Con diez cañones por banda, ¡Cuán solitaria la nación que un día De los hombres lanzado al desprecio, Delio a las rejas de Elisa Desde la elevada cumbre Dueña de rubios cabellos, Era la noche: en la mitad del cielo Fresca, lozana, pura y olorosa, Helos allí: junto a la mar bravía ¡Hurra, cosacos del desierto! ¡Hurra! Magnífico Morvén, se alza tu frente Marchitas ya las juveniles flores, Mío es el mundo: como el aire libre, ¿Oís? Es el cañón. Mi pecho hirviendo Para y óyeme ¡oh Sol! yo te saludo Pescadorcita mía, ¿Quién eres tú, lucero misterioso, Reclinado sobre el suelo Salve, oh tú, noche serena, Trae, Jarifa, trae tu mano, Ya el sol esconde sus rayos,
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