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ArribaAbajo Galdós in El año político

Brian J. Dendle


Despite Galdós' role as leader of the Conjunción republicano-socialista, his political activities in the first two decades of this century have received little scholarly attention; his political speeches and writings of this period have yet to be collected. Berkowitz' Pérez Galdós. Spanish Liberal Crusader, although still unsuperseded, offers only a sketchy and partial account of his political career. Josette Blanquat's «Documentos galdosianos: 1912», despite its brevity and limited time span, represents, on the other hand, a valuable attempt to place Galdós' politics in context. Recently, Benito Madariaga has published the texts of those speeches of Galdós which were reproduced by the Santander press.120

One work, apparently hitherto not consulted by galdosistas, provides a useful, if patchy, introduction to Galdós' political career: Soldevilla's El año político. Starting with the year 1895, the Liberal politician Fernando Soldevilla published annually a day-by-day summary of the leading Spanish political events of the year. His information was based on newspaper accounts, debates in the Cortes, and, occasionally, on the gossip of informed Liberal opinion or his own political prejudices (see, for example, his diatribes against the Catalanist movement). Readers desiring more details are referred by Soldevilla to the national press, the Gaceta, and the Diario de Sesiones of the days under discussion.

Curiously, in view of the limited membership and constant divisions of Spanish Republican parties, discussion of Republican activities -and especially those of the more moderate Republicans- looms large in Soldevilla's work; thus, for example, the speeches of Melquíades Álvarez («el monárquico condicional») are often printed in full. References to Galdós are frequent in El año político. Although far from comprehensive (and, with Soldevilla's casual indexing, inaccesible to all but the most assiduous of readers), Soldevilla's brief mentions afford a rough and ready measure of the impact of Galdós' activities on contemporary Liberal opinion, as well as offer a starting point to any scholar interested in tracing Galdós' political career.

My references in the present article, unless otherwise noted, are to El año político of the corresponding year121. Besides listing Soldevilla's mentions of Galdós, I also summarize, in square parenthesis, background information essential to the understanding of Galdós' intervention in Spanish political life, Frequently, despite the obvious limitations of his day-by-day approach, Soldevilla establishes a more detailed and more plausible context for Galdós' political activities than does Berkowitz. Thus, the handling by the government and by Alfonso of the Cullera incident -unmentioned by previous students of Galdós- is in Soldevilla's presentation an important step in moderate   —88→   Republican acceptance of the monarchy: interchanges between Galdós and Canalejas are hostile in September and early December 1911; relations between Canalejas and moderate Republicans are cordial in January 1912, after the commutation of the death sentences. Furthermore, whereas Berkowitz only lamely speculates as to the reasons for Galdós' meeting with Alfonso in January 1914, Soldevilla convincingly presents Galdós' rapprochement with the monarchy not in terms of Galdós' personal evolution but rather as one stage of Alfonso's vigorous wooing of moderate Republican leaders.122


1901

January 30. Brief mention of the estreno of Electra. «El éxito de la obra fue el mayor conocido en la historia del teatro» (p. 20).

February 1. Mention of the riot which followed the performance of Electra in the Teatro Español.




1902

July 1. Galdós is granted the Grand Cross of the new Order of Alfonso XII. The King signed the award: «S. M. que reconocía en el autor de los Episodios una verdadera gloria nacional» (p. 272). The award ended rumors that the King and the Liberal government were at odds.




1903

January 6. Galdós attends Sagasta's burial.

October 11.

El Círculo Militar de Cartagena dio un banquete en honor del gran novelista señor Pérez Galdós, dirigiéndole además un mensaje, al cual contestó con un notabilísimo discurso en el que dijo:

«Carezco de autoridad, bien lo sé, para indicar cuál será nuestro mejor compañero en este viaje de exploración en pos de la verdad y la cultura. Pero no vacilo en expresar lo que siento, sin pretender que mi opinión sea tenida por juiciosa.

Yo me atrevo a decir a los dignísimos representantes de nuestro poder naval que no miren con recelo la sombra de aquel invencible Capitán de los mares muerto de una bala española, mientras nuestros heroicos Churruca y Gravina caían traspasados por balas inglesas, y a los que representan el bravo militar terrestre me atrevería a decirles que vean con simpatía a la nación poderosa y rica que, no menos militar que la nuestra, sabe muy bien que llevándonos a su lado en la guerra, lleva muy buena compañía».

El discurso fue muy comentado por su importancia y por su tendencia.


(P. 383)123                





1907

[The ley de jurisdicciones and ley de asociaciones had been debated with great passion and bitterness in 1906. Maura and the Conservatives took power   —89→   on January 25, 1907, the fourteenth ministry of Alfonso's reign. The Liberals split, Canalejas and López Domínguez forming their own party. In February, Lerroux and many Republicans left the Republican Coalition -the Unión Republicana- following Salmerón's flirtation with Solidaridad Catalana. Elections to the Cortes were held on April 21, 1907].

April 6. Soldevilla prints three paragraphs of Galdós' letter to Alfredo Vicenti (the editor of the Republican newspaper El Liberal), in which Galdós expresses his adhesion to the Republican cause124. Soldevilla adds:

La Correspondencia de España, refiriéndose a los liberales, publicó lo siguiente:

«Todo eso que el Sr. Galdós se propone defender -dicen- en el campo republicano, podía defenderlo muy bien en el campo de la Monarquía, donde hasta aquí lo ha venido defendiendo como redactor de periódicos monárquicos, como Diputado de una mayoría monárquica, y hasta creemos que autor de una contestación al mensaje de la Corona.

Por lo demás -añaden-, también se ha equivocado el gran Galdós al emitir un concepto relacionado con la política. No se puede negar, en efecto, que el espíritu del pueblo de Madrid sea liberal de muchos años a esta parte; pero decir que desde principios del pasado siglo 'se vinculó en su estado llano el sentimiento liberal', es olvidar un poco la Historia.

No pensaría lo mismo el infeliz D. Rafael del Riego al entrar en Madrid preso por el puente de Toledo, y al escuchar aquel famoso 'Vivan las caenas'.

Así al menos lo hemos aprendido -terminaban diciendo- en las obras del gran novelista español».


(pp. 114-15)                


[Galdós was elected as Republican deputy for Madrid in the election of April 21. In May, Salmerón formally resigned as head of the Republican block in the Congreso to join the solidarios. On May 26, Melquíades Álvarez proposed a bloque de las izquierdas, to consist of the parties proceeding from the September Revolution, i. e., Liberals, Democrats, Republicans].

July 7. Galdós was represented (and thus not present) at the meeting of the minoría de la Unión Republicana in the Congress.




1908

[Maura suspended constitutional guarantees in response to terrorism in Barcelona. Leading Republicans (Azcárate, Melquíades Álvarez) oppose Maura's proposed law of municipal reform].

April 1. Despite the agreement to obstruct debate on the municipal reform law, Azcárate, Moret, and Alvarado agreed to continue debate on the proposal. Certain Republican deputies, including Galdós, issued a manifesto opposing their defection:

«Ese proyecto pasará, no porque lo presente el Gobierno ni lo apoye la mayoría, sino porque los republicanos no cumpliremos con nuestro deber, ya que seis u ocho Diputados no sean bastantes a cortar el paso a la aprobación, por firme y persistente que sea su voluntad.

Creemos inútil insistir en esta afirmación, que está en la conciencia de todo el que conozca un poco la psicología parlamentaria.

Seguiremos, pues, combatiendo enérgicamente un proyecto que consideramos atentatorio a las libertades, tan penosamente conquistadas».

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Firmaban los Sres. Calzada, Soriano, Llorente, Galdós y Beltrán, y contaban con la firma de los Sres. Montes Sierra y otros.


(pp. 121-22)                


May 11. Galdós was a candidate (not chosen) for the Parliamentary commission of members of the opposition parties to oppose the ley del terrorismo.

May 28. Leaders of the Liberal and Democratic parties attended a meeting in the Princess Theater to oppose the ley del terrorismo, the first step in the formation of the «unión de las izquierdas, del bloque liberal». Sol y Ortega, Azcárate, Melquíades Álvarez, Canalejas, and Moret pronounced speeches. Galdós sent «una hermosa y patriótica carta que fue leída al comienzo del meeting». From Galdós' letter:

En angustiosa zozobra hemos vivido durante algún tiempo, viendo aletargado el brío de la raza, y apagado en nuestro pueblo el amor santo a la vida sosegada dentro del organismo constitucional. Pero, al fin, cuando nuestro desaliento tocaba ya en la desesperación, hemos visto que un resoplido harto imprudente ha levantado de las brasas mortecinas esta llama que nos alienta, nos alumbra y nos vivifica. Ya vuelven el alma y la vida a nuestros cuerpos desmayados; ya tenemos fe, ya tenemos coraje, ya reluce ante nuestros ojos el ideal, que más que luz extinguida, era estrella eclipsada.

Los hombres insignes que encarnan las aspiraciones democráticas en sus diferentes grados de intensidad, demuestran con su sola presencia en este sitio, con su aproximación fraternal, que los sacrosantos derechos de la personalidad humana no perecerán en la celada torpemente armada contra ellos.


(pp. 185-86)125                


May 31. A message from Galdós («que fue aplaudidísimo») was read at a meeting in Orense.

June 21. Galdós («que tomó en esta campaña una parte activísima») sent a message to a meeting in San Sebastián in opposition to the ley del terrorismo (The text of the message is given by Madariaga, pp. 323-24).

July 5. Galdós, with the other deputies for Madrid, signed the proposal calling on the State to provide funds for public works in Madrid.

July 9. Galdós (together with Moret, Canalejas, and Melquíades Álvarez) attends the banquet to honor Miguel Moya, the Presidente del Comité de Defensa de la Prensa (Moya had headed the campaign against the ley del terrorismo).

October 17. Galdós supported in the Cortes an amendment calling for the administrative division of the Canary Islands. [The amendment, which favored Las Palmas and was opposed by Tenerife, was presented by José del Perojo, the deputy for Las Palmas, who collapsed and died during the debate].

November 18. Moret, in an important speech in Zaragoza, outlined the Liberal program: to seek the support of Canalejas' Democrats and of such moderate Republicans as Melquíades Álvarez, to prevent clericals from taking power, to regulate religious orders, to defend freedom of religion, and to take notice of the social question. Galdós published his reaction to the speech a few days later:

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La proclama de Moret es tan sustanciosa y expresiva por lo que dice como por lo que omite. Las ideas que contiene no son todo lo que queremos; pero son algo, y por hoy, bastante. La realidad, los hechos fatales nos han traído a un hoyo laberíntico, dentro del cual no vemos otra salida que la que nos abre con elocuente iniciativa el Jefe de los liberales. Adelante todos, en apoyo de esa parte de nuestras ideas, y ayudemos con alma y vida a que sea pronto una verdad. Consideremos que sin nuestra cooperación los liberales monárquicos quedarían vencidos antes de desenvainar sus armas; consideremos que nuestro concurso podrá llevarlos a una victoria, que para ellos sería el dominio de toda la escala, y para nosotros, la conquista de un primer escalón, en el cual nos aguantaríamos contra viento y marea.


(p. 424)                


November 29. Accompanying the main speaker, Melquíades Álvarez, Galdós made a speech in Santander «que fue muy aplaudida». (The text of the message is given by Madariaga, pp. 221-23).

December 23. Galdós was among those who sent «cariñosas cartas de adhesión» to the banquet in honor of the publisher of El Imparcial, Luis López Ballesteros.

December 27. A «notabilísima carta» from Galdós was read at a meeting in Almería.




1909

April 21. A naval auditor, Juan Macías del Real, accused the Naval Minister of unspecified crimes in a letter to the Congress. Macías del Real was arrested, and immediately wrote to Galdós of what had occurred.

April 24. Galdós, with six other deputies (Melquíades Álvarez, Morote, Jimeno Rodrigo, Azzati, Francos Rodríguez, and García Lomas), petitioned the Government to appoint a special commission to investigate the awarding of naval contracts.

April 26. Galdós with six other deputies (Giner de los Ríos, Tomás Romero, Cervera, Nougués, Morote, Mayner), requested that the Congress set aside seven days to examine the allocation of naval contracts. [Although he had signed the petition, Morote then made a sensational speech, justifying the Government's award of naval contracts to Vickers. Consequent Republican hostility to Morote was of such intensity that he renounced his seat for Madrid and his position as editor of El Heraldo].

August 28. Galdós' is the first signature in the manifesto by Republican deputies demanding the recall of the Cortes, the resignation of the Maura ministry, and the cessation of the Rif campaign. (The other signatures were those of Tomás Romero, Nougués, Llorente, Soriano, Cervera, and Azzati). According to Soldevilla, the manifesto was without impact. (For Galdós' remarks on the manifesto, see Antón del Olmet, pp. 105-06).

October 6. Soldevilla prints extracts from Galdós' speech «Al pueblo español» (For the full text of the speech, see Antón del Olmet, pp, 118-19). «El documento, hermosísimamente escrito, fue muy comentado» (p. 347).

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November 7. «Mitin republicano -socialista-. Verificose en esta fecha en Madrid, y tuvo verdadera importancia, pues afirmaba y hacía pública la coalición de ambos elementos. Pronunciaron enérgicos discursos los Sres. García Cortés, Dicenta (que leyó una alocución del Sr. Galdós, Romero (D. Tomás), Pi y Arsuaga, Soriano, Sol y Ortega e Iglesias» (p. 431).




1910

[In early 1910, the Conjunción republicano-socialista opposed Canalejas' ministry. The first stage of the Republican rapprochement with the monarchy occurred on April 30, when Alfonso received two Republican professors, Rafael Altamira and De Buen. On the same day, Morote joined the monarchists, and was appointed deputy for Las Palmas].

May 1.

«En esta fecha, y acordada, por fin, después de grandes dificultades, la candidatura republicana de Madrid, se celebró un importante mitin para la presentación de los candidatos.

»Eran estos los Sres. Pérez Galdós, Esquerdo, Salillas, Soriano (D. Rodrigo), Pi y Arsuaga y el jefe de los socialistas (D. Pablo). Todos pronunciaron discursos de temas radicales, algunos verdaderamente violentos, distinguiéndose entre ellos los Sres. Soriano e Iglesias».


(p. 135)                


(For Galdós' comments on the formation of the list of candidates, and the exclusion of Sol y Ortega, see Antón del Olmet, pp. 106-07).

May 8. All six Republican-socialist candidates were successful in Madrid in the election for the Cortes. Galdós, with 42, 407 votes was the leading vote-getter.

May 15. Galdós presided at a well-attended Republican-socialist meeting in the Frontón Central in Madrid. Galdós' remarks were read by Nougués; Talavera, Pi, Soriano, Salillas, Esquerdo, and Iglesias made speeches.

[June 5. At a Republican-socialist meeting in the Frontón Central, Pablo Iglesias and Melquíades Álvarez -who was always regarded with suspicion by the more radical elements in the coalition- embrace].

June 21.

«Declaraciones sensacionales de Pérez Galdós.-La revista Por Esos Mundos publicó, en el número correspondiente al mes actual, un interesante trabajo titulado 'Benito Pérez Galdós (confesiones de su vida y de su obra)'.

En este artículo, que firmaba El Bachiller Corchuelo, se ponían en boca del Sr. Galdós las siguientes manifestaciones:

Esto es insoportable. Esto es nauseabundo. En este partido se tropieza por excepción con hombres sinceramente republicanos, con hombres que deseen el advenimiento de la República.

Este partido está pudriéndose por la inmensa gusanera de caciques y caciquillos. Tienen más que los monárquicos. En cada capital hay cincuenta que quieren imponer los caprichos de su vanidad y de su ambición a todos sus correligionarios... Y si nada más hubiera esos cincuenta, menos mal. Luego vienen los caciques de distrito y los de barrio... ¡Oh! !Esos vejestorios endiosados de Comité local y de barriada! ¡Papas rojos, que se creen infalibles e indiscutibles!...

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Para hacer la revolución, lo primero, lo indispensable, sería degollarlos a todos. Si éstos trajeran la República, estaríamos peor que ahora. Sería cosa de emigrar. Suerte, que no hay miedo a que la traigan. ¡Hay cada revolucionario que tiene un miedo feroz a la revolución!... Hubiera usted visto a algunos de ellos cuando La semana roja de Barcelona, cuando aquí se dijo que iba a estallar la huelga general, irse huyendo de Madrid como ratas... No sé qué diablos ocurría entonces, que a todos les salían negocios en provincias, o tenían por esas tierras de Dios parientes enfermos de gravedad, que los llamaban... ¡Y para ver este espectáculo me vine yo de Santander e interrumpí mi veraneo!... Luego, son muchos los republicanos que no quieren que venga la República, porque no les conviene; van muy bien en el machito, haciendo la farsa de la oposición, sirviendo de comparsas en esta política repugnante, representando su papel de Diputados o de Concejales, u otros papeles peores...

En este partido son muy pocos los directores que trabajan desinteresadamente por el ideal; la desorganización es indescriptible, no se puede imaginar; no hay espíritu de disciplina, ni siquiera instinto de conservación... Si no fuera porque veo esos caciquinos ir a su avío, sin saber disimularlo, creería que estaban locos. No se puede hacerlo peor para facilitar la victoria al adversario e imposibilitar la propia... Estoy harto de luchar sin esperanza de salvación entre tanta miseria. Así están disgregando la masa republicana, infiltrando el escepticismo entre los soldados de fila... ¡Oh! Usted no puede darse idea de lo que aquí se persiguen unos odios a otros y unas vanidades a otras... ¡Con qué ensañamiento, con qué perfidia, empleando todos los medios, hasta la difamación y la calumnia!...

Ha habido día que pensé meterme en casa y no ocuparme de política. Pero lo he pensado mejor. Voy a irme con Pablo Iglesias. Él y su partido son lo único serio, disciplinado, admirable, que hay en la España política.

Estas ingenuidades fueron muy comentadas».


(pp. 251-52)126                


July 3. Moret, Galdós, Azcárate, Lerroux, Melquíades Álvarez, Moya, Morote, and other leading politicians headed the massive march in support of the government's anticlerical policy. Working-class societies, as well as members of the middle class, took part. Canalejas was given an ovation when his carriage passed by.

October 31. Leading Madrid Republicans, with such deputies as Azcárate, Pablo Iglesias, Galdós, and Melquíades Álvarez, demonstrated in favor of the Portuguese Republic. Later, certain Republicans demonstrated violently against Romanones, D. Carlos, the newspaper ABC, and a Catholic pilgrimage. «En conjunto, la manifestación tuvo escasa importancia» (p. 453). Lerroux refused to participate in «tal mamarrachada».

[December 20. Lerroux abandons the Conjunción republicano-socialista, since Azcárate and Pablo Iglesias refused to accept his explanations of the scandals in the Barcelona municipality].




1911

[Canalejas announced his program in January: compulsory military service, a ley de enseñanza, and a new ley de asociaciones (the «ley del candado»). Republican divisions were notable: the socialists accused Lerroux and his followers of betraying Ferrer; Soriano's España Nueva and Lerroux' El Radical exchanged mutual hostilities. Sol y Ortega's Unión Republicana proposed a common program to the Conjunción republicano-socialista].

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January 29. At a meeting of the Conjunción in Sevilla: «Se leyeron cuartillas de Galdós, elogiando los trabajos de la Conjunción; hablaron los Sres. Montes Sierra, Nougués, Soriano, Iglesias (D. Pablo) y Azcárate» (p. 46). (The text of Galdós' letter is given by Madariaga, pp. 330-32).

February 12. «El Comité de Conjunción republicano-socialista se reunió en esta fecha, con asistencia de los Sres. Pérez Galdós, D. Melquíades Álvarez, Mora, De la Torre, Pi y Arsuaga, Ruiz Beneyán, Cabañas, Zulueta (D. Luis y D. José) y Soriano. Por hallarse enfermo no asistió D. Pablo Iglesias, y el señor Azcárate, por encontrarse en Zaragoza» (p. 69). The two Zuluetas represented the grupo republicano catalán nacionalista, which was now entering the Conjunción; they declared their Parliamentary policy always to have been national rather than Catalan.

February 14. [The Radical Republicans -the party of Lerroux- adhere to Sol y Ortega's Unión Republicana].

Protesta de Pérez Galdós.-A las alusiones que creyó ver en el discurso del Sr. Sol y Ortega, cuando éste habló de los nacionalistas catalanes admitidos en la Conjunción republicano-socialista, a que pertenecía el Sr. Pérez Galdós, contestó éste con una nota en la prensa que decía:

«El amor a España me ha guiado siempre en el vivir literario y en el político, y tengo la persuasión de que a ningún español de buena fe le ha pasado por las mientes poner esto en duda. ¿Cómo, pues, imaginar que yo pueda hermanarme con personas que no inspiren sus actos en este mismo sentimiento elemental?

Por España y para España vivimos todos; ella nos dio el ser, y a su suelo sagrado entregaremos nuestros despojos. Su pasado es nuestro libro, su presente nos mueve a sacrificios acerbos. Labremos todos para ella un porvenir digno de su grandeza histórica».


El Sr. Sol y Ortega declaró en la Asamblea, que en ésta nadie pronunció, ni se le hubiera permitido, frases que molestaran al Sr. Pérez Galdós.

(páginas 76-77)                


February 15. The Assembly of the Unión Republicana elected a directorate of four «presidentes honorarios», one of whom was Galdós. Galdós, Azcárate, and Fernando González refused to accept the positions.

May 7. A manifesto against the war in Morocco and detailing needed national reforms was signed by Galdós, Azcárate, Melquíades Álvarez, Pablo Iglesias, Mora, Luis de Zulueta, Salvatella, Soriano, Pi y Arsuaga, De la Torre, Cabañas, and Ruiz Beneyán. (The text of this document is given in Dendle, Galdós: The Mature Thought, pp. 150-51). According to Soldevilla, the greater part of the radical demands had already been proposed in the Cortes.

June 25. The first meeting against the war organized by the Conjunción took place in the Frontón Jai-Alai. A letter from Galdós was read:

Importa mucho al sosiego y a la salud y a la vida misma de nuestra fatigada España impedir las románticas aventuras belicosas, cuya finalidad nadie ha podido determinar, que sólo sirven para dilapidar sin freno y para derrochar sin fruto visible la sangre de nuestro proletariado, el primero en el sacrificio, el último en la recompensa.


(pp. 270-71)                


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August 20. Galdós, Soriano, and Iglesias spoke at a meeting organized by the Conjunción in Santander against the military policy of the government. Galdós said:

A los de abajo toca refrenar con arranques de entereza las imprudencias temerarias de los de arriba. Por eso los de abajo dicen con nosotros que no quieren dejar morir a los humildes en el campo de batalla, mientras los poderosos cultivan sus refinados egoísmos, que debilitan, desangran y acabarán por matar poco a poco la vieja y gloriosa España.


(pp. 334-35)                


[In September, a wave of strikes, encouraged by Pablo Iglesias, led to Canalejas' suspension of constitutional guarantees].

September 22. The executive committee of the Conjunción, meeting in Santander, sent, after a «laboriosa discusión», a telegram to Canalejas, protesting the repression of strikes and the government's Moroccan policy and demanding the recall of the Cortes. (The text of the telegram, signed by Galdós and others, is given in the Appendix to this article). «Circularon noticias, no faltas totalmente de fundamento, acerca de la ruptura de la Conjunción; pero los interesados lo negaron en absoluto, y en efecto, aunque interiormente hubiese diferencias entre los conjuncionistas, no salieron por entonces al exterior» (pp. 406-07).

September 23. See the Appendix for the text of Canalejas' reply to the telegram of the conjuncionistas.

[The Cullera Incident. On October 25, a deputation of prominent Valencians, with the Republican deputies Lerroux, Barral, and Azzati, complained to Canalejas that peasants imprisoned in Cullera for the murder of the judge and two officials of Sueca were being tortured. Canalejas denied the accusation. The Captain General of Valencia claimed that there were less arrests than had been claimed; a medical report stated that there were no signs of torture. News of the Cullera incident spread to the foreign press. Soriano accused the Canalejas' government of greater cruelty than Maura's. By early November, the Republican and socialist press were protesting persecution and censorship. On December 15, a court martial -a state of war had been proclaimed in the province of Valencia- condemned seven peasants to death and gave two life sentences. On December 17, the Spanish left began a campaign for revision of the sentences].

November 29. Galdós, in the name of the Executive Committee of the Conjunción, sent to Canalejas «una extensa protesta», protesting the closure of the Cortes, the arbitrary campaign against certain newspapers, and the closing of the Casa del Pueblo in Madrid. (Soldevilla does not give the text of Galdós' protest).

December 1. Canalejas' reply to Galdós' protest. (The text of Canalejas' reply is given in the Appendix).

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December 19. Galdós, in the name of the Executive Committee of the Conjunción, petitions Canalejas for the revision of the Cullera death sentences. (The texts of Galdós' petition and of Canalejas' reply are given in the Appendix).

December 31.

«-Manifiesto republicano.-El Sr. Pérez Galdós, a nombre de la Conjunción Republicano-socialista, publicó una alocución al país contra la guerra, en la cual se decía:

Conclusiones que deben votarse en los mítines: 1.ª Término honroso de la guerra y reingreso de las tropas en las zonas defensivas de nuestras plazas. 2.ª Condenación de la política de expansión territorial en Marruecos. 3.ª Disminución de los gastos en los presupuestos de Guerra y Marina, y efectividad del servicio militar obligatorio. 4.ª Política resuelta, valerosa, de remedios heroicos para el desarrollo de la riqueza del país y la renovación de la cultura española».


(p. 558)                





1912

January 10. The Supreme Military Tribunal confirmed the seven death penalties in the Cullera incident. El Liberal and other newspapers published a petition for revision of sentences, signed by, among others, Galdós.

[On January 12, the King, following the advice of Canalejas' cabinet, commuted all but one of the death penalties. On January 14, Alfonso commuted the sentence of the last of the condemned men, whereupon Canalejas and his cabinet resigned, to return to office the same evening. Republican journals -El Liberal, El País, and España Nueva- highly praise the King's actions. On January 23, the Radical Republicans and Republican-Socialists support Canalejas, to prevent the return of the Conservatives to power].

April 7. Melquíades Álvarez announces the formation of a new party, «el partido reformista». «El Sr. Romero (D. Tomás), en nombre de la Comisión organizadora, expuso que se habían recibido muchas adhesiones, entre ellas una de D. Benito Pérez Galdós, a la que dio lectura, siendo aplaudida» (p. 149). (The text of Galdós' letter is given by Josette Blanquat, p. 144).

May 26. The Republican journalist Nakens invited the heads of the Republican parties to meet in Galdós' house to explore the possibility of uniting the groups under a single leadership. Only Nakens, Lerroux, and Grajales attended. «El Sr. Pérez Galdós no pudo recibir a ninguno de sus amigos, por encontrarse en una habitación sin luz, sometido al tratamiento preliminar de una operación a la vista» (p. 226).127

June 1. Lerroux, to a packed meeting of Radical Republicans in Barcelona, summarizes Republican disagreements and wonders: «¿Por qué no han acudido al llamamiento de Nakens al campo neutral de Pérez Galdós? ¿Seré yo la causa?» (p. 243).

[December 1. Republicans praise the King for keeping Romanones in power, thereby excluding Maura and La Cierva].



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1913

January 1. A Republican-socialist meeting was held in the Casa del Pueblo to attack Conservative policy. «Presidió el acto el Sr. Pérez Galdós, leyendo en su nombre, unas elocuentísimas cuartillas de aliento y esperanza para las izquierdas antidinásticas, que fueron muy aplaudidas, D. Pablo Nougués» (p. 11). At the same meeting, Melquíades Álvarez declared that the King had served the cause of the people in keeping Maura and La Cierva from power. (On January 12, Melquíades Álvarez again highly praised the King).

January 13. The manifesto, which Galdós signed, of the Conjunción against Maura and the Conservatives, who are accused of rebellion against the monarchy. (The text of extracts from this manifesto are given in the Appendix).

[On January 14, three leading Republicans -Azcárate, Cossío, and Cajal- are warmly received by Alfonso. Azcárate declares there would be no royal opposition to progressive reforms. On June 4, Melquíades Álvarez announces the conditions under which he would serve the monarchy; on the following day, Azcárate warmly praises the King].

June 10. Galdós, Azcárate, Zulueta, and Miró resign from the executive committee of the Conjunción after a four-hour meeting of the committee. The four, in contrast to other committee members, saw no incompatibility between Melquíades Álvarez' monarchical leanings and the aims of the Conjunción. (The text of the Executive Committee's account of the proceedings is given in the Appendix).

June 12. Melquíades Álvarez and Azcárate agree to support Romanones in the present governmental crisis. At a meeting of deputies of the Conjunción, Pablo Iglesias, Salvatella, Soriano, and Castrovido support the Executive Committee's decision to withdraw support from Melquíades Álvarez. Galdós, Azcárate, Melquíades Álvarez, Pedregal, Zulueta (D. J.), Caballé, Lamana, Miró, and Zulueta (Luis) refuse to accept this decision. Soldevilla heads his account «Disolución de la Conjunción republicano-socialista».

October 25. A letter from Galdós is read at a banquet, in which Azcárate and Melquíades Álvarez comment favorably on the King's behavior.




1914

January 7. Galdós meets the King at a performance of Celia en los infiernos. (The text of this interview is given in the Appendix).

March 8. Galdós is elected as Reformist candidate for Las Palmas.

[October 20. The junta nacional of the Reformist party defend neutrality, but nevertheless express their sympathy for the Allied cause].



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1915

July 5. Galdós is one of the signatories of the Manifesto of Spanish Intellectuals to express sympathy for the Allied cause. «Nosotros nos hacemos solidarios de la causa de los aliados en lo que ella representa: los ideales de justicia, lo único que puede coincidir con los más profundos y más imperiosos intereses políticos de la nación» (p. 333).

August 11. Galdós was received by the King for fifty minutes in the Magdalena Palace in Santander. (An account of the visit and of subsequent political commentaries is given in the Appendix).

[December 8. Melquíades Álvarez is warmly received by Alfonso in the Palace.




1919

January 19. Serafín Álvarez Quintero and the mayor of Madrid make speeches at the inauguration of the monument to Galdós. Galdós received «una estruendosa ovación».




1920

January 2. The death of Galdós. Soldevilla comments on his political activities:

En política actuó poco. Perteneció en sus primeros tiempos al partido liberal, pues Sagasta le quería mucho, y fue Diputado secretario de una Comisión de mensaje.

Después fue republicano, por afán de popularidad, que utilizaron algunos elementos, llevándole de mitin en mitin y leyendo algunas cuartillas suyas (él no era orador y, además, ya estaba muy mal de la vista), para explotar con su presencia y sus palabras el entusiasmo del público.

Fue un hombre bueno y de gran corazón, lo que le hizo, en sus últimos tiempos, vivir con grandes apuros, molestado por usureros y prestamistas, no obstante las crecidísimas ganancias que obtuvo con sus obras.


(p. 3)                


*  *  *

Soldevilla's numerous references to Galdós in El año político suggest that Galdós' role as Republican politician was of much greater contemporary significance than later critics have acknowledged. Furthermore, Soldevilla's outline of Galdós' political activities is by no means exhaustive. Not all of Galdós' political appearances and speeches are listed by Soldevilla; no mention is made of Galdós' collaboration (which I shall treat in a forthcoming article) with the right-wing Republican politician Sol y Ortega between 1908 and 1910.

In an article («Galdós in Context: The Republican Years, 1907-1914») to be published in a future issue of Anales Galdosianos, I shall place Galdós'   —99→   Republicanism and subsequent rapprochement with the monarchy in contemporary political context, supplementing Soldevilla's sketchy account with material from other sources.

University of Kentucky



  —100→  
Appendix 1


I

The telegram sent to Canalejas by the Executive Committee of the Conjunción Republicano-socialista, September 22, 1911:

Santander, 22 (15).

Al Presidente del Consejo de Ministros.

El Comité Nacional Ejecutivo de la Conjunción Republicano socialista, reunido hoy en Santander, acuerda por unanimidad dirigir a usted las siguientes manifestaciones:

Juzgando la conducta del Gobierno ante el movimiento societario que se desarrolla en España, declara, en primer término, este Comité, que tal movimiento, extraño en sus orígenes a toda dirección y alcance políticos, nació con la exclusiva finalidad de conseguir reivindicaciones peculiares de la clase trabajadora. Al consignar lo que antecede, el Comité condena con la mayor energía los procedimientos empleados por el Poder público para resolver con inhumana represión estos conflictos y hace constar que tan torpe conducta, prueba notoria de incapacidad y aturdimiento, ha sido causa de las manifestaciones de solidaridad con que ha respondido todo el proletariado español, revelando un estado de conciencia y de fuerza que ningún gobernante contemporáneo puede desconocer impunemente, refiriéndose a cuestiones de mayor gravedad.

Este Comité protesta de que, a pesar de las negativas del Gobierno, se preparan nuevas y temerarias operaciones militares en Marruecos, acompañadas, según parece, de misteriosas negociaciones diplomáticas, y no se limita a protestar, sino que rotundamente proclama que el pueblo español tiene indiscutible derecho a conocer y juzgar los propósitos y actos del Poder que afectan de un modo definitivo a la vida presente y al porvenir de la Nación. Esta no puede seguir más tiempo en tenebrosa ignorancia de la dirección que imprimen a sus destinos y del empleo que dan a su sangre y a sus intereses los actuales gestores de la política, recordando las explícitas promesas y el compromiso de honor contraído con el Gobierno de no acometer sigilosamente tales empresas.

Este Comité requiere a usted para que convoque inmediatamente el Parlamento, advirtiéndole que no estamos dispuestos a consentir que la gran parte de opinión que representamos quede sin manifestarse, por estar las Cortes cerradas, por la prohibición de todos los comicios populares y por la mordaza que se ha puesto a la Prensa, emulando en esto el actual Gobierno a los que en otro tiempo merecieron de usted justas y enérgicas execraciones.

En ningún caso callará este Comité sus convicciones ni dejará de comunicarlas al pueblo, empleando cuantos medios se le ofrezcan, ya que el Gobierno persiste en privar a los ciudadanos de los derechos que reclaman con arreglo a la ley.

Santander, 21 de Septiembre de 1911.-B. Pérez Galdós, Pablo Iglesias, Manuel Carande, Melquíades Álvarez, Rosendo Castells, Rodrígo Soriano, Félix de la Torre y Eguía, Francisco Pi y Arsuaga, Joaquín Salvatella, Pablo Nougués.


(pp. 405-06)                




  —101→  
II

Canalejas' reply to the above telegram, September 23, 1911:

Recibido su telegrama y guardando a ustedes respetos y consideraciones que han omitido al telegrafiarle, cumple ante todo al Gobierno manifestar que sólo por lamentable desatención a la realidad cabe poner en duda que en sus orígenes y en su proceso el movimiento, con pudoroso eufemismo llamado societario, dejó de responder a una conjura revolucionaria, en la que unos actuaban contra la sociedad y el Estado y otros contra las instituciones constitucionales, respondiendo todos a retos anticipados, ya en las Cámaras, en la Prensa y en la tribuna popular.

Tales manejos subversivos, que ustedes ignoran pero no reprueban, mal pueden cohonestarse invocando reivindicaciones legítimas y aun plausibles de las clases obreras, víctimas a veces de apostolado anárquico que a toda hora habla de revoluciones sanguinarias y nunca de evoluciones jurídicas. La última huelga general, preparada con astucia, usando como instrumento la violencia y la captación de la libertad individual, aspiraba a maniatar la sociedad, suspendiendo de improviso e indefinidamente todos los servicios públicos, y a quebrantar a España ante las demás naciones en estas supremas circunstancias, y disolviendo sus organismos militares, contra cuya disciplina tantos estériles trabajos se realizan.

Al partido gobernante, cuyo programa de reforma social, dadas las circunstancias económicas del país, aventaja a los de otras muchas naciones, se deben las leyes de supresión del impuesto de consumos, servicio obligatorio y muchas más promulgadas o sometidas a la aprobación parlamentaria.

Comprendiendo que el laconismo característico de una comunicación telegráfica les impide consagrar piadoso recuerdo a los buenos ciudadanos civiles y militares asesinados en el glorioso cumplimiento de su deber y sentirse indignados por desmanes que seguramente sublevan sus conciencias, asombra que cuando en Madrid y en otras muchas capitales terminó la huelga general sin que nadie lamentase una erosión en la piel, hablen de represiones inhumanas.

Con innegable propósito docente recomiendan ustedes el ejemplo de los estadistas contemporáneos; pero olvidan que con motivos menos graves intervino en Repúblicas y Monarquías recientemente la fuerza pública, cuya conducta noble y mesurada en los últimos sucesos sólo puede desconocerse teniendo el ánimo muy apercibido a la censura.

En cuanto a las nuevas campañas militares, no se pretenda que la nación española permita queden impunes afrentas a su honor y mutilaciones crueles de sus soldados.

Deseoso el Gobierno de publicarlo todo y someterse al fallo inapelable del país, no puede, sin embargo, notificar ahora al Parlamento lo que los Gobiernos de las demás naciones interesadas consideren que debe sigilarse aún en bien de la paz y para el mejor éxito de la diplomacia.

A un Gobierno que ha vivido en constante comunicación con las Cortes; que ha contemplado millares de mítines y centenares de manifestaciones; que ha visto cómo desde hace años se multiplican las Asociaciones obreras y republicanas con intimidad y extensión inusitadas; a un Gobierno al que en el Parlamento y Prensa se han dirigido crueles invectivas e inhumanas amenazas; a un Gobierno que obtuvo de la piedad regia número de indultos y perdones, incluso para algunos de los que pagan con la rebeldía la clemencia, no puede hablarse de mordazas y tiranías.

Su telegrama adopta, por último, cierto tono conminatorio, que, aun otorgándole mero valor retórico, rechaza el Gobierno, seguro de que no se pretenderá que la augusta investidura del legislador sirva de escudo a la delincuencia; pues ni en la   —102→   democracia española ni en ninguna otra llegaron nunca las inmunidades parlamentarias a consagrar la impunidad, creando una casta privilegiada de ciudadanos irresponsables.

En resumen: el Gobierno, impaciente por restituir cuanto antes la ciudanía al íntegro ejercicio de sus prerrogativas y por solicitar con premura el concurso insustituible y el sabio consejo de las Cortes del Reino, adoptará los oportunos acuerdos tan pronto como se lo permita el cumplimiento de altos deberes de conservación social.


(pp. 408-10)                





III

Canalejas' reply to Galdós' protest, December 1, 1911:

Excmo. Sr. D. Benito Pérez Galdós.

Muy señor mío: Recibí anoche, y me apresuro a contestar hoy, la atenta carta que se ha servido dirigirme en nombre del Comité nacional ejecutivo de la Conjunción Republicano-socialista.

Ante todo, cúmpleme recordarle que en estos días de persecución sistemática, todos los periódicos adversarios del régimen monárquico o desafectos a la dinastía gozaron, no sólo de aquella soberana libertad del pensamiento por usted invocada, sino de tolerancia en otros países nunca consentida.

Respecto a la arbitraria persecución de Sociedades obreras, ninguna hállase sometida a limitaciones, como no sea por mandato fundado de los Tribunales. Lo que los Tribunales persiguen es el ilícito propósito de explotar la buena fe del proletariado español, induciéndole a que en amigable consorcio con revolucionarios extranjeros paralice el servicio de los ferrocarriles, prive de luz, agua y pan a las grandes urbes, coarte por la violencia la libertad del trabajo, impida las concentraciones militares, esgrima armas contra la fuerza pública, sin omitir incendios, asaltos y saqueos de edificios oficiales o particulares y el asesinato de modestos ciudadanos que, constituidos en autoridad, perecieron mártires del deber.

Asociaciones que eso promovieron en Septiembre último, mal podrían sustraerse a la acción de los Tribunales, por remiso que el Poder público estuviere en el cumplimiento de sus primarias obligaciones.

Ni un solo ciudadano sufre pena de extrañamiento o destierro. Cada día obtienen su libertad provisional personas complicadas en el último movimiento revolucionario; la inmensa mayoría de los periódicos sustenta sus opiniones sin el menor obstáculo; surgen nuevas Asociaciones obreras que, trabajando por el mejoramiento del proletariado, consiguen el aplauso y aun el apoyo material del Gobierno, etc., etc.

Tengo el honor de repetirme su más atento y seguro servidor, q. s. m. b., José Canalejas y Méndez.

30 de Noviembre de 1911.


(pp. 503-04)                





IV

Galdós' petition to Canalejas for commutation of the death sentences in the Cullera case, December 19, 1911:

Excmo. Sr. Presidente del Consejo de Ministros.

Muy distinguido señor mío: En nombre del Comité Nacional Ejecutivo de la Conjunción Republicano-Socialista, tengo el honor de dirigirme a usted suplicándole se digne aconsejar al jefe del Estado el indulto de los desgraciados reos de Cullera.

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Al expresar a usted este vehemente anhelo, el Comité interpreta sentimientos que hoy se manifiestan ardorosos en el corazón de la inmensa mayoría de nuestros compatriotas, y que marcan de un modo harto expresivo la orientación más clara y visible de la conciencia nacional en contra de la pena de muerte.

Ante las continuas transgresiones de la justicia y las bárbaras arbitrariedades del caciquismo que España viene padeciendo hace tiempo, entendemos que los Poderes públicos deben dar ejemplo de benignidad en la aplicación de las leyes, para que, desterrada la violencia de nuestra vida social, los partidos suavicen y atemperen sus procedimientos de lucha.

Preciso es no olvidar, además, que si siempre a la imposición de la pena de muerte acompaña, por ser el daño irreparable, el recelo del error, éste es casi inevitable, tratándose de delitos colectivos. Y lo difícil que es el acierto en casos tales lo demuestran en la tragedia de Cullera las divergencias entre la petición fiscal, la sentencia del Consejo, el informe del Auditor y el acuerdo del Capitán General. De este insuperable obstáculo para juzgar rectamente los delitos colectivos resultó en diversas ocasiones la impunidad, y así lo prueba lo acontecido con el tremendo crimen que en 1869 ensangrentó las naves de la catedral de Burgos.

Si nuestra súplica de indulto es atendida, realizará el Poder ejecutivo una obra de paz, dando ocasión al pueblo para felicitar al Gobierno que usted preside, por haber sabido poner en la clemencia la más sublime expresión de la justicia.

De usted, con la mayor consideración, atento seguro servidor, q. s. m. e. B. Pérez Galdós.

19 de Diciembre de 1911.


(pp. 531-32)                


Canalejas replied on the following day:

Excmo. Sr. D. Benito Pérez Galdós.

Muy distinguido señor mío: Honrado por su atenta carta, expresiva de un acuerdo de la Conjunción republicana, encaminada a recabar el indulto de procesados que pudieran en su día ser objeto de un fallo definitivo determinante de la pena de muerte, sólo me permiten mis complejos deberes asegurarle que si ese temor se realizara, sometería al Consejo de Ministros las peticiones recibidas y las que hasta entonces se formulen, deseando que nuestros deberes de gobierno puedan concertarse con nuestros íntimos sentimientos personales.

Me profeso una vez más su antiguo amigo y servidor, q. b. s. m., José Canalejas.

Diciembre, 1911.


(pp. 532-33)                





V

Extracts from the Manifesto of the Conjunción republicano-socialista of January 13, 1913:

AL PAÍS.-Recientes sucesos políticos mueven a este Comité a dirigirse a sus adeptos y al pueblo español.

Nació la Conjunción republicano-socialista al calor de la protesta originada por la política que desarrolló el partido conservador en el Poder, en la represión de un movimiento popular cuyas manifestaciones revolucionarias habían sido provocadas por el propio Gobierno.

[...]

No es lícito dudarlo: todo el partido conservador piensa como D. Antonio Maura. No ha dejado éste de consignar que así lo estimaba cuando se reintegraba a la dirección que abandonó.

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Acaba, en efecto, de colocarse en franca rebeldía contra el actual régimen político, no sólo constituido por la Corona, sino completado con el funcionamiento de los partidos. Manifiesta categóricamente a la Corona que no puede contar con él sin antes rectificarlo. Es indudable que el llamamiento del partido conservador al Poder, si algún día tuviera lugar -y bien pudiera ser signo de esperanza la precipitada vuelta del jefe ausentado con llamativo estrépito- presupondría la rectificación. Contra esta rectificación la Conjunción republicano-socialista proclama la necesidad de la resistencia popular y asume el compromiso de coadyuvar a ella con las fuerzas de que dispone.

Benito Pérez Galdós, presidente; Gumersindo de Azcárate, Melquíades Álvarez, Pablo Iglesias, Francisco Mora, Rodrigo Soriano, Eduardo López Parra, Aniceto Llorente, Rosendo Castells, Luis Talavera, Luis de Zulueta, Joaquín Salvatella, F. Javier Cabañas.






VI

The unofficial report of the Committee of the Conjunción, which met on June 10, 1913, to consider Melquíades Álvarez' sympathetic remarks with regard to the monarchy:

Se ha reunido el Comité de la Conjunción republicano- socialista, con asistencia de los Sres. Pérez Galdós, Azcárate, Iglesias, López Parra, Soriano, Llorente, Castells, Talavera, Zulueta (D. L.), Cabañas y Salvatella.

El Sr. Miró ha asistido a la reunión en representación del Sr. Álvarez (D. M.). Los Sres. Iglesias, López Parra, Soriano, Llorente, Castells, Talavera, Cabañas y Salvatella han declarado que las manifestaciones hechas en el Congreso por D. Melquíades Álvarez, contrarias a los fines de la Conjunción, y entendiendo que ésta debe subsistir para el cumplimiento de los mismos, consistentes en impedir que venga al Poder el partido conservador de 1909 y en procurar por todos los medios que estén a su alcance y las circunstancias aconsejen, la instauración de la República, han declarado que no podían contar con el concurso del Sr. Álvarez y de aquellos elementos que están conformes con sus manifestaciones y dispuestos a secundar su actitud.

Los Sres. Azcárate, Pérez Galdós, Zulueta (D. L.) y Miró, juzgando, por el contrario, que las declaraciones del Sr. Álvarez son perfectamente compatibles con la existencia de la Conjunción, tal como está constituida, en vista de lo expuesto por la mayoría, se han creído obligados a retirarse.

En consecuencia, los señores primeramente citados han acordado seguir constituyendo el Comité ejecutivo de la Conjunción, dando inmediatamente cuenta del acuerdo a los partidos que representan.


(pp. 271-72)                





VII

Galdós' meeting with the King, January 7, 1914:

Galdós y el Rey.-El espíritu de las alturas seguía marchando hacia la izquierda.

En el teatro Español se celebró esta noche, con la 31.ª representación de la aplaudida obra Celia en los infiernos, el beneficio de su ilustre autor D. Benito Pérez Galdós. La función constituyó un cariñoso y entusiasta homenaje al gran novelista.

  —105→  

Los Reyes D. Alfonso y Doña Victoria honraron con su presencia la función del clásico coliseo. Con SS. MM. asistieron los Príncipes de Battenberg.

Todas las localidades del teatro estaban ocupadas por distinguida concurrencia, de la que formaban parte muchos hombres políticos. En un palco estaban el presidente del Consejo, Sr. Dato, y el ministro de la Gobernación, Sr. Sánchez Guerra. También asistieron el expresidente del Consejo Sr. Conde de Romanones y el Sr. Azcárate.

El autor fue verdaderamente ovacionado, y eso que -digámoslo con franqueza- la comedia era de lo más endeble que ha salido de la pluma inmortal del autor de los Episodios Nacionales.

En uno de los entreactos invitaron los Reyes a subir a su palco al Sr. Pérez Galdós, a quien felicitaron efusivamente. El anciano escritor permaneció buen rato en el palco regio, conversando con SS. MM.

Al terminar la representación, fueron los Reyes despedidos por el público con una cariñosa ovación y entusiastas vítores.

En la calle se repitieron después las aclamaciones populares con igual entusiasmo.

En resumen: la cosa estaba preparada para acentuar la aproximación de tan importantes elementos a la Monarquía; por eso asistió al acto el Sr. Azcárate.

Se esperaba también al Sr. Álvarez (D. Melquíades); pero... se puso enfermo.

Acerca de la conversación de S. M. el Rey con el señor Pérez Galdós, dijo el Sr. Gómez Carrillo lo siguiente, en El Liberal:

«-Mi primera impresión -murmura el maestro-, la primera... ¿sabe usted cuál fue?... Pues el temor de no saber hablar a S. M... Porque eso de no tener derecho a decir usted, es terrible para los que no somos cortesanos de nacimiento ni de afición.

»Pero confieso que apenas puse el pie en el antepalco, en que me recibió el Duque de Frías, en su calidad de grande de guardia, aquella inquietud se disipó. D. Alfonso estaba allí, tendiéndome la mano, con una sonrisa y un ademán encantadores. Después de saludarle, le di las gracias por el interés con que este verano pasado se informó de mi salud en Santander. Apenas oyó el nombre de esta ciudad la Reina Doña Victoria, cuya mano acababa yo de besar, comenzó a hablar con entusiasmo de la playa santanderina, del palacio de la Magdalena, del horizonte, de la Montaña. Luego tuvo algunas frases para mi casa, que ha visto por fuera, y que, según me dijo, le ha interesado siempre, por ser la vivienda de un viejo escritor. La impresión que la Reina me produjo fue gratísima. Nunca, se lo aseguro a usted, nunca, en ninguna dama he visto unidas del mismo modo la majestad y la llaneza. También me sorprendió agradabilísimamente la corrección con que habla nuestra lengua, y esto hasta tal punto, que se lo dije al Rey. ¿Y sabe usted lo que me contestó D. Alfonso, para hacerme comprender que había en su augusta esposa tenido necesidad de estudiar con ahínco el castellano? Pues, con su sonrisa, en que aún hay algo de infantil, exclamó:

»-A la fuerza ahorcan».

Después de hablar de Canarias, de Santander y de Inglaterra, continuó diciendo D. Benito:

«Después de esto, S. M. me habló con un interés, que siempre le agradeceré muchísimo, de mis trabajos personales y de la literatura española en general, haciéndome ver que conoce el movimiento actual mejor que muchos profesionales.

»-¿Qué prepara usted? -preguntome.

»-Preparo, además de un drama -le contesté-, un nuevo tomo de los Episodios Nacionales; el tomo número 47. Se titula Sagasta, y termina justamente en la fecha del nacimiento de V. M., en Mayo de 1886.

»Don Alfonso, con una gracia seductora, me dijo:

  —106→  

»-Si usted cree que entre los documentos que yo poseo sobre aquella época hay algunos que puedan servirle, los pongo a su disposición.

»Una de las cosas que más me halagaron fue la gentil curiosidad con que S. M. se informó de mi método de trabajo y de mi vida de escritor.

»-Claro -exclamó- que usted tendrá que dictar, a causa de su vista.

»Y fijando sus pupilas claras en las mías cansadas y enfermas, hablome de la operación de la catarata, preguntándome con interés si era dolorosa.

»-No -le contesté-; no lo es.

»Esta respuesta pareció causarle placer.

»-Le darían cloroformo -murmuró.

»-Cocaína -interrumpió la Reina-; lo que se da es cocaína.

»Y, volviéndose hacia mí, preguntome:

»-¿Habla usted inglés?

»-Lo hablo poco; pero lo leo bien -le confesé.

»Luego le dije que mi Trafalgar ha sido anotada preciosamente por un maestro de Cambridge para el estudio del castellano.

»-Si V. M. me lo permite -agregué-, le mandaré un ejemplar de esta novela mía, que ahora ya no podrá servirle como obra de estudio; pero que será una prueba de la estimación que los ingleses tienen por nuestras letras.

»Refiriéndose a la enseñanza en general, D. Alfonso me confió su proyecto de fundar un Instituto en el cual se dé a los jóvenes españoles una instrucción puramente científica y esencialmente moderna.

»-Nada más necesario y nada más útil -le dije.

»-Lo malo -exclamó él- es que no todo lo que se quiere se puede...

»En aquel momento, el representante del teatro penetró en el palco a pedir permiso a D. Alfonso para comenzar el último acto.

»Al levantarme, con objeto de despedirme, el Soberano me dijo, estrechándome efusivamente las manos:

»-Cuando vaya yo a Santander este verano vendrá usted a verme, ¿no es cierto?... Ahora ya somos amigos.

»-Iré -contestele.

»Y después de besar la mano de S. M. la Reina y de saludar a los Príncipes, a quienes había yo sido presentado momentos antes, me retiré lleno de entusiasmo por la inteligencia extraordinaria que en tan pocos minutos había sorprendido en el joven Soberano.

»-¿Y luego, D. Benito?

»-Luego... luego... Pues ya ve usted; luego he vuelto a la República... de las letras.»


(pp. 7-10)                





VIII

Galdós' reception at the Magdalena Palace, August 11, 1915:

DÍA 11. -Galdós en Palacio- En esta fecha estuvo en el palacio de la Magdalena, de Santander, D. Benito Pérez Galdós, al que el Rey había concedido audiencia.

La entrevista duró cincuenta minutos.

Se hicieron muchos comentarios sobre esta visita. El Sr. Galdós se mostró reservadísimo. Sólo manifestó que el Rey le había retenido a su lado cerca de una hora enseñándole el palacio, y que se interesó mucho por su salud y le habló de sus obras y del trabajo que preparaba, demostrando, a juzgar por las palabras de Galdós, profundo respeto y admiración fervorosa.

  —107→  

Hablaron de muchas cosas, especialmente de política, en la que Galdós tiene una representación claramente definida.

El Rey, según el corresponsal de El Imparcial, se mostró francamente liberal.

Díjose que habló del partido reformista como de una gran esperanza, indicando la posibilidad de que no tardara en ser llamado al Poder.

-¿Y qué impresión le ha producido a usted nuestro Monarca? -le preguntó el corresponsal del Heraldo, señor Guerra Oliván.

-La misma que ya tenía y que manifesté en otra ocasión. He visto con placer que D. Alfonso XIII tiene los más altos ideales patrióticos, que su pensamiento en todas las cuestiones que afectan a España es de una claridad y de una justeza extraordinarias. Si lo que yo le he oído pudiera realizarse, no dudo que sería beneficioso para nuestro país.

DÍA 13. -La neutralidad, el Rey, y Galdós- La visita del ilustre Galdós a S. M. el Rey fue causa de vivos y calurosos comentarios. Por reformista y por aliadófilo, se le juzgaba ya más que por autor de los Episodios Nacionales y de las Novelas Contemporáneas (aunque no se le insultaba por sus opiniones, como hacían los aliadófilos con el ilustre Benavente, por sus opiniones germanófilas), con objeto de deducir de la visita consecuencias temerarias, y fue preciso que el jefe del Gobierno dijese que «el Rey, fiel observador de los deberes constitucionales, era el primero en dar ejemplo en la observancia de una absoluta neutralidad, y cuanto en contrario se quisiera deducir de sus conversaciones, estaba totalmente destituido de fundamento».


(pp. 380-81)                








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