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ArribaAbajoCapítulo II

Base para resolverlo. -¿Es la conciliación entre la Academia y el Peripato? -¿Dónde y cómo disienten Platón y Aristóteles? -¿Por qué esta conciliación, y no otro recurso, resolvería aquel problema capital?



ArribaAbajoArtículo 1.º

Base para resolverlo. -Es verdaderamente la armonía de Platón con Aristóteles.


§. 1.

1.- Siendo esto así, como realmente es, o sea, siendo verdaderamente el problema del conocimiento el problema capital de nuestros días, en el orden de la Filosofía pura, no solamente entre las huestes racionalistas, sino también entre las católicas; a los hombres del presente nos incumbe resolver dicho problema y del modo más satisfactorio posible.

Evidente cosa es que, para ello, necesitamos ante todo una base.

-¿Cuál?

-Según nuestro humilde parecer, la base para resolver el problema filosófico que tortura hoy día los espíritus conscientes y reflexivos, mal hallados con el rutinarismo y la petrificación de las disciplinas racionales, es la conciliación entre la Academia y el Peripato.

2.- ¿Por qué?

-Porque las leyes del entendimiento del Descenso platónico son tan connaturales al hombre, tan legítimas, tan reales, verdaderas y útiles, como las mismas leyes del Ascenso aristotélico.

3.- Nos explicaremos un poco.

El hecho de ser hoy el problema del conocimiento el problema capitalísimo, el que se lleva tras sí la atención y estudio de los hombres pensadores, tiene su razón de ser en que siéntese hoy más que nunca la insuficiencia del procedimiento ideológico de Aristóteles.

4.- Ahora bien; como nosotros creemos que el Descenso intelectual de Platón (entendido y practicado según diremos más adelante) es connatural o congénito al hombre, y real y verdadero y útil para las ciencias, y tan connatural al hombre como el procedimiento ideológico de Aristóteles, y tan real y verdadero y útil como el Ascenso del Estagirita; como nosotros estamos convencidísimos de que el Descenso ideológico de Platón es el complemento natural y la perfección adecuada del Ascenso ideológico de Aristóteles; como nosotros entendemos que las tendencias ideológicas de la humanidad son dos únicamente, ni más ni menos, es a saber, los consabidos Ascenso y Descenso; establecemos, sin la menor sombra de duda, que la base para resolver el problema del conocimiento, o sea, el problema capital de los tiempos modernos (en el orden de la Filosofía pura) no es otra que la conciliación o armonía de la Academia con el Peripato.

5.- Conciliados Platón y Aristóteles; armonizadas las dos únicas tendencias ideológicas de la humanidad, el Ascenso y el Descenso; la humanidad se sentirá satisfecha por haber alcanzado la Ideología integral y marchará contenta y alegre en busca de la verdad científica en todo género de ciencias. En los momentos actuales se siente torturada por la inquietud, la duda y la perplejidad de su espíritu.

§. 2.

1.- A nuestro humilde entender algo de lo que dejamos escrito quería enseñar Alberto Magno, el maestro de Santo Tomás de Aquino, cuando escribía estas palabras: Scias quod non perficitur homo in philosophia, nisi ex scientia duorum philosophorum Aristotelis et Platonis. (Opera omnia; tomo II, pág. 62. -Editio Lugdunensis).

2.- Según nuestro humilde parecer, algo, y aun algos, de lo que dejamos escrito entendía enseñar Trendelenburg, no sospechoso por cierto a nuestros aristotélicos, cuando escribía estas jugosas palabras:

«Tiempo es ya de renunciar a este prejuicio tan común entre nosotros, según el cual aún no se ha encontrado un principio nuevo para la filosofía de lo por venir.

Este principio lo poseemos; y reside en la concepción orgánica de las cosas, que tiene su origen en Platón y en Aristóteles, cuyos principios y partes orgánicos debieran profundizarse más y más por la meditación.» (Mercier: Orígenes de la Psicología contemporánea; pág. 370; edición de Madrid, 1901).

De manera que, según este celebrado aristotélico,

a) poseemos el principio nuevo para la filosofía de lo por venir;

) este principio lo encontramos en Platón y en Aristóteles (no en el Estagirita solamente).

¿Qué otra cosa afirmamos nosotros?

3.- A nuestro juicio, algo, y aun algos, de lo que dejamos escrito entendía afirmar el sabio tomista Ernesto Dubois, tan encomiado por León XIII, cuando, disertando sobre la concordia existente entre los sistemas de Platón y Aristóteles, dice así:

«Estos sistemas, si los examinamos separadamente, se oponen del todo uno a otro; pero se concilian armónicamente en la unidad de la sabiduría, o sea, de la ciencia del orden del universo. Pues en el ser distinguimos generalísimamente dos órdenes, el orden real y el orden ideal, distinción fundada en la universal distinción del ente, en ente real y ente de razón.

Verdad es que el ente real, el orden real y la ciencia de entrambos, considerada particularmente, se oponen al ente de razón, al orden ideal y a la ciencia de estos dos considerada asimismo particularmente; empero ambas ciencias, aunque se opongan entre sí particularmente, están contenidas en la ciencia universal de todo ente y de todo orden, que no es completa sino con las dos, y a las dos concilia en su unidad.

La ciencia o doctrina de Aristóteles tiene por objetos principales los seres reales y su orden, que explica mediante tres principios, a saber: por la materia y por la forma, residentes en las cosas, y por el Motor supremo de la materia y la forma, que reside fuera de las cosas.

La doctrina de Platón tiene por objetos principales las ideas eternas, que el Hacedor del mundo ve fuera de las cosas, bien sea en su Entendimiento, bien sea en otras partes, como quieren otros; y según las cuales Dios creó todos los seres a fin de imprimir en ellos el vestigio e imagen de su divina Bondad.

Por tanto, los sistemas de Platón y Aristóteles, aunque opuestos entre sí como el ente real y el ente ideal, concurren armónicamente a proporcionarnos la ciencia universal del ente.

Ya que Platón, o mejor, el verdadero Ejemplarismo, nos enseña las razones eternas ejemplares y la suprema y externa Causa eficiente y formal de los seres, que Aristóteles estudia en su realidad extrínseca, mas sin buscar sublimemente en Dios los eternos ejemplares de los mismos.»

(De Exemplarismo Divino; vol. 1, pág. 419; Romae 1899).




ArribaAbajoArtículo 2.º

Disentimiento entre Platón y Aristóteles.


¿Dónde y cómo disienten Platón y Aristóteles?

-Platón y Aristóteles disienten

a) en el problema cosmológico;

) en el problema ideológico;

c) en el problema lógico;

d) y en el problema criteriológico.

§. 1.

Disentimientos entre la Academia y el Liceo en el problema cosmológico.

1.- Al tratar, en la Cosmología, de los principios constitutivos de los seres inorgánicos, dice Platón, que son tres: Dios, Idea y Materia.

Al tratar, en la Cosmología, de los principios constitutivos de los seres inorgánicos, dice Aristóteles que son tres: Materia, Forma y Privación.

2.- Los tres principios platónicos, lo son, así de los seres inorgánicos, como de todos los demás seres de la creación.

Los tres principios aristotélicos, lo son tan solamente de los seres inorgánicos.

3.- «Qua in re hoc concepto materiae convenit Platoni cum Aristotele quod ambo materiam ut subjectum tradidere, amboque formam materiae adjacere.

Differunt tamen quod Aristoteles formam velut efficientem causam informationis materiae adjunxit, principiumque aliud huic contrarium, nimirum privationem, addidit.

Plato autem Deum efficientem fecit causam formamque separatam a rebus illi ut exemplar adjecit, formam, vero materiae adjunctam tamquam, ab illa idea productam retulit.»

(In Platonis Timaeum Commentarii Sebastiani Foxii Morcilli, hispalensis: in III partem, pág. 270; Basilea, per Joannem Opporinum 1554).

4.- La Materia, según Platón, es cierto receptáculo incorpóreo de todas las cosas, que tiene la facultad, por su propia naturaleza, de recibir distintas formas.

La Materia, según Aristóteles, es cierto receptáculo incorpóreo de solas las cosas corporales, que tiene la facultad, por su propia naturaleza, de recibir distintas formas.

5.- La Idea o Forma, según Platón, está separada de las cosas corporales concretas: esta piedra, aquella madera. Y la pone en el Entendimiento divino, como ejemplar de los seres creados.

La Forma, según Aristóteles, inside en los seres corporales, como una segunda parte de las substancias corporales.

6.- La Idea o Forma platónica es separada y transcendental.

La Forma aristotélica es inmanente en las cosas.

7.- «Plato enim formam illam sive ideam, quam affert, a rerum corporearum concretione sejungit, et in Dei mente veluti exemplar cujusque effectionis collocat.

Aristoteles eam rebus conjungit tamquam alteram corporeae substantiae partem.

Itaque Plato in Timaeo, Phedone, Parmenide, locisque aliis, Ideam hanc veluti principium a rebus quae fiunt remotum, in Dei mente collocavit, quoniam agens omne rationem aliquam efficiendi...»

(De naturae philosophia seu de Platonis et Aristotelis consensione, libri quinque: auctore Sebastiano Foxio Morcillo, hispalense; libro 1, cap. 6; Lovanii, apud Petrum Colonaeum, anno 1554).

8.- Para el Filósofo de la Academia, solamente las ideas o formas gozan propiamente de verdadera y realísima existencia.

Los seres concretos: esta piedra, aquella madera, no son más que participaciones, imitaciones, realizaciones, objetivaciones, imágenes o impresiones, de las ideas o formas, más bien que esencias y substancias verdaderas.

Para el Filósofo del Liceo, la forma constituye la esencia de los cuerpos, pero juntamente con la materia. Forma y Materia son principios esenciales y substanciales, inseparables e inmanentes en las cosas.

Por ende, según Aristóteles, los seres concretos: esta piedra, aquella madera (cuya esencia, alma y realidad, es la fuerza resultante de la forma y materia), gozan propiamente de verdadera y realísima existencia.

9.- «Hac in re convenit cum Platone Aristotelis, quod efficientem causam posuit, eamque tum primam naturam sive primum motorem; tum secundum, hoc est, principium motus et status rebus insitum, nominavit: quodque materiam ac finem adjecerit.

Differt tamen, quod exemplar sustulit, et cum substantiali cujusque rei forma videtur confudisse.»

(In Platonis Timaeum Commentarii Sebastiani Foxii Morcilli; in partem III; Prolegomena, pág. 6; Basilea, 1554).

§. 2.

Disentimientos entre Platón y Aristóteles en el problema ideológico.

1.- En virtud de las diversas afirmaciones que establecen Platón y Aristóteles en la Cosmología, ambos filósofos tienen que disentir forzosamente en la Ideología.

Hemos visto que dice el primero: solamente alcanzan verdadera realidad y esencia y universalidad y necesariedad las ideas o formas que viven separadas de los seres concretos: éste, ése, aquél.

Hemos visto, que dice el segundo: solamente alcanzan verdadera realidad y esencia y universalidad y necesariedad los principios constitutivos intrínsecos de las cosas: forma y materia, que insiden en los seres concretos: éste, ése, aquél.

Es así, dicen todos los filósofos, que el objeto de la ciencia, o sea, del humano conocimiento, es aquello que reúne en sí las condiciones de realidad, esencia, universalidad y necesariedad.

De consiguiente, Platón y Aristóteles tienen que disentir forzosamente en el problema ideológico.

2.- En efecto; parte Platón, en el orden del conocimiento, de las Ideas o Formas.

Ellas son, como dijimos, primitivas, universales y necesarias.

Pues bien; desde la visión de aquellas Ideas o Formas primitivas, universales y necesarias, desciende al estudio o consideración de las cosas secundarias, particulares y contingentes que se ofrecen a nuestros sentidos externos.

La visión de las Ideas o Formas constituye la ciencia propiamente dicha.

El estudio o consideración de los seres concretos que se ofrecen a nuestros sentidos corporales es un conocimiento inferior, imperfecto: es una simple opinión: no constituye la llamada y tan deseada ciencia.

3.- Al revés de su Maestro, Aristóteles parte, en el orden del conocimiento, de las cosas más, ínfimas, de aquellas que se ofrecen a nuestros sentidos externos.

Parte de las cosas sensibles que no son primitivas, sino secundarias; que no son universales, sino particulares; que no son necesarias, sino contingentes.

Ahora bien; desde el estudio y consideración de las cosas visibles y sensibles, que son secundarias, particulares y contingentes, asciende, mediante los sentidos externos e internos y mediante el entendimiento en sus dos fases o modalidades de agente y posible; ASCIENDE, digo, al conocimiento de cosas invisibles, de cosas inteligibles, las cuales resultan ser primitivas, universales y necesarias.

El estudio de las cosas sensibles es tan científico, como el de las cosas inteligibles.

4.-Aristóteles aísla el ente real de su idea.

Platón identifica el ente real y su idea.

5.- Según el Doctor Angélico, la Ideología de Platón es como sigue:

... opinio Platonis qui posuit omnem scientiam ab ideis derivari.

..................................................

Posuit autem Plato formas rerum per se subsistere a materia separatas, quas ideas vocabat, per quaram participationem dicebat intellectum nostrum omnia cognoscere, ut sicut materia corporalis per participationem ideae lapidis fit lapis, ita intellectus noster per participationem ejusdem ideae cognosceret lapidem.» (Divus Thomas: Sum. Theol.; Prima primae, quaest. 84. art. 5).

6.- Según el Angélico Doctor, la Ideología de Aristóteles es como sigue:

«Principium nostrae cognitionis est a sensu.» (Aristoteles: Metaph., lib. III, cap. I).

«Nihil sine phantasmate intelligit anima.» (Aristoteles: De anima, lib. III, text. 30).

Comentario del propio Santo Tomás de Aquino:

«Intellectus humani, qui est conjunctus corpori, proprium objectum est quidditas sive natura in materia corporali existens; et per hujusmodi naturas visibilium rerum, etiam in invisibilium rerum aliqualem cognitionem ASCENDIT.»

(Summa Theol.; prima primae; quaest. 84, art. 6 y 7).

7.- La ciencia está constituida por las Ideas en el sistema ideológico de ambos.

Empero, la Academia dice que las Ideas son innatas.

Y el Liceo establece que las Ideas son adquiridas, próxima o remotamente, por medio de los sentidos externos.

8- En sentir de Platón, la idea o forma es una esencia, en la Cosmología; y la misma idea o forma es una noción, o idea propiamente dicha, en la Ideología.

En sentir de Aristóteles, la forma, que es una esencia en la Cosmología, no puede ser jamás una noción o idea propiamente dicha.

§. 3.

Disentimientos entre Platón y Aristóteles en el problema lógico.

1.- Como disienten en el problema ideológico, síguese, por necesidad, que han de disentir en el problema lógico.

La Lógica depende estrictamente de la Ideología; como ésta depende, del mismo modo, de la Cosmología. Por ello, estudiar la Lógica antes de la Cosmología e Ideología, es un contrasentido. He aquí el orden que ha de seguirse en el estudio: Cosmología, Ideología y, por último, Lógica.

2.- Con ideas universalísimas (cuya formación y estudio incumbe evidentemente a la Ideología) formamos los axiomas o primeros principios de la ciencia, los cuales constituyen el punto de partida y las leyes directrices del discurso lógico y, por ende, de la Lógica.

Disintiendo, pues, Platón y Aristóteles en lo tocante a aquellas ideas universalísimas, como dicho queda en el §. 2, evidente cosa es que han de disentir asimismo en el problema lógico.

3.- Para el Liceo, la ciencia del conocer no es la ciencia del ser.

La Lógica no se identifica con la Metafísica.

Las leyes del conocer no son las leyes del ser.

La dialéctica del espíritu no es la dialéctica de la naturaleza.

Lo racional no es real.

La Lógica es la ciencia de lo formal; no es la ciencia de lo real.

Lo formal no es prueba y fundamento de lo real.

De la idea no se induce la realidad.

La Lógica ha de estudiar las cosas meramente como intencionales.

Lo que es congruente, en el orden de las ideas, no implica necesidad, en el orden de los hechos.

Por todo ello, el consabido argumento de San Anselmo no prueba.

4.- Para la Academia, la idea arquetipa o forma es

a) en la Cosmología, esencia;

) en la Ideología, noción o idea propiamente dicha;

c) en la Lógica, ley del pensamiento.

De ahí se sigue necesariamente que

1) la ciencia del conocer es la misma ciencia del ser;

2) la Lógica se identifica con la Metafísica;

3) las leyes del conocer son las mismas leyes del ser;

4) la dialéctica del espíritu es la dialéctica de la naturaleza;

5) lo racional es real;

6) la Lógica es la ciencia de lo real;

7) lo formal es prueba y fundamento de lo real;

8) de la idea se induce lógicamente la realidad;

9) la Lógica ha de estudiar las cosas desde un punto de vista altamente comprensivo, en el que lo real y lo intencional o ideal (la realidad y el fenómeno) igualmente se expliquen y fundamenten;

10) aquello que las ideas afirmen (no arbitraria sino lógicamente) implica rigorosa necesidad en el orden de los hechos; por donde, o hay que desterrar la palabra congruencia, o hay que sentar el principio de que lo congruente es necesario.

5.- Por todo ello, el célebre argumento con que San Anselmo prueba la existencia de Dios, tiene un verdadero alcance científico. Este argumento no ha de ser considerado aisladamente, sin tener cuenta con el sistema realista de que forma parte... la prueba del ser por ser idea nunca puede ser un argumento aislado, sino el fondo mismo y la esencia de su doctrina. (Menéndez y Pelayo: Ensayos de crítica filosófica, pág. 78; Madrid, 1892).

NOTA.- Inferimos nosotros de lo dicho, que el argumento de San Anselmo no es concluyente en los libros de San Anselmo; empero concluye, sí, muy lógicamente en el Sistema platónico, o mejor, en el Sistema Científico del Beato Raimundo Lulio.

§. 4.

Disentimientos entre Platón y Aristóteles en el orden criteriológico.

1.- En sentir de Platón, el supremo criterio de la verdad y principio de la certeza ha de ser algo subjetivo.

Aunque esa cuestión no se halle propuesta en los libros del Filósofo, no por ello deja de ser menos clara, tocante a ese particular, la mente de la Academia.

2.- Negado el valor rigurosamente científico de los sentidos (como lo negaba Platón), queda excluida la evidencia objetiva.

Afirmado el innatismo de las ideas, afirmada la legitimidad del tránsito de lo ideal a lo real (como lo afirmaba Platón), se impone el instinto natural e irresistible, es decir, algo subjetivo.

No hay medio.

3.- Como Platón escribió en forma dialogada y, por tanto, difusa, y, a mayor abundamiento, no habiendo escrito expresamente sobre este particular, es preferible no copiar pasajes suyos.

Sinteticemos sus doctrinas en lo que hacen a nuestro caso, y saquemos la consecuencia..

Dicha síntesis la tomaremos de un escritor autorizadísimo.

4.- Nuestras ideas -dice Platón- son representativas de las verdades eternas.

Por tanto, el hombre ha de buscar la Ciencia en esas verdades eternas.

Ellas contienen, no lo que vemos que se forma, que se hace, que se engendra, que se corrompe, que pasa, sino lo que verdaderamente existe, que no pasa, sino que es siempre, es decir, eternamente.

El objeto de la Ciencia no puede ser sino éste.

5.- «Ces vérités éternelles que nos idées représentent, sont le vrai objet des sciences, et c'est pourquoi, pour nous rendre véritablement savants, Platon nous rappelle sans cesse à ces idées où se voit, non ce qui se forme, mais ce qui est; non ce qui s'engendre et se corrompt, ce qui se montre et passe aussitôt, ce qui se fait et se défait, mais ce qui subsiste éternellement.

C'est là ce monde intellectuel que ce divin philosophe a mis dans l'esprit de Dieu avant que le monde fût construit, et qui est le modèle de ce grand ouvrage.

Ce sont donc là ces idées simples, éternelles, immuables, impérissables et incorruptibles, auxquelles il nous renvoie pour entendre la vérité.» (Bossuet; Logique, livre I, chap. 37).

6.- Una vez sentada la doctrina precedente, enseña Platón, que nuestras ideas (imágenes de las ideas divinas) son derivadas inmediatamente de Dios, es decir,

a) que no las obtenemos, por mediación alguna de los sentidos corporales,

) sino que son innatas.

Los sentidos son un despertador de las ideas que yacen en el fondo de nuestro espíritu; no son la causa eficiente de nuestras ideas.

7.- «C'est ce qui lui a fait dire que nos idées, images des idées divines, en étaient aussi immédiatement dérivées, et ne passaient pas par les sens, qui servent bien, disait-il, á les réveiller, mais non a les former dans notre esprit.» (Lugar citado).

8.- Resumen.

Los sentidos corporales carecen de toda fuerza verdaderamente científica. ¿Qué se deduce de ahí?

-Que no podemos ver la ciencia, la verdad.

En consecuencia, toda evidencia queda fuera de la lucha.

El supremo criterio de la verdad no hay que buscarle en la evidencia objetiva.

9.- Nuestras ideas son innatas, y son representativas de las Ideas eternas, y éstas contienen el objeto de la Ciencia. ¿Qué se deduce de ahí?

-Que la Ciencia, o sea, la verdad, yace en el fondo de nuestro espíritu.

En consecuencia nosotros poseemos la verdad y la ciencia dentro de nosotros mismos.

No hay que buscar la Ciencia fuera de nosotros.

El supremo criterio de la verdad hay que buscarlo dentro de nosotros mismos.

He aquí el subjetivismo.

¿Qué nombre tiene la concreción del subjetivismo?

-Llámase instinto natural e irresistible.

10.- Sabemos, pues, ya cuál sea, en sentir del divino Platón, el supremo criterio de la verdad y principio de toda certeza.

En la Filosofía platónica, quien razona crea la Ciencia.

El Platonismo no se dirige a la Ciencia, sino que pretende crearla.

11.- Enseña el Filósofo de Estagira que el principio de la certeza es una cosa objetiva, y no un instinto u otra cosa subjetiva.

El filósofo catalán, Comellas y Cluet, nos presenta cinco pasajes de Aristóteles, de los cuales -dice- se infiere lógicamente que, según el Liceo, la evidencia objetiva es el supremo criterio de la verdad.

Es de saber que Aristóteles no trató expresamente esas materias.

12.- He aquí los pasajes aristotélicos:

a) Liber primus Topicorum, cap. 1.

) Metaphisica, libro III, cap. 3.

c) Anal. Poster.; libro II, cap. 15.

d) De Naturali auscultatione; libro VIII, cap, 3.

e) De Anima; libro III, cap. 6.

13.- Veamos el último pasaje; y concedamos la palabra al mismo Filósofo catalán:

«En el libro III De Anima, cap. 6, Aristóteles enseña que el entendimiento alcanza la verdad cuando juzga de una cosa conforme a la esencia de la misma.

Con estas palabras Aristóteles parece referirse a lo que se verifica cuando el entendimiento contempla los objetos en el momento abstractivo.

En tales casos el entendimiento contempla la esencia, y muchas veces ve alguna otra cosa contenida en la misma.

Si contempla el objeto que llamamos principio del ser del cual se deriva otro, verá contenida aquí alguna prioridad del principio sobre lo principiado.

Si el entendimiento afirma esta prioridad, juzga del principio según lo que ha visto contenido en la esencia.

Y como en semejante caso Aristóteles está seguro de la verdad, parece que en la evidencia objetiva encuentra el medio de conocerla.» (Introducción a la Filosofía; pág. 249; Barcelona, 1883).




ArribaAbajoArtículo 3.º

El por qué la conciliación platónico-aristotélica es el único recurso que puede resolver el problema capital de nuestros días en el orden científico.


1.- Acabamos de ver sumariamente dónde y cómo disienten Platón y Aristóteles; ahora ocurre lógicamente preguntar: ¿por qué esta conciliación, y no otro recurso, resolvería aquel problema capital?

Dos palabras tan sólo, y con ellas terminaremos el Capítulo.

2.- No lo decimos nosotros; es la Historia de la Filosofía quien lo asevera en cada una de sus páginas:

a) Constantemente se han manifestado, a través de los siglos y naciones, dos tendencias o aspiraciones ideológicas;

) Jamás la Humanidad se ha dado por satisfecha con la práctica o aplicación de una sola de ellas, por mucho que sus adeptos la hayan explicado satisfactoriamente, y usado y perfeccionado su uso;

c) Después de unos siglos de preponderancia de la primera tendencia, la Humanidad ha sentido la nostalgia de la segunda, y viceversa;

d) Los conatos de conciliación han sido muchísimos; por cuanto está en la conciencia de los más ilustres representantes del humano pensamiento (sobre todo del pensamiento moderno) que, si se pudiera encontrar la armonía entre ambas, la Humanidad sentiríase satisfecha del todo en su inclinación ideológica integral: no se vería atormentada ya más por crueles desazones y dudas tormentosas; caminando entonces segura y gozosa al encuentro de la verdad, convencida por último de que ha encontrado el verdadero camino, total e integral, que conduce derechamente al encuentro de la Ciencia;

e) Una tercera tendencia, inclinación o aspiración ideológica, no se ha manifestado todavía en la Historia del humano pensamiento; por lo que, no habiéndose presentado en lo que llevamos de siglos, ni un solo filósofo es de parecer que exista una tercera tendencia;

f) Por donde, las tendencias ideológicas de la humanidad, o serán dos, o no habrá más que una; jamás tres;

g) ¿A qué se debe, pues, la inquietud que, respecto a este particular, atormenta constantemente a la Humanidad?

-A tres causas: el exclusivismo de los seguidores de la primera tendencia que se manifestó en la Historia, o sea, la tendencia de Platón, en favor de sus solas convicciones, tildando de erróneas las de enfrente; el exclusivismo de los seguidores de la segunda tendencia ideológica manifestada en la Historia, o sea, la tendencia de Aristóteles, en favor de sus solas convicciones, y anatematizando por erróneas las de los primeros; y, por último, a no haberse hallado todavía en los diversos conatos o ensayos de armonía platónico-aristotélica, realizados hasta el presente, la conciliación tan deseada por los espíritus serenos y equilibrados.

¿Cómo no, si esos espíritus vislumbran, en dicha conciliación, la satisfacción y el reposo natural de la Humanidad y un progreso agigantado de las ciencias?

3.- Así habla la Historia de la Filosofía en cada una de sus páginas.

¿Tendremos, ahora, que detenernos mucho en declarar el por qué la conciliación entre Platón y Aristóteles, y no otro recurso, resolvería aquel problema capital?

4.- El problema capital de nuestros días, en el orden de la Filosofía pura, como hemos visto, es el dar satisfacción cumplida e integral a todas las tendencias ideológicas de la Humanidad;

Es así que las tendencias ideológicas de la Humanidad son dos tan solamente: la de Platón y la de Aristóteles, igualmente legítimas, igualmente connaturales al hombre, igualmente perennes, y, por tanto, igualmente provechosas y utilísimas al adelantamiento de las ciencias;

De consiguiente, la sola armonía o conciliación entre Platón y Aristóteles -si la hay-, y no otro recurso, resolvería el problema capital de nuestros días en el orden de la Filosofía pura.

Ahora bien; resuelto el problema capital de nuestros días, en el orden científico, por la armonía platónico-aristotélica, ¿a qué buscar otros recursos?

La Lengua catalana tiene un aforismo que dice: un vestit s'ha d'apedessar ab drap de la mateixa roba.

Y la Lengua del Lacio tiene otro que reza así:

Quod abundat, nocet.

6.- Si un vestido hay que remendarle con ropa de los mismos género y clase, para dar satisfacción cumplida a las dos únicas tendencias ideológicas de la Humanidad, se impone la necesidad de buscar la conciliación o armonía de esas dos tendencias.

Si, en el orden natural, lo que abunda nos daña, una vez resuelto satisfactoriamente el problema capital de nuestros días por el medio A, ¿a qué buscar un medio B?