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Epistolario

José Cadalso



[Nota preliminar: Edición digital a partir de la recopilación y edición de Nigel Glendinning y Nicole Harrison en José Cadalso, Escritos autobiográficos y epistolario, Londres, Tamesis Books Limited, 1979, pp. 34-136. Recomendamos la consulta de esta edición para la adecuada interpretación crítica del epistolario de José Cadalso, cuyas cartas fueron parcialmente publicadas por Emilio Cotarelo y Mori, Foulché Delbosc, Felipe Ximénez de Sandoval, Edith Helman, Nicolás González Deleite y Philip Deacon.]






ArribaAbajo1. Al Padre Lozano, en cuatro idiomas, escrita desde Cádiz el 4 de noviembre de 1760

Reverend Father

As I have had the Honour to teach your Reverence a considerable part of that noble, manly, solemn & majestick Language, the English Tongue, I thought my self oblig'd to write to you in the said tongue, tho' it is not a la mode, especially as I have been witness of the wonderful improvements you have made in it in so little time, tho' I must confess, you did it more by your own happy natural Disposicion, than by my Leçons; therefore give me Leave to tell you in English, as well as in the other few tongues I know, that I shall always be, as I am now,

Your very obd.t Serv.t & true friend

Jos. de Cadalso

Rev.d Father

[Versión española]

Reverendo Padre

Ya que he tenido el honor de enseñarle a V. R. una parte considerable de aquella lengua tan noble, varonil, solemne y majestuosa -la inglesa- me sentí obligado a escribirle en dicha lengua, a pesar de no estar de moda, tanto más cuanto he visto los progresos maravillosos hechos por Vd en tan poco tiempo, aunque he de confesar que ha sido más bien por su buena capacidad natural que por mis lecciones. Permítame por lo tanto decirle en inglés, y en algunas pocas lenguas más que conozco, que quedaré siempre, como ahora,

Su seguro servidor

y verdadero amigo,

Jos. de Cadalso

R. P. Jac. Loz.

S. D. Jos. Cad.

Hanc tot Idiomatibus scriptam Epistolam, potius vanâ superbiâ, quam sincerâ amicitiâ produci non nullis videbitur; mea vero erga te tanta est veneratio ut mihi pauci, imo et nulli, sit pretii quidquid invidiosâ lingua loqui, et pectore invidioso cogitare possit aliquis. Istam, igitur, qualemcumque epistolam accipe Reverende ad modum Pater, magnopere dilecte amice non prout superbiae effectum, sed prout amicitiae pignus, si quidem non tantum hae 4, sed nec etiam 100 quae tribuuntur famae Linguae suffici videntur ad meam erga te venerationem simul cum amore enuntiandam.

Vale.

[Versión española]

Al Reverendo Padre Diego Lozano, de su discípulo José Cadalso

No habrá a quien deje de parecer que esta carta, escrita en tantos idiomas, se produce más por vana soberbia que por sincera amistad. Pero es tan grande mi veneración hacia ti que tiene para mí poca importancia, o más bien ninguna, lo que cualquiera pueda decir con envidiosa lengua, o pensar con envidioso espíritu. Recibe pues esta carta en cualquier caso, reverendísimo padre, dilectísimo amigo, puesto que no es efecto de la soberbia, sino prenda de amistad, habida cuenta de que no sólo estas cuatro lenguas, sino ni siquiera las cien que se atribuyen a la tradición, parecen suficientes para expresar mi veneración hacia ti al mismo tiempo que mi amor.

Mon tres reverend Pere Lozano.

Je voulois vous ecrire une Lettre dans la quella [sic] je m'etois proposé de garder avec la plus parfaite exactitude toutes les Regles de l'Eloquence, j'allois meme comencer mais quelle folie! comment oserais je presenter un tel Ouvrage a un si grand imitateur de Ciceron? C'est pourquoy jay changé de sentiment et je ne veux vous ecrire q ce que me paroitra plus naturel pour expliquer combien je vous aime. Oui mon Rev. Pere et cher ami, je me felicite moy meme d'avoir trouvé une Personne si digne d'une amitié sincere. Vous pouvez y conter [sic] toujours, et m'ordonner tout ce que vous voudrez, puis que je me croirez trop heureux de trouver quelques ocasions de vous montrer le plus profond respect avec le quel

J'ay l'honneur detre

Mon R. P.

Votre tres humble et tres

obeisant serviteur

de Cadalso

Querido y reverendo Padre y amigo mío.

Llegué el domingo.

Dejémonos de circunloquios y tales cosas que parecen monadas francesas y cumplidos italianos. Hablemos con toda sinceridad española. Me alegraré que V.R. se halle con la salud que le deseo, y nuestro Comendador. He llegado en buena disposición a esta mi querida y hermosa patria, aunque ya me duele la garganta de las jotas y haches de mis queridos aunque bárbaros paisanos. Me alegrara que V.R. viniese a hacer la experiencia; no porque le deseo a V.R. dolor de garganta, sino porque me deseo a mí mismo el gusto de verle a V.R. A nuestro Comendador mil cariñosas expresiones y la carta que va aquí dentro. Yo siempre le estimaré por mil prendas que le hacen amable, especialmente aquella virtud tan grande. Me pasma cuando lo considero. ¡Es un ángel! Y si no fuera por aquello que dijimos sería adorable. Pero creo que Dios le ha dejado el genio así para distinguirlo en algo de la naturaleza angélica. Por lo que toca a Cabrera, estuve con él cerca de tres cuartos de hora, y por modo de paréntesis me preguntó ¿cómo está el padre Lozano y aquella gente? Le respondí que muy bien y muchas memorias. No es mala historia para nuestro Comendador. He visto a Silva. Sicut erat in principio. Pero ya me falta tiempo y papel, y todo menos la voluntad para escribir a V.R. de quien seré siempre

el más rendido servidor

y fino amigo como debo

Joseph de Cadalso y Vázquez

[En el margen] Lea V.R., si gusta, esta carta a Caamaño, y dé V.R. la carta que aquí va. A toda mi sala mil cosas. Y al padre Montero a quien estimaré siempre.

[Escrito al revés] A Andonaégui mayor, mil cosas en especial.




ArribaAbajo2. Carta al padre Lozano del padre Zacagnini, con apostillas de Cadalso, escrita desde Cádiz el 7 de noviembre de 1760

P. C.

Mi padre, amigo y señor: Llegué a ésta con toda felicidad, sin la menor novedad en todo el camino. Ya estoy harto de visitas, lo que no es de extrañar, si se hace V.R. cargo de las pocas que frecuentaba en esa casa. Sentiré muy mucho que esos caballeros no den a V.R. gusto en un todo; y aunque de su porte puedo persuadirme en general que procurarán satisfacer a su obligación, no obstante, quizá algún particular se apartará del carril, andando extraviado. Espero de la prudencia de V.R. que sabrá disimular, cortar &c. hasta tanto que a mi vuelta quede V.R. aliviado de carga tan molesta. Póngame V.R. a la obediencia de todos los de sala. Presentez mes tres humbles respect [sic] au R.d Pe Montero, en lui priant de vouloir avoir la bonté de dire à Mrs. de la Hanti que j'ai eu l'honneur de remettre leur lettre à Mr Butler, aussi bien que celle de Mr Beyens à son cher pere, avec qui j'aurais le plaisir de diner Lundy prochain. J'ai remis la lettre de Mrs Terry à Mr. leur oncle, qui nous a comblé de tant de politesses que nous sommes tout-à-fait pleins de confusion. Vous n'ignorez pas le tendre attachement, et le profond respect de celui qui ne cessera jamais d'etre

Mon Reverend Pº.

Votre tres humble et tres

obeissant serviteur

IHS

agrave; Cadix ce 7 nov.

Zacagnini Jes.

[en el margen, de letra de Zacagnini] No, me he olvidado de Ignacio y de Antonio.

[Sigue a la carta esta nota de Zacagnini] Este borrón es de Cadalso

[Postdata de puño de Cadalso] Me alegraré que V.R. haiga recibido la fantasmonísima carta que le escribí a V.R. el correo pasado. Si tuviera tiempo hiciera lo mismo en éste, pero no puedo. El correo que viene je prendray la liberté de vous incomoder avec une longue et tres longue lettre et si je scavois le Biscayen et 2 autres langues avec les 4 autres vous pourriez faire un Calepinus septem linguarum. Faites mes compliments a tous nos ami [sic] et no duda V.R. de la sinceridad

de Cadalso

[En el margen de la postdata de letra de Cadalso] Al canónigo mil cosas, y al Malta dos mil.




ArribaAbajo3. Al padre Lozano, en inglés, escrita el 20 de noviembre de 1760, desde Cádiz

Revd Father and Dear Friend

It is useless to tell you that yr Letter was to me the greatest pleasure a [sic] could receive, because you know very well that news from so Dear a Man as you are to me, must be so.

I have not answerd before because I was at St Lucar visiting an old aunt & some other relations who live there. They al receivd me with the greatest kindness.

I receivd a Letter from our common Friend to whom I beg you would remit the inclos'd letter to him & assure him of my Friendship.

Zacagniny has no [sic] determind the Day of his Depart from here, but I suppose it will be the first of next month. He has great many visits & diverts him self very well. Sylva, Sarsfield & I, go every night to the College where we are very well receivd. We dine very often together.

I went with Fa. Zacagniny to ye Academy of Marine. We saw all that was to be seen in it & Zacagniny himself was very well pleas'd with it. They are very polite & treatable people. They made me dance, fence, speak English, & French & they were so good as to give me great aprobations.

You will be so good as to present my respects to all ye Revd Fathers of that good house & my compliments to all my companions especially Caamaño, & Andonaégui.

I remain as it is my duty yr [sic]

Your most obed.t Serv.t

amp; true Friend

Joseph de Cadalso

Cádiz Nov. 20. 1760

[Traducción].

Reverendo padre y querido amigo:

Huelga decir que su carta me dio el mayor placer posible, porque sabe muy bien que las noticias de una persona tan cara como V.R. lo es para mí no puede menos de agradarme.

No he contestado antes porque fui a Sanlúcar para visitar a una vieja tía y algunos parientes más que viven allí. Me recibieron todos con la mayor amabilidad.

Recibí una carta de nuestro común amigo a quien le ruego remita la carta que acompaño, asegurándole mi cordial amistad.

Zacagnini no ha decidido todavía la fecha de su partida de esta ciudad, pero supongo será el día primero del mes que viene. Hace muchas visitas y se divierte muy bien. Silva, Sarsfield y yo vamos todas las noches al colegio donde nos acogen muy bien. Cenamos juntos a menudo.

Fui con el padre Zacagnini a la Academia de la Marina. Vimos todo lo que hay por allí y le gustó mucho al padre Zacagnini. Son gentes finas y muy sociables. Me hicieron bailar, hacer esgrima, hablar inglés y francés, y tan amables eran que todo lo aprobaban.

Le estaría muy agradecido diese mis recuerdos a todos los Reverendos Padres de aquella buena casa, y mis saludos a todos mis compañeros -a Caamaño y Andonaégui sobre todo.

Quedo de V.R. como debo

su seguro servidor

y verdadero amigo

Joseph de Cadalso

Cádiz, el 20 de noviembre de 1760.




ArribaAbajo4. Al padre Lozano, en español e inglés, escrita desde Cádiz el 28 de noviembre de 1760

Estimado padre, y amigo de mi alma:

Recibí con sumo gusto la de V.R. y con ella la de nuestro galleguito. Él es muchacho, y muchacho del genio que sabemos, con que junto a estos motivos el mucho afecto que V.R. le tiene no dudo le perdone si ha faltado en algo.

El padre Zacagnini marcha el miércoles a lo más tarde, y puede ser que yo marche con él. No obstante, suplico a V.R. no deje de responder a ésta.

Cádiz me va gustando más cada día: es un estuchecito de hermosuras. (¡Se me había olvidado que mis cartas habían de ir en inglés!) So let us go on in English. I din'd last Wednesday at Mr Landaburu, who sends his compliments to you. We din'd five Seminarists at his House, & all the dinner time we spoke of nothing else but of the Seminary, of which all People, generally, speak very well, because the Fathers Jesuits [sic] are very well lov'd here tho' not so much as they deserve.

My best Complements to all my Friends, & be so good as to put y following Letter in Caamaño's Hands.

As there is nothing particular to acquaint you with, I will trouble you no more only to asure you that I shall always be

Your true Friend

amp; h.ble Serv.t

Rev.d Father

Joseph de Cadalso

Cádiz 28. Nov 1760

[En el margen] Mil expresiones cariñosas a nuestro amigo el buen padre Montero, a quien venero y amo muchísimo, y quisiera imitar en virtud.

[Traducción de la parte en inglés]

Así que sigamos en inglés. El miércoles pasado cené en casa del Sr. Landaburu, que le manda saludos. Estábamos cinco seminaristas cenando en su casa, y durante toda la comida no hablamos de otra cosa que del seminario, que todo el mundo, generalmente, elogia, porque se ama mucho aquí a los padres jesuitas, aunque no tanto como se merecen.

Dé V.R. muchos saludos a todos mis amigos de mi parte, y le agradecería entregase la carta que añado a Caamaño.

Ya que no hay nada especial que comunicar, no le molestaré más, asegurándole tan sólo que siempre quedaré

Su buen amigo

y seguro servidor

Reverendo padre

Joseph de Cadalso

Cádiz, el 28 de noviembre de 1760.




ArribaAbajo5. Al padre Lozano, escrita desde Cádiz entre el 29 de noviembre y el 2 de diciembre de 1760

Reverendísimo y queridísimo amigo y padre:

No sé si tendrá ésta la dicha y fortuna de llegar a las manos de persona tan amada, pero en fin, vaya pues audaces fortuna juvat.

Aquí nada tenemos de nuevo que merezca ser puesto en noticia de V.R. y así no paro más en capítulo de novedades.

Patricio y Silva prosiguen portándose con sumo juicio, y el último acaba de salir de ocho días de ejercicios en el colegio de la Compañía.

Y porque (con gran pesar de mi alma) quizás sea a ésta la última que nos escribamos por algunos años, me encomiendo de todo corazón a las oraciones de V.R. pues en ellas confío. Estas, supongo, no me negará V.R. para corresponder a la ternura, amor, cariño, respeto, estimación y constancia con que le he amado, amo y amaré a V.R. mientras viva el que se gloria siempre y con alta voz se publica (cuando se ofrece) ser de V.R.

Tierno, cariñoso, constante y sincero amigo como debe

Joseph de Cadalso

Queridísimo y reverendísimo padre y amigo,

Padre mío Diego Lozano.




ArribaAbajo6. Memorial al rey, fecha agosto de 1765

Señor,

Don Joseph de Cadalso, capitán agregado en calidad de vivo al regimiento de caballería de Borbón, puesto a los reales pies de Vuestra Majestad

Dice que deseando continuar su Real Servicio con más esplendor anhela a adornarse con el hábito de una de las Órdenes Militares. Por tanto, a Vuestra Majestad

Suplica se digne concederle merced en una de las expresadas Órdenes Militares, sin exceptuar la de Santiago, en que recibirá especial gracia de Vuestra Majestad,

Don Joseph de Cadalso

[Recomendación del Inspector, el marqués de Villadarias]

Señor,

Este oficial sirve con honor y tiene buenas proporciones de ser útil en el servicio de Vuestra Majestad y es uno de los proponentes que hizo el aumento anterior de la caballería; por lo que será muy propio efecto de piedad de Vuestra Majestad concederle la gracia de hábito que solicita.

San Ildefonso, 7 de agosto de 1765.

El marqués de Villadarias




ArribaAbajo7. A su primo, Don Domingo Oxangoiti, fecha en Alcalá, el 17 de mayo de 1766

Querido Primo:

Con motivo de haberme participado mi tío Don Diego de Cadalso que Vmd se había servido encargarse de las diligencias conducentes a tener todos mis papeles prontos para cuando lleguen a ésa mis informantes, que será luego que Vmd me dé el aviso correspondiente, paso a suplicar a Vmd no pierda un instante en dichas diligencias, como en participármelas, a lo que quedaré sumamente agradecido como debo.

He celebrado esta ocasión de ofrecer al servicio de Vmd mi persona y facultades, aunque inútiles, como también el gusto de conocer a tan digno pariente y acreedor a que yo me esclavice en su obsequio, como lo ejecutaría gustoso a la menor ocasión que se presentase.

He de deber a Vmd el favor de que en respuesta de ésta me informe si gusta de que la demás correspondencia se siga con el estilo de Vmd o el de , que es más propio entre parientes.

Interin Vmd se sirve responder al contenido de esta carta, quedo con el mayor afecto rogando a Dios guarde a Vmd los muchos y felices años que deseo.

Alcalá de Henares y 17 de mayo, 1766.

B.L.M. de Vmd su más afecto primo y rendido servidor,

Joseph de Cadalso




ArribaAbajo8. A don Domingo Oxangoiti, fecha en Alcalá, el 15 de junio de 1766

Querido Primo:

En virtud de la poderosa razón de tan cercano parentesco como el que tenemos tú y yo y lo que expones en tu muy favorecida de 30 del pasado, practico este estilo como el más adaptado al asunto. Dicha carta no llegó a mis manos hasta el día de ayer, por haber yo estado fuera de esta ciudad alguna corta temporada con inesperado motivo. La aprecié en el corazón, como la noticia de la buena salud que goza madama tu pariente y el chico, a quienes presentarás de mi parte expresiones del más fino y sincero cariño, y a mis otras tres primas, Francisa Xaviera, María Manuela, e Ignacia.

Siendo el hábito que me pongo el de Santiago por acomodarme así para obsequiar al sujeto que se ha ofrecido a ser padrino mío en esto como lo es en otros -no necesito más partidas de ese Señorío que los correspondientes a mi padre (que de Dios goce), y al padre y a la madre de mi padre: esto es, puramente mis abuelos paternos, sin pasar a la clase de bisabuelos. Para cuyo completo, sólo falta, según me expresas en dicha carta, lo de mi abuela Doña Magdalena de Vizcarral, que será lástima se malogre el asunto por este solo artículo, respecto de tener corriente en Cádiz todo lo conducente a la línea materna. Por lo que, valido de nuestro tan inmediato parentesco, me atrevo a suplicarte hagas la diligencia con el mayor fervor. Y en caso de que aun así no se logre lo que se pretende, hablaremos más despacio del modo de remediarlo, sabiendo qué género de sujeto es el que tiene en su poder el archivo o protocolo en que se deben hallar los referidos papeles. Creo que me he explicado.

En otro correo me dilataré más, y tú me has de hacer el favor de aguantar tanta impertinencia, y mandar a quien es de corazón

Tu afectísimo primo y rendido servidor

Alcalá y 15 de junio, 1766

Cadalso




ArribaAbajo9. A don Domingo Oxangoiti, fecha en Alcalá, el 23 de junio de 1766

Alcalá, 23 de junio, 1766.

Querido primo:

En virtud del asunto que hemos tratado, ésta no sirva más que para repetir las súplicas que te tengo hechas acerca de hallar por cualquier medio que sea el instrumento que falta; como también, si hay un sujeto hábil en ésa que tenga habilidad para pintar con sus respectivos colores el Escudo de Armas que está en la casa solariega de mis padres, lo estimaré.

Por la priesa con que estoy, pues me acaban de citar para revista, no me dilato más, y así, manda a

Tu primo y servidor

Cadalso




ArribaAbajo10. A don Domingo Oxangoiti, fecha en Alcalá, el 11 de agosto de 1766

Querido primo:

Respondo a tus últimas apreciabilísimas cartas, y doyte mil gracias por las molestias que te habrá causado la negociación de mis pruebas, y agradezco y venero tus amantísimos consejos, quedando enterado de lo mucho que te debo por todas partes.

No prosigo por que está el Excmo. Sr. Marqués de Villadarias pasando revista de inspección al regimiento y no tenemos un minuto libre.

Tuyo de corazón

Pepe

Alcalá de Henares, 11 de agosto.




ArribaAbajo11. A don Domingo Oxangoiti, fecha en Alcalá, el 1 de septiembre de 1766

Primo querido:

Recibo tu estimada carta del 22 de agosto, y otra en el mismo correo de mi tío Don Diego en que me dice lo correspondiente hecho acerca de los gastos ocasionados por mi hábito en ésa. Por la molestia que habrás tenido durante la temporada que duraron las diligencias te doy infinitas gracias, que darás de mi parte a todos los que haigan contribuido a su conclusión; como también mil expresiones finísimas a nuestras queridas primas Francisca Xaviera, María Manuela y Ignacia, como también a nuestros comparientes, los señores Ibaizabal y Meñaca. Luego que vaya a Madrid haré con mucho gusto las visitas que me encargas. Lo que te han dicho de que yo tenía otro grado además del de capitán no se ha verificado hasta ahora, pero fiemos en Dios y en mi aplicación al servicio. Te avisaré luego que se ejecute la ceremonia de ponerme el hábito. Mándame en todas ocasiones como que soy

Tu afectísimo primo

Joseph de Cadalso

Alcalá de Henares, 1ro de septiembre.




ArribaAbajo12. A don Domingo Oxangoiti, fecha en Madrid, el 16 de enero de 1767

Querido primo de mi mayor estimación:

Recibo con el debido aprecio tu muy estimada carta, y cree que si no te he escrito ha sido por la ocupación grande que de suyo lleva el servicio en esta Plaza, no tanto por el número de las ocupaciones, como por su importancia, y la indispensable asistencia a Palacio, casas del general, gobernador, y Inspector y coronel, cuya distribución llena todo el tiempo y mucho más que hubiera, aunque ahora, con el motivo de estar la Corte en el Pardo, se proporciona algún descanso más.

Te doy mil gracias por las enhorabuenas que me das en tu nombre y el de todos mis parientes en ésa, a quienes presentarás de mi parte mil agradecimientos.

De lo demás de tu carta quedo enterado, y por la priesa ceso, pero no de rogar a Dios que te guarde muchos años. Madrid, 16 de enero, 1767.

Tu primo que de corazón

te quiere

Cadalso




ArribaAbajo13. Memorial, fecha el 12 de mayo de 1767. ¿Perdido?

La existencia del memorial consta del Registro de memoriales (AGS, Guerra moderna, Legº 5619). Es posible que Cadalso haya solicitado la compañía que vacaba por la muerte de Don José Asensio. No había sido propuesto por el coronel en su carta al rey del 8 de mayo, pero el marqués de Villadarias le mencionó en una nota adjunta, diciendo que era «aplicado a la erudición y posee diferentes idiomas, y por sus proporciones y talentos promete utilidad al servicio de Vuestra Majestad».




ArribaAbajo14. A don Domingo Oxangoiti, fecha en Madrid el 4 de febrero de 1768

Querido primo:

Me valgo de tu favor para que te encargues de ver cómo se han de sacar de manos de un vecino de esa ciudad que llaman Don Marcos Díez de Sollano, unos 14,000 reales vellón pertenecientes a Don Andrés de Barrutieta, que murió en Méjico, debiendo a mi difunto padre y señor 8,000 y más pesos. Y según me avisa mi tío Don Diego, el de Cádiz, será fácil conseguirlo, respecto de que dicho Sollano está deseando que se le mande juez competente.

Te ofrezco mi inútil buen afecto en esta Corte, deseando me mandes con cuanta confianza merezca a tu cariño, presentando igual obsequio mío a los pies de mis primas muy queridas, y mil abrazos a mis demás parientes.

Pido a Nuestro Señor te guarde los años que mi afecto te desea.

B.L.M. y queda con el mayor afecto

tu primo que de corazón te quiere

Joseph de Cadalso

Madrid, 4 de febrero, 1768.

P.D. Te remito un poder correspondiente al encargo.




ArribaAbajo15. A don Domingo Oxangoiti, fecha en Madrid, el 19 de febrero de 1768

Querido primo:

En virtud de lo que me participas en tu muy estimada carta que acabo de recibir con el mayor gusto, fecha 12 del corriente, remitiré por el correo de mañana a mi tío la instrucción de lo que debe practicar para el logro.

Respecto de ser especie nueva totalmente hasta ahora para mí, la de tener dicho Sr. Don Marcos Díez de Sollano en su poder esos maravedís del difunto Barrutieta, me ha entrado la aprensión de si se podrán o no encontrar más bienes suyos en ésa, u en poder tal vez de dicho Sollano o otros, para lo cual he de deberte practiques alguna diligencia sigilosa. Y si en virtud de tu sagacidad descubrieses alguna vislumbre, avísamelo inmediatamente para que te envíe, si fuese necesario, alguna Paulina u otro remedio de la misma eficacia.

Interin responde el tío Don Diego, cuya respuesta te comunicaré, pido a Dios te guarde muchos y muy felices años en compañía de todos los parientes, a quienes darás de mi parte mil abrazos, acompañados de las expresiones del más cariñoso afecto. Madrid, 19 de febrero, 1768.

Tu afectísimo primo

Joseph de Cadalso




ArribaAbajo16. A don Domingo Oxangoiti, fecha en Madrid, el 7 de marzo de 1768

Querido primo:

En consecuencia de lo que me dijiste que te había respondido Sollano, remití la tuya al tío de Cádiz, quien me respondió la adjunta que te remito para tu gobierno, pues yo no la entiendo; o sea, que no estoy muy impuesto en estas materias, o que el amanuense se olvidó de poner alguna palabra indispensable para su inteligencia.

Perdona tanta molestia como te ocasiona un primo soldado, quien no te puede servir de nada más que dar la vida por ti, que haré gustoso. Y por la priesa ceso, pero no de pedir a Dios te guarde muchos años.

Madrid, 7 de marzo, 1768.

Tu primo que de corazón

te quiere

Joseph de Cadalso




ArribaAbajo17. A don Domingo Oxangoiti, fecha en Madrid, el 21 de abril de 1768

Querido primo:

Con fecha de 22 del último me avisa nuestro tío Don Diego te escribía por el mismo correo, incluyéndote la escritura que a mi favor otorgó en Cádiz dicho Barrutieta, y la cuenta corriente que también dejó firmada, para que con ellas te presentes y pidas en mi nombre. Como desde dicha fecha no he tenido noticia tuya estoy con algún cuidado, por lo que te suplico me avises lo que hasta ahora me hayas agenciado en el asunto. Interin ruego a Dios te guarde los años que puede y deseo. Madrid, 21 abril, 1768.

Tu primo afectísimo

que de corazón

te estima

Joseph de Cadalso




ArribaAbajo18. A don Domingo Oxangoiti, fecha en Madrid, el 30 de abril de 1768

Querido primo:

Con fecha de 22 del último me avisa el tío Don Diego que te remitía un papel que haría mucho al caso para la conclusión de la dificultad que tenía Sollano en entregarte el dinero, pues dicho papel es un [sic] escritura que otorgó el difunto Barrutieta a mi favor en Cádiz; de cuya resulta te he de deber la fineza de que me participes respecto de que este regimiento mudará en breve de destino, y quisiera dejar el negocio concluido. Y perdona tanta molestia, mandando con la libertad que puedes a tu

primo que de corazón te

estima

Cadalso

Madrid, 30 abril, 68.




ArribaAbajo19. A don Domingo Oxangoiti, fecha en Madrid, el 9 de mayo de 1768

Querido Primo:

En consecuencia de la que recibí en el correo último de tu parte, que me fue muy gustosa por las prósperas noticias de tu buena salud, he pasado en el de hoy un poder a un vecino de ahí para pedir dichos maravedís a Sollano, y a ti la escritura &c de Barrutieta que anteriormente te había enviado el tío Don Diego.

Por la priesa ceso, y no de rogar a Dios te guarde los años que mi afecto te desea.

Tu primo afectísimo

Joseph de Cadalso

Madrid, 9 de mayo, 1768.




ArribaAbajo20. A don Domingo Oxangoiti, fecha en Madrid, el 27 de mayo de 1768

Querido primo:

Acabo de recibir la tuya muy estimada, fecha 20 del presente, en que me da noticia de todo lo actuado en el asunto de los reales míos que paran en poder de Sollano, y te suplico contribuyas en cuanto puedas a la conclusión del negocio.

Te repito mi fino afecto, deseando me emplees en cosas de tu obsequio. Interin pido a nuestro [Señor] te guarde muchos años. Madrid, 27 de mayo, 1768.

Tu primo que

de corazón te quiere

Joseph de Cadalso




ArribaAbajo21. Memorial, fecha el 24 de junio de 1768. ¿Perdido?

La existencia del memorial consta del Registro de Memoriales que empieza en 1.º de [enero] de [1768] y acaba en fin del mismo año (AGS, Guerra moderna, Legº 5620). Se sabe que pidió una compañía que vacaba en su regimiento sin conseguirla en la primera parte del año. Lo más probable es que haya pedido de nuevo algún ascenso.




ArribaAbajo22. Carta en verso a José López de la Huerta (Ortelio), escrita a fines de 1768 o principios de 1769 en Zaragoza

Epístola dedicada a Ortelio


    Desde el centro de aquestas soledades,
gratas al que conoce las verdades,
gratas al que conoce los engaños
del mundo, y aprovecha desengaños,
te envío, amado Ortelio, fino amigo,  5
mil pruebas del descanso que consigo.
Ovidio en tristes metros se quejaba
de que la suerte no le toleraba
que al Tíber con sus obras se acercase,
sino que al Ponto cruel le destinase;  10
mas lo que de poeta me ha faltado
para llegar de Ovidio a lo elevado,
me sobra de filósofo, y pretendo
tomar las cosas como van viniendo.
Oh, ¡cómo extrañarás, cuando esto veas,  15
y sólo bagatelas aquí leas,
que yo criado en facultades serias,
me aplique a tan ridículas materias!
Ya arqueas, ya levantas esas cejas,
ya el manuscrito de la mano dejas,  20
¿por qué dejas los puntos importantes?
y dices: «Por juguetes semejantes,
¡No sé por qué capricho tú te olvidas
materias tan sublimes y escogidas!
¿Por qué no te dedicas, como es justo,  25
a materias de más valor que gusto?
Del público derecho, que estudiastes
cuando tan sabias cortes visitastes;
de la ciencia de Estado y los arcanos
del interés de varios soberanos;  30
en la ciencia moral, que al hombre enseña
lo que en su obsequio la virtud empeña;
de las guerreras artes que aprendistes
cuando a campaña voluntario fuistes;
de la ciencia de Euclides demostrable,  35
de la física nueva deleitable,
¿no fuera más del caso que pensaras
en escribir aquello que notaras?
¿Pero coplillas, y de amor? ¡Ay triste!
Perdiste el poco seso que tuviste».  40
¿Has dicho, Ortelio, ya cuanto, enfadado,
quisiste a este pobre desterrado?
Pues mira, ya con fresca y quieta flema
te digo que prosigo con mi tema.
De todas esas ciencias que refieres  45
(y añade algunas otras si quisieres),
yo no he sacado más que lo siguiente:
escúchame, por Dios, atentamente;
mas no, que más parece lo que digo
relación, que no carta de un amigo.  50
Si miras mis sonetos a la diosa
de todas las antiguas más hermosa,
el primero dirá con claridades
por qué dejé las altas facultades,
y sólo al pasatiempo me dedico;  55
que los leas despacio te suplico,
y si conoces que razón me sobra,
calla, y no juzgues que es tan necia mi obra.
Pero si acaso omites este asunto,
y la crítica pasas a otro punto,  60
cual es el que contiene la obra mía
faltas contra la buena poesía,
Conozco tu razón, mas oye atento;
con Ovidio respondo a tu argumento:
Siqua meis fuerint, ut erunt, vitiosa libellis,  65
Excusata suo tempore, lector, habe.
Exul eram; requiesque mihi non fama petita est;
Mens intenta suis ne foret usque malis.
Significa (y perdona la osadía
de interpretar de Ovidio la armonía,  70
porque en la traducción es consiguiente
que pierda la dulzura competente,
como sucede a todos los autores
en manos de mejores traductores):
El tiempo en que esta obra yo compuse,  75
las faltas que hallarás, lector, excuse.
Quietud busqué, no fama, desterrado,
por distraer a mi alma del cuidado.

Adiós.




ArribaAbajo23. Carta en verso a José López de la Huerta, escrita de uno de los pueblos de Aragán en que estaba acuartelado su regimiento: Belchite, Escatrón, Alcañiz y Caspe. ¿El invierno de 1768-1769?

Carta escrita desde una aldea de Aragón a Ortelio, que había adivinado la melancolía del poeta.


    Pastor ingenioso,
Ortelio discreto,
¿cómo has acertado
la vida que llevo?
¿Qué estrella te dijo  5
(pues lees en los cielos)
la vida que paso
cargada de tedio?
Desde que el hado
conmigo severo,  10
la mano tirana
firmó mi decreto,
no he visto la cara
serena al consuelo:
el cielo se muestra  15
airado y tremendo;
las hierbas sus verdes
matices perdieron;
las aves no forman
sus dulces conciertos,  20
como acostumbraban,
de armoniosos metros.
Del sueño no grato
cuando me despierto,
sólo oigo la ronca  25
voz del negro cuervo,
murciélago triste,
gavilán siniestro,
u de otros iguales,
y para mal agüero;  30
ni sueño gustoso
cosas de contento:
sólo se aparecen
(si alguna vez duermo)
imágenes tristes  35
de horroroso aspecto:
si salgo a los campos
a hablar con los ecos,
los ecos se espantan
de mi devaneo;  40
y nunca repiten
de tales lamentos
las sílabas duras;
con cuyo desprecio,
andando en el aire,  45
se las lleva el viento.
Ya de los ganados
olvido el gobierno;
se van mis ovejas
por donde no quiero;  50
ni sirve llamarlas,
porque con desprecio
al amo insensato
perdieron el miedo.
Tal vez a la orilla  55
de algún arroyuelo
a llorar mis cuitas
acudo indiscreto.
De verle tan libre,
y verme tan preso;  60
de verle cual corre
por el campo fresco,
y ver cual la suerte
me tiene sujeto,
me aparto más triste,  65
y él se va más bello,
habiendo tomado
notable incremento
con el llanto mío.
(¡Oh!, ¡quieran los cielos,  70
que seas tú solo
quien saque provecho
de esta ausencia mía,
arroyo discreto! )
Si acaso mi flauta  75
entona algún metro
resuenan tristezas,
que arroja mi pecho.
Si de otros pastores
las danzas presencio,  80
advierto mudanzas;
y como las temo
del pecho que sabes,
el baile aborrezco.
Si llego a la mesa,  85
es vano el intento
de probar manjares:
ninguno apetezco.
Los otros pastores,
que advierten mi tedio,  90
me ofrecen en vano
algún alimento.
Entonces, amigo,
comer plantas suelo,
o frutas del campo,  95
o leches o quesos;
porque son comidas
de poco aderezo;
y son naturales
como mis afectos.  100
Del agua más pura
alguna vez bebo
de una clara fuente,
clara como el pecho
que a beber se inclina;  105
y en su puro espejo,
de horrores me espanto,
cuando considero
mi cara ¡qué adusta!
mis ojos ¡qué muertos!  110
mi boca ¡qué triste!
mis labios ¡qué secos!
Y en tantas mudanzas
que padece el cuerpo,
mi espíritu el mismo,  115
y el mismo mi afecto,
que cuando solía
mirarme sereno
(Ortelio, ¡deliro!)
en aquel espejo,  120
tan limpio, tan puro,
tan claro, tan terso,
en que yo veía
de placeres lleno
alegres mis ojos,  125
mi rostro halagüeño,
mi boca chistosa,
mis labios parleros,
diciendo ternuras
y dulces requiebros,  130
que oía gustoso
mi adorado dueño.
¡Su vuelo tomaron
las alas del tiempo!
Cupido, ¡las tuyas  135
no sigan tal vuelo!
Los días felices
se pasaron luego,
apenas sentidos,
cual soplo ligero  140
de céfiro suave,
que convida al sueño;
y los tristes días
que al presente veo,
son nortes furiosos,  145
cuyo soplo adverso
arranca las peñas,
deshace los techos,
destruye los campos,
anuncia el invierno,  150
destruye el rebaño
de tristes corderos.
En vano acostumbro
con piadoso celo
al ara de Jove,  155
el Padre supremo,
llevar la pregunta
de si este tormento,
que así me aniquila,
ha de ser eterno.  160
Más dudas suscita
su oráculo incierto,
hasta que en furores
se convierte el tedio;
y pido a los Dioses  165
fulminen del cielo
centellas y rayos
de horroroso estruendo,
que a negras cenizas
reduzcan mi pecho.  170
(Asunto bien fácil,
pues ya lo está haciendo
de amor y venganza
unido el incendio.)
Ya pido a la tierra,  175
más blanda que el cielo,
que abriendo sus bocas,
puertas del averno,
me trague y sepulte
en su horrendo seno.  180
Ya desesperado
de no hallar consuelo,
al mar yo me arrojo
con mortal intento;
sus olas, que huyen  185
de mi ardiente incendio,
me vuelven a echar
a la orilla luego,
sin siquiera darme
el corto consuelo  190
de que con sus aguas
se apague mi incendio.
Ya busco a las fieras,
de quienes deseo
ser víctima triste;  195
y quieren los cielos
se ablanden sus furias
y no mi tormento.
Ya suelen los Dioses,
inmortales dueños  200
de los corazones,
templar mis desvelos
por pocos instantes;
y con ellos contemplo
la fuerza del hado  205
que así lo ha dispuesto;
que el hombre no puede,
por débil y necio,
frustrar de los Dioses
los altos decretos.  210
Entonces confuso,
y de dudas lleno,
consuelo mis cuitas,
diciendo a mi Ortelio:
Pastor ingenioso,  215
Ortelio discreto,
¿cómo has acertado
la vida que llevo?
Escatro, el pastor
a quien tanto quiero,  220
te envía expresiones
dignas de su pecho.
Por Jove te juro
(y debes creerlo
porque yo lo digo,  225
aun sin juramento),
que tu amado nombre,
que el nombre de Ortelio,
que nombre tan caro
será mi consuelo  230
mientras haya estrellas
en el firmamento,
flores en el campo,
frutas en los huertos,
llantos en mis ojos,  235
y en mi alma duelos.
Adiós, ¡o mi amigo!
Otra vez, y ciento,
adiós te repite
mi corazón necio  240
en la despedida
de un amado objeto.




ArribaAbajo24. Carta en verso, escrita desde Aragán a una señora desconocida, en el verano de 1769

Carta a Augusta, matrona que, inclinada a la filosofía, empieza a fastidiarse de la corte.


    ¡Egregia Augusta mía!
me dices en tu carta celebrada
que a la filosofía
alguna vez te sientes inclinada;
recíbela en tu pecho, persuadida  5
que ella es el solo bien de nuestra vida.
Tristes son los mortales
que fingen en su idea diversiones;
sus fuerzas desiguales,
al peso de sus males y aflicciones,  10
con exteriores gustos y contentos
ocultan lo interior de sus tormentos.
Al filósofo, Augusta,
en cada punto la naturaleza
obsequia, sirve y gusta,  15
todo es para él quietud, todo riqueza,
ni se acaba el contento que recibe;
vive feliz, y muere como vive.
El vulgo de los hombres
vive entre pena, envidia, llanto y susto;  20
su vida (no te asombres)
apenas por mil penas logra un gusto,
y aún ése acaba y para tan temprano,
que aun no le goza el corazón humano.
Recibe, pues, prudente,  25
la luz que ya comienza a iluminarte,
agradece el presente
que quieren las estrellas regalarte;
el tiempo te dirá lo que has ganado,
y la razón dirá lo que has dejado.  30
De la corte te ausenta,
el filósofo en ella es despreciado,
pues ni finge, ni ostenta,
ni adula, ni es ansioso, ni es osado.
Vente a la aldea; su sencilla vida  35
a la naturaleza es parecida.
Por los campos el sabio
usa de aquel derecho incontrastable
de que su justo labio,
cual siente el corazón, se explique y hable:  40
al malo llame malo, al necio, necio,
y a cada cosa dé su justo precio.
El pecho, sin el susto
de tanto respetillo, respetado,
concibe, como es justo,  45
lo que el alma tranquila le ha dictado;
y el alma, sin ficciones misteriosas,
recibe las especies de las cosas.
¡Deja lo artificioso!
¡Desprecia la lisonja y la mentira!  50
¡Olvida lo estudioso!
¡Abandona ese fausto que te admira!
¡La corte y las locuras que eslabona
deja, desprecia, olvida y abandona!
¡Aprecia lo apacible,  55
busca lo que es sencillo y placentero,
goza de lo plausible,
experimenta un gozo verdadero!
Al campo y los placeres que presenta,
¡aprecia, busca, goza, experimenta!  60
Esos coches dorados,
esos encajes, telas y diamantes,
esos muchos criados,
esos timbres, blasones arrogantes,
olvida, pues, no gozas de ellos nada,  65
siendo menos señora que encantada.
Esta alegre campaña,
este bosque, vergel, jardín y prado,
este arroyo que baña
este tesoro para ti guardado,  70
disfruta, pues, con pródiga franqueza
toda la liberal naturaleza.
Verdad es que en la aldea,
de fatuos una turba bulliciosa
que tu toaleta vea,  75
no puedes encontrar, Augusta hermosa:
pero hallarás pastoras y pastores
que te cubran el lecho con mil flores.
Ni el paje primoroso,
ni la criada antigua y estimada  80
un almuerzo suntuoso
presentará en vajilla bien labrada,
pero la leche blanca cual tu frente
permitirás mi mano te presente.
Ni polvos, ni pomada,  85
cintas compuestas, aguas ni alfileres
te ofrece mi morada,
ni espejo, consejero de mujeres;
podrás en un arroyo divertirte,
lavarte, poner flores y vestirte.  90
Los muchos ornamentos,
que el lujo cada día multiplica,
son fuertes argumentos
de lo que el artificio fructifica;
mas sólo pueden engañar al necio,  95
como ellos acreedor a tu desprecio.
Aquí, que solamente
tendrás que divertirte y recrearte,
vestida lisamente,
serán superfluos compostura y arte;  100
agravio debe ser a la hermosura
el ofrecerla afeite y compostura.
Después que estés vestida,
visita no tendrás ni concurrencia
en que esté establecida  105
murmuración, mentira ni demencia;
un sencillo pastor y su pastora
a saludar vendrán a su señora.
A la hora destinada
para el preciso natural sustento,  110
la mesa preparada
verás en un ameno apartamento
con sazonado gusto y alegría,
sin plata, ni primor ni simetría.
No esperarás sensuales  115
mezclas de mil sustancias combinadas
de peces, de animales
y de aves, con las salsas delicadas
que en un pequeño plato han reunido
todo cuanto este mundo ha producido.  120
Pero hay los pichoncitos
que en casa por mi mano he sustentado,
los frescos pececitos
que en las vecinas aguas he pescado;
un jabalí pretendo regalarte  125
que en el bosque maté por obsequiarte.
Pues, ¡qué de las sabrosas
riquezas de los troncos que he plantado!
¡Qué peras tan gustosas!
¡Qué pero tan gustoso y colorado!  130
Tendrás en mi vergel melocotones,
naranjas, brevas, limas y melones.
Después que hayas comido,
si buscas el descanso y el reposo,
ya te tengo escogido  135
un paraje encantado y delicioso
en una parte del jardín de casa,
por donde el Ebro en miniatura pasa.
Los árboles, cargados
de flores olorosas, hacen techo  140
con ramos enlazados,
con que el furor del sol queda deshecho;
mil pájaros, gozando la frescura,
se burlan de su ardor en la espesura.
Al pie de un mirto ameno  145
te pondré con mis manos una cama,
no de tisú relleno,
sino de azar, jazmín y verde grama;
sus lados a dos fuentes van tocando,
que los van defendiendo y refrescando.  150
No temas los mosquitos,
ni avispas, en los huertos tan frecuentes;
habrá mil ceferitos
que con sus alas anden diligentes.
No temas; dormirás tan descansada,  155
que tu cama será bien envidiada.
De tantos cefirillos,
de tantas aguas claras y ligeras,
de aquellos arbolillos,
de las aves sonoras placenteras  160
los trinos, el ruido y el murmullo
te servirán de lisonjero arrullo.
No soñarás, te juro,
y en caso que tú sueñes, dueño mío,
será sueño seguro  165
de terrores y fastidio;
será agradable y dulce como el puesto
que a conciliar el sueño te he dispuesto.
Después, si tú quisieres
dar un paseo, no he de conducirte  170
adonde mil mujeres
pretendan, envidiosas, maldecirte,
y mil hombres, ansiosos de burlarte,
empiecen con mentiras a engañarte.
A la corte dejemos  175
ese que allí paseo delicioso
llaman; acá busquemos
otros cuyo placer sea gozoso
encontrar en el campo ameno, llano,
uno por cada día de verano.  180
De vuelta del paseo,
teatro ni tertulia concurrida
no pida tu deseo,
como en la corte se halla pretendida;
se juntan en mi casa mil pastores,  185
y tratan varias cosas y aun amores.
Después de esta asamblea,
en que ni la virtud ni honor se ofende,
y el alma se recrea
y por el campo de placer se extiende,  190
cada uno se recoge a su cabaña
con paz que entre los grandes es extraña.
No pienses que se olvide
la dulce idea del amor, Augusta;
el campo nunca impide  195
una pasión que al alma tanto gusta;
antes con su quietud y diversiones
se llenan más de amor los corazones.
Si es natural instinto
el principio de amor en nuestro pecho,  200
en el verde recinto
siempre se halla gozoso y satisfecho,
pues en el campo la naturaleza
ostenta su primor y su grandeza.
Verás cómo el jilguero,  205
entre los ramos de vergel, parece
que obsequia placentero
a la jilguera que su amor merece;
dulzuras la persuade cuando canta,
su corazón anima a su garganta.  210
¡Si vieras cuál corteja
el eficaz pichón a su consorte!
¡Qué fino la festeja!
No hay tan finos amantes en la corte,
verás cómo ella paga su fineza  215
con gusto, con halago y con terneza.
El toro bruto, horrendo,
feroz, precipitado y espantoso,
se ve, menos tremendo,
que se despoja de su ardor furioso,  220
y se llega a su vaca tan rendido
como el galán más tierno y derretido.
Hasta las plantas tienen
sus lances amorosos extremados;
verás cómo entretienen  225
las vides a los olmos abrazados;
mil brazos de sus pechos van saliendo,
y todos a los olmos ofreciendo.
Mil veces me he parado
al ver cómo el imperio de Cupido  230
más lejos ha llegado
que el del conquistador más atrevido.
Filósofo yo soy... y te prometo
que estuve por rendirte mi respeto;
con que, si tú quisieres  235
abandonar la corte, fausto y arte,
pero no te atrevieres
a dejar del amor el estandarte,
ven por acá, que acá te buscaremos
un amante tal cual como le hallemos.  240
Si ya (como se estila)
tuvieres en la corte quien lo sea
en posesión tranquila,
contigo le traerás a que esto vea,
como sus artificios no adulteren  245
la sencillez de aquellos que lo vieren.
Pero si el tal amante
(no obstante que en la corte se ha criado)
fuese fino y constante,
discreto sobre todo y moderado,  250
le nombraremos rey de los pastores
y juez de este distrito y sus amores.
Augusta, no te rías
de lo que va mi pluma a proponerte;
de tus coqueterías  255
me temo contra mí quieras valerte.
Iba a decirte... mas... no digo nada,
que te estoy viendo echar la carcajada.
Pero allá voy, no obstante:
decía que si acaso no tuvieres  260
a estas horas amante,
ni buscarle quisieres...
aquí estoy yo, filósofo sin duda;
mas piensa que el amor todo lo muda.
Del ciego dios alado  265
he visto más milagros prodigiosos
que hay en el verde prado
flores y pajarillos armoniosos;
hace jocoso al serio, alegre al triste;
a su suave poder nada resiste.  270
¡Cuántos conquistadores
perdieron de sus triunfos todo el fruto
porque de sus amores
Marte ofreció a su Venus el tributo,
y marchito el laurel de sus proezas,  275
con mirto coronaron sus cabezas!
¡Cuántas veces los jueces
de su recta justicia se olvidaron,
y en injustos dobleces
su vara a las beldades inclinaron!  280
¡Cuántas veces, de recta, la han torcido
en arco concorvado de Cupido!
¡Cuántas el marinero,
insigne por el arte y valentía,
se escapa del severo  285
océano, que riesgos le ofrecía
en golfos, en escollos y en arenas,
y viene a naufragar en las sirenas!
Más ejemplos citara
si fuera necesario el ir probando  290
una verdad tan clara,
que todos pueden ir atestiguando;
llegue su mano cada cual al pecho,
los milagros verá que amor ha hecho.
Verás con qué presteza  295
me quito aquesta barba respetada,
verás esta cabeza
con flores y con cintas adornada,
y en un vestido alegre y primoroso
trocado el sayo oscuro y espantoso.  300
De mi filosofía
estos despojos juntaré, y haciendo
una ara sacra y pía,
irélos a mi Venus ofreciendo
con dos palomas, para que propicio  305
su numen no desprecie el sacrificio.
Y luego te aseguro
que ayer a un arroyuelo me miraba;
por Cupido te juro
que un rostro regular representaba,  310
y bien sea verdad o bien deseo,
yo me decía: «No, no soy tan feo».
Mis ojos no se vieron
ni chicos, ni llorosos, ni apagados;
sabes que merecieron  315
ser de otros (¡qué hermosos!) bien mirados;
los dientes aún conservan su blancura,
y el uno y otro labio su frescura.
Vamos claros: suspiran
cada día los hombres nada hermosos;  320
las damas los admiran
como prodigios raros y pasmosos;
no es el amor por cierto en las mujeres
el que distingue más de pareceres.
Yo mismo, cuando niño  325
(pasé aquel tiempo alegre como sueño),
fui visto con cariño
de una deidad, que me llamó su dueño;
tú puedes repetir lo que ha pasado
mil años ha, si sigues lo empezado.  330
Este es el campo ameno,
éste soy yo, filósofo o amante,
éste el tiempo sereno
que pasa en un retiro semejante;
mas no lo creas, ven a ser testigo,  335
Ven, Augusta, a gozar de ello conmigo.




ArribaAbajo25. Memorial al rey, escrita en abril de 1772, solicitando el rango de teniente coronel con el apoyo del conde de Aranda. ¿Perdido? Su existencia consta por una carta de Aranda del 17 de marzo de 1773




ArribaAbajo26. Al Consejo de Castilla, remitiendo su dictamen sobre la traducción de La Farfalla, ou la comédienne convertie por el R. P. Michel-Ange Marin, de la orden de Mínimos, que se deseaba publicar, fecha en Madrid el 2 de diciembre de 1772

Muy señor mío:

Devuelvo a Vmd la adjunta obra que me remitió de orden del Consejo, con el dictamen que doy sobre su impresión, para que Vmd se sirva hacerlo todo presente al Consejo cuando convenga.

Nuestro Señor guarde a Vmd muchos años. Madrid y 2 de diciembre de 1772

B.L.M. de Vmd

u más obediente servidor,

Joseph de Cadalso

[Adjunto]

M.P.S.

De orden de V.A. he examinado con el cuidado debido la obra intitulada La Farfalla, o la Cómica arrepentida, escrita en francés por un Religioso Mínimo, publicada con las licencias y aprobaciones necesarias, y traducida al castellano por don Benito Aragonés, presbítero.

Me parece obra muy digna de la luz pública, así por el original que es de muy buena doctrina, como por la traducción que es superior en su línea a la mayor parte de las que hoy suelen hacerse.

Madrid, 2 de diciembre de 1772

Joseph de Cadalso y Vázquez




ArribaAbajo27. Carta a don Manuel López Hidalgo, oficial del regimiento de caballería de Borbón, escrita desde Madrid en diciembre de 1772. Sólo se conoce el fragmento publicado por Foulché Delbosc

Mis respetos al jefe, a quien deseo felices pascuas, entradas y salidas de año, según la antigua usanza, con aumentos de gracia espiritual y temporal, bien que en ésta no cabe más gracioso humor que el que le acompaña, lo cual celebro pues es prueba de su buena salud y satisfacciones. He estimado mucho cuanto Vmd me dice de su parte. Respóndale Vmd de la mía, que si supiera yo que había en el mundo vizcaíno más vizcaíno que yo, iba en derechura a Vizcaya, echaba abajo el árbol de Garnica, y con sus ramos y tronco pegaba fuego a un pobre y pequeño, pero honrado y antiguo, solar que se halla en la anteiglesia de Zamudio. Añádale Vmd que si algo se me ha pegado de los muchos países que he visto, ha sido sólo de lo exterior, que en nada influye a lo interior; y si algo he sacado de ver tanto pícaro ha sido la idea de que por lo mismo he de ser yo más hombre de bien. Ítem, que de esto me he formado un sistema, del cual por ningún acontecimiento próspero u adverso me apartaré hasta morir; y que para perfeccionarlo hago un estudio formalísimo que prefiero, con no poca estimación, a los que tuve cuando niño y joven; porque miro esto como principal deber y digna ocupación del hombre; y al contrario, sólo aprecio como meras diversiones, pasatiempos y adornos cuanto puede aprender y enseñar de gramática, retórica, poesía, lenguas muertas y vivas, filosofía antigua, física moderna, derecho de gentes, historia, matemáticas, y más lejos iba a extender este catálogo de lo que llaman ciencias, pero suspendo por temor de que llegue a Salamanca, y el claustro pleno me anatemice, etc.

De más a más diga Vm. al consabido, que me debe a mi carta sin fecha una respuesta, y que a trueque de ver algo de su alegre genio, juro sobre el Santo Libro de los Fueros de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava, no olvidar ni perdonar esta deuda, ni en la presente vida ni en la futura, ni para aquí ni para delante de Dios. -Que para vengar este agravio, si le alcanzo en días, volveré desde los Campos Eliseos con Aqueronte; y en su barca, traeré a Sísifo, a Tántalo, a los Titanes, al Briareo, a los Centauros, a las Scylas, a la Quimera, a las Harpías, Gorgonas, Lapythas, Ixión, Eumenides, y toda la comparsa infernal, con aquello de las hachas, culebras, víboras, sierpes, Cerbero, por adelante, hasta su alcoba; y armará toda esta cuadrilla tal estrépito, estruendo, rumor, bulla, ruido, gritería, alaridos, gemidos, silbidos, barahunda, confusión, horror, tempestad, tormento, alboroto, terremoto, que no podrá menos de despertarse nuestro buen jefe; sudar, temblar, dudar, cerrar los ojos, cubrirse con la almohada, llamar al padre capellán. Y si acaso, por cuanto dicho Jefe (tomemos un polvo y un poco de aliento que yo me hallo cansado de escribir tanto desatino, y Vmd lo estará mucho más de leerlos), si acaso, repito, nuestro Jefe...




ArribaAbajo28. Memorial al rey, fecha el 1 de marzo en Madrid, solicitando el grado de teniente coronel

Señor,

Don Joseph de Cadalso, capitán del regimiento de caballería de Borbón con el más debido respeto, puesto a los reales pies de Vuestra Majestad: expone que ha desempeñado a satisfacción de sus Jefes la Comisión de Secretario del Consejo de Guerra en que fue sentenciado el coronel don Francisco Sensi; cuyo encargo duró más de dos años, con suma responsabilidad de papeles y documentos, mucho trabajo material sobre el esencial del asunto, quebranto de su salud, y sin la menor gratificación ni satisfacción; y siéndole muy sensible que no consta el celo, conducta e inteligencia con que ha manejado este encargo como se evidenciaría en honra suya mediante alguna gracia de Vuestra Majestad.

Suplica a Vuestra Majestad que, en atención a este mérito y el que ha contraído en su carrera como constará por informes competentes, se digne Vuestra Majestad concederle un grado de Teniente Coronel: gracia que espero de la benignidad de Vuestra Majestad.

Madrid, 1.º de marzo 1773.

Joseph de Cadalso

[Nota al margen en apoyo de la solicitud del marqués de Villadarias]

Señor: Este interesado, que empezó a servir de cadete en 4 de septiembre de 1762, estuvo en la campaña de Portugal, y por servicio extraordinario que hizo a Vuestra Majestad de costear cincuenta hombres montados, armados y equipados, obtuvo de la piedad de Vuestra Majestad despacho de capitán en 22 de junio de 1764. Es de talentos, instruido en varios idiomas, con ingenio particular; y estas proporciones prometen será de mucha utilidad en servicio de Vuestra Majestad. Es cierto que ha tenido la comisión que manifiesta, y de su desempeño en ella podrá informar con pleno conocimiento el Capitán General, Conde de Aranda, por haber sido su encargo bajo su inmediata orden; en cuya virtud Vuestra Majestad se dignará mandar lo que fuere de su real agrado. El Prado, 9 de marzo de 1773 = El marqués de Villadarias.

[Carta en apoyo de la solicitud de Cadalso escrita por el conde de Aranda, el 17 de marzo de 1773, al conde de Ricla]

Excelentísimo señor.

Muy señor mío: Devuelvo a V.E. el memorial de Don Joseph Cadalso, capitán del regimiento de caballería de Borbón, que V.E. me remitió a informe de orden de Su Majestad en 11 del presente, diciendo que en 16 de abril del año pasado hice presente al rey por medio de V.E. un memorial del mismo interesado en que solicitaba un grado de teniente coronel, apoyando yo su pretensión, con el particular mérito que contrajo siendo Secretario del Consejo de Guerra de Oficiales Generales en que fui Presidente, formado para juzgar a Don Francisco Sensi, coronel que fue del regimiento de caballería de Algarve; a lo cual nada tengo ahora que añadir, sino que me conformo con el dictamen del Sr. marqués [de] Villadarias, contemplando a este oficial digno de que la benignidad de Su Majestad lo atienda en la gracia que le suplica.

Dios guarde a V.E. muchos años, Madrid, 17 de marzo de 1773

Excelentísimo Señor,

B. L. M. de V.E. su seguro servidor

El conde de Aranda




ArribaAbajo29-31

Consta de los Registros de Memoriales (AGS, Guerra moderna, Legos 5624 y 5625), la existencia de tres o cuatro memoriales más, dos de ellos al parecer duplicados. ¿Están perdidos? En uno, que se recibió el 26 de marzo de 1773, volvió a pedir el grado de Teniente coronel, y se le contestó que «no había lugar». Hubo otro memorial poco antes del 12 de mayo cuyo contenido no se puede adivinar, y dos más (duplicados) en las fechas siguientes: el 8 y el 10 de octubre; y el 24 de noviembre, repetido el 2 de diciembre. En el primero de estos dos Cadalso solicitaba licencia por seis meses, que se le negó. En el segundo pidió licencia para ir a Madrid, y «no había lugar».






ArribaAbajo32. Al escribano del Consejo de Castilla, Don Antonio Martínez de Salazar, explicando que ha perdido el libro francés cuya traducción se remitió a su censura. Fecha en Madrid el 1 de abril de 1773

Muy señor mío:

La traducción del libro francés intitulado La cómica arrepentida tiene todo el mérito posible en esta clase de obras, como informé al Consejo. No remití a Vmd entonces el original porque se perdió entre otros libros en la mudanza de posadas que hice en aquel tiempo. He buscado otro ejemplar de la obra, y lo he encargado a varias ciudades de España en que hay librerías francesas, pero ha sido infructuosa esta diligencia.

Lo que comunico a Vmd en contestación del oficio que me ha pasado sobre este particular.

Nuestro Señor guarde a Vmd muchos años.

Madrid, 1 de abril 1773

B.L.M. de Vmd

su más seguro servidor,

Joseph de Cadalso




ArribaAbajo33. A don Pedro Escolano de Arrieta, escribano del Consejo de Castilla, sobre La Farfalla y la pérdida de la copia del libro, escrita en Salamanca el 18 de mayo de 1773

Muy señor mío:

Aun antes de pasar a Don Antonio Martínez Salazar el papel fechado en 1 de abril, busqué con el debido cuidado entre mis libros el intitulado La Farfalla o La cómica arrepentida, y no habiéndole hallado, por la casualidad inesperada de haberse perdido con otros míos en la mudanza de posadas en esa corte, lo encargué infructuosamente a varias ciudades de España que tienen librerías francesas, como lo dije en el expresado papel; y en el día no hay modo de adquirir un ejemplar, por lo que no puedo adelantar diligencias en este particular sino que el interesado diga qué valor puede tener el original para satisfacerle; y por lo tocante a la traducción me ratifico en el dictamen que di al Consejo, aprobándola en todas sus partes por muy digna de la luz pública que solicita el traductor.

Que es cuanto se me ofrece en contestación de la carta que Vmd me escribe sobre este particular por indisposición de Don Antonio Martínez de Salazar, con fecha del 7 del corriente.

Salamanca y 18 de mayo, 1773.

B.L.M. de Vmd

su más seguro servidor

Dn Joseph de Cadalso




ArribaAbajo34. A don Tomás de Iriarte, escrita poco después de su llegada a Salamanca en el mes de mayo de 1773 para reunirse con su regimiento

El autor de Los eruditos a la violeta saluda al autor de Los literatos en cuaresma, le envía esta carta, y le pide no la lea delante de algún majadero. Nota: Y pide respuesta.

Estimabilísimo y estimadísimo amigo:

¿Qué puede importar a Vmd que yo haya llegado a Salamanca o me haya muerto en el camino; esté bueno u malo, alegre o triste, libre u enamorado, fastidiado o divertido, en una buena posada o en el hospital? Pero a mí, sí, me importa y mucho que Vmd sepa que le estimo mucho, y, por tanto, le dé noticia de haber llegado bueno, estar de buen humor filosófico, bien establecido con mis libros y bastantemente favorecido de estas gentes en Salamanca, doctísima universidad, donde no se enseña matemática, física, anatomía, historia natural, derecho de gentes, lenguas orientales, ni otras frioleras semejantes; pero produce gentes que con voz campanuda pondrán sus setenta y siete mil, setecientos y setenta y siete silogismos en Baralipton, frisesomorum o fapesmo sobre cómo hablan los ángeles en su tertulia; sobre si los cielos son de metal de campanas u líquido, como el vino más ligero, y otras cosazas de semejante inutilidad, que Vmd y yo nunca sabremos, aprenderemos ni estudiaremos.

Dos hermanos tiene Vmd en este mundo y un tío en el otro, de quienes deseo noticias. Démelas Vmd y muy frescas. A los dos que están todavía por acá dará Vmd muchos abrazos de mi parte, y casi iba a encargarle lo mismo para el que ya pasó la Barca de Aqueronte, pero no me atrevo a exponerle a Vmd a que por complacerme se fuese boniticamente a casa de la Sibila, a preguntarla el camino y pedirla el pasaporte; y que estando Vmd viendo los cuadros de su capilla, saliese ella con una cara de esqueleto, un vestido de telaraña, y una voz de vieja gangosa y carraspeña, le mandase comprar unos cuantos terneros y carneros, matarlos, y luego ella hiciese mil gestos cuales suelen hacerlos los endemoniados de hogaño; y después le diese a Vmd, por no hacerle esperar tanto tiempo, un ramo de oliva muy guapo, con sus cintas, o tal vez, como no tuviese mucho que hacer aquel día, tomase su mantilla y se fuese con Vmd en buen amor y compañía caminito de otro mundo, donde se encontrarían de manos a boca con varios monstruos que no se ven en las menageries de por acá; después varias ánimas, deseosas de entrar, como la [de] los Sres. Oronte y Palinuro; después la barca de Aqueronte, el cual, con aspereza de verdadero marino, se haría de pencas para recibirlos, hasta que viese el ramo; después, al desembarcar, se hallarían con el Cerbero, que ladraría endemoniadamente hasta que le echase Vmd o la compañera de viaje un pastelillo para que se entretuviese; después llegarían adonde están los chiquillos que murieron cuando apenas podían decir caca; los que se mataron a la inglesa, los que murieron inocentes, y los amantes, entre los cuales estará mi Filis, que se murió y me dejó y se fue sin llevarme, por más que yo le decía como Hernando de Herrera a su Lucinda:

Estréchame, Lucinda, entre tus brazos,

y pasaremos juntos el Leteo;

después, verían Vmds el puesto destinado para los verdugos alquilados para matar a sus hermanos, digo, los guerreros insignes como los que celebra la historia y yo no quiero nombrar; después, tirando sobre la izquierda, encontrarían con todos los bribones condenados por sus iniquidades a ser los unos fritos en aceite, otros a ser asados, otros a estar en las parrillas, otros a la crapaudina, otros en escabeche, etc., etc.; y después de todos estos despueses, volviendo sobre la derecha, se hallaría Vmd en un campo como así me lo quiero, donde encontraría la compañía más honrada del mundo, de gente sabia, quieta y filósofa. Allí estaría con Séneca, con Marcial, con Cervantes, con Garcilaso, con León y otros sabios españoles el venerable Iriarte, que saldría al preguntar Vmd a aquellos insignes hombres y a su conductora:


    Dicite, felices animae, tu que optima vates,
quae regio Anchisen quis habet locus &c.


(Virg: Aeneid, lib. vi, vers 669 et seq.)                





ArribaAbajo 35. A don Tomás de Iriarte, escrita en Salamanca en junio o julio de 1773

Condición preliminar
del tratado de comercio literario que hacemos Vmd y yo
In nomine individuae Trinitatis, etc.

Vmd responderá a mis cartas y me escribirás otras de impulso propio siempre que quiera y no tenga nada que hacer, sin que yo forme la menor queja, y viceversa.

Extraordinariamente extraordinaria (como dice la extraordinarísima conclusión de la octava que Vmd me dice haberse impreso de letra de molde en el año de mil setecientos y setenta y tres de nuestra Redención), extraordinariamente extraordinaria, vuelvo a decir, es, ha sido y será siempre la carcajada de risa que me causa la calidad del panegírico del gallego mejor que hubo en Galicia, y el español mejor que hubo en España, y del Salomón gallego que fue llorado con sosiego porque fue gallego; como también si hubiese sido manchego; y que si en lugar de ser gallego o manchego hubiera sido extremeño, hubiera sido llorado con ceño, nec non si hubiera sido malagueño; y a ser el Revmo. granadino hubiera sido llorado con desatino, y en caso de ser aragonés le hubieran llorado con el ojo del revés, y siendo mallorquín con lágrimas de bacín, et sic de coeteris.

Gallego llorado con sosiego me hace a la memoria aquello de


    Bajaba por lo duro del peñasco
una hormiga vestida de damasco,

y luego


    y al entrar en el yermo,
hallóse luego con un monje enfermo.

Oyendo todo esto, y conociendo la sujeción servil al consonante de quien no sabe o no quiere manejarle bien, dijo uno


    Si como fue peñasco, fuera peña,
bajaría vestida de estameña.

y luego,


    si como yermo ha sido, fuera huerto,
se encontraría con un monje muerto.

o una cosa así; que a fe mía hace ya algunos años que oí este juguete, y no me acuerdo de las voces precisas, pero sí de la idea, y de la semejanza con el lance presente, porque aquí que nadie nos oye sino los dos hermanos y tal cual amigo de confianza, ¿quién me quitaría decir, al oír que el gallego fue llorado con sosiego, la siguiente retahíla?:


    Sarmiento fue llorado con sosiego
porque el dicho Sarmiento fue gallego,
que, si hubiera nacido en la Bañeza
ya le hubieran llorado con viveza;
pero siendo Sarmiento malagueño,
le llorarían, ya se ve, con ceño,
y, al contrario, si fuese de Almería
se lloraría tal vez con alegría.
Pues ¿qué si hubiera sido de Valencia?
Le llorarían todos con violencia.
Y en caso de que fuese granadino,
¿cómo le llorarían? Con gran tino.
Pues demos que naciera en Albacete:
Le llorarán bailando el minuete.
Y gracias a que no nació en Durango,
que entonces le lloraran con fandango.
Y porque veas, Febo, en un instante,
la fuerza del maldito consonante,
con que a las musas de las lenguas vivas
de penas cargas y de gusto privas,
si al sumamente reverendo Padre,
en Toledo le faja la comadre,
no hallándose el consonante de Toledo,
diría, que le lloran con un pedo -
verso que causaría mil enojos
a la nariz no menos que a los ojos.
¡Triste de mí! Si el Hado dispusiera
que mallorquín por nacimiento fuera,
diría: Ya se ha muerto el mallorquín,
llorémosle con ojos de Bacín;
y (en caso de que fuese montañés)
lloradle con el ojo del revés.

et sic de coeteris in saecula saeculorum. Amén.

Si lo que se ha de publicar con motivo de Fray Flórez es igual a lo visto, serán dos monumentos eternos levantados a la ignorancia, pedantería y a la ignominia de nuestro país y siglo. ¿No hay una alma caritativa que delate al tribunal de la razón una obra semejante?. Haga Vmd una visita muy formal de mi parte a D. Amador de Vera, autor de Los literatos en cuaresma para que escriba algo sobre este asunto, que a no estar tan lejos de Madrid D. Joseph Vázquez, autor de Los eruditos a la violeta, ya lo trabajaría con gusto. El luto que insinúa el panegirista que debían llevar los benitos había de ser, no por la muerte del elogiado, sino por el infortunio de tener en sus claustros semejantes elogiadores. Yo no soy amigo de hablar del gobierno, pero no puedo menos de hacer esta pregunta: ¿por qué se permite publicar esta especie de producciones que no puede causar otro efecto que el de empeorarnos cada día la fama en el mundo literario y confirmar a los extranjeros en la preocupación en que están contra nuestras obras del siglo pasado y presente? Las Academias debieran volver por la honra de la nación, y acudir al trono pidiendo alguna resolución capaz de remediar este daño. Si yo llegase alguna vez a entrar en una de estas asambleas (lo que estoy muy lejos de merecer ni solicitar), no dejaría pasar sesión alguna en que no suscitase esta especie.

Va esto muy serio para el tiempo que hace y demasiado para quien acaba de leer los extractos del papelón; remítamelo Vmd todo entero, si fuese su tamaño cómodo para el correo; pero si después de bien leído le parece a Vmd digno (por lo ridículo) de remitirse, aunque de volumen tan grande como los desatinos que contiene, envíemelo aunque sea menester alquilar una carretería entera como las que llevan el metal de Vizcaya; aquel metal tan poderoso hasta que se descubrió con abundancia el de Méjico y Perú. Y vea Vmd su poco de moral de paso. Ni crea Vmd que sea importuna esta moralidad, porque no deja de haber cierta conexión entre oro y plata y monjes benitos.

De la literatura de este país no puedo decir a Vmd más de lo que Vmd mismo me dice, y aténgase Vmd a su dictamen, que es el más verdadero juicio que se puede formar del estado de las cosas literarias de Salamanca. Pero, prescindiendo de lo sabio, en lo demás es muy buena gente.

Dará Vmd mil abrazos a sus hermanos, a quienes quiero yo también casi casi tanto como a Vmd, de quien soy

ex-corde

J.C.Abreviatura de mi nombre y apellido muy semejante al dulcísimo nombre de Jesucristo, que también se suele poner con J.C. -cosa que me llena de consuelo espiritual.




ArribaAbajo36. A don Tomás de Iriarte, escrita en Salamanca probablemente en julio de 1773

«Ni al santo el voto ni al niño el coco». Conque así ha hecho Vmd muy mal en no darme las noticias que me prometió del papelote panegírico del Padre Flórez; siendo así que mi curiosidad está sumamente exaltada con la idea que formé en vista del que se hizo para el Padre Sarmiento, y Vmd se sirvió extractar para mi consuelo. No le perdono a Vmd la omisión, ni se le perdonaré in articulo mortis, cuando tenga un padre capuchino a mi derecha, un agonizante a mi izquierda, el bacín a la cabecera, el orinal a los pies, y todo lo restante de estas comparsas. Si desde la cama voy al cielo, como lo espero de los méritos de Jesucristo, intercesión de la Virgen de Atocha y oraciones de una tía monja que tengo en opinión de santa, perderá Vmd mucha parte de mis buenos oficios con Dios por esta sola culpa; y si me condeno, lo que no permita la Virgen Santísima que suceda a mí ni a ningún devoto de su rosario, le atormentaré a Vmd en sueños, haciendo todas las noches el viaje, arrastrando cadenas, echando fuego por los ojos y boca, llenando el cuarto de humo, apestando a azufre y dando unos aullidos, rugidos, relinchos, rebuznos, chillidos y otros gritos, que se ha de ver Vmd muy negro si no tiene la precaución de poner en sus puertas y ventanas un letrero que diga: Ave María, Padre Rojas, u otro conjuro semejante de los que hay muchos, y Vmd supiera algunos de memoria si mirase más por su pobrecita alma que estará sabe Dios cómo. Sobre cuyo último asunto no quiero dilatarme por no faltar a la caridad fraterna; pero este escrúpulo no me ha de bajar de un grado el celo para la salvación de las almas de mis prójimos; y así me reservo la facultad de acudir a la piedad y autoridad de sus dos hermanos mayores para que corrijan al hermano menor, y le vuelvan a poner en el camino de la salvación, del cual se ha apartado sobradamente: con cuyos saludables consejos y edificantes ejemplos, ayudados de mis fervorosas oraciones, aun espero verle a Vmd digno de gozar la vida eterna, ad quam nos perducat, etc. amén.

Se encarga un Padre nuestro y un Ave María por el peligro en que está el alma del predicador por la vecindad de una mozuela que vive frente por frente, y tiene dos ojos como dos tizones sacados del infierno para abrasar al siervo de Dios.

Chanzas aparte, soy de Vmd y de sus hermanos muy de veras,

Cadalso

Lo de chanzas y veras, ¿qué tal?




ArribaAbajo37. A don Tomás de Iriarte, escrita en Salamanca a fines de 1773 o principios de 1774, y con toda seguridad antes del mes de marzo de 1774

Reverendísimo Padre Provincial:

Mi dueño: En vista de la carta de V.P. Reverendísima, llamé a mi celda al hermano Fr. Joseph, y le mandé leer tres hojas del Flos sanctorum del P. Rivadeneyra, dos capítulos de los ejercicios de San Ignacio y una hoja de la venerable Maria Agueda de Jesús; y después de haberle hecho tener media hora de oración mental y recitar los siete salmos penitenciales, le hablé sobre el asunto consabido con todo el fervor que me inspira, 1.º, la obediencia a V.P.R.; 2.º, el deseo de la salvación de su alma; y 3.º, el honor del convento. Tuve el consuelo espiritual de ver con estos mis ojos que un llanto copiosísimo de amargura y arrepentimiento le inundaban las mejillas obesas y coloradas hasta bañarle el vientre inmoderado y protuberante, de tanta magnitud y volumen que parece digno de cualquiera jubilado y no de un lego de la orden. La gracia, no sólo suficiente, sino la eficiente, le iluminó y en la energía de las voces con que abjuró de la poesía profana, étnica, ovidiana, virgiliana, horaciana, catuliana, tibuliana, properciana y otra ejusdem generis, le conocí digno de participar a las oraciones de V.P.R., a las que le encomiendo.

Me prometió dedicar su poesía en adelante a varios asuntos místicos, eremíticos, ascéticos, claustrales, dogmáticos, evangélicos, monacales, edificantes, apostólicos, verbi gratia:

1. A las cinco llagas de San Francisco. -Odas anacreónticas.

2. A San Antonio teniendo el Niño jesús en cueros sentado en su mano derecha. -Idilio anacreóntico.

3. A San Bernardo echándole leche la Virgen en la boca como se ve en los cuadros. -Sáficos y adónicos.

4. A San Antón criando su puerco. -Canción pindárica.

5. A los dos ángeles que fueron a Sodoma en busca de Lot y escaparon de un fiero chasco. -Seguidillas.

6. A las bodas de San Josef. -Epitalamio sin aquello de Ven, Himeneo; ven, Himeneo.

7. Al juicio final. -Jácara.

8. A la obra del P. Sánchez, De Matrimonio. -Madrigal.

9. La vida de San Pablo. -Romance en el mismo metro que los de Francisco Esteban. Omnia sub correctione Stae Rae Eclae.

Pero como todos los sermones y consejos el ejemplo es el que más fuerza hace, yo mismo hago ánimo de ayudarle en esas obritas ortodoxas; por más que el mal demonio, tan enemigo de nuestras almas como de la buena poesía, me sugiera cada día nuevas especies. Por ejemplo: un lector joven y vivo de nuestra orden (que se llama Dn Juan Meléndez, y concurre mucho a mi celda con libertad cristiana y religiosa, mozo algo inclinado a los placeres mundanales, a las hembras, al vino y al campo, y sobre todo afecto con demasía a estas cosas modernas, acompañado de muy buena presencia, veinte años no cumplidos y poco respeto a los prelados), entró el otro día al tiempo de estar yo en profunda meditación sobre el infierno de Virgilio con aquello de


    Diis quibus imperium est animarum umbraeque silentes
Et chaos et Phlegethon, &c &c;

entró el susodicho mancebo, y me dijo poco más o menos:

-Padre maestro, benedicite. Me muero cuando leo algo del venerable Anacreonte, o bien en su hermosísimo original, o ya en las primorosas traducciones e imitaciones del maestro Villegas. Cierta delicia ocupa mi espíritu y mi cuerpo: tengo envidia al primero y celos del segundo, y así he compuesto las siguientes odas por el estilo de los dos.

Leyómelas (P. Rvmo.), leyómelas; y cuando creí que el techo caería, que el suelo se abriría, que el diablo se lo llevaría, me encantó, entre otras, la siguiente

Anacreóntica

Sobre el temor de la vida futura


    Si es forzoso, Belisa,
morir y nadie puede
por mucho que la tema
librarse de la muerte,
ni conocer tampoco
    de la mano y
lo que después sucede, pluma del autor
ni dónde nos quedamos
ni quién allá nos tiene,
agora que vivimos,
gocemos los placeres,
los gustos y delicias
que Venus nos ofrece.

Del mismo tenor son las otras que componen un corto cuaderno con título de Batilo, nombre escandaloso y piarum aurium ofensivo, respecto de que, como V.P.R. sabe, el susodicho Batilo fue un muchacho a quien el viejo malvado Anacreonte quería un poquito más que como a prójimo, al ejemplo de Júpiter para con Ganimedes, Apolo para con Hiacinto, Alejandro para con Ephestión, Sócrates para con Alcibíades, y &c.

La Silva amatoria, que V.P.R. se sirve enviarme, se leerá en mi celda a los piadosos que acuden a ella, se copiará de muy buena letra y se le devolverá; pero hasta entonces nondum venit hora tua.

Al tal lectorcillo, joven y díscolo, he procurado apartar de la errada senda de la poesía, le he dicho muchas veces cuánta lástima me causa su pecaminosa inclinación, y cuán provechoso le sería su talento si lo dedicara a otras cosas más sólidas, como a comentar a Aristóteles, a escribir la vida del gran Simón de Rojas o a componer algunas novenas devotas a Santa Úrsula y sus once mil compañeras de martirio y de virginidad. Pero le arrastra su innata malvada tendencia al infierno con todas las señales de precito, pues se inclina con predeterminación física al dicho pasatiempo y a estudios serios de peor naturaleza, cuales son El Espíritu de las leyes de Montesquieu, El Derecho de gentes de Vatel, y otros de igual perjuicio espiritual, en conocido detrimento de su alma. Aun le he oído hablar con respeto de Newton y otros matemáticos y físicos buenos.

No obstante, le estimo más que a otro algún joven novicio, corista, lector, y aun tengo más concepto de él que de muchos padres graves catedráticos, jubilados, presentados, definidores; y viendo con lástima no sólo el malogro de sus prendas intelectuales, sino también el positivo riesgo que corre su salvación, he procurado apartarle a lo menos de la poesía, con las siguientes amonestaciones: (Miento: no irán hasta el correo que viene, pues no pueden estar copiadas a tiempo para el de esta noche.)

Encomiéndome muy de veras a las oraciones de los hermanos en Cristo fray Domingo y fray Bernardo, como también a las de V.R., suplicándole me eche su bendición y me tenga muy presente en sus coloquios con Dios.

FRAY ROTUNDO DE LA PANZA

Nota - Sin perjuicio de remitir ut supra he prometido las amonestaciones que hice al dicho lectorete en el correo que viene, hay tiempo y lugar oportuno para la siguiente octava que hice luego que oí sus primeras poesías:


    Cuando Laso murió, las nueve hermanas
lloraron con tristísimo gemido,
destemplaron sus liras soberanas,
que sólo daban fúnebre sonido;
gimieron más las musas castellanas,
creyéndose entregadas al olvido;
mas Febo dijo: -Aliéntase el Parnaso:
Meléndez nacerá si murió Laso.

P.D. Por enviar todo junto no fue esta carta el correo pasado, deteniéndose hasta el de hoy. Devuelvo la Silva, después de haberla copiado y reservado la copia entre los papeles de mi mayor aprecio, como todo lo que venga del mismo autor.




ArribaAbajo38. A don Tomás de Iriarte, escrita en Salamanca en febrero de 1774

Ave María

Mil veces me he puesto a escribir a Vra. Caridad, Hermano en Cristo, sobre la muerte de los dos famosos monstruos, como Vra. Caridad los llama con todo fervor religioso, pero el mal (enemigo de nuestro bien espiritual: aquel que en alianza con el Mundo y la Carne se opone a que ganemos el reino de los cielos), me distrae de tan santa empresa, poniendo ante mis ojos cierto objeto de concupiscencia, cuya vista atormenta la quietud de mi espíritu, y me causa aquellos vivos estímulos de la carne de que se queja tan enérgicamente Pablo, el Apóstol de las gentes y vaso de elección. No obstante el remedio de ayunos, cilicios, oraciones y los restantes que aconsejan todos los doctores místicos, siento una ley en mi sangre contraria a la divina, y como hombre frágil, hecho del lodo y concebido en pecado, he hecho repetidas veces la deplorable experiencia de que pienso más en cierta samaritana que en todos los elefantes del Asia y todos los carmelitas de Europa.

Y para que veáis, hermano, cuán a paso de gigante camina la propagación del daño, llegué pocas noches ha a figurarme que yo no era español, ni cristiano, ni vivía en Salamanca, ni en el año que según el almanak del sucesor de Dn Diego de Torres es 6973 de la creación del mundo (antes de cuya época esta tierra que pisamos era sin duda alguna inanis et vacua et tenebrae erant super faciem abyssi, según Moisés en el libro de Génesis hebraice sive Beresith, y según Ovidio, en el primer libro de sus Transformaciones,

rudis indigestaque moles, &c.

Figuréme, bien al contrario, ser yo un poeta griego que por extravagancia sabía el español, como algunos españoles saben el griego. Llena la cabeza de dioses, templo, aras, urnas, etc., compuse a Cupido y a su señora Madre los himnos adjuntos en sáficos y adónicos, que remito a Vra. caridad y a sus hermanos para que se lean en el primer capítulo que celebren, con protesta de que comprendo muy bien que en ninguna de las lenguas vivas pueden hacerse tales versos, porque nuestras prosodias no señalan la cantidad de todas las sílabas. Con que así lo de sáfico y adónico pretendo se entiendan sobre poco más o menos.

En medio de la aflicción que me causa esta tendencia mía a lo que no es más que un muladar cubierto de nieve (según Fray Luis de Granada), he tenido estos días un consuelo espiritual que ha llenado mi alma de gozo. El caso es como sigue.

Desde que tuve uso de razón (digo rationis ratiocinantis), me ha llenado de espanto la posesión de las Américas y destrucción de unos catorce millones de almas hecha por unos cuantos extremeños, que fueron allá a predicar a cañonazos la ley del Cordero que los ancianos vieron sobre el libro de los Sellos (Apocal., San Juan, cap. v). Pero acaban de defenderse en este claustro pro universitate unas conclusiones tocantes a estos asuntos, y entre otras una dice así ni más ni menos:

Theorema Sextum,

at cum in Scripturis canonicis per D. Paulum testetur. Quid enim mihi de iis qui foris sunt judicare disserendum venit an Ferdinand. V et Elisabeth, ob eximiam religionem Catholicis cognominatis, S.P. Alexander VI, ann. 1493, jure ac debite ex plumbaria bulla committeret ut hos Indos hispanico subjecerent imperio, et ad Christi fidem reducendos curarent? Nos vero havito respectu ad dicta, non solum affirmative, verum et in bello indico, ita processisse contendimus, prout ad tot Catholicos decebat Dynastas.

Con esto me he aquietado, hecho cargo de las fuertes razones que aquí se insinúan; siendo mucho mayor mi humildad que la de algunos doctores que, arguyendo sobre esto, se dijeron cosas poco conformes a la caridad cristiana y que pasaban de corrección fraterna.

Otra plumbaria bulla (que para eso la he rayado), sea concedida a vos y vuestros hermanos para que toméis segura, legítima y quieta posesión de los cielos. Amén.



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