Acto I |
|
En casa de MARCELO. Entra MARCELO, viejo, LISARDA y LEONOR,
hijas suyas.
|
MARCELO | Padre soy, hago
mi oficio; | | tomad consejo esta vez, | | y sed, por tal beneficio,
| | báculos desta vejez, | | colunas deste edificio. | 5 | Si las acciones humanas | | con igual amor
de hermanas | | dirigís a la virtud, | | a la fuerte
juventud | | no envidiarán estas canas. | 10 | Un
año fue el curso mío; | | mayo la niñez
inquieta, | | la juventud fue el estío, | | otoño
la edad perfeta, | | la vejez invierno frío. | 15 | Mi
cuerpo apenas se mueve, | | que la edad mayor es breve | |
como el hombre no es eterno, | | y por estar en mi invierno,
| | me cubre el tiempo de nieve. | 20 | Sirviendo
a mi rey gasté | | la flor de mi edad dorada | | que
en tus límites se ve, | | y ansí he dejado aumentada
| | la nobleza que heredé. | 25 | Ésta
quiero conservar, | | y ansí te pretendo dar, | | Lisarda,
el estado que amas, | | pues que las dos sois las ramas | | en que el fruto he de mostrar. | 30 | Cásate,
estado recibe; | | hágame Dios tal merced | | antes
que el tiempo derribe | | aquesta blanca pared | | que agora
temblando vive. | 35 | Don Sancho de Portugal
| | que de la sangre real, | | gotas en sus venas tiene, | | a ser tu marido viene | | mañana. |
|
|
LISARDA | (Aparte.) |
¡Yo estoy mortal! | 40 |
|
|
MARCELO | Tú,
Leonor, que el pensamiento | | a Dios eterno ofreciste, | | en que yo vivo contento; | | ya que el estado elegiste,
| | sabe elegir el convento. | 45 | Tus intentos
son divinos, | | que en esta vida en que estamos | | todos
somos peregrinos | | del cielo, aunque caminamos | | por diferentes
caminos. | 50 | Cada estado, ya se sabe | | que es camino (cuál
es grave, | | cuál es fácil; la casada | | lleva
su cruz más pesada, | | y la monja, menos grave) | 55 | al Cordero, que, inocencia, | | siguen con gran reverencia
| | diferentes monarquías | | y quiero que con las mías
| | gocen desta diferencia, | 60 | Mis dos
brazos sois las dos; | | estados son en que fundo | | poder
abrazaros Dios: | | con el uno a Vos y al mundo, | | con el
otro sólo a Vos. | 65 | Una monja,
otra casada; | | quedará mi casa honrada, | | y yo,
con ánimo fuerte, | | en el umbral de la muerte | |
lloraré mi edad pasada. | 70 |
|
|
LEONOR | Mi
lengua perpetuamente | | se atreve a decir de no. | |
|
|
LISARDA |
Rabio, amor; muero impaciente. | |
|
|
|
LISARDA | Y
yo | | una hija inobediente. | 75 | La venganza
y la afición | | efetos de ánimo son | | que
suelen torcer el curso | | a la costumbre, al discurso, | | al honor y a la razón. | 80 | Son
tales estas pasiones | | que unos tiranos se hacen | | de nuestras
inclinaciones, | | y de no vencerlas nacen | | extrañas
revoluciones. | 85 | De las dos vencida fui,
| | que a don Sancho aborrecí, | | y a don Diego de
Meneses, | | tu enemigo, ha cuatro meses | | que mi voluntad
rendí. | 90 | Ésta es fuerte
inclinación | | y no la puedo vencer; | | hace en la
ánima impresión; | | no discierno, soy mujer
| | y tomo resolución. | 95 | Si con
él me has de casar, | | yo obedezco. |
|
|
MARCELO | ¡Que
escuchar | | pueda un padre tal rigor! | | Ciega la tiene el
amor | | y la quiero reportar. | 100 |
|
|
LISARDA | Mudar,
padre, no pretendo | | mi propósito ofendido. | |
|
|
MARCELO |
Ángel, mira que me ofendo. | |
|
|
LISARDA | Ángel
soy, y ansí no olvido | | lo que una vez aprehendo.
| 105 |
|
|
|
LISARDA | Fuerza de estrellas me inclina. | |
|
|
MARCELO | No se
fuerza la que es buena. | |
|
|
LISARDA | A quien amor determina
| | ninguna razón refrena. | 110 |
|
|
MARCELO | ¿A
un traidor, a un homicida | | que priva de dulce vida | | a
un hijo que yo engendré, | | tienes amor, tienes fe?
| | ¿No es tu sangre la vertida? | 115 | ¿Qué
fiera, qué irracional, | | qué bárbaro
hiciera tal? | | Hoy pareces mujer mala, | | que quiere más
y regala | | a aquel que la trata mal. | 120 | Plega
a Dios, inobediente, | | que casada no te veas, | | que vivas
infamemente, | | que mueras pobre y que seas | | aborrecible
a la gente. | 125 | Plega a Dios que, destruida
| | como una mujer perdida, | | te llamen facinerosa, | | y
en el mundo no haya cosa | | tan mala como tu vida. | 130 |
|
|
LEONOR |
Templa tu enojo, señor, | | que espantan
tus maldiciones. | |
|
|
MARCELO | Descubro en esto el valor. | |
|
|
|
|
|
MARCELO | Quien ve
tanta desvergüenza | | también verá mi
deshonra, | | porque en la mujer comienza | | a morir crédito
y honra | | cuando pierde la vergüenza. | 140 | Hija
que al padre desprecia | | viva y muera con infamia; | | siga
como loca y necia | | a la antigua Flora y Lamia, | | no a
Penélope y Lucrecia. | 145 |
|
|
LEONOR | Señor,
mal dije «señor» | | que en este nombre hay rigor
| | por la sucesión del hombre; | | padre digo, porque
es nombre | | de más dulzura y amor. | 150 | Tiempla,
tiempla tus enojos, | | que con esas maldiciones | | podrán
mirarlas tus ojos | | divertidas las acciones | | entre sus
vanos antojos. | 155 | Muéstrale el
semblante amigo, | | porque si está porfiando | | una
mujer, yo te digo | | que es mejor consejo blando | | que colérico
castigo. | 160 | Yo la rogaré, y en
tanto, | | habla tú a don Gil, el santo | | que Coimbra
reverencia | | por su ayuno y penitencia, | | oración
y tierno llanto, | 165 | para que a don Diego
pida | | se contente del rigor | | con que fue nuestro homicida,
| | sin pretender el honor | | que es de los nobles la vida.
| 170 |
|
|
MARCELO | Eres el cielo que ordenas
| | las cosas con igualdad, | | eres arco que serenas | | mi
rostro en la tempestad | | de mis lágrimas y penas.
| 175 | Mi cólera es bien detenga,
| | y que por ti a pensar venga | | que en este mundo pesado
| | no hay hombre tan desdichado | | que algún consuelo
no tenga. | 180 | Plega a Dios que desigual
| | tu vida a tu hermana sea | | y este viejo ya mortal | |
tan venturoso te vea | | que reines en Portugal. | 185 | (Éntranse.) |
|
|
|
(En la calle donde está MARCELO. Sale DON DIEGO DE MENESES.)
|
DON DIEGO | Amor, si tus pasos
sigo | | no sé qué camino elija, | | pues vengo
a adorar la hija | | de un hombre que es mi enemigo; | | temo,
resisto, y prosigo, | 190 | teme en balde
la prudencia, | | y resisto con violencia; | | mas es cual
rayo el amor | | que hiere con más rigor | | donde halla
más resistencia. | 195 | Pasa Leandro
el estrecho, | | Hero en él se precipita, | | Tisbe
la vida se quita, | | Píramo se rompe el pecho. | |
¿Quién lo hizo? Amor lo ha hecho, | 200 | porque
vence si porfía; | | y la condición más
fría | | en amor se trueca y arde, | | y en el ánimo
cobarde | | suele engendrar osadía. | 205 | Osar
tengo y no temer, | | que a Lisarda he de gozar, | | pues bien
me quiere. |
|
|
|
(Entra DOMINGO, lacayo, con un billete.)
|
DOMINGO |
Al
pasar, | | éste me dio una mujer. | |
|
|
DON DIEGO | Aún
hay sol; podré leer: | 210 | (Lee.) | «Don
Diego, el alma se abrasa | | por ti, y mi padre me casa;
| | mas si amor te da osadía, | | ven esta noche a la
mía; | | me llevarás a tu casa.» | 215 | Cielos,
dadme el parabién, | | pues que mi ventura es tal
| | que apenas supe mi mal | | cuando encontré con mi
bien; | | fortuna, no des vaivén, | 220 | ya
que al mismo sol me igualas. | | Trae, Domingo, unas escalas,
| | aunque superfluas serán, | | donde favores me dan
| | pueden servirme de alas. | 225 |
|
|
DOMINGO | Don
Gil te viene buscando. | |
|
|
DON DIEGO | Azar es esta ocasión,
| | hallar un santo varón | | que se está martirizando
| | al que mal está pensando | 230 | y
al que con su carne lucha. | | Amistad me tiene mucha; | |
uno es flaco, y otro es fuerte. | |
|
|
|
(Entra DON GIL en hábito
largo.)
|
|
|
|
|
DON GIL | Escucha.
| 235 | Son amigos los consejos, | | unas
amargas lisonjas | | que al alma dan dulce vida | | y a las
orejas ponzoña. | | Son luz de nuestras acciones. | 240 | Son unas piedras preciosas | | con que, amigos, padre, viejos,
| | nos regalan y nos honran. | | El darlos es discreción
| | a quien los pide y los honra, | 245 | y es también
locura el darlos | | si no se estiman y toman. | | Fuerza es
darlos al amigo, | | y la ocasión es forzosa | | si
al cuerpo importa la vida | 250 | y al alma importa la gloria.
| | Tu amigo soy, y una escuela | | nos dio letras, aunque
pocas; | | si te cansaren consejos, | | buena es la intención;
perdona. | 255 | Ya tú sabes la nobleza | | de los antiguos
Noroñas, | | señores de Mora, lustre | | de la
nación española. | | Y ya sabes que estas casas
| 260 | que celas, miras y adoras | | son desta noble familia,
| | rica, ilustre y generosa. | | Tú, que dignamente
igualas | | cualquier majestad y pompa, | 265 | porque es bien
que los Meneses | | pocos iguales conozcan, | | cortaste la
tierna vida | | con tu mano rigurosa | | al primogénito
ilustre | 270 | que padres y hermanas lloran. | | Accidental
fue el suceso, | | no quiero en él parte agora: | |
llegó tu espada primero, | | fue tu suerte venturosa.
| 275 | Cumpliste un breve destierro, | | que blanda misericordia
| | vive en los pechos hidalgos | | y fácilmente perdonan.
| | Los nobles son como niños, | 280 | que fácil
se desenojan, | | si las injurias y agravios | | a la nobleza
no tocan. | | Agravios sobre la vida | | heridas son peligrosas;
| 285 | mas sólo incurables son | | las que caen sobre
la honra. | | Al fin, las heridas suyas | | tienen salud, aunque
poca; | | que al alma incita el agravio | 290 | y al agravio
la memoria. | | Pues si este viejo no imita | | a la africana
leona | | ni a la tigre remendada | | en la venganza que toma,
| 295 | ¿cómo tú, tigre, león, | | rinoceronte,
áspid, onza, | | no corriges y no enfrenas | | tus inclinaciones
locas? | | Busca el bien, huye el mal, que es la edad corta,
| 300 | y hay muerte y hay infierno, hay Dios y gloria. | |
Si con lascivos deseos | | de Lisarda te aficionas, | | y en
ella pones los ojos, | | la pasada injuria doblas. | 305 | A
un agravio habrá piedad; | | pero a más, está
dudosa; | | que aun a Dios muchas ofensas | | rompe el amor
si se enoja. | | Teme siempre el ofensor | 310 | si el agravio
le perdonan, | | que su justicia da voces | | y el rigor de
Dios invoca. | | Refrena, pues, tu apetito, | | porque es bestia
maliciosa | 315 | y caballo que no para | | si no le enfrenan
la boca. | | Si aspiras a casamiento, | | pretendan tus ojos
otra, | | porque no habrá paz segura | 320 | si resulta
de discordia. | | De largas enemistades | | vienen paces, pero
cortas, | | porque es pasar de odio a amor | | jornada dificultosa.
| 325 | Quien reconcilia enemigos | | madera podrida dora | | y al temple pinturas hace | | que fácilmente se borran.
| | Busca otros medios suaves | 330 | si pretendes paz dichosa,
| | y sobre basas de agravios | | colunas de amor no pongas.
| | Busca el bien, huye el mal, que es la edad corta, | | y
hay muerte y hay infierno, hay Dios y gloria. | 335 |
|
|
DON DIEGO |
Predicador en desierto, | | hora es ya que te recojas. | |
|
|
DON GIL |
Quien hace mal, aborrece | | la luz y busca la sombra. | |
Corno la noche ha venido | 340 | a tu gusto, tenebrosa, | |
quieres que solo, te deje. | | Líbrete Dios de tus
obras, | | Él corrija tus intentos, | | Él te
inspire, y te disponga, | 345 | y Él no te suelte jamás
| | de su mano poderosa. | | (Vase.) |
|
|
DON DIEGO | Dichoso tú,
que no sabes | | de pasiones amorosas; | | no conoces disfavores,
| 350 | desdén y celos ignoras. | | Y desdichado también,
| | pues los regalos no gozas | | del amor que en nuestros
ojos | | tiende su red cautelosa. | 355 |
|
|
|
(Entra DOMINGO con
la escala.)
|
DOMINGO | Ya traigo escala, temiendo | | no me
encontrase la ronda. | |
|
|
DON DIEGO | Y yo parece que veo | | al
balcón una persona. | | ¿Es mi Lisarda? |
|
|
|
(Sale LISARDA
al balcón.)
|
|
DON DIEGO | Soy, mi dueño y mi señora,
| | quien idolatra ese rostro, | | imagen de Dios hermosa,
| | quien sacrifica en tus aras | | un alma ajena y fe propia.
| 365 |
|
|
LISARDA | Yo, quien recibe la fe | | y la ha pagado con
otra, | | quien no ha temido, quien ama, | | quien es cuerda,
quien es loca, | | quien se atreve, quien es tuya, | 370 | quien
te espera y quien te adora. | | Procura subir arriba | | mientras
amor me transforma | | en hombre, porque me lleves | | sin
que nadie me conozca. | 375 | En esta cuadra me espera, | |
que sin luz, cerrada y sola | | la dejaré. |
|
|
|
LISARDA | Ladrón que el alma me robas. | |
(Entra
LISARDA.)
|
|
|
DON DIEGO | Arrímala, pues, Domingo, | 380 | que quiero escalar aora | | este cielo de Lisarda. | |
|
|
DOMINGO |
A mil peligros te arrojas. | |
|
|
|
DOMINGO | Y a mí, temor estas cosas. | 385 | ¿He de
subir yo contigo? | |
|
|
DON DIEGO | La escala es bien que recojas
| | cuando suba, y en lo oscuro | | de aquesta calle te pongas,
| | y esto ha de ser sin dormirte. | 390 | Mira, Domingo, que
roncas | | cuando duermes, y aun a veces | | a gritos dice
tu boca | | lo que te pasa de día | | y a los demás
alborotas. | 395 |
|
|
DOMINGO | No era bueno para grulla; | | no puedo
velar un hora | | que tengo el sueño pesado. | |
|
|
DON
DIEGO | Vela esta noche, que importa. | |
|
|
|
(Pónese a dormir
DOMINGO, entra DON GIL con una linterna, halla a DON DIEGO
en la escala.)
|
DON GIL | Esta noche
para el cielo | 400 | un alma voy conquistando; | | mas la casa
de Marcelo | | está don Diego escalando. | | Grandes
desdichas recelo | | ¡Don Diego! |
|
|
DON DIEGO |
(Temo
perder | 405 | la gloria desta mujer). | | ¿Qué quieres?
|
|
|
DON GIL | ¿Adónde
subes, | | piedra arrojada a las nubes | | que sube para caer?
| | Bajen tus altivas plantas | 410 | movidas
de torpe amor, | | Nembrot que torres levantas | | contra el
cielo del honor | | de aquestas doncellas santas. | | Baja,
lobo carnicero, | 415 | ladrón de honrados tesoros,
| | cobarde y mal caballero. | | ¿En qué alcázares
de moros | | estás subiendo el primero? | | En
un libro Dios escribe | 420 | a la virtud y al pecado | | del
que en este mundo vive, | | y aqueste libro acabado | | la
gloria o pena recibe. | | Y, siendo así,
tus delitos | 425 | tienen cercanas sus penas, | | porque son
tan infinitos | | que ya están las hojas llenas | |
donde Dios los tiene escritos. | | Marcelo
es árbol que pudo | 430 | dar el fruto que tú
amas, | | y si cual bárbaro rudo | | le vas quitando
las ramas | | quedará el tronco desnudo. | | La
vida y honra también | 435 | son colunas en que estriba
| | su casa. El brazo detén, | | déjale vida
en que viva | | y honra con que viva bien. | | Si
el cuerpo joven desalmas | 440 | de su hijo, y sin deshonra
| | su sangre tiñó tus palmas, | | no le derrames
la honra, | | que es la sangre de las almas. | | Si
no hay quien quite ni pida | 445 | lo que no puede tornar,
| | advierte, ingrato homicida, | | que no eres rey para honrar
| | ni Dios para dar la vida. | | Teme a
Dios, cuya persona | 450 | es con los hijos que trata | | como
parida leona, | | que a quien los ofende mata | | y a quien
los deja perdona. | | Ave es, y tus obras
malas | 455 | se oponen contra los cielos, | | siendo milano
que escalas | | un nido donde hay polluelos | | que cubre Dios
con sus alas. | | Número determinado
| 460 | tiene el pecar, y ¿qué sabes | | si para ser
condenado | | sólo te falta que acabes | | de cometer
un pecado? | | Ea, gallardo mancebo,
| 465 | advierte a lo que te debo: | | si en gracia de Dios estoy,
| | lo que te debo te doy. | |
|
|
DON DIEGO | Penitencia haré
de nuevo. | | No pienso escalaros, rejas.
| 470 | Perdonad, Lisarda, vos. | | Don Gil, trocado me dejas,
| | porque a las voces de Dios | | no ha de haber sordas orejas.
| | Trae, Domingo, esas escalas, | 475 | y
tú, que con santo celo | | a los milanos me igualas,
| | eres cazador del cielo | | y me has quebrado las alas.
| | (Desciende DON DIEGO y vase.) |
|
|
DON GIL | Cielos,
albricias, vencí; | 480 | no es pequeña mi vitoria.
| | Un alma esta vez rendí. | | Mas ¿qué es esto,
vanagloria? | | ¿Cómo me tratáis ansí?
| | Aquí se queda la escala | 485 | manifestando su intento. | | ¡Oh, qué extraño
pensamiento! | | ¡Jesús, que el alma resbala | | y mudo
mi entendimiento! | | La fe deste corazón | 490 | huyó,
pues que la ocasión | | es la madre del delito, | |
que si crece el apetito | | es muy fuerte tentación.
| | Lisarda arriba le aguarda | 495 | a quien
ama tiernamente. | | Imaginación, detente, | | porque
es hermosa Lisarda. | | Corazón, ¿quién te acobarda?
| | Loco pensamiento mío, | 500 | mirad
que sois como río, | | que a los principios es fuente
| | que se pasa fácilmente | | y después sufre
un navío. | | Subiendo podré
gozar | 505 | ¡Ay cielos! ¿Si consentí | | en el modo
de pecar? | | Pero, no, que discurrí. | | Tocando están
a marchar | | mis deseos; la razón
| 510 | forma un divino escuadrón; | | el temor es infinito.
| | Toca el arma el apetito | | y es el campo la ocasión.
| | Huye, Gil, salva tu estado, | 515 | no
escapes de vivo o muerto. | | Conveniente es ser tentado.
| | Mas si Cristo va al desierto | | ya la batalla se ha dado.
| | La conciencia está oprimida.
| 520 | La razón va de vencida. | | Muera, muera el pensamiento.
| | Mas, ¡ay alma, cómo siento | | que está en
peligro tu vida! | | Mas esto no es desvarío.
| 525 | Yo subo; ¿qué me detengo, | | si subo al regalo
mío? | | Mas, ¿para qué, si yo tengo | | en mis
manos mi albedrío? | | Nada se podrá
igualar, | 530 | que es la ocasión singular, | | y si
della me aprovecho | | gozaré, don Diego, el lecho
| | que tú quisiste gozar. | | La
ejecutada maldad | 535 | tres partes ha de tener: | | pensar,
consentir y obrar, | | y siendo aquesto ansí | | hecho
tengo la mitad; | | que es pensamiento liviano
| 540 | no resistirle temprano; | | dudé y casi es consentido.
| | Alto, pues yo soy vencido. | | Soltóme Dios de su
mano. | | Que a Lisarda gozaré, | 545 | sin ser conocido, entiendo. | |
|
|
|
(Sube DON GIL, despierta
DOMINGO.)
|
DOMINGO | Basta, que en pie estoy durmiendo | |
como mula de alquilé; | | pero al tiempo desperté
| | que subió arriba don Diego, | 550 | y mientras él mata el fuego | | y se arrepiente y
le pesa, | | soltaré al sueño la presa | | y
dormiré con sosiego. | | Dentro está;
yo determino | 555 | hacer del suelo colchón, | | que
no hay cama de algodón | | como un azumbre de vino,
| | y no hay Roldán paladino | | que
a dormir cual yo se atreva | 560 | si el estómago no
lleva | | con este licor armado. | | A quien despierta el cuidado,
| | si dormir pretende, beba. | | (Quita DOMINGO la escala,
y duérmese.) |
|
|
DON GIL | Sola,
cerrada y escura | 565 | está esta cuadra; Lisarda
| | que Marcelo duerma aguarda | | o está en su cama
segura; | | ya me tiene su hermosura | | tan
determinado y loco | 570 | que parece que la toco. | | ¡Ay amor!
Si imaginado | | eres tan dulce, gozado | | no será
tu gusto poco. | | Mil pensamientos me inflaman,
| 575 | porque pleitos y recados | | andan siempre encadenados
| | que unos a otros se llaman; | | estos intentos me infaman
| | y el crédito iré perdiendo.
| 580 | Con el mundo irme pretendo | | y conservar mi opinión.
| | Sabe el cielo mi intención, | | que ya por Dios
no deciendo. | | ¡Mas la escala no está
aquí! | 585 |
|
|
|
(Habla entre sueños DOMINGO.)
|
DOMINGO | No bajes sin que la goces. | |
|
|
DON GIL | ¿Quién
me anima y me da voces? | | Temiendo estoy. ¡Ay de mí!
| | Bajar por donde subí | | no es
posible. |
|
|
|
DON GIL | Bajar no puedo aunque quiera.
| | ¿Si me vio alguno subir? | |
|
|
|
|
|
DON GIL | La justicia de Dios
es | 595 | que me viene a amenazar. | |
|
|
DOMINGO | No la dejes de
gozar, | | yo te ayudaré después. | |
|
|
DON GIL
| Ya me anima. ¿Cómo, pues, | | si
estoy hablando entre mí | 600 | responderme puede así
| | a lo que yo a solas hablo? | |
|
|
DOMINGO | ¿Quién ha
de ser sino el diablo? | |
|
|
|
|
DON GIL | Luego si estoy condenado
| 605 | vana fue mi penitencia. | | ¿Y ha venido la sentencia?
| |
|
|
|
|
|
DON GIL | Si
he ayunado | | en balde ya comeré. | 610 |
|
|
|
DON GIL | La
razón haré | | pues que la carne me brinda.
| |
|
|
DOMINGO | Goza la ocasión, que es linda. | |
|
|
|
|
(Éntrase DON GIL, despierta DOMINGO, alborotado.)
|
DOMINGO | ¿Vienes, señor?
¡Por Dios que me he dormido! | 615 | ¿Es hora?¿No eres tú?
¡Nadie parece! | | En dulce sueño estaba sepultado.
| | Al principio soñaba una pendencia | | que don Diego
tenía, y que bajaba | | sin gozar de Lisarda los favores;
| 620 | mas luego, que en regalo y pasatiempo | | la boda celebrábamos
alegres | | brindándonos con vino de los cielos. | | Mas ya se van huyendo las Cabrillas | | y las ruedas del
Carro se han parado, | 625 | y el Norte ya no toca su bocina,
| | y no sale don Diego. A gran peligro | | estoy en esta calle
con la escala. | | ¿Si está dentro? ¿Si estando yo
durmiendo | | se fue? Dudo esto, y no sé qué
haga. | 630 | Estando dentro, ¿no esperará el día?
| | Y, si quiere bajar por la ventana, | | saltar puede en
el suelo fácilmente, | | que al fin para bajar no importa
escala. | | Mejor consejo es irme desta calle, | 635 | y más
que están abriendo ya las puertas | | de casa de Marcelo,
y han salido | | dos hombres, y don Diego no parece. | | Mas
yo me acojo, que el temor empieza | | a subirse cual vino
a la cabeza. | 640 |
|
|
|
(Éntrase. Sale DON GIL, y LISARDA
en hábito de hombre.)
|
LISARDA | Mucho,
don Diego, has callado. | | Ya estamos solos, no estés
| | cubierto ni recatado. | |
|
|
DON GIL | Ten paciencia, que
no es | | don Diego quien te ha gozado. | 645 |
|
|
|
DON GIL | Quien
ha subido. | | hasta la divina esfera, | | pero cual Ícaro
ha sido | | que volé con fe de cera | | y en el infierno
he caído. | 650 | Un segundo Pedro
fui | | y tú el fuego de Pilato, | | pues por llegarme
hoy a ti | | como necio y como ingrato | | negué a Dios
y le perdí. | 655 | Por la voz de
un gallo fue | | a llorar con pecho tierno; | | yo cual precito
escuché | | una voz del mismo infierno | | con que he
perdido la fe. | 660 | Don Gil soy. |
|
|
LISARDA | ¡Triste
de mí! | | ¿Y don Diego? |
|
|
DON GIL | Él
me ha traído | | a que gozase de ti | | para dejar ofendido
| | tu padre otra vez. |
|
|
LISARDA | Así
| 665 | se cumplen como merecen | | mis esperanzas
prolijas; | | mi agravio y desdichas crecen | | que en esto
paran las hijas | | que a sus padres no obedecen. | 670 | ¿En
qué pecho habrá paciencia? | |
|
|
DON GIL | Para
tan grave dolor | | igual es nuestra imprudencia. | | Tú
perdiste mucho honor | | y yo mucha penitencia. | 675 |
|
|
LISARDA |
Deja que vuelva a mi casa | | antes de nacer
el día. | |
|
|
DON GIL | Eso no, adelante pasa; | | que
era el alma nieve fría | | y es un infierno y se abrasa.
| 680 | La vida de aqueste pecho | | hoy correrá
más apriesa | | por el gusto y el provecho, | | pues
se ha soltado la presa | | que las virtudes han hecho. | 685 | Por ti perdí la prudencia | | por
el infierno profundo | | con la carne la abstinencia, | | el
crédito con el mundo | | y con Dios la penitencia.
| 690 | Por ti he perdido el jornal | | que
esperaba recibir | | del Señor universal, | | y entro
de nuevo a servir | | a un amo que paga mal. | 695 | Ya
serán mis ejercicios | | pecados facinerosos, | | que
así salen de sus quicios | | los que fueron virtüosos
| | y siguen tras de los vicios. | 700 | Conmigo,
Lisarda hermosa, | | has de ir, que para los dos | | no negará
el mundo cosa, | | pues nos ha soltado Dios | | de su mano
poderosa. | 705 |
|
|
LISARDA | ¿Qué dices,
alma? Que puedes | | quedar en más vituperio. | | ¿Tú,
cuerpo? Que no te quedes; | | que temas de un monasterio
| | las solícitas paredes. | 710 | ¿Qué
replicas, alma? Que es | | eso de buena conciencia. | | ¿Y
tú, cuerpo? Que ya ves | | que es temprana penitencia
| | pudiendo hacerla después. | 715 | La
maldición es cumplida | | de mi padre; el cielo temo.
| | Ya lloro mi honra perdida | | y va llegando a su extremo
| | la desdicha de mi vida. | 720 | Tres enemigos
me dio | | el cielo en mi mal prolijo: | | Don Diego que me
engañó, | | mi padre que me maldijo, | | y don
Gil que me forzó. | 725 | Mi padre
en su maldición | | colérico estuvo y ciego,
| | venció a don Gil la afición; | | sólo
el ingrato don Diego | | no tiene satisfación.
| 730 | Don Gil, ¿querrás ayudar | | la
venganza de mi agravio? | |
|
|
DON GIL | En pedir y perdonar,
| | mueve el encendido labio | | cual fino coral del mar.
| 735 | La estrella que te ha inclinado | | sigue,
que yo pienso ser | | un caballo desbocado | | que parar no
he de saber | | en el curso del pecado. | 740 | Sigue
el gusto y la venganza, | | que lo que tu pecho ordene | |
emprenderá sin mudanza | | esta alma que ya no tiene
| | fe, caridad ni esperanza. | 745 |
|
|
LISARDA | Adiós,
casa en que nací; | | adiós, honra mal perdida;
| | adiós, padre que ofendí; | | adiós,
hermana querida; | | adiós, Dios a quien perdí.
| 750 | Perdida soy, y es razón | | que tengan tal desventura | | las que inobedientes son.
| |
|
|
DON GIL | No hay alma buena, segura, | | si no huye la
ocasión. | 755 | Como en Dios no he
confiado | | y en mis fuerzas estribé | | en el peligro
pasado, | | soberbia angélica fue | | y ansí
Dios me ha derribado. | 760 | (Éntranse.) |
|
|
|
(En casa de
MARCELO. Salen MARCELO, y LEONOR.)
|
MARCELO | Leonor,
el grave cuidado | | que a un viejo padre conviene | | con
dos hijas sin estado, | | toda esta noche me tiene | | afligido
y desvelado. | 765 | Si Lisarda cruel porfía
| | y de mi amor se desvía, | | será obligación
forzosa | | dejar de ser religiosa. | |
|
|
LEONOR | Tu voluntad es
la mía. | 770 |
|
|
|
(Entra BEATRIZ, criada.)
|
|
|
BEATRIZ | Helada tengo, y asida | | al suelo
la débil planta, | | a un grave dolor la vida | | y
la voz a la garganta. | 775 |
|
|
MARCELO | Di,
¿de qué estás admirada? | |
|
|
|
MARCELO | Dilo, pues. No estés
turbada, | | que me estás dando a beber | | veneno en
taza penada. | 780 |
|
|
BEATRIZ | Lisarda, Lisarda
ha escrito. | |
|
|
MARCELO | Anda en su mismo apetito, | | mas tu
lengua no la nombre, | | que en sólo decir su nombre
| | me has dicho ya su delito. | 785 | Mas
dime, ¿a quién escribió? | |
|
|
|
|
|
|
|
MARCELO | Mas
¡ay! no ceses. | | Di, ¿qué sabes? |
|
|
|
MARCELO | Dijéraslo
de una vez, | | porque a tragos he bebido | | la purga que
me has traído | | para mi enferma vejez. | | Si
Dios quiere que me ofenda | 795 | mi enemigo declarado, | |
que soy otro Job entienda; | | vida y honra me ha quitado;
| | vuelva también por la hacienda. | | Cigüeña
soy blanda y pía; | 800 | él es culebra, es harpía
| | que quebrantándome el nido | | dos hijuelos me ha
traído | | de los tres que en él tenía.
| | Hija, ¿qué enemigos vientos
| 805 | hacen que tu honra se doble | | a tan infames intentos?
| | ¿Posible es que en sangre noble | | quepan bajos pensamientos?
| | Pero el vil y el más honrado
| 810 | caen en un mismo pecado, | | que la humana afrenta es
ancha, | | y están a una misma mancha | | sujetos jerga
y brocado. | |
|
|
LEONOR | No mojes tus canas
tanto, | 815 | que son perlas orientales | | tus lágrimas.
|
|
|
MARCELO | Yo
me espanto | | que no las llames corales, | | viendo que es
sangre mi llanto. | | ¡Ay de mí!
¿Qué bien espero? | 820 |
|
|
|
|
LEONOR | Tenerte en mis brazos quiero. | |
|
|
MARCELO |
Así veré el verde Mayo | | junto al nevado Febrero.
| |
|
|
|
(Desmáyase en sus brazos, y sale DON DIEGO MENESES.)
|
DON DIEGO | Amor, que mi pecho sabes, | 825 | paz pretendo, ponte en medio; | | modera mis penas graves,
| | pues vengo a buscar remedio | | por caminos tan süaves.
| | A pedir vengo a Lisarda | 830 | antes
que en sus llamas arda; | | mas traigo (aunque amor me anima),
| | tantos agravios encima, | | que mi sangre me acobarda.
| | Señor, si en tu noble pecho
| 835 | viven mis graves ofensas, | | si tú no estás
satisfecho | | y remitirlas no piensas, | | aquí está
quien las ha hecho. | | Intenta tus desagravios;
| 840 | dame muerte, aunque es prudencia | | de pechos nobles
y sabios | | tener petos de paciencia | | hechos a prueba de
agravios. | | Mi mal confieso, y me pesa
| 845 | si he ofendido tu persona; | | pero si el agravio cesa,
| | imita a Dios que perdona | | a quien sus culpas confiesa.
| | De nuestro enojo pasado | 850 | puede
la paz resultar, | | como el cielo lo ha mostrado; | | que
a veces suele sacar | | un gran bien de un gran pecado. | | A Lisarda tuve amor, | 855 | que no he sido
su enemigo; | | dale licencia, señor, | | que se despose
conmigo | | pues merecí su favor. | | Y
a mi gusto satisfaces | 860 | y a quien eres, si esto haces;
| | hazlo, así goces tu edad | | un siglo, una eternidad
| | con el bien de nuestras paces. | |
|
|
MARCELO | Dame
una espada o montante; | 865 | vengaré esta grave injuria,
| | que es mi vejez elefante, | | y ha cobrado nueva furia
| | viendo este tigre delante. | |
|
|
DON DIEGO | No
la traigan, que no importa | 870 | si a tus pies está
inclinada | | la mía. El enojo acorta | | porque es
cobarde la espada | | que el cuello rendido corta. | |
|
|
LEONOR |
Señor, Lisarda ha de ser | 875 | forzosamente
mujer | | de don Diego, pues la tiene | | en su casa. Te conviene
| | fingir muestras de placer. | | ¿No vale
más que se diga | 880 | que por mujer se la has dado
| | porque la paz se prosiga, | | y no que te la ha llevado
| | y la tiene por su amiga? | | Dile, pues,
que enhorabuena, | 885 | y allá se habrán. |
|
|
MARCELO | Ya
mi pena | | con tus consejos se tarda. | | Don Diego, tuya
es Lisarda; | | alegres bodas ordena. | | Mas
es con tal condición | 890 | que en mi casa no ha de
entrar, | | pena de mi maldición; | | allá se
puede casar, | | y siga su inclinación. | |
|
|
DON DIEGO | Los pies a besar me da; | 895 | todo a tu
gusto será | | pues que de límite pasa | | tus
mercedes. En mi casa | | el casamiento se hará. | |
A prevenir fiestas voy, | 900 | pues con
Lisarda me alegro: | | amor, mil gracias te doy | | pues, mi
amigo, que es mi suegro | | Marcelo. ¡Loco estoy!
| | (Vase.) |
|
|
MARCELO | Hija, no es razón que
vea | 905 | casarse contra mi gusto | | la que ofenderme desea,
| | y así me parece justo | | que nos vamos a la aldea;
| | Estando allá, no veré
| 910 | esta boda desdichada, | | ni su suceso sabré.
| |
|
|
LEONOR | Lo que mandares me agrada. | |
|
|
|
|
(Entra MARCELO, queda LEONOR; sale DON SANCHO
y FABIO, su criado, de camino, con un retrato.)
|
DON SANCHO |
Fabio, el hombre que se casa | 915 | sin
ver antes su mujer | | está sujeto a tener | | poca
paz y amor en casa. | | En estas cosas es
justo | | que haya alguna inclinación | 920 | o que se
haga eleción | | pidiendo consejo al gusto. | | Yo,
pues, que casarme trato | | sin ser conocido, quiero | | ver
a Lisarda primero | 925 | sin dar crédito al retrato.
| |
|
|
FABIO | ¿Con qué ocasión
llegarás? | |
|
|
DON SANCHO | Darámela mi deseo,
| | ¿si es Lisarda la que veo? | |
|
|
FABIO | Si es ella, casado
estás. | 930 | Paréceme que
te abrasa. | |
|
|
DON SANCHO | Estando vivo Marcelo | | mal
hago en llegar al cielo, | | a preguntar si está en
casa. | | Hablarle ya no deseo | 935 | aunque bien su intención
supe, | | porque la lengua se ocupe | | en alabar lo que veo.
| | No vio el sol mujer ni estrella | | tan
hermosa y tan gallarda. | 940 | Mira, Fabio, si es Lisarda,
| | que sospecho que no es ella. | |
|
|
|
|
FABIO | ¿Hay más que trotar sus manos? | 945 |
|
|
|
LEONOR | No
es digno lo que miráis, | | señor, de ser alabado,
| | y mi padre está ocupado. | | Decidme lo que mandáis.
| 950 |
|
|
DON SANCHO | Mando al gusto, que
no venga | | a veros en daño mío, | | mando a
mi libre albedrío | | que mi inclinación detenga.
| | Mando el cuerpo a la ventura | 955 | que
tuve en estar mirando | | ese sol y el alma mando | | al cielo
desa hermosura. | | Y dejo del pensamiento
| | a la memoria heredera. | 960 |
|
|
LEONOR | Sólo falta que
se muera, | | pues se ha hecho el testamento. | |
|
|
DON SANCHO |
No falta, que la herida | | fue repentina
y es fuerte, | | y el que en veros ve su muerte | 965 | ése
sólo tiene vida. | | Quien su seso,
mucho o poco, | | pierde, viendo esa hermosura, | | tiene razón
y cordura,. | | y quien no lo pierde es loco. | 970 |
|
|
LEONOR |
¿Y qué favor lisonjero | | no me
dará un hombre que es | | cortesano y portugués?
| | ¿De dónde, sois caballero? | |
|
|
DON SANCHO | Como
a Coimbra viniese | 975 | de Lisboa la Real | | don Sancho de
Portugal, | | mandó que a Marcelo viese, | | porque
cierta ocupación | | le detiene. |
|
|
LEONOR | (Aparte.) |
Yo sospecho | 980 | que éste es don Sancho. |
|
|
DON SANCHO |
En
el pecho | | no me cabe el corazón. | | Lisarda
no puede ser | | tan hermosa dama. Fabio, | | un consejo como
sabio. | 985 |
|
|
FABIO | Pide aquesta por mujer. | | Aunque
es hermana segunda | | no repares en el dote. | |
|
|
DON SANCHO |
Mal podré sin que se note. | |
|
|
FABIO | Torres de esperanza
funda. | 990 | No desmayes. |
|
|
DON SANCHO |
Si
es Lisarda | | tan hermosa como vos | | a don Sancho ha dado
Dios | | ventura. |
|
|
LEONOR | En
vano la aguarda. | | Vos sois, señor,
el primero | 995 | que hermosa me ha llamado. | |
|
|
DON SANCHO |
Todos lo habrán confesado | | con silencio. (Fabio,
muero). | | Naturaleza inclinada | | tanto
en vos quiso cifrar, | 1000 | que sois más para adorar
| | que para ser alabada. | | Y así,
los ojos que os ven | | dejan a la lengua muda. | |
|
|
|
DON SANCHO | Esa
duda | 1005 | discreta os hace también; | | que
pudiérades se crea, | | según sois bella y perfeta
| | ser necia, y sois tan discreta | | que pudiérades
ser fea. | 1010 |
|
|
|
(Entra BEATRIZ con el sombrero.)
|
BEATRIZ |
Tomad, señora, el sombrero | | y
capotillo, que espera | | mi señor. |
|
|
DON SANCHO |
¿Quieres
que muera | | flechando el arco de acero | | amor?
|
|
|
LEONOR | Vamos
a una aldea; | 1015 | mi padre os verá después,
| | derretido portugués. | |
|
|
DON SANCHO | Dadme licencia
que os vea. | |
|
|
LEONOR | Ni la doy ni la consiento. | | (Vanse
LEONOR y BEATRIZ.) |
|
|
DON SANCHO | Pues yo me la tomaré,
| 1020 | si basta que me la dé | | mi atrevido pensamiento.
| | ¡Ay Fabio! Que ésta es Leonor,
| | la que ha de ser religiosa. | |
|
|
FABIO | De que la llames hermosa
| 1025 | y le hayas mostrado amor | | no le
pesa. No hayas miedo | | que en su vida monja sea. | |
|
|
|
|
DON SANCHO |
Disfrazarme
puedo | 1030 | porque mi amor no consiente
| | que en otra el alma divierta. | |
|
|
FABIO | Vete, pues, por
esta puerta, | | que viene acá mucha gente.
| | (Éntranse.) |
|
|
|
(En la calle. Salen DOMINGO, DON DIEGO y FLORINO.)
|
DON
DIEGO | ¿Quién serán los que
salieron? | 1035 |
|
|
FLORINO | ¿Quién? El pretensor sería
| | de Lisarda. |
|
|
DON DIEGO | Bueno
iría | | si éstos salen; ya nos vieron. | | ¡Hola!
Avisa como vengo | | con mis parientes y amigos, | 1040 | de
mi mucho amor testigos, | | por mi Lisarda, y que tengo | | a la puerta el coche. Avisa | | a Lisarda
y a Marcelo. | |
(Éntrase DOMINGO.)
| No vi más
alegre el cielo; | 1045 | lloviendo está gozo y risa.
| | Dándome está el parabién
| | desta paz, desta amistad, | | con luz y serenidad, | | y
sus esferas también. | 1050 |
|
|
|
(Entra DOMINGO, y un ESCUDERO.)
|
DOMINGO | Señor, no tenemos nada.
| | La boda del perro ha sido | | esta boda. |
|
|
|
|
DON DIEGO | La
sangre helada | | tengo ya. |
|
|
ESCUDERO | Toda
su casa | 1055 | a la aldea se llevó, | | y hecho alcalde
me dejó | | destas suyas. |
|
|
DON DIEGO |
¡Que
esto pasa! | | ¿Y
Lisarda? |
|
|
ESCUDERO | Claro
está | | que con él la llevaría.
| 1060 | No la vi, pero allá iría | | con Leonor.
|
|
|
DON DIEGO | Muerto
soy ya. | | ¡Qué inconstante es la
vejez! | | A Lisarda me ha de dar, | | o tengo de ejecutar
| 1065 | lo que he intentado otra vez. | | ¡Qué
bien sintió quien decía | | que el hombre con
la vejez | | vuelve a la tierna niñez! | | ¿Quién
de viejo y niño fía? | 1070 | Por
guardarle yo respeto | | no la tengo en mi poder. | | Pero
será mi mujer. | | Robaréla, te prometo. | |
No respetaré sus años. | 1075 |
|
|
|
DON DIEGO | Amor
| | ha sido siempre inventor | | de máquinas y de engaños.
| |
|
|
|
AQUÍ DA FIN LA PRIMERA JORNADA DE «EL ESCLAVO
DEL DEMONIO»
|