Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

21

O. Masotta, «Roberto Arlt, La plancha de metal», Centro N.º 13, Buenos Aires, 1959.

 

22

M. Arlt y O. Borré, Para leer a Roberto Arlt, p. 32: «Natalio Botana, director de Crítica, ... lo invita a trabajar como cronista [policial] de la sección "policiales"».

 

23

A. M. Zubieta, El discurso narrativo arltiano, p. 24 y sig.: «Los relatos-confesiones como ejes estructuradores».

 

24

Lo mismo ocurre en «Ingenuidad e idiotismo», Los siete locos: «El cronista de esta historia no se atreve a definirlo a Erdosain... Durante aquellos tres días en que estuvo refugiado en mi casa, lo confesó todo».

 

25

En «Donde se comprueba que El Hombre que vio a la Partera no era trigo limpio» (Los lanzallamas), el texto sugiere esta misma idea: «Bromberg, desde pequeño, tuvo una extraordinaria aversión a las parteras. ¿Por qué? El mismo no podría justificar esa repulsión. Posiblemente algún detalle olvidado...».

 

26

J. Kristeva, Soleil noir. Dépression et mélancolie, Paris, Gallimard, 1987, p. 69, «Accéleration et variété».

 

27

N. Jitrik, «Entre el dinero y el ser. Lectura de El juguete rabioso, de Roberto Arlt», La memoria compartida, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1984.