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El traje va
haciéndose más lujoso y estilizado y, según
Fraile Gil, «debió tener por
asiento el traje tradicional que las serranas burgalesas y,
más tarde, las aldeanas cántabras, traían a la
Corte cuando a criar venían»
. Podemos afirmar que
hacia 1850 estaba ya configurado el traje de ama-pasiega tal y como
subsistió hasta la Guerra Civil [p. 152].
22
Percances de Madrid. Imp. de Marés y Compañía, calle de la Encomienda, 19. Madrid, n.° 85. Escenas matritenses. Peligros y Costumbres de Madrid. Despacho de Marés y Compañía. Juanelo, 19, n.° 27.