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Saskia Saer



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Agradecimientos:

A mis padres y hermana.
A María Concepción Llanes.
A mi profesora Marissa de Ramos.



  —[6]→     —7→  

ArribaAbajoPrólogo

«... la poesía es adolescencia fermentada, y así conservada».


Ortega y Gasset                


Saskia Saer, ¿quién es? Es una voz nueva. Con sabor a añejo. Una voz nueva y joven. Inocente tal vez, ingenua no. Saskia no es ajena a su condición de adolescente, a esa EDAD PROHIBIDA en palabras de Luca de Tena. Nos lo muestra en su escritura. Es consciente casi hasta el hastío de su edad y de esa burbuja social en la que está inmersa, sometida. Y no por propia elección.

¿Saskia es una poetisa en ciernes?, ¿o es sólo presa de un arrebato juvenil? Ramón Gómez de la Serna decía que cualquiera puede escribir versos, inclusive buenos versos, y no ser necesariamente un poeta; en cambio, alguien puede ser un puro poeta y no escribir una sola línea. Apostemos a lo segundo para Saskia. Que en un breve lapso de tiempo está dando este prolífico primer paso. Que no pierda la lucidez Y que rompa la burbuja.

JAVIER PALMA





  —[8]→     —9→  


ArribaAbajoSomos dos


Abajo
Hoy soy yo
mañana seré yo,
un camaleón que busca su color.
Tal me miras hoy
te estarás mintiendo mañana.
 5
Mañana seré ella,
hoy soy yo
te las presento;
yo soy:
la frágil niña que apenas levanta vuelo,
 10
no la toques que se quiebra,
se parece a un florero de cristal
con sales amargas
que impiden que la flor crezca.
Conspiran contra ella las manadas imaginarias;
 15
que maltratan su cuerpo, espíritu y alma.

Su vida no está llena de pasión,
ni mucho menos de diversión,
carece de luz propia.
Toma una estrella y la suelta
 20
y lucha contra ella.

Ella;
oh espíritu prepotente,
que acorrala.
Anda por los mares de pie,
 25
y vuela como un halcón
buscando una presa.
Su ambición podría,
salvar al mundo en rebelión.
Por la noche;
 30
—10→
huyen las estrellas por su esplendor.
Y sólo la luna,
lúgubre y pura
se atreve a desafiarla.

Pero a quién engañan,
 35
ella soy yo
y yo soy ella;
escudo protector que oculta el sentimiento.
Dos personalidades que se alimentan de sí
mismas,
 40
siamesas en el corazón
son unas ellas y son ellas todas.

Hoy soy yo
mañana ella
pero sé que somos dos;
 45
y que tal vez estemos locas.

  —11→  


ArribaAbajoY sólo por ti


ArribaAbajo
Ayúdame a alegrarme
de la existencia de los otros,
y a no alegrar mi alma
con las penas de ellos.
Ayúdame a consolarme
 5
escuchando voces que no son las mías,
y que tal vez nunca lo serán.

Ayúdame a entender
la vida que me ha tocado,
y a no pretender otra que no sea la mía.
 10
Ayúdame a no caer tan bajo y lastimar.
Comprender la sabiduría del llanto,
de cada sonrisa amarga de mi alma,
y saber que la vida es así;
aceptándola limpia y pura,
 15
sin la carga que me apena
que me clava cada día más.

Y por tan sólo preguntar ¿por qué?
Qué pregunta tan usada y simple.
Simplemente magnífica pregunta
 20
que atormenta a mi corazón dolido;
y cava cada vez más en él,
quebrándose el deseo y la esperanza
de vivir el maravilloso regalo
que se nos ha otorgado de por vida.
 25

Ayúdame a no perder la compostura,
a no perder la ilusión de amar;
¡sentimiento al cual no tengo derecho!
—12→
Ayúdame a soportar;
no me dejes sentir el recelo,
 30
porque el placer de ese sentimiento
no me haga morir.

Ruega por mí, y no me escuches si te hablo
y no me veas si te miro;
porque tus ojos son mi suplicio y mi
 35
cansancio.

Y sólo por ti;
es que he llegado tan bajo,
tan bajo
que tu mirada me ha cautivado
 40

¡Y sólo por ti!

  —13→  


ArribaAbajoNo la lleves


ArribaAbajo
Tú que tanto en mi corazón caminaste.
Que no hacías más que recordarte.
Atormentas a mi alma insegura de amar,
tú que me haces confesar esto desesperada.

Dime por qué la llevas
 5
a nuestro lugar de ensueño.
Destruirás la pureza
de aquel lugar que una vez fue nuestro.
Esa vista a un palacio de luces
en la oscuridad de la noche,
 10
esa conversación oculta en las paredes.
Emociones y risas
sepultadas por las pisadas del pasado.

Te atreves a llevarla a ella,
que ni siquiera conoce,
 15
que tus lágrimas
son como la lluvia de mi alma;
ni que tu sensibilidad se asemeja
a la de un niño con su madre.
Has quebrantado cada ilusión,
 20
ese lugar ideal,
ese paisaje de amor,
que me hace recordar.

Imagino;
que verán los autos pasar
 25
y dirás que todo es bello
porque ella estará contigo.
Pero ella no te conoce;
y no te conocerá jamás.
Algún día sabrás que me he convertido
 30
—14→
en tu maldición eterna,
sin esperanza.
Mis ojos estarán siempre en tu pensamiento,
como dos cristales reflejándose.

Por eso, no la lleves
 35
al lugar donde tanto yo fui,
porque juicio traerás para ti.
Porque yo te conozco,
y veo tu sustancia
aunque no te des cuenta
 40
de que es así.

  —15→  


ArribaAbajoAcompañada estoy


ArribaAbajo
Aquí acompañada estoy;
acompañada sin saber la verdad.
Sola, sin saber que es mentira
a la vez mi verdad.
Una muñeca de trapo aquí me encuentro;
 5
mis mejillas se han descubierto,
por el sol de mi interior.

Aquí acompañada estoy;
de sombras y de espectros a mi alrededor.
Están frívolos,
 10
viven el invierno eterno del recelo.
Su mundo perfecto de emociones;
la desgracia empecinada es,
hacen ya muchas lunas que camino y caigo.
Caigo con mi amiga la soledad.
 15

Aquí acompañada estoy;
aquí en mi mesa de escribir,
los observo, pero no los veo.
Y escucho pero no los oigo.
El oso polar de sus pasiones,
 20
se encuentra refrigerado
por la traición obsesionada
de mi verdad sin mentira,
de mi vida con soledad.

Aquí acompañada estoy;
 25
y me encuentro
en el centro de sus pasiones insubstanciales,
sin que las corazas endurecidas
lleguen al entendimiento
de un fuego encendido por vivir.
 30
—16→
De vivir la compañía del ser amado,
del placer del que sabe vivir.
No saben más que pintarse máscaras que no
son las suyas.
Emborracharme no serviría,
 35
pues no entenderían mi verdad en lenguas.

Y por eso estoy aquí acompañada;
sin que la soledad se digne a aparecer
a mi alrededor,
ni se digne a acompañarme.
 40
Mis personajes me esperan,
los llamo,
vienen y entienden
que soy lo que soy;
y con preferencia hacia mí.
 45

  —17→  


ArribaAbajoNo me importaría


ArribaAbajo
Tal vez;
sea mejor que me vaya,
la pasión de mi vida
se encuentra hundida
en un mar de ironías.
 5
Que,
aunque poco he vivido,
he aprendido que
lo que quemaba siempre
el camino,
 10
tan sólo era
la misma lumbre
que lo iluminaba.

Tal vez,
sea mejor que me vaya.
 15
El frenesí salda poco a poco,
sus cuentas añejas.
Iré a tierras lejanas
donde nadie me ha de frecuentar.
No debería,
 20
castigarme de esa manera.
Pero que me importa
qué me pueda ofrecer,
aunque la hoguera
se tiña de mil colores;
 25
no perderé mi alma si huyo,
al menos eso espero.

Estas lágrimas secas,
por quién serán,
no tengo la menor idea;
 30
un sollozo como cualquier otro,
—18→
perdido en un pajar de olvidos.
Tal vez;
sea mejor que me vaya.
No sé
 35
si he de desvanecer en el intento;
pero de intentarlo se trata.
Si me envicio,
me corrompo,
padezco pestes,
 40
dolor,
fiebre,
desdicha,
calor,
pasión,
 45
desenfreno,
tristeza,
desamor,
pobreza,
si tan sólo un espíritu me siguiera,
 50
no me importaría,
porque alguien me enseñaría
que para todo esto,
estoy aquí.

  —19→  


ArribaAbajoOcultas algo


ArribaAbajo
Ocultas algo;
yo lo sé,
conozco lo que sientes,
tan sólo al mirar
tus pupilas al observarme.
 5

Ya no eres el mismo
cuando hablamos.
Si tan sólo nuestras miradas concluyen,
volteas los ojos locos,
y escapas de la jovialidad de mis ojos.
 10
Qué pasó con el precipicio que miraba
y tocaba fondo,
lo extraño.

Ocultas algo;
y no me lo quieres decir.
 15
Qué infierno de tormentas
estarás pasando;
y yo sin poderte sostener en tu llanto.
No me merezco la confianza
de tu abismo de pasiones,
 20
eso supongo.

Algo conspira contra ti;
y no lo puedo detener con mi fervor.
Algo se oculta,
tras ese gesto cotidiano y frío.
 25
Esa sonrisa amarga que
de tanto en tanto me lanzas,
como si una astilla me dijera
que te estás muriendo por dentro.
—20→

Comprendo que
 30
el respeto desmerecido que me tienes,
o tal vez,
la vergüenza que aprisiona a tu alma te
retenga.
Pero amigo: mi juicio no es mejor que
 35
el de un niño en una burbuja,
tan sólo observa las circunstancias
y se guarda para sí.

Rodeados estamos
de fantasmas que nos tientan.
 40
Y nuestra mocedad insólita
nos ha cegado de la realidad que nos espera.
Cuántos golpes en esquinas
nos aguardan por las calles de la vida.
Por eso mi amigo,
 45
si ocultas algo;
culpas a tu alma de morderse el hilo
de la eterna juventud.
Y madurar es saber que no estás solo
porque yo estoy aquí,
 50
como un águila al acecho
sin nada que esconder,
ni nada que juzgar.

  —21→  


ArribaAbajoTú me levantas


ArribaAbajo
Entiende;
que tú eres mi locura,
que sólo necesito,
las cosas simples
de mi corta vida.
 5
La emoción,
de aquel abrazo,
piel con piel;
puedes hacer ya,
entonces,
 10
lo que quieras de mí.
Con un beso,
una sonrisa
que me lanzas,
a ser esclava,
 15
me conduces.

Entiende;
mi pasión,
se encuentra
en la calidez,
 20
en una mirada,
una caricia
me basta.
No debes poner significados
que no son;
 25
pues pureza es mi nombre
y no lo niego.

Entiende;
caigo con desgano,
el látigo me aflige,
 30
y en mis momentos
—22→
con el flagelo,
tu hombro es mi salvación;
y puedes ya
hacer de mí,
 35
lo que quieras.

Mi fuerza,
no me hace levantar,
sólo;
mis pasiones por
 40
las cosas simples,
y adoración hacia ti.

  —23→  


ArribaAbajoExtraño


ArribaAbajo
Te extraño,
y ni siquiera te conozco.
Te extraño,
y no puedo recordarte.
Te extraño, y te espero día a día
 5
sin que la sombra que me aqueja
me diga que es cierto
que no vendrás.

Extraño;
el abrazo que siento en la piel,
 10
que nunca me diste.
La forma callada en que te quise.
Extraño;
la forma en que me hacías sentir,
una flor blanca entre negras,
 15
sin nada más que decir.

Tu sonrisa me hace falta;
como el sol al verano.
Escucho tus pasos que vienen hacia mí,
y no te veo llegar.
 20
Te busco en cada rostro,
en cada rincón de este planeta.
Y te encuentro en todos lados
sin saber quién eres.

Extraño;
 25
tu boca moviéndose,
cuando me hablas,
nuestros ojos reflejados
en nuestras miradas.
—24→

Tu presencia,
 30
no me permite verte.
Te ocultas
tras mi corazón idealista,
y alimentas el deseo de verte.

Y te recuerdo;
 35
pero no sé si fuiste real,
y mi pérfida imaginación
me jugó una mala pasada.

Y finalmente: tengo miedo
de que quedes atrapado entre mis recuerdos;
 40
que tal vez nunca sucedieron.
Y tengo miedo de extrañarte cada día
y sentir que sin ti me moriría.

  —25→  


ArribaAbajoAnsia de vida


ArribaAbajo
Siento el calor
que me otorga
este día que aún parece de verano.
Camino lentamente
entre rostros repetidos;
 5
no porque los conozca,
sino porque siento
el calor que los embarga.

Siento que ya podría
el hielo derretirse
 10
en mis mejillas,
que piden vida.

No comprendo esta soledad,
no comprendo;
las bocas que se abren y cierran
 15
Sin más ni más,
como si algún gran oso
las hubiera asustado.

Digo repetidamente,
siquiera con los ojos
 20
que me busquen;
pero aún nada sucede.
Y esto fue ayer...
Y sigue siendo invierno.

  —[26]→     —27→  


ArribaAbajoEl abrazo de tu alma


ArribaAbajo
La calidez,
de tu piel;
suavidad gloriosa
rodea mi cuerpo.
La emoción del sentir
 5
de tu sombra alborotada,
cuando estás junto a mí.
La necesidad del alma,
está en mi interior.

Tal cual
 10
he de sentirme,
si tan sólo,
me lo demostraras
con tus palabras escondidas
en un frasco de cristal.
 15
Tal me siento
en tu hombro,
que mi cabeza recostada está en él,
padeciendo la necesidad
de tu amplia mano,
 20
cubriendo mi cabellera.

Caricia,
de tus manos,
con cada gota
que he de derramar
 25
en tu espalda consoladora.
La verdad en tus ojos,
es el aliento de vida
que me hace continuar.
—28→

Calma;
 30
paso a paso me das.
La gota del llanto,
cae en tus palmas,
y tú;
la retienes sin saber
 35
que está salada.
No me sueltes,
que caeré de la pendiente,
tan sólo quiero que,
me sostengas siempre
 40
con el abrazo
que tienta a tu alma,
y que no lo puedes evitar.

  —29→  


ArribaAbajoSoy muy compleja suelen decir


ArribaAbajo
Sincera debería ser conmigo misma,
y debería escapar de la angustia de esta
lejanía...

El mundo en el cual habito,
ubica en mi camino muchas lomas.
 5
La idea de la alegría,
no debería ser postergada
por esas caras entumecidas sin sentimientos
que me persiguen donde quiera que voy.

Por las calles de mi vida,
 10
traspaso mil almas,
que no me quieren dar su mirada.

Soy muy compleja suelen decir,
pero yo no digo más de lo que está plasmado
en estas mediocres palabras,
 15
que para continuar con mi caída.
Son limitadas.

Una isla para mi pensamiento,
debería tener...
Sincera debería ser,
 20
con la gente que me rodea
para tan sólo,
escupir en las caras secas de mi pasar;
aunque suene muy agreste mi declaración.
Me proclamo ecléctica, pero ellos;
 25
sí, ellos me creen radical.
—30→

Soy la abogada del diablo en mis discusiones,
y por supuesto que dudo de todo,
lo admito,
declaro,
 30
y demás cuentas pendientes,
que tenga con la gente habladora.

No me salvo de ninguna melancolía,
pero algún temperamento colérico debe existir,
por lo menos en ese fuego que proviene de mis
 35
ojos,
en este mismo instante.

En este mismo instante;
no me importa la métrica,
ni el ritmo,
 40
ni demás cuentas pendientes,
con las ideas estructuradas.

La espontaneidad no se planifica,
se vive,
uno no se percata...
 45

En realidad;
sí quisiera que alguien mirase conmigo
la inmensidad del cielo,
para ver qué nos depara la vida.
Pero la intimidad es muy profunda como para
 50
ser comprendida
y hay quienes tienen miedo de ella.

No respondo, cuando escucho esa voz que
hace años me inmoviliza,
y aparece en mis sueños,
 55
en noches donde desearía
no despertar jamás.
—31→
Qué placer el soñar con esa voz que me
acaricia...

Ya nadie quiere que sonría, pues bien,
 60
lo seguiré haciendo
pues admito mi carácter contradictorio,
mi malicia,
mi egoísmo,
testarudez,
 65
apasionamiento,

y demás cuentas,
con las personas habladoras.

  —[32]→     —33→  


ArribaAbajoSi acaso...


ArribaAbajo
Si acaso en brazos
me quisieras llevar,
hacia aquel lago de olvidos
del que tanto hablo.

Si acaso tus manos
 5
pudieran tocar la piel lisa
de mi rostro sin penas,
no más que una,
y por la cual te espero.

Si pudiéramos,
 10
abrazados,
solos los dos
pasear por la insensatez;
dejar que la pasión
de nuestras almas alborotadas
 15
cumpla su impetuosa razón.

Si pudiéramos, en mi soñar
admirar aquella luna,
la que mira y brilla,
cada vez que ese cielo nocturno
 20
se convierte en mi mirar,
nostálgico por no conocerte.

Puedo volar al horizonte,
imaginarte escondiéndote
tras los árboles y,
 25
jugando con mi alma enamorada;
como hasta ahora lo has hecho.

Si el tiempo me regalara
—34→
su secreto;
pudiera verte así
 30
en cada rostro de esta calle,
donde camino.

Si al cerrar mis ojos ansiosos,
pudiera verte
y al abrirlos voltear
 35
loca la cabeza
y sentir tu presencia abrasadora.

Si tan sólo me rodearas
con esos brazos que
conocen mi naturaleza temblorosa.
 40
Los cielos estarían de mi parte
y las estrellas caerían a mi lado.

Quisiera compartirte
mi amor a la luna, a las noches
en que mi espíritu anhela
 45
la eterna somnolencia.

Nos imagino sentados
en el pasto compartiendo
nuestras vidas,
esos árboles serían cómplices
 50
de nuestra juventud inocente.

Si pudiéramos abrazados,
solos los dos,
pasear por la insensatez,
dejar que la pasión
 55
de nuestras almas alborotadas,
cumpla su razón.
—35→

Si pudieras entender,
que estas palabras
no son de cualquiera
 60
ni mucho menos sólo mías,
entenderías la razón
por la cual despierto
siempre de esa eterna somnolencia.

Para caminar por esa calle,
 65
donde mil rostros me saludan,
pero que sólo tú comprendes
a mi alma ansiosa de ti.

  —[36]→     —37→  


ArribaAbajoEscuché tu voz


ArribaAbajo
No puedo creer,
que hace cinco años,
haya sido la última vez
que escuché la música de tus labios.
Hoy que la he vuelto a escuchar...
 5
no puede el sonido pasado
ser el precursor de mi dolencia.
Ya te creía sepultado
bajo los escombros del olvido.
Osada mi alma que sin hablarme,
 10
camina sembrando el gusto por tu voz.
No fue sino hace cinco años,
que mi sombra fue alejada de ti,
por los espectros incoherentes del pasado.
Ahora que voy caminando por la calle:
 15
esa canción no deja de sonar,
esa campana melódica que se empeña en
retumbar,
ha vuelto.
Tal vez quiera que mi esencia pregunte
 20
por ese signo del destino paradójico.
Tal vez quiera
que estos cinco años
en mi vida paralela al futuro,
sean la estela que guíe mi camino,
 25
y la sonrisa que seque mi lágrima.
Pensaré que para eso vivo,
para escuchar tu voz,
nada más...

  —[38]→     —39→  


ArribaAbajoTe pido el perdón


ArribaAbajo
Qué quieres de mí,
no lo sé.
Tal vez, la imagen de algún
amor en tu vida
se ha cruzado
 5
por tu melancolía.
Pasiones que yo no he vivido,
tormentas que han destruido tu
inocencia.

¿Quién sabrá,
 10
que no te puedo dar?
¡Qué tortura las intenciones
que nunca llegarán a realizar
su cielo infinito!
No quisiera que el dolor
 15
te martillara el alma,
que mis palabras
rompieran el yugo
que se ha sembrado.

Mi sinceridad,
 20
mi indiferencia,
me han traicionado.
Como si fuera el más cruel
de los castigos
de mi estulta inocencia.
 25

Tal vez tu sombra veterana,
tan sólo quiere lo corriente,
en sus días lo normal,
para apaciguar sus ansias.
—40→

No quisiera que tu orgullo
 30
saliera lastimado por
esta tonta confusión
de mi mocedad sin razón.
¡Qué tortura las intenciones
que nunca llegarán
 35
a realizar su cielo infinito!

Si pudiera dormir,
y despertar cuando
tus alas estuviesen
cortadas,
 40
y así;
poder,
hablar y hablar,
crear nuestros aposentos reales
en nubes que nos sirvan de acomodo.
 45
Y así hablar y hablar...
sin que ningún prejuicio
del mundo,
traicione a mi estulta mocedad.

Ay!!! ¡Qué tortura
 50
las intenciones que nunca
llegarán a realizar
su cielo infinito!

Si en algo tu alma
aprecia a esta destilada,
 55
infama a esos ojos tuyos,
que no haya chispa,
que la malicia de tus ángeles negros
desaparezca,
y no colapse
 60
con mi necia inocencia.
—41→

¿Qué no sabes,
que soy la única que observó en tu sien
la imagen del candor oculto?
Muchas plazas habrás pasado,
 65
pero en mí la duda está,
que alguien haya visto
la dulzura de tus ángeles negros
observando una monótona historia
que platicaba.
 70

No era otra mi intención,
sólo que mi espíritu
no permite que la soledad,
esa ociosidad del alma,
corrompa a seres que yo quiero.
 75
Que alguien que necesita,
no reciba el abrazo,
las palabras
acompañadas con risas,
la mirada tierna de una amistad,
 80
y el beso de la importancia
que tanto se desea.

¡Qué tortura
las intenciones que nunca
llegarán a realizar
 85
su cielo infinito!
¡Qué dolor está sufriendo
mi alma por las lanzas
de tu espíritu desconcertado!

Te ofrezco la creencia;
 90
que si tu mirada hubiera creado
otra expectativa en mí,
el cristal ya estuviera roto,
—42→
y te lo hubiera dicho.
Pero no
 95
-aún pensando no puedo verte
con tu máscara maliciosa-.
¿Quién sabrá,
que no te puedo dar?

  —43→  


ArribaAbajoLos pasillos de mi vida


ArribaAbajo
Me aventuré a que
mi imagen ya no cruce el mar de tus ideas
que los juicios del pasado me capturen
que la incesante plegaria a mi razón, para que
alcance la tuya,
 5
no me dé resultado.
Escúchame;
piensa que en mí no existe otro ser
que no se asemeje
a la fuerza de tus ojos.
 10
En este sillón, perdido en un cielo colmado
de nubes de dolor,
se encuentra mi honor colgado de la colmena
que tú viste nacer.
Me corroen mis propios decires insólitos;
 15
recorro en mi alma, poco a poco me sumerjo
en la ansiedad
de tu posesión,
a tu querencia apelo, te espero tras este
sonoro angelical.
 20
El adiós no te lo permitiste,
me dejaste entrar por la entrada
de tu alma soñadora, en un segundo intimé
con tu pasión,
con tus tormentas,
 25
y me devolviste la humanidad de mis celos.
Me mirabas; ternura concretabas en tus ojos,
inclinabas tu rostro
y me manejabas con la suavidad de tu
modestia.
 30
Te esfumaste, y sólo me queda hablar de ti,
clavando la más dura astilla que ha penetrado
en mi mirada calculadora.
Qué esperabas de mí, no lo sé;
—44→
Ojalá pudiera derramar mi insólita mocedad,
 35
en algún barranco que sintiera lástima de mi
insensatez.
Cuando te conocí me aventuré
y me lancé como una suicida a la nada,
jugando tal vez a la más fuerte, jugando tal
 40
vez al amor.
Caí en el precipicio de tus ojos consoladores.
¿Qué podían conocer de esquinas reveladoras,
la jovialidad de mis sentimientos sin rumbo,
chiquillos sin nada en que creer?
 45
Su desliz infantil me ha hecho sucumbir
a los encantos
de alguien que nada sabe; que no conoce,
que en mis días cotidianos
escudriña en mi pensar.
 50
Ya no respondo a las ideologías,
ni el nihilismo se encuentra en mi existencia
absurda sin ti.
Sigo en este sillón decolorado por mis
lágrimas con su juego inmaduro.
 55
Son para ti miles de melancolías
en esta triste hoja de papel,
he llenado el espacio de basura sentimental.
Pero es mi culpa, yo quise jugar a calcular la
sensiblería,
 60
y llegué al bosque de los olvidos,
sólo que tu mano encantadora
no me ha llevado
sólo me lleva tu recuerdo y la soledad.
En mis noches, sólo culpo
 65
a mis lunas de mi tribulación,
y tú mi estrella ya estás muy lejos
sin dar lumbre
a los pasillos de mi vida.

  —45→  


ArribaAbajoSigo desnuda


ArribaAbajo
Siempre escuché muchas voces
que me decían la fatalidad de la vida,
aun siendo un capullo sin pétalos que apenas
recibía el agua del riego.
Siempre mi alma voló sin pudor hacia el otro
 5
mundo...

¡Las ropas del alma deberían ser rasgadas!

Una vez intenté vestirme;
y sentí el escalofrío de mi piel
cuando algo que rozaba
 10
tomaba posesión de mi sangre.

Me desvestí sin temor...

Como ni aun la pasión desmesurada
puede clausurar el minuto de la ausencia.
Ni el pestañeo hacia las yedras del destino
 15
podían jugarme una mala traición.

Me desvestí sin temor...
Mi imaginación volaba
por calles,
sobre ríos de placer infinito,
 20
con mis almas desnudas,
sin vestiduras,
no sentía el frío de mi cuerpo al viento.

Siempre la misma substancia alucinante
de la emoción del sentir,
 25
la pasión dentro de mi desnudez pueril.
—46→

Me gustaba ir por la calle,
caminar en lo que parecía ese abismo
de historias que transcurrían
y dejaban huellas de su prontitud.
 30

Los automóviles pasaban a mi lado
y sólo era un sonido estruendoso
que molestaba a las mil hermanas
que me llamaban en mi interior.

¡Si alguien no admite mi desnudez,
 35
pues sería mejor que tome sus pupilas
y observe la superficie del mar cubierto!

Pues yo no me vestiré,
ni aunque fuera de joyas...

  —47→  


ArribaAbajoMi respirar


ArribaAbajo
Algo en mi interior,
me delata;
hoy, que ya todo ha quedado en silencio. Comanda en mi ser,
un loco que divaga y,
va salpicando lo perdido y tirano
 5
de un cuerpo arrojado,
a la ciudad oculta,
donde se encuentra mi alma desnuda.

Me delata;
aún cuando lo niegue,
 10
continúa con el trote acelerado
de un latir que estaba oprimido,
y caminaba por calles de placer apagado.
Aún cuando el desamor ni siquiera
se asomaba por sus esquinas.
 15

Tiemblo y siento,
en esas calles;
donde la luz encandila
rutinariamente
-al parecer-
 20
mi tormento de pasiones,
aquellas que me entristecían,
en años que no aparecían
las imágenes enardecidas
en mi alma lluviosa.
 25

Hoy, algo en mi interior me delata.
Tan sólo se comunica
con mis ojos que ansían, cuando
un placer del mundo
—48→
entra por la puerta de la pasión,
 30
robando en mis calles
lo único de vida que me queda;
las distintas imágenes del mundo
-y aun cuando suene muy convencional-,
el aire que respiro y su palpitar.
 35

  —49→  


ArribaAbajoAbrazar a mi infidelidad


ArribaAbajo
Si tan sólo me pudieras
enseñar a amar
sin negar mi necesidad
de abrazar a cualquiera.

Abrazar al pasar
 5
los ojos de algún apasionado
que quisiera prometerme
abrazarme eternamente,
sin negar su necesidad
de pasión y su verdad.
 10

Si me pudieras abrazar
y quedar mudos
para sólo sentir...

Si al centro aquí sentada
en mi mesa, veo cuerpos
 15
mirando al frente
y yo sola me encuentro
mirando a los costados;
quisiera que me mirases.

Porque las caras ríen
 20
a mi alrededor,
y yo parezco poblada
de nubes de pasión doblegada.

Porque tú no eres uno,
eres muchas de las caras;
 25
mientras pienso,
que no me quieres mirar.

  —[50]→     —51→  


ArribaAbajoAl observar imágenes


ArribaAbajo
En mis momentos a solas;
la que fue una jauría de pensamientos,
se adueña sin pedir permiso,
de mi cuerpo solitario.
Pienso,
 5
sinceramente,
que ya no hay imagen
que tranquilice a este
silencio irremediable.

Uno; no sabe qué pensar,
 10
¿qué más da?
Te consume el pasado.

A simples palabras,
confieso que he amado,
y el tiempo me ha dejado
 15
una espina martillada.

Pensar y pensar.
¡Qué poco he vivido!

¡Qué triste el silencio que me rodea!
Qué melancolía en este espacio
 20
de cuatro paredes, donde;
tan sólo se ocultan
las amigas de la soledad.
Tal vez sí,
tal vez no.
 25
¿Qué más da?
—52→

Mi cuerpo se va encogiendo,
cuando pienso,
en las simples imágenes,
que ya no quiero.
 30

Mira los cuadros,
qué palidez,
ya no hay imágenes.

En mis momentos a solas,
¿qué ironía, no?
 35
La que siempre,
una sonrisa otorga:
aquí me encuentran,
mientras mis lágrimas acarician
mi faz.
 40

Y mi cuerpo siente el frío del suelo.
Mientras mis cabellos van al compás
y al desdén de mi
llamado «dolor».

¿Qué ironía, no?
 45
Ya no hay palabras,
ya no hay imágenes.
Si hasta los libros
se han vuelto mudos.
Ya no puedo leer
 50
las poesías; ¿te acuerdas?
Tanto me gustaban.
Aunque sé que no recuerdas.
¿Qué más da?

En mis momentos a solas
 55
no te culpo,
te recuerdo aunque,
no habría imágenes que escribir.
—53→
¡Odio a las imágenes!
Todo el mundo las malinterpreta.
 60
¿Qué más da?

Sabes;
he comenzado a pintar,
pero nada concreto;
las imágenes duelen.
 65

Todos critican, nadie ayuda.
Pero;
en fin:
por lo menos sé
que se fueron las imágenes.
 70
Para crearlas en un papel,
se volvieron cotidianas.
¿Qué ironía, no?
Solo quiero levantarme,
crear un espacio y volar,
 75
ya no me importa nada.
¿Qué más da?
Pero necesitaría una mano,
en mis momentos a solas.
¿Qué ironía no?
 80

  —[54]→     —55→  


ArribaAbajoEl espejo roto


ArribaAbajo
Hay un espejo frente a mí,
al que solo mirabas
empecinado con el fuego
que parecía un espejeo.
Sin saber que las quemaduras del pasado
 5
fueron curadas,
y al tiempo en el espejo
ni se ven las cicatrices.

No te olvides,
que esas palabras son;
 10
para que entiendas lo que mis ojos
observan cuando penetran
en esa imagen, que ya ni siquiera ves.

Sola nada más estoy;
con ese fuego que cuando echas agua
 15
crece cada día más.

Los espejismos y yo
estamos tan juntos,
que podría creer que ya no soy real.
No tenía propósito,
 20
los caníbales del otro lado del espejo
lo habían torturado.
Suerte que a nadie le agrada observar
lo grotesco.

En este tiempo,
 25
mil jaurías que podrían masacrar
mil espíritus, no podrían acabar
con cada cielo incompleto
que se pusiera en mi camino.
—56→

¡Que muera la que vive tras el espejo,
 30
que no la acepto de realidad!

Quería libertad y salí;
ahora quiero aprender a amar,
encontrar ángeles perdidos
que me enseñen a amar plenamente.
 35
Ya no hay espejos,
he de vivir con mis ángeles
que me enseñaran a amar.

He de salir sin ropas a la calle,
rasgaré las vestiduras...
 40
Lo juro por los cielos
que quemaré a mis espejismos...

Ahora veo al espejo hecho pedazos,
en el piso tirado.
Y ahora busco ángeles de islas perdidas
 45
que me enseñen a amar plenamente.

¡Que muera tu moral,
tras ese espejo roto,
que no la acepto de realidad!

  —57→  


ArribaAbajoMundo de escombros


ArribaAbajo
Las imágenes,
no cesarán jamás,
lo han pronosticado,
aun cuando soñaban con mi llegada
al mundo de escombros.
 5
No cesarán jamás;
ya ni el frío de este mundo
las congela,
sólo las endurece
para que perpetuamente mis ojos
 10
queden clavados en la nada.

Juegan aún,
con mi vientre,
con mi mente y,
atosigan el sentimiento
 15
aún cuando mis lágrimas
sean muy jóvenes.

Ya no quiero a los gigantes
que pisan
mi vientre y mi mente.
 20
Pues me he quedado ciega,
ya no requiero coherencia,
ya no veo el futuro.

Les entrego
mi mirada endurecida,
 25
para no volver a ver
las Imágenes,
en este mundo de escombros.

  —[58]→     —59→  


ArribaAbajoPoderío entre semana


ArribaAbajo
Parecía abrumada de un poder
que ni siquiera,
había conocido en mi extraña vivencia.

Esta mañana;
me siento cansada
 5
de cualquier voz
que intente confiscar
mis imágenes de miedo.

Caigo como de costumbre
en mis pensamientos,
 10
que parecen niños
jugando a la contradicción.

Ya no es novedad
que habites en un mundo
donde vuela la esencia,
 15
de mi alma desvestida.
Por eso tan sólo te lo vengo a decir...

Tropiezo con rocas sepultadas,
que me dicen el significado
de lo que es el supuesto amor...
 20

Mis ojos se cierran
deseando que termine
esta semana,
con el caminante
que continúa con su paso acelerado
 25
en mis entrañas,
y faltan tres días...
y mi alma sólo reconoce colores...
—60→

Algo sucede en mi garganta acongojada,
algo en sus paredes...
 30
Grandes manadas
despiertan agresivamente
mis pasiones dormidas,
que no parecen acabar.

Mis oídos continúan
 35
con el hastío de ese ruido grotesco;
de los supuestos llantos,
de la supuesta gente,
de las rocas
que pretenden entender el amar...
 40

Por eso tan sólo te lo vengo a decir...
El silencio se convierte
en mi salvación,
aún cuando ya no existe más,
hay gente que sigue jugando
 45
con mi interior...

Ayer;
parecía aunque padecía,
de la enfermedad que me embargaba1
de una pasión que ni siquiera
 50
había conocido en mi extraña vivencia,
que se ha vuelto poder,
por eso tan sólo te lo vengo a decir...

  —61→  


ArribaAbajoAl visitarme


ArribaAbajo
Todos se han ido,
y ni siquiera lo acostumbrado
es la triste pero consoladora razón.
Todo es en vano,
y nos conviene no pensar
 5
que alguna vez el sentimiento
surge completo,
todos se van,
nadie se despide
de aquel suelo fértil
 10
donde sembró sus semillas.

Todos se han ido,
y las raíces salen de la tierra amohinada
y el río ruin se lleva su rastro de vida.
Solo queda la soledad
 15
entre los frondosos árboles del bosque,
que ya no quieren al cielo.

Todos se han ido y han vuelto
la soledad,
los ruidos, las imágenes,
 20
de repente cae el agua del rostro
y me percato
y será mejor que me vaya
aunque ya nadie esté conmigo,
ni de visita siquiera.
 25

  —[62]→     —63→  


ArribaAbajoViajante


ArribaAbajo
Aquel hombre, dijo la verdad.
Lo sigo pensando y
aún sin lunas en el cielo.
-«Estoy muerto y soy un sueño perdido que viaja,
pronto olvidarán».
 5

Un día cotidiano,
pero aún a través de esta ventana,
siento el frío que traspasa el vidrio.
Todos hablan y sienten frío.
Miro las manifestaciones
 10
en los rostros y trato.
Sí, trato con palabras
que no entiendo;
ventanas que no parecen un mundo.

Ya no creo en las sonrisas
 15
que me rodean...

Siento ser la observadora
que vuela sobre sus sienes,
como el espíritu en equilibrio,
la ociosidad del alma,
 20
como la suelo llamar
para hallar consuelo a la soledad.

Aquel hombre que viaja,
viviendo de la música,
me ha hecho egoísta
 25
y se cree muerto;
me ha hecho egoísta,
por pensar tanto en mí misma,
y muere.
—64→

Ha viajado por mil países,
 30
y piensa ser un sueño
que pronto olvidarán
-podría ser cierto.
Estoy mirando;
a través de la ventana,
 35
mirando a los árboles hablar
y bailarme al viento,
pensando en aquel sueño
que yace muerto.

  —65→  


ArribaAbajoMis luces


ArribaAbajo
Llévame de la mano,
a visitar el lago de olvidos.
Arranca la angustia engañosa,
de mi garganta precipitada.

Llévame hasta donde desaparezca,
 5
el dolor,
de la inutilidad de mi alma.
Deseo presenciar la tranquilidad
de la normalidad.

Porque ella es mi antagonista,
 10
y no sé si yo respondo
a la protagonista...

Llévame donde las ideologías padezcan de luz,
que no tenga que pensar,
sedienta de un sueño,
 15
que concluye al ver
la naturaleza del hombre.

Donde no tenga que pensar ya tanto,
donde no tenga que imaginar,
el placer de la tibieza,
 20
de nuestras pieles tersas...

Algún lugar para que tus ángeles,
me enseñen a amar plenamente.

Tan sólo un día;
una luna sin las culpas de mi desilusión...
 25
—66→

Llévame porque esta cobardía
que atrapa a mi espíritu,
alimenta el temor,
tan sólo al mirar
los ojos macabros,
 30
de mis calles sin vida,
y de mis luces sin ti.

  —67→  


ArribaAbajoEl juego de mi posesión


ArribaAbajo
Una gran confusión
trae vida al fin,
a mi simple caminar.
¿Qué no sabes
que el vacío que no llenas...?
 5

No quisiera que tus ojos se fijen
en algún buitre
que se parezca a tu espíritu...

Admito que me miras
y ensanchas esa fosa
 10
que estaba cerrada
por un dolor tranquilo.

¡Qué vacío el que habita en mí!
Y qué precipicio
de grandes rocas a mi alrededor,
 15
aunque debes saltarlo...

¡Qué vacío
el que me hace crear cadenas!
Peleo con muchas voces
que tratan de morderlas,
 20
cuando simplemente camino por la acera
y me avisan
que tu alma está ausente.

Ahora ya te conozco
y puedo declamar a ese vacío...
 25
que me agrada
tu presencia melancólica
en mi pasar,
—68→
que, con pasión,
te apegues a mis palabras...
 30

¡Qué vacío que nunca se llenará!
Lo digo con una sonrisa cínica y placentera,
el que al momento,
mal llamado momento
espero no pretendas entrar.
 35

Aunque con tu sonrisa
en mano,
ansío que trates
de llenar el vacío,
que me escuches...
 40
que me hables...

No me presentes voces amigas,
otras personas,
no respondo cuando
tu mirada divides en dos.
 45

Cómo decirte
que si la marcha del reloj y mi amor
se acompañan,
ya no existo...
Espero entiendas que esa es una verdad...
 50

Como en una guerra;
me gustaría
que fueras el enemigo
y el amigo...
Sólo así podré sentarme
 55
a charlar contigo
sobre los pastos,
y luego caminar a tierras extrañas
y así dividir tu mirada.
—69→

Cómo decirte que
 60
no llenes el vacío,
que mi alma ansía
caer en ese abismo,
en ese vacío que me da vida...
que habita en mí,
 65

aun cuando seas un todo o mi nada...

  —[70]→     —71→  


ArribaAbajoMe ha dicho un caminante


ArribaAbajo
Me has dicho,
que eres puro en mente y entrañas,
como el blanco camino
que me depara el destino.
Me has dicho que eres bohemio,
 5
que ninguna influencia de fuerzas extrañas
se ha infiltrado en tu alma.

Aquel cielo pregunta,
dónde estarás;
y los vientos me tocan
 10
como el aviso,
que los ángeles con su deber fortuito,
deben condenar.

Me has dicho,
que vagas eternamente
 15
en mi alma,
y que me cuentas historias
mientras llegas y suspiras al cansancio
de tan extraordinaria imaginación.

La verdad nadie la sabe,
 20
me has dicho;
así como a la esencia se la lleva la brisa.
Esa que me trae noticias,
algún placer del mundo que
camina por sus senderos,
 25
con una guitarra en mano
y canta el miedo de la vida.
—72→

Veo cuerpos y pieles enrolarse, me has dicho;
y me dices que pareces una nube
que pasa y riega el campo.
 30

Grandes pájaros del pasado has visto,
te persiguen;
pero me has dicho
que no quieres volverte ni ciego ni mudo.
Me has dicho con tu digna pedantería
 35
que las flores a tu paso,
se las ve contentas,
ya que las pisaste
con el fuego de tu rastro.

Y me has dicho que ya regresarás...
 40
aun cuando yo ya lo sabía.

  —73→  


ArribaAbajoPasión egoísta


ArribaAbajo
No eres el único
que agradece,
que el miedo me cause
una exaltación mayor
en mi vida.
 5
Sería capaz de pisar
ese rastro frío
que dejas con tu paso abrumado.

Ten fe;
no eres el único,
 10
que ansía tentar al fuego,
solo que mi piel no disfruta
de las quemaduras...

No eres el único,
que hierves por dentro,
 15
cuando tratas de desviar
una mirada vacía...
No lo eres;
cuando caminas pateando
hojas secas en otoño,
 20
y se aglomeran
pensando formar
una imagen de vértigo.

Dime; que no eres el único,
que pasea durmiendo,
 25
convive con la ausencia,
alimenta su alma de tierras extrañas,
de historias vehementes,
y encandila buscando,
a quien pasa ingenuo
 30
por sus luces de antaño.
—74→

No eres el único,
que busca como un ciego
almas confusas,
para aplacar con cinismo
 35
las voces enardecidas
de su alma intranquila.

Confiesa de una vez;
que amas al símbolo
de una persona,
 40
y a ella la dejas de lado
para hacerla una piedra
egoísta del pasado.
Sólo por amar...

No eres el único,
 45
que busca placeres,
en tierras extrañas.
Dime con lágrimas
que juegas con las mías
pero al fin ya dime...
 50
Que no quiero hacerte daño,
porque ya no estás solo.

  —75→  


ArribaAbajoBlasfemia a mi espíritu


ArribaAbajo
Ayer;
desafié al mismo Dios,
más valiera que existiese en este mundo,
donde tu lejanía,
solo creaba imágenes de nubosidad en mis
 5
ojos.

Tú ya no estarás pensé:
en mí no habitaba
mayor blasfemia a la vida.
La creía una flor de primavera.
 10
Un jardín de espigas que escondía
esa flor de primavera.

Ya no estarás.
Tenías razón cuando decías,
que ya nadie seca las lágrimas.
 15

¡Vendo mis lágrimas saladas,
a quienes pretendan volver a blasfemarlas!

¡Que este tiempo no es, ni será,
la era de la ilusión!

Hoy, miro a los cielos;
 20
y solo pregunto,
el porqué de mis golpes bajos,
esas caídas desde aquel pedestal,
en las nubes de los sueños.

¡Vendo unos labios rojos,
 25
para que algún espíritu encolerizado
intente difamarlos!
—76→

Debes saber;
porque ya no estarás:
que no creo poder presenciar el aviso
 30
de ese fuego que crepita
tras esa puerta del destino.
Todas las imágenes se volvieron mudas.

Para mí,
siempre la gaviota fue paloma,
 35
el odio fue pasión
y tú fuiste único.

Quién sabrá, qué me habrás dado de beber,
que aún tengo sed de llanto.
Pues si te vas,
 40
conoceré el frío del piso
cuando descanse desnuda sobre ese suelo
que desconocerás,
pues, estarás lejos de mi vida.

¡Ayer desafié al mismo Dios!
 45
Tendría que existir,
pero tú, aún, no apareces.

  —77→  


ArribaAbajoLa persecución de los delirios


Arriba
Ya vuelan las gaviotas,
ya los picaflores han dejado las flores,
ya mi cuerpo no quiere al alma
ya la luna ha dejado la noche.

Una gran revolución habita
 5
en mis grises calles de insomnio.
Ya el baile del alba lanza
sus primeros rayos solares,
ya los soldados comienzan a marchar,
uno, dos, unos a otros,
 10
otros a unos y consecuentemente
mientras apuntan sigilosamente
a mi melancolía irremediable.

Me envuelven
en la rutina de las ideas florecientes,
 15
que concuerdan y logran su unión
en una sola semilla de partida.
Pretenden que las luces que rodean
las calles de mi ciudad,
permanezcan encandilando
 20
su visión turbada.
Grandes gigantes me persiguen sin cesar,
sin pensar que me pueden pisar
con el pie del duro frío.
Aquel que en noches cálidas como esta,
 25
ahuyenta a la llama del corazón dolido.

La persecución de mis sombras,
de mis halcones,
quién sabrá hacerlos alunizar
en el suelo abismal.
 30
—78→

Grandes gigantes,
son mi persecución.
Me siguen, sin encontrar salida.
De caverna en caverna culmino,
en una fosa sin lugar.
 35

Me estoy quedando ciega,
ya no veo,
cegata nada más.
Mi camino,
mi rumbo,
 40
mi guía, se han desvanecido.

Ya vuelan las gaviotas,
ya los picaflores han dejado las flores,
ya mi cuerpo no quiere al alma
ya la luna ha dejado la noche.
 45

En mis sueños me veo,
corriendo tras una imagen de alguna
piel que me incita a llegar a la luz del
crepúsculo matutino,
y cuando llego, solo la boca grande y grotesca
 50
de aquel percutor gigante me sorprende,
en mi correr de piernas, con un grito feroz
y tenebroso.

Todo se vuelve gris ya,
una gran revolución habita
 55
en mis grises calles de insomnio.
Ya el baile del alba lanza
sus primeros rayos solares,
ya los soldados comienzan a marchar,
uno, dos, unos a otros,
 60
otros a unos y consecuentemente
—79→
mientras apuntan sigilosamente
a mi melancolía irremediable.

Ya la escarcha no existe,
la música ha descubierto un compás que no
 65
conozco,
mis piedras son de tropiezo pero no preciosas,
no son garantía de la naturaleza,
solo dolores en mis jóvenes pies descalzos.

Lamentaciones, ya no habitan,
 70
se han cansado de mi triste lamentar
y yacen en el pasto mojado
de mi pisar cotidiano.
Grandes gigantes ya se guían
tras mi cabellera inquebrantable ondulación,
 75
estiran de ella hasta dejarla lisa
y sin vida alguna.

Mi mano oscila con el viento conmovido,
el espontáneo viento,
que nunca me abandona en su tutelar norte.
 80

Todo se vuelve gris ya,
una gran revolución habita
en mis grises calles de insomnio.
Ya el baile del alba lanza
sus primeros rayos solares,
 85
ya los soldados comienzan a marchar,
uno, dos, unos a otros,
otros a unos y consecuentemente
mientras apuntan sigilosamente
a mi melancolía irremediable.
 90
—80→

Solo uno, dos, unos a otros,
otros a Hunos, como Atila al gobierno
de sus soldados.
Ya los soldados comienzan a marchar,
uno, dos, unos a otros,
 95
otros a unos y consecuentemente
mientras apuntan sigilosamente
a mi melancolía irremediable.





  —81→  

ArribaPara Saskia Saer

Querida Saskia:

Debo empezar por reclamarte el compromiso en que me has metido al pedirme la lectura de tu primer libro de Poemas. Para mayor problema me requieres, nada más, ni nada menos, una opinión crítica sobre tus Poemas (como verás me gusta mencionarlos en mayúscula); cuando bien sabes, tanto como me conoces, el duro aprieto en que me veré con solo pensar en el intento, pues, por un lado, de alguna manera me encuentro en ellos, y por el otro, descubro oscuras y profundas vertientes de mi propia intimidad, de mis pensamientos, de todo cuanto vive en las honduras de mi ser, y que solamente la poesía, como la más alta expresión del arte literario -según sostiene mi padre- puede recrearlo.

Me urge confesar que me gusta el título de la obra. Búsqueda me parece lo más aproximado al dilema de los versos por exhibir tu propia búsqueda de ser tú misma, de penetrar los misterios de tus vivencias íntimas, por dar vida, en afán casi desesperado, a los vuelos de tu imaginación...

Déjame agregarte que Búsqueda, es para mí el reflejo de tu angustia por salir adelante en la porfía de tu propia búsqueda. No sé si me explico, o si acaso me entiendes a partir de lo bien que me conoces. Lo único cierto es que me siento con el alma desnudada con la lectura de tus versos, y que son mis deseos que otros próximos frutos de tu alma encantada llenen el vasto jardín de tu imaginación torrentosa.

Tu amiga que te ama:

Mara Mallorquín Sáer



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