Nector es un perrazo de pastor y a la vez un personaje muy inteligente. Si os oye gritar ¡gatos! ladra y echa a correr.
Su instinto es tan sorprendente que, en ocasiones, diríase que su cerebro razona y deduce como pudiera hacerlo una mente humana.
Ese niño que veis en el dibujo se ha deslizado escaleras abajo y se ha perdido. Nector parece adivinarlo.
No debe saber exactamente cuál es su puerta: por eso está custodiando al angelito hasta que llegue un policía. Este averiguará pronto cuál es la madre que ha perdido a su bebé.
Era el primer día realmente primaveral del año: un espléndido domingo. Después de oír misa, Dora, su padre y su madre, fueron a dar un paseo por el bosque. En los árboles empezaban a brotar las nuevas hojas, tan lindas, viéndose sólo asomar unos puntitos verdes en las áureas yemas, prontas ya a abrirse.
-¡Qué hermoso es esto! -dijo Dora.- Me gusta la primavera porque todas las cosas ¡parecen tan nuevecitas!...
-Escucha -repuso su padre,- ¿oyes ese canto?
-No, ¿qué es? -preguntó Dora.
-Sentémonos y escuchemos de nuevo.
Ahora ¿lo has oído esta vez?
-¡Ah sí! ¡es un cuclillo! ¿De dónde ha venido? -añadió Dora.
Su padre la sentó en sus rodillas, y le explicó que el cuclillo huye siempre en invierno y sólo vuelve en la primavera.
-¡Qué lindo! -dijo Dora- Me gustaría ser un cuclillo. Pero no: no quiero decirlo. Creo que es mejor ser una niña, porque... pues sí, porque tengo vestidos nuevos todo el año y no solamente en la primavera como los pájaros y los árboles.
-Tú que sentado ahí estás, | |||
¿querrás decirme quién eres? | |||
-Soy un perro muy hermoso, | |||
¿no lo ves ya? ¿qué me quieres? | |||
-Yo soy un gato de Angora, | |||
un gato muy mono ¿entiendes? | |||
pero que jamás de un perro | |||
temió el afilado diente. | |||
¿Deseas luchar conmigo? | |||
Baja, pues, ya, si te atreves. | |||
-Gracias, gracias, compañero; | |||
permíteme que no acepte; | |||
que en aquestas | |||
circunstancias el trato no me conviene, | |||
pues tú eres de carne y hueso, | |||
un ser que vive y que siente | |||
a diferencia de mí, | |||
que soy un simple juguete | |||
de porcelana muy frágil, | |||
tan quebradiza y endeble, | |||
que mi insegura existencia | |||
de un leve choque depende. |