios 795
la que agora los permite.
DUQUE

 (Aparte. 

¿Qué es lo que miran mis ojos?
La criada es la que canta;
a los pies de mi pasión
se ha caído toda el alma.) 800
Oid, Señora.
FENISA
¿Qué mandáis?
DUQUE
¿Vos de mi prima criada
no sois?
FENISA
Con mucha ventura.
DUQUE
No, sino mucha desgracia,
pues os quita vuestro estado 805
alguna dicha más alta.
FENISA
¿Qué dicha?
DUQUE
Pudiera ser;
mas esto no es de importancia.

  (Aparte. 

Bien conocí su hermosura
cuando la vi.)
FENISA

 (Aparte.) 

Albricias, alma;
810
que yo me vengaré ahora.
DUQUE
¿Cómo vos cuando yo entraba
a preguntaros ahora
la que cantó a las ventanas
de ese jardín, me engañasteis? 815
FENISA
Mi señora es la que canta,
pero yo canto también.
DUQUE
Pues yo por vos preguntaba.
FENISA
Y ¿qué dicha es, Señor, esa
que no me viene por alta? 820
DUQUE
La de que si fuerais vos
mi prima, como pensaba,
os diera yo la corona
de Milán; mas la del alma
os daré.
FENISA
Y ¿quién os ha dicho
825
que, aunque sea yo criada,
me faltará a mí altivez
para dejarlas entrambas?
La del alma, que os parece
a mí más acomodada, 830
me viene a mí muy pequeña,
aunque me juzgáis tan baja;
ni la de Milán, tampoco
sin mi gusto os acetara;
que yo, antes que la cabeza, 835
quiero coronar el alma.
Para dama soy yo mucho,
y aunque sea vuestra vasalla,
dadle licencia a mi honor
de tener esta arrogancia. 840
¿Qué es dama? ¡Viven los cielos!
Mas vuestra alteza no habla
conmigo en este sentido;
y si de casarse trata
y me quiere hacer duquesa, 845
no es para mí dicha tanta.
Mas esto no porque yo
no soy digna de lograrla,
sino porque, si se acuerda,
le dije que a riesgo estaba 850
de que la que hacía tercera
no quisiese ser su dama.
Y ahora que sé que me quiere,
para cumplir la palabra,
no quiero yo, y ponga aquesta 855
a cuenta de las pasadas.

 (Vase.)  



Escena XIII

 

El DUQUE; luego, COLMILLO.

 
DUQUE
Bien airoso me ha dejado;
¿Hay novela mas extraña
que la que pasa por mí?
 

(Sale COLMILLO.)

 
COLMILLO
¡Bien urdida va la danza, 860
Señor!
DUQUE
¿Qué dices, Colmillo?
COLMILLO
Que la duquesa de Parma
está en Milán.
DUQUE
¿De qué suerte?
COLMILLO
Ella, viéndose irritada
de desgracia, se vino. 865
DUQUE
Sólo esto ahora me faltaba
para perder el sentido.
Colmillo, la que cantaba
en el cuarto de mi prima,
¿no era ella?
COLMILLO
Si no me engañan.
870
DUQUE
Pues ¿cómo yo he visto ahora
cantar aquí a la criada?
COLMILLO
¿Qué dices?
DUQUE
Que ella salió
cantando aquí a la guitarra.
COLMILLO
De esa suerte, ya has sabido 875
cómo la prima era falsa.
DUQUE
Yo no he reparado en eso.
COLMILLO

 (Aparte. 

Pues si no, buena le aguarda.)
Pues la criada, Señor,
ya sé yo que es la que canta. 880
DUQUE
¿Cómo?
COLMILLO
Porque la oí un día
cantar la zamarrandrana,
que es un tono tan funesto,
que entristecerá las almas.
DUQUE
Pues ¿cómo no me avisaste? 885
COLMILLO
¿Yo? Pues si tú en eso dabas,
¿le he de quitar yo a tu prima
la buena voz, que es su fama?
DUQUE
¿Qué es esto? Yo estoy corrido.
COLMILLO

 (Aparte.) 

Ahora la Duquesa encaja. 890


Escena XIV

 

CAMILO. Dichos.

 
CAMILO
En palacio, Señor, ha entrado ahora
la duquesa de Parma.
DUQUE
¿Cómo ha sido?
CAMILO
Todo Milán lo ignora,
porque ella de secreto se ha venido.
DUQUE
¡Vive el cielo, que estoy desesperado, 895
y no tiene remedio mi cuidado!
CAMILO
Ya acá entra.
COLMILLO

 (Aparte.) 

Ella es linda ensalada;
¿qué hará en viendo la prima destemplada?


Escena XV

 

La DUQUESA, CARLOS, damas. Dichos.

 
DUQUESA
Ven, Carlos, a mi lado.
CARLOS
Eso deseo.
DUQUE
¡Qué miro! ¿No es mi prima esta que veo? 900
DUQUESA
No soy, sino la duquesa
de Parma; y si acaso vos
me tenéis por vuestra prima,
engaño es vuestro, Señor.
Y no vengo a daros quejas 905
de tan ciega sinrazón
como habéis hecho conmigo;
que solo a pediros voy
que me cumpláis la palabra
que os pedí.
DUQUE
¿Palabra yo?
910
DUQUESA
De que sea Carlos mi esposo.
DUQUE
Eso no haré yo a un traidor,
falso, aleve y desleal,
que me ha engañado con vos.
CARLOS
Tened, Señor; que vos mismo 915
sólo sois quien se engañó,
y vos mismo sois testigo
de que delante de vos
la daba, como a mi dueño,
las gracias de mi perdón; 920
y vos la hicisteis mi hermana,
a lo cual calló mi voz,
porque ignoré vuestro engaño.
COLMILLO
Lo mismo me hiciera yo.
DUQUE
Pues, Carlos, si eso es así, 925
¿Quién es mi prima?


Escena XVI

 

FENISA, FEDERICO. Dichos.

 
FENISA
Yo soy.
FEDERICO
Esta, Señor, es mi hija.
DUQUE
Albricias doy a mi amor,
y a Carlos le doy licencia
para casarse con vos; 930
como todos a mi prima
por mí pidáis el perdón
de no haberla conocido,
para dar la estimación
que debía a su hermosura. 935
FEDERICO
Eso a ella le está mejor,
si merece el favor vuestro.
FENISA
Y yo digo que le doy,
no el perdón, sino la mano.
DUQUE
Dichoso con ella soy. 940
DUQUESA
Pues, Carlos, dame los brazos.
CARLOS
Y en ellos el corazón.
COLMILLO
Pues con esto y con un vítor
dichoso fin tendrá hoy
este caso, en que se ve 945
lo que puede la aprehensión.





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