Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.

ArribaAbajo

Capítulo VII

Disposiciones de la autoridad. -Invitaciones. -Programa de fiestas.

     La autoridad local, secundada y facultada completamente por la superior de la provincia, y contando con la eficacísima cooperación del Excmo. Sr. D. Juan de Villalonga, marqués del Maestrazgo, capitán general de este distrito, dictó cuantas providencias podían, en su concepto, asegurar no solamente el mayor brillo de las funciones, sino el orden también y la tranquilidad pública, tan necesaria en días de tanta concurrencia y confusión. Para conseguir lo primero invitó a los cleros, corporaciones, gremios, oficios, cofradías, hermandades y aun a los particulares, a contribuir con demostraciones especiales al mejor lucimiento de la solemnidad; y todos, sin distinción, aceptaron estas atentas invitaciones de digna de su celo; a pesar de la presión que las circunstancias hacían sentir sobre sus intereses.

     Se dispuso, además, que las escuelas públicas disfrutaran de vacaciones durante las fiestas; se invitó a los cleros, corporaciones y personas convidadas a asistirá la procesión con velas, propias, teniendo en consideración los apuros pecuniarios del cuerpo municipal: los macipes de las parroquias quedaron encargados de dirigir la marcha de la procesión en su larga carrera; y hasta el mismo cuerpo de Artillería se prestó galantemente a facilitar, como así sucedió, un sólido carretón de cuatro ruedas para conducir la imagen colosal de San Cristóbal. Para todo esto las autoridades eclesiástica, civil y militar, apoyaron admirablemente al ayuntamiento, cuyo presidente adoptaba además otras medidas, encaminadas a la más completa conservación del orden público.

     Dispuso que las puertas de la ciudad quedaran abiertas, dirigiendo, para conseguirlo, el siguiente oficio al Excmo. Sr. capitán general. -Excmo. Sr. -La numerosa concurrencia, que tanto de los pueblos limítrofes como de los partidos rurales atraerán a esta ciudad las próximas fiestas seculares y la duración de algunas de ellas hacen casi preciso el que algunas puertas de la ciudad permanezcan abiertas, durante las noches, hasta hora más avanzada que de ordinario; y a este fin tena el honor de dirigirme a V. E. suplicándole se digne disponer que en los días en que aquellas fiestas tienen lugar, permanezcan abiertas hasta las doce de la noche las puertas del Real, de San Vicente, Serranos y Cuarte; así como que en las noches en que se disparen en la Alameda vieja la cuerda y castillo de fuegos artificiales,, dejen de cerrarse las de la Trinidad, Real, Mar y Ruzafa, hasta que hayan regresado a la ciudad las personas que acudan a las citadas diversiones; cuyas medidas juzgo indispensables para la comodidad y buen orden en los espresados días.

     Al presidente de la comisión permanente de salubridad pública decía lo siguiente: -Próximas las fiestas del cuarto siglo de la canonización de San Vicente Ferrer, deber es de la autoridad local procurar a toda costa la comodidad posible de los concurrentes a aquellas. Para conseguir este fin, y evitar, cuanto sea dable, las consecuencias que pudiera ocasionar a la salud en general de esta ciudad la falta de vigilancia en los establecimientos públicos, me atrevo a encargar a V. S. y a los demás señores componentes esa comisión, se sirvan girar las visitas que crean oportunas a las casas, fondas, posadas y otros establecimientos análogos, haciendo a sus dueños, en nombre de la autoridad, cuantas observaciones juzguen del caso, para conseguir el objeto que me propongo. -Al buen celo de V. S. deja confiado este servicio el alcalde que suscribe, con la seguridad de que será atendido, como su importancia reclama.

     A los alcaldes de barrio se les dirigió la siguiente circular:-Uno de los principales deberes de las autoridades en los días en que el pueblo se regocija en funciones públicas, es el de vigilar no sólo por la conservación del orden en ellas, si que también por la seguridad del resto del vecindario, que se abstiene de concurrir, y por la de los intereses de los que, concurriendo, abandonan sus casas. -Bien convencido de lo penetrados que se hallan VV. de esta verdad, y admirador, como el que más, del celo e interés que en todas ocasiones han desplegado por el mejor servicio, espero fundadamente que durante los días en que tendrán lugar las próximas fiestas seculares, se dedicarán constantemente, ausiliados de los respectivos serenos, a vigilar la demarcación de sus barrios, y con especialidad aquellos puntos en que cualquier caso de diversión atraiga mayor concurrencia, aun cuando se hallen fuera de su demarcación, dando parte con la mayor premura a los señores alcaldes constitucionales de cualquiera novedad que ocurriese, procurando siempre ausiliar, antes que castigar.

     A los abastecedores de todas clases de carnes se les decía lo que sigue: - Las fiestas del siglo cuarto de la canonización de San Vicente Ferrer han de atraer muchísimas gentes; y como mi autoridad debe velar por el bien general y prever cualquiera incidente desagradable, he creído deber consultar a VV. y preguntarles, si cuentan con el ganado necesario para el abasto de la ciudad, y me digan categóricamente si puedo descansar tranquilo en que no faltará la carne. -Réstame sólo suplicar, en nombre de Valencia, que no se aumente el precio de dicho artículo en los días de público regocijo, aun cuando hubiese causas para ello, porque los forasteros formarían una idea poco honrosa de los valencianos, que antes que todo son caballeros y celosos por el buen nombre de su país. Sírvanse VV. contestarme a la mayor brevedad posible para mi descanso y gobierno.

     Al gremio de horneros. -Las próximas fiestas en celebridad de la canonización de San Vicente Ferrer es de esperar que atraigan una concurrencia numerosa. Las leyes me imponen deberes grandes que cumplir, y siendo entre ellos el ramo de abastos, me dirijo a V. con el fin de que, a la mayor brevedad posible, se sirva manifestarme categóricamente, si el gremio que V. representa se compromete y obliga a tener el depósito necesario de harinas para el abasto del pan en esta ciudad, ya por lo que respecta a sus habitantes, ya también para las gentes que, en gran número, pueden concurrir a la festividad, cuya duración, lo será de muchos días, y en ellos tendrán lugar las corridas de toros de muerte. El gremio conoce el gran compromiso que podíamos correr, si llegara a faltar tan preciso alimento; y si bien no lo espero, ni es de esperar tampoco, que se aumente el precio del pan, suplico al gremio una contestación pronta y satisfactoria que tranquilice a la autoridad del alcalde en asunto de tanto interés.



     Al mismo gremio se le volvió a encargar lo siguiente. -El decoro de Valencia por una parte y el deber de la autoridad local por otra, está interesado en precaver un accidente desagradable en la gran reunión y concurrencia de gentes, que precisamente ha de atraer la festividad del siglo cuarto de la canonización de San Vicente Ferrer. La falta de pan seria un mal grave, un conflicto de mucha trascendencia, y colocaría a la culta Valencia en una posición desventajosa. Para que no suceda, se servirá V. prevenir en tiempo oportuno a todos los oficiales del gremio de horneros el deber en que se bailan de contribuir por su parte a que no suceda, ni ocurra incidente alguno que perturbe la común alegría de los valencianos. -Si contra mis esperanzas y la buena opinión que me merecen los individuos de ese gremio, hubiese alguno que, por estravío o mal consejo, faltase a su deber, mi solicitud de autoridad local, protectora de las personas e intereses del vecindario, no podrá menos de proceder contra los culpables con todo el rigor de las leyes.

     A estas y otras disposiciones, tan importantes como necesarias, se añadieron otras secundarias, encontrando el alcalde presidente del. ayuntamiento constitucional, en cuantas autoridades, corporaciones y particulares a quienes se dirigió, una pasmosa cooperación en apoyar las medidas que adoptaba en beneficio del público.

     Con este motivo anunciamos con todo el noble orgullo, de que es capaz nuestro entusiasmo por Valencia, que durante los días de las fiestas, y ocupando la capital una población casi doble de la que contiene, no faltaron las subsistencias, ni se encarecieron los artículos de consumo, ni se verificó un robo, ni hubo heridos, ni asesinatos, ni otros crímenes de los que ordinariamente y aun en pueblos menos numerosos que el de Valencia, suelen cometerse de ordinario. A este propósito, decía el Sr. obispo de Segorbe con una profunda admiración, dirigiéndose a la comisión que fue a visitarle, para darle gracias por el panegírico que pronunció del Santo: Durante la procesión, San Vicente no ha debido estar en el ciclo; porque ha pedido permiso al Señor, y ha bajado a la tierra para vigilar de cerca por sus país anos. Nosotros no lo vemos, pero él estaba en todas partes. Tan admirable es el orden que he observado!

     Y nosotros podremos añadir el hecho siguiente que vimos referir. Presentóse al Sr. Juez de primera instancia de uno de los cuarteles más populosos de la capital un individuo forastero, quejándose de que creía haber sido robado en cantidad de sesenta reales, sin poder sospechar por quién. El juez le dirigió varias preguntas que esclarecieron el hecho, pero no la prueba de que hubiese sido violentamente robado el querellante; y sacando de su gaveta la cantidad desaparecida, se la entregó al forastero, diciéndolo: Tome V.; porque sentiría que fuera ésta la primera causa que se formara en unos días en que nada ha tenido la justicia que castigar.

     Esto es mucho más sorprendente, si se tiene en cuenta que las fondas, posadas y casas de huéspedes estaban atestadas de forasteros; y que durante las noches se quedaron a dormir muchísimos de ellos en plazas. y soportales de iglesias y palacios, cuyos bajos quedaron a su disposición por invitación de la autoridad local. Es el mayor elogio que pudiéramos hacer de la galantería, docilidad y cordura del pueblo valenciano.

     En medio de tanto cúmulo de atenciones no olvidó el alcalde a los poetas, temeroso de que esta corporación alegre y bulliciosa, le exigiera un recuerdo, como los bardos de las fiestas del siglo anterior. Así es, que antes de esperar ninguna clase de petición, se les dirigió la siguiente invitación. -Próximo a celebrarse el cuarto siglo de la canonización de San Vicente Ferrer, y siguiendo el egemplo de los bellos tiempos de Vives, de Tárrega, de Rey de Artieda, de Gil Polo y otros tantos poetas de nuestro antiguo Parnaso, he creído embellecer la solemnidad secular que se dispone, invitando a V. para que se sirva escribir una poesía en loor del más ilustre de los hijos de este país de virtudes, de gloria y de armonía. El claro ingenio de V. sabrá apreciar los altos hechos que caracterizan a nuestro gran patrono, como Santo y como patricio; porque en todos ellos hallará la poesía religión, caridad y patriotismo. -Persuadido, pues, de los buenos sentimientos que concurren en V., espero se servirá corresponder a esta invitación, dejando a la posteridad una prueba del estado brillante que tienen las letras en nuestro siglo, y facilitándome la composición que trabajare para el día 8 del próximo Junio.

     Los poetas invitados, valencianos todos, fueron los siguientes: D. Antonio Aparici Guijarro; el P. Victorio Giner de las Escuelas-Pías; D. Peregrin García Cadena; D. José María Bonilla; D. Juan Bautista Ortiz y Maiquez; D. José López Enguidanos; D. José de Castells; D. Benito Altet y Ruate; D. Francisco de Paula Gras; D. Teodoro Llorente; D. José Vicente Fillol; D. Sabas Trapiella, presbítero; D. Juan, Reig; D. Antonio Garcés de Marcilla, barón de Andilla; D. Juan Antonio Almela; D. Tomás Villaroya; D. Pascual Pérez; D. José Bernat y Baldoví; D. Francisco Monfort; D. Joaquín Cervino; Excma. Sra. D. Vicenta Palavicino de Correa y D. Jacinto Asenjo, único que no era valenciano, pero que como distinguido poeta latino y catedrático de retórica y poética de esta universidad, se creyó justo invitar; D. José Zapater y Ugeda; D. Jacinto Labayla; D.Vicente Querol; D. Manuel Benedito; D. Tomás Solanich; D. José Iranzo y Presencia; D. Rafael María Liern; D. Cristóbal Pascual y Genís; D. Miguel Vicente Roca, y D. Vicente Ruiz y Orberá. Falta a este largo catálogo de poetas el nombre del cronista, que se quedó al pie del Parnaso, por no poder seguir el consejo de Ovidio, cuando decía, en medio del bullicio de Roma:

Carmina secessum scribendis et otia qurunt.

     Muchos de los nombres anteriores gozan ya de una distinguida reputación literaria; otros principian a adquirirla; y a todos les deseamos la celebridad que se merecen por su ingenio y aplicación. Y todos trabajaron; todos fueron puestos a prueba en numerosas improvisaciones; porque no hubo calle, ni gremio, ni altar, que no arrojara profusamente versos de todas clases.

     Dispuesto todo lo necesario para dar comienzo a las fiestas, tan ansiosamente esperadas, se redactó y publico el siguiente programa:

ArribaAbajo

Fiestas seculares

que se han de verificar en Valencia en los días 29 y 30 de Junio, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8,de Julio, para celebrar el cuarto siglo de la canonización de SAN VICENTE FERRER, patrón de esta ciudad y reino.

     Siguiendo el laudable egemplo de nuestros mayores, y comprendiendo el respetuoso cariño, la inmutable fe y la gratitud inmensa que el pueblo valenciano ha conservado siempre a nuestro esclarecido paisano y bienhechor San Vicente Ferrer, algunos celosos patricios iniciaron en conferencias amistosas el pensamiento de celebrar el cuarto siglo de la canonización de nuestro Santo. Su proyecto, tan digno de su religiosidad como de su patriotismo, halló inmediata y entusiasta acogida en las personas a quienes se comunicó, y bien pronto se provocó una numerosa reunión. En ella se recibió con aplauso el proyecto de esta festividad secular; se formó una gran asociación, respetable por su número y por las circunstancias especiales de sus individuos; y de esta asociación salio la comisión que ha llevado a cabo un pensamiento tan honroso para los que lo concibieron, como para el pueblo de Valencia que ha contribuido a realizarlo.

     Las dignísimas autoridades eclesiásticas, civiles y militares, cuya protección y apoyo se invocó desde el principio de los trabajos preparatorios, han correspondido con eficacia, con celo, con desinterés y con una decisión inolvidable. Los gremios y corporaciones, los empleados públicos y los particulares de todas clases y condiciones, han correspondido a cuantas escitaciones se les han dirigido; y esta estensa cooperación ha facilitado por consiguiente la realización de un proyecto, cuyas proporciones debían ser mezquinas, si se tenía en cuenta la presión de los tiempos que atravesamos y las consecuencias de los años calamitosos que acaban de trascurrir.

     Alentada por todas partes la comisión de fiestas, se encontró desde luego y para complemento de su mayor satisfacción, con la benévola, general y espontánea cooperación del Excmo. ayuntamiento constitucional que, según le compete, había tomado ya con anticipación la iniciativa en este asunto, y se ocupaba, a pesar de su angustiosa situación, de los medios de solemnizar la conmemoración de este grande acto, si no con la pompa y lucidez del último siglo, y con la suntuosidad que se requiere y cumple a sus deseos, a lo menos del mejor modo posible que permitan las actuales circunstancias. La corporación municipal, pues, asoció a su seno la comisión, prestándole su alta influencia y mediación para una obra tan honrosa para la capital que dignamente representa. Uno fue ya desde entonces el pensamiento de todos los encargados de dirigir esta solemnidad, una su voluntad, y constante, eficaz y decisivo el impulso que recibió el proyecto en las repetidas sesiones que con este objeto se han celebrado y cuyos detalles verán en su día la luz pública.

     Al anunciar, pues, el resultado de su cometido la comisión principal de fiestas, no ha podido presentar el conjunto de obsequios que hicieron célebre el siglo anterior, por la inmensa diferencia que distingue estas dos épocas en sus condiciones políticas y sociales; pero merced a la decisión del pueblo valenciano, cuyo amor y gratitud al Santo patrono, no cede en nada a sus antepasados, ha conseguido reunir todas las condiciones necesarias para solemnizar este gran acontecimiento secular, sirviendo de fundamento la beneficencia y la instrucción. Sus esfuerzos quedarán escesivamente recompensados, si ha sabido interpretar dignamente los sentimientos religiosos y patrióticos del ilustrado pueblo a quien la comisión ha tenido el honor de representar en esta ocasión solemne.

     Día 28. A las tres de la madrugada se sacarán las rocas para situarlas en la plaza de la Constitución; ésta y la calle de Caballeros estarán entoldadas.

     Al amanecer de este día un vuelo general de campanas anunciará a Valencia y su vega la solemnidad de los siguientes días: acto continuo en las inmediaciones de la casa natalicia del Santo se hará una salva diurna por 500 cohetes, llamados vulgarmente masclets, quemándose enseguida una traca, cuyo obsequio costean los pirotécnicos Minguet y Ponent.

     Las dulzainas de la ciudad y provincia reunidas romperán a la puerta de la casa natalicia la marcha Real, dirigiéndose con el toque de albada a la parroquia de San Esteban; de allí a la de Sto. Tomás Apóstol, de donde fue beneficiado el Santo, después a la capilla de Sto. Domingo, en cuyo convento recibió el hábito, pasando al palacio arzobispal en celebridad de haber sido nombrado obispo y cardenal (cuyas dignidades no quiso admitir) siguiendo sus toques por la carrera de la procesión.

     A las doce saldrá del palacio de la audiencia el bando anunciando las fiestas y dando conocimiento de las disposiciones de buen gobierno adoptadas por las autoridades para la seguridad y confianza del público: este acto se verificará con la solemnidad de costumbre.

     A las cinco de la tarde se hallarán reunidos en las plazas del Arzobispo y Almoina los carros de triunfo dispuestos por la gran asociación de valencianos, los respectivos de los gremios y oficios y otras corporaciones y una roca de nueva construcción que ofrece el ayuntamiento en nombre de Valencia a los siglos futuros, en recuerdo del cuarto siglo que se celebra: la elegancia de aquellos y la riqueza esquisita de ésta, serán objeto de la memoria histórica que se publicará. Una y otros serán tirados por arrogantes mulas y briosos caballos lujosamente enjaezados.

     Principiará la solemne invitación: romperán la marcha los batidores de los cuerpos del egército y milicia: seguirán las danzas ya conocidas y las nuevas de catalanes, aragoneses, mallorquines y valencianos; marcharán en pos dos bandas de música con los gastadores del tercer batallón y de la brigada de zapadores. En seguida los carros de triunfo de los gremios y oficios: otra banda de música con los gastadores del según do batallón: a éstos y acompañados de una música militar seguirán los cuatro cuarteles de la antigua vega representados por parejas de labradores y labradoras a caballo con ricos trages del país: la corporación de vergueros o heraldos del ayuntamiento a caballo, vestidos de gramalla y con mazas de plata; los dos capellanes de honor, con hábitos talares, montados también en caballos perfectamente aparamentados; continuarán los carros alegóricos de la asociación: otra música militar con los gastadores de artillería del egército, artillería de la milicia nacional y del primer batallón de la misma arma marcharán delante de la roca nueva que, para esta solemnidad, llevará la espada del invicto rey D. Jaime I de Aragón, el pendón de la Conquista y el histórico Estandarte de los tercios antiguos de Valencia durante los tiempos forales.

     La roca irá escoltada por los oficiales de caballería de la milicia nacional y la compañía de subtenientes veteranos custodiará las enseñas. El ayuntamiento y comisión delegada de la gran asociación acompañarán en carretelas descubiertas la nueva roca, que lleva las insignias de la ciudad: cerrando esta procesión cívica piquetes de caballería del egército y milicia.

     Al llegar la nueva roca con las enseñas de la ciudad al palacio de la audiencia hará alto la comitiva, y el excelentísimo Sr. arzobispo de esta diócesis, acompañado de su cabildo, bendecirá la roca y las enseñas, honrando esta religiosa ceremonia la presencia del Ilmo. Sr. obispo de Segorbe.

     La carrera será la siguiente: plaza de la Constitución, calle de Caballeros, Tròs-Alt, Bolsería, Mercado, calle de Flasaders, Porchets, S. Vicente, Sangre, plaza de S. Francisco y calle y plaza de las Barcas, calle de la Universidad, Comedias, Cullereta, Mar, Sto. Domingo, Congregación, tomando de nuevo la calle del Mar, plaza de Sta. Catalina, calle de Zaragoza a la plaza de la Constitución. En este punto se disolverá la comitiva, y con la precisa escolta serán conducidos los carros y la roca a la plaza de Santo Domingo, donde se situarán a derecha e izquierda del altar, que se levanta delante de la puerta de la iglesia, que fue de Sto. Domingo.

     Por la noche se colocará una banda de música en las rocas y otra en los carros, que tocarán hasta las doce de la misma noche.

     A las nueve se disparará una doble cuerda de fuegos artificiales al estilo del país en el salón de la alameda vieja, que sirve de malecón al río; cuyo coste se hace por suscrición entre determinadas personas aficionadas a esta clase de espectáculos.

     Día 29. Desde una hora oportuna se situarán en las puertas de la santa iglesia Metropolitana piquetes de compañías de preferencia de la milicia nacional, para impedir la confusión y procurar se guarden las disposiciones que dicte sobre el particular la autoridad local.

     A las nueve y media la Excma. diputación provincial, el ayuntamiento y comisión de la asociación, saldrán del palacio de la audiencia, llevando delante las danzas, timbales y maceros, y se dirigirán a la. santa iglesia, donde se hallarán reunidas las autoridades, corporaciones, gefes y oficiales del egército y milicia, francos de servicio, los individuos de la asociación de fiestas y demás personas invitadas para concurrir a este acto religioso.

     El Excmo. e Ilmo. Sr. arzobispo de esta diócesis Don Pablo García Abella, oficiará de pontifical, y pronunciará el panegírico del Santo el Ilmo. Sr. D. Domingo Canubio, de la orden de predicadores, obispo de la iglesia de Segorbe, a cuya amabilidad se debe esta prueba de inolvidable deferencia.

     Concluida la misa regresarán a la audiencia la diputación, ayuntamiento y comisión con el mismo ceremonial que antes salieron, y se dará por concluido el acto.

     Por la tarde circularán las danzas por la ciudad; y de nueve a doce de la noche habrá músicas en los puntos referidos en el día anterior, y además en la iglesia de la parroquia de San Juan del Mercado, junto al altar del Santo que se levanta en dicho sitio y en la plaza del cementerio de San Esteban, donde estará colocada la escena histórica que representa el bautismo de San Vicente Ferrer, conocida con el nombre de los Bullos.

     Otras músicas tocarán en los altares del Santo que de inmemorial se levantan en la calle del Mar y Tròs-Alt.

     El paseo de la Glorieta estará abierto e iluminado por aparatos de gas, y otra banda de música militar tocará en el casino del mismo paseo.

     Día 30. Por la mañana solemne función religiosa en la iglesia parroquial de San Pedro Mártir y San Nicolás Obispo, en celebridad de haber sido rector de la misma iglesia D. Alonso de Borja, valenciano, después papa Calixto III, que canonizo en 1455 a San Vicente Ferrer, oficiará de pontifical el Ilmo. Sr. obispo de Segorbe, sirviéndose tic los ornamentos que, según tradición, usó el citado papa en el acto de la canonización del Santo.

     Habrá iluminación en la fachada y torre de la iglesia. Un bienhechor de la parroquia ofrece un dote de 1,000 reales para la huérfana más aproximada a los 24 años y un mes. Se coloca además para que permanezca constantemente en el capítulo un retrato de Calixto III.

     Por la tarde a las cinco se verificará en la plaza de Sto. Domingo el sorteo para las dotes concedidas por la asociación con la solemnidad que se requiere.

     Por la noche gran función en el Liceo literario, cuya corporación ha destinado la mitad del producto para los pobres de la parroquia de San Esteban, y otra mitad para la asociación de nuestra Señora de los Desamparados.

     Se repetirán las músicas en los mismos puntos y horas que en la noche anterior, la de los Bultos será costeada por los feligreses de la parroquia de San Esteban.

     Día 1. de Julio. Solemne función religiosa en la antigua iglesia parroquial de San Esteban, que tiene la gloria de conservar cuidadosamente la pila en que el Santo recibió el agua bautismal, bajo el patronato de los doce notarios.

     El templo y sus puertas, estarán completamente adornadas para este acto solemne, e iluminadas vistosamente para el tránsito de la procesión.

     En la tarde de este día los toques de asamblea llamarán a formación a la milicia nacional, con el objeto de cubrir la carrera y hacer conservar el orden, tan necesario en una Concurrencia tan estraordinaria.

     A las tres moverán las rocas, que harán la misma carrera que la procesión cívica del día 28.

     Así que las rocas hayan llegado a la casa donde se custodian, principiará a salir la procesión por el orden siguiente: batidores de caballería, pendones de la ciudad, enanos y gigantes, carros de triunfo, y el que conducirá a San Cristóbal, niños de las casas de Misericordia y Beneficencia, cofradías y hermandades por su orden, la del venerado Cristo de la Agonía, establecida en la iglesia del santo hospital, cuya imagen conserva el antiguo privilegio de no descansar jamás en el suelo, sin peligro de que si así se verificara, lo reclamaría la parroquia en cuyo territorio descansara;(13) irá acompañada además de sus individuos, de una sección de inocentes con su antiguo tragre y vara, en recuerdo de haber. sido el ilustre fundador del santo hospital el venerable Gilaberto Jofré, de la orden de la merced, secretario que fue de nuestro gran San Vicente. Seguirán los gremios y oficios con las andas de sus Santos patronos, y sus estandartes, que representaban la antigua enseña militar de cada gremio. A continuación los pueblos de la provincia por el orden de prioridad foral, que se les designara al tiempo de la salida; cada pueblo llevará una bandera en que estará escrito el nombre de la población: seguirán los niños del colegio imperial San Vicente Ferrer, el clero parroquial con cruces levantadas, y las andas de sus titulares o patronos: los veintiséis ciriales, llevados por los veintiséis ancianos que representan los del Apocalipsis, interpolados los doce apóstoles: los alcaldes de barrio, señores convidados, la asociación de fiestas, corporaciones y altos funcionarios, el clero catedral con sus andas de plata, el Ilmo. cabildo, interpolado con el real cuerpo maestranza, oficiales generales, grandes de España, la imagen y reliquias del Santo. S. E. I. de preste, la comisión de la asociación, ayuntamiento y diputación provincial, Excmo. señor capitán general y el Sr. gobernador de la provincia; gran escolta competente de compañías de preferencia con bandas de tambores y músicas.

     Doce niños de San Vicente alumbrarán al Santo; la iglesia catedral estará iluminada en el acto de entrar la procesión por 3,500 luces.

     Las rocas y carros de triunfo de grandes dimensiones harán la misma carrera de la procesión cívica del día 28.

     La carrera designada para la procesión religiosa de este día lo será la siguiente: plaza de la Constitución, calles de Caballeros, Tròs-Alt, Bolsería, a la plaza del Mercado, calles de Flasaders, Porchets, San Vicente y de la Sangre, plaza de San Francisco, calle y plaza de las Barcas, Universidad, Comedias, Cullereta, calle del Mar a la casa natalicia, donde hace estación, plaza de Sto. Domingo, calle de la Palmereta, plaza de San Bult, calles de En-Blanch, Horno del Vidrio, del Conde de Faura, a la iglesia parroquial de San Esteban, donde hace estación, (según acuerdo que se tomó en 1595 por el Sr. Patriarca, cabildo y jurados a solicitud del venerable Domingo Anadon), plaza del Cementerio de San Esteban, calles de este nombre. Palau, Trinquete de Caballeros, plaza de la Congregación, calle del Mar, plaza de Sta. Catalina, calle de Zaragoza a la Catedral.

     Por la duración de esta procesión solemne tendrán lugar en la noche siguiente las músicas.

     Día -9. El colegio de escribanos, poseedor de los objetos alegóricos de los personages que representan el bautizo de San Vicente Ferrer, y que es al público en estos días, celebrará en la mañana de este día solemne función religiosa en la parroquia de San Esteban. La fiesta anual que celebra en la capilla y pila del Sant o, se atribuye al mismo Santo, porque viviendo celebraba en ella misa y la visitaba, dando de continuo gracias al Todopoderoso por el beneficio de haber renacido en aquella piscina saludable. El colegio restaura y renueva la capilla, y distribuye limosnas a viudas y huérfanas pobres de escribanos colegiados.

     En la misma mañana se verificará la solemne inauguración de la hermosa iglesia nueva del colegio imperial de niños huérfanos de San Vicente Ferrer, con procesión solemne de traslación de su Divina Magestad desde la parroquia de San Andrés, por la calle de la Garrofera, Abadía de San Martín, calle de San Vicente, bajada y plaza de San Francisco, calle y plaza de las Barcas, calle del Empedrado al colegio.

     La iglesia parroquial de Sto. Tomás, de la que fue beneficiado San Vicente Ferrer, solemniza este día con misa a toda orquesta y sermón, por la tarde procesión por toda la parroquia, con asistencia de los feligreses de dentro y fuera de la ciudad; adorna la fachada, levanta altar e ilumina la fábrica esterior del templo.

     Por la noche solemne sesión pública en el teatro de la Universidad literaria para la distribución de premios de la Sociedad de Amigos del País; figurando entre ellos una medalla acuñada espresamente para memoria de este acontecimiento secular. Durante todas las fiestas habrá en el claustro del Carmen esposición pública de todos los productos que son el objeto de la solicitud de aquella patriótica corporación.

     La academia de artes facilitará también en los mismos días la entrada pública en el museo de pinturas.

     Día 3. Por la mañana función religiosa en la iglesia del convento de Sta. Catalina de Sena por los religiosos dominicos esclaustrados, existentes en esta ciudad y reino, religiosas del citado convento, y la venerable orden tercera. Oficiará de pontifical el Ilmo. Sr. obispo de Segorbe, como hermano de religión, siendo el orador el Sr. canónigo doctoral D. José Ortiz.

     La cofradía de nuestra Señora del Rosario, establecida en la misma iglesia, adornará con un arco de mirto y un trasparente alusivo, la puerta de entrada al gran patio del convento.

     Por la tarde primera corrida de toros.

     Día 4. La parroquia de San Esteban sorteará en la mañana de este día las dotes que tiene señaladas, y distribuirá raciones a los pobres de la misma parroquia.

     Por la tarde segunda corrida de toros.

     Por la noche fuegos artificiales en el Tròs-Alt, por la asociación de los vecinos devotos del Santo.

     Se ofrecerá al público el hermoso espectáculo de trasformación de los juegos de agua de la fuente monumental, situada en la plaza del Mercado, en juegos de fuego de hermosa chispería y de variados colores, con alguna que otra luz de Bengala, oportunamente colocada.

     Día 5. Principian las funciones de la Universidad literaria esponiendo al público desde las nueve de la mañana hasta las tres de la tarde el jardín botánico, la biblioteca, y los gabinetes de física, química, medicina e historia natural, que estarán abiertos tres días.

     En la misma mañana el gremio de carpinteros dispondrá solemne misa y sermón en la iglesia de su casa-gremio, en memoria de que en la misma predicó el evangelio el invicto patrono San Vicente Ferrer, y distribuirá limosnas entre los pobres del gremio.

     Por la tarde tercera corrida de toros.

     Día 6. Por la tarde gran baile de Torrente en la plaza de toros, a beneficio del hospital, a la hora y por el precio que se designe en los carteles.

     Por la noche se disparará el gran castillo de fuegos artificiales, trabajado por los pirotécnicos D. Joaquín y Minguet y D. Vicente Llorens (Ponent); anunciándose con anticipación la hora y el punto que designará la autoridad.

     Día 7. Por la mañana a las diez se celebrará en la capilla de la Universidad literaria una misa rezada acompañada de orquesta; se pronunciará un corto discurso en alabanza del Santo, como promovedor de esta escuela, por el catedrático D. Vicente Boix, cronista de la ciudad, se leerán por algunos profesores y discípulos diferentes poesías, y se distribuirán premios de libros magistrales entre los alumnos sobresalientes a quienes quepa la suerte.

     A las doce se inaugurará la escuela de Párvulos, bajo la invocación de San Vicente Ferrer, en su casa-colegio, con asistencia de las autoridades, Sociedad de Amigos del País, la junta administrativa de la casa, y asociación autora del pensamiento.

     Por la tarde a las cinco saldrá el ayuntamiento de la casa-enseñanza, donde se hallan las dependencias municipales, con la comisión de la asociación precedida de sus vergueros dirigiéndose a la plaza de Santo Domingo para inaugurar la colocación de una lápida conmemorativa que recuerde a la posteridad la celebración del siglo 4. de la canonización de San Vicente Ferrer.

     A las seis de esta misma tarde habrá corridas de caballos en el paseo de Alameda.

     La noticia de las numerosas limosnas concedidas con motivo de estas fiestas seculares por la asociación, por otras corporaciones y diferentes particulares, la descripción de los altares que se levantarán en varios puntos, de los adornos de templos y otras casas religiosas, de los carros de triunfo y de la nueva roca, del castillo de fuego, de las danzas y otros objetos, y la colección de elegantes poesías escritas al efecto, pertenecen a la memoria histórica que se publicará en su día, donde quedarán consignados los nombres, los hechos y la cooperación de cuantas personas hayan contribuido al mayor lucimiento de esta solemnidad, dedicada por el siglo XIX al más grande de los hijos de Valencia, trasmitiendo de este modo a la posteridad la fe y los sentimientos religiosos y patrióticos que heredó de sus mayores.

     Valencia 15 de Junio de 1855. -De acuerdo y con anuencia de las autoridades militar, eclesiástica y política del distrito, diócesis y provincia. -La comisión principal de fiestas. -José Escrivá, alcalde 1. Vicente Piñó y Ansaldo. -Vicente Oliag. -Vicente Sanz. -Vicente Moreno, regidores. -Fernando Herbás, procurador síndico. -Vicente Rodríguez de la Encina, barón de Santa Bárbara. -Francisco Peris, canónigo. -Baltasar Settier. -Vicente Boix, cronista. -Timoteo Liern, secretario.

     A continuación se anunciaron las siguientes demostraciones de regocijo:

     La iglesia parroquial de San Martín Obispo y San Antonio Abad, ha dispuesto para los días 6 y 7 y 8 del mismo mes de Julio sus particulares fiestas religiosas con el objeto de celebrar la dedicación de su magnífico templo, la renovación del mismo en el siglo anterior y la canonización de San Vicente Ferrer.

     En los tres días habrá solemne función religiosa, distribuyendo en el primero una limosna estraordinaria a los necesitados que están inscritos; se sortearán doce dotes de a 500 rs. cada una a huérfanas y naturales de la misma parroquia, y otro sorteo de cien limosnas de a 20 rs. cada una para igual número de pobres: en la noche del segundo día se disparará en la torre de la misma iglesia un castillo de fuegos, verificándose el día 8 por la tarde la solemne procesión en unión con la del Corpus que debió celebrarse en su día. La carrera se anunciara en los periódicos.

     El Excmo. e Ilmo. Sr. arzobispo ha entregado 24,300 reales para su distribución en la forma siguiente:

     8,800 rs. para ocho dotes a favor de huérfanos, a saber: dos niños y dos niñas de la casa de San Vicente Ferrer, a razón de 1,400 rs. cada dote: 2,200 rs. para otras dos de la casa de Beneficencia, a 1,100 rs. cada uno: otros 2,200 rs en igual forma para la Misericordia.

     2,000 rs. para niños espósitos.

     4,200 rs. con destino a los pobres de las catorce parroquias, a razón de 300 rs. cada una.

     9,000 rs para las 18 comunidades religiosas de la ciudad y sus arrabales, a razón de 500 rs. para cada una.

     Y 300 m. para las arrepentidas de San Gregorio.

     El Ilmo. cabildo tomará parte en las fiestas, en unión con el Excmo. ayuntamiento, según costumbre inmemorial; adornará el templo, y con especialidad la capilla del Santo y el púlpito donde predicó, e iluminará el esterior de la iglesia en la parte que se titula obra nueva.

     El clero de San Andrés iluminará la fachada y torres de la iglesia.

     El de los Santos Juanes, con la junta parroquial, ha dispuesto, adornar las fachadas de su iglesia de una manera no vista por su elegancia, buen gusto y riqueza, con una iluminación por las noches de mil quinientas luces. La cruz parroquial y los candelabros de los acólitos saldrán, adornados en la procesión. La torre tendrá iluminación particular y estraordinaria.

     La parroquia de San Miguel adornará la fachada de su iglesia.

     La del Santísimo Cristo del Salvador, de la que es patrono especial San Vicente Ferrer, santificada con su presencia y frecuente predicación, adornará su iglesia, iluminará la frontera, celebrará función religiosa, costeará un día de comida a los presos de San Narciso, y por suerte se dará una dote de 30 libras a la pobre, virtuosa hija de labrador, nacida y bautizada en la parroquia.

     Las religiosas del convento de San Cristóbal adornarán la parte esterior de su iglesia según costumbre.

     Las de Santa Tecla celebrarán una función religiosa en acción de gracias, como, igualmente las de la Encarnación.

     Las del Pie de la Cruz celebran triduo en los días 29, 30 de Junio y 1. de Julio, con misa solemne y sermón.

     El colegio de abogados destina 4,000 rs. para distribuirlos entre los huérfanos y viudas pobres de abogados.

     El gremio de sastres entregará 1,000 rs. a la sociedad de socorros mutuos del gremio: costeará tres magisterios, entregando el título gratis al agraciado: dará cinco limosnas de 200 rs. cada una a maestros pobres del gremio llevará en un carro de triunfo la imagen del Santo, vestido a la española, arrojándose versos, flores y piezas de ropas útiles para el viso.

     El de molineros concurre a la procesión, construye un carro, triunfal con máquina que molerá el grano y arrojará la harina y versos alternativamente.

     El de torneros y silleros ha construido andas nuevas y un carro triunfal, desde donde se arrojarán objetos del gremio y repartirán en uno de los días, abundantes ollas para los pobres necesitados.

     El de sogueros adorna la fachada del huerto de Ensèndra, presenta un carro triunfal, tirado por cuatro arrogantes mulas, colocando en la cúspide del carro a San Juan Bautista, patrono del gremio: se repartirán versos y juguetes propios del oficio.

     El de horneros construye un carro triunfal, tirado por cuatro mulas ricamente enjaezadas. Representa un horno de pan cocer con un oficial y aprendices, y cuatro niños vestidos de ángel arrojarán versos y pan de todas clases. El gremio y el brazo de oficiales acompañarán al ayuntamiento en la procesión con sus andas, estandartes, música militar y del país.

     El de zapateros vestirá doce pobres del oficio, y dotara tres huérfanas, hijas del gremio, con la calidad de 200 reales cada una. Concurrirán a la procesión con sus andas de plata San Crespín y San Francisco de Asís, música militar, otra del país, una danza y los estandartes del gremio.

     Presenta además un carro triunfal tirado por seis briosos caballos; ninfas, ángeles y guerreros formarán el grupo alegórico: se arrojarán versos, y zapatos de pequeñas dimensiones.

     El colegio del arte mayor de la seda entregará 300 reales con destino a la escuela de Párvulos.

     La Real cofradía de nuestra Señora de los Desamparados adornará la fachada principal de la iglesia, colocando la santa Imagen titular, y a sus lados la de San Vicente Ferrer y otro santo valenciano, con iluminación de vasos de colores y trasparentes alusivos.

     Las antiguas asociaciones de los altares de las calles del Mar, Tròs-Alt y Mercado, solemnizan de una manera estraordinaria el siglo cuarto de la canonización Vicente Ferrer: músicas, procesiones, autos sacramentales o milagros, funciones religiosas, árboles de cucaña, fuegos artificiales y distribución de raciones, ocuparán a los clavarios en los días de fiestas.

     Los jardineros se ocupan de construir un carro, y ramos con abundancia.

     Las fuentes públicas estarán decoradas de la manera que permita su construcción con nuevos juegos de aguas.

     Fueron, sin embargo, tantas las adiciones que sufrió el programa anterior, que se convino en anunciar diariamente en los periódicos las funciones que debían celebrarse cada día, para dar noticia al público de los puntos donde debía concurrir para divertirse.

Arriba