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ArribaJornada tercera

 

Salen DON JUAN y NEBLÍ.

 
NEBLÍ
Don Juan, quéjate de quedo.
Preso desde anoche estás
y tales suspiros das,
que a las guardas pones miedo,
y dicen, muy vigilantes,5
que sus pesadumbres son
a fuer de descomunión,
que son de participantes.
Jaime habló al Rey, y quizá
por orden suya en un coche10
llevó a Doña Sol anoche
a su quinta, donde está;
que dio al Rey tanto cuidado
el caso de mi señora,
que le han de llamar ahora15
Don Sancho «el desencerrado».
JUAN
Déjame, por Dios, Neblí.
NEBLÍ
Calla, que quizá no es cierto;
hoy vi las flores del huerto
y dije, cuando las vi,20
que respecto de tu esposa,
que está de virtudes llena,
no hay pureza en la azuzena
ni honestidad en la rosa.
Hoy vi el sol entre nublados25
que en mi presencia llovieron
unos cristales que fueron
del corazón desatados
aljófares derretidos,
o por lo menos serían30
lágrimas las que corrían
y perlas los detenidos.
JUAN
¿No es aquél Don Jaime?
NEBLÍ
Él es.
JUAN
Pues vete.
NEBLÍ
Voyme a la quinta
a ver la presa y la pinta,35
que allá está también Inés.

 Vase. 

 

Sale DON JAIME.

 
JAIME
Don Juan, el Rey os espera,
que os quiere hablar muy despacio;
libre estáis, id a palacio.
JUAN
¿El Rey, a mí?
JAIME
¿Qué os altera?
40
Cuanto desde anoche pasa
he dicho al Rey, y así, vengo
con orden suya y la tengo
de que os vais a vuestra casa.
Bien, que aunque hubiera importado45
decir toda la verdad,
no he dicho a su magestad
que con Sol estáis casado,
porque así me lo previno
el príncipe, y no conviene50
irritar tanto a quien tiene
por ley su propio destino.
Ya, en fin, sin dificultades
estáis vos libre, y yo quiero
hablaros de mí primero55
que os diga otras novedades.
Pensaréis que, arrepentido
de daros vida, os busqué
en vuestra casa, y no fue,
Don Juan, todo aquel ruido60
lo que pensáis, ¡Vive Dios!
Diligencia fue forzosa
por guardar a vuestra esposa,
no por mataros a vos.
Yo os hallé para prenderos,65
mas no hubo secreta espía
ni yo presumir podía
que entonces pudiera veros;
que si venisteis y a mí
no me enviasteis a avisar,70
¿cómo pude yo pensar
que estábades vos allí?
Vos sí en esto me agraviasteis;
yo en ir a buscaros, no,
porque a vos os hallé yo,75
porque vos sin mí os hallasteis;
supuesto, pues, que no fuera
buen discurso haber creído
que hubiérades vos venido
y que yo no lo supiera.80
Claro está que no mataros
ni prenderos intentaba,
pues es cierto que os buscaba
cuando no pensaba hallaros.
JUAN
Don Jaime, si os debo mucho,85
todo pienso que os lo pago,
pues de vos me satisfago
con sólo lo que os escucho.
Supuesto, pues, ya lo advierto,
que por matarme no fuisteis:90
algo, sin duda, supisteis
de mí y de Sol, y si es cierto
y sois verdadero amigo,
¿cómo me calláis mi afrenta?,
¿cómo lo mismo no intenta95
mi honor con vos que conmigo?
Si fuimos hasta aquí,
y un amigo en otro está,
¿cómo otro yo no sois ya
y no obró en vos como en mí?100
Don Jaime, en vos hay mudanza;
no estoy ya en vos, ¡Vive Dios!
pues estoy en mí y no en vos,
tratando de mi venganza.
JAIME

 (Aparte.) 

(¿Qué haré, que hasta ahora, en fin,105
su agravio efecto no tiene?
Sin novedad no conviene
decirle lo del jardín.)
Por Dios, Don Juan, que me espanto
de que discurráis tan poco:110
el príncipe, de amor loco,
anoche lo estuvo tanto,
que entró en vuestra casa, y yo
que guardarla prometí,
con aquella industria fui115
sólo por saber que entró.
Vos sois muy gran caballero,
no puede en acción ninguna
correr vuestro honor fortuna.
JUAN
Jaime, el honor verdadero120
sé, en buena filosofía,
que de la virtud procede
y que la virtud no puede
ser en mí sin acción mía;
mas el mundo desordena125
tan ciego esta rectitud,
que hay honor que no es virtud,
pues pende de acción ajena;
y siendo dicha en rigor
y no honor lo que no adquiere130
por sí mismo el que lo quiere,
dice el mundo que es honor,
y llega algún virtuoso
a tan infeliz estado,
que es virtuoso y no honrado,135
sólo porque no es dichoso.
JAIME
Pues eso no os toca a vos;
vamos a lo que hay de nuevo,
que no sé cómo me atrevo
a decíroslo, por Dios.140
El rey habló en mi presencia
al príncipe, y él le dijo:
«Señor, yo soy vuestro hijo
y sé que os debo obediencia;
mas ya con resolución145
os quiero desengañar:
no, no me pienso casar
con la infanta de Aragón;
antes lo he de hacer de suerte
que a Sol pueda dar la mano».150
Conforme a lo cual es llano
que piensa daros la muerte
para casarse con ella.
JUAN
¿Qué decís?
JAIME
Que a él le está bien
ser dueño de un sol con quien155
el del cielo aún no es estrella;
el rey, pues, muy ofendido
de que por Sol no se case,
me mandó que la lleVase.
a mi quinta, sin ruïdo,160
donde ella está cuidadosa,
porque desde anoche intenta
dar al rey de todo cuenta
y decir que es vuestra esposa;
mas no la han dado lugar,165
y, como he dicho, también
callé yo, porque no es bien
dar a su Alteza pesar.
Vos veréis al rey ahora;
habladle claro, no sea170
que algún grave mal se vea,
porque el casamiento ignora.
JUAN
Fuerza es ir do el rey me llama;
pero conviene al suceso
verme con Sol antes de eso.175
JAIME
¿Qué pretendéis?
JUAN
Ya la fama
habrá dicho su prisión;
no sepa que soy casado
el rey, que no es acertado,
Don Jaime, en esta ocasión;180
antes veré a Sol y de ella
sabré por qué el rey la prende.
JAIME
Si ya el príncipe pretende,
Don Juan, casarse con ella,
muy fácil es de saber.185
JUAN

 (Aparte.) 

Puede ser que el rey me impida
que yo quite a Sol la vida
si la ve que es mi mujer.
Después de muerta sabrá
mi justicia y mi venganza190
a un mismo tiempo.
JAIME
Costanza
pienso que a la quinta va
a ver a Sol como amiga;
bien que tampoco ha sabido
que ya sois de Sol marido,195
ni es bien que yo se lo diga,
por no ver su sentimiento.
Vos, por mi voto, al instante
ved al rey, yo voy delante
por saber bien el intento200
del príncipe, que ya es tarde,
y, temo algún accidente.
JUAN
Yo veré muy brevemente
al rey y a Sol. Dios os guarde.

 Vase DON JAIME.  

Antes que a Sol llegue a ver,205
consultad, honor, conmigo
a qué voy y a qué me obligo,
qué debo decir y hacer;
qué, o Sol lo dejó de ser,
o en nube densa luz rara210
de virtud no se declara;
que tal vez la verdad pura
para el que la ve está oscura,
pero en sí siempre está clara.
Dice Jaime que su Alteza215
pretende, quizá no en vano,
matarme y darle la mano.
¿Qué diré de esta fineza?
Diré: ¡ojalá, con certeza!,
que es consecuencia forzosa220
pues, tan ciega mariposa,
arde el príncipe en su llama,
que ella no quiere ser dama,
pues él la pretende esposa.
Él dos veces afirmó225
lo del jardín y el papel,
y ella, confiada, a él
otras dos veces se lo negó;
sí, pero oyéndolo yo:
negar fue miedo al castigo.230
Sí, pero como ella, digo,
si asegurarse quisiera,
que más segura estuviera
con su Alteza que conmigo.
Pues ¿cómo a mí me obligaba,235
y no al príncipe, con quien,
si ambos se querían bien,
libre a mi pesar quedaba?
Mas la culpa, que es esclava,
tiene esa vil sujeción,240
porque de su propia acción
naturalmente forzado
está cobarde el pecado
delante de la razón.
Yo vi a Sol en el jardín,245
y si estuvo en él su Alteza,
la ocasión..., mas no hay flaqueza
humana en un serafín.
¡Ay!, que la ocasión, en fin,
rinde la virtud mayor,250
y de su mismo valor
es escrúpulo forzoso
que aun antes de ser su esposo
la debí imperios de honor.
Grosero argumento ha sido;255
mas ninguna mujer cuerda
a sí el respeto se pierda
con quien no es ya su marido,
que al que serio ha prometido,
no es obligarle, antes es,260
desde allí para después
dejarle desobligado
de proceder confiado
y de presumir cortés.
Yo voy, haya o no evidencia,265
que aquí el rigor no es exceso,
a fulminar el proceso
y a ejecutar la sentencia:
venga Sol a la presencia
del juez como delincuente,270
y sea eterno su occidente
si han sido ciertos mis celos;
¡Pero defendedla, cielos,
si es verdad que está inocente!
 

Salen DOÑA SOL, COSTANZA e INÉS.

 
SOL
Seas, Costanza, bienvenida.275
COSTANZA
Sol, aunque anoche me fui
porque todo ayer te vi
o cansada o desabrida,
hoy supe que hubo en tu casa
anoche un gran ruïdo,280
pero no lo que había sido,
y vengo a ver lo que pasa
y por qué causa estás presa
en esta quinta.
SOL
Costanza,
ya haré de ti confianza,285
si es que de mí mal te pesa:
el príncipe...
COSTANZA

 (Aparte.) 

Mi papel
entra aquí.
SOL
A Don Juan halló
anoche en mi casa.  (Aparte.)  (Y yo,
que estoy casada con él,290
quiero decirlo.) Halló, digo,
a Don Juan, que muy secreto
vino a mi casa.
COSTANZA
¿En efecto?
¿Don Juan estaba contigo?

 (Aparte.) 

(¡Ah, falsa amiga, en fin es 295
cierta mi sospecha!)
SOL

 (Aparte.) 

Adora
más ciega a Don Juan ahora:
callar quiero hasta después.
COSTANZA
Pues, Sol, yo adoro a Don Juan,
y si me agraviáis los dos,300
le he de decir, vive Dios,
que el príncipe es tu galán,
y que no falta quién diga
que le hablaste en el jardín
estas noches; que si, en fin,305
eres tú traidora amiga,
yo lo dispondré de modo
que tu marido no sea
si el ingrato lo desea.
SOL

 (Aparte.) 

(Fuerza es remediarlo todo,310
que confirmará el engaño
Don Juan, si tal le dijere;
yo finjo, pues, que él la quiere.)
Costanza, no es ése el daño
que temo yo: él supo que eras315
huéspeda mía, y así
te buscó en mi casa a ti.
COSTANZA
¿Qué dices?, ¿hablas de veras?,
¿a mí me buscaba?
SOL

 (Aparte.) 

(¡Ay, cielos,
no me des más ocasión!)320
COSTANZA
Perdóname, Sol, que son
muy vengativos los celos
y no saben tener ley;
contigo pienso quedarme
esta noche hasta enterarme325
por qué te tiene aquí el rey.
 

Sale NEBLÍ.

 
NEBLÍ

 (Aparte.) 

Costanza está aquí. Yo callo
y disimulo.
COSTANZA
Neblí,
¿qué buscas? ¿A Sol?
NEBLÍ
A ti
te busco donde te hallo;330
a verte, desde la torre,
Don Juan me envía, aunque preso.
COSTANZA
¿Cómo está?
NEBLÍ
Perdiendo el seso:
muy mal viento es el que corre.
Figura un bruto en la plaza335
cuando, irritado una tarde,
de tanto vulgo cobarde
feroz se desembaraza
y súbitamente asido
un alano de la oreja,340
en la repetida queja
del impaciente bramido,
siente con ansia mayor
hallarse entre su pujanza
preso para la venganza345
que herido para el dolor.
Así, con igual afán...
SOL
Necio, excusa el proseguir,
porque no te he de sufrir
que lo apliques a Don Juan.350
NEBLÍ

 (Aparte.) 

Inés, ¿no es Don Juan su esposo?
pues a tiempo me ha dejado,
que el animal comparado
era aquí muy peligroso.
COSTANZA
¡Qué largo es este jardín!355
Forman una selva oscura
las plantas, cuya espesura,
que se dilata hasta el fin,
quizá con más sombras hoy,
retrato el miedo dispone.360
SOL
¡Ay, Costanza!, el sol se pone;
temiendo la noche estoy.
COSTANZA
Sol, con Jaime viene allí
su Alteza: yo me retiro.

 Vase. 

 

Salen el PRÍNCIPE y DON JAIME.

 
PRÍNCIPE
Don Jaime, por esto miro365
por Doña Sol y por mí.
JAIME
Pienso que su Majestad
a Don Juan llamó, y entiendo
que ambos os vienen siguiendo.
SOL

 (Aparte.) 

¡Oh, cómo es falsa amistad370
la de Don Jaime! ¿Qué haremos?
PRÍNCIPE
Sol, no te vayas, espera;
salíos los dos allá fuera.
INÉS
Vamos, Neblí, y escuchemos.
 

Retíranse INÉS y NEBLÍ.

 
PRÍNCIPE
Yo vengo aquí, no te alteres,375
a ofrecerte en mi persona
derecho a la real corona;
el modo ya tú lo infieres,
que dar la muerte a Don Juan
no es rigor, sino justicia,380
pues le avisé, y con malicia
pasó a esposo, de galán.
Muera, pues, Don Juan, y luego
serás mi esposa.
SOL
Señor,
¿cómo es ciego vuestro amor,385
pues en mí es lince no ciego?
Imaginad, si no pierde
quizás por muy repetida
la comparación, asida
a un olmo una yedra verde390
que en recíproca amistad
se unen los dos de tal modo,
que en las partes de este todo
no hay ya unión, sino unidad;
pues cuando a entrambos los liga395
tan estrecho abrazo, a donde
ella se tiene, él se esconde;
ella se guarda, él se abriga.
Demos que un genio duro
el olmo cortar espera400
y llevar la yedra entera
para que sirva en un muro.
¿Entera? Inténtalo en vano:
no, señor, no puede ser;
limitóse aquí el poder,405
porque esa robusta mano
puede, en la unión que deshace,
cortar el olmo y no puede
hacer que la yedra quede
para que al muro se enlace,410
Porque ella entre el rigor fiero
se ciñe al olmo tan fiel,
que ningún golpe da él
sin que dé en ella primero.
PRÍNCIPE
No sé a cuál de mis agravios415
te responda: ¿qué rigor
de hechizo oculto ha añadido
mudanza a tu condición?
Mirar quiero por tu vida:
el rey, mi Padre, mandó420
a Don Jaime que sacase
a Don Juan de la prisión;
él vendrá a la quinta, y temo,
por lo que anoche pasó,
que muy honrado te mate.425
Deudos de satisfacción
tienes en Castilla y ricos;
vete con Jaime, que yo
os seguiré cuando importe;
que ahora, también, no voy430
Porque pago a mi fineza
lo que debo a tu opinión.
SOL
Bueno es, señor, que en presencia
de mi esposo digáis vos
culpas de que en mí no ha habido435
primera imaginación,
y que me obliguéis ahora
defendiéndome; yo os doy
todas las gracias que os debo;
mas, supuesto que nació440
la obligación de la culpa,
claro está que era mayor
obligación excusarme,
que os tuviera obligación.
Yo he de esperar a mi esposo,445
que en mi inocencia hay valor
para más riesgo.
PRÍNCIPE

 (Aparte.) 

A mí mismo
me negará que me habló
en el jardín.
JAIME

 (Aparte.) 

Yo confieso
que no sin admiración450
la estoy viendo y escuchando.
PRÍNCIPE

 (Aparte.)  

Por convencerla mejor,
tengo guardado un papel
de su letra.
INÉS

 (Aparte.) 

Aquí entro yo
por lo que ayudé al enredo.455
SOL
¿Papel de mi letra, vos?
Ved que os escucha Don Jaime;
tened lástima a mi honor.
NEBLÍ

 (Aparte.) 

¿Si era de Sol el billete?
Pues si era suyo, ¡por Dios!460
que he de aplicar a mi mano
toda la comparación.

 Vase. 

PRÍNCIPE
Sol, yo vine, aquí resuelto;
o lo consientas o no,
yo he de matar a Don Juan.465
INÉS

 (Aparte.) 

A hablar con Costanza voy
y a decirle el gran peligro
que Don Juan tiene; mas no
que con Sol está casado.

 Vase. 

SOL
Vos haréis como quien sois;470
dadme licencia.
PRÍNCIPE
No has de irte;
mas vete, yo te la doy,
que debo mucho al decoro
y tu desdén da ocasión
a mi impaciencia y tu agravio.475
SOL
Vos de vos sois vencedor;
pero para entreteneros
sabrá Costanza mejor;
yo la enviaré a que os asista.

 Vase. 

 

Sale NEBLÍ.

 
NEBLÍ
No es mal entretenedor480
para un príncipe un neblí.
PRÍNCIPE
¿No eres tú quien me llevó
un papel?
NEBLÍ

 (Aparte.)  

(Esto es muy malo.)
Éralo, mas no lo soy.
PRÍNCIPE
Pues, ¿por qué no lo eres ya?485
NEBLÍ
Porque el tiempo es muy veloz,
y cuantas cosas han sido,
o son otras o no son.
PRÍNCIPE
¿Sirves a Sol?
NEBLÍ
Soy sirviente
de Don Juan y servidor490
de vuestra Alteza; ya sé
que es muy gran regalador
y que Inés come perdices.
PRÍNCIPE
Luego, ¿Inés te reveló
el secreto y tú a Don Juan?495
NEBLÍ
Yo soy un gran hablador;
nada he dicho.
PRÍNCIPE
Si hablas tanto,
en tu misma confesión
dices que lo has dicho todo.
NEBLÍ
¿Hay tal argumentador?500
¿Es esto lo de haber visto
la casa y a Don Juan no?
Pues juro a Dios que en mi vida
he sido saludador,
ni fuelle, ni sacabuche,505
ni judas, ni Galalón;
desde que os di el billetillo
que a mí Costanza me dio,
no he respirado.
PRÍNCIPE
¿Costanza
te dio el papel?
NEBLÍ
Sí, señor
510
bien que me dijo después
que era ajeno.
JAIME

 (Aparte.) 

(¿Si es traición
de Costanza?). Ella sin duda
el papel os escribió.
PRÍNCIPE
Don Jaime, ¿la que me hablaba515
en el jardín no era Sol?
Pues también me escribió ella
JAIME
Decís bien.
PRÍNCIPE
Ella temió,
sin duda, a Don Juan, su esposo,
y con tan justo temor520
fió a Costanza el secreto.
JAIME
Costanza viene.
NEBLÍ
Chitón,
señor Neblí, que esto creo
que va de mal en peor.

 Vase. 

 

Sale COSTANZA.

 
COSTANZA

 (Aparte.)  

Díjome Inés que su Alteza525
quiere matar con rigor
a Don Juan, y si él me quiere,
resuelta otra vez estoy;
que el príncipe es muy cortés,
y pues no es casada Sol,530
y así en hablarle ella misma
no perdiera mucho honor,
y, hablarle yo en nombre de ella
es fineza y no traición,
pues doy la vida a Don Juan,535
mi intento ayude el amor:
que tengo que hacer que viva
o tengo de morir yo.
PRÍNCIPE
Costanza, a buen tiempo llegas.
COSTANZA
Sí, porque Sol me envió540
para que yo en nombre suyo
os dé una satisfacción.
Dice que anoche le hablasteis
donde Don Juan os oyó,
y aquí, oyéndolo Don Jaime,545
y, así con afectación
lo negó todo ambas veces;
mas yo, como sé que vos
de Jaime os fiáis, os hablo
delante de él sin temor:550
es Sol el recato mismo,
y, así, el papel que os llevó
Neblí pasó por mi mano,
Y como somos las dos
desde entonces muy amigas,555
pide que os esconda yo
en el jardín, que esta noche
os quiere hablar en su amor.
PRÍNCIPE
¿Qué dices, Costanza?
COSTANZA
Digo
que vengáis sin dilación560
a donde esperéis oculto.
PRÍNCIPE
Vamos, que con tu favor
quiero, aunque muera abrasado,
ser mariposa de Sol.
 

Vanse.

 
JAIME
¿Viose maldad semejante?565
¡Vive Dios!, que ya es forzoso
dar cuenta de esto a su esposo,
que ya no hay ardid bastante
para preservar su honor
y mostrar mi buena ley;570
mas él viene con el rey.
 

Salen el REY y DON JUAN.

 
REY
Don Jaime está aquí.
JAIME
Señor,
¿vos en mi quinta?
REY
¿Está en ella
el príncipe?
JAIME
Señor, sí;
lejos le llevó de aquí575
Costanza.
JUAN
¿Y Sol no es aquella
que allí retirada miro?
Sola con Inés está.
REY
Don Jaime, yo dejé ya,
como vos veis, mi retiro,580
y el príncipe hará que deje
el rey de Aragón su tierra
y que infectada con guerra
toda Navarra se queje,
pues cuando no hay otro modo585
de curar un cuerpo, el arte
suele cortar una parte,
porque no perezca el todo.
Yo llamé a Don Juan, porque él
diese de Sol más noticia,590
que quiero ser con justicia
cruel, si he de ser cruel.
Y aunque creí que los dos
no aprobáredes mi intento,
él es quien me pone aliento;595
ahora os consulto a vos.
En tan divina hermosura,
sin más culpa que querer
a mi hijo, ¿he de poder
eclipsar con sombra oscura600
dos soles de beldad llenos
de honestidad y decoro?
¡Oh, con qué afecto lo lloro!;
pero no puede ser menos.
JUAN

 (Al oído.) 

Jaime, con el Rey he hablado605
con tal ardid y cautela,
que de mí no se recela.
REY
Supuesto lo que ha intentado
el príncipe a mi pesar,
cuando importa el bien del Rey610
y de todo el reino, es ley
que muera el particular.
Y, así, deja a una infanta
de Aragón Carlos, y espera
casarse con Sol: Sol muera;615
que aunque el tiempo crueldad tanta
guarde en viviente alabastro,
no ha mucho que en Portugal
otro ejemplo en todo igual
nos dio Doña Inés de Castro620
Bien veo que Sol es bella,
pero sé que favorece
al príncipe, y que padece
el reino todo por ella.
JUAN
En fin, ¿sabéis que ella a él625
le ha favorecido?
REY
Sí.
JUAN
Pues dejadme el caso a mí,
que ninguno más cruel
le dará la muerte luego.
JAIME

 (Aparte.) 

(Con esto se vengará630
Don Juan sin riesgo, pues ya
obra el príncipe tan ciego.)
Fuerza a un mismo tiempo ha sido
y razón: Don Juan la mate.
REY
Pues, Don Juan, no se dilate.635
JUAN
Don Jaime, ¿qué habéis sabido?,
¿cómo habláis ya de otro modo?
 

Salen SOL e INÉS.

 
SOL

 (A INÉS.) 

Si el Rey está aquí, bien puedo,
Inés, hablarle sin miedo
y darle cuenta de todo.640
REY
El jardín es dilatado:
llevadla, en caso de duda,
donde aunque el príncipe acuda,
ya esté el caso ejecutado. Vase.
INÉS

 (Aparte.) 

Ay, Dios! Don Juan es aquél;645
Sol tiene riesgo preciso
si yo a Don Jaime no aviso
para que la saque de él.
JAIME
Esta es Sol, Costanza habló
por ella al príncipe; en fin,650
él la espera en el jardín.
De aquí me llevaré yo
a Inés ahora, y la suerte
favorable con vos anda;
el mismo Rey os la manda:655
dadle a Doña Sol la muerte.
JUAN
Idos con Dios.
JAIME
Inés, vamos. Vanse
JUAN
Sol, si porque ya es de noche
no me ves, yo soy tu esposo
y su noble acero es éste.660

  Sácalo. 

SOL
Don Juan, señor, oye, aguarda,
mira, bien mío, que vienes
engañado todavía,
y que al mayor delincuente
le guarda el juez un oído.665
JUAN
Yo puedo seguramente
matarte, que el Rey lo manda;
pero no digas que mueres
sin haberte oído: dime,
mujer falsa, esposa aleve,670
¿no dijo ahora Costanza
al príncipe que se viese
aquí contigo?
SOL
¿Qué dices?
JUAN
Don Jaime estaba presente,
que lo oyó todo.
SOL
Don Jaime
675
es traidor.
JUAN
¿Y qué le mueve
al Rey que también me dice
que al príncipe favoreces?
SOL
El Rey se ha engañado.
JUAN
El Rey
es deidad: mentir no puede.680
SOL
El estar mal informados
es desdicha de los reyes.
JUAN
¿No te dijo en mi presencia
el príncipe, claramente,
que te habló en el jardín?
SOL
Sí.
685
JUAN
¿Y que escribiste un billete?
SOL
También lo dijo.
JUAN
¿Es verdad
uno y otro? No lo niegues.
SOL
Todo es falso.
JUAN
¿Y yo a deshora
no te hallé junto a una fuente690
en tu jardín?
SOL
Sí me hallaste.
JUAN
¿Qué hacías sin recogerte,
con Inés sola, tan tarde?
SOL
Sentí rumor, levantéme,
hallé a Costanza.
JUAN
¿Don Jaime,
695
a qué fue anoche?
SOL
A prenderte,
por dar al Príncipe gusto.
JUAN
Pues ¿y qué testigos fieles
presentas contra su Alteza?
SOL
Mi amor, mi fe.
JUAN
No presentes
700
testigos tan falsos.
SOL
¿Falsos?
Pues si ellos no te convencen,
no tengo otros, ni en mí hay culpa;
mátame luego, bien puedes.
JUAN
¿Tan huérfana es tu verdad?705
¿Es posible que no tienes
un testigo que te abone,
una presunción que alegues?
No hay lugar para que digas
al príncipe que te muestre710
el papel; ya hemos llegado
a donde las ramas crecen
sombra a la noche. Repara,
si acaso sin culpa mueres,
que por el Rey y por mí715
debo matarte dos veces.
 

Levanta la daga. Salen el PRÍNCIPE y COSTANZA, y DON JUAN tiene el brazo suspenso, temblando.

 
PRÍNCIPE
¿Siempre me has de ver a oscuras?
Mas Sol te llamas, Sol mía...
JUAN
¿Quién nombró a Sol?
PRÍNCIPE
Y así es día
si el sol da luces tan puras.720
JUAN
Sol dijo otra vez, ¿qué es esto?
PRÍNCIPE
Quiero, pues, deidad hermosa,
pues fuiste en secreto esposa
de Don Juan (dígolo presto),
darle a él la muerte y a ti725
la mano de esposo fiel.
COSTANZA
Luego, ¿casado con él
está Sol?
PRÍNCIPE
¿Tú misma a mí
me preguntas si lo estás?
SOL
Su Alteza y Costanza son;730
aquí, sin duda, hay traición.
JUAN
Oigamos, oigamos más.
SOL
¡Si está en mi nombre el engaño!
¡Oh, si con más claridad
al cielo de la verdad735
diese el sol el desengaño!
Luz del primer arrebol,
exhala quien al sol nombra,
vea, a pesar de la sombra,
que aún de noche alumbra el sol.740
PRÍNCIPE
Sol, si te quise galán...
COSTANZA

 (Aparte.) 

Finezas estoy perdiendo:
¿ya por qué a Don Juan defiendo
si ya es ajeno Don Juan,
pues con Sol está casado?745
SOL
¡Ay, Don Juan, Dios manifiesta
la verdad!
 

Salen el REY, DON JAIME, NEBLÍ, criados con hachas.

 
PRÍNCIPE
¿Qué luz es ésta?
REY
Tarde me habéis avisado.
JAIME
Tarde Inés ha descubierto
todo el engaño.
PRÍNCIPE
Costanza.,
750
¡contigo estoy!
COSTANZA
La esperanza
de ser de Don Juan (no acierto
a decirlo) a mí y a Inés
nos hizo engañaros: yo
os hablé siempre, Sol no.755
REY
Carlos, ¿qué es esto?
PRÍNCIPE
El Rey es.
JAIME
Sol con Don Juan está aquí,
a tiempo que dan los cielos
tal desengaño a sus celos.
PRÍNCIPE
¿Pues Sol no me escribió a mí?760
COSTANZA
No, señor.
SOL
Esta es piedad
de más alta providencia.
REY
¿Don Juan?
JUAN
Si me da licencia,
señor, vuestra Majestad
para quitarme, es forzoso765
aún otro examen mayor,
que el que es verdadero honor
siempre es muy escrupuloso.
Costanza, no seas testigo
contra la verdad; advierte770
que si doy a Sol la muerte
podré casarme contigo.
Dime, en fin, sin que la alteres,
toda la verdad desnuda,
que a ti te importa.
COSTANZA
Sin duda
775
probar mi nobleza quieres,
pues ocasión tan forzosa
me estás dando ahora aquí
para levantar por ti
un testimonio a tu esposa;780
mas no, no lo quiera el cielo:
yo hablé al príncipe, el papel
le escribí yo, mas con él
puedes salir de recelo.
JAIME
Señor, ésta es la verdad.785
NEBLÍ
Costanza el papel me dio
y al príncipe le di yo.
PRÍNCIPE
Aquí está el papel: mirad
si la letra conocéis.
JUAN
Esta letra es de Costanza.790
PRÍNCIPE
Aquí resta mi venganza.
JUAN
Ahora, aunque me matéis,
pues ya todos sin contienda
saldremos de tanto abismo,
y quiere Dios que lo mismo795
que me ofendió me defienda,
que si halló Costanza engaño
siendo Sol, Sol es aquí
que desengaña, y así,
lo que engaña desengaña.800
PRÍNCIPE
Y a mí, el primer arrebol
del desengaño me alcanza,
pues hablando con Costanza
como si fuera con Sol,
veo que también en ella805
es fantástico el placer,
pues lo mismo viene a ser
imaginarla o tenella.
Voy a casarme a Aragón;
dale a Costanza la mano,810
Don Jaime.
JAIME
Yo soy quien gano.
REY
Pues, ea, pedid perdón
al Senado.
PRÍNCIPE
Eso os prometa
quien suplir defectos sabe,
porque la comedia acabe815
agradecido el poeta.


 
 
FIN