Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Anterior Indice Siguiente




ArribaAbajoJornada II

 

Sale DON JUAN y DON LUIS.

 
DON JUAN
En tantas obligaciones,
¿quién os sabrá responder?
DON LUIS
Si diferencia ha de haber,
ha de ser en las prisiones,
que vós habéis de tenellas 5
en el cuerpo y yo en el alma.
DON JUAN
Quien a Grecia dio la palma,
no conoció las estrellas;
ellas deben de infundir
esta fuerza en la amistad. 10
DON LUIS
Su mentira o su verdad
suele el cielo prevenir.
Cástor y Pólux, amigos,
convertidos en estrellas,
de las inflüencias dellas 15
son los mayores testigos.
La una se ve nacida
donde la otra espiró,
y así Virgilio pintó
de las dos la muerte y vida. 20
DON JUAN
Los ejemplos del amor
-fol. 158v-
muestran bien, con la experiencia
celestial, correspondencia
que les influye calor.
Mas, como Fidias solía 25
en mármoles que labraba
poner el nombre que amaba
del amigo que tenía,
así en todas mis acciones
a poneros me obligáis, 30
porque se entienda que obráis
mis propias obligaciones.
DON LUIS
Don Juan, yo os tengo afición,
y en las obras la veréis.
No quiero que os obliguéis 35
donde es fuerza la prisión,
porque no valdría el contrato.
Della os sacaré bien presto,
que va el pleito bien dispuesto.
DON JUAN
Si os fuere, señor, ingrato, 40
que pierda el ilustre honor
que me ha dado el apellido
que tantos siglos ha sido
de inestimable valor.
Y así mismo la crianza 45
de la casa de Alcalá,
en cuya ribera está
el puerto de mi esperanza.
DON LUIS
Triste os tendrá la prisión.
Quiero esta noche sacaros 50
adonde podáis holgaros,
que tengo cierta ocasión
y quiero que la veáis,
o que la oigáis por lo menos.
Y porque en gustos ajenos 55
menos invidia tengáis,
no pienso que faltarán
donde os pueda entretener.
DON JUAN
Cierto será que han de ser
como de hombre tan galán. 60
DON LUIS
¡Alcaide!
ALCAIDE
Señor.
DON LUIS
Aquí
vendrá Dionís a las nueve
por don Juan.
ALCAIDE
Digo que lleve
Dionís la cárcel y a mí,
si de algún provecho soy. 65
DON LUIS
Bien me le podéis fïar;
que yo le sabré guardar,
pues yo por su guarda voy.
 

(Vase, y el ALCAIDE.)

 
DON JUAN
Feroz león, la planta fiera en vano,
atravesada de la dura espina, 70
muestra al esclavo, y a curarle inclina,
humilde el inhumano, al sabio humano.
Veele después salir en el romano
anfiteatro, que a morir camina
y paga la piadosa medicina, 75
rendido al pie que le curó la mano.
Pues si humilla un león tanta fiereza,
¿quién hay que corresponda con mal trato
a quien debe piedad, honra y nobleza?
Siendo un león de la amistad retrato, 80
corrida puede estar naturaleza
el día que ha formado un hombre ingrato.
  -fol. 159r-  
 

(Sale LIMÓN.)

 
LIMÓN
Después que estás tan privado
con el hijo del señor
corregidor, el humor 85
corre, don Juan, más templado.
¿Qué hay de aquella buena vieja
que con retratos te engaña?
DON JUAN
El alma me desengaña
y de tu engaño se queja. 90
No muestra aquí que ha cumplido
quince años.
LIMÓN
Si es así,
puesto que decir oí
que niñas huelen al nido,
la sazón está gozando 95
más dulce para querer,
ni debe de ser mujer
de tu amigo don Fernando,
que de quince años no fuera
casada y libre.
DON JUAN
No sé,
100
yo me muero y no tendré
remedio.
LIMÓN
¡Estraña quimera!
¿Las cosas que no se ven,
se han de amar?
DON JUAN
¡No puedo más!
LIMÓN
No se habrá visto jamás 105
amar sin saber a quién.
DON JUAN
Ella, lo mismo me escribe.
LIMÓN
¿Cuántos papeles van ya?
DON JUAN
Veinte.
LIMÓN
¿Pues no te dirá
su nombre ni adónde vive? 110
DON JUAN
Si un amigo me contara,
pues al fin los que aman ven,
que amaba sin ver a quién,
por loco le confirmara.
LIMÓN
A un portugués que lloraba, 115
preguntaron la ocasión,
respondió que era afición
y que enamorado estaba.
Por remediar su dolor,
le preguntaron de quién, 120
y respondió: «De ninguén,
mais choro de puro amor
Como este vienes a ser;
¡ea, llora!, aunque no sabes
por quién.
DON JUAN
Las dulces y graves
125
palabras desta mujer
sirven de flechas crüeles
en los papeles que alabo.
LIMÓN
Basta, que eres como pavo,
que te asan entre papeles. 130
Si quiere enseñarse a amar
esta primeriza dama,
con un preso, ¿qué honra y fama
por fuerza le ha de guardar?
Enséñanse los bárbaros, 135
en los frailes, a rapar;
esta se quiere enseñar
entre presos caballeros.
Que esto que ves que te da
es treta de cazador 140
para pescarte mejor,
si después te coge allá.
DON JUAN
No lleva esa traza, no,
que los regalos son más
que podré pagar jamás. 145
LIMÓN
¿Pues qué es esto?
DON JUAN
¡Qué sé yo!
LIMÓN
Ahora bien, dete dineros
y nunca se deje ver.
DON JUAN
Tomarlos de una mujer
no es de honrados caballeros. 150
LIMÓN
¿Y ellas qué toman?
DON JUAN
Nacimos
para servirlas.
LIMÓN
Porque
su carne primero fue
la costilla que les dimos,
y no fue la más angosta; 155
pero quien dio la costilla
-fol. 159v-
no tengo por maravilla
que se obligase a la costa.
Con Adán se han disculpado
mil maridos.
DON JUAN
¿De qué suerte?
160
LIMÓN
¿No le dio por nuestra muerte
Eva aquel triste bocado?
DON JUAN
Sí le dio.
LIMÓN
¿Y a ella quién?
DON JUAN
La sierpe.
LIMÓN
El diablo sería,
que esa figura tendría 165
para engañarlas más bien.
Pues cuando una mujer da
a su marido que coma,
como piensas que lo toma,
con que disculpado está; 170
que de Adán ejemplo fue,
diciendo, aunque el yerro vea:
«Coma yo», y siquiera sea
el diablo quien se lo dé.
DON JUAN
Yo no soy marido aquí, 175
ni aun he visto la mujer.
LIMÓN
Bien tendrás que agradecer.
DON JUAN
De buena sangre nací.
 

(Sale el ALCAIDE.)

 
ALCAIDE
Dos mujeres rebozadas
me han preguntado por vós. 180
DON JUAN
¡Dejaldas entrar, por Dios!
LIMÓN
¿Huelen bien?
ALCAIDE
Huelen a honradas
LIMÓN
Mal huelen.
ALCAIDE
¿Por qué?
LIMÓN
Vendrán
con descuido si lo son,
que en no viniendo ocasión 185
sin la pastilla se van.
ALCAIDE
Veislas aquí.
DON JUAN
Pues cerrad.
 

(Vase el ALCAIDE y entran LEONARDA y INÉS, tapadas.)

 
LEONARDA
¡Qué lindo talle! ¡Qué hermoso!
INÉS
Cuerpo bizarro y airoso.
LEONARDA
Una palabra escuchad. 190
DON JUAN
Señora, ¡quién la escuchara
desa boca!
LEONARDA
No os turbéis,
pues que la boca no veis.
DON JUAN
Perdonad si me turbare,
que me ha dicho el corazón 195
que me venís a matar.
LEONARDA
¿Vós sois don Juan de Aguilar?
LIMÓN
Sí, reina, y yo soy Limón.
LEONARDA
¿Vós sois Limón?
LIMÓN
En azúcar,
para serviros.
INÉS
¡Qué sal!
200
LIMÓN
Críeme en el Arenal,
y soy atún de Sanlúcar.
INÉS
A fe que vós no os turbéis.
DON JUAN
¿Cómo, señora, no habláis?
LEONARDA
Porque también me turbáis 205
y efeto del sol hacéis.
Mucho me había contado
Inés de vuestra persona.
LIMÓN
Inés, ilustre amazona,
ninfa del Tajo dorado, 210
retírate aquí y descubre
la cenefa de tu faz;
déjalos hablar en paz.
DON JUAN
¿Por qué, señora, se encubre
ese sol con el nublado 215
de ese manto? Puede ser
que le pueda defender,
siendo cuerpo tan delgado,
pero del rayo tomáis
la condición que tenéis, 220
que lo fuerte deshacéis
y lo débil perdonáis.
Pues trayendo a ejecución
mi muerte lo delicado,
del manto no habéis tocado 225
y abrasaisme el corazón.
Con solo un sol me encendéis;
bien hacéis, bien presumís,
que si los dos descubrís
-fol. 160r-
ceniza me volveréis. 230
Pero aunque me mate os ruego
que le descubráis también
para que veáis más bien
lo que puede vuestro fuego.
Mirad en esta ocasión 235
con dos ojos que abrasáis
a Roma, porque seáis
en dos ventanas Nerón.
Y aunque es verdad que me anuncia
la gloria que me provoca, 240
vea yo también la boca
que la sentencia pronuncia.
Abridla, porque podría
dar sospecha a mi cuidado,
que si está un nácar cerrado, 245
¿quién sabrá si perlas cría?
LEONARDA
Don Juan, aunque os engañé
con escribiros que os vi,
nunca os vi; mentí, que aquí
os vi, puesto que os amé. 250
Que la fama y la pintura
de dos personas han hecho
un retrato que ha deshecho
la libertad3 más segura.
Formé de vós un conceto 255
notable, pero diré
que menos imaginé
de lo que muestra el efeto.
Después que os miro y os trato
mejor me habéis parecido, 260
como mal pintor he sido
que agravia con el retrato.
Es como no tener nada,
si cobrar deuda procura
el que tiene una escritura 265
y no la tiene firmada.
Aunque a verdad obligados
los papeles que envié,
desde que os vi y os hablé
quiero que queden firmados; 270
ya tenéis con qué cobrar,
ya tenéis con qué pedir.
DON JUAN
Pues que os queráis descubrir
solo os quiero suplicar.
LEONARDA
Eso no es posible agora 275
y os doy palabra que sea
presto.
DON JUAN
¿Quién habrá que crea
tan grande crueldad, señora?
¿Posible es que no me dé
vuestro amor algún consuelo? 280
Bien parece que sois cielo,
que os he de creer por fe.
Pero esta noche me han dado
licencia para salir,
¿podré a vuestra casa ir? 285
LEONARDA
Podréis, si vais disfrazado,
hablarme por una reja.
DON JUAN
¿Entrar no?
LEONARDA
No puede ser.
DON JUAN
La casa es fuerza saber.
LEONARDA

 ([Aparte.] 

¿Qué necio amor me aconseja?) 290
Junto a San Miguel el Alto,
la de mayores balcones,
porque quepan las razones
y con mejor sobresalto.
DON JUAN
Poned un lienzo.
LEONARDA
Sí haré.
295
DON JUAN
Oíd, que se me olvidaba,
aunque cuidadoso estaba.
LEONARDA
Y yo también me olvidé.
DON JUAN
¿Conocéis un don Fernando
de Saavedra?
LEONARDA
Yo no.
300
DON JUAN
¿Ni le oístes nombrar?
LEONARDA
¿Yo?
Estaréis imaginando
que soy muy libre.
DON JUAN
No creo
que sois libre, mas temía
que érades casada.
LEONARDA
El día
305
que cumpla Dios mi deseo.
Ahora sin dueño estoy,
miento que vós lo sois mío
y que lo seréis confío
-fol. 160v-
cuando vós sepáis quién soy. 310
Tomad aquesta cadena,
que era lo que me olvidaba.
DON JUAN
Añadís al alma esclava
la que por vós tiene en pena,
pero no hay necesidad, 315
volvelda, mi bien, y haced
a mi amor otra merced
que será mayor piedad.
LEONARDA
¿Cómo?
DON JUAN
Sacando del guante
la mano, besarla quiero. 320
LEONARDA
Aunque es estilo grosero,
mi recato no os espante,
con guante os la doy, señor.
DON JUAN
¿Con guante? Crüel estáis,
hasta la mano me dais 325
con manto. ¡Estraño rigor!
Mas bien es, aunque ventajas
de amor pueda merecerlas,
que quien es toda de perlas,
toda venga puesta en cajas. 330
Beso la mano diciendo,
salvo el guante.
LEONARDA
Estad seguro
que el alma que dar procuro
esté el manto descubriendo,
dando el rostro con razón 335
más mano que la que he dado.
INÉS
Sospecho que han acabado
la plática, seor Limón.
LIMÓN
Así me parece.
LEONARDA
Inés,
vamos de aquí.
INÉS
Adiós.
LIMÓN
Adiós.
340
 

(Vanse las dos.)

 
¿Qué habéis tratado los dos?
¿Es bella, es moza? ¿Quién es?
DON JUAN
¿Pues vila yo?
LIMÓN
¿Cómo no?
DON JUAN
No se quiso descubrir.
LIMÓN
¿Eso un hombre ha de decir? 345
A fe que si fuera yo...
DON JUAN
¿Tengo de ser descortés?
Hasta la mano me ha dado
con guante.
LIMÓN
No me he engañado;
todo lo que digo es. 350
¿La mano con escarpín?
¡Sarna tiene, vive Dios!
En fin, ¿qué tratáis los dos?
DON JUAN
En fin, un amor sin fin.
Esta noche a verla voy. 355
LIMÓN
¿Dijo la casa?
DON JUAN
Sí dijo.
LIMÓN
Pues bailo de regocijo.
¡Oh, qué inesada me doy!
DON JUAN
Inés nada podrá hacer,
que no podemos entrar. 360
LIMÓN
Pues yo sabré negociar
si la casa acierto a ver.
DON JUAN
Es a San Miguel el Alto,
y por señas dos balcones.
LIMÓN
Pues si tan alto te pones, 365
guárdate de dar un salto.
DON JUAN
¿Dónde había de vivir
un ángel, sino en el cielo?
LIMÓN
Que no bajemos recelo
donde pensamos subir. 370
DON JUAN
Temor en quien ama es vicio.
LIMÓN
Yo sé que no temo en vano,
que un ladrillo toledano
es espantoso edificio.
 

(Vanse. Salen LISENA, dama, y DON FERNANDO.)

 
LISENA
¿No he de perder la paciencia? 375
DON FERNANDO
¿De qué la habéis de perder?
LISENA
De ver que os oséis poner,
don Fernando, en mi presencia.
DON FERNANDO
Para haceros resistencia
otro mejor que yo fuera. 380
  -fol. 161r-  
LISENA
¿Pues quién, si no vós, pudiera
verme en tanto desconcierto,
ni que habiendo el alma muerto
matar al alma quisiera?
En mí don Pedro vivía; 385
habeisle dado la muerte
y por dármela más fuerte
tenéis de verme osadía.
Mas no ser vida la mía
fue justa imaginación 390
y si en aquesta ocasión
por muerta me visitáis,
tenéis razón, pues honráis
a los que difuntos son.
Pasastes de una estocada 395
dos cuerpos, dos almas, dos
vidas y pluguiera a Dios
que os detuviera la espada,
la que estaba más culpada,
pues tengo justos recelos 400
que todos mis desconsuelos
nacieron deste rigor,
pues por teneros amor
le mataron vuestros celos.
DON FERNANDO
Lisena del alma mía, 405
no maté yo vuestro bien,
a mí sí vuestro desdén
y yo me maté aquel día.
Por eso tanta osadía
os dio pensamiento igual 410
y con desengaño tal
que lo estoy tengo por cierto,
que a quien no estuviera muerto
nadie le hablara tan mal.
Preso está quien le mató. 415
¿Pero quién ha de creer
que ya muerto puede ser
quien vive donde murió?
En fin, el muerto fui yo,
esto es cosa conocida 420
y que vós sois mi homicida
os puede dar vanagloria,
que quien lo está en la memoria,
más muerto está que en la vida.
Él murió para vivir 425
adonde vós le tenéis,
y yo, pues me aborrecéis,
viviré para morir.
Envidia puedo decir
que al muerto tener procuro, 430
pues que a morir me aventuro,
y es bien que la tenga un muerto,
quien tiene el bien tan incierto
y tiene el mal tan seguro.
¿De cuál desdicha se escribe, 435
ni estado de amor se vio,
que a un hombre que ya murió
envidia tenga quien vive?
Plegue al cielo que me prive
de vida en que os ofendéis, 440
que no es justo que os quejéis,
ya que aborrecido fui,
que esté tan dentro de mí
lo que vós aborrecéis.
LISENA
Fernando, tarde negáis 445
la muerte de un caballero
que después de muerto quiero,
mas, porque vós no viváis,
si es que de mí no os fiáis,
creed que saben mujeres 450
guardar secreto.
DON FERNANDO
Tú eres
mujer y es bien que repares
que no callan sus pesares,
aunque encubren sus placeres.
LISENA
Si la lengua en el tormento 455
una mujer se cortó,
bastante ejemplo dejó
de su silencio argumento.
DON FERNANDO
Don Pedro dio fundamento
con la suya no muy buena, 460
-fol. 161v-
antes satírica y llena
de agravios; al noble impropia,
pues siempre la muerte propia
paga la deshonra ajena.
De mujeres y casados 465
habló mal en general.
LISENA
Ya está en uso el hablar mal
y siempre los más culpados.
DON FERNANDO
Son pocos los castigados
y muchos los maldicientes. 470
LISENA
Por más, Fernando, que intentes
dar disculpa a mis enojos,
no volverás a mis ojos,
que ya se volvieron fuentes.
 

 (Vase.) 

DON FERNANDO
Hoy el airado mar blancas arenas 475
escupe a los diamantes celestiales
y mañana a la tierra en sus umbrales
conduce naves y derriba entenas.
Las canas fieras, que hoy de nieve apenas
de las desnudas peñas dan señales, 480
mañana de jacintos orientales
bordan las capas de esmeraldas llenas.
Esto, Lisena, tu rigor resiste,
pues todo está sujeto a la mudanza
cuando en su mano ser frágil consiste. 485
Que lo que es hoy mortal desconfianza
y en desesperación el pecho viste,
puede vestir mañana de esperanza.
 

 (Vase.) 

 

(Salen DON LUIS, DON JUAN, LIMÓN, y DIONÍS, todos de noche galanes y con espadas y broqueles.)

 
DON LUIS
Parece que no halláis gusto,
don Juan, entre tantas damas. 490
DON JUAN
Quien tiene en prisión el cuerpo,
¿cómo tendrá libre el alma?
DON LUIS
No hay acá las diferencias
que allá en la Corte se hallan,
aunque Toledo lo es 495
de las ciudades de España.
LIMÓN
¡Bendiga Dios a Madrid!
Todo se halla y se gasta,
tanta trucha y bacallaos
como perdices y ranas; 500
hay godeñas para ilustres,
para los de en medio marcas,
y un compuesto de las dos
para los de media talla.
Parece en esto Madrid 505
las hosterías de Italia,
que come puesto a la mesa
lo mejor quien mejor paga.
Viene un español después,
roto de bolsa y de bragas, 510
pónenle un ave a comer,
desta manera trazada
de los pedazos de otra,
-fol. 162r-
que en la primera se alzan,
forman un ave no vista 515
en las Indias ni en la Mancha.
Una pechuga es de tordo,
otra pechuga de urraca,
una pata es de perdiz,
de palomino otra pata, 520
esto con hilo de pita
tan sutilmente lo hilvanan
que pasan plaza de venas
los hilos cuando los mascan.
Esto cubren lindamente 525
con dulce y picante salsa:
viene a su tierra el soldado
y a Italia de bella alaba,
que dan de comer a pasto
por tres reales mesa franca. 530
Hay cosa que imite más
del buen Madrid a las damas,
compuestas de más misturas
que un órgano y disfrazadas
con la salla del vestido; 535
mejor la llamaras falsa.
Cuitado del que manduca
hilos y aun hilas y masca
entre el ámbar y la seda,
solimán, azogue y zarza. 540
DON LUIS
Limón, en hacer discursos
nadie en el mundo te iguala.
Con esto se caen tan presto
los cabellos y las barbas.
DON JUAN
No hagas cuenta dél, que es loco. 545
DON LUIS
Ahora bien, nada os agrada;
yo os quiero llevar a ver
una bellísima dama.
LIMÓN
Ver, dice; a oír muy bien, dice.
¿Pero, bastará si habla 550
para que vuelvas contento?
DON LUIS
Guía, Dionís, al Alcázar
hacia San Miguel el Alto.
DON JUAN
Rogaros, don Luis, pensaba
que fuésemos hacia allá, 555
que cierta dama me manda,
que pues de la cárcel salgo,
esta noche a verla vaya.
DIONÍS
Por aquí saldremos bien
a Zocodover.
LIMÓN
¡Qué plaza
560
la de Madrid!
DON JUAN
¡Calla, loco!
LIMÓN
¿Por qué viene a ser honrada
una ciudad?
DON LUIS
Por la gente
ilustre que la acompaña.
LIMÓN
Ninguna iguala a Madrid, 565
pues salen cada mañana
a su plaza mil hidalgos.
DON JUAN
¿Pues a quién hidalgos llamas?
LIMÓN
A dos mil esportilleros
hidalgos de la montaña 570
que pueden dar sangre y vino
a cien ciudades de España.
DON LUIS
Por la variedad, hermosa
naturaleza se llama.
LIMÓN
Por la novedad también, 575
que Madrid es nueva y varia.
Es gente tan novelera
que suele alquilar ventanas
solamente para ver
cómo se quema una casa. 580
DON LUIS
¿Estuviste mucho en él?
LIMÓN
Poco, pero no me holgara
más si hubiera peregrino
visto cuanto pinta el mapa.
Tanto, señor, tanto grande 585
honra del mundo, que bastan,
pesia a tal, a hacer mil hombres
por las letras y las armas.
Tanta dama, tanto coche
donde eternamente andan 590
coche acá, coche acullá,
maldiciéndolos quien pasa.
A cual el cuello jaspean,
-fol. 162v-
a cual un ojo le tapan
con lodos de perejil, 595
que fueron carnero y vaca.
Tanto letrado en los patios,
tanto pleitista en las salas,
tantas plumas en provincia
cercadas de tantas varas. 600
Pierdo de contento el seso.
DON JUAN
Y de caro no le alabas.
LIMÓN
¿Es porque no hay hosterías
que cosan como en Italia?
¿Hay cosa como un bodego, 605
albondiguilla, tajada,
estofado y picadillo,
casi entera la sustancia?
Común reparo a la vida,
remedio de toda falta, 610
si bien entre tantas sobras
vi una falta de importancia.
Detrás de la puerta en uno
vi un día una piedra parda
y pensando que sería 615
de recebir vino y agua,
oyó el ruido y me dijo
una gallega en voz alta:
«¿No ve que se muele ahí
el perejil y mostaza?» 620
Hágome Adán sin higuera
y digo: «Vuestra es la falta,
pues rétulos no ponéis
a las cosas desta casa.»
DON LUIS
Llegado habemos, don Juan, 625
esta es la casa, aquí aguarda.
DON JUAN
¿La de estos balcones?
DON LUIS
Sí.
DON JUAN
Yo llego, ¡estraña desgracia!
LIMÓN
¿Cómo, señor?
DON JUAN
Esta es
la casa que aquella dama 630
me dijo, y tiene la seña
en las primeras ventanas.
LIMÓN
Linda burla
DON JUAN
Para mí,
¡por Dios!, que ha sido pesada.
LIMÓN
No importa, que su dinero 635
le cuesta.
DON JUAN
Cuéstame el alma.
LIMÓN
¿Quién será aquesta mujer?
DON JUAN
Pues don Luis la sirve y habla,
por lo menos será hermosa.
LIMÓN
Mejor es si no te casan. 640
 

(Sale LEONARDA, en una ventana en lo bajo.)

 
DON JUAN
¡Ha de la reja!
LEONARDA
¿Sois vós?
DON LUIS
Yo soy.
LEONARDA
Mi bien, ¿quién pensara
tanta dicha?
DON LUIS
Antes es mía.
LEONARDA
¿Cómo estáis?
DON LUIS
Como quien halla
la vida en vuestro favor. 645
DON JUAN
¿Que don Luis, Limón, me traiga
por la dama a quien yo sirvo
a guardalle las espaldas?
LIMÓN
Mira que puede ser otra.
DON JUAN
¿Cómo, si las señas claras 650
están diciendo que es ella?
LIMÓN
Consuélome en tu desgracia
lo que he visto hablar un día
por una ventana baja;
que esto de alzar la cabeza 655
y topar damas con barbas
es desatinado agüero.
DON JUAN
¿Qué haré para que se vaya
y pueda quedarme yo?
LIMÓN
Daré voces que me matan 660
y echaré a correr.
DON JUAN
Bien dices.
 

 (Da voces.) 

LIMÓN
¡Que me matan!, ¡Fuera, aguarda!
DON LUIS
¿Qué es esto?
DON JUAN
Alguna pendencia.
DON LUIS
Voy a ver lo que es.
 

 (Vase DON LUIS.) 

  -fol. 163r-  
DON JUAN
Repara,
ingrata, un poco en las rejas, 665
don Juan de Aguilar te habla.
LEONARDA
¿No era don Juan aquel hombre
que me hablaba?
DON JUAN
El que te hablaba
era don Luis de Ribera.
LEONARDA
¡Ay, mi señor!, que engañada 670
le hable por ti.
DON JUAN
¿Cierto?
LEONARDA
Cierto.
DON JUAN
Vuelto me has al pecho el alma
¿Sírvete don Luis?
LEONARDA
No sé
si me sirve o si me cansa.
DON JUAN
No le trates mal, mi bien, 675
que es puerto de mi esperanza.
¿Mas cuándo tengo de verte?
LEONARDA
Yo pienso verte mañana.
DON JUAN
¿Que ame sin saber a quién?
Triste voy.
LEONARDA
¡Ya vuelven, calla!
680
 

(Salen DON LUIS, LIMÓN y DIONÍS.)

 
DON JUAN
Pues, ¿cómo fue?
DON LUIS
¡Yo qué sé!
Yo vi que estas voces daba
y acudí a ver lo que era.
DIONÍS
Sería en alguna casa.
DON LUIS
¿Qué hay, don Juan?
DON JUAN
Desde la reja
685
me preguntó aquella dama
que dónde fuistes; yo dije.
DIONÍS
Gente por la calle pasa.
 

(Sale DON FERNANDO de noche.)

 
DON FERNANDO
¿Qué es esto? ¿A las propias puertas
de mi casa tantas armas? 690
¿Tanta rebozada gente?
¿Si para matarme aguardan...?
¿Si son deudos de don Pedro...?
DON LUIS
¿Quién va?
DON FERNANDO
Quien viene a su casa.
DON LUIS
Pase adelante.
DON FERNANDO
No puedo
695
sin saber a qué se paran
a estas rejas.
DON LUIS
Ya conozco;
don Juan.
DON JUAN
¿Qué es lo que mandas?
DON LUIS
Vámonos de aquí.
DON JUAN
¿Por qué?
DON LUIS
Porque es deste hidalgo hermana 700
la dama destos balcones.
DON JUAN
Justo respeto.
DON LUIS
Esto basta.
 

 (Vase.) 

DON JUAN
Limón, todo va perdido.
LIMÓN
¿Pues qué, dice nuestra daifa?
DON JUAN
¿Qué, que la sirve don Luis? 705
LIMÓN
¿Qué importa si no te trata
materia de casamiento?
¿Mas no le has visto la cara?
DON JUAN
No, porque con artificios
no había luces en la sala. 710
LIMÓN
¿Y la quieres?
DON JUAN
Y la quiero.
LIMÓN
¡Necedad!
DON JUAN
Díselo al alma.
 

(Vanse los dos.)

 
DON FERNANDO
Si no me engaño, con don Luis venía
don Juan, cuya amistad le habrá traído
a ver las damas o la hermana mía 715
de que por dicha yo la culpa he sido.
Mas toda es loca y vana fantasía,
que los celos parecen al rüido
que forma el agua en los arroyos llenos,
-fol. 163v-
que adonde suena más, corre con menos. 720
Apenas entro y al encuentro sale,
cuando sale también la blanca aurora.
Aquí disculpa, con mi honor no vale.
 

(Sale LEONARDA.)

 
Leonarda, ¿tú por acostar ahora?
LEONARDA
Como no puede haber amor que iguale 725
al que te tiene el alma de hora en hora,
mirándole por esta celosía,
piadoso el cielo ha despertado el día.
¿Adónde vas tan solo, cuando tienen
los deudos de don Pedro tal sospecha? 730
¿O qué defensa, si a matarte vienen,
para tantas espadas aprovecha?
No son galanes, no, que se entretienen
los que el alba de aquí con rayos echa.
Traidores son, Fernando: por ti mira, 735
descuidos mueven la fortuna e ira.
DON FERNANDO
Que vivas cuidadosa, a mi amor debes
y pues es necedad callar contigo,
en mis celos pretendo que lo pruebes.
LEONARDA
¿De quién los tienes?
DON FERNANDO
De don Juan, mi amigo.
740
LEONARDA
¿Pues hele visto yo, cuando me lleves
por sospechas al bárbaro castigo
que suelen dar los celos?
DON FERNANDO
No he querido
antes de ahora despertar tu olvido.
Bien sé que no le has visto, si quien ama 745
no puede amar sin ver ni dar despojos,
por los oídos mira amor; la fama
por ellos da deleite o causa enojos.
El deseo de ver, amor se llama.
Más miran los oídos que los ojos. 750
Quien sin mirar, interiormente mira,
ya tiene amor, pues por mirar suspira.
Preguntome don Juan si yo sabía
el dueño de un retrato, y era tuyo.
¿Qué quieres que presuma?
LEONARDA
Que podría
755
desear como mozo saber cúyo.
Con otras joyas le envié aquel día,
por no tener dineros.
DON FERNANDO
Bien arguyo
-fol. 164r-
de tu piedad que sin malicia fuese,
y que un retrato algún valor tuviese. 760
LEONARDA
¿Pues no tiene valor un cerco de oro?
DON FERNANDO
Quien pone cerco, conquistar querría.
LEONARDA
Yo sé lo que conviene a mi decoro.
Cercar con oro es poca valentía.
DON FERNANDO
El sol tras de las Indias su tesoro; 765
en quicios de cristal, el alba al día
abrió la puerta. Vamos y perdona.
LEONARDA
Quien tiene celos ama.
DON FERNANDO
Amor me abona4.
 

(Vanse. Salen DON JUAN y LIMÓN.)

 
DON JUAN
Apenas, la blanca dama,
en el ajedrez del cielo, 770
la pieza negra que el velo
sobre la tierra derrama,
cautivo con tal destreza
y las estrellas ganó,
cuando el papel escribió 775
nuestra encubierta belleza.
LIMÓN
Habiéndote visto ya,
bien sé que te ha de querer,
pero querer tú sin ver,
mil pesadumbres me da. 780
Yo no entiendo si es el cielo,
señor, ajedrez de estrellas,
ni si va la noche entre ellas
en su coche ni en su velo,
porque no me persüado 785
que los días ni las noches
permitan los cielos coches
en su silencio sagrado.
Ni sé si es la blanca dama
el alba que al mundo alegra, 790
la noche la pieza negra
a quien cautiva y desama.
Pero apenas por el suelo,
con la voz comun canario,
pregonaba letüario 795
un redomado mozuelo.
Y apenas en estas eras
cantaron los negros grillos,
y orinales y jarrillos
salieron por sus troneras, 800
cuando vi la bella Inés,
que por la reja sacaba
tanta mano en que me daba
ese papel.
DON JUAN
¿Tú no ves
que no duerme bien quien ama? 805
LIMÓN
¿Y tú a quién amas?
DON JUAN
No sé.
Y amor es Dios, bien se ve.
LIMÓN
Suele quererse por fama;
pero tú, ni aun esta tienes.
DON JUAN
Quiero ir agradecido, 810
pero mayor mal ha sido,
si a considerarlo vienes,
el ser de don Luis la dama.
LIMÓN
Pregúntale a él quién es.
DON JUAN
¿Y cómo podré después 815
de saber cómo se llama
disculparme con don Luis
de querer a quien él quiere
si su historia me refiere?
LIMÓN
Ya que en un pecho vivís 820
por tan estrecha amistad,
-fol. 164v-
fuera grande ingratitud
quitarle de su quietud.
 

(Salen el ALCAIDE, LEONARDA y INÉS.)

 
ALCAIDE
Solo está don Juan, entrad.
LEONARDA
Dadnos lugar y perdón. 825
ALCAIDE
Vós os habéis empleado
con el galán más honrado
que ha entrado en esta prisión.
 

 (Vase.) 

DON JUAN
¿Qué es esto?
LIMÓN
El duende de Inés.
DON JUAN
Señora mía, ¿sois vós? 830
LEONARDA
No hablar anoche los dos,
de veros la causa es.
DON JUAN
¡Descubríos, por mi vida!
LEONARDA
Por vuestra vida lo haré.
LIMÓN
¡San Blas!
 

 (Deténgale el manto.) 

DON JUAN
Tened, porque esté
835
toda el alma apercebida,
y esmalte la blanca aurora
los balcones orientales.
La tierra en puros cristales
vuelva el aljófar que llora. 840
Canten las aves que mudas
tuvo la noche en su frente
y a los indios de occidente
huya con plantas desnudas.
Apercíbanse los prados 845
a producir nuevas flores;
los soñolientos pastores
saquen sus blancos ganados.
Rompan su rojo arrebol
las nubes del azul velo, 850
alégrense tierra y cielo.
¡Albricias, que sale el sol!
 

 (Descúbrala él mismo.) 

LEONARDA
Bien sé que os habréis burlado,
mal os habré parecido,
lo que se espera no ha sido 855
lo mismo que imaginado.
Ya sé que os queréis llamar
a engaño porque el amor
como es niño por menor
puede este pleito ganar, 860
paréceme que tenéis
desengaño y cortesía.
DON JUAN
Tengo el amor que tenía,
que es el mismo que sabéis
y luego el que fue forzoso 865
de veros, cuya hermosura
os hizo a vós tan segura
y a mí me hizo tan dichoso.
Con tan alta presunción
os levantastis al cielo 870
que se ha quedado en el suelo
mi propia imaginación.
No imaginé estrellas yo,
no sol, no rosas tan bellas,
y aquí hay sol, rosas y estrellas, 875
pero al fin me sucedió
como el mal pintor que copia
de perfeto original,
fui ignorante, copié mal,
vós sois la pintura propia. 880
LIMÓN
Acabada esa oración,
¿podrá Limón ver tantito?
LEONARDA
¿Parecérete muy mal,
para las cosas que has visto
en aquella gran ciudad? 885
LIMÓN
Perdón por el suelo os pido
-fol. 165r-
de cometer contra vós,
señora, el mayor delito.
LEONARDA
¿Contra mí?
LIMÓN
Sí, que pensé
que érades vieja; que ha sido 890
en el duelo de mujeres
una infamia de las cinco.
La primer palabra es boba,
que una boba, por Dios vivo,
que trae cuando ángel sea 895
un diablo por sobreescrito.
La segunda es sucia, cosa
que cuando yo la imagino,
lavo mi imaginación
y la jabono en el río. 900
La tercera, interesable;
la cuarta no se la digo,
porque si la quinta es vieja,
es de los tiempos castigo.
LEONARDA
En fin, Limón, ¿presumiste 905
que engañar a don Juan quiso
mi amor con algún enredo?
LIMÓN
Tu edad son lindos hechizos.
Dice allá en sus rimas Lope,
soneto sesenta y cinco, 910
por una medrosa dama
que consultaba adivinos,
que si amaneciese el alba
con los dos labios teñidos
en púrpura y las mejillas 915
en rosa o claveles finos,
que estuviese muy segura
de ser amada.
DON JUAN
Yo he visto
todo el mundo en ese rostro.
LIMÓN
Así dijo Velasquillo 920
y estaba por preguntarte
por un rocín que he perdido.
LEONARDA
Cual soy, don Juan, ya soy vuestra.
LIMÓN
¡Qué lindo serafinito!
Ven acá, Inés, ¿no anduvieras 925
cubierta tú de un soplillo
para hacerme desear
ese ilustre frontispicio?
Bien haya quien hizo sayas.
Yo me entiendo.
INÉS
Yo no he sido
930
dama, Limón, que ya sabes
que como tú sirves sirvo.
LIMÓN
¿Tienes dineros?
INÉS
Ni un cuarto.
LIMÓN
¿Pues en qué he de hablar contigo,
mientras que juegan facciones 935
aquellos dos cupidillos?
INÉS
En casamiento.
LIMÓN
¿Yo miento?
INÉS
En que te cases conmigo.
LIMÓN
No, no, que tomé liciones
de un cierto vecino mío, 940
que le daba a su mujer
por cualquier enojo niño
con un borceguí.
INÉS
¡Melindre!
LIMÓN
No mucho, a lo que imagino,
que tenía un canto dentro. 945
INÉS
¡Guarda!
LIMÓN
Por eso lo digo.
 

(Salen DON LUIS, el ALCAIDE, un ESCRIBANO y DIONÍS.)

 
LEONARDA
¿Quién entra?
DON JUAN
¡Cúbrete presto!
LIMÓN
Don Luis.
INÉS
Mas, ¿a qué vino?
DON LUIS
¡Albricias!, señor don Juan.
DON JUAN
Aunque preso, estoy corrido 950
de no tener más que amor.
DON LUIS
Bien os lo merece el mío.
¿Damas?
DON JUAN
Sí, señor.
DON LUIS
A ver.
DON JUAN
Deteneos os suplico,
que es gente de casamiento. 955
LIMÓN
Eso se entiende contigo,
pero haciacá no con miquis.
  -fol. 165v-  
DON LUIS
Buenos ojos.
DON JUAN
No he podido
hasta agora merecerlos.
LIMÓN
¿Y los de Inés no son lindos? 960
DON LUIS
Ya, señora, que aquí os veo,
a vós las albricias pido
de que esté libre don Juan.

 (Alargue la mano y dele una sortija sin hablar.) 

¿Qué me dais? Bueno, un anillo
con un diamante, y callando, 965
pues yo le tomo ofendido
de que calláis por venganza.
 

(Vanse las dos.)

 
DON JUAN
Basta, que por vós se han ido,
debeislas de conocer.
DON LUIS
Agravio me han hecho.
DON JUAN
El mío
970
no puede llamarse agravio,
porque el mayor enemigo
que tengo me saque el alma,
si hasta agora las he visto,
ni sé el nombre.
DON LUIS
Así lo creo.
975
Venid a comer conmigo,
pues ya tenéis libertad.
DON JUAN
¡Antes, señor, la he perdido,
pues vengo a ser vuestro esclavo!
DON LUIS
Yo soy, don Juan, vuestro amigo, 980
dalde vós el mandamiento
al alcaide.
ESCRIBANO
No he querido
darle sin el parabién.
DON JUAN
Con esto puedo serviros,

 (Dale un bolsillo.) 

y esta cadena al alcaide. 985
ALCAIDE
Aunque preso os he servido,
yo lo soy vuestro desde hoy.
LIMÓN
El oro hace fuertes grillos.
DON JUAN
¿Qué te parece, Limón,
puedo amar después que he visto? 990
LIMÓN
Agora sí, que sin verla
fue notable desatino.

Anterior Indice Siguiente