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ArribaAbajoJornada II

 

Antesala de la habitación de FENISA en el palacio.

 

Escena I

 

El DUQUE, CAMILO.

 
CAMILO
Entra, Señor, ponte al paso;
que por aquí ha de volver.
DUQUE
Agora tengo de ver
esta luz con que me abraso.
CAMILO
Industria bien prevenida 5
fue tentar aquella puerta
que acaso hallamos abierta.
DUQUE
Esa me ha dado la vida,
pues por ella espero ver
este encanto idolatrado. 10
CAMILO
Ya a su cuarto hemos entrado;
acechar es menester.
DUQUE
Que no se fuese querria
por otra parte.
CAMILO
Eso fuera
si ella el peligro supiera; 15
mas en esa galería
estaba cantando ahora.
Y por aquí ha de salir.
DUQUE
Viéndola espero vivir;
muéstrame, amor, esta aurora. 20
CAMILO
Y ¿si fuese fea aquí?
DUQUE
Eso es imposible cosa.
CAMILO
Bien pudiera ser hermosa,
y no darle gusto a ti;
que para el gusto, Señor, 25
nunca es la dama más bella
la que lo es, sino aquella
que le parece mejor.
Y esto va en la simpatía
que a los humores conviene: 30
la que más de mi humor tiene,
es la mejor para mía.
No hay perfección que aproveche,
que hay muchos hombres, Señor,
a quien les sabe mejor 35
abadejo que escabeche.
Esto es cosa averiguada:
yendo un día solo a vellas,
yo entre muchas damas bellas
escogí una corcovada; 40
y buscando las razones,
vi que era mi inclinación,
porque parecía melón,
y me muero por melones.
DUQUE
No dudo yo esa razón, 45
que en buena filosofía
puede más la simpatía
que la mayor perfección;
pero bien se ve que ha habido
simpatía en mi cuidado, 50
pues el alma me ha robado
con la voz por el oído.
CAMILO
Esas son falsas razones,
porque lo que es simpatía
se ve en la fisonomía, 55
y no en las otras acciones.
Cada día por la calle
¿no se ven damas tapadas
Tan airosas y arriscadas
que arrebatan con el talle? 60
¡A cuántos ha sucedido
seguirlas con gran cuidado;
ir un pobre enamorado
muy tierno y muy derretido,
y tras arengas extrañas, 65
cuando aquel sol ver se deja,
encuentra con una vieja,
que es para echar las entrañas!
Y en mí el caso peor fue,
pues seguí una todo un día, 70
que un serafín parecía,
y una negraza encontré
(que no la esperara un moro)
con tanta geta rasgada,
que parecía cuchillada 75
de cerviguillo de toro.
DUQUE
Camilo, no te diviertas.
Pasos siento.
CAMILO
Bien lo infieres,
Que hacia aquí vienen mujeres;
cogímoslas entre puertas. 80
Aquí te has de retirar
para mirarla.
DUQUE
Eso intento.
 

(Retíranse.)

 


Escena II

 

FENISA, LAURA. Dichos.

 
FENISA
¿Guardaste ya el instrumento?
LAURA
Ya queda donde ha de estar.
DUQUE

 (Aparte. 

A Camilo, donde están retirados.) 85
Camilo, pon la atención,
que es un mismo serafín.
CAMILO
Será fin, y dará fin
De ti con mucha razón.
DUQUE
Mira si es justo tenelle 90
el amor que a su voz tengo.
CAMILO
Pues yo al órgano me atengo,
si hubiera de ser su fuelle.
FENISA
Ven adentro; que ya es hora
De tomar el bastidor. 95
CAMILO
Salte al encuentro, Señor.
DUQUE
Eso quiero hacer. ¿Señora?

 (Presentándose.)  

FENISA

 (Aparte. 

¡Qué miro! ¿Válgame el cielo!
¿Cómo es esto? ¿El Duque aquí?)
Gran señor...

 (Aparte. 

¡Yo estoy sin mí!
100
Toda me ha cubierto un hielo.)
DUQUE
¿Sois vos mi prima?
FENISA

 (Aparte. 

Ocasión,
pues no me conoce, ha hallado
de cubrirse mi cuidado.)
No es tanta mi estimación; 105
su criada soy.
LAURA
No hay duda,
las dos tenemos un ama.
DUQUE
¿Criada sois?
LAURA
Celia es dama,
y yo, Señor, soy ayuda.
DUQUE
¿Quién es Celia?
FENISA
Quien quisiera
110
serviros.
DUQUE

 (Aparte.) 

Ya esto se erró.
CAMILO

 (Aparte.) 

La ayuda tomara yo,
como de costa no fuera.
DUQUE
¿Qué hace mi prima?
FENISA
Señor,
para el caracol ahora 115
subió a ver a mi señora.
DUQUE
¿Qué señora?
FENISA
La mayor.
DUQUE
¿No estaba en la galería
cantando ahora?
FENISA
Allí estaba,
y yo allí la acompañaba; 120
mas ya se fue.
DUQUE

 (Aparte. 

¡Pena mía,
ya es más vivo tu tormento!)

  (Aparte a CAMILO.) 

Camilo, todo se ha errado;
yo publiqué mi cuidado,
y no he logrado el intento. 125
CAMILO
Embiste a esta, pues te encanta;
que esotra acaso es más fea.
DUQUE
¿Qué importa que hermosa sea,
si no es esta la que canta?
FENISA

 (Aparte a LAURA.) 

Laura, ¿no ves que no ha hecho 130
caso de mí?
LAURA
Es la verdad;
no le agrada tu beldad.
FENISA

 (Aparte.) 

En ira se abrasa el pecho.
DUQUE

 (A FENISA.) 

¿Podéis saber de mi prima
vos un secreto?
FENISA
Yo he sido
135
quien más favor la ha debido;
soy tan feliz, que me estima
como a sí, y podéis creer
que es otra yo.
LAURA
¿Quién? ¿estotra?
No va de la una a la otra 140
una punta de alfiler.
DUQUE
Luego ¿bien fiaré de vos
un recado que la deis?
FENISA
Con seguridad podéis;
que no hay secreto en las dos. 145
DUQUE
Pues decid que a una atención
tanto su acento ha debido,
que a un pecho por el oído
le ha robado el corazón.
Y que un alma que en despojos 150
rinde a su voz el poder,
la está deseando ver
para rendirse a sus ojos;
que en el deseo pintada,
ha logrado esta conquista: 155
mirad qué hará con la vista
la que mata imaginada.
Y que este ardor y este afán
su primo el Duque le siente,
y ha de poner en su frente 160
la corona de Milán;
y aunque el mando lo impidiera,
sólo ella ha de ser mi esposa.
FENISA

 (Aparte. 

Yo he quedado bien airosa,
pues él me hace su tercera.) 165

  (Aparte a LAURA.) 

Laura, de mí estoy corrida;
este hombre ¿qué pensará?
LAURA
Que eres fea, pues te da
el oficio de entendida.
DUQUE
Que su hermosura dichosa 170
es la gloria que conquisto.
FENISA
Pues si vos no la habéis visto,
¿cómo sabéis que es hermosa?
DUQUE
La he imaginado en mi idea,
y a ella nada igual ha sido. 175
FENISA

 (Aparte. 

Yo estoy perdiendo el sentido,
y he de creer que soy fea.)
Mirad que hay damas aquí,
y más celebradas que ella.
DUQUE
Ninguna será tan bella 180
como la que tengo en mí;
nadie te puede igualar
al bien que yo tanto aprecio.
FENISA

 (Aparte.) 

Si apura mucho este necio,
me tengo de declarar. 185
DUQUE
Aquella voz delicada
y aquel acento sonoro,
es el dueño que yo adoro;
y sin ella todo es nada;
su voz mis ansias prefieres. 190
FENISA

 (Aparte.) 

¿Habráse llegado a ver
desairar a una mujer
con decirla que la quieres?
DUQUE
Logradme esta ansia amorosa
que os pido.
FENISA
No puede ser,
195
porque he llegado a saber
que hay una dama, y hermosa,
que os quiere bien, y lo errais;
porque es tan de mi señora,
que he de sentir mucho ahora 200
que no la correspondáis.
DUQUE
Y ¿quién es esa?
CAMILO

 (Aparte.) 

Esto es gloria.
FENISA
La más estimada es
de mi señora.
DUQUE
Hablad pues.
FENISA
No tenéis mucha memoria. 205
DUQUE

 (Aparte a COLMILLO.) 

¿Oyes?
COLMILLO
A su ama se iguala.
DUQUE
Y antepone su persona.
CAMILO
Rasco quiere la fregona;
envíala noramala.
DUQUE

 (A FENISA.) 

Ya yo caigo en quién ha sido 210
el sujeto de ese amor.
FENISA
Y ¿no os parece, Señor,
muy digno de ser querido?
Que no halla, quien las ve aquí,
diferencia entre las dos. 215
DUQUE
Decidle a vuestra ama vos
lo que yo os pido por mí;
y a esa dama, aunque me quiera,
decid que, al llegarla a ver,
si la quisiera querer, 220
no la hiciera yo tercera.

 (Vase.)  

FENISA

 (Aparte.) 

¡Sin mí estoy!
CAMILO

 (A FENISA.) 

Oye, Señora:
y si desea un buen gozo,
yo me alquilo, y soy buen mozo,
y estoy de vacante ahora. 225

 (Vase.) 



Escena III

 

FENISA, LAURA.

 
FENISA
Laura, ya de injuria tanta
revienta, mi corazón.
LAURA
Señora, él ha hecho aprehensión
de querer a la que canta.
FENISA
Pues ¿por qué, cuando me vió 230
a mí, me ha de despreciar?
¿Qué puede en mí imaginar,
que no me lo tenga yo?
LAURA
Acaso él te ha imaginado
pelinegra, más cenceña, 235
pálida o cariaguileña;
y no viendo esto, se ha helado.
Uno que a su dama hablaba
a escuras, y no la vía,
mirando por celosía, 240
que era tuerta imaginaba.
Del defecto hizo aprehensión,
y mirándola otro día,
vio que dos ojos tenía
con hermosa perfección. 245
Desagradóle la cosa,
y dijo por el antojo:
«si usted se sacara un ojo
fuera mucho más hermosa.»


Escena IV

 

FEDERICO; luego, la DUQUESA y SILVIA. Dichas.

 
FEDERICO
Fenisa, prevente al punto. 250
FENISA
¿Qué es, Señor, lo que me ordenas?
FEDERICO
Que la duquesa de Parma
de una carroza se apea,
donde viene disfrazada;
y yo, porque te prevengas 255
en lo que has de hacer teniendo
por huéspeda a tal princesa,
me he adelantado a avisarte.
FENISA
Venga muy enhorabuena.
FEDERICO
Ya entra acá; llégate tú 260
a recibirla a la puerta.
FENISA
Ven, Laura.
LAURA
Vamos, Señora.
 

(Salen la DUQUESA y SILVIA.)

 
FEDERICO
Aquí tiene vuestra alteza
una criada en Fenisa.
FENISA
Y por principio merezca 265
vuestra mano.
DUQUESA
De mi pecho
digna joya es tal belleza.
FENISA
Muchas albricias me doy
de hallaros venir tan buena.
DUQUESA
Y yo a mí muchas envidias 270
de veros a vos tan bella;
y porque yo a vuestro cuarto
vengo en secreto, y es fuerza
que el título de criada
me disfrace en él, me alegra 275
que sea tal la señora,
que yo parecerlo pueda.
FENISA
¿Vos criada?
DUQUESA
Sí, Fenisa;
que ver al Duque desea
mi curiosidad, y quiero 280
verle yo sin que él lo sepa.
FENISA
Pues sabed que me sucede
un caso, que aquí creyera
que al respeto que yo os debo
le previno mi advertencia. 285
DUQUESA
¿Qué ha sido?
FENISA
El Duque me oyó
cantando ahora a una reja;
nunca me ha visto la cara,
y deseoso de verla,
entró y encontró conmigo. 290
Preguntóme que quién era,
yo, excusando el embarazo
de una visita tan nueva,
dije que criada mía:
con que podéis encubierta 295
estar conmigo, y en nombre
de lo que es justo que sea;
pues vos seréis mi señora,
y yo una criada vuestra.
FEDERICO
La atención fue como tuya. 300
DUQUESA
Muy aguda y muy discreta.
FEDERICO
Dame licencia, Señora,
de ir a disponer que venga
el Duque al jardín, adonde
podrá verle vuestra alteza. 305
DUQUESA
Id; que bien sostituida
me deja vuestra presencia.
FEDERICO
Voy.

  (Aparte. 

La Duquesa es un ángel:
no sé cómo la desprecia,
no estando casado, el Duque; 310
pero todo esto es quimera,
que he de perder yo la vida,
o se ha de casar con ella.)

  (Vase.) 



Escena V

 

CARLOS, COLMILLO. La DUQUESA, SILVIA, FENISA, LAURA.

 
CARLOS
A entrar de día en palacio,
aunque con peligro sea, 315
se atreve la obligación
de mis dichosas finezas,
por no perder, gran Señora,
los logros de mi asistencia.
COLMILLO
Y yo, como soy vigília 320
de Carlos, por esas ventas
y posadas, detrás dél,
vengo haciendo penitencia.
DUQUESA
¿Os han visto?
CARLOS
No, Señora
COLMILLO
Si no es unas verduleras; 325
mas son gente de secreto:
con que dentro de horo y media
lo sabra todo Milán.
DUQUESA
¿Qué dices?
COLMILLO
En dos tabernas
lo quedan contando ya, 330
mas lo que se dice en ellas,
como todo lo habla el vino,
en los pellejos se queda.
DUQUESA
Mucho os importa el secreto.
CARLOS
Demás de ser obediencia 335
para con vos y peligro
para con el Duque, es fuerza
que yo tenga esa atención
por las venturas que espera
mi suerte en vuestro favor; 340
que si a merecerle llega
mi esperanza...
DUQUESA
Claro está
que es peligro.

 (Aparte. 

Carlos piensa
que no importa que su hermana
que ha de ser mi esposo sepa; 345
y hasta ver al Duque, nadie
me conviene que lo entienda.)
CARLOS
El peligro, gran Señora,
no es nada cuando interesa
mi deseo la esperanza. 350
DUQUESA
Ya lo sé.

 (Aparte. 

Atajarle es fuerza.)
Carlos, dejadnos a solas;
que el gozar de la belleza
de Fenisa no permite
que a otra atención me divierta. 355
CARLOS
Lo que ya en la ausencia pierdo,
Cobraré de la obediencia.
COLMILLO
Y ¿yo, me voy?
FENISA
Tú, no importa.
CARLOS

 (Aparte a COLMILLO.) 

¿Colmillo?
COLMILLO
¿Qué quieres, muela?
CARLOS
Que me guardes los favores 360
de su vista, pues te quedas.
COLMILLO
Pues déjame aquí un bolsillo,
donde echarlos.
CARLOS
No los pierdas.

 (Vase.)  



Escena VI

 

La DUQUESA, SILVIA, FENISA, LAURA, COLMILLO.

 
DUQUESA
Mucho, Fenisa, me alaba
vuestro hermano gracias vuestras, 365
y en particular la voz.
FENISA
Pasión de hermano le lleva,
que eso es para el bastidor.
DUQUESA
Vos me habéis de dar licencia
de no admitiros la excusa. 370
FENISA
¡Jesús! Dame la vihuela,
Laura.
LAURA
Al momento la traigo.

 (Vase LAURA, y vuelve con la guitarra.)  

DUQUESA

 (Aparte.) 

¡Cortesana es como bella!
FENISA
Esto es para las almohadas.
DUQUESA
Donde vos quisiereis sea. 375
 

(Sale LAURA.)

 
LAURA
Ya la guitarra está aquí.
COLMILLO
Lo mejor es que no templa
ni hace gestos; que hay algunos
que cuando cantan se quedan
como judío de paso, 380
y cuando a un pasaje llegan,
le comienzan en la boca
y te acaban en la oreja.
FENISA

 (Canta.) 

Yo quiero bien,
y este amor de otro se infiere; 385
que aunque soy yo la que quiere,
no sé a quién.
COLMILLO
Señoras, el Duque.
FENISA
¡Ay cielos!
No me halle con la vihuela
en la mano perdonad. 390

 (Pone la vihuela en la mano de la DUQUESA.) 



Escena VII

 

El DUQUE. Dichos.

 
DUQUE

 (Aparte. 

Esta vez la diligencia
me ha de lograr el deseo.
¡Qué miro! Mi prima es esta.
Bien me dijo la criada
que no es más hermosa que ella; 395
pero es hermosa, y su voz,
al lado de su belleza,
basta para que mi amor
cobre ahora más violencia.)
Prima y señora, ¿es posible 400
que yo tan poco os merezca,
que la ventura de veros
queréis que a este hurto la deba?
 

(Hablan aparte FENISA y la DUQUESA.)

 
FENISA
Por mí os tiene.
DUQUESA
Ya lo entiendo.
FENISA
Responded por mí.
DUQUESA
Eso es fuerza.
405

 (Al DUQUE.) 

Señor, pues ¿por qué razón
pensáis que ser culpa pueda
mi recato? O ¿porqué causa
desea verme vuestra alteza?
FENISA

 (Aparte.) 

Si él la enamora aquí, es cosa 410
para que yo el juicio pierda.
DUQUE
La culpa es que de mi dicha
avara es vuestra belleza.
La causa de mi deseo
hasta aquí vuestra voz era, 415
mas ya lo son vuestros ojos.
DUQUESA
Si la enfermedad es esta
del Duque, no es muy mortal;
mucho me he holgado en saberla.
Carlos ha sido dichoso, 420
pues ya el desaire me enseña
a hacerle duque de Parma
por castigar esta ofensa.)
¿Qué, en fin, Señor, es mi voz
la que el deseo os dispierta? 425
DUQUE
Hasta aquí fue vuestra voz;
pero ya vuestra belleza.
COLMILLO

 (Aparte.) 

Eso no puede ser malo,
si enamora a la Duquesa,
teniéndola por su prima. 430
DUQUESA
Pues ¿qué es, Señor, lo que intenta
vuestro deseo, movido
de mi voz o mi belleza?
DUQUE
Haceros dueño de un alma,
no he dicho bien, que ya es vuestra; 435
deciroslo, porque vos
toméis posesión en ella.
COLMILLO

 (Aparte.) 

Por Dios, que es bueno tirar
al higo y dar en la breba.
Yo tengo linda ventana. 440
DUQUESA
Pues ¿qué intento en eso lleva
vuestro amor, siendo casado?
DUQUE
Yo ¿con quién?
DUQUESA
Con la Duquesa.
DUQUE
Pues ¿no sabéis que por vos
he mandado detenerla? 445
Vos habéis de ser mi esposa,
si la corona me cuesta.
FENISA

 (Aparte a LAURA.) 

Laura, ¿has visto tal desaire?
COLMILLO

 (Aparte.) 

¡Bueno es tocar la tercera,
y hacer el son en la prima! 450
DUQUESA

 (Aparte. 

Con tal linaje de ofensa
no sé qué ha de hacer mi pecho,
si en un favor está envuelta.
Sufrir nu puedo el enojo,
y soy yo la que desprecia; 455
pero el favor ¿no es a mí?
Mas disimularlo es fuerza,
pues que tengo la venganza
en mi inclinación resuelta.)
Pues ¿vos acaso sabéis 460
si soy más hermosa que ella?
DUQUE
Pues ¿cómo puede igualaros?
No es posible.
DUQUESA

 (Aparte.) 

¡Que me vea
despreciada yo por mí!
Y ¡que haya un hombre que quiera 465
sin saber a quién!
COLMILLO

 (Aparte.) 

Esto es
comer grajo en una venta,
y pensar que es palomino.
 

(Hablan aparte la DUQUESA y FENISA.)

 
DUQUESA
¿Fenisa?
FENISA
¿Qué es lo que intentas?
DUQUESA
Pues por ti el Duque me habla, 470
¿quieres que le favorezca?
FENISA
¿Yo, Señora? Habla a tu gusto;
que pues aquí tu belleza
viene a ser la festejada,
quien lo ha de escoger es ella. 475
DUQUESA
Pues ¿no ves que es por tu voz?
FENISA
Pues ¿qué importa que eso sea,
si está hablando con tus ojos?
DUQUESA
No falta amor donde hay queja;
pues yo hablaré por entrambos. 480

 (Al DUQUE.) 

Señor, vos me dad licencia
de creer que eso es aprehensión,
hasta que yo de vos sepa
que me preferís a mí,
después de ver la Duquesa. 485
DUQUE
Eso dadlo ya por visto;
que aunque más hermosa sea,
si le falta vuestra voz,
no es posible que la quiera.
DUQUESA

 (Aparte.) 

¡Que esto escuche mi hermosura! 490
FENISA

 (Aparte.) 

¡Hay más extraña fineza!
¡Que esté despreciando a dos,
y a entrambas las favorezca!
DUQUE
Demás desto, mis criados
la han visto, y según me cuentan 495
no puede ser como vos.
COLMILLO
Jesús, Señor, no la llega.
DUQUE
¿No es esto verdad, Colmillo?
COLMILLO
Sí, Señor; que la Duquesa
tiene aquella misma boca, 500
aquellos ojos y cejas,
aquella frente, aquel pelo,
y todas aquellas señas;
tanto, que aquí me parece
que miro su cara mesma; 505
mas es mucho más hermosa.
DUQUE
¿Cuál es más hermosa?
COLMILLO
Aquesta.
DUQUE
Pues ¿eso puede dudarse?
COLMILLO
¡Jesús! hay gran diferencia,
como comparar un huevo 510
a una clara y una yema.
DUQUE
Si esa es la duda, Señora,
bien presto vencida queda.
COLMILLO
Diz que la Duquesa es roma,
y tiene un diente hacia fuera. 515
DUQUE
¿Quién ha visto eso?
COLMILLO
Colmillo.
DUQUE
Para que yo la aborrezca
es eso, y no para dicho.
DUQUESA

 (Aparte.) 

Lo mejor desto es, que sea
el Duque algo desairado 520
mal talle, poca presencia,
¡y que me esté despreciando!
DUQUE
Parece que estáis suspensa;
si eso es duda de mi amor,
no hay razón para tenerla, 525
sabiendo vos que por vos
he dejado a la Duquesa.
DUQUESA

 (Aparte. 

¡Bueno es alegarme a mí
mi desprecio por fineza!)
Si piensa que eso me obliga, 530
se ha engañado vuestra alteza
que el mérito de mi voz
de mi hermosura es ofensa.
Ayer estaba casado
con una dama tan bella 535
como la Duquesa ¿y hoy,
porque me oyó, la desprecia?
Pues ese mismo desaire
temo yo que me suceda;
porque para mí hay mañana, 540
si hay hoy para la Duquesa.
Y mi desprecio está solo
en que oiga su ligereza
otra que cante mejor
y me deje a mí por ella. 545
Yo no he de fiar mi pecho
de voluntad tan ligera
que con una voz se muda,
que es el riesgo que más suena;
y de tan justo recelo 550
no se admire vuestra alteza,
porque la voz que le muda
es la que a mí me despierta.
Yantes que venga mi padre,
me dé para irme licencia; 555
que mi pecho él se la toma
de no admitir sus finezas.
DUQUE
Oid, Señora, esperad.
DUQUESA
No estoy aquí con decencia.

  (Aparte. 

Carlos ha de ser mi esposo, 560
pues logra en él mi belleza
inclinación y venganza;
y aunque el desaire me ofenda,
después de haber visto al Duque,
voy del desprecio contenta.) 565
 

(Vase con SILVIA.)

 


Escena VIII

 

El DUQUE, FENISA, LAURA, COLMILLO.

 
DUQUE
Oid vos.
COLMILLO
Esto es mejor.
FENISA
¿Qué me manda vuestra alteza?
DUQUE
Le dijisteis a mi prima
lo que os dije?
FENISA
¿Eso pudiera
habérseme a mí olvidado? 570
COLMILLO

 (Aparte. 

¡Ay Dios, que la hace tercera
de sí misma!) Eso, Señor,
no tardó en saberlo ella,
mas que estotra en escucharlo.
DUQUE
¿Sábeslo tú?
COLMILLO
Aquesa es buena;
575
fíate desta, Señor,
que es grandísima alcahueta.
DUQUE
Pues ¿qué respondió?
FENISA
Enojada
escuchó que tú la quieras,
por lo que yo te previne. 580
DUQUE
Pues ¿qué prevención es esa?
FENISA
La de aquella que te quiere,
que es dama que tanto aprecia
como a sí misma.
DUQUE
¡Qué escucho!
¿Estáis hablando de veras? 585
FENISA
Pues ¿con vos he de burlarme?
DUQUE
¡Hay locura como aquesta!

  (Aparte a COLMILLO

Oyes, aquesta criada
está hablando por sí mesma.)
COLMILLO
Luego ¿ella es la que te quiere? 590
DUQUE
Sí, y quiere que yo la quiera.
COLMILLO
¡Que aquesta despilfarrada
a ti el respeto te pierda!
Cásala con un lacayo.
DUQUE

 (A FENISA.) 

Pues esa mujer ¿qué intenta? 595
FENISA
Si ella quiere, deseará
que tú te cases con ella.
DUQUE

 (Aparte a COLMILLO.) 

¿Oyes esto?
COLMILLO
¡Vive Dios,
que es muy grande desvergüenza!
Ya merece un barrendero. 600
DUQUE

 (A FENISA.) 

Decidla, si eso desea,
que yo le propondré al Duque
su amor, y en correspondencia
haga ella esto con mi primo,
que podrá ser que la quiera. 605
FENISA
Pues decidle vos al Duque
que esta dama es tan soberbia,
que es posible, aunque después
el Duque llegue a quererla,
que no quiera ser su dama 610
la que él hace su tercera.
 

(Vase con LAURA.)

 


Escena IX

 

El DUQUE, COLMILLO.

 
DUQUE
¿Qué dices desto, Colmillo?
COLMILLO
Que el jubón se me revienta,
de risa, por los costados.
DUQUE
¿Has visto cosa como esta? 615
¿Quién es aquesta criada?
COLMILLO
Yo bien la conozco, y era
su madre...
DUQUE
¿Quién fue su madre?
COLMILLO
Quien dio a tu prima la tela,
y son hermanas de leche. 620
DUQUE
¿Si es loca?
COLMILLO
Y este es su tema.
DUQUE
Mas mi prima ¿no es hermosa?
¿No es mejor que la Duquesa?
COLMILLO
¡Jesús! más de palmo y medio.
DUQUE
¿Puede acaso ser como ella, 625
aunque sea más hermosa?
COLMILLO
Eso es poner una vela
al lado de una bujía.
La Duquesa es algo fea,
al andar es desairada; 630
¿Reparaste en las caderas,
que levanta una más que otra?
DUQUE
¿Cuándo?
COLMILLO
Al entrar por la puerta.
DUQUE
Pues ¿yo la vi?
COLMILLO
Así es verdad,
Que tú no estabas con ella. 635
DUQUE
Ni quiera amor que lo esté,
Como yo a mi prima tenga.
COLMILLO

 (Aparte.) 

¿Puede haber más lindo chiste?
¿Qué hará el Duque cuando sepa
que la Duquesa y su prima 640
son entrambas de una pieza?
DUQUE
¿Qué dices?
COLMILLO
Digo, Señor,
que si tú agora te cebas
con el sabor del conejo,
y te le engulles, no sea, 645
que cuando sepas que es gato
quieras volverle y no puedas.
DUQUE
Pues ¿cómo puede ser eso?
COLMILLO
Digo yo, si la Duquesa
te pareciese mejor. 650

  (Aparte. 

Mas; ¡que se me ha de ir la lengua!
Pero aqueste es el remedio.)
Federico.
DUQUE
Salte afuera.
COLMILLO

 (Aparte.) 

Si no me socorre el viejo,
toda la cuba revienta. 655

 (Vase.) 



Escena X

 

FEDERICO. El DUQUE.

 
DUQUE
¿Federico?
FEDERICO
Gran Señor.
DUQUE
Tengo de vos una queja.
¿No sabéis vos, Federico,
que tengo yo sangre vuestra,
y que vos la tenéis mía, 660
y quien su valor desprecia
me ofende?
FEDERICO
Pues ¿quién es?
DUQUE
Vos,
que, obligado a engrandecerla,
sois quien la tenéis en menos.
FEDERICO
No he entendido a vuestra alteza. 665
DUQUE
Pues ¿vos no sois quien tenéis
en Milán la mejor prenda,
más digna de mi corona,
y os vais a buscar afuera
dueño para mi albedrío? 670
FEDERICO
¿Qué prenda, Señor, es esa?
DUQUE
Vuestra hija.
FEDERICO

 (Aparte. 

¡Ay Dios! ¿qué escucho?)
Pues ¿habéis llegado a verla?
DUQUE
Sí, que no bastan recatos
a amorosas diligencias; 675
su voz fue a mi amor el norte
con que descubrí mi estrella.
FEDERICO
¿Qué decís? ¿No veis que es ya
vuestra esposa la duquesa
de Parma?
DUQUE
Lo que yo digo
680
es lo que es justo que sea:
mi esposa ha de ser mi prima.
FEDERICO
Señor, señor, las quimeras
de amor, efectos del gusto,
no son para anteponerlas 685
al honor; el vuestro está
empeñado en la Duquesa,
y el mío y el de Milán;
vuestra esposa ha de ser ella.
No imaginéis fantasías; 690
que razones como estas
más son de mozo que duque.
Permitidme esta licencia;
que estas canas son la nieve
con que ese fuego se templa. 695
DUQUE
Federico, esto ha de ser;
y porque en la resistencia
no perdáis tiempo, sabed
que mis bodas ya están hechas.
FEDERICO
¿Hechas? ¿Qué decís, Señor? 700

  (Aparte. 

El cielo aquí me defienda;
que la Duquesa dirá
que yo, por lo que interesa
mi ambición, soy quien la engaña.
no es posible que lo crea; 705
que mi hija es muy mi hija,
y sin mí no se atreviera.)
¿Hechas vuestras bodas ya?
¡Dénme los cielos paciencia!
Mirad bien lo que decís. 710
DUQUE
Pues ¿no basta que yo quiera?
FEDERICO
¿Cómo basta? No, Señor.
DUQUE
¿No?
FEDERICO
No, con vuestra licencia;
que vos a errar no bastáis,
siendo yo quien os gobierna. 715
DUQUE
Pues ¿quién lo puede impedir?
FEDERICO
Vuestro honor, vuestra grandeza,
la razón y la justicia,
vos, que es una cosa mesma;
y yo, Señor, yo también; 720
que para cosas como estas
vos mismo me habéis de dar
contra vos la resistencia.
DUQUE
Pues no os la doy, Federico;
y os mando que me obedezca 725
vuestra lealtad, o lo hará
mi amor sin vuestra obediencia.
FEDERICO
¡Jesús! Señor, ¿qué decís?
Este Mozo se despeña;
Dios me libre destos juicios. 730
Vuelva a saber vuestra alteza
que yo no le he de dejar
caer en tan grande afrenta.
DUQUE
Pues yo a vos vuelvo a deciros
que ha de ser, aunque no quieran 735
vuestras canas.
FEDERICO
Será eso
para que Milán se pierda.
DUQUE
Federico, reparad
que habláis conmigo, y ya es esa
osadía demasiada, 740
y sabré, si vos tenerla,
dar la mano a vuestra hija
y cortaros la cabeza.
FEDERICO
Mi cabeza está postrada
a vos por obligación, 745
y a cosa tan mal pensada
la bajará vuestra espada,
mas no vuestra sinrazón.
Y aunque os admire el oillo,
en esto, Señor, me cierro; 750
que yo no he de permitillo,
y obedeceré a un cuchillo
por no obedecer a un yerro.
La palabra es el primero
honor del hombre: está dada; 755
se ha de cumplir por entero;
porque ni aun de amor el fuero
la deja desobligada.
Que yo resista, Señor,
lo que mandáis no es muy justo; 760
mas no es vasallo traidor
quien es desleal al gusto
por ser leal al honor.
Quien os resiste es tirano
si en vuestra ofensa se muestra; 765
mas siendo en honor, yo gano,
porque es una mano vuestra
quien resiste la otra mano.
Con ella ha de ser la lid
que os digo y que os da sospecha; 770
que lo intente permitid;
y si lidian, advertid
que yo esgrimo la derecha.
Si me vence su porfía,
no cortaréis con la diestra 775
mi cabeza, y en tal día
la muerte podrá ser mía,
mas la afrenta ha de ser vuestra.
 

(Vase. Al propio tiempo llegan CARLOS y COLMILLO, que se detienen en el cancel de la puerta y hablan aparte.)

 


Escena XI

 

CARLOS, COLMILLO. El DUQUE.

 
CARLOS
¡Cielos, rara ventura!
COLMILLO
Señor, cabe primero lo que pasa. 780
CARLOS
La Duquesa la dicha me asegura
y conmigo se casa.
COLMILLO
¿Sabes lo que hay de nuevo?
CARLOS
Nada saber procuro.
COLMILLO
Oye con Barrabás, pues yo me atrevo 785
a advertirte que aqueso no es seguro.
CARLOS
¿Qué dices? Mas el Duque está presente;
yo le pido licencia.
COLMILLO
Hombre, detente;
que te vas a perder.
CARLOS

 (Presentándose.) 

Aparta, loco.
COLMILLO
Pues acuérdate de eso de aquí a un poco. 790
DUQUE
¿Es Carlos?
CARLOS
El que ya tus plantas besa.
DUQUE
¿Con qué acción os volviste a la Duquesa?
CARLOS
Señor, volví y la dije que tú estabas
tan malo, que su vista dilatabas
porque enfermo su alteza no te viera. 795
Mas ella lo tomó de tal manera,
que, o porque ha hecho aprehensión de su desprecio
o porque acaso de entre el vulgo necio
esta mormuración llegó a su oído,
de su desaire la venganza ha sido 800
favorecerme a mí; y soy tan dichoso,
que me quiere, Señor, hacer su esposo;
su mano quiere darme porque en ella
tenga mi suerte su feliz estrella.
Con su mano, Señor, tomar espero 805
mi estrella; tan feliz me considero,
pues porque suba yo a tomarla ufano,
es todo el cielo quien me da la mano,
pero siendo primero mi obediencia,
no la quiero lograr sin tu licencia, 810
y a pedírtela vengo, desto ufano.
DUQUE
¿Que la Duquesa a ti te da la mano?
Y ¿parécele, Carlos, que es decencia
que yo para casar te dé licencia
con quien te ha parecido tan hermosa, 815
cuando vas a traerla por mi esposa?
CARLOS
Pues dejándola tú, ¿quién la pudiera
merecer más que yo?
DUQUE
Yo lo dijera
si tanto indicio no me hubiera dado
tu deslealtad; que haberte enamorado 820
desde ayer, que supiste que no es mía,
no puede ser;que es corto plazo un día
para concierto, que de atrás se infiere.
COLMILLO
¡Qué! No, Señor; que ha mucho que la quiere
DUQUE
Carlos, yo vuestro pecho he conocido, 825
y aunque yo a la Duquesa no he querido,
bastaba que por mía ibais por ella,
para que, cuando os pareció tan bella
(teniendo vos mi sangre, que es más feo),
fuese a los ojos pero no al deseo. 830
Más yo castigaré intentos villanos.
CARLOS
¡Señor, viven los cielos soberanos...
DUQUE
No me habléis más en esto.
CARLOS
Ya es forzoso
pedir licencia para ser dichoso.
DUQUE
Si pudiereis volver a su presencia, 835
bien os podéis casar; yo os doy licencia.

 (Vase.)  



Escena XII

 

CARLOS, COLMILLO.

 
CARLOS
Cielos, ¡qué es esto que escucho!
¿Licencia me da, si puedo
volver a ver la Duquesa?
COLMILLO
Pues ¿qué has inferido de eso? 840
CARLOS
Que me lo quiere estorbar.
COLMILLO
Eso yo también lo temo.
El que te ha de embargar las mulas.
CARLOS
¡Válgame el cielo! ¿Qué es esto?
COLMILLO
Pues ¿eso dudas ahora? 845
Veslo aquí cómo era bueno,
para hablar después al Duque,
haberme oído primero.
CARLOS
Pues ¿qué era lo que decías?
COLMILLO
¿Agora quieres saberlo? 850
¿Qué ha de ser lo que se sigue,
después del asno estar muerto?
CARLOS
¡No me dirás lo que ha sido?
Di, Colmillo, ¿qué hay de nuevo?
COLMILLO
De nuevo, Señor, no hay nada, 855
porque lo que hay es ya viejo:
que el Duque se ha enamorado
de la Duquesa.
CARLOS
¿Eso es cierto?
COLMILLO
Así lo estuviera yo.
CARLOS
Pues ¿cómo ha sido?
COLMILLO
Dio en ello,
860
viéndola ahora en tu cuarto,
y su juicio está perdiendo;
digo el sentido, que el juicio
para el Duque, volaverunt.
CARLOS
Malas nuevas te dé Dios. 865

 (Dale.)  

COLMILLO
Y a ti te ablande los dedos
aunque sea a panadizos,
pues la cara me has deshecho;
¿piensas que estás amasando,
hombre del diablo?
CARLOS
¿Qué es esto?
870
¡Que ya de mi voluntad
no es dueño mi entendimiento!
Y aunque quiera revocarla,
no he de poder, vive el cielo!
¿Cómo la vio o cómo pudo 875
enamorarse tan presto?
Dilo pues.
COLMILLO
Señor, el hombre
es fácil y pega luego.
CARLOS
Pues ¿supo que ella aquí estaba?
COLMILLO
No, Señor; que ese es el cuento. 880
Mas ellas vienen aquí
con tu padre.
CARLOS
Yo resuelvo
no darme por entendido,
y proseguir en mi empeño.
No digas que yo sé nada. 885
COLMILLO
Obedecerte prometo;
que ya saben mis hocicos
cómo son tus mandamientos.


Escena XIII

 

La DUQUESA. FENISA, FEDERICO. Dichos.

 
FEDERICO
¿Eso, Señora, ha pasado?
DUQUESA
Sí, Federico; él muy tierno 890
me tuvo por vuestra hija,
y me enamoro, y yo quiero
volverme, pues ya de verle
se me ha logrado el deseo,
y para casarme a gusto, 895
tengo ya elegido el dueño.
FEDERICO

 (Aparte.) 

Cielos, ¡hay mayor ventura!
Todo aquí se me ha dispuesto
como yo lo deseaba;
pues el Duque, presumiendo 900
que era mi hija la Duquesa
se rindió a su rostro bello,
y por mujer me la pide;
con que yo en dársela luego,
quedo bien con la Duquesa 905
y con él, pues te obedezco.
FENISA

 (Aparte.) 

Aunque yo estoy desairada,
buen fin tendrá mi desprecio
si la Daquesa se casa
con Carlos; ¡quiéralo el cielo! 910
CARLOS
Ya, Señora, al Duque he hablado.
DUQUESA
Trata, Carlos, al momento
de disponer mi partida.
CARLOS
Y será con gusto nuevo,
pues para ser vuestro esposo 915
del Duque licencia tengo.
FEDERICO
Carlos, ¿qué es eso que dices?
CARLOS
Que ya la licencia llevo
para ser duque de Parma.
FEDERICO
Pues ¿cómo puede ser eso, 920
si el Duque se ha enamorado
de la Duquesa, entendiendo
que era mi hija, y me la pide,
y estoy loco de contento
de ver que con la Duquesa, 925
puedo lograr su deseo,
y cumplirla mi palabra?
DUQUESA
Es que yo agora no quiero,
que mujeres como yo
no se enamoran por ecos 930
de otras cuya voz los llama;
porque aquese rendimiento
se debe a lo que imagina,
y no a lo que le parezco.
FEDERICO
¿Qué es loque dices, Señora? 935
FENISA
Pues Señor, ¿no es esto cierto?
Hace muy bien la Duquesa,
que él la enamoró, entendiendo
que era yo, porque de oírme,
lo estaba ya de mi acento; 940
y a ser yo vos, si de amor
a verle llegara muerto,
no admitiera sus finezas.

  (Aparte. 

Bien sabe Dios que yo miento;
mas porque me importa aquí, 945
hablo contra mi deseo.)
FEDERICO
¿Qué estás diciendo, rapaza?
¿Quién a ti te mete en eso?
Vete de aquí.
FENISA
Yo, Señor,
digo que ha sido desprecio 950
de su hermosura.
FEDERICO
¿Tú sabes
de amor, ni haces juicio en esto?
DUQUESA
Si ha visto el desprecio mío,
¿no es fuerza que ha de saberlo?
FENISA
Yo, Señor...
FEDERICO
Vete a tu cuarto.
955
FENISA
Sé el desaire.
FEDERICO
Éntrate adentro.
Vete luego. ¡Miren pues!
¿Qué sabe ella de desprecios?
FENISA
Ya me voy.
FEDERICO
Éntrate pues.
FENISA

 (Aparte a la DUQUESA.) 

Señora, pues fue su intento 960
quererme a mí, no le admitas.
FEDERICO
Muchacha, ¿qué estás diciendo?
FENISA
Me despido.
FEDERICO
Vete pues.
FENISA
Va, Señor, ya te obedezco.

 (Vase.)  



Escena XIV

 

La DUQUESA, FEDERICO, CARLOS, COLMILLO.

 
CARLOS
Señor, si el Duque a mi hermana 965
quiere, y le mueve su acento,
no es la Duquesa a quien ama.
FEDERICO
Pues ¿qué viene a importar eso,
si al verla fue su hermosura
la que llevó su deseo? 970
CARLOS
No es, Señor, sino la voz.
COLMILLO
Y yo soy testigo de ello,
porque a él lo habla enamorado
la voz, y aunque hallara dentro
un capón fuera lo mismo. 975
DUQUESA
Sea o no, ya es este empeño
de mi elección y mi gusto.
CARLOS
Y de mi amor, que no es menos,
para defenderlo ya.
COLMILLO
Y mío; que también quiero 980
a la Duquesa yo, en cuanto
haya lugar de derecho.
FEDERICO
¿Qué decís, locos, osados,
atrevidos, sin respecto?
¿Tú has de osar poner los ojos 985
en las prendas de tu dueño?
DUQUESA
Si yo lo fuera, no diera
la licencia para ello;
pero habiéndosela dado,
puede Carlos y yo puedo. 990
CARLOS
Y con esta voluntad
resisto yo tus preceptos.
FEDERICO
¿Qué es resistirlos, villano?
¿Tú hablas así? ¡Vive el cielo,
que te haga cortar al punto 995
la cabeza!
COLMILLO

 (Aparte.) 

Del proceso.


Escena XV

 

Un CAPITÁN, criados. Dichos.

 
CAPITÁN
¿Carlos?
CARLOS
¿Qué es lo que queréis?
CAPITÁN
A que os deis a prisión vengo,
y a que me entreguéis la espada
por el Duque...
CARLOS
¿Cómo es esto?
1000
COLMILLO
Las mulas te han embargado.
CARLOS

 (Aparte a COLMILLO.) 

Cielos, ya mi mal es cierto!
Sin duda el Duque sabía,
cuando vio su rostro bello,
que estaba aquí la Duquesa, 1005
y la enamoró; y si es esto,
corre peligro mi vida.
COLMILLO
Pues pongamos tierra en medio.
CARLOS

 (Al CAPITÁN.) 

Yo no he de darme a prisión.
COLMILLO
Ni yo me doy ni me presto. 1010
FEDERICO
¿Qué es lo que dices, traidor?
Entrega la espada luego.
¿Tú a tu dueño la resistes?
DUQUESA

 (Deteniéndole.) 

Federico, deteneos;
que Carlos no habla aquí ya 1015
como vasallo a su dueño,
sino como mi marido.
FEDERICO
¿Agora estamos en eso?
La espada ha de dar, Señora;
que ni lo es ni puede serlo. 1020
Andad, Señor, dad la espada.
CARLOS
Por mi padre te obedezco;
que si no...

 (Entrega a su padre la espada.)  

FEDERICO

 (Al CAPITÁN.) 

Aquesta es la espada;
tomad, Señor, vaya preso.

  (Aparte. 

Así remedio este daño.) 1025
DUQUESA
Federico, ¿cómo es esto?
¿No atendéis a lo que digo?
FEDERICO
Señora, y ¡cómo que atiendo!
DUQUESA
¿No veis que es mi esposo Carlos?
FEDERICO
¿No veis que no puede serlo, 1030
pues yo, a quien le está mejor,
soy quien lo está resistiendo?
DUQUESA
Pues sabed que yo del Duque
viendo el injusto desprecio,
con razón te he dado a Carlos 1035
digno lugar en mi pecho;
que soy duquesa de Parma,
y armas y vasallos tengo.
Mirad si podré librarle,
pues ya conmigo le llevo. 1040

 (Vase.)  

FEDERICO
¡Jesús, qué extraña locura!
CARLOS
Señor, si ella...
FEDERICO
Calla, necio.
CARLOS
La Duquesa...
FEDERICO
¿Qué duquesa?
CARLOS
Lo quiere.
FEDERICO
Llevadle luego.
CARLOS
Pues ¿no lo oyes?
FEDERICO
Que es en vano.
1045
No puede ser, vaya preso.

 (Vase.)  

CARLOS
Cielos, ¡qué intenta mi padre!
COLMILLO
Que no quiere verse suegro.



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