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Volumen 9 - carta nº 203

De ANTONIO RUBIÓ Y LLUCH
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Barcelona, 14 abril 1888

Carísimo Marcelino: esta forma epistolar desusada [1] te indicará que estoy atareadísimo. Te escrito pues interinamente para decirte que recibí tu precioso tomo de Estética por mi tan anhelado, y que si no he cumplido antes con la deuda de gratitud contraida por tu obsequio de tanto valor, ha sido por el deseo de hacerlo después de haber saboreado todas sus páginas. Llevo leido mas de la mitad del tomo y el próximo dia en que reanude mi interrumpida lectura, le tocará el turno á Hegel. Al mismo tiempo que leo hago copiosos estractos para aprovechar el mucho oro que contiene tu obra y fijar y enriquecer mis ideas de re esthetica. Si me encuentro con bastante potencia intelectual para ello, escribiré un largo artículo de tu libro para la Nación de Bogotá.

Espones á Kant con una transparencia que hace seductor y ameno a tan abstruso filósofo; tu digresión crítica sobre Schiller me ha parecido admirable, como lo es también el precioso paralelo entre él y Goethe, y tu entusiasmo ponderativo, lleno de animación, de vida, por este colosal genio sintético, hace olvidar al fervoroso discípulo de Horacio. Las paginas que consagras á Goethe, y sobre todo las de Richter son de primer orden. Aguardo á Hegel con curiosidad, y por exceso de ella he saboreado ya los merecidos latigazos que descargas contra Jugmann (detrás del cual ves siempre á Ortí y Lara) y Krause.

Aguiló, Cabot, Verdaguer y otros Mantenedores de los Jochs Florals me ruegan que te pida en su nombre, que te dignes escribir el discurso de gracias en catalán ó castellano; en caso de que fuera en castellano se encargan de traducirtelo Todos deseamos encarecidamente verte en esta ciudad á fines de Mayo. No hagas caso de las ridiculeces de Almirall y de la gent del Centre. Hasta mi próxima. Tuyo,

Antonio

 

[1] Escribe en una pequeña ficha de cartulina.