611
Comentando el callejero napolitano, escribe Gino Doria, Le strade di Napoli, saggio di toponomastica storica, Napoli, Ricciardi, 1943, a propósito del Ponte di Tappia: «si suggerirebbe di correggere con precisa ortografia spagnola in Tapia». (N. del A.)
612
Las salinas fueron un recurso importante de riquezas. Se conserva el Quaternus salis Ducatus Calabrie, vol. V de Fonti aragonesi, publ. por Bianca Mazzoleni, Presso l’Accademia, 1967. (N. del A.)
613
Ibidem, fol. 91 y 91 v. (N. del A.)
614
Publicado por Pontieri, La calabria a metà..., pág. 281. (N. del A.)
615
Puedo ejemplificar con Juan de Valladolid, sobre el que Ezio Levi, en Motivos Hispánicos, Florencia, Sansoni, 1933, pág. 166, ss., realizaba una serie de identificaciones documentales, provocando la sorpresa de B. Croce, Aneddoti di varia letteratura, Napoli, Ricciardi, 1942, pág. 213 ss. quien comenta que no debía ser difícil en el siglo XV llamarse Juan y haber nacido en Valladolid. (N. del A.)
616
Existe constancia documental de otros Tapia en Nápoles, en época posterior a la tratada. Existe incluso otro Juan de Tapia que provocó la conjetura de Farinelli acerca de que podía tratarse del poeta del que hablaba Croce -coincidente con el nuestro- en «Di alcuni versi italiani di autori spagnuoli» (Cf. Arturo Farinelli, Italia e Spagna. Saggi sui rapporti storici, filosofici ed artistici tra le due civiltà, Torino, Fratelli Bocca, 1929, pág. 156-57). Pero el Juan de Tapia de Farinelli, que en 1537 fundó el primer conservatorio musical, no es obviamente el nuestro, por los años en los que aparece, y porque, en cualquier caso, ya Croce desmintió suficientemente a Farinelli: «I Tapia a Napoli erano moltissimi. E nota la famiglia di alti magistrati che ha le sue tombe nella chiesa di S. Giacomo e un palazzo a Toledo, che ancora da il nome a un vicolo: Ponte di Tappia» (nota de Croce a la página anterior de Farinelli). El Juan de Tapia de Farinelli es un sacerdote que, tras fundar un orfanato, creó luego en él una escuela musical y tuvo su calle, via Giovanni Tappia. Pero el error de Farinelli lo había provocado antes Croce al hacer llegar a nuestro Juan de Tapia a autor del Cancionero general, con cinco sonetos en Italiano, atribución errónea procedente de la misma edición del Cancionero en 1520, que sitúa como autor a un Tapia de cinco composiciones que, en la edición de 1514, aparecían como anónimas. Aunque no es éste el lugar oportuno para introducirnos en esta cuestión, quede constancia de que los sonetos del Cancionero general están muy lejos, estilísticamente, del Tapia de Nápoles. (N. del A.)
617
Palacio, fol. 27 v. (N. del A.)
618
La diferencia entre la tonalidad de Tapia y la épico-heroica de Santillana que esconde lo que, en cualquier caso, fue un desastre militar, ya fue señalada por Martín de Riquer, «Alfonso el Magnánimo visto por sus poetas», Estudios sobre Alfonso el Magnánimo, Barcelona, Universidad, 1960, pág. 15-16. (N. del A.)
619
Cf. Ernesto Pontieri, Alfonso il Magnanimo..., pág. 42 ss., donde hay además una amplia información bibliográfica sobre Ponza. (N. del A.)
620
Estúñiga, 88 y 89 v.; Roma, 82 y 82 v. (N. del A.)