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¡Ay, verdades que en amor...!

Lope de Vega



  -fol. 25v-  
Personas que hablan en ella.
 

 
CELIA,   dama.
INÉS,   criada.
CLARA,   dama.
JULIA,   criada.
PRANDELIO.
LEONCIO.
LEANDRO.
ALBANO.
DON JUAN,   galán.
MARTÍN,   su criado.
DON GARCÍA,   galán.
LICEO,   criado1.
FULVIO.
DARÍO.
PERSEO.
[ALBERTO.]
[Dos damas.]
[Dos músicos.]




  -fol. 26r-  

ArribaAbajoActo I

 

Salen CELIA y INÉS con mantos. DON JUAN y MARTÍN, su criado.

 
CELIA
Porfiar no es cortesía,
y más con una mujer.
DON JUAN
¿Cuándo ha sido agravio el ver
ni el rogar descortesía?
Porque pedir luz al día,5
oro al Sol, plata a la Luna,
¿cuándo fue culpa ninguna?
CELIA
Culpa es grande porfiar
el que no puede alcanzar
lo que siguiendo importuna.10
DON JUAN
César no hubiera llegado
al Imperio si no hubiera
porfïado ni tuviera
del mundo el cetro envidiado;
de Troya se vio vengado15
porfiando Agamenón,
y pide Pigmaleón
volver un mármol mujer,
y el campo del mar romper
con lienzo y tablas Jasón.20
CELIA
¿Historias? ¡Oh, qué donaire!
DON JUAN
¿Quién persüade mejor?
CELIA
Caballero historiador,
toda vuestra prosa es aire.
Id con Dios.
DON JUAN
¡Bravo desaire
25
dese tallazo es no ser,
en dejarse ver, mujer!
CELIA
Si os habéis de arrepentir,
yo sé que es dejaros ir
mejor que dejaros ver.30
DON JUAN
Tener en cárcel escura
el sol desos ojos bellos,
ingrata al cielo que en ellos
copió su misma hermosura,
poner en prisión tan dura35
sus jazmines y claveles,
sinrazones son crüeles.
Dejaos, señora, mirar,
porque os pueda retratar
el alma divino Apeles.40
CELIA
¿Otra historia?
DON JUAN
¡Que seáis
tirana de tanta nieve!
CELIA
¡Qué poco la nieve os debe,
si arrendador me llamáis!
DON JUAN
¿Pues para qué la guardáis?45
CELIA
Para el verano la guardo.
DON JUAN
Desde aquí la nieve aguardo
si me decís vuestra casa.
CELIA
Eso los límites pasa
de vuestro ingenio gallardo.50
Estraños los hombres son,
pues sin ver una mujer,
su casa quieren saber.
¡Qué liviandad! ¡Qué traición!
Aquí no obliga afición,55
pues no amáis lo que no veis;
luego de liviano hacéis
esta necia diligencia
¿o por ver mi resistencia
tanta codicia tenéis?60
DON JUAN
¡Notable error!
CELIA
¿Cómo error?
DON JUAN
Vós lo veréis.
CELIA
¿Cuándo?
DON JUAN
Agora.
De cuerpo y alma, señora,
¿cuál tiene mayor valor?
CELIA
El alma.
DON JUAN
Luego mi amor
65
no fue liviano argumento,
si tiene por fundamento
amar el alma que vi.
  -fol. 26v-  
CELIA
¿Vós vistes mi alma?
DON JUAN
Sí.
CELIA
¿Dónde?
DON JUAN
En vuestro entendimiento.
70
Luego sin ver vuestra cara,
bien me pude2 enamorar
y la casa preguntar
donde la vista ocupara
y el cuerpo el alma igualara,75
porque fuera yo muy necio
si creyera en su desprecio
que diera el cielo, su autor,
a joya de tal valor
caja de tan poco precio.80
CELIA
Vós sois hombre peligroso.
Id con Dios.
DON JUAN
Oíd.
CELIA
Decid.
MARTÍN
Y ella, ninfa de Madrid,
¿piensa con tanto reposo
hacerme gastar a mí85
la prosa que a mi señor?
INÉS
¿Cómo me hablara de amor
sin haberme visto?
MARTÍN
Ansí:
«Pues, ¿qué pleito tengo yo
que pueda solicitarme?90
¿Qué valonas que lavarme...?»
INÉS
¿No sabe otras cosas?
MARTÍN
No,
que en viendo mujer que sea
de mi parte, no sé más
de «¿Quién eres? ¿Dónde vas?95
Bien te aliñas. No eres fea.
¿Tienes cuyo? ¿Eres mostrenca?
¿Dónde posas? Di tu nombre.
¿Quieres un hombre muy hombre?
Quítese allá; quedo, penca».100
¡Por vida del rey de copas,
que de una tamborilada
dejo a la más entonada!
INÉS
¡Cómo en lo vivo me topas,
que en viendo un hombre de rumbo105
deseo verle en galeras!
MARTÍN
Pues, hermana, no me quieras,
que yo blasono y retumbo;
todo soy armas.
INÉS
Pues yo
nunca de fieros me obligo:110
mansos quiero, tiernos sigo,
que bravos ni hablantes, no.
Lo que gasta el escribano
y el señor procurador,
lo que se lleva el doctor115
y la fe del cirujano,
más lo quiero en gorguerán
y aun en parda picardía.
MARTÍN
Pues descúbrete, luz mía,
que también yo soy galán120
de los que dan en dinero
el moño y la bigotera,
que si eres dama espetera
o tarima saber quiero.
INÉS
No puedo, porque se parte125
mi ama.
CELIA
No me sigáis.
DON JUAN
¿No os veré?
CELIA
Si me buscáis.
DON JUAN
¿Adónde?
CELIA
En la misma parte.
 

(Vanse las dos.)

 
DON JUAN
¡Bizarra mujer!
MARTÍN
¡Famosa!
DON JUAN
No se descubrió.
MARTÍN
Ni a mí
130
su criada.
DON JUAN
A un lado vi
por brújula cierta rosa,
campo de una clara estrella.
MARTÍN
Yo la sigo.
DON JUAN
¿Para qué?
Pues de vella me libré,135
¿no estaré mejor sin vella?
MARTÍN
¿Eso dices?
DON JUAN
Si es mujer
que el alma puede inquietarme,
yo quiero sin ver quedarme
por no perderme por ver.140
Si viese un hombre venir
un león, ¿no es más cordura
darle la espalda segura
que no quererle seguir?
Cuando hay un toro furioso145
y sin resistencia humana,
¿no es mejor una ventana
que espada y capa en el coso?
-fol. 27r-
Cuando un juez está airado,
¿no es mejor estar seguro150
por el estranjero muro
o por el propio sagrado?
Cuando hay un pleito que en él
se pueden dos concertar,
¿no es mejor que no aguardar155
una sentencia crüel?
Pues así en esta ocasión
me libré con no la ver
de hallar en esta mujer
toro, juez, pleito y león.160
 

(Salen DON GARCÍA y CLARA.)

 
DON GARCÍA
Pintarte su condición,
hermosa Clara, sería
la luna, el mar, la porfía,
la mudanza y la traición:
luna en crecer y menguar,165
mar en bonanza y tormenta,
porfía en que lo que intenta
se ha de hacer y ejecutar,
la mudanza en que parece
tornasol, y la traición170
en que mostrando afición
al mismo tiempo aborrece.
Esta es Celia, y yo soy quien
amo la luna y el mar,
el mudarse, el porfiar175
y aun la traición quiero bien,
que con todos los defetos
que ves son sus gracias tales,
que nacieron celestiales
para examinar discretos.180
Amar un hombre en virtud
de amarle es ley de razón,
y discreta perdición
amar con ingratitud.
Yo no entiendo estos secretos,185
mas dicen los entendidos
que es amar aborrecidos
razón de estado en discretos.
CLARA3
¿De manera, don García,
que es ley de la discreción190
querer a quien sin razón
aborreciendo porfía?
Debe de ser por fineza,
porque, querido, querer
pienso que debe de ser195
la ley de Naturaleza,
que querer donde el rigor
estiende sus asperezas
más parecen que finezas
bachillerías de amor.200
Pero pues habéis venido
a que os ayude a vencer
el desdén desta mujer
y el agravio de su olvido,
mirad que habéis de dejar205
de ser discreto también,
pues amaréis sin desdén,
y con desdén se ha de amar.
DON GARCÍA
No agravia la discreción,
Clara, hacer las diligencias,210
que conquistas, resistencias,
efetos discretos son.
Al que cercase un lugar,
¿no sería valentía
sufrir de noche y de día215
defensas sin pelear?
Por eso advierte mi intento
en lo que has de hacer por mí.
CLARA
Ya lo estoy.
DON GARCÍA
Pues oye.
CLARA
Di.
DON GARCÍA
Amor es conocimiento220
de las partes de quien ama,
por donde se viene a amar,
las que le suelen llegar
por terceros a una dama
mejor que por propia vista,225
que la buena información
califica la opinión,
-fol. 27v-
facilita la conquista.
Tú, pues, no como tercera,
que tienes muy poca edad230
para vender voluntad,
sino en razón de primera,
has de fingir que, celosa,
a Celia vas a rogar
que no me permita entrar235
en su casa, porque es cosa
que suele al mayor desdén
tocar al arma en el alma
y al sueño de mayor calma
despertar a querer bien.240
Añadirás a estos celos
las partes que no hay en mí,
con que envidiosa de ti
abrirá puerta a desvelos,
que celos y privación245
y el ver que me adoras, Clara,
y que tu talle y tu cara,
calidad y discreción
desprecio por su desdén,
hará por dicha en su fría250
condición más batería
que haberla querido bien.
CLARA
¡Qué arbitrista, de que hay tantos
en esta edad, como Amor!
¡Brava industria!
DON GARCÍA
La mejor,
255
aunque se consulten cuantos
remedios se han inventado
contra desdenes.
CLARA
Quisiera
decirte, si me atreviera,
una cosa que he pensado.260
DON GARCÍA
Cuando sea contra mí
te doy licencia.
CLARA
Mirando
tus prendas y reparando
que Celia te trate ansí,
sospecho que me has callado265
que a otro debe de querer.
DON GARCÍA
¿Querer? ¿Cómo puede ser
donde es Argos mi cuidado?
Que las alas del pavón
no se igualan a mis celos270
ni las luces de los cielos
como mis cuidados son.
Si un hombre un átomo fuera
y en sus aposentos, Clara,
cubierto del sol entrara,275
pienso que mi amor le viera.
CLARA
Calla, que sabemos mucho
las mujeres.
DON GARCÍA
Lo confieso,
mas mis celos son el seso.
CLARA
Tu seguridad escucho280
en fe de su condición.
Yo voy con una crïada
a fingirme enamorada
de tu talle y discreción;
pido celos, finjo pena285
que nunca tuve por ti.
DON GARCÍA
Pues escoge desde aquí,
Clara, vestido o cadena.
CLARA
Cadena es mejor, García,
que el oro crece el valor,290
porque el vestido mejor
vale menos cada día.
DON GARCÍA
Agora sí que pareces
tercera contra el decoro
de la edad, que amas el oro295
y las galas aborreces.
CLARA
García, por interés
tomo, si a escoger me dan,
galas del que es mi galán
y oro del que no lo es.300
 

(Vanse.)

 
 

(Salen CELIA y INÉS.)

 
INÉS
¡Peregrina novedad
habiendo tú despreciado
a tantos que te han mirado!
CELIA
Yo nací sin voluntad,
potencia que me faltó.305
INÉS
Por ella, que ansí lo siento,
-fol. 28r-
dos partes de entendimiento
Naturaleza te dio.
Mas no naciste sin ella
pues la tienes a don Juan,310
que esas ansias que te dan
por sus partes nacen della.
CELIA
No, Inés, yo no la tenía,
que en acabando de velle
la crio para querelle315
Naturaleza aquel día.
INÉS
Estaba por darla vaya
a tu antigua libertad.
CELIA
Ya que sé que hay voluntad,
no hayas miedo tú que haya320
más peligros para mí.
INÉS
Luego ¿no será este hombre?
CELIA
Yo no sé más de su nombre
y en esto dichosa fui,
porque si supiera más,325
mayor daño me viniera.
INÉS
¿Qué daño?
CELIA
Que le quisiera,
y no he de querer jamás.
INÉS
¿Y si te le busco yo?
CELIA
No quiero por don García330
ver mi opinión algún día
en lo que jamás se vio,
que está loco y con los celos
será mayor su locura.
Yo he tenido, y es cordura,335
a más piedad de los cielos,
no saber quién es don Juan,
que este amor fue un accidente.
INÉS
¡Gran ruido!
CELIA
¡Estraña gente!
INÉS
Tras un caballero van.340
 

(Salen LEONCIO, PRANDELIO, LEANDRO, acuchillando a DON JUAN.)

 
DON JUAN
Nunca el valor se acobarda
puesto que ejércitos fueran.
LEANDRO
¡Muera el villano!
DON JUAN
¡Mentís!
PRANDELIO
Con espadas no hay afrenta.
LEANDRO
¡A buen sagrado se acoge!345
PRANDELIO
A la casa lo agradezca
donde se ha entrado.
 

(Vanse.)4

 
INÉS
¡Ay, señora!
CELIA
No huyas, Inés; no temas.
INÉS
¿No ves que se ha entrado en casa
un hombre de la pendencia?350
CELIA
Tengo el ánimo gallardo.
No hay cosa que me parezca
más bien que un hombre riñendo
si tiene brío y destreza.
Vuesa merced se sosiegue.355
DON JUAN
Tendré, señora, vergüenza
de haberme aquí retirado.
CELIA
Hombre que tan bien pelea,
defendiéndose de tantos,
no quiero yo que la tenga.360
¡Jesús! ¿No es éste don Juan?
INÉS
El mismo, para que veas
que no hay prevención humana
para huir de las estrellas.
 

(Sale MARTÍN.)

 
MARTÍN
Aquí pienso que se entró.365
DON JUAN
¿Eres tú?
MARTÍN
¿Qué es esto? ¡Fuera!
¿Dónde están estos gallinas?
Mataré...
DON JUAN
¡Detente, bestia!
MARTÍN
Todo el mundo no es bastante.
DON JUAN
Ya como San Telmo llegas.370
¿Adónde estabas?
MARTÍN
Jugando
en el zaguán de Florela
el barato que me diste.
Oí que cuarenta ruecas
le daban como a tu espada375
y salí como si fuera
un novillo de Jarama.
DON JUAN
Espera, Martín. ¿No es esta
la dama que vimos hoy?
  -fol. 28v-  
MARTÍN
Que en el talle lo parezca380
no es mucho, que es estremado.
[DON JUAN]
¡Qué dicha tendré si es ella!
CELIA
En habiendo ese valiente,
digo valiente por señas,
acabado su papel,385
aunque es gustosa materia5,
diré yo también el mío
si vuesa merced se sienta.
Una silla, Inés.
DON JUAN
Señora,

 (Siéntese.) 

¿tanta merced?
CELIA
Diome pena
390
el veros reñir con tantos,
si bien fue vuestra defensa
con tan bizarro valor.
¿Estáis herido?
DON JUAN
Pudiera;
solo un rasguño en un dedo395
me ha dejado la pendencia,
desagravio de un mentís,
pues, habiendo sangre, cesa.
CELIA
Sentaos, que le quiero ver.
DON JUAN
No es nada.
CELIA
Aunque menos sea
400
ataros quiero un listón.
DON JUAN
Será del amor la venda.
CELIA
¿Queréis agua?
DON JUAN
¿Para qué?
CELIA
La sangre alterada templa.
DON JUAN
Yo no he caído.
CELIA
Es verdad,
405
y que no caigáis me pesa
en quien deseasteis6 ver
hoy con tantas diligencias.
DON JUAN
El alma me lo había dicho.
Mirad si soy cosa vuestra410
que en el peligro que estuve
me vine a mi propia esfera.
CELIA
Bien os habéis disculpado.
MARTÍN
Y ella, señora doncella,
¿no me pone algún listón?415
INÉS
Pues, ¿hallose en la pendencia?
MARTÍN
Pues si no fuera por mí,
¿mi amo ya no estuviera
en Santa Cruz, en las andas,
adonde quien fuere, sea,420
en tanto que se averigua,
le ponen a la vergüenza?
INÉS
¿Y está herido?
MARTÍN
¡Pesia tal!
Traigo las tripas defuera.
INÉS
Pues, ¿cómo pide listón?425
DON JUAN
¿No es justo pedir licencia,
señora, para serviros?
CELIA
De la cortesía vuestra
no quiero mostrar disgusto
si el cielo quiere que os quiera,430
pues no sabiendo de vós,
huyendo de vuestra ofensa
como garza que adivina
de los halcones que vuelan
el que la puede matar,435
que vengáis a verme ordena
dentro de mi propia casa,
y será cosa tan nueva
que habéis de vengar a algunos
que son linces destas rejas.440
Celia es mi nombre; en Madrid
es notoria mi nobleza;
mi dote soy yo no más,
porque soy más que mi hacienda.
Con esto, y guardar la cara445
a mi opinión, será cierta
mi voluntad en serviros.
DON JUAN
La relación es tan buena
que se acobarda la mía.
Yo me llamo don Juan Guerra;450
soy señor en la Montaña
desta casa, que pudiera
honrar títulos y grandes;
sacáronme de mi tierra
pretensiones en la corte,455
porque viendo que se premian
méritos en esta edad,
he querido que lo sean
servicios de mis pasados,
-fol. 29r-
de que mostraros pudiera460
hazañas que honran sus armas,
que no hay blasones sin ellas.
Seré vuestro, ¡vive Dios!,
conociendo la excelencia
de vuestras partes y viendo465
que no me vale el no verlas,
pues, si así puedo decirlo,
con invención mis estrellas
me han traído a vuestra casa
y a donde por fuerza os vea.470
CELIA
¿Guerra sois? ¿Qué maravilla
que vuestro talle me hiciera
guerra en el alma? Ahora bien,
lo que los cielos conciertan
vanamente lo desvían475
consejos y diligencias.
MARTÍN
Dígame vuesa merced,
pues nuestros amos se enredan,
las partes de su persona.
INÉS
Inés soy.
MARTÍN
¿Inés a secas?
480
INÉS
¿No basta Inés?
MARTÍN
Para propia
basta y sobra, pero sepa
que está el mundo en un estado
que la más pobre doncella
ha menester tantas galas485
como si nacido hubiera
heredera de una casa.
¡Cuerpo de tal! ¿No pudieran,
como quitaron las calzas,
quitar manteos de tela?490
En tiempo del Rey Segundo,
ansí las cosas se aumentan,
hubo mantos de burato
y medias de carisea.
¿Cómo ha de casarse un hombre495
si una mujer trae a cuestas
todo el dote en una tarde?
INÉS
¿Quiere que le diga que esta
es la edad más acertada?
MARTÍN
¿Cómo?
INÉS
Una mujer no llega
500
a la mitad de la edad
de un hombre; pues si se cuenta
por la mitad que ellos viven,
¿no será justo que tenga7,
lo poco que dura hermosa,505
galas con que lo parezca?
Un hombre, aunque esté más viejo,
se viste como si fuera
mozo, pero una mujer,
¿qué se pone en siendo vieja?510
Sin esto, el darles manteos
no pienses tú que es por ellas,
mas por honrar el lugar
donde la Naturaleza
les dio el ser que tenian de hombres,515
que si no, no le tuvieran.
MARTÍN
En mi vida pensé oír
cosa tan aguda y nueva,
y agora caigo en la causa
por que doran con mil ruedas520
los lazos de las guitarras.
INÉS
¿Cómo?
MARTÍN
Porque se gobiernan
las voces por donde el aire
sonoro en el centro suena.
Yo, Inés, me llamo Martín,525
hijo de una honrada dueña
que, andando sobre mi nombre
en demandas y respuestas,
desde una jaula que estaba
acaso sobre una mesa530
respondió un tordo: «Martín».
INÉS
Bien dijo para que sea,
como de tordo, el «Martín»
pronóstico de tal lengua.
 

(Sale LICEO, criado.)

 
LICEO
De dos sillas deste tiempo,535
en que van a la gineta
las damas, que con los coches
divorcio hicieron por ellas,
si no me engaña la traza,
-fol. 29v-
ama y criada se apean540
y, preguntando por ti,
piden para entrar licencia.
CELIA
Ya que fuiste necio, di
que entren.
DON JUAN
Y yo con la vuestra
me voy.
CELIA
Con cuidado quedo.
545
DON JUAN
Bien podéis, pues que se queda
todo cuanto soy con vós.
MARTÍN
Advierte, Inés, que me tengas
por lo que soy.
INÉS
Y tú a mí
por más bellaca que necia.550
 

(Vanse.)

 
 

(Salen DOÑA CLARA y JULIA, criada.)

 
CLARA
Debo de haber estorbado
tan buena conversación.
CELIA
Las que yo tengo no son
de gusto ni de cuidado,
si bien tal vez visitada555
destos deudos caballeros.
CLARA
Deseaba conoceros.
CELIA
Eso me diréis sentada.
CLARA
Desde una Pascua que os vi
en la Merced, os cobré560
grande afición.
CELIA
Yo os hablé;
me acuerdo.
CLARA
Puesto que os di
palabra de visitaros,
mudar casa no me dio
lugar.
CELIA
Recibiera yo
565
merced de veros y hablaros.
¡Qué bien tocada venís!
CLARA
Antes vengo descuidada.
CELIA
Así el descuido me agrada.
CLARA
Vós lo veréis si me oís,570
que más que cabellos veis
me traen celos de vós.
CELIA
¿De mí?
CLARA
Sí.
CELIA
¡Válgame Dios!
¿Celos, y de mí, tenéis?
CLARA
Pues, ¿de quién con más razón?575
CELIA
¿Sabéis mi nombre?
CLARA
Mis celos,
Celia, nacen desos cielos,
que celos y cielos son.
CELIA
¿Son requiebros o son celos?
CLARA
Celos y requiebros son,580
que ese talle y discreción
hurtaron celos y cielos.
CELIA
Si os ha querido picar
algún galán mentecato
destos que andan en retrato585
que no se puede mudar,
no sé cómo me buscó,
que suelo ser recatada.
CLARA
No habéis de escuchar cansada.
CELIA
Sentada os escucho yo.590
CLARA
Don García, que yo creo
que no negaréis el nombre,
caballero gentilhombre,
puso en mi talle el deseo;
mirad cuán poco rodeo595
lo que he8 venido a deciros.
Papeles, noches, suspiros
rindieron mi condición,
porque ya sabéis que son
de nuestra flaqueza tiros.600
Su gala, su bizarría,
su discreción, su donaire,
aquel despejo, aquel aire,
gracia, lustre y valentía,
bien serán disculpa mía,605
que no sé yo qué mujer
se pudiera defender
de un hombre de tantas partes,
sobre las industrias y artes
con que nos hacen perder.610
Finalmente, no contento,
como mozo desta edad,
de una sola voluntad,
o porque su pensamiento
no aspiraba a casamiento615
o, a la más cierta razón,
el faltar la estimación
-fol. 30r-
si llega a trato el empleo,
que se desmaya el deseo
en viendo la posesión,620
comienza a mostrar disgusto
y el gusto en desdén resuelve,
que cuando la espalda vuelve
cobarde batalla el gusto.
Mas viendo que no era justo625
dejarme tan obligado,
de tal manera a mi lado
las noches amanecía
que amor vergüenza tenía
de verse a su lado helado.630
Con esto quise saber
la causa, que claro estaba
que hombre a quien mujer helaba
abrasaba otra mujer.
No fue difícil de ver,635
pues yo propia entrar le vi
en vuestra casa, que fui
la misma que le siguió,
porque no fïara yo
mi mal menos que de mí.640
A quien de tal discreción
dotó el cielo, Celia mía,
basta decir que García
me tiene esta obligación;
que entre no será razón645
en vuestra casa, y conviene
a vuestro honor, porque tiene
gracias que os han de engañar,
que del mucho confïar
la mucha deshonra viene.650
CELIA
Yo os he escuchado y querría
que me escuchásedes vós.
INÉS
No podréis hablar las dos;
dejadlo para otro día,
que viene aquí don García.655
CELIA
Allí os podréis retirar,
que no os puedo asegurar
mejor que hablando con él.
CLARA
Vengadme deste crüel.
 

(Sale DON GARCÍA.)

 
DON GARCÍA
¿Puedo entrar?
CELIA
Podéis entrar.
660
DON GARCÍA
Dos sillas he visto aquí.
¿Venís de fuera o vais fuera?
CELIA
Pasó el tiempo que pudiera
daros relación de mí.
La que agora os puedo dar665
es que no pongáis los pies
en esta casa.
DON GARCÍA
Después
que en ella merezco entrar
no sé qué diese ocasión
que ansí incite vuestra ira,670
si no es que alguna mentira
me ha puesto en mala opinión.
CELIA
Aquí no hay qué replicar,
don García. Estad seguro
que el honor que yo procuro675
no me le habéis de quitar,
y a tanta resolución
el iros es la respuesta.
DON GARCÍA
Bien clara se manifiesta
la siniestra información.680
Yo me iré no solamente
de vuestra casa, señora,
que os prometo desde agora
no volver eternamente
a Madrid, donde nací.685
CELIA
Agora un mozo galán
allá en Flandes o Milán
está mejor.
DON GARCÍA
Es ansí,
que también yo tengo honor
y nadie, por singular690
que sea, me ha de ganar
con tan áspero rigor.
Una bala de un francés
tendré por menos agravios
que escuchar de vuestros labios:695
«No pongáis aquí los pies».
-fol. 30v-
Manda, Celia, que me den
esos papeles, no sea
mi desdicha que los vea
alguno que os quiera bien700
y se burle, venturoso,
de un hombre tan desdichado.
CELIA
De aquel contador dorado
saca, Inés, con un celoso
listón atados en él,705
deste galán los papeles.
DON GARCÍA
A desdenes tan crüeles,
Celia, paciencia crüel,
que solo me ha de vengar
Milán de vós y de mí.710
CELIA
¡Qué humildad!
INÉS
Ya están aquí.
CELIA
Pues bien se los puedes dar.
Esa carga de mentiras
lleve por fieltro a Milán
vuesa merced.
DON GARCÍA
Aún no están
715
satisfechas tantas iras.
¿Qué es de un retrato que os di?
CELIA
Ese naipe en medio está;
baraje y luego saldrá,
y dele a Clara por mí.720
DON GARCÍA
Ya con Clara se declara
la causa, mas no será
de Clara, pues roto está.

 (Rompa el retrato.) 

CELIA
¿Qué os ha hecho vuestra cara
que la habéis tratado ansí?725
DON GARCÍA
Aunque ya no me aprovecha,
desmiento vuestra sospecha
para que se quede aquí.
 

 (Vase.) 

CELIA
No quedarán, porque yo
sabré arrojarle en la calle.730
 

(Arrójale, y salgan CLARA y JULIA.)

 
CLARA
Quien así supo tratalle,
mayores celos me dio.
¿No me diérades a mí
los pedazos?
CELIA
¿Para qué?
CLARA
¿Enfadada estáis?
CELIA
No sé.
735
 

 (Vase CELIA.) 

CLARA
Perdonad si os ofendí.
JULIA
Oye, hidalga.
INÉS
¿Qué me quiere?
JULIA
Lo que es Martín, no entre acá...
INÉS
¿También ella?
JULIA
¡Bueno está!
O su San Martín espere.740
INÉS
¿Hay papeles o retrato
que me pida a imitación
de su ama?
 

 (Vase.) 

JULIA
Es tentación,
que si el cabello arrebato
no le ha de quedar...
CLARA
No más.
745
¿No miras que estoy aquí?
¡Qué bien los celos fingí!
JULIA
Buena cadena tendrás
si Celia no se divierte.
CLARA
Celos son como sangrías,750
que en ocasiones y días
o dan la vida o la muerte.
 

(Vanse.)

 
 

(Salen DON JUAN y MARTÍN.)

 
DON JUAN
No he sabido defenderme.
MARTÍN
Donde la ocasión es tanta,
¿qué valor tuviera fuerzas?,755
¿qué entendimiento bastara?
Fuera deso, allí te trujo
la Fortuna, que se encarga
tal vez de ayudar a Amor,
y su tercera se llama.760
DON JUAN
Yo me he de perder por Celia.
MARTÍN
Perdido te imaginaba,
porque no hay después de verla
sagrado para las almas.
-fol. 31r-

 (Alza los pedazos del retrato.) 

DON JUAN
¿Qué es eso que miras?
MARTÍN
Miro
765
lo que unos hombres se hallan
y lo que otros se pierden.
DON JUAN
¿Cómo?
MARTÍN
A la puerta de tu dama
he hallado una rica joya.
DON JUAN
¿Joya?
MARTÍN
Una sota de espadas.
770
DON JUAN
Nunca faltan donde hay sotas.
MARTÍN
Media es no más. ¡Cuál estaba
de desgraciado y perdido
el que te rompió, borracha!
¡Vive Dios, que era retrato775
y está aquí la media cara!
No estaba seguro el dueño
con la sota a las espaldas.
DON JUAN
Muestra. ¿Retrato rompido
y a esta puerta?
MARTÍN
¿Si eres causa
780
por haber entrado aquí?
DON JUAN
Que riñeron, cosa es clara,
y que Celia le rompió
y le echó por la ventana.
MARTÍN
Antes es ventura tuya785
si con alguno baraja,
que pues él rompe los naipes,
ya perdió lo que tú ganas.
DON JUAN
Celos me ha dado.
MARTÍN
¿De qué?
DON JUAN
¿De qué? Si entero le hallaras,790
presto nos dijera el dueño.
MARTÍN
Esta media parte basta.
DON JUAN
Pues, ¿podrase conocer?
MARTÍN
Si por las calles que andas
le cotejas con los hombres,795
vendrás a hallarle sin falta.
DON JUAN
Eso es tardar muchos días,
y los celos nunca aguardan.
MARTÍN
Un remedio.
DON JUAN
¿Cómo?
MARTÍN
Escucha:
De Celia es cosa muy clara800
que si hay galán, será mozo;
destos no digamos nada,
que el uso tiene disculpa.
Estos, don Juan, nunca faltan
de la comedia, si es nueva;805
hoy estrenan una brava,
en que la carpintería
suple concetos y trazas.
Pongámonos a la puerta,
pues ya es hora de que salgan,810
que aquí hay un ojo, y la media
frente con guedeja larga,
y no poco del bigote.
DON JUAN
Si te parece que basta,
toma esa esquina y coteja.815
 

(Salgan FULVIO y DARÍO.)

 
FULVIO
¡Buena comedia!
DARÍO
¡Estremada!
FULVIO
Por cierto que es mucho hallar,
después de haber hecho tantas,
trazas y concetos nuevos.
DON JUAN
¿Es alguno destos?
MARTÍN
Calla,
820
que voy bosquejando el rostro.
DON JUAN
Aquí salen dos tapadas.
MARTÍN
¿No será ninguna dellas?
DON JUAN
¿Cómo, si no tienen barbas?
 

(Salen dos damas con mantos.)

 
[DAMA] 1.ª
¡Oh, qué gracioso entremés!825
[DAMA] 2.ª
¡Qué bien Amarilis habla!
[DAMA] 1.ª
¡Qué bien se viste y se toca!
 

(Vanse.)

 
 

(Salen PERSEO9 y ALBANO.)

 
PERSIO
No he visto cosa más rara
que las décimas que dijo,
con tales afectos, Arias.830
ALBANO
Laurel mereció Cintor
por el donaire y la gracia
con que dijo aquel soneto.
 

(Vanse.)

 
DON JUAN
Ninguno destos le iguala.
MARTÍN
Ya los miro, y como tiene835
-fol. 31v-
este naipe media cara,
no le hallo la otra media.
DON JUAN
¡Ha, Martín! ¿De qué te espantas?
Si como entera la buscas,
buscaras, Martín, dos caras,840
yo sé que le parecieran
muchos que con ellas andan.
De media, no hay que buscar.
 

[Sale DON GARCÍA.]

 
MARTÍN
Aquí un gentilhombre pasa
que viene a ver cómo salen845
del jaulón las bellas damas,
y ¡vive Dios!, que es el mismo.
DON JUAN
Muestra. ¡Al vivo le retrata!
Los celos me determinan
por lo que me dice el alma.850
MARTÍN
¿A qué?
DON JUAN
A hablarle.
MARTÍN
¿Cómo?
DON JUAN
Espera.
Casi a vuestros pies estaba
este retrato. Si bien
roto, puede haceros falta.
DON GARCÍA
Éste fue retrato mío,855
que le rompí esta mañana
en casa de una mujer,
tan hermosa como ingrata.
Es tan mudable y soberbia,
que sin razón hoy me manda,860
o por locura o por celos,
que no entre más en su casa.
El haberle hallado aquí,
puede ser que de la manga
se le cayese, si vino865
a la comedia.
DON JUAN
¿Que es tanta
la crueldad que usa con vós?
DON GARCÍA
Si condición tan estraña
hubiérades conocido,
yo sé que no os espantara.870
Si os parece que merezco
algún favor, que sin causa
me destierre de sus ojos
y me obligue a que me vaya
del mundo, que no es huir875
de sus mudanzas a Italia,
por no sufrir condición
tan áspera y tan liviana,
que es tornasol de su gusto,
que como a un tiempo señala880
dos colores, así Celia
a un tiempo aborrece y ama.
Díjeos el nombre; no importa,
pues no sabéis de quién hablan
mis celos o mis desdichas,885
que me llevan a las armas
del de Feria, que en Milán
honra su nombre y su patria,
donde tengo por mejor
que de algún francés la bala890
me pase el pecho que el fuego
de sus airadas palabras.
Perdonad si cuenta os di
sin conoceros, que pasan
de locura mis fortunas895
por una mujer tan varia,
que hoy busca, mañana deja
y lo que deja mañana,
vuelve a buscar otro día;
luna de enero en mudanzas,900
sol de invierno, flor de almendro,
falso amigo, mar en calma,
mujer sola siempre ociosa,
y rica y loca, que basta.
 

 (Váyase.) 

DON JUAN
¿Qué te dice?
MARTÍN
Que hablan celos.
905
DON JUAN
Martín, cuando celos hablan,
muy libres verdades dicen,
que es vino que no las calla.
No más Celia.
MARTÍN
¿Pues por qué?
DON JUAN
Porque este me desengaña,910
y escarmenté en su cabeza.
MARTÍN
¿No miras que esta mudanza
nace de estimarte?
DON JUAN
Vamos.
MARTÍN
¿Adónde?
DON JUAN
A guardar el alma.

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