Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Anterior Indice Siguiente



  -fol. 32r-  

ArribaAbajoJornada II

 

Sale la DUQUESA.

 
DUQUESA
Amor, este hombre ha venido
para ruina total
de mi quietud natural,
de la paz de mi sentido.
Yo he perdido 5
cuantos propósitos buenos
gozaba en tiempos serenos,
el sosiego de mi dicha,
que desdicha.
Por ser más, venir a menos, 10
no pensaba yo emplearos
descuidada libertad
en ajena voluntad,
que mal supisteis lograros,
por gozaros. 15
Si en la enfadosa pensión
del tálamo, confusión
de tanta quietud perdida,
libre vida
descansaba mi opinión; 20
tercero del Mariscal
es este Español crüel,
hechizome en un papel
de su discreción caudal.
Sangre real 25
le ilustra, en Castilla adora,
aquí escribe, y enamora,
y que se yo
si en nombre ajeno terció
lo que en nombre suyo ahora. 30
Celos en Castilla ausentes,
y celos padezco aquí,
estos son los que temí,
que en fin son celos presentes;
si imprudentes 35
me atormentan, ¿qué he de hacer?
Vitoria, en el padecer,
¿qué paciencia ha de bastar
para callar,
celosa, ausente, y mujer? 40
 

(Sale ROMERO.)

 
ROMERO
Buenas albricias me mandó,
si de quien sospecho son.
DUQUESA
Hola.
ROMERO
Toda estrema unción
anda en palacio oleando.
DUQUESA
¿Qué buscáis?
ROMERO
¿No me conoce
45
v. Excelencia?
DUQUESA
Ansí, no había
reparado en vos.
ROMERO
¿Podía
acordarse, así se goce
del soldado que le dijo
las gracias del Mariscal? 50
DUQUESA
¿Sois muy secreto?
ROMERO
Y que tal,
siempre que lo soy me aflijo.
DUQUESA
¿Dónde está vuestro señor?
ROMERO
Eso es lo que yo quisiera
saber, para que me diera 55
albricias, si las da amor.
DUQUESA
Albricias, ¿de qué?
ROMERO
Este pliego
nuevo caballo de Troya,
promete vestido o joya.
DUQUESA
¿Es de Castilla?
ROMERO
Si llego
60
a pesarle, es de su dama.
DUQUESA
¿Cómo? Aunque el porte es prototo,1
-fol. 32v-
pesa poco, y de mi voto
no pesa amor, porque él ama.
DUQUESA
Filósofo.
ROMERO
Aunque ratero,
65
como Romero me llamo
tengo, según dice mi amo,
las virtudes del romero.
Y debe entre ellas entrar
esta también.
DUQUESA
¿Pues se escriben
70
los dos?
ROMERO
Como ausentes viven,
sus almas suelen andar
de ceca en meca, corriendo
la posta; al ir y venir
debió mi amo de escribir 75
luego que llegó, y cogiendo
la carta, de buen talante
a la dama le responde.
DUQUESA
Si en los dos se corresponde
amor, y pasa adelante 80
sin entibiarle la ausencia,
y justas quejas ha dado,
¿vuestro dueño de olvidado?
ROMERO
Luego ha dicho a v. Excelencia
su historia.
DUQUESA
Me la contó
85
a pausas, como sangría.
ROMERO
Bueno por Dios, y quería
que por tragármela yo
reventase de opilado.
DUQUESA
No os deis vos por entendido 90
de que por él lo he sabido.
ROMERO
No haré, aunque estoy enojado.
DUQUESA
El porte os quiero pagar
deste pliego.
ROMERO
¿Para qué?
DUQUESA
Si es tan discreta veré, 95
que se merezca igualar
Esa carta a las que escribe
por Carlos vuestro señor.
ROMERO
Oh, bonita es Leonor,
mejor vuelve que recibe. 100
Más habla que un papagayo,
túvola una tía vieja
en las huelgas a una reja
un año, de mayo a mayo,
y salió brava picuda. 105
DUQUESA
Eso quiero yo saber,
pero habeisme de tener
secreto.
ROMERO
¿Yo?
DUQUESA
Vos.
ROMERO
Sin duda,
venga acá, pues no he podido
sufrir medio mes cabal 110
defetos del Mariscal,
discreto sostitüido,
ni las cartas que a mi dueño
desde Burgos le envió,
quien aquí le desterró, 115
no sé callar cuando sueño,
pues cuento cuanto me pasa
con las damas cada día,
tanto, que nadie se fía
de mí en toda vuestra casa. 120
¿Y quiere hacer v. Excelencia
en mí ese milagro ahora?
DUQUESA
Yo he de hacerle.
ROMERO
Si es dotora,
y hay para aquesta dolencia
cura, recete.
DUQUESA
Sí haré,
125
yo os libro en mi tesorero
cada día.
ROMERO
Si es dinero,
divino récipe fue.
DUQUESA
Un doblón, con condición,
que el día que no calléis 130
los mismos palos llevéis,
-fol. 33r-
que blancas tiene un doblón.
ROMERO
Puto Miguel, cuántas blancas
tiene un doblón, sumaré,
esperé, y la cuenta haré, 135
las manos le queden mancas
al crüel ejecutor,
un doblón, veinte y seis reales,
cuatro veces seis cabales,
ochocientos, linda flor 140
de carrasco, y más ochenta
y cuatro maravedís.
DUQUESA
Si otros tantos añadís,
serán.
ROMERO
Sacada la cuenta,
mil setecientos, y más 145
ocho, ¿hay tal paga de blancas?
Fuego de Dios, y que francas
dádivas, señora, das.
Por un secreto parido,
mil, y tras ellos ochenta 150
y ocho palos, mala cuenta,
abernuncio del partido.
Desdoblone v. Excelencia.
DUQUESA
Esto ha de cumplirse ansí,
acabemos.
ROMERO
Ay de mí;
155
yo quedaré en quinta esencia,
de Romero, a la ocasión
primera, crueldad civil,
ochenta palos tras mil.
DUQUESA
Acudid por el doblón 160
desde luego, y para el porte
este bolsillo tomad.
ROMERO
Si he de callar, recetad
una gaita, que reporte
el mal que ya me provoca 165
esta negra opilación,
saldrá siquiera a traición,
pues no puede por la boca.
DUQUESA
Andad, que con tal receta
no os hará el secreto daño. 170
ROMERO
¿A mí mil palos? Mal año,
que los lleve una carreta.

 (Vase.) 

DUQUESA
Basta que empieza en azares
el juego de nuestro amor,
si es infernal su rigor, 175
¿qué serán celos a pares?
Los unos trae el correo,
los otros caseros son,
estremada provisión
para venir de acarreo. 180
Veamos el desengaño
que adivinan mis temores,
a celos registradores,
siempre buscáis vuestro daño.
¡Un retrato viene dentro, 185
bello rostro de mujer!
Quien duda que he de perder,
si es azar, aqueste encuentro.
Digno empleo de Español,
logro hermoso de los cielos, 190
pero mírola con celos,
aventajarela al Sol.
Leamos alma sin miedo,
que pues en mi poder se halla,
en estatua he de quemalla, 195
ya que en persona no puedo.

 (Lee.) 

Amor, agravio y ausencia conjurados contra mi sosiego, fueron tan solícitos, que se informaron del camino que hicistes, desde la noche, que en agravio de la amistad de don Vela, a él lo heristeis, y a mí me desacreditastes, murió inocente. El Rey os busca airado, promete aplacalle la Reina su madre vuestra prima. Ese retrato lleva trasladado el rostro, y la seguridad de vuestra sospecha; tratalde bien,   -fol. 33v-   que es huésped, y respondedme, aunque sean injurias, que a la molesta privación de vuestras cartas, es único remedio de ausencias penosas, el cielo os desengañe. Dios os guarde, &c.

Doña Leonor de Castro.

Celos, ya estáis declarados,
en vano son resistencias
donde sobran competencias,
y multiplican cuidados. 200
Propósitos mal logrados,
si os engaña
un nieto del Rey de España,
¿qué os lastima?
A su Reina llama prima, 205
contra celos,
coronas, amor, desvelos,
¿qué valor será de estima?
Remedia con su retrato
ausencias doña Leonor, 210
muerto su competidor
no será don Pedro ingrato.
Si la industria y el recato
no procura
a dejar de su hermosura 215
valedores.
Con tales despertadores,
¿de qué sueño,
no resucitan el dueño
de su gusto, y mis temores? 220
Si despierta, ¿quién podrá
contra memoria celosa
de española tan hermosa
oponerse? Claro está,
que es locura, si se va, 225
su mudanza
dará muerte a mi esperanza;
resistirse,
si se queda, es prevenirse
a tormentos; 230
¿qué haremos pues, pensamientos
entre el quedar y el partirse?
 

(Sale DON PEDRO DE CASTILLA.)

 
DON PEDRO
Sofísticos pensamientos
imposibles pretendéis,
mejor será que troquéis 235
desdichas por escarmientos.
No permitáis lo que ignora
la desdicha que me humilla.
DUQUESA
¿Es don Pedro de Castilla?
¿dónde tan triste?
DON PEDRO
¡Oh señora!
240
Esta memoria tirana
me causa penas crüeles.
DUQUESA
¿Proseguiréis los papeles
de Carlos para mi hermana?
DON PEDRO
Como gusta de admitirlos, 245
y por ellos medra Carlos,
gusto yo también de darlos.
DUQUESA
¿Y no diréis de escribirlos?
DON PEDRO
Si v. Excelencia da en eso,
puesto que es en mi favor, 250
descréditos de su amor
padecerá quien confieso,
que se desvela por dar
muestras, que en su pluma alega
lo que la lengua le niega. 255
DUQUESA
En esto del desvelar
estaréis muy diestro vos.
DON PEDRO
De ordinario un desdichado
anda triste, y desvelado,
que es verdugo amor, si es Dios. 260
DUQUESA
Y a doña Leonor de Castro,
puesto que hermosa, tan bella,
que comparado con ella
es el ébano alabastro.
DON PEDRO
Vive Dios señora mía, 265
que a poderse sospechar
cosas de vos, que a dudar
-fol. 34r-
obligan mi fantasía.
Que jurara que tenéis.
DUQUESA
Familiar queréis decir. 270
DON PEDRO
No me atrevo a presumir
tanto, mas como sabéis
cosas de mí tan ocultas,
y tan distantes de aquí.
DUQUESA
Qué sabéis vos si aprendí 275
a hacer mágicas consultas.
DON PEDRO
Vos de mí tan cuidadosa,
¿que aun el nombre hayáis sabido
de mi dama?
DUQUESA
Y he tenido
noticia de cuan hermosa 280
y discreta es la Leonor,
a cuya alabanza asisto,
y aun si os digo que la he visto
no mentiré.
DON PEDRO
¿Vos?
DUQUESA
Su amor
no es tan firme como el vuestro. 285
DON PEDRO
Es luna, y ya amor es mar.
DUQUESA
Direislo por el lunar
que tiene en el lado diestro
de la cara.
DON PEDRO
Es hechicera,
cielos, ¿aquésta mujer? 290
DUQUESA
Lunar es, que puede ser
estrella en la otava esfera.
¿No lo sentís vos ansí?
DON PEDRO
Señora, lo que yo siento
son prodigios de un portento 295
que me ha de sacar de mí.
DUQUESA
Cabos negros, aguileña,
un poco grande de boca,
dientes de cristal de roca,
la frente algo más pequeña 300
que pide la proporción
de la cara, bien pobladas
las manos, aunque alentadas
del misterioso jabón.
Y discreta sobre todo, 305
que es alma de la hermosura.
DON PEDRO
Si verme loco procura
v. Excelencia, dese modo
podrá, si no se declara,
salir con su pretensión. 310
DUQUESA
A su comunicación
yo, don Pedro, os ayudara.
Porque somos muy amigas,
aunque a Amalfi la trujera,
y mi estado repartiera 315
entre los dos; mas fatigas
imposibles de remedio,
¿quién las ha de socorrer?
Doña Leonor es mujer
de don Vela, ved ¿qué medio 320
en esto se puede dar?
Herido quedó de muerte;
pero el amor que divierte
peligros que remediar
no puede, la medicina 325
salud en breve le dio,
su Rey los apadrinó,
y aunque doña Catalina,
(Prima ura, y Reina hermosa)
de modo toma a su cuenta, 330
aplacar a un hijo, intenta
la venganza rigurosa,
que despacha contra vos
justicias y embajadores;
mucho pueden los rigores 335
reales, son como Dios.
Y aunque aquí estáis muy seguro,
quisiera hallar otra traza,
para el mal que os amenaza,
para la paz que os procuro. 340
Yo os he visto aficionado
a mi hermana en vuestra mengua,
que lo que niega la lengua
-fol. 34v-
los ojos lo han publicado.
DON PEDRO
Engáñase v. Excelencia. 345
DUQUESA
Luego, ¿no la queréis bien?
DON PEDRO
Quiérola bien, como quien
es de la circunferencia,
del amor del Mariscal,
centro, y punto, y porque veo, 350
según en sus ojos leo,
que será conjugo igual,
Señora, de vuestra casa.
DUQUESA
¿Pues eso os parece poco?
Supuesto que amor es loco, 355
que de un tema en otro pasa.
En efeto la queréis,
aunque sea por señora,
la vista ocasionadora,
y el amor que la tenéis, 360
aumentando en vos la llama
hará un espacio pequeño,
que si la amáis como a dueño,
después la améis como a dama.
DON PEDRO
Indignas de esa beldad 365
son sospechas maliciosas.
DUQUESA
Principio quieren las cosas,
don Pedro, aquesto es verdad.
Y sino venid acá,
supongamos que vos fuistes 370
quien el papel escribistes,
aunque esto supuesto está.
Cuando estudioso y discreto
las veces que la escribís,
tantas lisonjas decís, 375
¿no la tenéis por objeto?
DON PEDRO
Por objeto mío, no.
DUQUESA
Séase vuestro o ajeno,
que yo esta no os condeno,
ella pues os ocupó 380
el ingenio y el sentido
todo el tiempo del papel,
¿no la imagináis en él
muy hermosa, y merecido
empleo de su alabanza? 385
DON PEDRO
Sí señora.
DUQUESA
Y aquel rato
que con la pluma el retrato
pintáis, que el estudio alcanza,
no le sirve de obrador
el entendimiento, ¿dónde 390
en especies corresponde
su similitud mejor
que en la lengua, que es impropia?
DON PEDRO
No hay negarlo.
DUQUESA
¿Y qué queréis
si el original tenéis 395
allá sacando la copia?
¿Hay quien persuadirse pueda
que dejáis, buena frialdad,
tan limpia la voluntad
que sin los dibujos queda? 400
Pues viéndolos la memoria,
¿quien lo advierte, creerá
don Pedro, que no sois ya
ciego amante de Vitoria?
DON PEDRO
Yo, suponiendo que escribo 405
los papeles que decís,
ya que a eso os persuadís,
como tan celoso vivo,
siempre que a Vitoria alaba
la pluma, lengua de amor, 410
contemplo en doña Leonor.
DUQUESA
¿Vos? Peor está que estaba.
Ay celos cuales andáis,
ya en uno, ya en otro estremo,
que habéis de enloquecer temo 415
si esa dama no dejáis.
Porque casada y ausente,
qué remedio puede haber,
la diversión puede ser
tercera deste accidente. 420
Galantead a mi hermana,
-fol. 35r-
que en mí tendréis, y os lo juro,
tercera, y sabor seguro,
y olvidad la Castellana.
Que si en Amalfi os casáis, 425
y en mi estado sucedéis,
desdichas desmentiréis,
que perseguido lloráis.
DON PEDRO
Yo os beso señora mía
las manos, por merced tal, 430
pero sirvo al Mariscal,
y pues de mí se confía.
No he de hacerle traición,
que nunca con ellas medro.
DUQUESA
Pues acabemos, don Pedro 435
a Carlos tengo afición,
y celos de que Vitoria
con tanto estremo le quiera,
si más avisado fuera,
o en todas menos notoria. 440
La falta de discreción,
que Nápoles vitupera,
su gentileza pudiera
desbaratar mi opinión.
No me inclinaba hasta aquí 445
a casamientos penosos,
donde en celos rigurosos
muestras de mi suerte vi,
llorando la suya escasa,
que príncipes divertidos, 450
solamente son maridos
titulares de su casa.
En Vitoria pretendía
gozar nuestra sucesión,
y entrándome en Religión 455
escusar la tiranía
de un hombre, que con injustos
agravios, paga desvelos,
en abundancia de celos,
y en escaseces de gustos. 460
Vi a Vitoria tan perdida,
tan amante, tan pagada
de discreción alquilada,
a que es propria persuadida,
que sus propósitos vanos 465
mi envidia desbarató,
más que mucho, si nació
la envidia de dos hermanos.
A Carlos quiero en efeto
por ser de mi hermana amado, 470
y un medio tengo estudiado
con que le hagamos discreto.
Mas para esto he de valerme
de vos.
DON PEDRO
Eso es gran favor.
DUQUESA
La discreción, y el amor, 475
que está seguro, se duerme,
y descuida sus recelos
hasta que penas recibe,
no hay cosa que más avive
el ingenio, que los celos. 480
DON PEDRO
Antes tienen opinión
de necios.
DUQUESA
En los maridos,
que en amantes entendidos
su esfera es la discreción.
¿No os holgaréis vos de ver 485
discreto a Carlos?
DON PEDRO
Quien duda.
DUQUESA
Pues veréis como se muda,
si fingís don Pedro ser,
su competidor.
DON PEDRO
Con tal,
que de sujeto mejore, 490
y a vos discreto os adore,
antes al gran Mariscal
le sirvo ansí que le agravio,
y yo en esperanzas medro.
DUQUESA
¿Cómo es eso? No don Pedro, 495
que si no sacamos sabio
a Carlos, no ha de perderle
Vitoria, y si vos la amáis,
-fol. 35v-
antes que efetos veáis
desta cura, es ofenderle. 500
Y compitiendo los dos,
fuera esperiencia crüel,
que se quedase necio él,
y os perdiésemos a vos.
Y habéis de hablarla con tiento. 505
DON PEDRO
Pues señora, esto de amor,
¿es acaso recetar,
por adarmes?
DUQUESA
Esto intento,
o dejarlo.
DON PEDRO
V. Excelencia,
porque mi pena aliviase 510
me aconsejó que olvidase
mi dama, con la asistencia
de su hermana, y si al presente
me pone tasa en hablar,
¿de qué suerte he de olvidar 515
mis desdichas?
DUQUESA
Fácilmente.
cuando os olvidare amor,
a apetecer a Vitoria,
haced entonces memoria
de vuestra dama Leonor. 520
Y si aquesta predomina
de Vitoria os acordad,
será con facilidad,
una de otra medicina.
DON PEDRO
Alto señora, yo intento 525
regirme en todo por vos.
DUQUESA
Si compiten estas dos
divertido el pensamiento.
No os afligirá ninguna,
y yo si por vuestro medio 530
tiene el Mariscal remedio,
estimaré mi fortuna.
Pero advertid que me deis
los papeles que se escriba
mi hermana, porque reciba 535
los que en su nombre llevéis,
que han de ser míos.
DON PEDRO
Ansí.
DUQUESA
Pero advertid, que a los dos,
digo, al Mariscal, y a vos,
según el orden que os di, 540
tiene de ir cada papel,
que escribiere dedicado.
DON PEDRO
¿A mí y todo?
DUQUESA
Disfrazado,
y a lo claro para él.
DON PEDRO
Pues, ¿de qué suerte podré 545
saberlo que es para mí?
DUQUESA
Buscad don Pedro, que ansí
vuestro ingenio probaré.
Y en esto del divertiros,
sea como se ha ordenado, 550
ni Vitoria os dé cuidado,
ni doña Leonor suspiros,
si no de suerte apartad,
que ande dudosa en las dos
vuestra voluntad, y adiós. 555
DON PEDRO
No os vais señora, aguardad.
DUQUESA
¿Qué queréis?
DON PEDRO
Y si la llama
que entre los dos recetáis
crece, ¿podré si gustáis,
divertirme en otra dama? 560
DUQUESA
Porque no, poco eso os cuesta,
que quien aqueso os permite,
no es bien que esotra os limite.
DON PEDRO
Y si fuérades vos esta,
ya que sabía me curáis, 565
decid también, ¿por qué no?
DUQUESA
Pues puedo quitaros yo
que no améis a quien queráis.
DON PEDRO
¿En fin bien podré serviros
según vuestra cura ordena? 570
DUQUESA
No me moriré de pena.
DON PEDRO
Dadme.
  -fol. 36r-  
DUQUESA
Esto por divertiros.
DON PEDRO
Esa mano.
DUQUESA
Esa está a censo
de Carlos.
DON PEDRO
Ya sois crüel.
DUQUESA
Mas besalda en nombre dél. 575
DON PEDRO
¿Y en mío no?
DUQUESA
Ni por pienso.

 (Vase la DUQUESA.) 

DON PEDRO
Ahora sí que salís
recelos de confusión,
dichosa es esta ocasión,
voluntad, si os divertís. 580
La Duquesa por rodeos
muestra que la doy cuidado,
doña Leonor se ha casado,
olvidémosla deseos.
A Vitoria me permite 585
hablar, porque la vergüenza
pretende que al amor venza,
mas cuando la solicite,
y ame a Carlos la Duquesa,
que perderé yo en querer 590
la más hermosa mujer
que el niño amor interesa.
Acabemos pues amor,
y acabad mis inquietudes,
y olvidad ingratitudes 595
de mi patria, ay de Leonor.
 

(Sale ROMERO.)

 
ROMERO
Válgate Dios por secreto,
que malos ratos me has dado.
DON PEDRO
¿Qué hay Romero?
ROMERO
Estoy preñado.
DON PEDRO
Loco dirás.
ROMERO
Y en aprieto
600
notable, no habrá comadres,
que secretos partiricen,
porque no me martiricen
hijos que no tienen padres.
Jesús, que revolución 605
de tripas.
DON PEDRO
Anda borracho.
ROMERO
Quiere salir el muchacho,
y no le deja un dolor.
Ya yo podré dar remedio
mejor que el Dotor Laguna, 610
para no abortar ninguna,
récipe de medio a medio.
De lo hablado cada día
un doblón, que si le pruebas,
aunque agua de esparto bebas 615
no mal parirás la cría.
DON PEDRO
¿Qué archivo de necedades
estudias, que siempre vienes
con temas nuevas?
ROMERO
No tienes
parte en mis enfermedades, 620
pues son de melancolías
mala condición, y humor,
tanto, que dijo un dotor
hoy, que eran hipocondrías.
Cuánto ha que no me has hablado. 625
DON PEDRO
Tal, Romero, me han traído
desvelos que he padecido,
misterios, que no he alcanzado
la Duquesa Margarita
sabe, y no sé yo de quien 630
mi sangre, y nombre también,
que dama el sueño me quita,
las traiciones de don Vela,
y mudanzas de Leonor.
ROMERO
¡Válgame Dios!
DON PEDRO
O es amor,
635
o misteriosa cautela.
Que por ilícitos medios
mis secretos le dibuja.
ROMERO
Si traza tiene de bruja,
ella nos dará remedios 640
-fol. 36v-
con que volemos los dos
a Burgos en un instante.
DON PEDRO
Para que si con su amante
se casa Leonor.
ROMERO
¿Por Dios?
DON PEDRO
Ella me lo ha dicho aquí, 645
hasta llegarme a pintar
de la mudable el lunar
del rostro.
ROMERO
Ese yo le vi.
DON PEDRO
Tiéneme esto tan confuso,
que me ha de quitar el seso, 650
¿quién de todo mi suceso
a darle cuenta se puso
tan de espacio?
ROMERO
Una redoma
con dos diablos encerrados,
que hay demonios redomados 655
en la judería de Roma.
DON PEDRO
Diera por saber él como
cualquier cosa.
ROMERO
Yo también
por sacar a luz también
treinta quintales de plomo. 660
Más fácil saberlo fuera,
a no haber espaldas, y ancas,
y palos, si menos blancas
un doblón, señor, tuviera.
Vive Cristo, que reviento 665
por desbucharlo.
 

(Sale la DUQUESA.)

 
DUQUESA
El papel
es este, mirad en él
lo que os toca, y el intento
proseguid, que os he ordenado.

 (Vase.) 

ROMERO
A no salir, en dos credos 670
secretos, meto los dedos,
y quedo desembargado.
 

(Sale CARLOS.)

 
CARLOS
Don Pedro, después acá
que os comunico, y estimo,
y con la lición me animo, 675
que vuestra amistad me da,
Soy otro, válgame Dios,
que poco a mis padres debo,
vos me distes ser de nuevo,
y así mi padre sois vos. 680
Sabéis en que echo de ver
que no soy ya lo que he sido,
en que siendo presumido
primero, debí de ser
grande necio, porque son 685
de una misma calidad,
presunción y necedad;
mas ya que sin presunción
estoy por vos, me prometo
con milagrosa mudanza, 690
hallar la dicha que alcanza
la amistad con el secreto.
DON PEDRO
Dad esas gracias, señor,
a vuestra dama, y no a mí,
pues cuando servirla os vi, 695
en la escuela de su amor,
hice venturoso empleo
del bien que habéis conseguido.
Vos, señor, nunca habéis sido
lo que decís, porque el necio 700
es incurable.
CARLOS
Es ansí,
mas, ¿qué es lo que he sido yo
hasta ahora?
DON PEDRO
Necio no,
poco ejercitado sí.
Porque la ocasión divierte 705
el alma, con la esperiencia.
CARLOS
Admiro la diferencia
que en mi nuevo ser advierte.
Grande fuerza tiene amor.
DON PEDRO
Mayor la tienen los celos, 710
pues engendran sus desvelos
-fol. 37r-
un ingenio superior.
CARLOS
¿Habláis, don Pedro, de veras?
DON PEDRO
Tanto, que si no se esmalta
con ellos amor, le falta 715
lo más perfeto, quimeras
son de un tormento gustoso;
en efeto, son la sal
de todo amor, sin la cual
el más fino no es sabroso. 720
CARLOS
Pues, ¿dónde podré yo hallar
tan nueva mercaduría?
DON PEDRO
El mismo amor que la cría
de balde la suele dar.
CARLOS
Pues cueste lo2 que costare, 725
yo deseo estar celoso.
ROMERO
El deseo es provechoso,
y más cuando se casare.
DON PEDRO
Ahora bien quede esto ansí,
que yo os daré tantos celos, 730
que vuestro amor crezca a vuelos,
y quedéis sabio por mí.
Esta es, señor, vuestra dama
con vuestros competidores.
CARLOS
Celos, si aumentáis amores, 735
feliz quien suyos os llama.
 

(Sale VITORIA, el DUQUE DE CAPUA, el de PLACENCIA y Criados.)

 
VITORIA
Duques, ya sabéis los dos
que tengo el gusto sujeto
a la elección de mi hermana;
lo que me estima y la debo 740
a mi hermana me remito.
DUQUE DE CAPUA
Como os resolváis en eso,
discreta y bella señora,
yo quedaré satisfecho,
porque sé que la Duquesa 745
no tiene otro pensamiento,
según me ha significado,
sino ayudar mis deseos.
DUQUE DE PLACENCIA
Hame prometido a mí,
si la lengua por rodeos, 750
claramente por los ojos,
que he de ser esposo vuestro,
solamente el Mariscal,
más por dichoso que cuerdo,
favorecido y alegre, 755
con plumas vuela hasta el cielo
del amor que le mostráis.
VITORIA
No sé yo que tan discreto
es, quien mientras no es querido,
a su dama pide celos, 760
que estos suponen amor,
pretended y dejaos deso,
que los amantes alcanzan
obligando y no arguyendo,
¿oh Carlos aquí estáis vos? 765
CARLOS
En fe de que amor es pleito
holgo a mis opositores
informar de su derecho;
pero informan de palabra,
y estas se las lleva el viento, 770
y yo por pluma, en señal
de lo que en ellas os debo,
y ansí vivo más seguro.
VITORIA
Ya Carlos habláis discreto,
y si amor turbar os hizo 775
debéis ya de querer menos.
CARLOS
Amor es Dios estudioso,
que poco a poco creciendo
en la escuela como niño,
empieza en los rudimentos. 780
Era entonces ignorante,
mas la industria del maestro
y el deleite de adoraros,
le van dando atrevimientos.
VITORIA
Ay semejante mudanza. 785
DUQUE DE PLACENCIA
¿Rugero no escucháis esto?
DUQUE DE CAPUA
¿Hay quien repique a milagro?
Desasnose nuestro necio.
CARLOS
A mucho obliga un amor,
-fol. 37v-
un amigo sabio y cuerdo, 790
y una suspensión suave;
mucho le debo a don Pedro.
VITORIA
Mucho más le debo yo,
pues resulta en mi provecho
la mudanza en que vos hizo. 795
DON PEDRO
Los pies mil veces os beso.
CARLOS
Medrando con sus liciones;
veréis mi acrecentamiento,
y más si como se afirma,
se esmalta mi amor con celos. 800
VITORIA
¿Celos sabéis pedir ya?
CARLOS
No los pido, mas deseo
comprarlos, porque me afirma
mi secretario que en ellos
consiste la discreción. 805
DUQUE DE CAPUA
Volvió la piedra a su centro,
todo discreto estudiado
a la postre acaba en necio.
VITORIA
Pues, ¿son ya mercaduría
los celos?
CARLOS
¿Si tienen precio?
810
Sí señora, porque todo
se vende ya en nuestros tiempos.
VITORIA
¿Y dónde pensáis hallarlos?
CARLOS
Hámelos de dar don Pedro,
que así me lo ha prometido. 815
VITORIA
A tener conocimiento
Carlos, de lo que compráis,
no hiciérades el empleo.
Porque celos, ni aun de balde.
CARLOS
Como en amar no estoy diestro 820
pasar quisiera a mayo es,
y estar celoso, que tengo
para mí, que es facultad
que sutiliza el ingenio.
VITORIA
¿Y os los ha de dar don Pedro? 825
CARLOS
Sí gran señora.
VITORIA
¿Y conmigo?
CARLOS
Con vos.
VITORIA
¿Y si yo no quiero?
DON PEDRO
A quererlo vos, no fueran
celos.
VITORIA
No, ¿pues quién?
DON PEDRO
Escarmientos.
ROMERO
Di fruta de Medellín, 830
si pretendes dar con ellos.
VITORIA
Ahora, Carlos, sed celoso,
pues lo deseáis, veremos
si del modo que lo afirma
os halláis sabio por serlo. 835
Don Pedro, celos conmigo
al gran Mariscal, ¿qué es esto?
Alma en que entender lleváis.

 (Vase.) 

DUQUE DE PLACENCIA
Corrido voy.
DUQUE DE CAPUA
Yo voy muerto.
DUQUE DE PLACENCIA
¿Que nos menosprecie ansí 840
Vitoria por este necio?
DUQUE DE CAPUA
Es dichoso, ella mujer,
yo infelice, y vos discreto.

 (Vase.) 

CARLOS
Secretario id a buscarme
lo prometido, y sea luego. 845

Anterior Indice Siguiente