Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.

  —30→  


ArribaAbajoInfidelidad


ArribaAbajo Soledad
es cerrar la puerta,
y partir hacia nada ni nadie
o ir a ninguna parte,
y llegar a ningún lugar,  5
simplemente caminar
con los ojos vacíos
y el corazón desbordante.

Soledad
es buscarse en el espejo,  10
y no encontrar a nadie
y apretar los párpados
y dejar caer los rocíos del alma
que derrita un sol oculto y triste,
sencillamente callar  15
aunque los truenos abunden en nuestras sienes.

Soledad
es volver a casa
y abrir la puerta
y recordar porqué se ha cerrado,  20
y aceptarle bajando la mirada,
y seducirla o violarla,
y serle fiel aparentemente,
y traicionarle con un poema.

  —31→  


ArribaAbajoMentiroso


ArribaAbajoYo decreté la apertura de tu vida,
de muchacha florecida y mujer inédita,
yo hice florecer con un poema
el capullo de tus labios de rosa,
yo inauguré con un largo piropo  5
tu sonrisa de muchacha enamorada,
yo estrené con mis labios vaqueanos
los tuyos, aprendices, en un beso casi no consumado;
yo fui el descubridor, adelantado,
y conquistador de tu cuerpo de continente,  10
de tierras y aguas vírgenes,
yo exploré con mis manos asombradas
las maravillas de tu flora y fauna,
yo fui el primer cartógrafo privilegiado
de tu geografía de guitarra recién desenfundada,  15
y fui yo también el primer astronauta
que alunizó en tu astro de luna en celo,
y fui el primer pájaro que anidó en tu alma,
y fui el primer llanto que nubló tus pupilas,
y fui el primer «mentiroso» en tu vida;  20
pero nunca sabrás cuánto te quise,
y que por no perderte te perdí,
y que este poema lo escribí para vos.

  —32→  


ArribaAbajoTu lunar


ArribaAbajoUna isla abandonada
en medio de un mar de papel,
golpeada constantemente
por las olas de tu sonrisa,
acariciada suavemente  5
por el viento de tu respiración,
luna negra de una cara
de cielo blanco: tu lunar.

Un punto insoslayable
en la geografía del infinito, el blanco de esta mirada  10
que te disparan mis ojos tristes,
ombligo del universo mío,
la capital de mi alegría: tu lunar.

Una flor aplastada y oscura
en la barranca de tus labios,  15
una garza enlutada en la orilla
de tu boca lacustre de bordes finos,
una lágrima de noche: tu lunar.

O como una gota de esta tinta espesa
que ha caído muy cerca del tintero,  20
están separados tu boca y tu lunar.
Entre ellos hay una distancia: tu tristeza
y los une milagrosamente: tu sonrisa.

  —33→  


ArribaAbajoTachado


ArribaAbajo... porque te regalé un libro de poemas
en el día hermoso de tu cumpleaños,
con mi nombre en letras de imprenta,
abajo de una escueta dedicatoria
que te escribí en tu presencia misma,  5
a la luz de tu mirada apacible.
a la lluvia de tus besos dulces,
a la sombra de tu cuerpo frondoso
y te entregué en cada página toda mi alma
y posteriormente llegó el diluvio.  10
... hasta que descendí de mi arca bondadosa
y me encontré nuevamente en tu vida,
esa patria tan llena de ensoñaciones,
y descubrí que mi nombre habías tachado
en el libro que te regalé en el día  15
hermoso de tu cumpleaños
y supe que también estaba tachado en tu alma.

  —34→  


ArribaAbajoLabios y poesía


ArribaAbajoEres puro cabellos,
brazos y guitarra.

Eres puro miradas,
besos y canciones.

Eres puro caricias,  5
cuerpo y silencios.

Eres puro suspiros,
sueños y esperanzas.

Eres puro incendio,
labios y poesía.  10

Eres pura soledad,
ojos y ventanas.

Eres pura mujer,
niña y muchacha.

Eres todo poemas.  15

  —35→  


ArribaAbajoSolamente


ArribaAbajo Para verte,
solamente abrí los ojos
y cerré un libro de poemas.

Para conocerte,
planté un beso en tus labios,  5
y arranqué un suspiro de tu pecho.

Para besarte
solamente bajé los párpados
y alcé el telón de mi alma.

Para soñarte  10
solamente desplegué los brazos
y corté las alas a mi dolor.

Pero todo,
sucedió solamente en este poema.

  —36→  


ArribaAbajoPura mujer


ArribaAbajoTu mirada de cielo triste
me habla siempre, muchacha
de guitarra herida cruelmente,
del dolor que te embaraza,
de la lágrima que acunas en tu alma,  5
de la tristeza que gobierna tu vida,
de la soledad que no puedes erradicar
de tu pecho de habitación olvidada,
de la esperanza misericordiosa
que agoniza trémula en tus manos,  10
y de las ganas que tienes de vivir,
a pesar de la desesperación diaria.

Tus poemas de palabras inocentes
me comentan siempre, muchacha
de gorrión de alas cercenadas,  15
de los sueños interrumpidos
que entierras cotidianamente;
que la muerte que postergas, haces bien,
de pura mujer nomás;
y este poema testimonia mi dolor  20
por tu dolor y cree en vos, muchacha
y te extiende la mano para que caminen
juntos, hacia el horizonte de la poesía.

  —37→  


ArribaAbajoCuando me miras


ArribaAbajo Debes saber, amor,
que a menudo,
(te confieso: siempre... siempre)
cuando me miras,
me asaltan tus ojos,  5
y me despojan de todo:
de mis palabras más queridas,
de mis silencios más odiados,
y dejan a mi alma desnuda,
como el otoño deja al árbol...  10

Cuando me miras, amor,
tus ojos violan a mi corazón,
a pleno sol,
y allanan el altar sublime,
trono oscuro y húmedo,  15
de mi inspiración temblorosa.

Puedes creerme, amor,
cuando me miras,
mi piel no es más que un papel,
en blanco, quemándose  20
y que pronto será cenizas.
En serio, amor,
cuando me miras,
no veo nada.

  —38→  


ArribaAbajoDestrucciones


ArribaAbajoLas espinas de tus senos consternan
de un dulce dolor a mi alma
y endulza de placer la sangre,
agria, de mis venas ascéticas.
El viento de tu mano de luna  5
recorre los bordes escarpados
de mi cuerpo árido,
y explora las sendas ya transitadas
que desembocan en el jardín
de la fruta prohibida.  10
Mi espalda de cielo caído
me derrumbó sobre ti,
y fui testigo de las destrucciones:
de tu sangre, zumo de rosa roja
y tu grito, llanto de un violín  15
estremecido.
Sin embargo, no puedo dar
testimonio de todo el hecho:
estuve siete segundos ausente.

  —39→  


ArribaAbajoOraciones


ArribaAbajoSoy un hombre que reza
a la vida desadjetivada y desnuda,
a la vida sin definiciones ni conceptos,
a la vida, simplemente.

Soy un hombre que reza  5
a la muerte sin bautismo ni extremaunción,
a la muerte sin promesas ni recompensas,
a la muerte, simplemente.

Soy un hombre que reza
al amor sin mujeres ni sexos,  10
al amor sin poesías ni enamorados,
al amor, simplemente.

Soy un hombre que reza
a un Dios sin patria ni representantes,
a un Dios sin nombre ni apellido,  15
a un Dios, simplemente.

Soy un hombre que reza
y mis poemas sólo sueñan ser oraciones
en labios anónimos de una angustia.
Soy un hombre que reza, simplemente.  20

  —40→  


ArribaAbajoTuve y tengo


ArribaAbajo Tuve sangre en los ojos,
llanto de tantos insomnios;
tuve lágrimas en los labios,
lluvia de tantas angustias;
y tuve espina en las espaldas,  5
puñal de tantas torturas.
Sin embargo, no se escuchó nada,
ni un sólo grito ni gemido.
Tuve sangre en los ojos,
hoy tengo tinieblas;  10
tuve lágrimas en los labios,
hoy tengo silencios;
tuve espinas en mis espaldas,
hoy tengo cicatrices;
y sigo sin lanzar un grito  15
pero he intentado un poema.



  —41→  

ArribaAbajoPuñal y pluma

  —[42]→     —43→  


ArribaAbajoPuñal y pluma


ArribaAbajo Yo no soy un «poeta
que besa con la pluma»,
yo soy el poeta
que escribe con el puñal
en el cuaderno de los desengaños,  5
y utiliza como tintero su propia herida.

Yo no soy un poeta
que se enamora en los versos,
yo soy el poeta
que prefiere un beso conquistado  10
antes que imaginar en cien poemas,
porque nada hay entre un beso y la poesía.

Yo no soy un poeta
que se tutea con las flores,
yo soy el poeta  15
que comparte un lecho espinoso con el amor,
se revuelca sobre el filo de una espada
y amansa sus sienes con un fusil.

Yo no soy un poeta
que llora en las entrelíneas de los versos,  20
yo soy el poeta
que llena de lágrimas los surcos de sus poemas
y de llantos jubilosos la acequia de su esperanza,
porque nunca confundí la metáfora con la hipocresía.
—44→
Yo no soy un poeta  25
que canta a la abundancia,
yo soy el poeta
que llora por el salario del pobre sin Cristo,
por el pobre que tiene muchos hijos
y un sólo pan que no se multiplica.  30

Yo no soy un poeta
que besa con la pluma,
yo soy el poeta
que apuñala la vida en cada verso
y vive en el corazón de un perro rabioso  35
y muere en el alma de un gorrión afiebrado.

  —45→  


ArribaAbajoZapatillas rebeldes


A una madre que está triste
y espera al hijo.




ArribaAbajoSalió un día a principios del año 1976,
de la casa que lo sigue esperando hasta hoy,
justo en el momento en que el sol, cansado,
empezaba a ir a pique en un mar de llamas
que constituía el horizonte allá a lo lejos;  5
justo lo sorprendió la madre aquel atardecer,
cuando se calzaba sus «zapatillas rebeldes»,
zapatillas curtidas con el barro eterno,
cicatriz perpetua de las villas miserias,
zapatillas que han recorrido, incansables,  10
todos los caminos de las «provincias huérfanas»,
zapatillas sucias, pero con la suela firme
y los cordones temblorosos e intactos.
Salió aquel atardecer y quedaron esperándolo:
una madre que «moriría por volver a verlo»,  15
un padre que se muerde los dientes de impotencia,
un hermano que reniega de ser hermano inútil,
una novia que cree en el poder del amor,
y la guitarra, que dejó desnuda en su cama.
Eduardo era un poeta, pero no como yo,  20
porque él tenía la costumbre de escribir
sus poemas en los muros en blanco de la ciudad,
escribía en el rostro mismo de la injusticia,
y escribía con el alma misma y no con las manos.
Salió aquel atardecer con sus «zapatillas rebeldes»  25
que conocieron la partida, pero jamás el regreso.

  —46→  


ArribaAbajoRazones I


A un amigo borracho.



ArribaAbajoHabitualmente
el fuego flamea en mis entrañas,
la noche se prolonga en mis ojos,
y la inspiración es una enfermedad
que no me perdona un sólo día,  5
con su fiebre de pájaros alucinados;
mis pulmones son nidos de suspiros
que vuelan con frecuencia tristones,
y mis manos me han abandonado,
quedando mi guitarra sin caricias,  10
por un cuerpo de paloma frágil
y no han vuelto ni por equivocación.
Habitualmente
me voy en un vaso infinito
que me fulmina en un sorbo,  15
que me diluye en lágrimas
y no vuelvo hasta el crepúsculo.
Habitualmente
me falta un poco de dinero,
y me sobran un montón de razones  20
para emborracharme.

  —47→  


ArribaAbajoRazones II


ArribaAbajo Tengo razones
para apuñalar mis ojos y llorar sangre,
para cosquillear mi guitarra y cantar ternura;
para quebrar mi cuerpo y burlar al dolor,
para besar un cuchillo y borrar una herida.  5

Tengo razones
para clavar mi garganta y gritar temores,
para desempañar mi mirada y sonreír caricias;
para desnudar mi pecho y mostrar su corazón,
para arropar mi voz y guardar su canto.  10

Tengo razones
para agujerear mis sienes y descubrir ideas,
para romper mis dedos y escribir poemas;
para morir en mi angustia y enterrar mi rebelión,
para nacer en mi sonrisa y elevar mis razones.  15

Pero para amarte, muchacha, no tengo razones...

  —48→  


ArribaAbajoRegreso


ArribaAbajoSe aproxima diciembre, tu promesa,
trayendo su piel sin estrenar,
mostrando su rostro demasiado arrugado
de año viejo y con sus meses arrancados,
de no soportar el tiempo de la soledad,  5
de no resistir el designio del calendario
y el sol ya ha comenzado a madurar
y las cigarras han quebrado el silencio
que las mantuvo arbitrariamente encapsuladas
y las sandías empezaron a herirse  10
a sangrarse, por dentro azucaradamente
y el cielo también comenzó a desenlutarse
para derramarse sobre las playas desnudas
y se aproxima diciembre, tu promesa,
presagiando sonrisa a mi melancolía  15
y yo quiero, necesito, creer en tu regreso.

  —49→  


ArribaAbajoChóferes tristes


ArribaAbajo En el asfalto duerme,
mojado,
mi ánimo de gorrión anidado
en esta mañana salvaje
y lluvia mansa.  5

En la lluvia mansa nace,
desnuda,
mi tristeza de oscuro carcelero,
en ventana enrejada
y horizonte cuadriculado.  10

Hacia el horizonte cuadriculado,
llora
mi pecho bajo los neumáticos
de autos despiadados
y chóferes tristes.  15

Sigue la lluvia,
sigo mirando,
sigue mi ánimo en el asfalto,
sigue desnuda mi tristeza,
sigue llorando mi pecho,  20
siguen los chóferes tristes,
sigo escribiendo,
termina el poema.

  —50→  


ArribaAbajoUn amigo a mano


ArribaAbajo Un día que da pena,
un domingo terrible,
una mañana con guerra,
sin la muchacha amada
y la guitarra enferma  5
y una soledad apoética
que invita a morir
y olvidarse de todo;
un día desesperante,
hablando claro y sucio.  10
¿Qué hubiera sido de mí
sin un amigo a mano?

  —51→  


ArribaAbajoSoñar y ser


ArribaAbajoDesde siempre quise ser poeta,
mucho antes de poblar el vientre
misericordioso, de mi madre,
en las sienes desesperadas
de mi padre -entre latidos polvorosos-  5
ya andaba pateando adjetivos.
Desde chico soñé con este oficio,
desde niño nomás comencé:
a guiñar el ojo a la luna,
a hacerme amigo de la noche,  10
a fabricar ristras de palabras,
a rumiar la goma de la tristeza,
a comulgar la ostia de la soledad,
a empuñar la áspera pluma,
a enamorarme del diccionario escolar,  15
a recibir las cachetadas de la sintaxis,
a escupir la cara al analfabetismo,
a renunciar mi sangre por la tinta,
a cultivar metáforas transparentes,
y a cosechar poesía popular.  20
Desde siempre quise ser poeta,
sigo queriendo ser poeta,
aunque llore siempre, siempre,
al parir un poema.

  —52→  


ArribaAbajoNo


ArribaAbajoAcaso alguien te preguntó ¿quieres vivir?
No. Pero vives como si hubieras solicitado
-la vida- tú mismo, en el momento del sol amoroso;
vives imprudente e irresponsablemente
como si pertenecieras a ti mismo (engañado),  5
vives jactándote de tener todos los derechos
sobre la ¡libertad! de ELEGIR:
acaso has elegido el color de tu piel,
acaso has elegido la miseria que tienes,
acaso has elegido la angustia que posees  10
y acaso has elegido tus preguntas sin respuestas¡!¿?
Acaso alguien te preguntará ¿quieres morir?
No. Pero mueres como si esa fuese tu decisión,
mueres como si no tuvieras otra cosa que hacer,
mueres porque sabes que, sencillamente,  15
todo el mundo debe morir porque sí
y mueres porque ya no soportas la vida...
La vida es una sentencia que cumplir,
la muerte es una pena que pagar
y este poema es el pecado de ser poeta.  20

  —53→  


ArribaAbajoLa constitución


ArribaAbajo Las palabras son inútiles,
los silencios son incapaces,
las miradas son fútiles,
las caricias son ineficaces,
las consolaciones son varias,  5
los consejos son estúpidos,
los rezos son improductivos
y la fe se derrumba pronto
cuando un dolor atraganta,
cuando un miedo estrangula,  10
cuando un llanto enceguece,
cuando un grito nos aprieta,
cuando un pecho se revuelve,
cuando un canto se posterga
y se decreta el mutismo  15
y se promulga el terror
y se legaliza la muerte
y se dictamina la lágrima
y se aprueba la tortura
y se lee la Constitución  20
como una receta de cocina,
sin tener pan ni agua.

  —54→  


ArribaAbajoPoema eterno


ArribaAbajoNecesito una palabra incorruptible,
una palabra dura que resista todo:
la lectura de una mirada ponzoñosa,
de unos ojos enturbiados de «culturas»,
los pasos inexorables del tiempo ciego  5
que tritura bajo sus pies el sentimiento,
la lluvia imperdonable del olvido
que esfuma con su respiración el dolor,
la noche ineludible de la historia
que se venga tarde cobardemente,  10
la sombra asolapada de la indiferencia
que nos desahucia entre sus brazos
y nos borra de un plumazo para siempre.
Por eso necesito una palabra dura,
una palabra indestructible y feroz,  15
una palabra que cuando diga silencio
diga piedra misma, estatua olvidada,
palabra que cuando diga alegría
diga sonrisa perpetua, lágrima invertida,
y cuando diga, a veces, desesperación  20
diga cuchillo en celo, cruz herida;
por eso necesito una palabra dura
como de piedra, para esculpir un poema eterno.

  —55→  


ArribaAbajoUn hombre


ArribaAbajoTengo una lágrima fácil,
unos párpados sensibleros,
y un dolor sin precio
y unos ojos baratos.

Tengo un nombre desarraigado,  5
un apellido de pueblo,
y una genealogía sin nobleza
y un corazón sin alcurnia.

Tengo un alma incendiada,
un pecho turbulento,  10
y unas manos que esperan
llenas de caricias.

Tengo un pasado lacrimógeno,
un presente lluvioso,
y un futuro poemático  15
que aguarda en mis sienes.

Tengo un pensamiento ligero,
un sentimiento pagano,
y una creencia primitiva
y un vivir sin mandamientos.  20
—56→

Tengo un caminar firme,
un andar distraído
y un andar inocente,
y un odiar premeditado.

Tengo pocas cosas, casi nada,  25
pero soy todo un hombre, en ciernes.

  —57→  


ArribaAbajoUna pregunta


ArribaAbajo¿Por qué siempre el silencio? Me preguntas.
Es sencilla la respuesta. Te digo...
Porque pedí al mundo una sonrisa
y descubrí sus encías desdentadas
y sus ojos caídos como luciérnagas  5
en un vaso de llantos.
Porque pedí un beso a mi muchacha
y descubrí sus alas dejándome
y sus brazos abiertos hacia otro sol,
ajeno a mi universo triste.  10
Porque no tengo nada más que pedir,
porque no quiero nada más,
por eso estoy callado, estoy silencioso
y tu pregunta no será respondida, Amigo,
y mi poema no tendrá nunca explicación.  15

  —58→  


ArribaAbajoDolores


ArribaAbajo Me duele
tantas patrias
y tantos destierros
para un sólo hombre.

Me duele  5
tantas guerras
y revoluciones
para un sólo hombre.

Me duele
tantas llegadas  10
y no menos adioses
para un sólo hombre.

Me duele
tantos muertos
y tantas balas  15
para un sólo hombre.

Me duele
tantas cárceles
y ostracismos,
para un sólo hombre.  20

Me duele
tantas heridas,
y tantas cicatrices,
para un sólo hombre.
—59→

Me duele  25
tantos latigazos,
y escasas caricias
para un sólo hombre.

Me duele
tantas mentiras,  30
e injusticias decretadas,
para un sólo hombre.

Me duele
tantos hombres,
y tantos dioses  35
para un sólo hombre.

  —60→  


ArribaAbajoGorrión optimista


ArribaAbajo Ya que no puedo ser feliz,
seré guitarra esperanzada
en las manos de la vida,
y seré canción de cielo innublable
en las gargantas del pueblo.  5

Ya que no puedo ser feliz,
seré silencio revolucionario
en los labios de la gente,
y seré gorrión optimista
en los tejados de la sociedad.  10

Ya que no puedo ser feliz,
seré crepúsculo honesto
en el horizonte gris del arte,
y seré balcón riente y florecido
en las muecas de la ciudad.  15

Ya que no puedo ser feliz,
seré ternura en cada verso,
en el poemario de la angustia,
y seré enredadera sensual
en los edificios de la espera.  20

Ya que no puedo ser feliz,
seré sonrisa fotográfica y detenida
en la memoria de las muchachas,
y seré lágrima inocultable
en los ojos de mis hermanos.  25
—61→

Ya que no puedo ser feliz,
seré palomo marginado
en la catedral del lamento,
y seré obrero amante
en los lechos de la justicia amada.  30

Ya que no puedo ser feliz,
seré carne contra el paredón
para el fusil de la poesía,
y seré hueso blando y fatal
para el perro de la luna.  35

Ya que no puedo ser feliz,
seré un poeta deslumbrado
en los brazos de la inspiración.

  —62→  


ArribaMitacuñami


ArribaMitacuñami mañá pyjharé, rembé ysapyva
jha otykytykyva umi nde reságui vya'y rycué;
jhi'ántepa cheve ndeve ayapó mäva icatu'yva
jha topí upeicha ne äme oicova ne ma'ë omboycué.

Mitacuñami reyapayereiva pe ñuatï apytepe,  5
co che popytepe ndeve aicuave'ë poyví mandîyú;
jhanga'u ra'é nde moñañu'á, remoí nde apere
jha tomocä ndeve tuguy nde pirégui co che mboraijhú.

Mitacuñami mbaracá jhäseva yvoty pirúre
jha yvytú ro'yre reityvyrova nde recovemí;  10
aipotante che co ñe'ë rory osëva che cüre
añopü nde apysáre ñaimé jha'ara añondivemí.

Mitacuñamí kysepe ejhe'yiva nde mba'e remoi,
eyú rojhenoi ame'ëse ndeve co che po iujhei;
reñoty jhaguä nde reté cocuére jha upei tajheñoi  15
che cuä nde yîkyivo ne äme cunu'ü jha purajhei.