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San Isidro labrador de Madrid

Lope de Vega



[Indicaciones de foliación en nota.1]



Hablan en ella las personas siguientes:
 

 
JUAN DE VARGAS.
DON JUAN RAMÍREZ.
DON PEDRO DE LUJÁN.
DOÑA INÉS DE CASTILLA.
ISIDRO.
MARÍA.
JUAN DE LA CABEZA.
BENITO PRECIADO.
PASCUAL DE VALDEMORO.
MARÍA,   labradora.
TERESA,   labradora.
CONSTANZA,   labradora.
ESTEBAN.
LORENZO.
TADEO.
ENVIDIA.
DEMONIO.
MENTIRA.
RODRIGO.
TRES ÁNGELES.
UN SACRISTÁN.
BARTOLO.
TRES MUCHACHOS VILLANOS.
RUBIO,   pobre.
MORATA,   pobre.
UN SOLDADO,   pobre.
SILVESTRA,   pobre.
MARI SECA,   pobre.
UN MAYORDOMO.
JUAN SACERDOTE.
LA REINA.
LUDOVICO.
FERNANDO.
EL CURA DE SAN ANDRÉS.
[BERMÚDEZ,   criado.]
[PÁEZ,   criado.]
[ANA.]
[PEROTE,   pastorcillo.]
[TOMÁS,   pastorcillo.]
[UN CIEGO].
[UN COFRADE].
[MÚSICOS].
[MANZANARES].
[JARAMA].





ArribaAbajoActo I

 

Salen JUAN DE VARGAS con borceguíes, y acicates, y adarga, y lanza, y de la misma manera DON JUAN RAMÍREZ y DON PEDRO DE LUJÁN.

 
JUAN
DE VARGAS
Bien queda su soberbia castigada.
DON JUAN
RAMÍREZ
No volverán tan presto a nuestros muros.
  —fol. 263r→  
DON PEDRO
DE LUJÁN
¡Qué mal les ha lucido la celada,
si el moro nos pensaba hallar seguros!
JUAN
DE VARGAS
Probó esta vez de la cristiana espada5
los vengativos filos, y los duros
aceros de la lanza, y dejó llena
de sangre y cuerpos la teñida arena.
DON JUAN
RAMÍREZ
Valeroso, ¡por Dios!, habéis andado,
Jüan de Vargas, pero ¿cuándo menos?10
JUAN
DE VARGAS
Y vós, don Juan Ramírez, imitando
vuestros padres; en guerra y paz tan buenos.
DON PEDRO
DE LUJÁN
Por vós, Juan, el verde campo y prado,
más que de arena y de árboles amenos,
queda cubierto de despojos moros,15
y goza vuestra patria honra y tesoros.
JUAN DE
VARGAS
Don Pedro de Luján, si el más pequeño
de los que fueron a esta impresa honrosa
queréis hacer de la vitoria dueño,
agraviaréis vuestra opinión famosa.20
DON PEDRO
DE LUJÁN
Mi fee y palabra como hidalgo empeño,
que no ha sido lisonja ni otra cosa
fuera de la verdad que siempre estimo.
JUAN
DE VARGAS
Honraisme como amigo y como primo,
mas ¿qué no hará la hidalga gente nuestra25
animada de dos señoras tales;
la que en Atocha humilde a Madrid muestra,
del sol de Cristo, rayos orientales,
y la que honrando, de la parte vuestra,
la entrada desta villa, celestiales30
guardas le pone, y de milagros llena,
cobra el renombre santo de Almudena?
DON JUAN
RAMÍREZ
Decís muy bien, que si una y otra puerta
está guardada destas dos señoras,
segura está la villa, y cosa es cierta 35
que nos darán su sol tales Auroras.
DON PEDRO
DE LUJÁN
La campaña de bárbaros cubierta,
y volver nuestras armas vencedoras,
después de Dios a entrambas se atribuya,
que en ellas quiere honrar la madre suya. 40
A la Virgen, Jüan, del Almudena,
que está en Santa María desta villa,
voy a ofrecer una bandera llena
—fol. 263v→
de lunas de los moros de Sevilla;
ganela de un alférez, que en la arena 45
de Manzanares, la feroz cuchilla
de su alfanje de suerte ejercitaba,
que el agua en roja sangre trasformaba.
Dadme licencia, Juan.
DON JUAN
RAMÍREZ
Y yo también la pido
para llevar a la de Atocha santa,50
de tela de oro un bárbaro vestido,
de aljófar guarnecido hasta la planta.
JUAN DE
VARGAS
Mañana pienso verlas, que no olvido
la merced de sus manos, pues es tanta,
que entre otras cosas, dos pendones rojos,55
a los pies de su altar, serán despojos.
DON JUAN
RAMÍREZ
Adiós, Jüan.
JUAN DE
VARGAS
Adiós, Ramírez noble.
DON PEDRO
DE LUJÁN
Veámonos después, famoso Vargas.
JUAN DE
VARGAS
Mi obligación, Luján, crecéis al doble.
DON PEDRO
DE LUJÁN
De vós tendrá Madrid historias largas.60
JUAN
DE VARGAS
Ya su madroño se convierte en roble,
y por las blancas bárbaras adargas,
su fruta en sangre, porque al Norte helado
llegó el valor del oso coronado.
 

(Vanse, y salen DOÑA INÉS DE CASTILLA, mujer de JUAN DE VARGAS, con dos criados.)

 
DOÑA INÉS
DE CASTILLA
Seáis, señor, bienvenido.65
JUAN
DE VARGAS
Vós la primera, mi bien,
me habéis recebido.
DOÑA INÉS
DE CASTILLA
He sido
la que del vuestro también
mayor cuidado ha tenido.
Ya he sabido el buen suceso.70
JUAN
DE VARGAS
¿De quién?
DOÑA INÉS
DE CASTILLA
De veros no más,
que el mío consiste en eso.
JUAN
DE VARGAS
No se ha contado jamás
vitoria con tanto exceso.
Toma esta lanza y adarga, 75
Bermúdez.
BERMÚDEZ
¡Guárdete el cielo,
que bueno vienes!
JUAN
DE VARGAS
Encarga,
Páez, aquel castañuelo;
regalo y sustento alarga,
que es hidalgo y sufridor80
cuanto puedo encarecer.
PÁEZ
Descuida, Juan, mi señor.
DOÑA INÉS
DE CASTILLA
Todos os vienen a ver,
a todos debéis amor.
La casa está alborotada, 85
bien será que descanséis.
JUAN
DE VARGAS
El descanso, Inés amada,
es veros.
DOÑA INÉS
DE CASTILLA
Bien lo debéis,
ausencia también llorada.
Pero bien lo habéis pagado90
con el bien de haber venido.
 

(Sale ISIDRO con hábito de labrador.)

 
ISIDRO
¿Señor decís que ha llegado?
JUAN
DE VARGAS
¡Oh, Isidro!
ISIDRO
Los pies os pido,
costado me habéis cuidado.
Mi señora doña Inés 95
de Castilla, vuestra esposa,
os dirá mi amor.
JUAN
DE VARGAS
No es,
—fol. 264r→
Isidro, tan nueva cosa
para que testigos des.
ISIDRO
¿Cómo ha ido por allá?100
¿Habéis muerto muchos moros?
JUAN
DE VARGAS
Castigados quedan ya;
sus despojos y tesoros
se quedan, Isidro, acá.
ISIDRO
No ha habido día que yo105
a Dios no os encomendase,
que grande pena me dio
el ver que el Moro llegase
donde jamás se atrevió.
Cuando el vueso antecesor, 110
Gracián Ramírez de Vargas,
venció al Bárbaro Almanzor,
vio este muro sus adargas
y sus ropas de color.
Oí decir a mi abuelo, 115
téngale Dios en su gloria,
que tuvo Gracián recelo
de perder la gran vitoria
que le dio entonces el cielo.
Porque hasta el muro llegó120
la multitud de los moros
que nunca después se vio;
mas tal capitán de coros
de ángeles la defendió;
que fue la hermosa María 125
de Atocha.
JUAN
DE VARGAS
No menos creo
que nos ayudó este día.
ISIDRO
Como el Capitán Hebreo,
que el sol veloz detenía,
tiene María divina130
detenido el sol de Cristo,
siendo sus brazos cortina.
JUAN
DE VARGAS

 ([Aparte a su mujer.]) 

¡Qué buen hombre!
DOÑA INÉS
DE CASTILLA
Y muy bien quisto.
JUAN
DE VARGAS
¿Mucho a la virtud se inclina?
DOÑA INÉS
DE CASTILLA
No hay en todos sus iguales135
labrador de su opinión,
ni que tenga entrañas tales.
JUAN
DE VARGAS
Yo le he cobrado afición.
ISIDRO

 ([Aparte.]) 

Mis amos son principales;
¿qué dudo, pues ha venido 140
ocasión que estén los dos
juntos, de hablarlos?, si ha sido
voluntad de Dios, que a Dios
lo tengo todo ofrecido.
¡Pardiez!, decírselo quiero, 145
buena ocasión hay agora,
que él es un gran caballero
y ella una noble señora;
pues si hay ocasión, ¿qué espero,
Señor?
JUAN
DE VARGAS
¿Qué hay, Isidro, amigo?
150
ISIDRO
Los labradores, señor,
desta villa...
JUAN
DE VARGAS
Decid.
ISIDRO
Digo,
que viéndome labrador
y que en efeto me obligo
a toda vuesa labranza,155
dicen que solo no puedo;
que aunque soy de confianza,
mientras en el campo quedo,
y un sol a otro sol alcanza...
En fin, en casa no tengo160
quien della tenga cuidado,
ni de mí cuando a ella vengo
de arar y cavar cansado.

 ([Aparte.] 

Con vergüenza me detengo;
pero habrelo de decir), 165
Han tratado de casarme;
licencia os vengo a pedir,
y sabed que habéis de honrarme,
pues yo os procuro servir.
JUAN
DE VARGAS
¿Luego ya tenéis tratado170
vuestro concierto?
ISIDRO
Señor,
el suegro, a la fee, es honrado,
y aunque pobre labrador,
limpio como yerba en prado.
La novia tiene virtud,175
que es el dote verdadero
para la paz y quietud.
JUAN
DE VARGAS
¡Alto!, ser padrino quiero.
ISIDRO
Dios os aumente en salud,
—fol. 264v→
hacienda, gusto y estado.180
DOÑA INÉS
DE CASTILLA
Tu madrina, Isidro, soy.
ISIDRO
Saldré de los dos honrado.
DOÑA INÉS
DE CASTILLA
La norabuena te doy.
ISIDRO
La buena Dios me la ha dado,
que al que lleva mujer buena, 185
Él le da la nota buena,
porque cuando buena es,
¡qué de horas buenas después
le quitan cualquiera pena!
DOÑA INÉS
DE CASTILLA
¿Cómo se llama?
ISIDRO
María
190
de la Cabeza se llama,
de quien decirte podría,
por las nuevas de su fama,
que lo ha de ser de la mía.
Si a la mujer que ha de honrar 195
su esposo suelen nombrar
corona de su nobleza,
María de la Cabeza
de Isidro la han de llamar.
Que mi corona ha de ser200
la que es tan buena mujer.
JUAN
DE VARGAS
Pues avísanos del día.
DOÑA INÉS
DE CASTILLA
Y traedme acá a María,
que la quiero componer.
ISIDRO
Bien vuestra nobleza muestra205
que me habéis de hacer merced.
JUAN
DE VARGAS
Tú verás la intención nuestra.
ISIDRO
¡Mi Dios! Vuestro soy, haced
como de cosa que es vuestra.
 

(Vanse, y salen JUAN DE LA CABEZA, BENITO PRECIADO, PASCUAL DE VALDEMORO.)

 
JUAN
DE LA CABEZA
No tengo más que dalle, sabe el cielo210
que diera a Isidro yo, si fueran mías,
las casas de Ludeñas y Cisneros.
BENITO PRECIADO
De vuestro proceder está muy llano,
y del merecimiento del mancebo.
PASCUAL
DE VALDEMORO
¡Pardiez, compadre Juan de la Cabeza!,215
que vós le dais marido a vuestra hija
que le puede envidiar cualquiera conde,
cualquiera duque y aun cualquiera reina.
No sé cómo os figure y enquillotre
las virtudes de Isidro; solo os digo220
que no amanece el alba sin que aguarde
a la puerta de nuestra iglesia, atento
a cuando el sacristán a abrirlas venga,
y que jamás al campo va sin misa;
lo que es rezar y dar de su pobreza225
limosna a cualquiera pobre, es cosa estraña,
pues si es por dicha pobra y tiene niños,
ayunará porque lo coman ellos.
JUAN
DE LA CABEZA
Todos me cuentan grandes alabanzas,
Pascual de Valdemoro, de mi yerno, 230
mas yo juro que si él es virtuoso,
que no le queda en zaga la muchacha,
—fol. 265r→
de tal madre fue hija, y que tal era
su ánima; Dios la tenga allá en su gloria.
BENITO PRECIADO
Ya no cale llorar por los difuntos,235
mayormente tan buenos y tan santos.
Oí decir que todo el día estaba
en la iglesia mayor Santa María,
rezando a aquella antigua y santa imagen
del Almudena.
JUAN
DE LA CABEZA
¡Y cómo si rezaba!,
240
bien lo sabe la Virgen, bien lo sabe
el cura, el sacristán, hasta las lámparas;
¿qué aceite no llevaba? ¿Qué candelas
no ardieron en su altar?
PASCUAL
DE VALDEMORO
Ella era santa,
y así también lo espero de su hija;245
¿darale Juan de Vargas algo al novio?
JUAN
DE LA CABEZA
No dejará de darle, que es hidalgo
y ha días que le sirve.
PASCUAL
DE VALDEMORO
Si él guardara,
todavía tuviera alguna cosa,
que en verdad que me dicen que el salario250
es el mayor que gana en Madrid mozo.
JUAN
DE LA CABEZA
¿Qué le da Juan?
PASCUAL
DE VALDEMORO
Por meses se concierta.
JUAN
DE LA CABEZA
¿Y gana cada mes...?
PASCUAL
DE VALDEMORO
Es mucho.
JUAN
DE LA CABEZA
¿Cuánto?
PASCUAL
DE VALDEMORO
Tres reales pienso, y de comer abondo.
BENITO PRECIADO
La casa, ¡gloria a Dios!, asaz es rica.255
PASCUAL
DE VALDEMORO
Bartolo viene acá.
BENITO PRECIADO
Dimonio es este;
no hay boda en que no baile, dance y cante.
PASCUAL
DE VALDEMORO
A fee que es hombre suelto y suficiente.
 

(Sale BARTOLO.)

 
BARTOLO
Dios os guarde, honrada gente,
entre cuyas buenas vidas260
habrá bien docientos años.
JUAN
DE LA CABEZA
Ya con tu humor nos visitas.
BARTOLO
¿Pesaos de tener edad?
La bendición más cumplida
es llegar a vuestros años.265
BENITO PRECIADO
Plega al cielo que los vivas.
BARTOLO
Y fuera desto, es locura
que le pese al que camina,
cuando al fin de la jornada
se acerca, y más si es prolija. 270
Pero porque hayáis placer,
que a los viejos regocija,
siempre la paz de la patria,
sabed que con mayor prisa
que vino el Moro, se vuelve.275
PASCUAL
DE VALDEMORO
¿Adónde?
BARTOLO
Al Andalucía,
que entre Illescas y Toledo,
nuestros Laras, y Castillas,
Lujanes, Ramírez, Vargas,
Ludeñas, Luzones, Silvas,280
Zúñigas, Mendozas, Prados
y otros de varias familias
le han vencido, y por Madrid,
con las banderas tendidas,
entran de despojos llenos.285
JUAN
DE LA CABEZA
¡Gran vitoria!
BENITO PRECIADO
Estraña dicha.
BARTOLO
Pero toda aquesta entrada,
—fol. 265v→
sus caballos, que relinchan
como que sus casas sienten
y a sus señoras avisan. 290
Con sus trompetas y cajas,
y aquellos huesos que chillan
más altos algunas veces
que tiples de chirimías.
Sus armas, en quien el sol 295
como en espejo se mira;
sus banderas de colores,
que adornan bandas moriscas.
Las damas, que a las ventanas
les dan la buena venida,300
unas saliendo en cabello
para dar al sol envidia,
otras vestidas de galas,
y de esperanzas vestidas,
me han parecido también 305
como agora por la villa
las hermosas labradoras,
que acompañaron tu hija,
todas vestidas de grana,
de azul y verde palmilla. 310
Con sus vestidos, que adorna
oro y plata, y blancas cintas,
con sus patenas y sartas,
corales y gargantillas,
donde es el aljófar negro, 315
y fuera la nieve tinta,
porque me dicen que viene
de Isidro dichoso a vistas;
mas pues que Dios se la da,
San Pedro se la bendiga.320
JUAN
DE LA CABEZA
En día de tal contento,
buen agüero tomarán.
PASCUAL
DE VALDEMORO
¡Pardiez!, juntado se han,
hoy se enjunia el casamiento.
 

(Salen por una parte, MARÍA, TERESA, y CONSTANZA labradoras, muy galanas, y por otra parte ISIDRO, y otros labradores, ESTEBAN, LORENZO y TADEO.)

 
TERESA
No vayas tan vergonzosa,325
alza los ojos, María.
ESTEBAN
Isidro, el alba del día
nunca salió tan hermosa.
Alza los ojos y mira
aquel sol resplandeciente.330
LORENZO
Yo os juro que se contente
aunque veis que se retira.
Que no hay en la villa moza
que con María se iguale2.
TADEO
Ved con qué vergüenza sale.335
BARTOLO
¡Risa y placer me retoza!
¡Ea!, acérquense los dos.
LORENZO
Anda, Isidro, no seas lerdo,
habla, revuelve en tu acuerdo.
ISIDRO
María, guárdela Dios.340
MARÍA
Y a él le guarde también.
CONSTANZA
¡Con qué frialdad respondiste!;
dale una buena mirada.
MARÍA
Después que esté desposada
le veré.
TERESA
Mal respondiste:
345
porque antes del casamiento
se ha de mirar el marido,
que aun los ojos y el oído
se engañan en más de ciento.
MARÍA
Si Dios nos junta a los dos,350
él le habrá mirado ya.
ESTEBAN
¿No está hermosa?
ISIDRO
Hermosa está,
en su rostro alabo a Dios.
Si tiene tanta hermosura
una mujer en el suelo, 355
¿qué será un ángel del cielo?
Y si la hermosa figura
de un ángel es de tal modo,
¿cuál será el Criador, que, en fin,
es el principio y el fin, 360
sin principio y fin de todo?
CONSTANZA
Paréceme, Juan, que están
los dos novios ya contentos;
concluïd los casamientos.
JUAN
DE LA CABEZA
Hoy, Constanza, quedarán,365
—fol. 266r→
por lo menos, desposados:
¡Isidro!
ISIDRO
Señor.
JUAN
DE LA CABEZA
Yo quiero
decirte el dote primero.
ISIDRO
Perded, padre, esos cuidados,
que la virtud de María370
la dota en tanto valor
que viene a ser inferior
el oro que Arabia cría.
JUAN
DE LA CABEZA
Yo te doy primeramente
mil maravedís en plata375
y en oro.
ANA

 ([Aparte.]) 

Mirad si trata
su hacienda liberalmente.
JUAN
DE LA CABEZA
Entre ellos hay un escudo
que treinta años he guardado,
tan bueno, limpio y dorado 380
como cuando hacerse pudo.
Porque desde que cayó
en mis manos le guardé
para esta ocasión; no sé
si le gastarás o no,385
pero si aquella sin ley
a gastalle te obligare,
haz por tu vida que pare
en comprar un gentil buey.
Sin esto, te pienso dar 390
dos colchones y un jergón,
y advierte que nuevos son,
que no te quiero engañar.
No ha diez años que se hicieron,
ni seis veces se han lavado;395
seis sábanas de delgado
lienzo, que en dote me dieron.
Cuatro almohadas y un banco,
una silla de costillas,
trébedes, sartén, parrillas,400
y un paño de manos blanco.
No ha un año que estaba entero
y en toda su perfección;
mal le dé Dios al ratón
que le hizo un agujero.405
Dos sargas de linda mano,
la una tiene a David
y el gigante, que en la lid
tendió en el verde llano.
Ella está a medio traer410
porque era el lienzo algo flojo;
fáltale al gigante un ojo,
pero no se echa de ver.
La otra tiene pintado
el pródigo, que dirás415
que viendo en la artesa estás
los lechones y el salvado.
Están con ojos estraños,
mirando el pródigo esquivo,
y tan gordos que, a estar vivos,420
tuvieras para dos años.
Sin otras cosas así,
que por menudencias dejo,
te daré peine y espejo,
y por no cansarte aquí 425
no te digo los vestidos
y camisas de tu esposa;
tus camisones es cosa
que revientan de polidos.
Ella lleva allá también 430
su arca grande, donde puso
aspa, lino, rueca y huso
que sabe gastar muy bien.
Para después de mis días,
una viña, un pegujar, 435
y algo más hay que te dar,
sin tres cabras con sus crías.
ISIDRO
Dadme vuestra bendición.
JUAN
DE LA CABEZA
Dios te bendiga y te guarde.
BARTOLO
Vamos, señores, que es tarde; 440
decid: para en uno son.
TODOS
¡Para en uno son!
ISIDRO
Jüan,
mi señor, es el padrino.
ESTEBAN
De casados, imagino
que ejemplo los dos serán.445
BENITO PRECIADO
Id con la novia vosotras;
visitad a doña Inés.
  —fol. 266v→  
TERESA
Bien dice, alégrate pues,
que harto lo vamos nosotras.
PASCUAL
DE VALDEMORO
Vosotros podéis también450
ir con él a ver a Juan;
tú, Bartolo, al sacristán
da parte de tanto bien
para que lo diga al cura,
y vuelve con tu guitarra.455
BARTOLO
Traeré una danza bizarra,
en honra de su hermosura.
JUAN
DE LA CABEZA
Mañana ha de ser la boda,
y habrá naranja y ofrenda.
BARTOLO
Como la fama se estienda460
bailará la villa toda.
Tañe el tamboril, Miguel,
que al relincho y castañuela,
yo daré la zapateta
que se oiga en Caramanchel.465
 

(Vanse, y sale la ENVIDIA con un corazón en el pecho, y una culebra al hombro.)

 
ENVIDIA
De mi cueva sombría,
donde jamás ha entrado,
ni me alegra el sol, cuando pudiera
el resplandor del día,
cuyo umbral derribado470
jamás pisó mortal que no perdiera,
de ver mi vista fiera,
la razón y el sentido,
salgo a la luz del cielo,
tomando el mortal velo 475
de que viene mi espíritu vestido,
aunque viendo su lumbre
su resplandor me causa pesadumbre.
No soy la que procuro
vencer la gloria ajena,480
mas soy la que a Josef matar quería,
la que el alma aventuro,
si alguna cosa es buena,
hasta envolverla en la tiniebla mía;
ni el bien ni el mal quería,485
el mal, porque dél gusto,
y el bien, porque me mata,
que del cielo y la tierra me disgusto,
y del mismo profundo,
yo soy por quien la muerte entró en el mundo.490
Por mí fue perseguido
David; por mí fue preso,
vendido y muerto Cristo soberano;
por mí, César herido;
por mí, con tanto exceso495
—fol. 267r→
temblaron el francés, y el africano;
por mí, el mejor romano
lloró sin tener ojos;
no hay freno que me rija,
de la Corte soy hija, 500
y tengo sus palacios por despojos;
soy, sin razón, sin leyes,
sombra de las privanzas de los reyes.
Hame envïado al suelo
mi padre, fiero, horrible, 505
en cuyas alas y desnuda espada
caí del alto cielo
porque no fue posible
acabar la conquista comenzada;
no vengo a ser honrada510
de algún cetro o corona,
ni a perseguir me envía
los reyes que solía,
sino la baja y mísera persona
de un labrador que agora515
estima el cielo y esta tierra adora.
Un labrador envidio
porque pretende alzarse
con los estados que perdí por guerra.
Mirad quién da fastidio520
a quien quiso igualarse
con el mismo Hacedor del cielo y tierra;
cuanto veneno encierra
mi pecho ardiente, salga,
¡Isidro muera, muera! 525
¡Al arma, guerra fiera!,
aunque el auxilio celestial le valga.
¡Pastores deste suelo,
la Envidia soy, antípoda del cielo!
 

(Salen ESTEBAN, LORENZO y TADEO.)

 
ESTEBAN
¡Pardiez, que la novia ha estado530
en la misa y en la mesa
hecha de un ángel traslado!
ENVIDIA
¿Quién no envidia, a quién no pesa
de Isidro el dichoso estado?
LORENZO
No he visto tanta hermosura.535
TADEO
Su divina compostura
su casta vergüenza aumenta.
ESTEBAN
Una reina representa.
LORENZO
¿No has visto entre nive pura,
tal vez, la purpúrea rosa540
—fol. 267v→
que por diciembre salió?
Así está su cara hermosa.
ENVIDIA
¿Quién de Isidro no envidió
suerte tan alta y dichosa?
¿Un hipócrita, un villano,545
un ángel ha de gozar?
¿Por qué a un ignorante y vano
todos le han de respetar,
desde el mancebo al anciano?
Es porque es hombre fingido550
y de entrañas cautelosas.
ESTEBAN
¡Que este Isidro haya adquirido
con palabras engañosas
tanto honor!... Pierdo el sentido.
LORENZO
¡Que Isidro con su simpleza, 555
disfrazado en la corteza
un fingido corazón,
llegue a tal veneración
y aspire a tanta grandeza!
TADEO
¡Que con su dueño este necio, 560
como su risa no entiende,
llegue a tener tanto precio!
ENVIDIA
Ya mi veneno se enciende,
ya le tratan con desprecio.
Esto por principio sobra, 565
daré a la boda lugar,
que después pondré por obra
su infamia.
ESTEBAN
¿Quién no ha de estar
 

(Vase la ENVIDIA.)

 
triste del favor que cobra?
Jüan le estima y no hay hombre,570
de cuantos la villa tiene,
que tenga tanto renombre.
LORENZO
Al baile la novia viene.
TADEO
No hay cosa que más me asombre
que el honor que a Isidro dan.575
ESTEBAN
Manda que bailen, Jüan,
la naranja a nuestra usanza.
TADEO
Más de alguna invidia danza;
los novios saliendo van.
 

(Salen los villanos referidos, y los labradores detrás, JUAN con ISIDRO vestido, y DOÑA INÉS con MARÍA, lleguen a una mesa, y siéntense en sillas, y ellas en almohadas, BARTOLO, y los MÚSICOS tañendo, y pongan una fuente de plata en la mesa.)

 
JUAN
DE VARGAS
Bailad a la usanza vuestra;580
saquen los mozos las mozas.
ESTEBAN
¡Dichoso Isidro, que gozas
un ángel a costa nuestra!
BARTOLO
¡Pardiez!, por Constanza muero,
no la escuso de sacar, 585
mas tú puedes comenzar,
Lorenzo, el baile primero.
LORENZO
La naranja tengo aquí,
¡pardiez!, con dos reales.
BARTOLO
¡Dos!
LORENZO
Dos puse en ella por Dios.590
BARTOLO
Sal.
LORENZO
Toca.
BARTOLO
Comienza.
LORENZO
Di.
 

(Tome una naranja puesta en un palo, y dos reales metidos en ella y saque con reverencia a TERESA, y bailen los dos.)

 
MÚSICOS
Molinito que mueles amores,
pues que mis ojos agua te dan,
no coja desdenes quien siembra favores,
que dándome vida, matarme podrán.595
 

(Dale la naranja a ella, y baile sola.)

 
Molinico que mueles mis celos,
pues agua te dieron mis ojos cansados,
—fol. 268r→
muele favores, no muelas cuidados,
pues que te hicieron tan bello los cielos.
Si mis esperanzas te han dado las flores,600
y agora mis ojos el agua te dan,
no coja desdenes quien siembra favores,
que dándome vida, matarme podrán.
 

(Ofrezca la naranja en el plato de la mesa.)

 
TERESA
Esta te ofrezco, y me pesa,
María, de no tener605
un mundo que te ofrecer.
MARÍA
Yo lo agradezco, Teresa.
BARTOLO
Toma, Constanza, y ofrece
esta en mi nombre a María.
CONSTANZA
¿Sola?
BARTOLO
Sí.
CONSTANZA
Pues este día,
610
cuya hermosura merece
el novio que tiene al lado,
esta te ofrezco; ya estoy
sin ella.
BARTOLO
A bailarte voy
todo un villano cifrado.615
 

(Toquen los MÚSICOS, y BARTOLO, y CONSTANZA bailen este villano.)

 
MÚSICOS
Al villano se lo dan,
la cebolla con el pan.
Para que el tosco villano,
cuando quiera alborear,
salga con su par de bueyes620
y su arado, otro que tal.
Le dan pan, le dan cebolla,
y vino también le dan.
Ya camina, ya se acerca,
ya llega, ya empieza a arar. 625
¡Los surcos lleva derechos,
qué buena la tierra está!
«Por acá», dice al manchado3,
y al tostado, «por allá».
Arada tiene la tierra, 630
el villano va a sembrar;
saca el trigo del alforja,
la falda llevando va.
¡Oh, qué bien arroja el trigo!
¡Dios se lo deje gozar! 635
Las aves lo están mirando,
que se vaya aguardarán.
Junto a las hazas del trigo
no está bien el palomar;
famosamente ha crecido,640
ya se le acerca San Juan.
Segarlo quiere el villano,
la hoz apercibe ya.
¡Qué de manadas derriba!
¡Qué buena prisa se da!645
Quien bien ata, bien desata;
¡oh, qué bien atadas van!
Llevándola va a las eras,
¡qué gentil parva tendrá!
Ya se aperciben los trillos,650
ya quiere también trillar.
 

(Pónganse juntos, y bailen con los pies haciendo que trillan.)

 
¡Oh, qué contentos caminan!,
pero mucho sol les da.
La mano en la frente ponen,
los pies en el trillo van, 655
¡oh, qué gran sed les ha dado!,
¿quién duda que beberán?
Ya beben, ya se recrean,
¡brindis!, ¡qué caliente está!
Aventar quieren el trigo, 660
ya comienzan a aventar.
¡Oh, qué buen aire les hace!,
volando las pajas van,
—fol. 268v→
estremado queda el trigo,
dese limpio y candïal. 665
A Fernando, que Dios guarde,
se pudiera hacer el pan;
ya lo llevan al molino,
ya el trigo en la tolva está.
Las ruedas andan las piedras, 670
furiosa está la canal;
ya van haciendo la harina,
que presto la cernerán.
¡Oh, qué bien cierne el villano!,
el horno caliente está;675
¡qué bien masa, qué bien hiñe!
Ya pone en la tabla el pan,
ya lo cuece, ya lo saca,
ya lo quiere presentar.
 

(Lleguen todos con una rosca de picos con muchas flores.)

 
Tomad, novio generoso;680
hermosa novia, tomad;
que con no menor trabajo
habéis de comer el pan.
JUAN
DE VARGAS
Gran contento me habéis dado.
DOÑA INÉS
DE CASTILLA
¡Bien lo han hecho!
JUAN
DE VARGAS
Por estremo;
685
pero vamos porque temo
que se canse el desposado.
A su casa los llevemos
con el mismo regocijo.
BARTOLO
Isidro, Dios os dé un hijo 690
a cuyas bodas bailemos.
ISIDRO
Si él viene, ¿qué importa más
una alma para su cielo?
Bien sabe mi honesto celo.
ANA
María, suspensa vas. 695
¿No estás contenta?
MARÍA
Sí estoy.
CONSTANZA
Vergüenza debe de ser.
TERESA
De buen mozo eres mujer;
mil parabienes te doy.
MÚSICOS
Que si linda va la madrina, 700
por mi fee, que la novia es linda.
Si celebran la hermosura
de doña Inés de Castilla,
esposa de Juan de Vargas,
caballero de alta guisa, 705
por mi fee, que la novia es linda.
Que si linda era la madrina,
por mi fee, que la novia es linda.
 

(Vanse, y salen DON PEDRO DE LUJÁN, y RODRIGO, con un pendón, o bandera morisca.)

 
DON PEDRO
DE LUJÁN
Cuando salí, Virgen santa
que llaman del Almudena, 710
de tantos milagros llena,
como de vós Madrid canta,
por la puerta de la Vega
contra el Moro, que sin miedo
pasa por la de Toledo715
y a sus altos muros llega,
prometí que si volvía
con la vida y la vitoria
para vuestro honor y gloria,
pues ninguna gloria es mía, 720
os daría los despojos;
y así os traigo esta bandera,
y mil cautivos quisiera;
que el rayo de vuestros ojos
las almas les abrasara, 725
para que siendo tan vuestros,
hoy de los despojos nuestros
todo el cielo se alegrara.
Dame la bandera, amigo,
y aquesa cortina corre. 730
 

(Descubran una imagen en un altar.)

 
¡Oh, palma, divina torre!
¡Oh, estrella que adoro y sigo!
¡Oh, Virgen del Almudena,
de Madrid gloria y amparo,
antigua coluna y faro 735
—fol. 269r→
que al alma alumbra en su pena!
Esta bandera del Moro,
aunque es alarbe ornamento,
con humildad os presento,
Reina del virgíneo coro. 740
Pues desta parte guardáis
de Madrid, Señora, el muro,
que bien estará seguro,
pues vós en su amparo estáis.
Guardad un hijo tan vuestro,745
que de sus antecesores
ha heredado los amores
con que agora el alma os muestro.
¡Fíjala, Rodrigo, allí!
RODRIGO
Aquí estará bien, señor.750
DON PEDRO
DE LUJÁN
Señora, hacedme favor,
tened memoria de mí.
Deja la bandera y vamos.
RODRIGO
¿Ya tu promesa has cumplido?
DON PEDRO
DE LUJÁN
Lo que también es debido,755
justamente lo pagamos.
 

(Sale ISIDRO.)

 
¿Quién es este labrador
tan humilde y mesurado?
RODRIGO
Sospecho que es un crïado
de Juan de Vargas, señor.760
DON PEDRO
DE LUJÁN
Crïado debe de ser
de su labranza y hacienda.
RODRIGO
Y que puede en encomienda
todo esta villa tener.
¿Nunca has oído decir765
a Isidro?
DON PEDRO
DE LUJÁN
¿Es este buen hombre?
RODRIGO
De bueno le dan el nombre,
pudiérale Juan servir.
Que siembra, a lo que imagino,
gran cosecha para el cielo.770
DON PEDRO
DE LUJÁN
Si virtud siembra en el suelo,
cogerá fruto divino.
Ven, y dejémosle orar.
RODRIGO
Gran fama de santo tiene.
DON PEDRO
DE LUJÁN
¿Va al campo?
RODRIGO
Primero viene
775
a oír misa y rezar.
 

(Vanse.)

 
ISIDRO
Nube de tanto arrebol,
que el sol de justicia dora,
Dios te salve, hermosa aurora,
que trujiste al mundo el sol, 780
Dios te salve, María.
Tú sola, que fuiste digna
de oírle al ángel suave,
eres desta Salve el Ave,
pues tú sola, Ester divina, 785
llena eres de gracia.
Y mira, hermosa doncella,
remedio en nuestra desgracia,
si estás bien llena de gracia,
pues por confirmarte en ella790
el Señor es contigo.
Y de estar contigo, es tanta,
que del mundo entre otros dones,
todas las varias naciones
te han de llamar Virgen santa,795
bendita entre las mujeres.
Diste un fruto, hermosa Flora,
vara de Jesé excelente,
que del Ocaso al Oriente,
serás bendita, Señora, 800
y bendito el fruto.
Fue fruto en sazón hermoso,
que después se nos dio en pan,
pero ¿qué más te dirán
que ser el fruto sabroso805
de tu vientre Jesús?
Pariste a tu mismo padre,
y el parto de forma es,
que antes, en él y después,
quedaste Virgen y madre, 810
Santa María.
Cuando miro que prefieres
cuanto el sol alumbra y dora,
—fol. 269v→
y cuanto no es Dios, Señora,
solamente digo que eres 815
Madre de Dios.
Toda alabanza consiste,
ni hay otra que más te cuadre,
en que de Dios eres Madre;
pues por nosotros lo fuiste,820
ruega por nosotros.
Con lágrimas desde aquí,
que es valle dellas el mundo,
te llamo en lo más profundo,
ruega Señora por mí825
y por todos, amén.
 

(Levántase con una invención en alto, y entra un SACRISTÁN con una vela.)

 
SACRISTÁN
Buenos andamos, a fee;
no hay un tierro en un año,
parece que a reino estraño
la muerte a vivir se fue.830
Y ya que por sustitutos
a los médicos dejaba,
¿adónde escondió el aljaba
para cobrar los tributos?
Ya que peste o otros tales,835
o vienen a coyunturas,
todos aciertan las curas,
todos entienden los males.
Después que soy sacristán
solamente les da tos, 840
bien medraremos por Dios
con cuatro ochavos y un pan.
Quiero encender, ¿qué es aquesto,
que ya para buena estrena,
¡oh, Virgen del Almudena!845
en vuestra capilla han puesto?
Por el caballo del Cid,
que es bandera que han traído,
del Moro antiyer vencido,
los hidalgos de Madrid. 850
Aunque valiera un tesoro,
¿cómo en capilla cristiana
de una imagen soberana
ha de estar prenda de un moro?
¡Por mi sotana y bonete855
que hay para cuatro jubones,
y aun si quiero hacer calzones,
que es cuatro, y aun para siete!
Quiero ver si alguien me vee;
no hay en la iglesia un cristiano,860
pues de los muertos es llano
que no han de decir quién fue.
Señores muertos, ¡chitón!,
llegar quiero con más brío.
ISIDRO
¿Habrá misa, hermano mío?865
SACRISTÁN
Válame Dios, confisión.
ISIDRO
¿De qué se espanta?
SACRISTÁN
¿Quién es?
ISIDRO
Yo soy, ¿habrá misa, hermano?
SACRISTÁN

 ([Aparte.]) 

Que siempre esté este villano...
ISIDRO
¿Qué dice?
SACRISTÁN
Habrala después.
870

 ([Aparte.]) 

Este, que royendo santos
antes que amanece el día,
no deja en Santa María
pilares, losas, y cantos
detrás de donde no esté, 875
me hubo de ver escondido.
ISIDRO
¿Luego el cura no ha venido?
SACRISTÁN
El cura vino y se fue,
pero un clérigo está ahí;
no sé si misa dirá.880
ISIDRO
¿Que en la sacristía está?
SACRISTÁN
Yo no le digo que sí.
ISIDRO
Digo, hermano, ¿sabe acaso
quién puso aqueste pendón
aquí en aquesta ocasión?885
SACRISTÁN

 ([Aparte.]) 

Terrible vergüenza paso.
ISIDRO
Porque si este se ganó
en nombre desta Señora,
justo fue ponerle agora.
SACRISTÁN

 ([Aparte.]) 

Quedito, todo lo vio. 890
¡Toma si es simple el villano!
  —fol. 270r→  
ISIDRO
Que estas prendas, aunque son
de aquel bárbaro escuadrón,
cuando las gana el cristiano
parecen bien en el templo,895
que el cuchillo de David
colgó después de la lid
en el de Dios para ejemplo.
Mire, que los Macabeos,
librando a Jerusalén,900
colgaron en él también
sus escudos por trofeos.
SACRISTÁN
Si quería predicar,
anoche avisar pudiera
porque paño le pusiera.905
ISIDRO
Hermano, él me ha de enseñar
que una hormiga de la casa
de Dios tiene gran valor,
yo soy pobre labrador.
SACRISTÁN
¿Cómo?, ¿no vee que se pasa 910
la hora de trabajar?,
¿dale de comer su amo?
¿Para qué, sino le llamo,
hoy me viene a predicar?
Pues véngame otra mañana,915
verá si le abro la puerta.
ISIDRO
La de Dios siempre está abierta.
SACRISTÁN
¡Qué de retórica vana!
¿Por qué no se va a su arado?
ISIDRO
No hago yo falta allá,920
porque yo sé bien que está
de mejor mano ocupado.
SACRISTÁN
La misa sale.
ISIDRO
Allá voy.
SACRISTÁN
Al altar mayor camine.
ISIDRO
Dios sus pasos encamine.925
 

(Vase ISIDRO.)

 
SACRISTÁN
En fin, sin jubón estoy.
Milagro ha sido, y ejemplo
con que Dios quiso mostrar
que ninguno ha de tomar
aun la tierra de su templo.930
Cuenta la Historia Sagrada
que porque tomaba el oro
del templo, azotó a Heliodoro
un ángel con mano airada.
Dél o de los sacerdotes935
no escapo. ¡Ay triste, pequé!
Esta noche apostaré
que me dan dos mil azotes.

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