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Mará'huaka

(Makiritare)

Transcrita por Marc de Civrieux





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Luego salieron. Cuando salieron, llovía, llovía. Ellos no sabían qué era. Fue la primera lluvia. Mucha agua caía del Cielo en cascadas, en raudales; chorreaba del Cielo por las ramas cortadas del Mará'huaka.

-Lluvia -dijo Semenia- ahora sembraremos.

El agua buscaba sus caminos por la tierra. Ahora nacieron caminos nuevos, los ríos. Nació Orinoco, Padamo, Cunu-cunuma, Antawari, otro, otro, otro, todos los ríos. Los llamaron el Agua Nueva; corrían como culebras sobre toda la Tierra.

La tierra se puso blandita, para sembrar. Ahora las mujeres recogían estacas, pimpollos, retoños, semillas. Bajo la lluvia recogían, para sembrar.

Cayeron ahora cuatro cascadas, en las alturas de Mará'huaka, por sus farallones. Motásha, Iamo, Namánama y Kuhuaka nacieron y se abrieron, en la tierra verde, lindos caminos.

En Kushamakari, tres cascadas buscaron caminos, llamados Auakósho, Iukáti y Metehúshi. Corrían, arrastraban piedras, rebotaba su espuma. No se reconocía la Tierra del principio.

Ahora hubo retoños por todas partes, la Tierra se puso verde. Retoñó la selva, retoñaron nuestros conucos; la selva llena de árboles, nuestros conucos llenos de yuca.

El tronco de Mará'huaka se partió en tres pedazos. Los llamamos Mará'huaka huha, Mará'huaka huih, Atawashiho. Se cambiaron en piedra cuando cayeron. Ahora son montañas, tres pedazos de montaña, la más alta de la Tierra. Allí están, como recuerdos. Fue aquel día cuando llegó nuestra comida.

Kadi'la (la ardilla) también cayó en un pico del Duida; ahora vive escondido, es el dueño de aquel pico que llaman Kadi'o ewiti.

Alegre, alegre estaba la gente, reunida toda en el conuco. La yuca crecía rápido; enseguida estuvo. Ahora los hombres descansaron. Así les dijo Semenia. Ahora trabajaron las mujeres. Así hacemos todavía. No olvidamos. Fue la señal: los hombres de ahora   —152→   tumban el conuco como, al principio, Mará'huaka; las mujeres siembran, cosechan, preparan.

Ahora venían cargando catumares llenos de yuca. Ahora los hombres trabajaban otra vez; tejían cestas, manares, guapas, sebucanes; labraban rallos, budares, Kanawa. Esos son sus trabajos. Las mujeres cosechan, traen, rallan, prensan, tuestan, hacen tortas. En las Kanawa preparan iukuta, la bebida.

-Está bien -dijo Semenia. Luego dijo-, vamos a bailar, vamos a cantar, comer, beber, recordar.

Fue la primera Fiesta de la Comida. Conuco Nuevo, así la llaman. Awdaha aremi hidi, eso es su nombre.

Ahora tocaron las cornetas de corteza Mómi hihe. Ahora cantó Semenia; cantaron Wanadi y Wa'de. Todo lo recordaron, no olvidaron nada: Kushi, Dodoima, Kamaso, Mará'huaka; cómo sembraron; cómo tumbaron. Watun'na; así se llama el recuerdo de nuestro principio.

Como cantaron ellos, ahora cantamos.

Los Aichuriaha, los viejos de ahora saben lo antiguo. Enseñan cantando a los muchachos las señales que Semenia dejó, el castigo de Jaguar, de Danta; las señales, las obediencias para trabajar y que vuelva nuestra comida.

Siempre igual, ahora como antes. Así comemos una, otra vez, otra. Obedecemos, recordamos. Los viejos cantan bonito; repetimos nada más.

Ahora se despidió esa gente que vino al principio para ayudar nada más, esos hombres que Wanadi hizo para tumbar Mará'huaka.

Mientras bailaban, bebían, se cambiaron en pájaros bonitos de todos colores, alzaron vuelo, llenaron el aire con plumas. Todo rojo, verde, amarillo, azul. Era bonito, bonito. Ahora la Madre de Agua, la Gran Culebra Hui'io salió del río, brotó a la luz.

-Quiero mi corona -dijo, buscando plumas, pájaros para su corona. Hui'io sacó en el aire su cuerpo grande; vinieron muchos pájaros. Hui'io se cubrió con plumas. Fue el Arco Iris. Lo llaman Huasudí.

-Bueno, está hecho -dijeron los pájaros-. Nos vamos ahora.

Desaparecieron, fueron al Cielo. Dejaron en la Tierra sus formas nada más para los pájaros de ahora. El Arco Iris no se vio más.

Como carpintero mono, Semenia se fue; se parecía al pájaro Wanadi. Era familia de Wanadi. Ahora, es el dueño de la comida, de la yuca de nosotros en la Tierra.

Sólo quedó acá la gente antigua, borracha, bailando, recordando, cuando se fueron los primeros pájaros.

Así cuentan. Eso es todo.





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