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ArribaAbajo[XXXV] (Horno y luna)

Esta octava real es la que ha dado título al poemario por el verso 7. Pasado el tiempo, creo que Perito en lunas ha sido muy acertado; el de Poliedros, en cambio, no define nada en concreto. Luna tiene un significado de poeta vocacional, en cambio, perito es el pastor por obligación. Hay una contraposición entre lo material del trabajo y lo espiritual de ser poeta. Acierta Sánchez Vidal al exponer que «Perito en lunas resulta menos gongorino y más moderno».

La primera proposición se refiere al horno como «estío de ceniza / para curtir la luna de la era». Esta metáfora es surrealista ya que la luna se presenta como una masa de trigo de la era por su blancura de cisne, que va a ser curtida en el horno. Toma la luna como si perteneciera al mundo vegetal de las mieses, quizás por los paseos que da sobre la era. Tiene semejanzas con la octava «[XXII] (Panadero)», por los elementos: «trigo, estíos, cisne, oro espigo». Entre los versos 3 y 4 se forma un significado, que interpreto como de que el cliente irá a comprar el pan que es oro duradero más o menos, según el dinero del que disponga.

La segunda parte es una metáfora muy compleja y de difícil acceso por su disipación en cuanto se termina de leer. Creo que se refiere a la luna imposible de alcanzar y el pan alcanzadizo, como los dos están en dificultad de alcanzar, no sabe muy bien tras cual iniciar la carrera. Y se le presenta el dilema de si continuar con su labor de poeta o dedicarse a ganarse el pan con el pastoreo que es para lo que está predestinado, sin que su padre se lo reproche por no trabajar con el ganado, pues parece ser que a su vuelta de Madrid no trabajaba.

José Luis Ferris (2001, 137), escribe:

Su permanencia en casa le resulta cada día más difícil, ya que después de medio año viviendo fuera de la potestad paterna, se le hace muy cuesta arriba tener que soportar de nuevo la disciplina familiar y los constantes reproches de don Miguel.



Por ello, él mismo se nombra desde la segunda persona: «Oh tú, perito en lunas; (poeta de la luna) que yo sepa / qué luna (camino) es de mejor sabor», el de ser poeta en la eternidad o cepa de la vid/tierra y cepa como trigo y a la vez pan de la era.

La ilustración resume esta idea, la de que el poeta no sabe muy bien si llevarse a la luna y dedicarse a ser poeta, o por el contrario ser cepa de vid como la tierra, a su vez un zarcillo trepador de la cepa abraza a la luna. Arriba a la derecha, vigila una luna con forma de boca de horno, que es a su vez una luna más real, más práctica que la de tener la cabeza llena de grillos, que sería lo que le diría su padre y su madre.

Está dedicada esta lámina al pintor Eduardo Vicente, autor de un retrato a Miguel, posiblemente en la cárcel, donde aparece el poeta descamisado, esta ilustración podemos verla en el libro de Juan Guerrero Zamora (Proceso a M. Hernández.)

Horno y luna



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