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41

Véase en De bono conjugali, M. J. Rouët de Journel, Enchiridion patristicum, Barcinone MCMLIX23, pp. 554-555; también, H. Denzinger-C. Bannwart-I. B. Umberg, Enchiridion symbolorum, Barcinone MCMLV30, p. 259.

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42

«Disonancias y armonías», p. 832a.

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43

La Cópula, p. 138. Véase un texto coincidente en p. 211. «La gran conquista de nuestro Naturalismo -observa J. Oleza- es haber descubierto que la trascendencia está en la materia misma y que ésta no es disociable del espíritu»; o. c., p. 35.

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44

La Cópula, p. 217; «subió David otra vez al lecho, y a la vista de todo el deslumbrante ejército de azulejos, ofició», dice en p. 225, donde la expresión «copones sagrados contenedores de la semilla humana» ( = 'los testículos') insinúa una paronomasia sin pizca de intención irreverente.

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45

Ib., p. 191.

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46

El gusano de luz, p. 20b. Para los otros dos conceptos, vid. La Cópula, pp. 150 y 185.

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47

Carta inédita fechada en la Nochebuena de 1906; véase en el Apéndice a este trabajo.

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48

El gusano de luz, p. 21a.

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49

Véase B. Mariano Andrade, La antropología criminal y la novela naturalista, Madrid 1896, p. 128.

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50

La Cópula, pp. 124, 149-150, 176 y 178-179.

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