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Epítome de los principios fundamentales de la Economía política.

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Advertencia.

     Varias personas sensatas, a quienes he consultado con el objeto de hacer más útil mi obra, me han manifestado deseos de que se pudiesen, hallar reunidos en pequeño espacio los principios fundamentales de la Economía política esparcidos en este Tratado, de modo que presentándolos desnudos de toda explicación, fuese fácil comprehender su conexión y sus relaciones mutuas: y conformándome con sus ideas he compuesto este Epítome.

     En él se hallan enunciados los principios bajo todos y cada uno de los términos principales de esta ciencia, dispuestos por orden alfabético. En toda discusión y demostración se podrá subir fácilmente a cada uno de estos principios, que no son más que la expresión de la naturaleza de las cosas, y la exposición sencilla del modo con que las cosas son y suceden, pero por lo común desembarazada de las pruebas, ejemplos y consecuencias, en que consiste la solidez y la utilidad de la ciencia, y que se hallan en mi Tratado de Economía política. Se debe suponer que se han probado u pueden probarse todas estas proposiciones, las cuales están aquí reunidas y concentradas para que se ilustren mutuamente, y para que se comprehendan mejor sus relaciones recíprocas. Aquí se presenta propiamente la filosofía de la ciencia; y si ésta no se posee, es imposible acertar a unir unos principios con otros; más para el uso ordinario es preciso consultar el Tratado, que es más fácil de entender, porque excluye todas las abstracciones y o a lo menos las fija con la mayor brevedad posible por medio de ejemplos familiares a toda clase de lectores.

     De aquí se deduce que este Epítome no es un compendio elemental. No se puede aprender por él la Economía política; pero creo que será muy útil para clasificar lo que se sabe, para mostrar la conexión de las verdades que se miraban como aisladas, y para poner de manifiesto las falsas nociones que se pudieran haber formado sobre algunas materias. Tampoco se ha escrito para que se lea seguidamente, sino para que se le consulte cuando se dude sobre algún punto de doctrina, o se quiera hacer de ella alguna aplicación nueva.

     Tiene todavía otra ventaja, y es la de mostrar indubitablemente las cosas que pueden quedar incompletas en la exposición de la ciencia. La exposición de cada principio exige una referencia a otros muchos que es necesario establecer, y de estos a otros que deben también establecerse, hasta que no quede nada que explicar en las explicaciones. Sujétense a esta prueba la mayor parte de los libros que con título de Elementos, Principios, Cursos &c. han tratado de Economía política, y se echará de ver muy pronto si las explicaciones que dan abrazan todas las partes de la ciencia; si no hay contradicción entre ellas; y en fin, si no necesitan de otras explicaciones que no se encuentran en aquellas obras, cualquiera que sea por otra parte el número de observaciones exactas que contengan.

     Quizá se mirará el orden alfabético como poco favorable al encadenamiento de las ideas. Pero es necesario considerar que la Economía política no presenta ni un solo fenómeno que no esté enlazado con todos los demás; que no se puede dar ni comprehender completamente la explicación de cada uno de ellos, si no se posee ya la de otros muchos; y que, si fuera posible, deberían estudiarse todos a un mismo tiempo. Lo que se trata de examinar es un tejido, y no una urdimbre que se pueda desarrollar(196). El orden alfabético permite a lo menos, cuando se lee la exposición de un principio, recurrir a la de cualquiera otro en caso necesario, y estudiar tan simultáneamente como sea posible.

     Por esta razón van de letra cursiva en las explicaciones todas las palabras que deberán buscarse en el Epítome mismo, cuando no ocurra al instante su significación exacta y completa. El lector que al ver la palabra cursiva, se represente y comprenda su significado con toda la extensión que corresponde, puede alabarse de que sabe Economía política; porque si toda ciencia se reduce a una lengua bien formada, cualquiera que posea la lengua, poseerá la ciencia.

     Pascal, Locke, Condillac, Tracy y Laromiguiere han probado que por no fijar la misma idea a las mismas palabras no se entienden los hombres, disputan y se degüellan(197): yo he procurado fijar aquí con la mayor precisión el sentido de los términos de la Economía política, para que se pueda saber siempre de un modo positivo el hecho u la cosa que representa cada palabra. En tal caso ya no es posible pronunciarla a la aventura, y no puede emplearse una misma palabra para designar cosas diversas, o para presentar doctrinas fútiles, hechos imaginarios, vagos y observados imperfectamente.

Las personas que gustan de saber las cosas a fondo, podrán consultar este Epítome, no sólo al leer el Tratado que le precede, sino también cuando lean cualquiera otra obra sobre administración, historia, Viajes, geografía, política, artes industriales y comercio. No tengo dificultad en asegurar que entonces apreciarán mejor la solidez de sus bases, y la exactitud de sus deducciones, pues podrán comparar constantemente los términos de que se sirve cada autor con su significación primitiva y con la naturaleza de las cosas, y les será fácil observar si estos términos se emplean oportunamente, si se les da siempre el mismo sentido, si se examinan los objetos por todos los aspectos que pueden presentar, y si son exactas las consecuencias que de aquí se deducen. Me lisonjeo de que esta obrita contribuirá por la misma razón a descubrir y corregir mis propios errores. Si en cualquier parte de mi Tratado se emplea algún término, aunque no sea más de una sola vez, en distinta significación de la que aquí se le asigna, deberá mirarse esto como un defecto.

     Para comodidad de los lectores que gusten de estudiar seguida y metódicamente el Epítome, voy a presentar el orden con que pueden leer sus artículos, ofreciéndoles desde luego las nociones relativas a la naturaleza de las riquezas, después las que se refieren a su producción y distribución, y por último las que tienen por objeto la teoría de su consumo.

     Servirá igualmente a los profesores que tomen este libro por base de su enseñanza. Puede reducirse su curso a explicar con raciocinios, y sobre todo con ejemplos, los principios que en realidad no son más que la definición de los términos; y este es el medio más seguro de enseñar la ciencia sin dejar en ella ningún vacío. Pero este orden, que es el más lógico, tiene por desgracia el inconveniente de empezar por las verdades más abstractas de la Economía política: consideración que me ha movido a no probarlas desde luego en el Tratado, sino según el orden de la descripción de los fenómenos que presenta la producción, la distribución y el consumo de las riquezas.



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Orden con que conviene leer el Epítome, si se quiere leer metódicamente.



Principios que tienen relación con la naturaleza y circulación de las riquezas.
PROPIEDAD.
RIQUEZA.
VALOR DE LAS COSAS.
VALORES.
CAMBIOS.
CANTIDAD PEDIDA.
CANTIDAD OFRECIDA.
PRECIO.
CARESTÍA; BARATURA.
CIRCULACIÓN.
UTILIDAD.
PRODUCTO.
PRODUCTO INMATERIAL.
MERCANCÍA.
GÉNERO.
MONEDA, O AGENTE DE LA CIRCULACIÓN.
METALES PRECIOSOS.
MERCADO.
SALIDAS.


            Principios que tienen relación con el fenómeno de la producción.
PRODUCCIÓN; PRODUCIR.
REPRODUCCIÓN.
AGENTES DE LA PRODUCCIÓN.
FACULTADES PRODUCTIVAS.
SERVICIOS PRODUCTIVOS.
MÁQUINAS.
            Primer Agente de la producción.
INDUSTRIA.
FACULTADES INDUSTRIALES.
TRABAJO.
FORMAS PRODUCTIVAS.
            Segundo Agente de la producción.
CAPITAL.
CAPITAL FIJO.
ACUMULACIÓN; ACUMULAR.
CAPITAL IMPRODUCTIVO.
            Tercer Agente de la producción.
TIERRAS.
FONDOS EN TIERRAS, O TERRAZGOS.


     Nota. Los Agentes naturales, distintos de los terrazgos, se hallan comprendidos en la expresión de Agentes de la producción.



            Varios modos de producción;
AGRICULTURA; INDUSTRIA AGRÍCOLA.
MANUFACTURAS; INDUSTRIA FABRIL.
COMERCIO; INDUSTRIA COMERCIAL.
COMERCIO INTERIOR.
COMERCIO EXTERIOR.
DERECHOS DE ENTRADA.
COMERCIO DE TRANSPORTE.
ESPECULADOR; ESPECULACIÓN.
BALANZA DEL COMERCIO.
IMPORTACIÓN.
EXPORTACIÓN.


            Diferentes clases de productores.
PRODUCTOR.        
INDUSTRIOSO.        
SABIOS... Clase que multiplica los conocimientos humanos.
EMPRESARIOS DE INDUSTRIA... Clase que multiplica los conocimientos humanos.
CULTIVADOR... Clase que multiplica los conocimientos humanos.
ARRENDADOR... Clases que aplican los conocimientos humanos.
FABRICANTE... Clases que aplican los conocimientos humanos.
NEGOCIANTE... Clases que aplican los conocimientos humanos.
MERCADER... Clases que aplican los conocimientos humanos.
OBRERO... Clase que ejecuta.
CAPITALISTA... Clase que ejecuta.
PROPIETARIO TERRITORIAL... Clase que ejecuta.


            Origen y distribución de las rentas.
FONDO.
GASTOS DE PRODUCCIÓN.
DISTRIBUCIÓN DE LOS VALORES.
GANANCIAS.
RENTA.
PRODUCTO NETO;
PRODUCTO EN BRUTO.
SALARIO.
PRÉSTAMO.
EMPRÉSTITO.
INTERÉS.
CRÉDITO.
ARRIENDO.
RENTA DE LA TIERRA.
       
            Principios que tienen relación con el fenómeno del consumo.
CONSUMO; CONSUMIR.
CONSUMIDOR.
IMPUESTO
MATERIA IMPONIBLE.
CONTRIBUYENTE.
EMPRÉSTITO PÚBLICO.


Epítome de los principios fundamentales de la Economía política.

dispuestos alfabéticamente bajo cada una de las expresiones con que pueden tener conexión.

     NOTA. Las palabras que están impresas con letra bastardilla son los términos, que se explican por orden alfabético en el Epítome. Buscándolas cuando no ocurre desde luego su significación completa, se descubre el enlace de todas las partes de la Economía política.

     Los números romanos y arábigos indican el tomo y la página del tratado, donde se explican con más extensión los principios a que se refieren.

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A.

ACUMULACIÓN; ACUMULAR. Se acumula cuando se substraen de un consumo improductivo, productos o valores producidos.

     Los productos reservados por medio de la acumulación pueden ocultarse y enterrarse, o aplicarse a un consumo reproductivo. I. 67.

     En el primer caso, forman un capital muerto e improductivo, que no da ganancia alguna mientras permanece en este estado. I. 65.

     En el segundo caso, los productos acumulados acrecientan los capitales productivos de la sociedad. Perpetuamente consumidos se reproducen perpetuamente, para ser consumidos de nuevo. Los capitales acumulados son en general consumidos reproductivamente; porque rara vez está dispuesto un acumulador a sacrificar las ganancias que pueden resultarle de sus ahorros(198). I. 67.

     Cuando los beneficia por sí mismo, saca comúnmente ganancias de esta porción del capital, además de las de la industria que emplea. II. 108.

     Cuando pone a ganancias sus ahorros, el que los toma a préstamo, le paga un interés, que es el precio del servicio productivo de estos ahorros convertidos en una porción de capital, y representa las ganancias de este capital mismo. II. 90.

     En este último caso, si el que toma prestado, no emplease esta porción de capital, esto es, si no la consumiese reproductivamente, pagaría un interés, del cual no recibiría indemnización alguna.

     Los productos inmateriales no son susceptibles de acumulación, porque se consumen al mismo tiempo, que se producen.

AGENTES DE LA PRODUCCIÓN (comprehendiendo los AGENTES NATURALES.) Son la industria, los capitales, las tierras, y los demás agentes naturales, por cuyo medio se da valor a las cosas, o se aumenta el que ya tienen. I. 5. 15. 18.

     Por extensión, se pueden llamar agentes de la producción los propietarios de las facultades industriales, de los capitales y de las tierras; pues aunque un capitalista y un propietario territorial no obren inmediatamente para producir, pueden ser considerados como agentes, en cuanto obran mediatamente con sus capitales y tierras.

     La acción de los agentes de la producción compone los servicios productivos de la industria, de los capitales, de las tierras &c. Estos servicios, tienen un valor que se funda en las mismas bases que el de todas las demás cosas (en razón directa de la cantidad pedida, y en razón inversa de la cantidad ofrecida). II. 5.

     Los agentes naturales son, no solamente los cuerpos inanimados que nos ofrece la naturaleza, los cuales concurren a crear productos, siendo el más principal de todos estos agentes la tierra cultivable; sino también las leyes del mundo físico, como la gravitación que hace descender las pesas de un reloj, el calor que se desprende por la combustión, el magnetismo que dirige la brújula, las propiedades de los cuerpos que nos permiten hacer de ellos herramientas y máquinas, la fuerza vital de los animales sujetos al imperio del hombre, y todo lo que en la naturaleza concurre con la industria y los capitales a formar productos. La acción de todas estas cosas compone lo que se llama aquí servicios productivos de los agentes naturales. I. 18. 21.

     Entre estos últimos hay unos que pueden llegar a ser propiedades, como las tierras; o lo son necesariamente, como las facultades industriales, y otros que no pueden serlo, como el viento y los mares que sirven de vehículos y de medios de transporte. I. 22. II. 15.

     Los agentes naturales que pueden ser propiedades, hacen pagar su concurso en el acto de la producción, lo que proporciona una renta a sus poseedores, y forma una adición a los gastos de producción. Si las tierras, las minas, las corrientes de agua y otros agentes naturales no fuesen propiedades, y su servicio fuese gratuito, siendo menores los gastos de producción, serían menos caros los productos a que concurren, lo que acrecentaría las rentas de los consumidores; pero la experiencia y el raciocinio prueban que cuando los agentes naturales, susceptibles de apropiación, no son propiedades, dan mucho menor cantidad de productos, porque la incertidumbre de la ganancia es causa de que nadie quiera emplear en ellos los capitales y la industria necesaria para beneficiarlos. II. 115.

     Las mayores maravillas de la industria consisten en el uso que se sabe hacer de las facultades productivas de los agentes naturales, ya sea que se necesite pagar su concurso (como se hace cuando se alquila una presa), o ya sea gratuito su concurso (como cuando nos servimos del peso de la atmósfera en la máquina de vapor). I. 20. II. 3. 25. 283.

     Cuando se logra multiplicar o perfeccionar los productos con el concurso de los agentes naturales gratuitos, el aumento de producción que de aquí resulta es una ganancia para el productor mientras pueda tener oculto su método. Cuando la concurrencia hace bajar el precio del producto, no por eso deja de existir el aumento de producción que resulta del agente natural; pero entonces es una ganancia para el consumidor, el cual se halla más rico, por cuanto puede comprar más cosas o de mejor calidad, con la misma renta. II. 19. 70.

     En ambos casos, el agente natural gratuito aumentó los valores que forman la riqueza del hombre: en el primero, aumentando el valor de la renta del productor (su facultad de comprar); y en el segundo, aumentando el valor de la renta del consumidor (su facultad de comprar, porque tanto más puede comprar de un producto, cuanto más se abarata éste por el concurso de un agente natural).

AGENTE DE LA CIRCULACIÓN. Véase Moneda, que es lo mismo.

AGRICULTURA, o Industria agrícola. Es la industria que promueve o excita la producción de las materias en bruto, o las recoge simplemente de mano de la naturaleza. I. 5.

     Bajo este último aspecto, abraza esta industria trabajos muy inconexos con el cultivo de los campos, como la caza, la pesca, el oficio de minero &c.

     Cuando un cultivador trabaja o transforma sus primeras materias, como el aldeano cuando hace sus quesos, es en este momento un verdadero fabricante. Cuando los transporta, es hasta este punto un negociante.

AGRICULTOR o Cultivador. Véase esta última palabra.

ARRENDADOR. Inquilino de un terreno. El propietario le cede, mediante un arrendamiento, el derecho de aprovecharse por sí de las ganancias del terreno.

     Hace un ajuste a destajo, o por un tanto, en el cual gana si las utilidades del terreno exceden la cuota del arriendo, y pierde en el caso contrario. II. 20.

ARRIENDO. Es el alquiler de un terreno prestado, o en términos más exactos, el precio de la compra que hace un arrendador de los servicios productivos de un terreno por cierto tiempo, y por un precio estipulado. II. 123.

     El arrendador (prescindiendo de las ganancias de su industria y de las de su capital) gana o pierde en el arriendo, según que el terreno le deje en la parte que le corresponde de producción una ganancia superior o inferior al arriendo.

     La oferta de las tierras que se pueden arrendar en cada país es necesariamente limitada; pero no lo es el pedido de ellas. De aquí nace una concurrencia mayor por parte de los arrendadores para tomar tierras en arrendamiento, que por parte de los propietarios territoriales para darlas. Por eso cuando no hay una razón preponderante en contrario, la tasa o precio de los arriendos es más bien superior que inferior a la ganancia real de los terrazgos. II. 124.



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B.

BALANZA DEL COMERCIO. Es la comparación del valor de las mercancías exportadas con el valor de las importadas, exceptuando el oro y la plata(199). I. 121.

     En el sistema exclusivo se viola de diferentes modos la libertad de las transacciones que se ejecutan entre dos países, con el objeto de vender más al extranjero, y comprarte lo menos que sea posible, por la preocupación de que vale más recibir de él, por saldo, materia de oro y plata que cualquiera otra mercancía del mismo valor. I. 123.

     Véase en el artículo Capital cómo los capitales de un país,(así los capitales productivos como los demás se componen de toda clase de mercancías y géneros aún de aquellos cuya existencia es la más fugaz; y cómo el consumo de estos géneros no altera de modo alguno el valor del capital nacional que se reproduce por el hecho mismo de este consumo. Entonces se comprehenderá que no hay ventajas en importar mercancía metálica con preferencia a cualquiera otra. I. 60. 104.

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C

CAMBIOS. Los cambios, en la Economía política, no son un fin, sino un medio. El orden esencial de los valores es el de ser producidos, distribuidos y consumidos. Si cada individuo crease y consumiese todos los productos que necesita, no habría cambios propiamente tales. Lo que los hace indispensables es que necesitando todos un gran número de productos diferentes para su consumo, y ocupándose en crear muy pocos, o uno sólo (como lo hace un fabricante de telas), o una sola parte de un producto (como lo hace un tintorero) es necesario deshacerse por medio del cambio (por la venta) de lo que se trabaja de más en una especie, y proporcionarse por medio del cambio (por la compra) lo que no se trabaja o elabora. I. 215.

     La moneda no es más que un intermedio, y no un resultado. En realidad se cambia lo que se vende por lo que se compra, y terminada la compra y la venta, no queda en inacción la moneda, ni se considera como el fin del contrato, sino que pasa luego a servir para otros. I. 97. 216.

     El cambio hecho amigablemente indica en el tiempo, en el lugar, y en el estado de sociedad en que nos hallamos, el valor que damos a las cosas poseídas; y este es el único modo de apreciar el mal o la suma de las riquezas que son el objeto de las investigaciones de la Economía política. Por eso ha habido muchos que han mirado los cambios como los fundamentos del valor y de la riqueza: lo cual no es así, pues sólo el medio de apreciar los valores y las riquezas, comparándolos con otros valores, y sobre todo reduciendo riquezas diversas a una expresión común a una cantidad determinada de cierto producto, como sería un número cualquiera de escudos. I. 250.

     Siempre hay posibilidad de cambiar dos productos de igual valor, porque no serían exactamente de un valor igual, si no se pudiese cambiar uno por otro cuando se quisiese. De aquí es que un valor en cierta y determinada forma (en oro u plata) nada tiene que sea más precioso, más útil o que inspire más deseos, de conservarle que un valor igual en otra forma: y de aquí nace también que se pueda considerar la producción; en general, prescindiendo de la naturaleza de los productos, diciendo, por ejemplo, que la población se nivela naturalmente con la producción II. 132.

     La estimación del valor producido se hace reduciendo todos los valores al de un solo producto; por ejemplo todos los valores producidos en Francia en el espacio de un año, son iguales al valor que tendrían quinientos millones de hectolitros(200) de trigo, o bien a dos mil millones de piezas de cinco francos, poco más o menos, al curso del día.

     El cambio que se hace de dos valores iguales no aumenta ni disminuye la masa de los valores (de las riquezas) existentes en la sociedad. El cambio de dos valores desiguales (esto es, el cambio en que una de las dos partes engaña a la otra) tampoco altera en nada la suma de los valores sociales, bien que añade a la hacienda de uno lo que quita a la de otro. Los dos objetos cambiados no tienen por eso más ni menos valor que antes. Así pues, el cambio de dos productos, o de dos fondos productivos, bajo cualquier aspecto que se le considere, no es una producción. I. 10.

     Aun citando se dice: la producción es un cambio en que se dan los servicios productivos o su valor, para recibir los productos o su valor, no se quiere decir que el cambio mismo es el que produce. Los fondos productivos (industria, terrenos, capitales) son susceptibles de producir un servicio capaz de crear un producto útil; y este servicio es el que (a proporción que se crea) se cambia por un producto. La verdadera creación es la del servicio productivo: lo demás no es otra cosa que un cambio de valores. Hago esta observación puramente metafísica, para que no se me objete una contradicción que consistiría sólo en los términos.

CANTIDAD PEDIDA. Es uno de los fundamentos del valor de las cosas.

     En todo lugar, y con respecto a todas las cosas, es la cantidad que de estas mismas cosas exigen las necesidades de la sociedad: la cantidad que los hombres, de que se compone entonces la sociedad, están dispuestos a adquirir por medio del cambio, o sea a comprarla, cuando se hallan con los recursos para proporcionársela. II. 8.

     Se funda pues:

     1.� En la necesidad(201) que hay de estas cosas en un lugar y en un momento determinado. II. 8.

     2.� En la cantidad de las otras cosas que se pueden dar para adquirirlas, o en otros términos, en la riqueza de los que las necesitan. II. 9.

     Por consiguiente, el pedido general que se haga de las cosas que son propias para el uso del hombre será tanto mayor en todo lugar o país, cuanto más civilizada y productiva sea la sociedad.

     Como el cambio de dos productos no es en realidad más que el cambio de los servicios productivos que sirvieron para crearlos, la cantidad pedida no es más que la de los servicios productivos propios para crear el producto que se pide. Del mismo modo, la oferta del producto que se consiente en dar en cambio, no es más que la oferta de los servicios productivos propios para completar el producto que se ofrece. El cambio de dos productos es en substancia el cambio de sus servicios productivos, y las cantidades pedidas y no son en último análisis más que cantidades de servicios productivos. II. 5.

     Siendo el pedido, no tanto un medio de producción nueva, como un signo de producción ya ejecutada, con la cual quiere su autor comprar otro producto, parece que no aumenta de ningún modo los medios de producción. En efecto, el pedido no aumenta la industria ni los capitales; pero no permite que estén ociosos, ni que se pierda tiempo alguno en la confección de los productos: las partes de que éstos se componen se reúnen luego que se hallan en estado de poder ser reunidas; se consumen a proporción los mismos productos; se emplean más útilmente la industria y los capitales que concurren a su formación, y el número de los productos se aumenta con los mismos capitales y con la misma industria.

     La actividad del pedido resulta algunas veces de un nuevo comercio que se abre, de circunstancias que promueven la afluencia de los viajeros, o del establecimiento de alguna nueva empresa.

     En cuanto al aumento de las ganancias que resultan ne un pedido más activo, no son estas un aumento, sino una traslación de riqueza. La mayor ganancia que tiene de este modo el productor, es un mayor gasto por parte del consumidor, y esta ganancia se repite hasta que la concurrencia lleva los servicios productivos hacia las producciones que son más pedidos.

CANTIDAD OFRECIDA. Es uno de los fundamentos del valor de las cosas.

     En todo lugar, y con respecto a todas las cosas, es la cantidad de estas mismas cosas, o de los servicios productivos propios para producirlas, que puede suministrarse al curso; la cantidad que los productores o poseedores de las cosas pueden y quieren dar en cambio (vender). II. 8. 10.

     La cantidad que se puede producir y poner en circulación depende de la escasez o de la abundancia de las facultades industriales, de las facultades capitales, y de las del suelo, que son a propósito, para la producción de estas cosas. La escasez de las facultades industriales, en cada ejercicio, depende no sólo de las facultades industriales que se hallan disponibles en cada lugar y en cada época, sino también del mayor o menor peligro, y aún de las que acompañan a la profesión: peligro e incomodidades que retraen a muchos que hubieron podido dedicarse a ella.

     Cantidad ofrecida y cantidad en circulación son sinónimos.(202)

CAPITAL. Un capital, en el sentido más extenso, es una acumulación de valores substraídos del consumo improductivo. I. 65. 67.

     Los valores de que se compone un capital, o son de esencia inmaterial, que sólo se manifiesta por sus efectos, como los talentos, que no se han podido adquirir sino por medio de anticipaciones sucesivas; o como se hallaba bajo la forma material de un producto, cualquiera que este sea(203).

     Cuando un capital, o si se quiere, unos valores que se reservan, no llegan a emplearse, son un capital improductivo. I. 65. 77.

     Cuando se emplean, se consumen reproductivamente, y son un capital productivo. I. 141.147. 149. II. 156. 161. 163.

     Un capital empleado productivamente es uno de los tres grandes agentes de la producción, y contribuye a las ganancias de ella. I. 15. II. 108.

     Emplear un capital en la producción es anticipar los gastos de esta. El valor del producto que de aquí resulta, reembolsa esta anticipación. I. 63.

     Las herramientas, máquinas, casas de labor &c., son anticipaciones; pero siendo durable el valor de estas cosas, sólo deben reembolsarse con el producto las alteraciones que haya padecido esta parte del capital. II. 52.

     Cuando el capitalista cede a otra persona, mediante un alquiler que se llama interés, el uso de su capital, este interés es el precio de los servicios productivos del capital; servicios que son desde este punto consumidos por el que toma prestado, y en beneficio suyo. I. 231 II. 91.

     Un capital no es la suma de dinero, en cuya forma se suele prestar; sino el valor de este dinero. Puede prestarse un capital en cualquier forma que sea, y aún bajo una forma inmaterial, como cuando un particular abre un crédito a otro que emplea frecuentemente el valor que toma prestado, sin que aparezca bajo la forma de una suma de dinero(204). I. 63. II. 105.

CAPITAL FIJO. Es un capital destinado de tal modo a un género de producción; que no puede separarse de ella para servir a otro género de producción. Tales son los valores empleados en mejoras agrícolas, en la construcción de un ingenio, fábrica, &c. I. 16.

     El valor de un capital fijo no puede ya volver a entrar en circulación, ni ser ofrecido como capital para emplearle, y por consiguiente influye muy poco en la tasa o cuota del interés(205). II. 100.

CAPITAL IMPRODUCTIVO. Son valores reservados, acumulados y no empleados. I. 77.

     Un capital puede muy bien no emplearse en la reproducción, sin ser por eso un capital improductivo. Los valores que tenemos en forma de casas, de muebles y de otras cosas que sirven para las necesidades de la vida, son un capital productivo de utilidad o de recreo, esto es, de productos naturales. Este capital produce entonces una renta que se consume al mismo tiempo; a saber, la utilidad o el recreo que resultan de su uso. I. 85.

CAPITALISTA. Es el que posee un capital, y le emplea por sí mismo, o le presta, mediante un interés, al empresario de industria que le emplea y desde este punto consume su servicio, y se aprovecha de sus ganancias.

CARESTÍA, BARATURA. La carestía es el valor subido, la baratura el valor bajo de las cosas. Pero, como el valor de las cosas es relativo, y no es subido ni bajo sino por comparación, no hay más carestía real que la que proviene de los gastos de producción. Una cosa realmente cara es la que causa muchos gastos de producción; la que exige el consumo de muchos servicios productivos.

     Entiéndase lo contrario de una cosa que es barata. II. 22.

     Este principio destruye la falsa máxima de que nada hay caro, cuando todo está caro; porque para crear un producto, cualquiera que sea, puede ser necesario, en cierto orden de cosas, hacer más gastos de producción que en otro género. Este es el caso en que se halla una sociedad poco adelantada en las artes industriales, o recargada de impuestos. Los impuestos son unos gastos que nada añaden al mérito de los productos. Los progresos en las artes industriales son o un grado mayor de utilidad obtenido con los mismos gastos, o un mismo grado de utilidad obtenido con menos gastos(206).II. 24.

CIRCULACIÓN. Es la traslación de una cosa valuable, o de un valor, de una mano a otra. Toda mercancía está en circulación, cuando está preparada para pasar a otra mano, esto es, cuando se ofrece en venta; y se saca de la circulación cuando deja de estar de venta. I. 109. II. 7. 10.

     Todas las mercancías y géneros que hay en las tiendas o en los mercados, están en circulación; y salen de ella en el momento en que pasan a manos del consumidor.

     La plata amonedada es una mercancía, que está siempre en circulación, y siempre destinada a cambiarse, excepto cuando se guarda o entierra. II. 42.

     Véase, cantidad pedida, cantidad ofrecida.

COMERCIANTE, o Negociante. Véase esta última palabra.

COMERCIO, o industria comercial. Es la industria que pone un producto al alcance del que le ha de consumir. La acción de buscar un producto en el lugar donde se encuentra y de transportarle al lugar donde ha de consumirse, da a su valor el aumento de la diferencia que hay entre su precio en el primero de estos lugares y en el segundo. Es una forma productiva dada al producto por el comerciante, de la que resulta una creación de valor que constituye la especie de producción, que es obra de la industria comercial. I. 5. 8. 9. 10. 52.

COMERCIO DE ESPECULACIÓN. Véase Especulador.

COMERCIO DE TRANSPORTE. Consiste este comercio en comprar mercancías en el extranjero para volver a venderlas las también en el extranjero. I. 59.

     Otros entienden por comercio de transporte la industria del armador que conduce en sus buques, mediante un flete, mercancías ajenas. Pero esta industria, análoga a la de los carruajeros, apenas merece el nombre de comercio, pues no es más que el alquiler de un instrumento.

COMERCIO EXTERIOR. Es la industria que consiste en comprar mercancías producidas en lo interior, para enviarlas y venderlas en el extranjero; o bien en comprar mercancías en el extranjero para volver a venderlas en lo interior. Ordinariamente se hacen de seguida estas dos operaciones, es decir, que se trae en mercancías de afuera el valor de las mercancías indígenas que se enviaron. Llámase esto hacer remesas y recibir retornos. I. 52. 54. 121.

COMERCIO INTERIOR. Es la industria que consiste en comprar productos del interior para volver a venderlos en el interior. I. 52.

     En su acepción más extensa comprehende esta palabra la industria del mercader de por menor, y la del buhonero que compra en una calle para volver a vender en otra, del mismo modo que la del negociante que compara los precios corrientes de todas las plazas de comercio de su país. I. 52.

     En todo país, y aún en aquel cuyo comercio exterior tiene más extensión, la suma de las negociaciones que se hacen en el comercio interior, excede mucho en valor a las del comercio exterior(207). I. 56.

CONSUMIDOR. Es el que destruye el valor de un producto, ya sea para satisfacer sus necesidades, o para reproducir un valor superior.

     El consumidor obtiene los productos de que hace uso;

     Ya produciéndolos él mismo;

     Ya proporcionándoselos por medio del cambio que hace de ellos con los productos de su propia creación(208);

     Ya recibiéndolos gratuitamente de aquellos que los producen. II. 159.

     El consumidor es tanto más rico, cuanto son más baratos los productos que consume. Es más rico, o si se quiere, menos pobre, con respecto a un objeto de consumo, cuando este objeto baja de precio. Es más pobre, o menos rico, con respecto a un objeto de su consumo, cuando se encarece este objeto. I. 139. II. 31.

     Un pueblo entero se hace más rico con relación a un objeto de consumo, cuando este objeto se puede adquirir a menos coste, y viceversa. Se adquiere el objeto a menos coste, cuando los progresos de la industria hacen que se saquen más productos de los mismos medios de producción. Entonces hay generalmente más utilidad que consumir, sin haber hecho más gastos para obtenerla. Todo lo que se dirige a multiplicar los productos de una nación, se dirige por consiguiente a enriquecerla. I. 39. 139. II. 31.

     Véanse las palabras Renta y Riqueza.

CONSUMO: CONSUMIR. Consumir es destruir el valor de una cosa, o una porción de este valor, destruyendo la utilidad que tenía, o solamente una porción de esta utilidad(209). II. 154. 163.

     No se puede consumir un valor que no puede destruirse. Así es que se puede consumir el servicio de una industria, mas no la facultad industrial que hizo este servicio; el servicio de un terreno, mas no el terreno mismo(210). II. 155.

     Un valor no puede consumirse dos veces; porque decir que está consumido es decir que está destruido. II. 155. 165. 168.

     Todo lo que se produce se consume. Por consiguiente, todo valor creado es destruido, y no se creó sino para que se destruyese. Pues en tal caso �cómo se hacen las acumulaciones de valores, esto es, de riquezas, de que se componen los capitales? Se hacen por la reproducción, bajo una forma material, del valor consumido de suerte que el valor de los capitales se puede considerar como un valor que se une y pasa sucesivamente a varios productos, los cuales nacen unos de otros, según se van consumiendo reproductivamente. II. 157. 162.

     Hay pues dos especies de consumos:

     1.� El consumo reproductivo, destruye un valor para reemplazarle con otro. I. 67. II. 160. 164.

     2.� El consumo improductivo, que destruye el valor consumido, sin reemplazo. II. 160. 168.

     El primero es una destrucción de valores de que resultan otros inferiores, iguales o superiores al destruido. I. 164.

     Cuando son inferiores, sólo es, reproductivo el consumo hasta la concurrencia del valor reproducido. El valor destruido comprehende el de los servicios productivos que le consumieron para producir. II. 165.

     El consumo improductivo es una destrucción de valores, cuyo único resultado es el goce que proporciona al consumidor. II. 168.

     Cuando se usa de la palabra consumo sin especificar nada, se entiende comúnmente el que es improductivo.

     No siendo todo capital más que una acumulación de valores, se puede consumir por entero, productiva o improductivamente. El capital productivo se consume también necesariamente, y sólo se perpetúa, porque los valores de que se compone se reproducen fijados en otras materias. II. 157. 164.

     El consumo anual de una familia, o de una nación es la suma de los valores que han consumido en el discurso de un año. Nada tiene que ver con la suma de sus capitales, y siempre la excede en mucho, porque abraza, además del consumo improductivo de las rentas, el reproductivo de los capitales, que suele repetirse muchas veces dentro del mismo año. Es verdad que algunos valores capitales no se consumen enteramente en el espacio de un año, como los edificios y los instrumentos durables; pero son muchos más los que se consumen y se reproducen muchas veces en el mismo espacio de tiempo(211). II. 158.

     Los consumos públicos son los que se hacen por el público o para su servicio. II. 159. 192. 206.

     Los consumos privados son los que se hacen por los particulares, o por las familias. II. 159. 175.

     Unos y otros son absolutamente de la misma naturaleza, como que no pueden tener otro objeto que una reproducción de valores, o un goce para el consumidor. A excepción, de estos dos resultados, todo consumo es un mal contrario al bien que resulta de la producción: esta es la creación, de un medio de ser feliz; y el consumo es la destrucción de este mismo medio. II. 168. 194.

     Es necesario comprehender en el consumo de una nación todos los valores que consume, productiva(212) o improductivamente, y por consecuencia los valores que envía al extranjero; y en sus producciones los valores que recibe de él; así como se comprehende en sus consumos el valor de la lana que emplea en hacer paños, y en sus producciones los paños que de aquí resultan. II. 53. 157. 165.

CONTRIBUYENTE. Es el súbdito del Estado, considerado en cuanto paga, bajo esta o la otra forma, una parte de las contribuciones públicas, o del impuesto.

CONTRIBUCIONES PÚBLICAS. Véase Impuesto.

CRÉDITO. Es la facultad que tiene un hombre, un cuerpo, o una nación de hallar prestamistas.

     Se funda en la persuasión en que están los prestamistas de que les serán devueltos los valores que prestan, y fielmente cumplidas las condiciones del préstamo.

     El crédito no multiplica los capitales: es decir, que si la persona que toma a préstamo para emplear productivamente el valor prestado, adquiere por este medio el uso de un capital; por otro lado la persona que presta se priva de este mismo capital. Pero el crédito en general es bueno, porque permite que salgan los capitales de manos inútiles para pasar a otras que puedan hacerlos fructificar; separa los capitales de un uso que solamente aprovecha al capitalista (como la imposición en los fondos públicos, para hacerlos productivos en manos de la industria; facilita el giro de todos los capitales, e impide que estén ociosos. II. 102.

     Hay más confianza, y más disposición para prestar en los países donde las empresas industriales presentan más probabilidad de buen éxito. La decadencia de la industria trae consigo la disminución del crédito. II. 205.

CULTIVADOR. Es el propietario de un terreno, cuando es al mismo tiempo empresario de la industria que le beneficia. Cuando no es propietario del terreno, es un simple arrendador. I 27.



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D.

DERECHOS DE ENTRADA. Equivalen a un privilegio, a un monopolio concedido al productor indígena, a expensas del consumidor; pues encarecen la mercancía sobre que recaen, a expensas del consumidor.

     Cuando son moderados los derechos de entrada, equivalen a los impuestos pagados por los productores de productos indígenas, y restablecen la igualdad de desventajas entre éstos y los productos extranjeros. I. 141.

DISTRIBUCIÓN (de los valores creados, o del valor de los productos). Se ejecuta por medio de la anticipación que los productores se hacen unos a otros, de las ganancias a que pueden aspirar, hasta que el consumidor reembolsa al último productor todas sus anticipaciones, y además las ganancias a que puede aspirar. I. 64. II. 49.

     Los valores, así distribuidos, van a formar las rentas de los particulares, cuya reunión compone la renta total de la sociedad. II. 53.

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E.

EMPRÉSTITO. Es el acto por el cual el prestamista cede el uso de un valor al que toma a préstamo. El empréstito supone la restitución ulterior del valor tomado a préstamo, ya sea de una vez, o en ciertos plazos, como en el empréstito vitalicio.

     La cosa tomada a préstamo es el valor, y no la mercancía: no es, por ejemplo, el dinero en cuya forma se hallaba este valor en el momento del empréstito. Por consiguiente, no es la abundancia de dinero la que facilita los empréstitos, sino la abundancia de valores en disposición de prestarse, de valores puestos en circulación para este objeto. (Véase Acumulación y Capital). II. 100.

EMPRÉSTITOS PÚBLICOS. Son valores tomados a préstamo por un gobierno en nombre de la sociedad que representa.

     Los valores, tomados así a préstamo, son capitales, fruto de las acumulaciones de los particulares. Cuando el importe de los empréstitos se emplea, como sucede de ordinario, en consumos improductivos, son un medio de destruir capitales, y por consiguiente de suprimir, para la nación en general, las rentas anuales de ellos(213). II. 289.

EMPRESARIOS DE INDUSTRIA. Concurren éstos a la producción aplicando los conocimientos adquiridos, el servicio de los capitales y el de los agentes naturales, a la confección de los productos a que dan los hombres un valor. I. 27. II. 47. 70.

     Un empresario de industria agrícola es cultivador, cuando es suya la tierra; y arrendador, cuando la alquila.

     Un empresario de industria fabril es un fabricante.

      Un empresario de industria comercial es un negociante.

     No son capitalistas, sino cuando es suyo el capital que manejan, o parte de él; y en tal caso son a un mismo tiempo capitalistas y empresarios. I. 24.

ESPECULADOR: ESPECULACIÓN. El comercio de especulación consiste más bien en comprar una mercancía cuando está barata, para volver a venderla cuando está cara, que en comprarla donde vale menos y para volver a venderla donde vale más. Esta última operación constituye el comercio propiamente tal, pues da una verdadera forma a los productos, y les comunica, poniéndolos al alcance del consumidor, una cualidad que no tenían. El especulador no es útil de manera alguna, a no entenderse por utilidad el extraer de la circulación una mercancía, cuando abunda demasiado, para hacer que vuelva a circular cuando es demasiado escasa(214). I. 56.

EXPORTACIÓN. Es la acción de transportar mercancías al extranjero.

     La exportación de las monedas, o de las materias de oro y plata no tiene mayores inconvenientes para una nación que la de cualquiera otro producto; porque en concepto de valores, el de los metales preciosos no vale más que un valor igual en cualquiera otra mercancía. I. 123.

     En concepto de producción, no le son más necesarios los metales preciosos que todos los demás valores de que se compone el capital productivo, y aún pueden suplirse más fácilmente que otras muchas cosas. I. 124. 126.

     Con respecto al uso o al consumo improductivo, son mucho menos necesarios, y se suplen más fácilmente que otros productos, como los alimentos los vestidos &c. I. 124.

     La exportación de los metales preciosos es favorable a la industria y a la producción interior, tanto como la exportación de cualquiera otra mercancía, porque el oro y la plata que se exportan no se adquieren sino por medio de un valor producido que da ocupación a la industria y a los capitales en igual grado que si se exportase el mismo valor producido. I. 117. II. 163.

     La exportación de las monedas acuñadas en lo interior, es un comercio ventajoso, si la hechura de las monedas es pagada por el consumidor de este artículo de platería. I. 273.

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F.

FABRICANTE. Es el empresario de una industria fabril. Cuando emplea en ella sus propios capitales, es al mismo tiempo capitalista. I. 27.

FACULTADES INDUSTRIALES. Son los talentos o aptitud para el trabajo industrial, de los cuales resulta una ganancia o renta, cuyo fondo o capital se puede decir que son las facultades industriales. I. 26.

FACULTADES PRODUCTIVAS. Por esta expresión se debe entender la aptitud que tienen los industriosos, los capitales y los agentes naturales para cooperar a la producción dando utilidad a las cosas.

     Se puede y se debe decir no solamente las facultades productivas del hombre, sino también las facultades productivas de los capitales y de las tierras. I. 17. 18. 21.

FONDOS: FONDOS PRODUCTIVOS. Esta palabra, tomada en general, expresa las facultades industriales, los capitales, y las tierras de que se puede sacar una renta. I. 5. 15. 18. 22.

     Los bienes de cada individuo se componen del valor del fondo que posee, y que si no tiene siempre un valor permutable, puede a lo menos valuarse por la renta que produce(215). II. 15. 17.

     Nuestros fondos proceden de la munificencia de la naturaleza, o de nuestras propias acumulaciones. II. 16.

     Los primeros se componen de los agentes naturales apropiados (esto es, convertidos en propiedades), como los fondos en tierras y las facultades industriales. I. 23. II. 16.

     Los segundos se componen de nuestros capitales y de nuestros talentos adquiridos. II. 16.

     Cuando se saca utilidad de los fondos, se llaman fondos productivos. Producen un servicio, y la venta de este servicio constituye la renta del fondo. II. 18.

     Cuando se consume este servicio sin otro resultado que la satisfacción del consumidor, es un servicio productivo de utilidad o de recreo. Cuando se consume para producir un nuevo valor, es un servicio productivo propiamente tal. Su valor dimana de cualquiera de estos usos; y este valor se establece como todos los demás; a saber, en razón directa de la necesidad que hay de los servicios, y en razón inversa de la cantidad que de ellos se ofrece. II. 17.

     El valor de un fondo se altera y se consume con mayor o menor rapidez durante la producción, y se restablece por medio del valor de los productos que resultan de la misma producción. Si la suma de estos productos no iguala a la de los valores consumidos, se disminuye el fondo y su valor. Al contrario, se aumenta si el valor producido excede al consumido.

FONDOS EN TIERRAS, O TERRAZGOS. Son, hablando propiamente, el suelo que trabaja en la producción, de concierto con la industria y con un capital. I. 18.

    Pero, como la fuerza productiva de la naturaleza no se manifiesta solamente en la vegetación, ha sido necesario alguna vez extender el significado de esta expresión hasta designar la fuerza productiva de la naturaleza en general, como la acción del sol en la vegetación, la del agua en cuanto produce peces espontáneamente, o bien como móvil, o simplemente como vehículo. Sería más conforme a razón dar el nombre de fondo natural al conjunto de los agentes naturales de cuya acción nace esta especie de servicios productivos. Este nombre estaría en contraposición con los de fondos de facultades industriales y de fondo capital, que obran juntamente con él. (Véase Riqueza.) II. 15.

      Como entre todos los fondos naturales se halló que las tierras eran susceptibles de llegar a ser propiedades, los que se apoderaron de ellas no cedieron gratuitamente su servicio productivo. La venta de este servicio productivo es la que forma la renta del propietario territorial. .II.20. 116. 123.

     Sostienen algunos publicistas que no hay renta territorial, y que la retribución que recibe el propietario como renta territorial, no es más que el interés del capital empleado en desmontar la tierra y en proveerla de los medios necesarios para su cultivo: lo cual es cierto en algunos casos; pero no lo es en aquellos parajes donde una tierra absolutamente inculta tiene sin embargo un valor venal o arrendable, supuesto que el precio de esta tierra es una anticipación que se debe unir a las que exige su cultivo, para llegar a sacar de ella algunos productos. II. 116.

     Por lo demás y esta discusión no influye de ningún modo en la solidez de los otros principios. Si el servicio de la tierra no cuesta nada, es un presente que hace la naturaleza a los consumidores de sus productos, como lo ejecuta con la acción de los rayos solares y con otros muchos agentes naturales. Si cuesta el servicio de la tierra, es un presente que hace la naturaleza al propietario: presente consagrado por la legislación de todos los pueblos civilizados, y muy favorable a la producción en general.

     Hay fondos en tierras que no dan productos rurales, sino que son productivos de utilidad y recreo, esto es, de un producto inmaterial que no es susceptible de ahorro ni de acumulación. I. 87.

FORMAS PRODUCTIVAS. Son la acción con que la industria crea o aumenta la utilidad de una cosa, y por consiguiente su valor.

      Las operaciones del sabio, del empresario y del obrero, son formas productivas sin las cuales ninguna cosa llegaría a ser un producto completo, o a propósito para el consumo.

     Siempre que una forma no contribuye a crear, o a aumentar el valor de un producto, no es productiva.

     Como la expresión forma productiva significa la acción que dispone o prepara un producto, apenas se puede decir sino de la acción humana cuando crea un valor. Un capital y un terrazgo no dan una forma productiva, sino únicamente servicios productivos.



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G.

GANANCIAS. Son la parte que cada productor saca del valor de un producto creado, en cambio del servicio que contribuyó a la creación de este producto.

     El poseedor de la industria saca las ganancias industriales.

     El poseedor del capital, las ganancias capitales.

     El poseedor de los fondos en tierras, las ganancias territoriales.

     Cada productor reembolsa a los que le precedieron, tanto las sumas que anticiparon, como las ganancias a que tienen derecho. El consumidor reembolsa igualmente al último productor sus anticipaciones, y le paga sus ganancias.

     El total de las ganancias que tiene un productor en el transcurso de un año, compone su renta anual; y el total de las ganancias que resultan a una nación, forma la renta nacional.

     Cuando el productor (ya sea industrioso, capitalista o propietario territorial, vende el servicio productivo de su fondo, hace una especie de ajuste a destajo; o por un tanto, en el cual abandona a un empresario la ganancia que puede resultar de la cosa producida, mediante:

     Un salario, si su fondo es una facultad industrial;

     Un interés, si su fondo es un capital;

     Un arriendo, si su fondo es una tierra.

     El total de estas ganancias por un tanto se llama también renta.

GASTOS DE PRODUCCIÓN. Son el valor permutable de los servicios productivos necesarios para que resulte un producto.

     Siempre que se hacen gastos, y no se produce utilidad, no son gastos de producción, sino enteramente inútiles, cuya pérdida recae sobre el productor o sobre el consumidor del producto, para quien se hicieron: sobre el productor, cuando no suben el valor del producto; y sobre el consumidor, cuando suben este valor. I. 8. II. 19.

     Cuando por causas accidentales, como la intervención importuna del gobierno, pasan los gastos de producción de la tasa a que los podría la libre concurrencia, hay despojo del consumidor en favor del productor o del gobierno, en una palabra, de todos los que se aprovechan de este exceso de precio. Cuando el consumidor por su parte se aprovecha de las circunstancias para pagar la utilidad de que hace uso a un precio inferior al que se establecería por la libre concurrencia, entonces comete él un despojo a expensas del productor. I. 136.

     Pudiendo considerarse la producción, como un cambio en que se dan los servicios productivos (los cuales se valúan por los gastos de producción) para recibir la utilidad producida, resulta que cuanto mayor es esta utilidad con respecto a los servicios productivos, tanto más ventajoso es el cambio. II. 17.

     El mejor uso de los agentes naturales proporciona más utilidad producida con respecto a los gastos de producción, y hace por consiguiente más ventajoso el cambio en que se reciben productos por gastos de producción(216). I. 55. II. 25.

     Las calamidades naturales, como el granizo, el hielo, y las que son obra de los hombres, como la guerra, los robos, los impuestos, aumentan los gastos de producción, y por lo mismo hacen que el cambio sea menos ventajoso. Cuestan más los productos, sin que sean mayores las rentas; porque entonces el aumento de gastos de producción no cede en beneficio del productor.

     Los gastos de producción de un producto pueden ser superiores al valor que en el estado actual de la sociedad se puede fijar a este mismo producto: o en otros términos, nadie con las facultades pecuniarias que actualmente posee puede sacrificar los servicios productivos necesarios para tener cierto producto. Entonces no hay cosa producida; y el productor perdería en esta operación. II. 9.

     Esta suposición se puede aplicar sucesivamente a todos los productos, pues la producción entera puede llegar a ser tan perjudicial, que cese al principio en parte, y después en el todo; lo que sucede cuando todas las cosas están excesivamente caras, y cuando es excesiva la miseria de los pueblos II. 31.

     En tal caso, se me dirá, siendo excesivamente cara la cosa con que se compra (el dinero por ejemplo) su valor permutable debe permanecer en la misma relación con el valor de las demás cosas. Nada estará caro, porque lo estará todo. Pero es necesario considerar que entonces está también caro el dinero con relación a los servicios productivos; quiero decir, que muchos servicios productivos proporcionan poco dinero, y por consiguiente pocos géneros, hasta que por una parte los capitales se consumen o se retiran, porque se recompensa mal su servicio productivo, y por otra se destruye la población, porque sus servicios productivos no dan bastantes productos para mantenerla(217).

GÉNERO. Mercancía puesta en venta y no para volver a venderse, sino para consumirse, ya sea que se destine a la subsistencia o a cualquiera otro género de consumo.

     Siempre que se compra para volver a venderla, conserva el nombre de mercancía.

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I

IMPORTACIÓN. Es la acción por la cual se traen mercancías de país extranjero al propio.

     Las mercancías importadas se pagan comúnmente al extranjero con otras que se le envían, y algunas veces con metales preciosos. Este último modo de pagar a extranjero no tiene mayores inconvenientes que otro cualquiera. (Veánse las palabras Capital, Balanza del comercio, Exportación). I. 118. 121. 137.

IMPUESTO. Valor pagado al gobierno por los particulares para atender a los consumos públicos. I. 95. II. 241.

     La forma material en que se paga este valor es indiferente, a no ser que se considere la mayor o menor comodidad con que se efectúa el pago. Lo esencial es la cuota del valor pagado. Una prestación en especie de valor de cien francos, servicios hechos por valor de cien francos, y una suma de cien francos pagada en escudos, son contribuciones iguales entre sí. En una y otra forma, es un valor igual sacrificado por el contribuyente, o sea por la sociedad. II. 242. 262.

      Si la prestación se hizo en especie, una vez consumidos los productos, no existe ya su valor, y de consiguiente no pertenece a nadie. Si la prestación se hizo en servicios personales (como en los trabajos del campo y otros que hacían los vasallos de Francia en beneficio de sus señores, y se les daba el nombre de corvée; en los servicios militares &c.), estos servicios se consumieron del mismo modo en utilidad del gobierno o del público. Si la prestación se hizo en dinero, este dinero se cambió por otros productos (lo que no es una restitución.); y estos productos se consumieron (lo que es una destrucción). En cualquiera de estos casos, la sociedad no se indemniza del sacrificio del impuesto sino con los goces y con la seguridad que recibe en cambio; pero de ningún modo con la vuelta de ese valor a la sociedad, porque no vuelve a entraren ella, sino que se consume. Por consiguiente, si la sociedad no saca ventaja alguna de este consumo, no recibe ninguna indemnización de su sacrificio; y si la ventaja que saca no es proporcionada a la privación que le resultó del sacrificio, hace un contrato en que resulta perjudicada. II. 242.

     El sacrificio causado por impuesto no recae constante y completamente sobre la persona que paga la contribución. Cuando el contribuyente es productor, y puede, en virtud del impuesto, subir el precio de sus productos, este aumento de precio es una parte del impuesto, que recae sobre el consumidor de los productos que se encarecieron. II. 269.

     El aumento de precio o de valor que adquieren los productos en virtud del impuesto, nada aumenta la renta de los productores de los productos; y equivale a una diminución en la renta de sus consumidores. I. 4. II. 270.

     (Véase Gastos de producción y Renta).

INDUSTRIA. Es la acción de las facultades humanas aplicadas a la producción. I. 5. 27.

     Se llama:

     Industria agrícola, cuando se aplica principalmente a promover la acción productiva de la naturaleza, o acoger sus productos. I. 5. 8.

     Industria fabril, cuando transforma las cosas de modo que crea un valor en ellas. I. 5. 8.

     Industria comercial, cuando les da un valor, poniéndolas al alcance del consumidor. I. 6. 8.

     Todas las industrias se reducen a tomar una cosa en un estado, y a ponerla en otro en que tiene más valor. (Considerando el lugar en que se encuentra la cosa como parte de su estado y de sus propiedades). I. 10.

     En ningún caso puede ejercerse la industria sin un capital, porque no puede ejercerse sino en alguna cosa, y por medio de algo. I. 15. 24.

     Hay una industria que sólo es productiva de productos inmateriales, o sea de productos necesariamente consumidos al mismo tiempo que se crean. Tal es la del médico, la del empleado público, y la del actor. I. 79. 83. 84.

     La acción de las facultades humanas, o la industria, cualquiera que sea el objeto a que se aplique, supone tres operaciones. I. 26:

     1.� El conocimiento de las leyes de la naturaleza; que es el fruto de las ocupaciones del sabio.

     2.� La aplicación de este conocimiento, con el objeto de crear utilidad en una cosa; que es la industria del empresario.

     3.� La ejecución o las manos; que es el trabajo del obrero.

INDUSTRIOSO. Tomada esta palabra como un substantivo, significa el que o los que trabajan en la producción de los valores, esto es, en la creación de las riquezas.

     El industrioso se considera aquí como uno de los medios de producción, independientemente de los capitales y de los agentes naturales, que son sus instrumentos.

     El industrioso que se dedica al conocimiento de las leyes de la naturaleza, es el sabio. El que trata de su aplicación a las necesidades del hombre, es un agricultor, un fabricante o un negociante. El industrioso que se ocupa en el trabajo de manos, guiándose por las luces y por el juicio de otros, es un obrero. I. 27.

INTERÉS(218): alquiler de un capital prestado o en términos más exactos, compra de los servicios productivos que puede hacer un capital. II. 91.

     El capitalista que recibe un interés, cede el derecho que tiene a la ganancia que puede adquirir con su capital: renuncia los servicios productivos que puede hacer su capital todo el tiempo que está prestado.

     El empresario que toma a préstamo gana o pierde en el interés que paga, a proporción que saca del capital ganancias superiores o inferiores a este interés. II. 20. 103.

     El interés de un capital prestado se puede dividir casi siempre en dos partes: una que representa y paga el servicio que puede hacer el capital como agente de producción (que es el interés propiamente tal); y otra que representa el riesgo que corre el prestamista de no reintegrarse de su capital. Ésta es una especie de prima o premio de aseguración. II. 22.

     La escasez de los capitales disponibles, y la abundancia de medios para emplearlos de una manera lucrativa y segura, contribuyen a subir la tasa del interés propiamente tal. Las circunstancias contrarias contribuyen a bajarle. II. 98.



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M.

MANUFACTURAS, e industria fabril. Es la industria que por medio de una mudanza de forma da valor a una materia en bruto, o añade valor a una materia ya manufacturada. I. 5. 7. 8.

     La industria fabril no se entiende solamente de las formas dadas en un taller por un gran número de obreros reunidos; sino también de las formas más sencillas dadas en las tiendas, en casas particulares, en lo interior de las familias. Son fabricantes el sastre, el zapatero, el pastelero; y lo es también la criada cuando se hace un par de medias.

MÁQUINAS. Una máquina es una herramienta más o menos complicada, de que se sirve la industria para sacar utilidad de los agentes naturales. I. 34.

      Su valor forma una parte del capital productivo. I. 34.

     Son tanto más ventajosas, cuanto con menos valor sacan de los agentes naturales más utilidad, o mayor cantidad de productos. I. 35.

     Cuando el valor venal, o precio corriente de los productos creados por ellas, permanece en el mismo estado a pesar de esta producción más abundante, es el productor quien se aprovecha de la utilidad producida; y el consumidor, cuando baja el precio corriente. En ambos casos hay una ganancia efectiva. I. 35. 38.

      La introducción de una nueva máquina ocasiona una diminución en la suma de las rentas ganadas por la clase de los jornaleros, hasta el momento en que llegan a ocupar sus facultades en otra parte de la misma producción o de otra cualquiera Al contrario, se aumenta por este medio la renta de los empresarios o capitalistas. I. 36.

     Este efecto es momentáneo; y como por lo común sucede que al cabo de poco tiempo pueden los productores bajar sus precios sin perder en ello, a lo cual los obliga también la concurrencia, resulta aumentada la renta de los consumidores, sin perjuicio de nadie. I. 37. 38.

MERCANCÍA: producto comprado para volver a venderle.

     Cuando se pone en venta una mercancía para pasar a manos del consumidor, y por consiguiente para salir del comercio, pasa a ser un género.

MERCADER. Comerciante que compra la mercancía al que la vende por mayor, o en cantidades algo considerables, para revenderla al consumidor. Da una forma productiva proporcionando un género a las necesidades y a la comodidad del consumidor.

MERCADO: lugar en que se encuentra facilidad de cambiar, o si se quiere, de vender los productos.

     En la Economía política no se entiende solamente por mercado el lugar en que se verifica una reunión material para comprar y vender; sino cualquier lugar donde se presentan compradores. Así, la Inglaterra es un mercado para el té de la China; y lo es el Asia para los metales preciosos del Nuevo Mundo.

     Esta palabra puede reemplazarse en muchos casos con la de salidas. I. 97.

MATERIA IMPONIBLE. Es el valor de los productos, de los cuales se saca el total del impuesto. Así, ni es la moneda, la que sirve para pagar el impuesto, ni lo es tampoco la cosa sobre que se establece. Ésta no es más que una ocasión, una base que sirve para fijar el total del tributo que pide el gobierno al contribuyente, cuya renta es la verdadera materia imponible. II. 273. 265.

METALES PRECIOSOS: el oro y la plata, especie de mercancía, que se emplea, parte para que sirva de moneda, y parte en hacer muebles y utensilios. I. 124. 222. 224. II. 39.

MONEDA. Es una mercancía (comúnmente de oro o de plata) que tiene la propiedad de proporcionar a su poseedor, con un solo cambio, las cosas que necesita(219). I. 215.

     La moneda es una mercancía que está siempre en circulación, esto es, que se está comprando siempre para volver a venderse (a cambiarse de nuevo), y no para consumirse: de donde nace que cualquiera que sea la materia de que se compone, sirve igualmente para los usos a que está destinada. I. 220. II. 42.

     Cuando la moneda es de metal, la divide el gobierno, para mayor comodidad, en piezas de determinada ley y peso, y las marca con su cuño: lo cual es una forma útil, pues aumenta su valor. I. 230.

     La moneda es un producto de la industria humana, como cualquiera otra mercancía; pero una vez puesto en la sociedad este producto, hace en ella su oficio por un tiempo muy dilatado, y es imperceptible el consumo o deterioro que experimenta(220): por lo que se la puede considerar como parte del capital de un país.

     La actividad en la circulación de la moneda hace que se emplee con mayor ganancia; pero nada añade a su valor(221). I. 109.

     Las monedas que se hallan en un país, y se hallaban en él el año anterior, no forman parte de la producción anual de este país. Nada se ha producido de nuevo sino el exceso, en caso de que le haya, del valor de las monedas existentes en este año, con respecto a las del otro. El aumento o la disminución de esta mercancía, como de cualquiera otra, no indica un aumento o una diminución en el capital total del país, supuesto que cada mercancía en particular forma siempre una porción bastante corta del capital total de una nación, y que la diminución en la suma de una mercancía puede contrapesarse con el aumento en la suma de otra. I. 129. II. 56.

      Sirviendo las piezas de moneda como tales, no por razón de sus cualidades físicas, sino en virtud de una cualidad moral, esto es, de su valor, pueden ser reemplazadas, como moneda, por cualquiera otra materia, por ejemplo, conchas, granos o almendras de cacao &c: para lo cual basta que estas cosas tengan cierto valor, por cualquier causa que sea, y que puedan transmitirse fácilmente. Desde este momento pueden ser objetos de cambio. I. 220.

      Se puede también hacer moneda de papel, con tal que haya medio de darle valor. El papel-moneda no es un signo, porque no lleva consigo la obligación de su reembolso(222). I. 241. 274. 304.

      Como no se recibe la moneda con el objeto de consumirla, puede ser reemplazada por un signo (como cédulas, créditos abiertos en cuenta corriente &c); pero el signo no puede valer tanto como la cosa representada, a no ser que con él sea fácil adquirirla al instante. I. 99. 287.

     El valor de la moneda, cualquiera que sea su materia, sube como otro cualquier valor, en razón directa de la cantidad pedida, o de que se tiene necesidad, y en razón inversa de la cantidad ofrecida, o de la que hay que dar en cambio. I. 121. 134. 226. 305. II. 39.

     La cantidad, o por mejor decir, él valor monetario es tanto más pedido cuanto mayor es el número y la importancia de las negociaciones que se hacen. Siendo más repetidos los cambios se necesita con más frecuencia del agente de ellos que es la moneda. I. 124.

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N.

NEGOCIANTE, o Comerciante: el empresario de una industria comercial. Cuando emplea en ella sus propios capitales, es al mismo tiempo capitalista. I. 27.

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O.

OBRERO: el que alquila su capacidad industrial o vende su trabajo, y de consiguiente renuncia sus ganancias industriales por un salario. I. 27. II. 75.

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P.

PRECIO: valor de una cosa expresada en moneda; o si se quiere, la cantidad de moneda cuyo valor corresponde al de esta cosa. I. 2. 3.

El PRECIO CORRIENTE es aquel a que se puede adquirir una cosa en una época o en un paraje determinado. I. 2. II. 3.

     Las diferentes cantidades de moneda que valen dos cosas diversas, ofrecen un modo cómodo de comparar su valor. Sólo bajo este aspecto es el precio la medida del valor. I. 250.

     El precio de un producto se compara con sus gastos de producción, o con el precio de los demás productos. II. 21.

     El precio corriente de todos los productos, por razón de la libre concurrencia, pretende perpetuamente a aproximarse al precio corriente de sus servicios productivos, esto es, a aproximarse a sus gastos de producción, a su PRECIO NATURAL, según la expresión de Adam Smith(223). En lo que sigue, supongo el precio corriente al nivel de los gastos de producción. II. 23.

     Un producto es REALMENTE tanto menos caro, cuanto se obtiene en mayor cantidad por el mismo precio, pagado en gastos de producción. II. 22.

     Es RELATIVAMENTE menos caro, cuando se obtiene mayor cantidad de él por el mismo precio, pagado en productos. II. 24.

     La baja real es una ganancia para la sociedad, porque todos los que compran el producto que ha bajado, ahorran en el pago, sin que nadie por razón de este ahorro reciba menor precio de sus servicios productivos. II. 25.

     La baja relativa empobrece al que vende, del mismo modo que enriquece al que compra. Causa una mudanza en el estado relativo de los bienes; pero en nada varía la riqueza del país. II. 33.

     El precio varía NOMINALMENTE, cuando sin que haya ninguna mudanza en la cantidad de la mercancía-moneda, la hay en su denominación. Si se compra una cosa por el precio de una onza de plata, que reducida a moneda se llama tres libras, como a fines del siglo XVII, y se compra la misma cosa por el precio de una onza de plata, que reducida a moneda se llama seis libras, como a mediados del siglo XVIII, su precio varía solamente en el nombre , mas no en la realidad. II. 37.

PRÉSTAMO: acto por el cual se cede el goce temporal de una cosa que se posee.

     En el préstamo a interés, lo que se presta es la facultad productiva de un capital, y no una suma de dinero. II. 92.

     La mercancía, la moneda que sirvió para transmitir el valor prestado, muda de forma, pasa de una mano a otra, &c; mientras que el valor permanece prestado(224). II. 105.

PRODUCTOR. Es el poseedor de uno de los tres grandes agentes de la producción, ya sea poseedor de industria, de capitales, o de terrazgos.

     El servicio de estos agentes se paga a los productores, ya sea a destajo por un empresario, o ya con el valor del producto creado, y esto es lo que compone su renta.

PRODUCCIÓN, PRODUCIR. Producir es dar a una cosa un valor reconocido como tal, y capaz de proporcionar por medio del cambio otra cosa de igual valor. Es también aumentar el valor reconocido que tiene ya una cosa. I. 3.

     La producción crea valor dando o aumentando la utilidad de una cosa, y estableciendo de este modo el pedido que se hace de ella, que es la primera causa del valor que tiene. I. 3.

     Todas las cosas cuyo valor se ha creado o aumentado, son productos.

     La producción se verifica por medio de los servicios productivos que hacen los tres grandes agentes de la producción (la industria, los capitales y las tierras). I. 5. 15. 18. 20.

     La producción agrícola es la creación de valores obtenidos con el cultivo de las tierras, o con trabajos análogos. I. 5.

     La producción fabril es la creación de valores obtenidos con la modificación de productos ya existentes. I. 5.

     La producción comercial es la creación de valores obtenidos transportando o distribuyendo a los consumidores, productos ya existentes. I. 5.

     Todos los valores así producidos se dividen entre los agentes de la producción, y esto es lo que constituye sus rentas. II. 15. 17.

     Como en realidad todos los productos son comprados por los productores, en el sentido de que los pagan con servicios productivos, o lo que es lo mismo, desembolsando gastos de producción, resulta que los productores los compran más baratos pagando los mismos productos con menos servicios productivos, o lo que es exactamente lo mismo, obteniendo por medio de los mismos servicios productivos mayor abundancia de productos. El productor que los obtiene más baratos, los da más baratos sin pérdida: da más porque obtuvo más. II. 18.

     Si el valor producido es riqueza, se pregunta cómo esta disminución en el valor de los productos equivale a un aumento de riquezas. Esto sucede, porque el valor de los servicios productivos, con los cuales se compran los productos (aun los que fueron creados por otras personas) no disminuye, sino que se aumenta con la baja de los productos. El valor de estos no es el valor adquirente en este cambio llamado PRODUCCIÓN, sino el valor adquirido; y el valor adquirente es tanto más considerable cuanto menor es el adquirido. II. 17.

     Todo lo que se produce se consume; porque producir es formar cosas que tienen valor: éstas no pueden tenerle sino en cuanto son pedidas ni pueden serlo sino en virtud del uso o del consumo que se quiere hacer de ellas.

     Algunos autores que no han estudiado bastante esta materia, han sostenido la opinión de que en una sociedad política podía haber superabundancia de producción: lo cual es un error; porque sólo puede haber superabundancia cuando el valor de las cosas producidas no iguala sus gastos de producción; pero los gastos de producción (esto es, el valor de los servicios productivos) no pueden ser demasiado subidos para producir estas cosas, sino porque los mismos servicios productivos son más pedidos para producir con ellos otras cosas: lo que indica en éstas una escasez relativa. Lo que se llama pues superabundancia de productos no es más que una mala distribución, o un mal uso de los medios de producción.

     La abundancia de toda clase de productos, fruto de una producción muy perfeccionada, no es una superabundancia, por cuanto no va acompañada de la imposibilidad de comprarlos. Subiendo al origen de las cosas, siempre se compra la totalidad de los productos al precio de la totalidad de los servicios productivos. Cuando se obtienen muchos productos a costa de pocos servicios productivos, son baratos los productos: se adquieren y se consumen en mayor abundancia.

     Cuando las extorsiones de los turcos o los impuestos excesivos, que son unas extorsiones regularizadas, roban al productor una parte demasiado grande de las cosas producidas, equivale esto en realidad a unos gas-

tos de producción demasiado considerables para todas las clases de producción a un mismo tiempo. En tal caso, lo que se produce sirve para proveer a un opresor que no da cosa alguna en cambio. No teniendo ya el productor una indemnización suficiente del trabajo que le es indispensable para producir, y de las privaciones a que se sujeta no consumiendo improductivamente sus capitales, deja sus tierras sin cultivo, apura sus ahorros, y dedica sus facultades industriales a ocupaciones funestas, como la rapiña y la guerra: de donde resulta la decadencia de la población y de la sociedad, como sucede en los países orientales.

PRODUCTO. Es una cosa para el uso del hombre, en la cual no se considera más que la utilidad que le comunicaron los agentes de la producción, y el valor que de aquí resultó. I. 5.

     La utilidad creada constituye el producto. El valor permutable que de aquí resulta no es más que la medida de esta utilidad, la medida de la producción que se ha verificado. II. 3.

     Se obtienen los productos por medio de los servicios productivos. Cuanto mayor es el número de productos que se pueden adquirir con los mismos servicios productivos, tanto más baratos son los productos, en primer lugar para el que los crea, y después para el que los compra; porque la concurrencia de los productores obliga a éstos a dar sus productos al coste. (El coste para el productor son los gastos de producción que comprehenden las ganancias de su propia industria). II. 5. 19.

     Si pudiese haber productos sin que se pagasen con servicios productivos, dejarían de ser productos, porque nada costarían, como sucede con el agua, con el aire, y con la luz del sol. Tratándose de verdaderos productos, vale más pagarlos que privarse de su goce; pero es señal de que se perfecciona la producción, cuando se pagan menos caros, cuando se obtienen con menos gastos, o con menos servicios productivos. II. 32.

     Son perdidos los gastos que nada añaden a la utilidad de un producto. Los pierde el productor si no aumentan el valor del producto, y los pierde el consumidor si le aumentan. I. 8. II. 19.

     Cuando un producto se destina a la venta, es una mercancía: cuando se destina al consumo, es un género(225).

PRODUCTO INMATERIAL. Es toda especie de utilidad que se consume necesariamente en el momento mismo en que se produce, y que por consecuencia no puede transmitirse ni acumularse. Tales son los servicios personales. I. 79.

     Los productos inmateriales son, como los demás productos, el resultado de una industria, de un capital, de un terrazgo, o de los tres juntos. I. 83.

     La utilidad que se saca del servicio de un médico, de un abogado, de un empleado civil o militar, es un resultado de su industria. I. 83.

     La utilidad que se saca de una casa, de un mueble de duración, de la plata labrada, es un resultado del servicio de un capital. I. 8 5.

     La utilidad o el placer que se saca de un camino o de un jardín de recreo son el resultado del servicio de un terreno, aumentado con el capital que se invirtió en construirlos y arreglarlos. I. 87.

PRODUCTO NETO: PRODUCTO EN BRUTO. El valor producido es el producto en bruto: este valor, deducidos los gastos de producción, es el producto neto.

     Considerada una nación en masa, no tiene producto neto, porque no teniendo los productos más que un valor igual a los gastos de su producción, cuando se deducen estos gastos, se deduce todo el valor de los productos. Por consiguiente la producción nacional, la producción anual deben entenderse siempre de la producción en bruto. I. 11. 12. 64. II. 51.

     La renta anual es la renta en bruto.

     No puede entenderse producción neta sino cuando se trata de los intereses de un productor en contraposición a los de los demás productores. Un empresario gana el valor producido, con deducción del valor consumido; pero lo que es para el valor consumido, como la compra de un servicio productivo, es para el autor del servicio una porción de renta. II 51.

PROPIEDAD. La propiedad es una posesión reconocida. La Economía política supone su existencia como una cosa de hecho, y sólo considera accidentalmente su fundamento y consecuencias. En efecto, no se puede investigar el modo con que se forman, se distribuyen y se consumen las riquezas, sino cuando puede haberlas, y es imposible que las haya sin propiedad. I. 91. II. 15.

     La propiedad ofrece al hombre el más poderoso estímulo para adquirir riquezas, y por consiguiente para la producción. I. 91.

     Se llaman también propiedades las cosas que se poseen. En la Economía política, los capitales y las facultades industriales son propiedades tan efectivas como los terrazgos. I. 92. 165. II. 16.

PROPIEDAD TERRITORIAL, Véase Fondos en tierras o terrazgos.

PROPIETARIO TERRITORIAL. Es el propietario de un terrazgo empleado productivamente, ya sea que le beneficie por sí mismo (en cuyo caso es también cultivador), ya sea que le alquile a un arrendador, el cual adquiere así el derecho de sacar todas las ganancias del terrazgo. II. 20.



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R.

RENTA. Hablando propiamente, es el valor de los servicios productivos hechos por los fondos que se poseen. II. 17.

     El valor de los servicios productivos, de que se forma la renta, se mide por la cantidad(226) de los productos obtenidos por medio de ellos.

     El poseedor de un fondo productivo puede consumir su renta, ya sea inmediatamente, o ya a consecuencia de un cambio. Si había su propia casa, o vive en una tierra suya, consume inmediatamente el servicio productivo de la casa y de la tierra. Si consume un servicio productivo para sacar de él un producto, (como hace el negociante que emplea por sí mismo, sus capitales) su renta se muestra entonces en los productos que resultan de este consumo. II. 19. 56.

     Alquilando los fondos productivos que se poseen, se venden los servicios productivos, o la renta que pueden dar; y la renta del vendedor se compone entonces del precio de esta venta. Cuando después se compran con ellos otros productos para satisfacer las necesidades de la vida, se consume la renta a consecuencia de un doble cambio, a saber, en primer lugar de los servicios productivos por dinero, y en segundo del dinero por objetos de consumo. II. 18.

     De los fondos que se poseen se puede sacar mayor renta, ya sea inmediatamente, sacando mayor cantidad de productos de sus servicios productivos; ya sea inmediatamente, comprando con los frutos de estos servicios productivos mayor cantidad de productos (frutos de algún otro servicio). Estas dos suposiciones no se pueden realizar sino con la baja real del precio de los productos, esto es, con una mejora por cuyo medio se obtienen más productos a costa de menos servicios productivos, o lo que es lo mismo, de menos gastos de producción. II 19. 23.

     La suma de todas las porciones de rentas que saca un productor en el discurso de un año, ya sea de la venta, o del uso que hace de los servicios productivos de su industria, de sus capitales o de sus tierras, forma su renta anual. II. 53.

     Las rentas de todos los particulares de que se compone una nación, forman la renta nacional. II. 53.

     (No se la debe confundir con el total de los impuestos, que no son más que una porción de la renta de los particulares, y algunas veces de sus capitales, la cual se exige legal o arbitrariamente para atender a los gastos públicos).

     Como el valor íntegro de los productos, o su valor en bruto sirve para pagar rentas o porciones de ellas, la renta total de una nación es igual al valor en bruto de todos sus productos, y es superior a él si se comprehenden en esta renta los servicios producidos, consumidos en especie, antes de haberse transformado en productos, esto es, los que sólo dieron productos inmateriales(227). II. 11. 57.

     La moneda no constituye parte de la renta de la nación, porque no presenta ningún nuevo valor creado; pero los valores que componen las rentas se transmiten muchas veces en forma de moneda. Entonces es la moneda el precio de la venta que se hizo de un servicio productivo o de un producto cuyo valor constituía la renta. Esta moneda, adquirida por un cambio, es muy luego cedida por otro cambio, cuando se usa de ella para comprar objetos de consumo. De este modo sirven unos mismos escudos en el discurso de un año para pagar muchas porciones de rentas adquiridas sucesivamente, pero nada influyen en lo substancial de estas rentas, las cuales no se componen en realidad más que del valor que saca cada uno del servicio productivo de sus fondos, y que puede consumir, ya sea inmediatamente, o ya a consecuencia de muchos cambios. II. 17. 105.

     El particular o el país que consumen improductivamente toda su renta, y no consumen así ninguna parte de sus capitales, se hallan con respecto a la riqueza, en un estado estacionario.

     Prosperan, si añaden a sus capitales una parte de sus rentas, esto es, si la dedican al consumo reproductivo.

     Decaen, si además de sus rentas, consumen improductivamente parte de sus capitales(228).

RENTA DE LA TIERRA. Es lo que produce una tierra comparativamente con su precio de compra. La tierra que ha costado cien mil francos, y produce cuatro mil, da cuatro por ciento de renta. II. 17.

     Las ganancias de un terrazgo pueden ser muy grandes, si la tierra es muy fértil; y sin embargo la renta de este terrazgo puede ser muy mediana, si el valor venal del terreno es muy considerable con respecto a sus productos.

REPRODUCCIÓN. Véase Producción, que es lo mismo. Se da algunas veces a la producción el nombre de reproducción, porque en efecto no es más que una reproducción de materias bajo otra forma que les da algún valor, en lugar de una forma precedente, bajo la cual o no tenían ninguno, o le tenían menos considerable.

     Es más exacta la palabra producción, porque la riqueza de que aquí se trata, no consiste en la materia, sino en su valor, el cual en realidad se produce bajo cualquier forma.

RIQUEZA. En su significación más extensa designa esta palabra los bienes que poseemos y pueden servir para satisfacer nuestras necesidades o lisonjear nuestros gustos. I. 2.

     Como los bienes igualmente accesibles a todos y de que cada uno puede gozar a su arbitro, por ejemplo, el aire, el agua y la luz del sol, se nos dan gratuitamente por la naturaleza, se pueden llamar RIQUEZAS NATURALES. Pero no pudiendo producirse, distribuirse ni consumirse, no son de la inspección de la economía política. I. 5. II. 4.

     Aquellas cuyo estudio forma el objeto de esta ciencia, se componen de los bienes que se poseen, Y QUE TIENEN UN VALOR RECONOCIDO. Se les puede dar el nombre de RIQUEZAS SOCIALES, porque no existen sino entre los hombres reunidos en sociedad. II. 3. 4.

     El valor de las cosas (valor por cuyo medio llegan a ser riquezas sociales) no es reconocido sino cuando puede obtener en cambio otro valor. El valor de una cosa es entonces igual al de todas las que se pueden obtener en cambio. Valor reconocido y valor permutable tienen una misma significación. I. 2. II. 3. 4.

     Somos ricos en productos ya creados, o en fondos y rentas. Cuando somos ricos en productos, puede esta riqueza padecer alteración por la subida o por la baja de los mismos productos. Somos más ricos cuando suben, y lo somos menos cuando bajan.

     Cuando somos ricos en fondos y rentas, esto es, en riquezas que renacen perpetuamente, lo somos tanto más, cuanto menos caros son los productos; porque todo valor es relativo. El de los fondos y rentas es tanto mayor, cuanto más pequeño es el que se adquiere con fondos y rentas. (El corto valor de los productos y su gran cantidad son un mismo y único efecto)(229). II. 17.

     El colmo de la riqueza sería poder proporcionarse de balde todo lo que se quisiese adquirir, como sucedería si todas nuestras necesidades pudiesen satisfacerse con riquezas naturales. II. 32.

     Al contrario, se llegarla al colmo de la pobreza, si el valor de las cosas que se necesitan excediese al de las que se pueden dar en cambio(230).

     No es posible valuar en un lugar las riquezas de otro, porque toda valuación ha de ser precisamente la comparación del valor de dos objetos que se tienen a la vista. Se puede estimar en setecientos millones de libras esterlinas(231) la totalidad de las rentas de Inglaterra; y cuando el curso del cambio está a veinte y cuatro francos por libra esterlina, se puede decir que setecientos millones de éstas valen en París diez y seis mil ochocientos millones de francos; pero todavía no se forma idea alguna de lo que con estos setecientos millones de libras esterlinas se puede comprar en Inglaterra(232). I. 251. II. 18.

     Tampoco se puede comparar la cantidad de utilidad producida en un país, con la cantidad producida en otro. La utilidad que los hombres de un país hallan en un producto, no puede valuarse sino por el precio que dan a este producto; y los precios de un país no pueden valuarse en otro.

     Esto demuestra que no se puede contar con ningún resultado positivo, comparando la estadística de un país con la de otro. La comparación de la riqueza de dos naciones es la cuadratura del círculo de la economía política. Es necesario contentarse con saber que la nación en que hay, por lo general, más abundancia de productos que consumir con respecto a la población, y en que mejor se distribuyen los productos a proporción de la parte que tiene cada individuo en la producción, es aquella en que se está mejor, y en que se goza de más comodidad(233). II. 141.

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S.

SABIOS. Concurren a la producción, dando a conocer las leyes y los cuerpos de la naturaleza, que los empresarios de industria aplican después a los usos y necesidades del hombre. I. 26. II. 69.

SALARIO. Es el alquiler de una facultad industrial, o hablando con más rigor, el precio de la compra de un servicio productivo industrial. II. 75.

     El hombre industrioso que recibe un salario, cede su parte de ganancias industriales al empresario que se le paga, el cual gana o pierde en el salario pagado, según que la ganancia procedente del trabajo que compra, es superior o inferior al salario.

     Este es relativamente a la ganancia industrial lo que el interés con respecto a la ganancia del capital, y lo que el arrendamiento con respecto a la ganancia del terreno.

SALIDAS. Son los medios de despachar, cambiar y vender un producto. I. 97.

     La abundancia del oro y de la plata amonedados no es la que facilita las salidas. La moneda no es más que un intermedio en los cambios; y el que la da, no pudo adquirirla sino en cambio de los frutos de su propia producción. En suma, los productos no se compran sino con productos, y la extensión de las salidas es proporcionada a la de la producción. I. 97.

     Todo valor producido de nuevo, a no ser inmediatamente destruido por el consumo, abre desde luego una salida a otro valor producido, y atrae en cambio otro producto. Así, cuando decae la venta de un objeto, es porque no hay suficiente cantidad de otros objetos producidos para poder comprarle. De aquí resulta que la desestimación en el precio de ciertas cosas que son demasiado abundantes, va siempre acompañada del encarecimiento de algunas otras que son demasiado escasas con respecto a las primeras(234). Cuando hay malas cosechas, no se venden bien los productos de las fábricas, porque una parte del producto de las fábricas se compra con el de las cosechas. I. 100.

     Para saber lo que influye la facilidad de las salidas en el aumento total de las riquezas, véase cantidad pedida.

SERVICIOS PRODUCTIVOS. Son los resultados de la acción, o si se quiere, del trabajo:

De la industria; necesarios para que haya utilidad producida. I. 5. 15. 18. 34. II. 5.
Del capital; necesarios para que haya utilidad producida. I. 5. 15. 18. 34. II. 5.
De los agentes naturales necesarios para que haya utilidad producida. I. 5. 15. 18. 34. II. 5.


     El propietario de estos diversos fondos productivos puede beneficiarlos por su cuenta, o vender a otras personas los servicios que se pueden sacar de ellos. I. 23.II. 20.

     Lo mismo es alquilar un fondo productivo que vender el servicio productivo que se puede sacar de él.

     Cuando el propietario de un fondo productivo le beneficia por su cuenta, el producto que sacan de él, esto es, el valor de las cosas producidas, le indemniza del valor de los servicios productivos, que consumió.

     Si vende el servicio productivo de un fondo, el que le compra es un empresario. El valor producido corre entonces por cuenta del empresario, y le indemniza, bien o mal, del valor de los servicios productivos que compró y consumió para producir.

     En el cambio que se hace de dos productos, sólo se cambian en realidad los servicios productivos que sirvieron para crearlos. En este cambio todos procuran dar menos servicios productivos y recibir más, quiero decir, que ofrecen el producto que exigió menos servicios, por el que exigió más: lo cual dirige los servicios productivos hacia las clases de producción en que hay menos gastos que hacer para producir(235). II. 5.

     El valor de todos los servicios productivos que es necesario consumir para formar un producto, compone los gastos de producción de este producto. II. 7.

     Las principales ventajas de la industria proceden del provecho que sabe sacar del servicio productivo de los capitales y de los agentes naturales (en cuyo número se comprehenden las tierras). El servicio que pueden prestar los agentes naturales (todas las leyes del mundo físico) no tiene límites conocidos, pues depende de la civilización y de las luces de las naciones. I. 20. 23.

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T.

TIERRAS: uno de los agentes naturales de la producción. El servicio de las tierras en el acto de la producción es uno de los servicios productivos de que resultan los productos. (Véase fondos en tierras o terrazgos).

TRABAJO: acción continuada, y dirigida a un fin. El trabajo es productivo, cuando da a alguna cosa un grado de utilidad, con el cual adquiere un valor permutable, o un aumento de valor que pueda proporcionar alguna otra cosa en cambio. Es improductivo, cuando no resulta de él ningún valor. I. 34.

     Los trabajos productivos son de tres especies: los del sabio; los del empresario de industria, y los del obrero. I. 5. 42.

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U.

UTILIDAD. En la Economía política, es la facultad que tienen las cosas de poder servir al hombre, de cualquier manera que sea. La cosa más inútil, y aun la más incómoda, como ciertas especies de trajes, tiene lo que se llama aquí utilidad, si el uso que se hace de ella, sea el que quiera, basta para que se le de un precio. I. 9. 3. II. 3.

     Este precio es la medida de la utilidad que tiene (a juicio de los hombres), y de la satisfacción que les resulta de su consumo, porque no tratarían de consumir esta utilidad, si por el precio que tiene pudiesen adquirir otra que les proporcionase mayor satisfacción. I. 4. II. 7.

     Entendida de este modo la utilidad, es el fundamento del pedido que se hace de los productos, y por consiguiente de su valor. Pero no sube el valor a proporción de lo grande que es la utilidad, sino a proporción que es menor la cantidad de cosas ofrecidas, y ésta es tanto menor, cuanto más considerables son sus gastos de producción. II. 7.

     Hay UTILIDAD MEDIATA Y UTILIDAD INMEDIATA. Esta es la de que podemos usar inmediatamente, como la de todos los objetos de consumo.

     La utilidad mediata es la de los objetos que tienen un valor como medio de proporcionar otro objeto de uso inmediato: por ejemplo, la de un contrato de renta, de un efecto de comercio, o de un fondo productivo enajenable. II. 17.

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V.

VALOR DE LAS COSAS: valor permutable, valor apreciativo de las cosas. Es lo que vale una cosa: es la cantidad de otras cosas valuables que se pueden obtener en cambio de ella(236). II. 2.

     El valor de cada cosa es el resultado de la valuación contradictoria que se hace entre el que necesita de ella o la pide, y el que la produce o la ofrece. II. 2. 12.

     Por consiguiente, sus dos fundamentos son:

     1.� La utilidad que determina el pedido que se hace de ella. I. 2. II. 4.

     2.� Los gastos de su producción que limitan la extensión de su pedido. II. 7.

     Cuando su utilidad no hace que suba su valor al nivel de sus gastos de producción, no vale la cosa lo que cuesta; y ésta es una prueba de que los servicios productivos podían emplearse en crear un valor superior al suyo. Los poseedores de fondos productivos, esto es, los que disponen de algunas facultades industriales, de algunos capitales o terrazgos, están por consecuencia perpetuamente ocupados en comparar los gastos de producción con los valores producidos, (lo que viene a ser lo mismo) en comparar entre sí los valores producidos; porque los gastos de producción no son más que el valor de los servicios productivos consumidos para dar un producto; y el valor de un servicio productivo no es más que el valor del producto que resulta de él. Valor del producto, valor del servicio productivo, valor de los gastos de producción son por consiguiente valores iguales, siempre que se abandonan las cosas a su curso natural. El valor uniforme de todas estas cosas se arregla por la oferta y el pedido, por la cantidad que se puede suministrar de ciertos productos, y por la necesidad que hay de ellos: lo que siempre que hay libertad, dirige constantemente la producción hacia las cosas de que se experimenta mayor necesidad. II. 8. 12.

     Cuando el gobierno aumenta artificialmente el valor de un producto, prohibiendo ciertas producciones, como sucede en los monopolios, comete un verdadero despojo, apropiándose parte de las riquezas dadas al hombre por la naturaleza de las cosas y porque estas riquezas naturales son lo que nada cuestan. I. 3. 4.

     El valor de las cosas apreciado en moneda es lo que se llama su precio. II. 2 1.

     Acerca de la fijación del valor, véanse las palabras cambio, cantidad ofrecida, cantidad pedida.

     Acerca de las tres especies de variaciones que pueden ocurrir en el valor de las cosas, véase la palabra precio.

     Y por lo que toca a las relaciones de valores entre los fondos productivos, las rentas y los productos, véanse las palabras renta y riqueza.

VALOR O VALORES (en plural) se toma algunas veces por la cosa o las cosas valuables de que se puede disponer, pero prescindiendo de ella, y considerando solamente su valor. Así se dice: él ha depositado valores en prenda de su deuda.

     Cuando se presta un capital, lo que se presta siempre son valores, y no éste o aquel producto; porque si se prestó en escudos, no son los mismos escudos los que se devuelven. Si el capital se prestó en mercancías, como cuando se vende al fiado, no son las mismas mercancías las que se devuelven, sino otras, o escudos que tengan el mismo valor.

     La palabra VALORES se entiende también de los signos representativos de cosas valuables, y de los títulos por cuyo medio se pueden adquirir. Tenemos valores en caja, cuando tenemos en ella letras de cambio, cédulas de banco, contratos de rentas.

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