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El secretario de la Comisión era el abogado compostelano don Enrique Rajoy Leloup, que había tenido una participación decisiva en todo el proceso estatuario, habiendo sido él quien lo había puesto en marcha, al solicitar en carta fechada el 19 de abril de 1932 al Ayuntamiento de Santiago que iniciase el proceso:

Es necesario, pues, que alguien tome la iniciativa oficial para dar estado legal al problema de la constitución autónoma de Galicia. Y como la proposición tiene que ser hecha por los Ayuntamientos gallegos, nada más indicado que la convocatoria de una Asamblea Regional de estas Corporaciones populares, a fin de que, concurriendo sus representantes, con plenitud de poderes, pueda elaborarse y aprobarse el Estatuto de Galicia, para someterlo luego a plebiscito, y, una vez aceptado por el pueblo, enviarlo, como expresión genuina de la voluntad general del país gallego, a la sanción, constitucionalmente obligatoria, de las Cortes generales del Estado Español.

Santiago de Compostela debe recabar el honor de ofrecer su legendaria hospitalidad a la Asamblea, y debe tomar la iniciativa de convocarla con urgencia. Por eso, el Concejal que suscribe, cumpliendo una elemental obligación, se permite proponerlo así a la Excma. Corporación municipal.


(Ibidem)                


El alcalde compostelano, Raimundo López Pol («otro campeón del autonomismo» [Ibidem, introducción sin paginar]) recogería la petición de Rajoy y convocaría a los ayuntamientos gallegos, constituyendo una comisión organizadora formada por el propio alcalde y los concejales D. Jesús San Luis Romero, D. Emilio Edmundo Méndez-Brandón Bartolomé, D. José Pasín Romero y D. Enrique Rajoy Leloup que también este caso actuaría como secretario (Ibidem, pág. 27). Pues bien, D.ª Pilar Rajoy, hija de don Enrique, fue incapaz de reconocer en el dibujo ni a su padre, ni a ningún otro miembro de comisión.