Jornada I |
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Sale el REY DON SEBASTIÁN, DON
LOPE DE ALMEIDA, MANRIQUE, criado, y gente de acompañamiento.
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DON LOPE | Otra vez, gran señor, os he
pedido | | esta licencia, y otra habéis tenido | | por
bien mi casamiento; | | mas yo, que siempre a tanta luz atento,
| | vivo en vuestro semblante, vengo a daros | 5 | cuenta de
mi elección, y a suplicaros | | que en vuestra gracia
pueda | | colgar las armas, y que Marte ceda
| | |
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| a Amor la
gloria, cuando en paz reciba, | | en vez de alto laurel sagrada
oliva. | 10 | Yo os he servido, y solamente espero | | esta
merced por galardón postrero, | | pues con esta licencia
venturosa | | hoy saldré a recibir mi amada esposa.
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REY | Yo estimo vuestro gusto y vuestro aumento, | 15 | y a
no estar ocupado | | en la guerra que en África he
intentado, | | fuera vuestro padrino. | |
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DON LOPE | Eterno
dure ese laurel divino | | que tus sienes corona. | 20 |
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REY |
Estimo en mucho yo vuestra persona. | |
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(Vase el REY
y acompañamiento.)
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DON LOPE | Mal
supiera | | la dicha y la gloria mía | | disimular su
alegría. | | ¡Felice yo si pudiera | 25 | volar hoy!
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DON LOPE | Poco aprovecha, que el viento
| | es perezoso elemento. | | Diérame el amor sus alas,
| | volara abrasado y ciego, | 30 | pues quien al viento se
entrega | | alas de viento navega, | | y las de amor son de
fuego. | |
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MANRIQUE | Para que desengañarme | | pueda creyendo
que tienes | 35 | causa, dime a lo que vienes | | con tanta
prisa. |
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MANRIQUE | ¿Y no miras que es error | | digno de
que al mundo asombre | | que vaya a casarse un hombre | 40 | con tanta prisa, señor? | | Si hoy que te vas a casar,
| | del mismo viento te quejas, | | ¿qué dejas que hacer,
qué dejas | | cuando vayas a enviudar? | 45 |
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(Sale DON JUAN DE SILVA, muy pobremente vestido.)
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DON JUAN | ¡Cuán diferente pensé | | volver
a ti, patria mía, | | aquel infelice día | |
que tus umbrales dejé! | | ¡Quién no te hubiera
pisado! | 50 | Pues siempre mejor ha sido, | | a donde no es
conocido, | | vivir el que es desdichado. | | Gente hay aquí,
no es razón | | verme en el mal que me veo. | 55 |
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DON LOPE |
Aguárdate. No lo creo. | | ¡Si es verdad! ¡Si es ilusión!
| | ¿Don Juan? |
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DON LOPE | | | de tanta dicha mis brazos | | han suspendido sus lazos.
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DON JUAN | Deteneos, que es forzoso | | que me defienda
de quien | | tanto honor y valor tiene; | | que hombre que
tan pobre viene, | | don Lope amigo, no es bien | 65 | que toque,
¡oh suerte importuna!, | | pecho de riquezas lleno. | |
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DON LOPE |
Vuestras razones condeno, | | porque si da la fortuna | | humanos3
bienes del suelo, | 70 | el cielo un amigo da
| | |
—181v→
| como vós:
¡ved lo que va | | desde la fortuna al cielo! | |
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DON JUAN |
Aunque hacéis que aliento sobre, | | en mí mayor
mal está: | 75 | ¡mirad cuán grande será
| | mal que es mayor que ser pobre! | | Y porque mi sentimiento
| | algún alivio prevenga, | | si es posible que le
tenga, | 80 | escuchad, don Lope, atento. | | A la conquista
famosa | | de la India, que eligió | | para su tumba
la noche | | y para su cuna el sol, | 85 | amigos, y tan amigos,
| | pasamos juntos los dos, | | que asistieron en dos cuerpos
| | un alma y un corazón. | | No codicia de riqueza,
| 90 | sino codicia de honor, | | obligó nuestros deseos
| | a tan atrevida acción | | como tocar con bajeles
| | la provincia que ignoró | 95 | por tantos años
la ciencia, | | nunca creída hasta hoy. | | La nobleza
lusitana | | de su fortuna fío | | naves, que ciertas
exceden | 100 | las fingidas de Jasón. | | Dejo esta
alabanza a quien | | pueda con más dulce voz | | contar
los famosos hechos | | desta invencible nación;
| 105 | porque el gran Luis de Camoes, | | escribiendo lo que obró,
| | con pluma y espada muestra | | ya el ingenio, ya el valor
| | en esta parte. Después, | 110 | don Lope invicto,
que vós, | | por muerte de vuestro padre | | volvisteis,
me quedé yo, | | bien sabéis con cuánta
fama | | de amigos y de opinión, | 115 | que agora, perdidos,
hacen | | el sentimiento mayor. | | Pero, en efeto, es consuelo:
| | ¡ved si desgraciado soy!, | | que nunca le di, malquisto,
| 120 | a la fortuna ocasión. | | Había en Goa
una señora, | | hija de un hombre a quien dio | | grande
cantidad de hacienda | | codicia y contratación.
| 125 | Era hermosa, era discreta, | | que, aunque enemigos los
dos, | | en ella hicieron las paces | | hermosura y discreción.
| | Servila tan venturoso, | 130 | que merecí algún
favor; | | pero ¿quién ganó al principio | |
que a la postre no perdió? | | ¿Quién fue antes
tan felice | | que después no declinó? | 135 | Porque son muy parecidos, | | juego, fortuna y amor. | | Don
Manuel de Sosa, un hombre | | (hijo del gobernador | | Manuel
de Sosa) por sí | 140 | de mucha resolución,
| | muy valiente, muy cortés, | | bizarro y cuerdo (que
yo, | | aunque le quité la vida | | no he de quitarle
el honor), | 145 | de Violante enamorado | | (que este es el
nombre que dio | | ocasión a mi ventura | | y a mi ventura
ocasión), | | en Goa públicamente | 150 | era
mi competidor. | | Poco cuidado me daba | | su amorosa pretensión,
| | |
—182→
| porque siendo, como era, | | el favorecido yo, | 155 | la
pena del despreciado | | hizo mi dicha mayor. | | Un día
que el sol hermoso | | saliera, ¡pluguiera a Dios | | sepultara
eterna noche | 160 | su continuo resplandor!; | | salió
con el sol Violante: | | bastaba pedirle yo | | que aun el
uno no saliera, | | para que salieran dos. | 165 | De crïados
rodeada | | a la marina llegó, | | donde estaba mucha
gente, | | porque en aquella ocasión | | había
llegado una nave | 170 | al puerto, y su admiración
| | dio causa a aqueste concurso | | y a mi desdicha la dio.
| | Estábamos en un corro | | de mucha gente los dos,
| 175 | todos soldados y amigos, | | cuando a la vista pasó
| | Violante. Iba tan airosa, | | que allí ninguno dejó
| | de poner el alma en ella, | 180 | porque su planta veloz
| | era el móvil que llevaba | | tras sí la imaginación4.
| | Dijo un capitán: «¡Qué bella | | mujer!»
A quien respondió | 185 | don Manuel: «Y como tal | | ha sido la condición». | | «¿Será crüel?»
«No por eso | | lo digo, le replicó, | | sino por ver
que ha escogido, | 190 | como hermosa, lo peor». | | Yo entonces
dije: «Ninguno | | sus favores mereció, | | porque no
hay quien los merezca5, | | y si hay alguno, soy yo». | 195 | «Mentís», dijo. Aquí no puedo | | proseguir,
porque la voz | | muda, la lengua turbada, | | frío
el cuerpo, el corazón | | palpitante, los sentidos
| 200 | muertos y vivo el dolor, | | quedan repitiendo aquella
| | afrenta. ¡Oh tirano error | | de los hombres! ¡Oh vil ley
| | del mundo! ¡Que una razón, | 205 | o que una sinrazón
pueda | | manchar el altivo honor | | tantos años adquirido,
| | y que la antigua opinión | | de honrado quede postrada
| 210 | a lo fácil de una voz! | | ¡Que el honor, siendo
un diamante, | | pueda un frágil soplo (¡ay Dios!)
| | abrasarle y consumirle, | | y que siendo su esplendor
| 215 | más que el sol puro, un aliento | | sirva de nube
a este sol! | | Mucho del caso me aparto, | | llevado de la
pasión. | | Perdonad6, vuelvo al suceso. | 220 | Apenas
él pronunció | | tales razones, don Lope, | | cuando mi espada, veloz | | pasó de la vaina al pecho,
| | tal, que a todos pareció | 225 | que imitaron trueno
y rayo | | juntos mi espada y su voz. | | Bañado en
su misma sangre | | muerto en la arena cayó, | | cuando
para mi defensa | 230 | tomé una iglesia, a quien dio
| | en aquel sitio lugar | | la sagrada religión | |
de Francisco; que por ser | | su padre el gobernador,
| 235 | |
—182v→
| me fue forzoso esconderme, | | con tanto asombro y temor
| | que tres días un sepulcro | | habité vivo.
¿Quién vio | | que siendo el contrario el muerto,
| 240 | fuese el sepultado yo? | | Al cabo de los tres días,
| | por amistad y favor, | | el capitán de la nave
| | que a nuestros puertos llegó, | 245 | y que a Lisboa
venía, | | en ella me recibió | | una noche,
cuyo manto | | fue de mi vida ocasión. | | En esta nave
escondido | 250 | estuve, hasta que el veloz | | monstruo del
viento y del agua | | los piélagos dividió
| | de Neptuno. ¡Injusto engaño | | de la vida! O tu
pasión | 255 | no dé por infame al hombre | |
que sufre su deshonor, | | o le dé por disculpado
| | si se venga, que es error | | dar a la afrenta castigo
| 260 | y no al castigo perdón. | | Hoy he llegado a Lisboa,
| | adonde tan pobre estoy | | que no osaba entrar en ella...
| | Estas mis fortunas son, | 265 | ya no tristes, sino alegres,
| | pues me dieron ocasión | | de llegar a vuestros
brazos. | | Estos mil veces os doy, | | si un hombre tan infelice
| 270 | puede merecer de vós, | | oh gran don Lope de
Almeida, | | tal merced, honra y favor. | |
|
|
DON LOPE | Atentamente
escuché, | | don Juan de Silva, las quejas | 275 | que
en lágrimas anegadas | | dais desde el pecho a la lengua,
| | y atentamente he pensado | | que no hay opinión
que pueda, | | por más sutil que discurra, | 280 | tener
dudosa la vuestra. | | ¿Quién, en naciendo, no vive
| | sujeto a las inclemencias | | del tiempo y de la fortuna?
| | ¿Quién se libra, quién se excepta | 285 |
de una intención mal segura, | | de un pecho doble
que alienta | | la ponzoña de una mano | | y el veneno
de una lengua? | | Ninguno. Solo dichoso | 290 | puede llamarse
el que deja, | | como vós, limpio su honor | | y castigada
su ofensa. | | Honrado estáis, negras sombras | | no
deslustren, no obscurezcan | 295 | vuestro honor antiguo; y
hoy | | de nuestra amistad se vea | | la virtud de aquellas
plantas, | | tan conformemente opuestas | | que una con calor
consume | 300 | y otra con frialdad penetra, | | y son veneno
las dos, | | y estando juntas, se templan | | de suerte que
son entonces | | salud más segura y cierta. | 305 | Vós
estáis triste, yo alegre; | | partamos la diferencia
| | entre los dos, y templando | | el contento y la tristeza,
| | queden en igual balanza | 310 | mi alegría y vuestra
pena, | | mi gusto y vuestro dolor, | | mi ventura y vuestra
queja; | | porque el pesar o el placer | | matar a ninguno
pueda. | 315 | Yo me he casado en Castilla, | | por poder, con
la más bella
| | |
—183→
| mujer... Mas para ser propia | | es
lo menos la belleza. | | Con la más noble, más
rica, | 320 | más virtuosa y más cuerda | | que
pudo en el pensamiento | | hacer dibujos la idea. | | Doña
Leonor de Mendoza | | es su nombre, y hoy con ella | 325 | don
Bernardino, mi tío, | | llegará a Aldea Gallega,
| | donde salgo a recibilla | | con tan venturosas muestras7
| | como veis; y un bello barco | 330 | tan venturosa la espera
| | que juzga por perezosas | | hoy del tiempo las ligeras
| | alas; porque el bien que tarda, | | no llega bien cuando
llega. | 335 | Esta es mi dicha mayor | | por ver cuánto
la acrecienta | | vuestra venida, don Juan. | | No os dé
temor, no os dé pena | | venir pobre, rico soy;
| 340 | mi casa, amigo, mi mesa, | | mis caballos, mis crïados,
| | mi honor, mi vida, mi hacienda, | | todo es vuestro. Consolaos
| | de que la fortuna os deja | 345 | un amigo verdadero, | | y que no ha tenido fuerza | | contra vós; que no os
quitó | | este valor que os alienta, | | esta alma que
os anima | 350 | y este brazo que os defienda. | | No me respondáis,
dejad | | las cortesanas finezas | | entre amigos excusadas,
| | y venid a donde sea | 355 | testigo vuestra persona | | de
la dicha que me espera; | | que hoy en Lisboa ha de entrar
| | mi esposa, y estas tres leguas | | de mar, para mí
de fuego, | 360 | hemos de venir con ella, | | que de esotra
parte está | | sin duda. |
|
|
DON JUAN | Pues
no pretenda | | con mi humildad deslucirse, | | don Lope, vuestra
nobleza, | 365 | porque el mundo, no la sangre, | | sino el
vestido respeta. | |
|
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DON LOPE | Eso es engaño del
mundo, | | que no ve ni considera | | que al cuerpo le viste
el oro, | 370 | pero al alma la nobleza. | | Venid conmigo.
Suspiros, | | ofreced viento a las velas, | | si es que en
los mares del fuego | | bajeles de amor navegan. | 375 |
|
|
|
(Vanse los dos.)
|
MANRIQUE | Yo me quiero adelantar
| | en alguna barca destas | | que llaman muletes, y hoy,
| | siendo cojo con muletas, | | pediré a mi nueva ama
| 380 | las albricias de que llega | | su esposo; que el primer
día | | da las albricias cualquiera, | | porque sale
de forzada, | | si es lo mismo que doncella. | 385 |
|
|
|
(Vase, y sale DON BERNARDINO viejo, y DOÑA LEONOR,
y SIRENA.)
|
DON BERNARDINO | En la falda lisonjera
| | deste monte coronado | | de flores, donde ha llamado | | a cortes la primavera, | | puedes descansar, en tanto,
| 390 | bella Leonor, que dichoso | | llega don Lope tu esposo.
| | Y perdona al dulce llanto, | | aunque no es gran maravilla,
| | que con sentimiento igual
| 395 | |
—183v→
| a vista de Portugal | | te despidas de Castilla. | |
|
|
LEONOR | Ilustre don Bernardino
| | de Almeida8, mi tierno llanto | | no es ingratitud a tanto
| 400 | honor como me previno | | la suerte y la dicha mía.
| | Viendo tan cercano el bien, | | gusto ha sido; que también
| | hay lágrimas de alegría. | 405 |
|
|
DON BERNARDINO |
Cuerdamente te disculpa | | la discreción lisonjera,
| | y aunque por disculpa fuera | | te agradeciera la culpa.
| | Yo quiero dar más lugar | 410 | a divertir la porfía
| | de aquesta melancolía. | | Aquí puedes descansar,
| | venciendo el rigor aquí | | del sol que en sus rayos
arde. | 415 | El cielo tu vida guarde. | |
|
|
|
(Vase.)
|
|
|
|
SIRENA | Sospecho
| | que estamos solas las dos. | |
|
|
LEONOR | Pues salga mi pena,
¡ay Dios!, | 420 | de mi vida y de mi pecho. | | Salga en lágrimas
deshecho | | el dolor que me provoca | | el fuego que al alma
toca, | | remitiendo sus enojos | 425 | en lágrimas a
los ojos | | y en suspiros a la boca. | | Y sin paz y sin sosiego
| | todo lo abrasen veloces9, | | pues son de fuego mis voces
| 430 | y mis lágrimas de fuego. | | Abrasen10 cuanto navego
| | tanto mar y viento tanto, | | mi vida y mi fuego cuanto
| | consume11 el fuego violento, | 435 | pues mi voz es fuego
y viento, | | mis lágrimas fuego y llanto. | |
|
|
SIRENA |
¿Qué dices, señora? Advierte | | en tu peligro
y tu honor. | |
|
|
LEONOR | Tú, que sabes mi dolor, | 440 | tú, que conoces mi muerte, | | ¿me reportas desta
suerte? | | Tú, ¿de mi llanto me alejas? | | Tú,
¿que calle me aconsejas? | |
|
|
SIRENA | Tu inútil queja
escuchando | 445 | estoy. |
|
|
LEONOR | ¡Ay
Sirena! ¿Cuándo | | son inútiles las quejas?
| | Quéjase una flor constante | | si el aura sus hojas
hiere, | | cuando el sol caduco muere | 450 | en túmulos
de diamante; | | quéjase un monte arrogante | | de las
injurias del viento, | | cuando le ofende violento; | | y el
eco, ninfa vocal, | 455 | quejándose de su mal | | responde
el último acento. | | Quéjase, porque amar sabe,
| | una yedra si perdió | | el duro tronco que amó;
| 460 | y con acento süave | | se queja una simple ave,
| | y en amorosa prisión | | así aliviarse pretende,
| | que al fin la queja se entiende | 465 | si se ignora la
canción. | | Quéjase el mar a la tierra | | cuando
en lenguas de agua toca | | los labios de opuesta roca. | | Quéjase el fuego si encierra | 470 | rayos que al mundo
hacen guerra. | | ¿Qué mucho, pues, que mi aliento
| | se rinda al dolor violento, | | si se quejan monte, piedra,
| | ave, flor, eco, sol, yedra, | 475 | tronco, rayo, mar y
viento? | |
|
|
SIRENA | Sí, mas ¿qué remedio así
| | consigues desesperada? | | Don Luis muerto y tú
casada,
| | |
—184→
| ¿qué pretendes? |
|
|
LEONOR | ¡Ay
de mí! | 480 | Di, Sirena hermosa, di | | don Luis muerto
y muerta yo. | | Pues si el cielo me forzó, | | me verás
en esta calma, | | sin gusto, sin ser, sin alma, | 485 | muerta
sí, casada no. | | Lo que yo una vez amé, | | lo que una vez aprendí, | | podré perderlo,
¡ay de mí!, | | olvidarlo no podré. | 490 | ¿Olvido
donde hubo fe? | | Miente amor. ¿Cómo se hallara | | burlada verdad tan clara? | | Pues la que constante fuera,
| | no olvidara si quisiera, | 495 | no quisiera si olvidara.
| | ¡Mira tú lo que sentí | | cuando su muerte
escuché, | | pues forzada me casé | | solo por
vengarme en mí! | 500 | Ya la vez última aquí
| | se despida del dolor. | | Hasta las aras, amor, | | te acompañé;
aquí te quedas, | | porque atreverte no puedas
| 505 | a las aras del honor. | |
|
|
|
(Sale MANRIQUE.)
|
MANRIQUE | Dichoso yo que he llegado, | | venturoso yo que
he sido, | | felice yo que he venido, | | refelice yo que he
dado | 510 | el primero labio mío | | a la estampa de
este pie | | que, lleno de flores, fue | | primavera en el
estío. | | Y pues he llegado a vós, | 515 | beso
y vuelvo a rebesar | | cuanto se puede besar | | sin ofender
a mi Dios. | |
|
|
|
MANRIQUE | El
menor crïado | | de don Lope, mi señor, | 520 |
mas no el hablador menor, | | que veloz me he adelantado
| | por albricias de que viene. | |
|
|
LEONOR | Descuido fue, bien
decís, | | tomad. ¿Y de qué servís
| 525 | a don Lope? |
|
|
MANRIQUE | Hombre
que tiene | | este humor, ¿ya no os avisa | | que es gentilhombre
su nombre? | |
|
|
LEONOR | ¿Y de qué sois gentilhombre?
| |
|
|
MANRIQUE | De la boca de la risa. | 530 | Crïado a quien
le prefieren | | a los mayores cuidados | | es pendanga de
crïados | | hecha del palo que quieren:12 | | cuando guardo,
mayordomo; | 535 | cuando algún vestido espero | | de
mi amo, camarero; | | maestresala, cuando tomo | | para mí
el mejor bocado; | | secretario, poco amigo, | 540 | cuando
sus secretos digo; | | caballerizo extremado, | | cuando por
no andar a pie, | | con achaque de pasealle | | salgo a caballo
a la calle; | 545 | cuando alguna cosa fue | | tal que se guarda
de mí, | | soy entonces su veedor | | y después
su contador; | | pues a todos desde allí | 550 | lo cuento,
a todos lo aviso; | | cuando hurto lo que siso | | de la plata,
repostero; | | despensero, cuando siso; | | soy valiente, cuando
huyo; | 555 | y soy su cochero el día | | que sus amores
me fía; | | y así claramente arguyo | | que soy
por tan varios modos, | | sirviéndole siempre así,
| 560 | cada oficio de por sí, | | y murmurándole,
todos. | | (Hablan aparte.) |
|
|
—184v→
|
|
(Salen DON BERNARDINO
y DON LUIS, CELIO criado.)
|
DON LUIS | Soy mercader
y trato en los diamantes | | que hoy son piedras y rayos fueron
antes | | del sol, que perficiona y ilumina | 565 | rústico
grano la abrasada mina. | | Paso desde Lisboa hasta Castilla,
| | y en esta aldea vi la maravilla | | del cielo, reducida
en una dama | | que acompañáis; y luego de la
fama | 570 | supe que va casada o a casarse13. | | Y como suele
en todas emplearse | | este caudal más bien, porque
las bodas | | en la gala y la joya empiezan todas, | | enseñaros
quisiera alguna dellas | 575 | que no son más lucientes
las estrellas, | | por ver si la ocasión con el deseo
| | hacen en el camino algún empleo. | |
|
|
DON BERNARDINO |
La prevención y la advertencia ha sido | | acertada.
A buen tiempo habéis venido, | 580 | pues yo, por divertilla
y alegralla, | | que está triste, una joya he de ferialla.
| | Aquí esperad, y llegaré primero | | a prevenilla.
|
|
|
DON LUIS | Pues
agora quiero | | que la llevéis, señor, para
bastante | 585 | prueba de mi libertad, este diamante; | | que
visto su valor y su excelencia, | | no dudo yo, señor,
que os dé licencia | | de llegar a sus pies. |
|
|
DON BERNARDINO |
¡Es
piedra rara! | | ¡Qué fondo! ¡Qué caudal! ¡Qué
limpia y clara! | 590 | Aquí, divina Leonor, | | ha llegado
un mercader, | | en cuya mano has de ver | | joyas de grande
valor, | | ricas, costosas y bellas. | 595 | Divierte un poco
el pesar, | | que yo te quiero feriar | | lo que te agradare
dellas. | | Este diamante, farol | | que con luz hermosa y
nueva | 600 | para su limpieza prueba | | ser luciente hijo
del sol, | | viene por testigo aquí: | | toma el diamante.
|
|
|
|
|
|
|
LEONOR |
¡Ay
de mí!
| | |
—185→
| Este diamante es el mismo... | | Dile que
llegue. ¡Sirena! | | Sáqueme, amor, desta pena, | |
deste encanto, deste abismo. | 610 | Este diamante que ves,
| | luz que con el sol la mides, | | di a don Luis de Benavides.
| | Prenda mía y suya es. | | O mis lágrimas
me ciegan, | 615 | o es el mismo. Hoy sabré yo | | cómo
a mis manos volvió. | |
|
|
|
DON LUIS | Yo soy, hermosa señora... | |
|
|
LEONOR | [Aparte.] |
Alma de la pena mía, | 620 | cuerpo de mi
fantasía. | |
|
|
SIRENA | Disimula y calla agora, | | que
ya veo la razón | | que tienes para admirarte. | |
|
|
DON LUIS |
Yo soy quien en esta parte | 625 | piensa lograr la ocasión,
| | habiendo a tiempo llegado | | en que pueda mi deseo | |
hacer el felice empleo | | tantos años esperado.
| 630 | Traigo joyas que vender | | de innumerable riqueza, | | y
entre otras una firmeza | | sé que os ha de parecer
| | bien; porque della sospecho | 635 | que adorne esta bizarría,
| | si es que la firmeza mía | | llega a verse14 en vuestro
pecho. | | Un Cupido de diamantes | | traigo de grande valor,
| 640 | que quise hacer al amor | | yo de piedras semejantes;
| | porque labrándole así, | | cuando alguno
le culpase | | de vario y fácil, le hallase | 645 | firme
solamente en mí. | | Un corazón traigo, en quien
| | no hay piedra falsa ninguna; | | sortijas bellas, y en
una | | unas memorias se ven. | 650 | Una esmeralda que había
| | me hurtaron en el camino, | | por el color, imagino, | | que perfecto le tenía. | | Estaba con un zafiro,
| 655 | mas la esmeralda llevaron | | solamente, y me dejaron | | esta azul piedra que miro. | | Y así dije a mis desvelos:
| | «¿Cómo con tanta venganza | 660 | me llevasteis15 la
esperanza | | para dejarme los celos?» | | Si gusta vuestra
belleza, | | descubriré, por más glorias, | | el corazón, las memorias, | 665 | el amor y la firmeza.
| |
|
|
DON BERNARDINO | El mercader es discreto. | | ¡Qué
bien a las joyas bellas | | para dar gusto de vellas | | las
fue aplicando su efecto! | 670 |
|
|
LEONOR | Aunque vuestras joyas
son | | tales como encarecéis, | | para mostrarlas habéis
| | llegado a mala ocasión. | | Y yo, en ver su hermoso
alarde, | 675 | contento hubiera tenido | | si antes hubierais
venido, | | pero habéis venido tarde. | | ¿Qué
se dijera de mí | | si cuando casada soy, | 680 | si
cuando esperando estoy | | a mi noble esposo, aquí
| | pusiera, no mi tristeza, | | sino mi imaginación,
| | en ver ese corazón, | 685 | ese amor y esa firmeza?
| | No los mostréis, que no es bien | | que, tan sin
tiempo miradas
| | |
—185v→
| agora, desestimadas | | memorias vuestras
estén. | 690 | Y tomad vuestro diamante, | | que yo sé
que pierdo en él | | una luz hermosa y fiel | | al mismo
sol semejante. | | No culpéis la condición
| 695 | que en mí tan esquiva hallasteis, | | culpaos a vós
que llegasteis | | sin tiempo y sin ocasión. | |
|
|
MANRIQUE |
Ya don Lope, mi señor, | | llega. |
|
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DON LUIS | ¿Habrá
en desdicha igual | 700 | mal que compita a mi mal | | ni dolor
a mi dolor? | |
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| (Vase.) |
MANRIQUE | Callen todos y escuchemos | 705 | la primera necedad;
| | porque un novio a quien le place | | la dama, y a verla
llega, | | como necedades juega, | | es tahúr que dice
y hace. | 710 |
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| (Vase.) |
DON LUIS | ¿Qué
me podrá responder, | | mujer tan fácil, liviana,
| | mudable, inconstante y vana, | | y mujer, en fin, mujer,
| | que pueda satisfacer | 715 | a tu mudanza y tu olvido?
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LEONOR | Haber tu muerte creído, | | haber tu vida llorado,
| | causa a tu mudanza ha dado, | | que a mi olvido no ha podido;
| 720 | pues cuando te llego a ver, | | a no estar ya desposada,
| | vieras hoy determinada | | si soy mudable o mujer. | | Desposeme
por poder. | 725 |
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DON LUIS | Y bien por poder se advierte:
| | por poder borrar mi suerte, | | por poder dejarme en calma,
| | por poder quitarme el alma, | | por poder darme la muerte.
| 730 | Esta dices que creíste, | | y no fue vana apariencia,
| | que si creíste mi ausencia, | | es lo mismo: bien
dijiste. | |
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LEONOR | No puedo, no puedo, ¡ay triste!, | 735 |
responder; que está conmigo, | | no mi esposo, mi enemigo.
| | Mas porque me culpas fiel, | | lo que le dijere a él,
| | también hablaré16 contigo. | 740 |
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(Salen
DON LOPE, DON BERNARDINO y MANRIQUE.)
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DON LOPE |
Cuando la fama en lenguas dilatada | | vuestra rara hermosura
encarecía, | | por fe os amaba yo, por fe os tenía,
| | Leonor, dentro del alma idolatrada. | | Cuando os mira
suspensa y elevada | 745 | el alma que os amaba y os quería,
| | culpa la imagen de su fantasía, | | que sois vista
mejor que imaginada. | | Vós sola a vós podéis
acreditaros. | | ¡Dichoso aquel que llega mereceros, | 750 | y más dichoso si acertó a estimaros!
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—186→
| Mas
¿cómo ha de olvidaros ni ofenderos? | | Que quien antes
de veros pudo amaros | | mal os podrá olvidar después
de veros. | |
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LEONOR | Yo me firmé rendida antes que os
viese, | 755 | y vivo y muerto solo en vós estaba,
| | porque sola una sombra vuestra amaba; | | pero bastó
que sombra vuestra fuese. | | ¡Dichosa yo mil veces si pudiese
| | amaros como el alma imaginaba! | 760 | Que la deuda común
así pagaba | | la vida, cuando humilde me rindiese.
| | Disculpa tengo, cuando temerosa | | y cobarde mi amor,
llega a miraros, | | si no pago un amor tan generoso.
| 765 | De vós, y no de mí, podéis quejaros,
| | pues aunque yo os estime como a esposo, | | es imposible,
como sois, amaros. | |
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DON LOPE | Agora, tío y señor,
| | me dad los brazos invictos. | 770 |
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DON BERNARDINO | Y
serán eternos lazos | | de deudo, amistad y amor.
| | Y porque no culpe ahora | | la dilación, a embarcar
| | nos lleguemos. |
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DON LOPE | Hoy
el mar | 775 | segunda Venus adora. | |
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MANRIQUE | Y pues que con
tanta gloria | | dama y galán se han casado, | | perdonad,
noble senado, | | que aquí se acaba la historia.
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| (Vanse.) |
CELIO | Señor, pues que
desta suerte | | hallaste tu desengaño, | | vuelve en
ti, prevén el daño | | de tu vida y de tu muerte.
| | Ya no hay estilo ni medio | 785 | que tú debas elegir.
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DON LUIS | Morir,
| | que es el último remedio. | | Muera yo, pues vi
casada | | a Leonor, pues que Leonor | 790 | dejó burlado
mi amor | | y mi esperanza burlada. | | Mas ¿qué me
podrá matar, | | si los celos me han dejado | | con
vida? Aunque mi cuidado | 795 | me pretendo consolar | | dándome
alguna esperanza, | | pues cuando a su esposo habló
| | conmigo se disculpó | | de su olvido y su mudanza.
| 800 |
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CELIO | ¿Cómo disculpar contigo? | | A mil locuras
te pones. | |
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DON LUIS | Estas fueron sus razones, | | mira
si hablaron conmigo. | | Yo me firmé rendida antes
que os viese, | 805 | y vivo y muerto siempre en vós
estaba, | | porque sola una sombra vuestra amaba, | | pero
bastó que sombra vuestra fuese. | | ¡Dichosa yo mil
veces, si pudiese
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—186v→
| amaros como el alma imaginaba!
| 810 | Que la deuda común así pagaba | | la vida,
cuando humilde me rindiese. | | Disculpa tengo, cuando temerosa
| | y cobarde mi amor, llega a miraros, | | si no pago a un
amor tan generoso. | 815 | De vós y no de mí
podéis quejaros, | | pues, aunque yo os estime como
esposo | | es imposible, como sois, amaros. | | Y puesto que
así me ha dado | | disculpa de su mudanza, | 820 | sea
mi loca esperanza | | veneno y puñal dorado. | | Si
ha de matarme el dolor, | | mejor es el gusto, ¡cielos!,
| | y si he de morir de celos, | 825 | mejor es morir de amor.
| | Siga mi suerte atrevida17 | | su fin contra tanto honor,
| | porque he de amar a Leonor | | aunque me cueste la vida.
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